El Cabildo de Gran Canaria, a través de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural invertirá cerca 50.000 euros en una serie de obras para garantizar la conservación de las estructuras arqueológicas halladas durante la construcción del centro comercial El Mirador, entre los términos municipales de Telde y Las Palmas de Gran Canaria.
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Excavaciones en el yacimiento de Los Barros. |
Así lo anunció el consejero de Cultura, Larry Álvarez durante una visita efectuada este jueves a la zona junto a Ambrosio Jiménez e Ígor Martínez, promotor y consejero delegado, respectivamente, de Parque Marítimo de Jinámar, empresa que no sólo ha financiado las labores de seguimiento arqueológico y de protección de los restos hallados en el curso de las obras de construcción del centro, sino que también ha asumido el coste de las actuaciones necesarias para la puesta en uso público del yacimiento (acondicionamiento de recorridos, paneles, trabajos de restauración y consolidación, así como las intervenciones arqueológicas cuyos resultados se incorporarán a la información que se ofrezca a los visitantes), siendo uno de los pocos ejemplos de iniciativa privada que, en Canarias, han apostado por la integración y activación de yacimientos arqueológicos en grandes obras.
“Al término de los trabajos, se habrán invertido unos 220.000 euros, que, en su mayor parte, habrán sido aportados por la promotora del centro comercial”, explicó Álvarez, quien agradeció el interés que en todo momento ha mostrado la citada empresa privada por preservar estos restos, de gran interés arqueológico.
No en vano, la datación del yacimiento realizada a través del fragmento de una pieza de madera procedente del quicio de una de sus construcciones lo sitúa en torno al siglo V d.C., “con lo que Los Barros-El Mirador forma parte del reducido grupo de enclaves arqueológicos de Gran Canaria cuya antigüedad es anterior a los siglos X u XI de nuestra era”, anunció el consejero.
Las actuaciones previstas por el Cabildo incluyen obras de drenaje y canalización de aguas pluviales, consolidación y restauración de las construcciones arqueológicas, así como la cubierta con picón de estructuras y un tratamiento herbicida que frene la erosión por las plantas de este valioso patrimonio.
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El consejero durante sus declaraciones en Los Barros. |
Además, el Gobierno Insular ha incluido Los Barros-El Mirador en su Plan de Mantenimiento de Yacimientos Arqueológicos y Bienes Etnográficos “de modo que una vez abierto al público, podamos colaborar en el mantenimiento de las instalaciones”, subrayó el consejero, quien señaló además que “la facilidad de acceso al centro comercial, junto a la GC-1, y la disponibilidad de aparcamientos, pueden hacer de este yacimiento uno de los más visitados de la Isla”.
Varias casas y una cueva
Los trabajos (excavación, restauración y consolidación) desarrollados hasta el momento por el Cabildo, en coordinación con Parque Marítimo y una empresa especializada en Arqueología, han posibilitado la documentación de un amplio espacio doméstico integrado por distintas casas (construcciones de superficie) y una cueva artificial, en óptimas condiciones de conservación, al estar casi completamente cubiertas de sedimentos que sellaban su contenido arqueológico.
Una de las construcciones conservaba incluso restos de pintura mural roja que debía cubrir los paramentos interiores de la vivienda, semejante a la empleada, por ejemplo, en las casas de la Cueva Pintada de Gáldar. Sobre un suelo de tierra apelmazada, se encontró también un hogar acondicionado del que, además, se obtuvieron muestras para datación radiocarbónica. Como rasgos singulares destacan la presencia de abundantes restos vegetales (entre ellos, de palmera) en el relleno de estas construcciones que, según los técnicos, podrían haberse empleado en sus techumbres, así como novedades en lo que respecta a los materiales constructivos empleados, ya que en las viviendas de El Mirador se usaron sillares labrados en arenisca compacta.
Conjunto de interés
Todo ello hace de Los Barros-El Mirador, junto con Las Brujas, La Restinga o Risco Mediomundo, un testimonio de lo que antaño fue una intensa ocupación prehispánica en la desembocadura de los barrancos de Las Goteras y de Telde, un área de clima benigno y rica en recursos hídricos, tierras de cultivo y de pastos, vegetación, productos marinos…
En ese sentido, con el visto bueno del Cabildo, la entidad Parque Marítimo de Jinámar tiene previsto (a partir de 2012) iniciar también los trabajos de acondicionamiento para su visita pública de La Restinga, en Telde, Bien de Interés Cultural (BIC) y zona arqueológica de sumo interés próxima a otro espacio, donde también se ha constatado la presencia de restos de viviendas aborígenes y en el que la Corporación ya actúa, a través de su Consejería de Medio Ambiente, por ser un reducto del endemismo Lotus kunkelis. Éste contará con un centro de interpretación, actualmente en construcción, donde además de información ecológica del entorno se dará cuenta de sus valores arqueológicos.
El yacimiento de Los Barros-El Mirador, junto con el de La Restinga, sumado a la zona de interés científico y La Noria de Jinámar pueden hacer de toda la zona en un polo de atracción no sólo comercial sino también cultural y medioambiental, diversificándose así la oferta de ocio ofrecida a la ciudadanía de Gran Canaria y a sus visitantes.