La exhumación del anfiteatro romano de Obulco, construido en el siglo I antes de Cristo, comenzará el próximo otoño y concluirá, según las previsiones oficiales, en 2023. Sacar a la luz el coliseo, cuyo aforo es aproximadamente de 25.000 espectadores, es preceptivo para que el Ayuntamiento del municipio jiennense de Porcuna pida la declaración de Patrimonio de la Humanidad y el hermanamiento con Roma.
Ciudad romana de Obulco, en Porcuna (Jaén). FOTO: ABC |
El anfiteatro será el monumento más relevante de Obulco, distinción que ahora ostenta la cisterna de La Calderona, la más importante de la Península Ibérica. Además, Porcuna cuenta con la ciudad romana y con 30.000 piezas de la época, hallazgos que la convierten, en opinión de su alcalde, Miguel Moreno, en uno de los principales yacimientos arqueológicos de Europa.
Las catas realizadas en el marco del proyecto de recuperación del anfiteatro de esta ciudad mimada por Julio César revelan la solidez de los muros y contrafuertes, lo que según los técnicos indica que la parte enterrada se encuentra en buen estado. A lo que ayuda la calidad de la piedra natural de las canteras de Porcuna que fue extraída para su construcción.
El Ayuntamiento lleva a cabo la restauración de la antigua iglesia de Santa Ana, ubicada en las proximidades de la cisterna y de la ciudad romana, para ubicar en ella el centro de recepción de visitantes de Obulco, un proyecto pertinente, dado que la Administración local pretende convertir al municipio en uno de los mayores destinos turísticos culturales de Andalucía.
Para conseguirlo, el Ayuntamiento simultanea la labor en el patrimonio. Así, la restauración de la antigua iglesia de Santa Ana se encuentra al 80 %, en tanto que en marzo comenzó el proyecto de consolidación de la cisterna de La Calderona, monumento que el alcalde califica de excepcional y que es el mejor conservado de la «gigantesca ciudad de Obulco».
Los trabajos para su puesta en valor se han iniciado con la excavación arqueológica de las áreas que ocuparán el edificio de recepción y el túnel, a través del cual los visitantes accederán a la cisterna por el camino de San Marcos. Está obra está coordinadas por el grupo de arqueólogos e investigadores de la historia de Porcuna y es realizada por la empresa Tragsa.
La rehabilitación de la cisterna se enmarca en el plan de recuperación del patrimonio histórico que desarrolla el Ayuntamiento desde hace más de una década, patente en las carnicerías municipales, en las galerías del pósito de Carlos IV, en una fachada del anfiteatro romano y en la Iglesia de Santa Ana.
(Fuente: Javier López / ABC)