google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: yacimiento íbero
Mostrando entradas con la etiqueta yacimiento íbero. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta yacimiento íbero. Mostrar todas las entradas

13 de noviembre de 2024

Descubierto un yacimiento ibero-romano en Binaced (Huesca)

 A través de las excavaciones se han recuperado materiales arqueológicos de más de 2100 años de antigüedad, pudiendo constatar que el espacio fue habitado entre finales del siglo II a.C. e inicios del siglo I a.C. El Ayuntamiento de Binaced – Valcarca impulsa las investigaciones arqueológicas en el poblado de “La Parra”.
Visita escolar al yacimiento arqueológico de La Parra de Binaced (Huesca).

Trabajos de excavación en el yacimiento
 de La Parra de Binaced (Huesca).
Durante el mes de noviembre se han desarrollado en el municipio de Binaced investigaciones arqueológicas en un yacimiento inédito, situado en el cerro de “La Parra”. El yacimiento se localiza en un cerro amesetado junto a la localidad de Binaced, desde el que controla visualmente el Cinca Medio.

Las prospecciones y sondeos arqueológicos han permitido documentar un extenso poblado, con varias decenas de edificios construidos sobre zócalos de piedra. A través de las excavaciones se han recuperado materiales arqueológicos de más de 2100 años de antigüedad, pudiendo constatar que el espacio fue habitado entre finales del siglo II a.C. e inicios del siglo I a.C. Los los objetos arqueológicos estudiados destacan los elementos de producción local cómo cerámicas ibéricas pintadas y un interesante lote de cerámicas de mesa y ánforas provenientes de Italia.

Durante los trabajos de campo la excavación ha sido visitada por numerosos vecinos de la localidad y el alumnado del CRA el Trébol de Binaced. Los próximos meses se dedicarán a la restauración, estudio e investigación de los restos obtenidos en las excavaciones.

Los trabajos han sido impulsados por el Ayuntamiento de Binaced – Valcarca, contando con la colaboración del Centro de Estudios de Monzón y Cinca Medio “CEHIMO” y la Asociación Cultural “Arqueopatrulla”. La ejecución de los trabajos arqueológicos la ha realizado la empresa Acción, gestión integral del patrimonio cultural S.L. y han sido dirigidos por el arqueólogo Óscar Bonilla Santander.

12 de mayo de 2023

Los restos arqueológicos de Villar del Arzobispo demuestran la explotación oleica en época ibera

Visita guiada al Puntal de Cambra
 de Villar del Arzobispo. /JUDITH CELMA
El Ayuntamiento pone en marcha un servicio de visitas guiadas a sendos yacimientos, dirigidas por una técnico municipal especializada

El Ayuntamiento de Villar del Arzobispo (Valencia) propone un viaje a dos yacimientos arqueológicos que datan de la Edad de Bronce y un segundo de época ibera, ambos en su término municipal. Para poder comprender la importancia de ambos enclaves, las visitas, que tienen una programación para todo el año, están guiadas por una técnico municipal que se encarga de contar la historia que esconden los restos ahora recuperados.

Restos de una almazara ibera
El enclave denominado "La Seña" es una aldea excavada ibera gracias a los trabajos del Servicio de Investigación Prehistórica (SIP) de la Diputación de Valencia, bajo la dirección de Helena Bonet Rosado.

Esta excavación destaca por contar con dos niveles iberos superpuestos. Hay datado un poblado ente 525 y 450 antes de Cristo, y un segundo poblado, de entre 425 y 125 a.C. Así, se ha podido constatar un cambio y una ruptura entre las dos etapas que marcan el periodo ibérico y el ibérico superior. Esto supone la constatación de la transición desde el Ibérico Antiguo al Ibérico Pleno.

Gracias a este yacimiento, los investigadores han podido reconocer una comunidad agrícola que vivía esencialmente de la explotación agropecuaria. Entre los descubrimientos más destacados, los expertos destacan una almazara con dos prensas para la obtención del aceite y que demuestra la importancia de la explotación oleícola para esta aldea.

Poblado de la Edad de Bronce
El segundo enclave propuesto desde el Ayuntamiento de Villar del Arzobispo es "El Puntal de Cambra", que está datado en el 1500 a.C y corresponde a la Edad de Bronce Este espacio está ubicado a unos 3 kilómetros del casco urbano.

Este yacimiento, descubierto por Vicente Llatas Burgos, y excavado por el Servicio de Investigación Prehistórica (SIP) de la Diputación de Valencia, bajo la dirección de José Alcácer Grau, cuenta con numerosas estructuras localizadas y está documentada una muralla, una torre cuadrangular y varios muros defensivos.

Puesta en valor
Desde 2016 se han desarrollado labores de limpieza, mantenimiento, consolidación y musealización de los yacimientos. Y se ha desarrollado un programa de visitas organizadas que permite a los visitantes conocer ambos enclaves, de la mano de arqueólogos expertos.

Además, desde las concejalías competentes, se propone completar la visita con la realización de diferentes talleres didácticos destinados esencialmente para público infantil. También está previsto completar las actividades con una visita por el Museo Arqueológico de Villar y Comarca (MAVAC), proyecto en el que se encuentra trabajando el ayuntamiento de la localidad.

Los trabajos de acondicionamiento de ambos parajes han contado con el presupuesto del propio ayuntamiento de la localidad y con ayudas y subvenciones de la Diputación de Valencia.

La concejala de Turismo de Villar del Arzpobispo, Gloria Soriano, ha explicado que "nos encantaría que estos dos recursos patrimoniales fueran conocidos tanto por la comarca como por todos los valencianos y les animamos a que vengan a visitarlos y a hacer una visita guiada. Ambos están preparados para llegar o bien dando un paseo, o bien en vehículo particular por lo que son dos zonas accesibles para todo tipo de vehículos y todo tipo de personas".

Soriano recuerda que "Villar del Arzobispo está a 30 minutos de Valencia y con una pequeña excursión se puede acceder a estos yacimientos, y quedarse a descubrir una población que tiene mucho que ofrecer, destacando sus recursos culturales y la gastronomía local, de la que sobresalen el aceite y vino elaborados en la Cooperativa agrícola, y que ya los íberos producían"

Reservas:
https://www.villardelarzobispo.es/es/noticia/turismo/nuevo-servicio-visitas-guiadas-durante-2023-yacimientos-arqueologicos-sena-puntal-cambra

2 de marzo de 2023

El georradar confirma la existencia de un yacimiento íbero en Alcalá la Real (Jaén)

El georradar ha permitido el estudio en una superficie de casi cuatro hectáreas en el Cerro de la Mesa, de la pedanía alcalaína de Ribera Alta. Los resultados indican la presencia de una calle principal pavimentada, con estructuras a ambos lados, y localizan restos de una edificación potente en la parte más alta del cerro.
Los mismos técnicos que han pasado el georradar y estudiado los resultados han quedado sorprendidos, por encontrar restos a tan poca profundidad y en tan buen estado.

Las antiguas escuelas de Ribera Alta han sido el lugar elegido para dar a conocer el resultado del estudio con georradar realizado en el Cerro de la Mesa. El alcalde y concejal de Patrimonio, Marino Aguilera, junto con el técnico de este área y arqueólogo municipal, Carlos Calvo, ha informado de los resultados de dicho estudio a los propietarios del terreno, Pedro y Alberto Alcaide Sánchez, y los vecinos de la aldea, encabezados por su alcaldesa pedánea, Francisca Mudarra.

La prospección, realizada el verano pasado por un equipo de la Universidad Complutense, “ha constatado lo que se intuía: que el Cerro de la Mesa alberga una ciudad íbera. Siempre ha existido interés por este posible yacimiento, primero por la extensión y segundo por la antigüedad. Seguramente nos encontremos ante unos de los yacimientos más importantes de la provincia”, sostiene el alcalde.

Los mismos técnicos que han pasado el georradar y estudiado los resultados han quedado sorprendidos, por encontrar restos a tan poca profundidad y en tan buen estado. Según relató Calvo en su intervención “han sido cerca de 300 las pasadas efectuadas con el georradar que han permitido este profundo estudio en una superficie de casi cuatro hectáreas. Los resultados indican la presencia de una calle principal pavimentada, con estructuras a ambos lados, y localizan restos de una edificación potente en la parte más alta del cerro”.

Hay otras zonas con acumulación de materiales, que el alcance del georradar no llega a definir y que habría que explorar por otras vías. A este respecto, Marino Aguilera apuntó que “lo más interesante en el futuro es ver qué se hace con esta parcela. Primero, adquirirla, vallarla para preservarla, y encontrar a alguna universidad interesada, que por el potencial y atractivo del yacimiento quiera venir a hacer los estudios y excavaciones arqueológicas oportunas”.

El alcalde, que dio las gracias a los hermanos Alcaide Sánchez por su colaboración, señaló que “es una magnífica noticia para Ribera Alta. "Se ha confirmado que tenéis un tesoro y vamos a trabajar para generar aquí un recurso patrimonial y turístico que redunde en beneficio de la aldea”.

29 de agosto de 2022

La sequía permite una nueva investigación arqueológica en el yacimiento íbero de Sierra Boyera (Córdoba)

El Ayuntamiento de Belmez y los responsables de la excavación ofrecen visitas explicativas a unos restos del siglo VII a.C.
Excavaciones arqueológicas en el yacimiento íbero de Sierra Boyera / Cadena SER 

Los años de sequía prolongada que arrastra la cuenca hidrográfica del río Guadalquivir muestran ahora su peor cara con los embalses de la provincia en una situación de escasez no vista desde los años noventa. Son estos bajos niveles de agua los que están haciendo aflorar parte de la historia de territorios antes inundados, sea de forma natural o por acción del hombre.

La bajada de la cota de agua ya deja ver en el Danubio, uno de los ríos más grandes de Europa, restos de buques alemanes hundidos durante la II Guerra Mundial. Y algo parecido ha ocurrido en el término municipal de Belmez (Córdoba), bañado por el embalse de Sierra Boyera, que a día de hoy se encuentra apenas al 12 % de su capacidad.

El nivel del agua se ha reducido de forma tan considerable que ha permitido ampliar una investigación arqueológica que iniciaron en el año 2018 científicos de la Universidad de Granada. Entonces, salió a la luz un yacimiento íbero que data de finales del siglo VII a.C. que fue descubierto por los propios vecinos del municipio cordobés.

Ahora, en un pantano con aspecto casi desértico, los arqueólogos siguen investigando sobre el hallazgo e incluso se están organizando visitas guiadas cada jueves, "que por el momento están siendo un éxito rotundo", según ha manifestado a La SER el responsable de la excavación, Pablo González.

El investigador concreta que "es el momento perfecto para realizar catas en este yacimiento, pues debido a los elementos de erosión, que van eliminando capas de tierra, nos encontrábamos en un 'punto de no retorno' respecto a la posible pérdida de información". "En pocos años, el yacimiento lo formarán objetos principalmente cerámicos que no nos dirán nada, porque en arqueología, el objeto sin el sustrato solo tiene valor como elemento de colección", sentencia.

Corte geológico tras corte geológico, las pesquisas han logrado reconstruir parte de una historia hasta ahora soterrada por el agua que abastece al Norte de la provincia. De hecho, se cree que el asentamiento tiene un híbrido de influencias del mundo íbero y el tartesio, pues se ha localizado un objeto de oro similar a los encontrados en el Tesoro de El Carambolo, localizado en Camas (Sevilla).

Los restos incluyen también un horno cerámico de tradición fenicia, figuras de bronce o un molino rotatorio de más de cuatrocientos kilogramos de peso. Aunque Pablo González matiza que "todavía falta mucho trabajo de laboratorio para encajar todas las piezas del puzle", las investigaciones han podido acreditar incluso un abandono temporal del asentamiento, gracias a capas de ceniza analizadas y una ocupación temporal posterior coincidente con las segundas Guerras Púnicas.

27 de enero de 2022

Plan de accesibilidad para el yacimiento del Cerro de la Merced de Cabra (Córdoba)

La Junta de Andalucía destina 60.000 euros para poner en valor el lugar con la creación de itinerarios turísticos
Fernando Quesada posa junto al muro ciclópeo con Antonio Moreno, director del Museo Arqueológico de Cabra y los arqueólogos Eduardo Kabanach y Mónica Camacho durante la campaña de 2014 en el Cerro de la Merced.

El delegado territorial de Turismo de la Junta en Córdoba, Ángel Pimentel, ha visitado este miércoles Cabra para conocer las actuaciones que se van a realizar en el Yacimiento Arqueológico del Cerro de la Merced para crear caminos accesibles gracias a una ayuda de 59.756,37 euros concedida por la consejería de Juan Marín. Cabra es una de las localidades cordobesas que ha resultado beneficiaria de las subvenciones dirigidas de la accesibilidad universal y la puesta en valor turístico del patrimonio público cultural de los municipios del interior de Andalucía (Patcul).

En concreto, según ha explicado Pimentel durante la visita, el Ayuntamiento de Cabra destinará estos recursos a mejorar la accesibilidad y puesta en valor del citado yacimiento con el propósito de "adecuar y acercar a todos" sus instalaciones. En este sentido, el proyecto comprende la creación de itinerarios turísticos en el entorno, con senderos practicables y accesibles, así como zonas de pasarelas y plataformas metálicas, y su conexión con la zona de aparcamientos, de tal forma, que se facilite la entrada de turistas y vecinos.

"La accesibilidad de los recursos turísticos es una de las líneas clave de actuación para nuestra consejería ya que avanzamos para garantizar que todos puedan disfrutar de la oferta cultural que tienen nuestros municipios", ha destacado Pimentel, que ha estado acompañado de su alcalde, Fernando Priego, en el Ayuntamiento; y, posteriormente, del edil de Turismo y Patrimonio, Francisco Casas, en su visita al yacimiento.

En Córdoba han sido 13 los municipios que han obtenido partidas de esta línea de ayudas Patcul, por un importe total que supera los 610.000 euros. A nivel andaluz, estas subvenciones, que se otorgan en régimen de concurrencia competitiva, tienen un importe superior a los 5,1 millones de euros.

El delegado ha subrayado el compromiso de la consejería liderada por Juan Marín para que "el destino Córdoba y Andalucía sean competitivos en el nuevo escenario provocado por la crisis que ha causado la pandemia del coronavirus", y ha destacado "las medidas de apoyo por un lado a los empresarios del sector y por otro a las entidades locales para poner en valor sus atractivos", como en este caso del yacimiento "con vestigios del siglo V a.C., y que está considerado como uno de los recintos ibéricos más relevantes de la Subbética".

Igualmente, Pimentel ha recordado la apuesta que desde la Consejería de Turismo se viene realizando por el segmento de interior, que ha ganado una especial importancia desde la irrupción de la pandemia, pues el turista se decanta por los espacios abiertos, sin aglomeraciones y en contacto con la naturaleza.

"Seguiremos trabajando en la línea que nos marcamos. El turismo de interior tiene un papel desestacionalizador muy interesante que nos permite dinamizar estos municipios, generar empleo y riqueza a la vez que redistribuimos a los visitantes por toda la provincia", ha resaltado el delegado.

Esta línea de ayudas para los municipios de interior (Patcul) contempla como subvencionables las intervenciones que mejoren la calidad de los edificios y espacios públicos de interés turístico-cultural, dotándolos de material o equipamiento, así como la mejora del acceso e interpretación de los recursos objeto de actuación mediante su adecuada señalización.

Puesta a punto para "ser visitable este mismo año"

Por su parte, el concejal de Turismo y Patrimonio egabrense, Francisco Casas, ha agradecido la subvención de Turismo, asegurando que "se recibe como agua de mayo", para invertir en un yacimiento que data del siglo IV a.C., en el que el Consistorio lleva interviniendo "diez años, con su investigación, su excavación, y ahora con la última fase, que es la de puesta en valor", con el objetivo de que pueda ser "visitable este mismo año".

Ello, según ha aclarado, pasa por hacer "accesible" y que pueda visitarse, "con las mejores condiciones de seguridad", lo que fue la "residencia palatina" de un aristócrata íbero, de la que se conservan distintas dependencias y que está inscrita en un recinto amurallado, con murallas de cuatro metros de altura y tres metros de grosor.

5 de abril de 2016

Campaña de micromecenazgo para excavar el yacimiento íbero de Tellerola en Villajoyosa (Alicante)

El Proyecto Tellerola, formado por un grupo de jóvenes investigadores en historia y arqueología, dirigidos por Antonio Sellés, acaba de lanzar una campaña de micromecenazgo que le permitiría la obtención de los fondos necesarios para proceder a la excavación del yacimiento homónimo. 
La erección de un monumento espontáneo ha favorecido
la extracción de algunas piedras de sus muros.

El sitio arqueológico, que se localiza en la cumbre de un cerro costero muy próximo a la playa del Torres, puede ser fundamental para recuperar una parte de la historia de la antigua ciudad ibérica de Villajoyosa que hasta el momento resultaba desconocida. Su excavación es prioritaria, pues parte de las estructuras del yacimiento se encuentran a flor de tierra. Además, la erección de un monumento espontáneo sobre el yacimiento ha favorecido la extracción de algunas piedras de sus muros. Por ello, la finalidad del proyecto es efectuar la excavación de la estructura principal del asentamiento, para así garantizar su protección y conservación.

Por otro lado, si se disponen de fondos suficientes, se realizará su restauración y puesta en valor. El proyecto cuenta con el asesoramiento de la Sección Municipal de Arqueología, Etnografía y Museos de Villajoyosa.

TORRE DE VIGILANCIA
En realidad, el interés científico de La Tellerola no reside tanto en las piezas que puedan encontrarse, que probablemente serán muy comunes y humildes, sino más bien en que sus estructuras correspondan a las de una torre de vigilancia costera de época ibérica o ibero-romana. Esta hipótesis de trabajo está motivada a consecuencia de la privilegiada posición estratégica del yacimiento, que controla tanto el mar como el camino que recorría la costa de la comarca de la Marina Baixa. Este control visual del territorio podría explicar la función de esta construcción, que por la fecha de los materiales conocidos trabajamos con la hipótesis de que se trate de una de las Turres Hannibalis (“Torres de Aníbal”), recintos fortificados cartagineses erigidos en altos cerros en tiempos de la 2ª Guerra Púnica, a finales del s. III a. C.; sin descartar que se pueda tratar de una torre ibérica de control de la costa, o de parte del sistema de fortines militares de las Guerras Sertorianas (82-72 a. C.) que recientemente se propone desde la Universidad de Alicante.

El yacimiento, desde luego, no parece de tipo religioso —como el santuario costero de la Malladeta de Villajoyosa— ni un asentamiento rural doméstico.

La campaña se realiza a través de la plataforma verkami, y con ella pretenden conseguir al menos 2.100€ para la ejecución del proyecto. Disponen de 40 días para lograr dicho objetivo.
“Creemos que con la colaboración de tod@s es posible recuperar uno de los yacimientos estratégicos de Villajoyosa. Estamos totalmente abiertos a mecenas, tanto personas como empresas patrocinadoras, que nos ayuden a hacer esto posible", dice Antonio Sellés.

Como contraprestación, los organizadores ofrecen visitas guiadas, camisetas del proyecto, etc. Todas las recompensas están detalladas en la página de verkami. Con muy poco se puede construir muchísimo” – afirma Sellés, arqueólogo promotor del proyecto.

De confirmarse la hipótesis de trabajo del equipo investigador, Villajoyosa podría contar con un nuevo BIC (Bien de Interés Cultural), es decir, un bien patrimonial catalogado con el máximo grado de protección que se le puede otorgar, dado que los castillos y estructuras similares poseen este grado de forma automática.

Para ponerse en contacto con el equipo, puede remitirse a proyectotellerola@gmail.com , por teléfono al número 618970103 o bien acudiendo directamente a la web de la plataforma verkami (http://www.verkami.com/projects/14627).

22 de enero de 2016

En febrero comenzará la primera campaña de excavaciones en el yacimiento ibérico de Jubierre (Huesca)

La Asociación Arqueológica y Cultural Jubierre (ArqJub) ha formado un equipo de trabajo que el próximo mes de febrero comenzará las excavaciones en el yacimiento ibérico San Miguel III, ubicado en el corazón de la sierra de Jubierre. Gracias a una campaña de crowdfunding la campaña de excavaciones se extenderá durante todo el año.
Imagen de una de las visitas guiadas al yacimiento de San Miguel III en Jubierre. FOTO ArqJub
Su promotor es Francesc Giral. Arqueólogo de profesión, ha realizado anteriormente visitas guiadas con gente de la villa para darlo a conocer. Y dice que efectivamente "podría llegar a tener un gran tirón" porque tiene características que lo hacen muy excepcional y relevante científicamente hablando.

Lo que quieren es arrojar más luz sobre este yacimiento que es el único de estas características en el mundo ibérico con poca representación en la provincia de Huesca y que además goza de una gran extensión, hablando de entorno a una hectárea entera de terreno con restos y vestigios del siglo II antes de Cristo.

OBJETIVOS PLANTEADOS

Una vez confirmado el potencial estratigráfico y científico del yacimiento -tal y como comentan en su página- nos planteamos ahora unos nuevos objetivos que van a resultar claves, para el desarrollo futuro de la investigación sobre San Miguel III, sobre el poblamiento antiguo a orillas del Alcanadre y para el conocimiento del mundo ibérico y su respuesta a la llegada de los romanos en Aragón.

Para la consecución de los objetivos ArqJub tiene prevista la excavación en extensión de una nueva serie de estructuras documentadas al sur del yacimiento, la realización de una serie de sondeos valorativos que ayuden a delimitar la extensión del yacimiento de una manera más precisa y la realización de un sondeo en lo alto del cerro adyacente para determinar la cronología del yacimiento existente.

PROYECTO CULTURAL PARA EL DESARROLLO TURÍSTICO
Aún así, no hay que olvidar, que el plan de acción establecido va más allá de la mera realización de una excavación arqueológica en un recinto ibérico. Si bien la actuación sobre San Miguel III tiene como objetivo principal la obtención de datos arqueológicos sobre esta importante, a la vez que oscura, etapa histórica en los Monegros, en Huesca y por consiguiente en Aragón, el proyecto no olvida otros aspectos como ofrecer a la comarca un bien susceptible de ser objeto de un programa de desarrollo turístico de calidad o la dinamización social de un pequeño municipio mediante la posible puesta en marcha de un Proyecto Cultural.

15 de diciembre de 2015

Imputadas dos personas por dañar un yacimiento arqueológico íbero en Teba (Málaga)

Los imputados pretendían construir un camino de acceso a una de las parcelas colindantes sin contar con las licencias del Ayuntamiento y de Cultura. Los daños en el yacimiento ibérico de Los Castillejos son irreparables, ya que dicha actuación ha supuesto tanto su deterioro como la pérdida de información histórica, según la Guardia Civil
Dos vecinos de la localidad malagueña de Teba han sido imputados como supuestos autores de un delito contra el patrimonio histórico por ocasionar daños en el yacimiento arqueológico Los Castillejos, uno de los recintos ibéricos mejor conservados del sur peninsular.

CONSTRUIR UN CAMINO
Los imputados pretendían construir un camino de acceso a una de las parcelas colindantes, según ha informado el Instituto Armado en un comunicado. La investigación se inició a raíz de la denuncia presentada por la Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico de Teba que alertaba de que se habían producido daños en el citado yacimiento.

Los agentes, en colaboración con el servicio de Arqueología de la Delegación de la Consejería de Cultura en Málaga, determinaron que se habían producido agresiones tanto en la zona oriental como en la occidental del yacimiento.

Además, comprobaron que sobre uno de los dos polígonos en que se divide dicho yacimiento se había realizado una remoción superficial del terreno tras la que había aflorado abundante material cerámico pintado de la época íbera, sigillatas romanas, así como otros materiales de construcción que pudieron formar parte de estructuras de la época.

CON UNA RETROEXCAVADORA
Fruto de las investigaciones se identificó a un maquinista vecino de Teba que, con una retroexcavadora, había realizado dichos trabajos por encargo de otro vecino, también de la misma localidad, con el fin de construir un camino de acceso a una de las parcelas situadas en la parte superior del Bien de Interés Cultural (BIC).

DAÑOS IRREPARABLES
Dichas obras carecían de las correspondientes autorizaciones administrativas, tanto del Ayuntamiento como de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía.

Las diligencias instruidas fueron entregadas en la Fiscalía de Medio Ambiente de Málaga que, a la vista de los hechos denunciados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, ha presentado una querella contra los implicados por un supuesto delito contra el patrimonio histórico.

Este yacimiento es uno de los recintos fortificados ibéricos monumentales mejor conservados del sur peninsular y los daños son irreparables, ya que dicha actuación ha supuesto tanto su deterioro como la consiguiente pérdida de información histórica, según la Guardia Civil.

(Fuente: El Mundo)

4 de agosto de 2015

Identifican rituales íberos desconocidos en La Bastida de les Alcusses, en Moixent (Valencia)

Los trabajos en la excavación han permitido identificar un ritual de celebración, realizado entre el 375 y el 350 a.C., que consistía en quemar una puerta antigua y enterrarla, junto con armas, comida y semillas, bajo la nueva entrada, según ha explicado la directora del centro expositivo, Helena Bonet.
Imagen del conjunto de armas de cinco guerreros íberos hallados en el yacimiento en 2010. FOTO: EFE
Armas, semillas y alimentos de la época íbera son los últimos hallazgos del yacimiento arqueológico de la Bastida de les Alcusses en Moixent (Valencia), que se exhiben en el Museu de Prehistòria de la Diputación de Valencia y que han permitido conocer rituales de celebración de los íberos de los que no se tenía noticia hasta ahora.

Así, los trabajos en la excavación han permitido identificar un ritual de celebración, realizado entre el 375 y el 350 a.C., que consistía en quemar una puerta antigua y enterrarla, junto con armas, comida y semillas, bajo la nueva entrada, según ha explicado la directora del centro expositivo, Helena Bonet.

"Es un hallazgo extraordinario, porque nunca antes se había conocido un ritual ibérico de estas características", ha afirmado, por su parte, el coordinador de la excavación, Jaime Vives-Ferrándiz. El arqueólogo ha apuntado que entre los objetos encontrados destacan semillas de olivo, que han permitido saber que el ritual se celebró en verano, y madera fresca, algo "inusual", ya que habitualmente solo la madera quemada se conserva.

En el yacimiento se han hallado también cinco panoplias de guerrero, que incluían falcatas, escudos y lanzas, por lo que los investigadores han deducido que fueron cinco personajes importantes quienes "inauguraron" la puerta, ya que, según ha contado Vives-Ferrandiz, "no todos los íberos podían poseer armas".


La directora ha afirmado que este descubrimiento es "excepcional" y "uno de los más completos de la Bastida", en la que se empezó a excavar en 1928.

"REFERENTE MUNDIAL"
La investigación de estos hallazgos --que han sido restaurados-- comenzó en 2010 y concluyó este año, y en ella han trabajado diez profesionales.

La puerta oeste de la Bastida de les Alcusses --yacimiento en el que se encontró el célebre Guerrero de Moixent-- ha sido el lugar en el que se ha excavado. El conjunto arqueológico se corresponde a un 'oppidum' ibérico que estuvo ocupado entre finales del siglo V a.C. y el siglo IV a.C.

En la excavación han participado investigadores del Servicio de Investigación Prehistórica del Museu de Prehistòria, de la Universidad del País Vasco, de la Generalitat Valenciana, de la Universidad Autónoma de Madrid y del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El descubrimiento se presentará en un artículo en la revista 'Trabajos de Prehistoria', editada por el CSIC.

(Fuente: El Día / Europa Press)

2 de diciembre de 2014

Reconstruyen en 3-D el fortín ibérico destrozado por una excavadora en el Campello (Alicante)

Los arqueólogos han hecho una propuesta de reconstrucción virtual en tres dimensiones (3D) de un antiguo fortín ibérico descubierto en la costa de El Campello (Alicante), un yacimiento que ha sido arrasado ilegalmente hace unos meses con el uso de una máquina excavadora.

Se trata de un pequeño recinto militar de planta trapezoidal de 350 metros cuadrados formado por un patio de armas y tres estancias no comunicadas entre sí que albergó una pequeña guarnición para la vigilancia y defensa contra los piratas entre los siglos V y IV antes de Cristo.

Con un perímetro amurallado de piedra de un metro de anchura, este recinto se ubica en el entorno del yacimiento de la Illeta dels Banyets y se utilizó para controlar el tráfico marítimo del litoral comprendido entre el cabo de las Huertas (Alicante) y la serra Gelada (Benidorm).

UN YACIMIENTO "ÚNICO"
Una de las arqueólogas, Feliciana Sala, ha explicado a EFE que, pese a sus reducidas dimensiones, se trata de un yacimiento "único" porque es el primero de estas características y cronología que se encuentra en el litoral mediterráneo español.

Debía haber más recintos fortificados de este tipo porque todo apunta a que formaba parte de una red para vigilar la costa -"uno sólo no era operativo", según Sala- y el hecho de conocer el "modelo" de El Campello facilitará hallar otros en el futuro.

Los arqueólogos han presentado el hallazgo y la propuesta de reconstrucción en un congreso internacional organizado el pasado octubre en Madrid por la cátedra de Historia Militar de la Universidad Complutense.

El yacimiento se sitúa en una parcela privada no urbanizable sobre una colina de 30 metros de alto frente a la playa de Cala Piteres, en la partida de Aigües Baixes, y fue descubierto en 2003 aunque no fue hasta el verano de 2013 (del 16 al 26 de julio) cuando se efectuó una excavación arqueológica que permitió documentar el conjunto con ortofoto y en 3D.


Además de Sala, el equipo de excavación estuvo formado por los arqueólogos Fernando Prados y Jesús Moratalla (Universidad de Alicante) y por Ana Valero y David López (empresa Estrats, Treballs d'Arqueología SL), además de alumnos universitarios y voluntarios.

Se efectuó la limpieza superficial de los muros perimetrales y se documentaron las estructuras mediante un alzado topográfico, fotografía aérea con un dirigible y una ortofoto con escáner láser 3D, tras lo cual se cubrió todo con una malla geotextil y una capa de tierra para su protección.

La prospección fue autorizada por la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte, con el consentimiento del propietario de la parcela.

DESTRUIDO POR UNA EXCAVADORA
Sin embargo, todos los muros y estructuras descubiertas en el verano de 2013 fueron destruidas ilegalmente con el uso de una máquina excavadora entre enero y febrero de 2014.

A causa, según creen los arqueólogos, de supuestos "intereses y expectativas urbanísticas" y a fin de evitar la inminente declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) -el pleno del ayuntamiento de El Campello ya lo había solicitado a Cultura-, los infractores dejaron al descubierto la protección y arrasaron los restos, que han quedado esparcidos por los alrededores.

Se interpuso denuncia ante el Seprona de la Guardia Civil y un juzgado de Alicante, el de Instrucción número 7, ha abierto una causa por un presunto delito contra el patrimonio arqueológico en la que ya han declarado dos personas imputadas, mientras sigue la práctica de diligencias.

El equipo científico se propone pedir a la Generalitat Valenciana un permiso de excavación de salvamento para, a continuación, reconstruir el fortín "piedra a piedra" hasta volver a alcanzar el aspecto inicial.

Los restos están inventariados tanto en el catálogo de yacimientos arqueológicos de la Conselleria como en el de bienes protegidos del Plan General de Ordenación Urbana de El Campello, donde aparece como Bien de Relevancia Local, por lo que se encuentra al amparo de la legislación sobre patrimonio cultural.

Enterado de lo sucedido, el Consell Valencià de Cultura ha expresado su apoyo a los arqueólogos y ha solicitado que este "atentado contra el patrimonio histórico de los valencianos no quede impune".

(Fuente: La Vanguardia / EFE)

18 de julio de 2014

Descubren cinco espacios habitacionales en la torre ibérica del Cerro de la Merced, en Cabra (Córdoba)

En la parte exterior de la torre también se han localizado diferentes espacios de almacenamiento que, junto a las nuevas estructuras complejas del interior, confirman cierta actividad económica durante los siglos II y I a.C. en este torreón datado en la época ibérica clásica.
El equipo de excavación trabaja en los espacios habitaciones descubiertos. En la imagen se aprecian los muros de adobe.
La tercera campaña de excavaciones en el yacimiento ibérico del Cerro de la Merced que promueve el Ayuntamiento de Cabra (Córdoba) ya ha deparado las primeras sorpresas al equipo de arqueólogos que han sacado a la luz un complejo de estructuras internas perfectamente diferenciadas en el interior de la torre amurallada.
  • Ayer mismo salio a la luz una quinta estancia en el interior de la torre. Cuatro de estas habitaciones tienen unas dimensiones regulares de 1,70 x 2,60 metros mientras que la quinta todavía se encuentra en fase excavación. Todas ellas están delimitadas por muros de adobe y sobrezócalo de piedra con una altura conservada de dos metros.
OTROS ESPACIOS DE ALMACENAMIENTO
Según Fernando Quesada, director del Departamento de Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid y director de estas excavaciones, el hallazgo de estas estructuras habitacionales y el de otros espacios de almacenamiento descubiertos en la parte baja de la muralla interior así como las pesas de telar, los cuatro molinos de grano y algunas fusayolas de hilar, todos ellos de época ibérica que se encontraron en la campaña anterior, evidenciarían que en el recinto fortificado se desarrolló cierta actividad económica durante los siglos II y I a.C. Aunque los orígenes de la torre se remontan a la época ibérica clásica, entre los siglos V y IV a.C
Fernando Quesada posa junto al muro ciclópeo con Antonio Moreno,
director del Museo Arqueológico de Cabra y los arqueólogos Eduardo
Kabanach y Mónica Camacho.

Estos hallazgos hacen que la estructura interna no sea la de una torre sencilla "sino la de un recinto con actividad económica, donde se transformaban alimentos, donde se hilaba y se tejía, y donde se daba una actividad de control del territorio por parte del príncipe ibérico que aquí residía, porque el recinto interior es parte de un núcleo mayor, un anillo exterior de estructuras, donde sin duda vivía una población reducida, asociada a este aristócrata, en una época en la que Roma ya controla Córdoba y que no fue derrumbada por los romanos hasta bien entrado el S. I a.C", explica el director de las excavaciones.

UNA TORRE DE DOS PISOS
Según hemos podido constatar en la visita realizada a las excavaciones del Cerro de la Merced, el núcleo principal del yacimiento son los restos de una torre, un recinto cuadrangular de 19,01 x 19,01 metros, con tres de sus lados en buen estado de conservación. 

Su estructura cuadrada, datada en la época ibérica clásica -entre los siglos V y IV a.C-  está formada por un muro de cuatro metros de grosor, relleno de piedra y tierra, y conformado en su parte exterior por bloques ciclópeos de hasta más de un metro de longitud, colocados en hiladas que podrían llegar a alcanzar los cinco metros de altura, de los que en algunos tramos se conservan muros de dos metros y medio de altura. 
Entre los restos del derrumbe de la torre se aprecian fragmentos de cerámica
ibérica.

Precisamente esta altura y los restos del derrumbe en el interior de la torre, entre los que se han encontrado restos de cubiertas de cerámica ibérica, "confirmaría la posibilidad de que la torre pudiera tener dos pisos",  informa Quesada.

En la parte exterior a la torre se añadió con posterioridad, ya entre los siglos II y I a.C. otra muralla, también de grandes bloques de piedra que ocupan una extensión de 50 x 40 metros.




UN TORREÓN "PARA SER VISTO"
Según Fernando Quesada, "en el Cerro de la Merced podemos constatar una ocupación permanente desde aproximadamente el 2.200 a.C. hasta el Siglo X, ya en la época emiral, pero la funcionalidad de la torre en sus orígenes todavía no está del todo clara y seguimos trabajando sobre hipótesis."

"Los estudios realizados sobre el terreno -nos cuenta Quesada- demuestran que el torreón ibérico no tenía una función de vigilancia ni de comunicaciones entre los núcleos de población cercanos. Además tampoco se han encontrado objetos que demuestren una vida estrictamente militar en la torre fortificada". "Se trataría más bien -continúa Quesada- de una construcción realizada para ser vista por los viajeros que pasaran por esta zona fronteriza entre la Bastetania ibérica de la Andalucía Oriental y la Turdetania de la Andalucía Occidental". "Un monumento, que fuera reflejo de un poder local y coexistiera con los romanos hasta el S. I a.C". 

24 de junio de 2014

Descubren un importante yacimiento de la Edad del Hierro en Garcinarro (Cuenca)

El yacimiento, conocido como"La Cava", está ubicado en lo alto de un cerro, en una zona crucial para el control visual. Se trata de un edificio monumental que sirvió de santuario de ofrendas y acumulación de alimentos durante diferentes épocas, desde el 500 a.C. hasta la época visigoda.
El yacimiento estaba completamente cubierto de tierra, por lo que la excavación ha sido integral.
(Foto: LA TRIBUNA DE CUENCA)
Diferentes expertos han participado en el descubrimiento de este nuevo yacimiento en lo alto de un cerro en Garcinarro (en la Sierra de Altomira) que pone de nuevo a Cuenca en el primer plano de las excavaciones arqueológicas. El carbono 14 ha revelado que el yacimiento tiene sus orígenes en los alrededores del año 500 antes de Cristo. 

Miguel Ángel Valero, arqueólogo responsable de la excavación, confirmó que el hallazgo «es tremendamente relevante por el estado de conservación de las estructuras y por el propio retallado de la roca. No tenemos nada parecido en zonas anejas». El paralelo más cercano está en la localidad soriana de Tiermes, indicó Valero. 

El también comisario del yacimiento romano de la villa de Noheda asegura que desde el punto de vista científico se podría equiparar «al mosaico de Astarté en Iniesta, de cronología ibérica y un unicum, como Noheda».

Los trabajos se han realizado entre diciembre de 2013 y mayo de 2014, gracias a la financiación del Grupo de Acción Local Ceder La Alcarria y el Ayuntamiento de Valle de Altomira. La Dirección General de Cultura de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte ha supervisado el proyecto de investigación arqueológica y la puesta en valor del yacimiento tradicionalmente conocido como ‘La Cava’. El yacimiento estaba completamente cubierto de tierra por lo que la excavación ha sido totalmente integral.

YACIMIENTO MULTIFÁSICO MONUMENTAL
Se trata de un yacimiento multifásico que está ubicado en una zona crucial para el control visual y de vías de comunicación. Está localizado en lo alto de un cerro cuyo frente occidental resulta casi inaccesible. En un primer momento se documentó una ocupación de la Edad de Hierro, momento en el que se inició una excavación en la roca natural que descubrió tres estancias de morfología cuadrangular y amplias dimensiones, e intercomunicadas entre sí mediante un pasillo retallado en el farallón rocoso.

«Lo novedoso y espectacular es la monumentalidad del yacimiento», dice Valero, quien explica que hace 2.400 años las gente excavó este edificio singular. «Un santuario con varios elementos de ofrenda y acumulación de alimentos», dice el arqueólogo. La estancia está conservada en óptimas condiciones, gracias a la techumbre del edificio, probablemente de madera, que se cayó sobre el 350 a.C.

ÉPOCA VISIGODA 
Valero revela que un siglo más tarde, cerca del año 600 de nuestra Era y en época visigoda, fue utilizado «como eremitorio. Un lugar de recogimiento de los eremitas, vinculados al monasterio servitano de Cañaveruelas que está muy cerca».

El equipo de excavación ha encontrado numerosos objetos de diversas épocas. Valero explica que hay objetos que no están enteros, «se han abandonado y lo que quedan son fragmentos. Hay fíbulas, elementos de adorno de época ibérica, muchísima cerámica y elementos de época visigoda», asegura el arqueólogo, que apunta que se continuará con un proyecto de investigación». 

El arqueólogo afirma que el nuevo yacimiento encontrado en la provincia puede ser otro importante reclamo turístico. De hecho se está elaborando la panelería y desarrollando un itinerario interior para que se pueda visitar. «Aquella zona tiene un entorno bastante sorprendente», dice, y explica que se prepara una recreación en 3D y un vídeo interactivo. El descubrimiento tiene tal relevancia que la Junta de Comunidades incluirá el próximo año, dentro de los programas de investigación, una partida para seguir investigando el enclave.

(Fuente: La Tribuna de Cuenca / Jonatan López)

5 de mayo de 2014

Localizado un monumental edificio íbero en el Cerro de las Cabezas II, en Valdepeñas (Ciudad Real)

Las estructuras de época ibérica se localizan en la cima del cerro. No cabe duda de que se trata de un edificio singular de grandes dimensiones, en torno a 450 m2 que destaca por su complejidad arquitectónica y la fortaleza del sistema constructivo utilizado. El Cerro de las Cabezas II se encuentra a unos 400 metros del asentamiento ibérico y no está recogido en la Carta Arqueológica de Valdepeñas.
Los muros conservan una gran altura hasta 1,60 m y su potencia alcanza los 90 cm.
El grupo de investigación del Cerro de las Cabezas ha llevado a cabo estos días, junto a miembros de la Asociación ORISOS una campaña en la que se han llevado a cabo dos sondeos en las inmediaciones del yacimiento ibérico del Cerro de las Cabezas, en el denominado Cerro de las Cabezas II, un yacimiento no recogido en la Carta Arqueológica del Término Municipal de Valdepeñas y situado a 400 metros al Oeste de la Ciudad Ibérica, donde se tenía constancia a través de diversas prospecciones, de la existencia de unas estructuras ibéricas situadas en la cima del cerro.

ESTRUCTURAS DEFENSIVAS Y DOMÉSTICAS

La intensa campaña realizada ha permitido constatar la importancia del asentamiento existente junto al Cerro de las Cabezas, donde a falta del estudio detallado de los materiales arqueológicos localizados que se está realizando, se han documentado varias estructuras defensivas y domésticas que podrían datarse cronológicamente en algún momento tardío del Calcolítico y la Edad del Bronce; así como una mínima extensión de lo que puede ser un gran edificio de época ibérica, coetáneo cronológicamente con algunas fases de ocupación del Cerro de las Cabezas.

UN EDIFICIO DE 450 METROS CUADRADOS
Las estructuras de época ibérica se localizan en la cima del cerro. Nos encontramos ante un edificio singular de grandes dimensiones, en torno a 450 m2 que destaca por la complejidad arquitectónica y fortaleza del sistema constructivo utilizado. El hecho de que algunos muros pudieran observarse a nivel superficial permitieron plantear la excavación de una habitación completa, con un área de 20 m², situada al este del edificio y a la que se accedía a través de una puerta situada en su ángulo noroeste y que da acceso a un pasillo central.

MUROS DE GRAN POTENCIA
Los muros tienen grandes dimensiones y varían desde los 90 cm de anchura de los muros perimetrales a los 60 cm de las compartimentaciones interiores. Conservan además una gran altura, sobre 160 cms, siendo construidos con mampostería muy regular a base de cuarcita trabada con barro sobre los se construyó el alzado de adobes.

PLATOS DE CERÁMICA IBÉRICA
Entre los materiales arqueológicos de época ibérica localizados destacan los platos de cerámicas grises, las cerámicas pintadas de finas bandas, cerámicas con decoración estampillada y algunos fragmentos metálicos difíciles de identificar que podrían datar esta ocupación, en un primer análisis y a falta del estudio definitivo que está realizándose en estos momentos, en torno a los siglos V - IV a. C.

OTROS MATERIALES
Bajo estas estructuras ibéricas se ha localizado un nivel de cerámicas a mano, con decoraciones  digitales, incisas y pintadas y algunos restos de estructuras, como hoyos de poste. Este nivel de cerámicas a mano podría datarse inicialmente en momentos finales del Calcolítico y durante la Edad del Bronce y se asocia a las estructuras localizadas en el segundo sondeo realizado en la ladera del cerro. En él se ha excavado una posible muralla a la que se asocian estructuras de habitación con abundante material cerámico, pesas de telar cilíndricas, etc.

Un primer análisis del material y de las estructuras retrotrae posiblemente la ocupación del entorno del Cerro de las Cabezas a finales de la Edad del Cobre inicios del Bronce. No obstante estos primeros datos han de tomarse con la debida precaución ante el estudio pormenorizado de los resultados que nos dará una mejor y amplia visión de la ocupación que el paraje del Cerro de las Cabezas ha tenido en épocas pasadas.

PROTECCIÓN ANTE LOS EXPOLIOS
Por otro lado, y dada la relevancia del lugar, se ha comunicado a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado esta circunstancia, a fin de proteger y evitar las acciones que se están produciendo en zonas cercanas, con el uso indebido de detectores de metales y la destrucción de pinturas rupestres en la zona de Despeñaperros, entre otros actos contra el Patrimonio.

(Fuente: La Comarca de Puertollano)

20 de diciembre de 2013

Nuevos hallazgos en Tiro de Cañón (Teruel) refuerzan la teoría de una gran producción agrícola ibérica en el Bajo Aragón

El descubrimiento de la finca anexa al yacimiento de Tiro de Cañón que amplía su extensión, podría ayudar a confirmar una teoría que manejan los arqueólogos que en los últimos años trabajan en el Bajo Aragón: que junto a los poblamientos ibéricos de periodo tardío se construían también estructuras destinadas al almacenamiento, posiblemente de algún líquido (aceite o vino) y que no se trataría de pequeñas producciones.
Trabajadores de la empresa de excavación en el nuevo "barrio" aparecido en el yacimiento de Tiro Cañón.
Foto:  M.S.Timoneda
Los arqueólogos vinculados al Taller de Arqueología de Alcañiz han seguido, aunque ajenos a la obra, las excavaciones que la empresa Qcalcina ha realizado en la zona. El director del Taller de Arqueología de Alcañiz, José Antonio Benavente, reconoció conocer los trabajos (que saltan además a la vista de cualquier paseante que se acerque por la zona). Sin querer entrar en valoraciones acerca de su conservación (una decisión que corresponde a la dirección general de Patrimonio), Benavente sí destacó que "se está viendo que junto a los poblados de la zona aparecen construcciones de distinto uso relacionadas con actividades de tipo agropecuario que, además, se encuentran debajo de rellenos de tierra bastante densos". Este hecho ha impedido que puedan documentarse muchas estructuras de esta índole, pues sólo en Castellote, en El Palao y en Tiro de Cañón presentan evidencias hasta la fecha.

UN FENÓMENO REPETIDO EN OTROS YACIMIENTOS
La existencia de este tipo de barrios anexos a los poblados es "seguramente, un fenómeno que debe de repetirse en la mayoría de los poblados de esta época", dijo Benavente. Estas estructuras relacionadas con el almacenamiento de productos agrícolas están datadas en los siglos II y I antes de Cristo, aproximadamente entre los años 150 y 50 antes de nuestra Era.

Según el director del Taller de Arqueología de Alcañiz, el mismo tipo de estructuras se han encontrado en El Palao, en concreto en los últimos tramos excavados, y son similares a otras halladas cerca de Castellote. Se trata de habitaciones con pavimentos de yeso, bancos perimetrales para el apoyo de grandes vasijas y con suelos con cierta pendiente, lo que hace pensar en que están construidas para facilitar la recogida de líquidos. Las estructuras que ahora están ya a la luz en el yacimiento de Tiro de Cañón "son idénticas a las de El Palao, y se pueden asociar claramente a la producción importante de productos agrícolas", añadió el arqueólogo.

A su juicio, estos hallazgos "podrían aportar mucha información científica e interesante para que podamos conocer de manera más profunda la cultura ibérica de esta época".

UN POBLADO EXCAVADO EN LOS AÑOS 60 POR ANTONIO BELTRÁN
Las excavaciones que la empresa de arqueología efectúa junto al yacimiento Tiro de Cañón se aprecian a simple vista desde la carretera que conecta el polígono La Estación con Motorland. El desmonte ocupa unos 1.000 metros cuadrados, y desde la lejanía ya se aprecian los aterrazamientos y muros que han salido con los trabajos arqueológicos.

Las excavaciones dirigidas a finales de los años 60 por el profesor Antonio Beltrán determinaron que éste es un yacimiento de la primera Edad del Hierro que continuó con los periodos Ibérico Pleno y Tardío. Fue coetáneo durante parte de su existencia con el yacimiento de El Palao, el poblamiento más amplio e importante del Bajo Aragón. En aquellas excavaciones iniciales por el profesor Beltrán se descubrieron restos de una calle y casas con dependencias interiores, algunas cubiertas con suelo de yeso, según consta en la Carta Arqueológica del Plan General de Ordenación Urbana.

22 de noviembre de 2013

Descubren un foso defensivo en la ciudad íbera del Puig de Sant Andreu, en Ullastret (Gerona)

El empleo de la tomografía eléctrica en 3-D ha permitido descubrir un foso defensivo en la ciudad Ibérica del Puig de Sant Andreu de Ullastret (Baix Emporda, Gerona). El enclave data del siglo VI a.C y sus dimensiones y profundidad lo convierten en un elemento defensivo singular y poco habitual en las fortificaciones Ibéricas. La muralla tiene una longitud de 1,5 kilómetros.
Se estima que la muralla perimetral alcanzó una longitud de 1,5km. Actualmente están documentados 825 metros.
Según el responsable de la institución, Gabriel de Prado, el enclave data del siglo VI a.C y sus dimensiones y profundidad lo convierten en un elemento defensivo singular y poco habitual en las fortificaciones Ibéricas.

CAPITAL DE LOS INDIKETES
De Prado señala que el conjunto arqueológico de época ibérica de Ullastret está formado por dos grandes núcleos de hábitat (Puig de Sant Andreu e Illa d’en Reixac) que conforman conjuntamente la capital de un territorio de unos 2.775 km² que las fuentes antiguas atribuyen al pueblo ibero de los indigetes o indiketes.

Los dos asentamientos ocupaban una extensión conjunta superior a las15 hectáreas y constituyen el núcleo poblacional más importante de la cultura ibérica y uno de los más relevantes del mediterráneo noroccidental durante la edad del hierro.

La fortificación del Puig de San Andreu dispone de un sistema defensivo, la singularidad e importancia del cual se ha puesto de manifiesto reiteradamente en la bibliografía científica. El asentamiento se fortificó inicialmente a finales del siglo VI a.C con la construcción de una muralla, flanqueada por seis torres, que protegía la vertiente occidental de la colina.

LONGITUD APROXIMADA DE 1,5 KM

Durante la primera mitad del siglo IV a. C se amplió la superficie del oppidum de manera considerable, con la construcción de un nuevo recinto amurallado que incorporó al asentamiento la zona norte y la vertiente oriental de la colina, reformándose también de manera integral la anterior fortificación.

Se puede estimar que la muralla perimetral alcanzó una longitud aproximada de 1,5 Km. En la actualidad están documentados unos 825 m, señala el arqueólogo.

A pesar de que el Puig de Sant Andreu ha sido objeto de una investigación continuada desde el año 1947, no se habían documentado estructuras defensivas avanzadas tipo foso. No obstante, la variedad y complejidad hipológica de elementos defensivos representados en esta fortificación hacía prever la existencia de un elemento de estas características.
El Puig de Sant Andreu reúne, además, los dos factores que están presentes en las fortificaciones protohistóricas donde este elemento está representado. Por una parte dispone de un flanco muy accesible en el cual un foso representaría un elemento defensivo de gran eficacia.

Por otra parte, el tipo de suelo geológico, formado por areniscas y margas, no comporta que la extracción de la piedra para excavar el foso fuera de una gran dificultad. Partiendo de estas premisas, el año 2011 se realizaron diversos sondeos estratigráficos en el exterior del trazado occidental de la muralla.

Los resultados no fueron concluyentes, de forma que el año 2012, en el marco de una reunión de trabajo internacional, celebrado en Ullastret, sobre las diferentes técnicas de prospección geofísica aplicables a la arqueología, se decidió utilizar una de estas técnicas en la búsqueda de este posible foso.

TOMOGRAFÏA ELÉCTRICA EN 3-D
La técnica aplicada fue la tomografía eléctrica 3D utilizando un equipo de última generación operado por el ingeniero italiano Gianfranco Morelli de la empresa Geostudi Astier. Esta técnica permite determinar la distribución de la resistividad eléctrica del subsuelo obteniendo perfiles e imágenes en tres dimensiones y está especialmente indicada para la detección de estructuras negativas como es el caso de un foso.

Las anomalías detectadas en las dos tomografías realizadas en el exterior de la muralla occidental (torres I y II) permitieron confirmar la existencia de un foso avanzado a la muralla de unas dimensiones considerables.

FOSO EN PERFIL DE "U"
El foso, estructuralmente, presenta un perfil en U, dispone de una anchura mínima en la parte inferior de 8,10 m y una anchura máxima en la parte superior de 11,85 m, con una profundidad que alcanza en algunos puntos los 3,71 m. A partir de las prospecciones geofísicas, de los sondeos realizados y de algunas observaciones sobre el terreno, se puede intuir que el foso formaría parte de la estructura defensiva de la primera fortificación del siglo VI a.C. Este tendría una longitud total aproximada de 350 m y protegería completamente el flanco occidental del asentamiento en aquel comento.

En una primera estimación, se calcula que el volumen de piedra extraído en la construcción de este elemento defensivo podría haber llegado a los 12.500 m³, asegura el responsable del museo.

L’oppidum del Puig de Sant Andreu dispone de un sistema defensivo formado por la fortificación más compleja y elaborada de la cultura ibérica, que muestra numerosos elementos defensivos fuertemente influenciados por la arquitectura defensiva mas avanzada del mediterráneo central i oriental en aquel periodo.

El descubrimiento de un foso defensivo de esta magnitud, excavado enteramente en la roca, enfatiza mas si cabe la importancia de todo el conjunto que, sin duda, habría tenido una función defensiva y un aspecto disuasorio para los atacantes.

No obstante, por su monumentalidad, también habría sido un elemento simbólico, de prestigio y de demostración del potencial de la comunidad que lo construyó, concluye de Prado.

26 de septiembre de 2013

Nuevas evidencias datan en el Siglo IV a.C. el yacimiento íbero del Cerro de la Merced, en Cabra (Córdoba)

La segunda fase de excavación arqueológica en el yacimiento del Cerro de la Merced de Cabra, que en estos días concluye, ha servido para poner de relieve la importancia de este recinto fortificado de época ibérica con una serie de nuevos hallazgos como ha señalado su director, Fernando Quesada, responsable del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, UAM.
Fernando Quesada con casi todo el equipo de técnicos y voluntarios que han participado en la campaña de excavaciones de este año. Foto: Cerro de la Merced
Quesada ha indicado que la campaña que ahora termina ha servido tanto para conocer que el recinto es al menos del siglo IV antes de Cristo y no del siglo II antes de Cristo como se dató el pasado año y el hallazgo de una serie de indicios que apuntan a que en el mismo, se pudo erigir un gran monumento de la época ibérica clásica en honor del jefe local.

Muro ciclópeo de cuatro metros de grosor

El núcleo principal es un recinto cuadrangular de unos 20 metros de lado, excelentemente conservado en tres de sus lados, formado por un muro de bloques ciclópeos de hasta más de un metro de longitud, colocados en hiladas hasta alcanzar una altura en su momento de cinco metros, conservando en varios tramos muros de dos metros y medio. Este muro tiene un grosor excepcional, de unos cuatro metros, y sobre él se alzaba otro paramento de sillares de menor tamaño, alcanzando probablemente los cinco metros de altura. El interior estaba compartimentado con muros de adobe y tapial.

Con posterioridad se añadió un recinto exterior en todo su perímetro, cuadruplicando la superficie del yacimiento. 

Muro de bloques ciclópeos. Foto: Cerro de la Merced
En la primera fase, llevada a cabo en septiembre del 2012, se demostró la existencia de una fase prehistórica en la Edad del Bronce, muy anterior al recinto ibérico y que mil años después de su abandono, la cima del Cerro de la Merced fue reocupada en época islámica, probablemente emiral, en torno al siglo IX. 

La excavación del Cerro de la Merced es posible gracias a un convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Cabra y la UAM.


(Fuente: Cabra Información / José Moreno)

2 de septiembre de 2013

Hallan la planta de un gran edificio del siglo IV a.C. en el yacimiento de Lo Bordissal (Tarragona)

Las excavaciones que se llevan a cabo en el yacimiento arqueológico de Lo Bordissal, situado al municipio de Camarles (Tarragona), han permitido descubrir la planta de un edificio de grandes dimensiones datado entre los siglo IV y III a.C., según ha explicado el arqueólogo Ricard Marlasca.
Parte del edificio localizado en el yacimiento.
Foto: Museuterresebre.cat
"La importancia de este hallazgo es el hecho de poder saber cómo vivía la sociedad íbera, fenicios y griegos, en un poblado focalizado en el comercio. Qué comían, qué usaban y con qué comerciaban", ha aclarado.

"El conjunto del yacimiento dedicado al comercio, aunque sea ibérico, no se caracteriza del todo con el prototipo de este poblado", ya que en estas poblaciones es habitual encontrar protección natural con ayuda de ríos o de montañas, algo que no sucede en este caso, ha explicado Marlasca.

Horno metalúrgico

También han hallado un horno metalúrgico, en el que se cree que se fundían metales y objetos de bronce para hacer lingotes y otros utensilios, aunque "todavía no es del todo seguro hasta que se acabe de analizar el contenido", ha puntualizado el arqueólogo.

Silos de cereales y vertedero
Los arqueólogos han encontrado además hoyos en el suelo, agujeros que excavaban para depositar y salvaguardar cereales y otros alimentos que más tarde utilizaban para tirar los restos de basura acumulados.

"Entre los desechos se han encontrado restos animales, de cabra, oveja, cerdo, peces, un cuerno de ciervo y también restos de grano, que servirán para saber en qué consistía su dieta de alimentación", ha detallado el arqueólogo.

Este yacimiento, ya descubierto en 1953 y donde se han encontrado entre otros objetos terracotas --figuras con forma de cabeza femenina-- se volvió a excavar en 2012 por el equipo de investigación formado por Ricard Marlasca y Xavier Maese.

Todo lo encontrado en la excavación será expuesto en el Museo del Montsià en Amposta (Tarragona), aunque ha asegurado que "si se encontrase algún descubrimiento importante podría acabar en el Museo de Historia de Catalunya."

Marlasca ha explicado que prevé la finalización de la excavación el próximo jueves, porque "todavía faltan zonas que investigar y restos que analizar".

(Fuente: Europa Press)

15 de agosto de 2013

Hallan el cementerio íbero de Cerro de las Cabezas en Valdepeñas (Ciudad Real)

Un grupo de arqueólogos ha hallado al pie del yacimiento del 'Cerro de las Cabezas' de Valdepeñas (Ciudad Real) el lugar en el que los habitantes de este poblado íbero enterraba a sus muertos, junto al río Jabalón.

La necrópolis se situaba fuera del poblado y a favor de los vientos dominantes en la zona, de modo que los malos olores o humos precedentes de las cremaciones no molestaran, según ha explicado a Efe el arqueólogo Luis Benítez de Lugo.

"Los trabajos arqueológicos han constatado que en este lugar los difuntos eran colocados sobre una pira de leña, vestidos y con algunos objetos personales", ha subrayado el investigador.

Recipiente de barro
Tras la quema, los restos óseos quemados y fragmentados, las cenizas y los objetos personales quemados se metían dentro de un recipiente de barro que era cuidadosamente enterrado en un hoyo sobre las cenizas de la pira.

De este modo se ha concluido que el ritual realizado era doble: de cremación, a unos 700 grados centígrados, y de enterramiento.

El hallazgo revela la creencia en una vida después de la muerte y proporciona valiosa información sobre el mundo espiritual precristiano, según Benítez de Lugo.

El yacimiento pervivió a la romanización

El descubrimiento de esta necrópolis resulta de gran interés científico, pues hasta ahora se creía que el lugar fue abandonado en el siglo III antes de Cristo y los materiales encontrados revelan que la vida en este emplazamiento continuó siglos después, durante la romanización, y pervivieron durante varios siglos los rituales funerarios de tradición indígena.

Los trabajos realizados en esta necrópolis han proporcionado numerosos objetos que serán depositados, como establece la legislación, en el Museo de Ciudad Real tras su estudio.

La intervención arqueológica ha sido promovida por Unión Fenosa y supervisada y autorizada por la dirección general de Cultura de Castilla-La Mancha bajo la dirección de los arqueólogos Rocío Noval y Enrique Mata además de Luis Benítez de Lugo.

(Fuente: El Diario / EFE)