google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Edad del Hierro
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8 de agosto de 2024

Aragón protegerá como BIC el yacimiento de La Codera

Los restos arqueológicos conocidos hasta el momento en el yacimiento oscense de La Codera abarcan desde la Edad del Bronce a la época ibérica cubriendo un intervalo de tiempo que abarca casi un milenio.
El equipo de Félix Montón trabaja en las excavaciones de La Codera. José Luis Pano.

La Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón ha iniciado el expediente para la declaración como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto de Interés Cultural, Zona Arqueológica para el yacimiento arqueológico de La Codera, en Alcolea de Cinca, en la provincia de Huesca. Los restos conocidos hasta el momento abarcan desde la Edad del Bronce a la época ibérica cubriendo un intervalo de tiempo que abarca casi un milenio.

El yacimiento muestra varios lugares con distinta cronología y funcionalidad que abarcan un periodo de tiempo que va desde el Bronce Final hasta la época ibérica. Las numerosas campañas de excavación en varios puntos del conjunto, realizadas desde el año 1990 hasta la actualidad, han permitido investigar, catalogar, estudiar y dar a conocer, con mayor o menor grado de profundidad, algunos de los espacios que forman este conjunto.

El yacimiento de La Codera es el lugar donde más campañas de excavación se han realizado y corresponde con un poblado de la Edad del Hierro que tiene una cronología que va del s. VII-V a C. El espacio se ubica en la punta de un espolón y tiene una longitud de unos 110 m. y una anchura máxima de unos 47 m. en la zona que corresponde con la zona de la muralla.

El espacio interior del poblado es plano y se halla protegido del resto de la plataforma por una muralla que cierra el espacio. La muralla que protege la zona de habitación tiene tres torreones defensivos, dos semicirculares en los extremos y uno cuadrangular en el centro. El resto del poblado quedaba protegido por las pronunciadas laderas que lo rodean y seguramente por las paredes traseras de todas las casas.

En el espacio interior se hallan distribuidas las casas de forma organizada mediante un plan urbanístico planeado en torno a dos calles, una transversal y otra longitudinal que recorren el poblado y permiten el acceso a las casas. Estas tienen planta rectangular y se ubican a ambos lados de las calles.

En muchas de estas casas todavía se conservan los restos de las entradas y restos de compartimentaciones interiores que dividirán el espacio para realizar diferentes actividades Su parte trasera, debido a la erosión natural de las laderas, ha desaparecido. En la parte sur del poblado se ubican dos cisternas de planta ovalada que permitían el almacenaje de agua para el consumo de las personas y animales que vivían en el poblado.

A lo largo de cerca de 30 campañas se han excavado unos 3.000 metros cuadrados pertenecientes a más de treinta estancias o casas con sus muros que las delimitan. Las excavaciones han permitido recuperar importantes materiales relacionados con la cultura material de primera Edad del Hierro (cerámicas, canas, moldes de fundición, molinos etc.), así mismo, en alguna en alguna estancia se han encontrado hornos para cocer pan o alguna estructura para guardar cereales.

Es de destacar, como en otros poblados de la Edad del Hierro, la presencia de enterramientos de neonatos bajo el suelo de las casas. En el caso de La Codera han aparecido tres hasta este momento.

24 de octubre de 2023

Dos torques de oro de la Edad del Hierro salen a la luz en una finca de Betanzos (A Coruña)

La primera de las piezas se descubrió el pasado mes de mayo y la segunda hace unas semanas. En ambos casos, la persona que realizó el hallazgo casual lo entregó a los responsables de Patrimonio de la Xunta de Galicia. Una prospección arqueológica y geofísica realizada en la parcela con el fin de comprobar si se escondían más objetos históricos no ha detectado ningún material ni niveles antiguos.
Vista de los dos torques de oro encontrados por vecinos de la comarca de As Mariñas (A Coruña), mientras labraban tierras cultivadas. EFE

Dos torques de oro únicos de la Edad del Hierro han salido a la luz durante unos trabajos de arado en una finca de Betanzos (A Coruña). La primera de las piezas se descubrió el pasado mes de mayo y la segunda hace unas semanas. En ambos casos, la persona que realizó el hallazgo casual lo entregó a los responsables de Patrimonio de la Xunta de Galicia. Una prospección arqueológica y geofísica realizada en la parcela con el fin de comprobar si se escondían más objetos históricos no ha detectado ningún material ni niveles antiguos.

Ambos torques, en un gran estado de conservación, se encuentran actualmente en el Museo Arqueológico e Histórico de San Antón, el centro de referencia para el estudio de este tipo de hallazgos efectuados en la Mariña coruñesa, según ha anunciado la Xunta de Galicia en una nota de prensa. Los resultados preliminares de la investigación química y analítica, realizada por Xosé Lois Armada y Carlos Otero, del Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC, apuntan a que las piezas, una especie de collar rígido, abierto en su parte anterior, fueron creadas en la Edad del Hierro (siglos IX-II a.C.).

Los torques fueron una de las joyas más representativas de esta época. Los dos documentados en Betanzos presentan las características habituales del tipo ártabro, una tipología de la que solo se conocen 24 ejemplares. Según los investigadores, sus particularidades son los remates en forma de pera o cebolla y una decoración de hilos enrollados en los tercios laterales, con motivos en espiral que delimitan la zona lisa. Además, otro aspecto a destacar es que a menudo este tipo de piezas no son de oro macizo, sino que contienen núcleos elaborados con metales o aleaciones menos nobles.

El primero de los torques tiene unas dimensiones de 147x143 mm, 11 milímetros de diámetro en el aro central y un peso de 390,3 gramos. Como cualidad singular, subrayan los investigadores, la unión del aro con los remates muestra una pericia técnica inferior a la del resto de piezas, lo que sugiere que se trata de una reparación antigua. Además, los primeros resultados de su estudio apuntan al uso de un oro con un porcentaje muy alto de pureza.

La segunda pieza, de 161x38 mm, 18 mm de diámetro y 365 gramos de peso, presenta las características habituales de los torques de tipo ártabro, pero con unas terminaciones ligeramente distintas entre sí —una de ellas presenta una forma parecida a una almendra—. A diferencia del otro ejemplar, se ha detectado la presencia de un metal menos noble en el interior del aro a través de las ligeras roturas y de las zonas de abrasión.

Según Román Rodríguez, conselleiro de Cultura de la Xunta, que visitó este lunes el Museo Arqueológico e Histórico de San Antón, el hallazgo de estos torques "da una nueva oportunidad para ahondar más señero y en la historia de la comarca".
(Fuente: El Español)

18 de enero de 2023

Dos ‘trineos’ permiten datar las pinturas rupestres de Sésamo

El hallazgo de nuevas pinturas en Peña Piñera (Sésamo), que representan ‘forcaos’ o ‘trineos’, permiten datar en la Edad del Hierro una parte importante de este yacimiento rupestre.

El arte rupestre preservado en Sésamo ha sufrido reiterados ataques vandálicos en los últimos años. Una visita, inicialmente turística y de comprobación del estado de estas pinturas prehistóricas en el municipio de Vega de Espinareda, permitió al investigador leonés David Gustavo López, ingeniero aeroespacial de formación, localizar algunas hasta ahora inéditas y reinterpretar otras.

El hallazgo de estas pinturas milenarias —no catalogadas hasta la fecha—despeja algunos misterios sobre uno de los enclaves prehistóricos más especiales de la Península. Dos trineos o ‘forcaos’ (instrumento de labranza consistente en un palo de madera y dos dientes de hierro), en el farallón donde se concentran más de medio millar de dibujos, algunos esquemáticos, permite datar las pinturas más recientes.

Tienen unos 3.000 años de antigüedad, fecha de aparición de estos primitivos aperos. En uno de estos conjuntos hay un ‘carro sin ruedas’ acompañado a ambos lados por dos antropomorfos (dibujos con forma humana). «Serían dos agricultores con técnicas de laboreo avanzadas», según Gustavo López.

Otra de las pinturas, inventariada en los años ochenta por los profesores José Avelino Gutiérrez y José Luis Avello como trece ‘idoliformes’ (ídolos antropomorfos), según la tesis de Gustavo López serían las armazones de carros o forcaos. Estos ‘trineos’ permiten datar una parte importante del yacimiento en la Edad del Hierro. No así algunos dibujos esquemáticos, que podrían oscilar entre los 3.000 y los 6.000 años, según la investigación que Gustavo López ha publicado en la Revista de Antropología y Tradiciones Populares. En España son contadísimas las pinturas rupestres de carros, la mayoría en Sierrapino (Badajoz). Gustavo López se pregunta si este enclave rupestre berciano era un lugar de culto o las pinturas expresan simplemente escenas de la vida cotidiana.

Personajes raros
Peña Piñera, en Sésamo, alberga 506 figuras, todas en color ocre y rojo vinoso, porque se usó como pigmento una beta ferruginosa del propio yacimiento. Hay 78 tipos distintos de antropomorfos de épocas diferentes, así como figuras de animales, escenas de pastoreo y trabajo en el campo, posibles ídolos, además de instrumentos de trabajo y caza.

Entre las singularidades de Peña Piñera, en una veintena de antropomorfos de los 78 existentes su rostro es un círculo vacío de color. Una figuras muy raras en el arte rupestre de la Península. Entre los nuevos localizados por Gustavo López hay dos antropomorfos. «Uno parece ir andando y lleva un penacho en la cabeza. El otro tiene los brazos y piernas en uve. Sobre éste, hay dos arcos de circunferencia concéntricos. O bien se trata de un casco con cresta o es una diadema».

El investigador ha localizado además un antropomorfo cuya cabeza se cubre con un casco con dos largos cuernos que se entrecruzan. En el yacimiento, que de vez en cuando depara alguna sorpresa, como en 2012, cuando el arqueólogo Feliciano Cadierno descubrió 151 figuras que no constaban entre las 351 registradas por Gutiérrez y Avello, únicamente hay dos representaciones solares; y eso a pesar de que todos los dibujos están orientados hacia el astro. Y ninguna de las dos está inventariada. En la primera, hay un antropomorfo en actitud orante ante un sol con once rayos muy enmarañados. En la segunda, el sol está muy desdibujado y aparece próximo a un animal con cresta y larga cola que recuerda a un faisán.

Gustavo López aboga por una excavación en la zona que permita vincular las pinturas rupestres a un contexto arqueológico próximo. El cercano Castro de Peña Piñera, además de fortín de los astures en las guerras cántabras, es posible que se erigiera sobre restos de otro de la Edad del Hierro, de la misma época que las pinturas de antropomorfos de cabeza ‘vacía’ y los forcaos. Alerta de que «con poca gente que vaya con mala intención» las pinturas podrían perderse. «Es fundamental tenerlas vigiladas». Reclama la creación de un centro de interpretación donde se expliquen las singularidades de esta ‘estación rupestre’ de pinturas únicas.

18 de octubre de 2022

Sacan a la luz una antigua fortificación celtibérica en San Miguel de Bernuy (Segovia)

El yacimiento segoviano de Los Sampedros representa una de las obras militares de la Edad de Hierro más relevantes de toda la región
En el yacimiento se sitúan los restos de una antigua ciudad celtibérica.

Algunos recientes trabajos arqueológicos en el paraje de los Sampedros, localizado en San Miguel de Bernuy, han puesto de relieve la existencia de un yacimiento en el que se sitúan los restos de una pequeña ciudad celtibérica, además de ser un sitio con una larga ocupación entre la Edad del Hierro y la etapa medieval.

Desde el año 2020 se está desarrollando un proyecto de exploración del yacimiento arqueológico, promovido y financiado por el Ayuntamiento de San Miguel de Bernuy, que está siendo ejecutado a través del Proyecto Oppidum de Los Sampedros de la Universidad de Salamanca, con la dirección de Santiago Martínez Caballero, del Museo de Segovia, y Juan José Palao Vicente, de dicha universidad.

El proyecto cuenta con un equipo de investigación profesional del que forman parte especialistas en arqueología, antropología física y otras disciplinas, en relación con trabajos de aplicación de nuevas tecnologías, fotogrametría, cartografía y topografía, inventario y análisis de materiales, entre otras. Los trabajos de campo, ejecutados este último año entre junio y agosto, también han contado con la colaboración de alumnos en prácticas de varias universidades españolas.

La actuación arqueológica además de ahondar en el conocimiento del desarrollo histórico de esta área del valle del Duratón, aporta la documentación científica necesaria poner desarrollar un proyecto de puesta en valor del yacimiento, con la presentación de las estructuras de la ciudad celtibérica, especialmente la fortificación de la Edad del Hierro, que se unen a los restos conocidos de las dos iglesias románicas que se construyeron en el sitio en entre los siglos XII y XIII, las de San Pedro y San Martín, así como del edifico de Las Ermitonas.

UBICACIÓN ESTRATÉGICA
El yacimiento arqueológico de Los Sampedros se sitúa en un promontorio quinientos situado 500 metros al norte de San Miguel de Bernuy, sobre en un cerro que conforma una península elevada sobre entre un meandro del río Duratón y el barranco del arroyo del Hocino. El cerro está delimitado en buena parte de su perímetro por farallones verticales, que se elevan hasta 60 metros por encima del cauce del Duratón, cuyo cauce corre con gran anchura en este tramo inicial del pantano de las Vencías. Tan solo el cerro es accesible en su lado oriental, donde se estrecha el promontorio hasta los cien metros en una lengua rocosa que comunica con el páramo.

La información recabada de las prospecciones y excavaciones arqueológicas permiten señalar una primera ocupación del lugar en la Edad del Bronce, en el II milenio a. C., aunque muy mal conocida, por la limitada información disponible. El sitio sería ya ocupado de forma permanente desde la Primera Edad del Hierro, a partir de los siglos VII y VI a.C., cuando se documenta la presencia de un poblado celtibérico de una extensión cercana a las tres hectáreas, poco menos de la mitad de la superficie completa de la península de Los Sampedros.

18 de noviembre de 2021

Hallan en el yacimiento de O Castrillón un posible enterramiento infantil de la Edad de Hierro

Tras el descubrimiento de una choza de 30 metros cuadrados en el yacimiento de la localidad orensana de Larouco, ahora se ha documentado un posible enterramiento infantil en su interior

Los trabajos promovidos por el Concello de Larouco y la Consellería de Cultura dejaron al descubierto en el yacimiento de O Castrillón una choza rectangular de 30 metros y, en su interior, un posible enterramiento infantil. Una minuciosa excavación en laboratorio del contenido de una ola de cerámica hallada allí permitió recuperar restos óseos, semillas y carbones que, junto con las propias tierras, serán analizadas para determinar qué tipo de ritual fue realizado antes del enterramiento.

El lugar de O Castrillón, en la parroquia de Nosa Señora dos Remedios, es un poblado fortificado de la Edad de Hierro, que emerge entre los ríos Xares y Bibei en un entorno de alto valor natural, dentro de la Red Natura. Este yacimiento nunca había sido objeto de ninguna intervención arqueológica para definir su antigüedad, dimensiones o estructura, por lo que en 2020 y 2021 Concello y Xunta impulsaron varios trabajos, practicándose sondeos arqueológicos en diferentes puntos. Fue este año cuando bajo el pavimento de una vivienda ‘castrexa’ rescataron “una ola típica del fin del mundo de los castros que fuera enterrada y tapada con una piedra”.

Un depósito fundacional con alimentos a modo de banquete festivo o un enterramiento infantil son las principales hipótesis que manejan los investigadores, que están ahora pendientes del resultado del C14 para datarlo y, del análisis de la composición química de las tierras y un mayor estudio de los restos óseos.

19 de octubre de 2019

Aflora en Álava un asentamiento ocupado desde la Edad del Hierro hasta la Alta Edad Media

La zanja para un colector de aguas residuales ha permitido descubrir un importante yacimiento con fases de ocupación prerromana, romana y medieval entre las localidades alavesas de Villanañe y Villanueva de Valdegovía.
Los restos de época romana en la zanja donde discurría el colector. 
Las obras para construir un colector de aguas residuales en Valdegovía han permitido descubrir unos importantes vestigios arqueológicos de época prerromana, romana y medieval entre las localidades de Villanañe y Villanueva de Valdegovía. Una estrecha zanja de entre 3 y 5 metros de anchura, realizada para asentar la futura tubería, ha abierto una puerta al pasado desde la que se accede a restos de diferente antigüedad. Los más antiguos son «varios silos de almacenamiento y una vasija de cerámica de la Edad del Hierro o anterior», explicó el responsable de la excavación, Leandro Sánchez Zufiaurre. La vasija con bordes decorados estaba «dentro del silo» y se encuentra «muy deteriorada, por lo que la tenemos en unas condiciones para que se estabilice antes de limpiarla y estudiarla».

«De época romana, del siglo I», han hallado «tres construcciones cuadradas, abiertas hacia un lado, con pilares y compartimentadas en dos espacios», explica este arqueólogo. «Por el tipo de material que aparece, cerámica clasificada como 'terra sigillata', es altoimperial», detalla. «No aparecen suelos, ni mosaicos y hubo cierta amortización de las estancias ya que tiene hasta cuatro fases de ocupación. También hay cerámica medieval, que aparece encima de los muros», explicó este experto tras extraer unas conclusiones preliminares. Aunque todavía «son hipótesis» —aclara—, el espacio estudiado «se utilizó desde el siglo I hasta el IV o V. Hubo un abandono al final del Imperio y fue reaprovechado en época altomedieval».

Entre las estancias aparecen «zonas con gravas de río utilizadas para pavimentar o preparar el suelo y, en el exterior, grandes bases de pilares que podrían ser espacios porticados o patios. Creemos que podía ser algún tipo de instalación en poblado cercana a la calzada romana por la que salía hacia la costa y la meseta la sal de Añana, que ya se explotaba en el siglo I. Podría ser una 'mutatio' como la de Mariturri, que como en otros casos se convierte en poblado», elucubró Sánchez Zufiaurre.


EXCAVAR HASTA LA ROCA
Con algunas certezas y muchas cuestiones por responder «lo que tenemos claro es que lo vamos a excavar hasta dejar la roca limpia», asegura el director del equipo de Qark Arqueología. «Es un yacimiento grande e importante en tamaño y en características. Hay que documentarlo bien», destacó. La zona, que ya estaba protegida antes de la obra por la cantidad de restos que aparecían en superficie, va desde la carretera hasta el río. El extenso yacimiento, de unos 500 metros cuadrados, se encuentra en la llanura de inundación del río Omecillo conocida como El Llano de Ibarra.

Tras una primera visita guiada este miércoles para los vecinos de la zona, el Ayuntamiento de Valdegovía prevé organizar alguna otra antes de que se instale el colector. «Si en el futuro hay interés se puede continuar la excavación en otro punto. Lo que hemos excavado es una pequeñísima parte del yacimiento», aclaró Zufiaurre.

10 de julio de 2017

Descubren un poblamiento de la Edad del Hierro bajo el castillo medieval de Los Fayos (Zaragoza)

Las excavaciones arqueológicas en el enclave han permitido documentar un asentamiento de hace 2.600 años y estudiar las fortificaciones medievales de época cristiana.
Bajo las estructuras medievales han aparecido evidencias de población en la I Edad del Hierro. 
Las excavaciones realizadas durante los meses de junio y julio han permitido localizar estructuras vinculadas a las fortificaciones medievales y elementos militares como puntas de flecha de arco y ballesta que se ponen en relación con los continuos conflictos bélicos de los reinos de Aragón, Navarra y Castilla en la Edad Media, ya que el Castillo de Los Fayos por su importancia estratégica cambió de manos en numerosas ocasiones en este período.

ESTRUCTURAS MEDIEVALES Y DE LA EDAD DEL HIERRO
Bajo las estructuras medievales se han localizado niveles correspondientes a la I Edad del Hierro con objetos cerámicos elaborados a mano de superficies pulidas destinados al servicio de mesa y grandes vasijas de almacenamiento de alimentos. Estos elementos guardan una gran similitud con los localizados en la mina de hierro de “Plana del Cerro”, la más antigua documentada en la Península Ibérica, excavada en la primera fase de este proyecto.


El enclave se localiza en una estratégica posición de control y dominio visual del camino natural que une el Valle del Ebro con la Meseta Castellana a las faldas del Moncayo. El conjunto histórico patrimonial del Castillo de Los Fayos lo conforman un sistema de fortificaciones de época medieval de los siglos XII-XIV compuestas por una torre cuadrangular, una torre circular de 9 metros de diámetro, una cueva fortificada de tres pisos con entramado de madera protegida por una muralla de piedra y tapial y varios fosos concéntricos de cientos de metros de longitud convirtiéndola en una de las fortificaciones más impresionantes de la región.

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
Las excavaciones se han centrado en la zona más alta de la fortificación en un farallón rocoso de más de 80 metros de altura sobre el río Queiles en su confluencia con el río Val. Los trabajos arqueológicos de campo han consistido en primer lugar en una prospección intensiva para la que se ha utilizado un GPS de precisión y una aeronave no tripulada tipo dron. También se han realizado excavaciones en dos sectores en las inmediaciones de la torre circular que han permitido localizar aproximadamente 2000 elementos arqueológicos, entre los que destacan un notable conjunto de piezas cerámicas de la I Edad del Hierro de unos 2600 años de antigüedad. El registro se ha llevado a cabo combinando las técnicas tradicionales de la disciplina arqueológica con el uso de fotogrametría y modelado 3D.

EQUIPO DE TRABAJO
El proyecto dirigido por Óscar Bonilla Santander de la Universidad de Zaragoza y Begoña Serrano Arnáez de la Universidad de Granada ha sido financiado por el Ayuntamiento de Los Fayos. El equipo técnico lo componen los arqueólogos Carlos Valladares Lafuente, Alicia María Izquierdo y Ángel Santos Horneros, la restauradora Miriam Pérez Aranda y estudiantes universitarios de los Grados de Historia y Arqueología.

25 de mayo de 2017

Hallan restos humanos y útiles de la Edad del Hierro en una cueva de Suarías (Asturias)

La pieza más llamativa es una punta de lanza de 30 centímetros, pero en la gruta de Peñamellera Baja también hay piezas de cerámica y una gran colección de fauna
Alis Serna, en el Museo Arqueológico, muestra la punta de lanza
encontrada en Peñamellera Baja. A su lado, Alfonso Fanjul.

Parece «un basurero de la Edad del Hierro completamente intacto». Así lo describe el arqueólogo asturiano Alfonso Fanjul Peraza, que se encarga en los últimos meses de estudiar este yacimiento, hallado en diciembre de 2016 por el espeleólogo Alis Serna Gancedo mientras realizaba una exploración deportiva de varias cavidades del concejo de Peñamellera Baja, en el Oriente asturiano. En una de ellas, el deportista cántabro, que es además arqueólogo y ha realizado numerosos estudios sobre hallazgos en cuevas en la comunidad vecina, se encontró en superficie una serie de objetos y restos óseos, que han resultado ser de la Edad del Hierro, esto es, de entre los siglos V y I antes de Cristo. Los investigadores han confirmado que se trata de restos humanos, hallados en superficie, entre ellos un gran fragmento de cráneo y, a su lado, varios dientes, aún sin datar ni estudiar. También han aparecido piezas de cerámica y «una potente colección de fauna».

Según explicaba ayer Alfonso Fanjul, que también participaba en aquella excursión espeolológica y fue avisado por su compañero del hallazgo, «la cueva constituye un ejemplo excepcional en Asturias de ocupación subterránea tardía dentro de la Prehistoria reciente y, teniendo en cuenta la calidad y la cantidad de las piezas, así como la escasez de yacimientos en cueva de esta época, podríamos decir que el yacimiento descubierto no tiene parangón en Asturias, donde la presencia de un vertedero protohistórico intacto, con cerámicos y fauna de la Edad del Hierro sobre el que aparecen en superficie una punta de lanza perfectamente conservada y restos humanos, convierten a este yacimiento en la gran cueva de la Edad del Hierro asturiana». Añade que el único paralelo claro está en Lledías, en Llanes, al que se podría sumar -con varios siglos de mayor antigüedad- la sima de Fuentenegroso, en la sierra del Cuera.

ANÁLISIS DE ADN y CARBONO 14
Los descubridores comunicaron el hallazgo a la Consejería de Cultura, que envió una semana después a dos arqueólogos del servicio de Patrimonio para realizar una visita técnica. Trasreconocer los restos, se trasladó la punta de lanza al Museo Arqueólogico de Asturias, donde quedó depositada. La pieza, «excelentemente conservada», mide 30 centímetros de longitud, es de sección plana y dispone de un mango de madera circular. Al pasar casi cinco meses desde el hallazgo sin que los descubridores hayan recibido el encargo de realizar una actuación de emergencia -tal y como exige la Ley de Patrimonio- y ante el riesgo de que el yacimiento sea saqueado, han dedicido presentar un proyecto y solicitar esa actuación de emergencia. En la misma se plantea una topografía de todo el yacimiento, la recuperación y estudio de las piezas y la obtención de muestras para realizar una datación con Carbono 14, aprovechando que la punta de lanza mantiene inctacta la madera del arma. Igualmente, plantean un presupuesto para realizar un análisis de ADN y un estudio antropológico de los restos humanos para poder datarlos y confirmar su importancia arqueólogica.

«Preferimos no dar el nombre de la cueva ni su ubicación exacta para evitar posibles expolios», explicaba Fanjul, quien de todas formas cree que es necesario realizar «cuanto antes» esa intervención de urgencia para recuperar los restos, que siguen en el mismo lugar donde fueron encontrados a finales del año pasado.

27 de enero de 2017

Descubren importantes restos prehistóricos y medievales en Cuéllar (Segovia)

Las obras de adecuación y reforma del vial que dará acceso a la próxima exposición 'Las Edades del Hombre' en Cuéllar, han sacado a la luz restos medievales y prehistóricos, en concreto de la primera y segunda Edad del Hierro
Ana Sandoval muestra una de las piezas recuperadas en la excavación. FOTO: ESCUELLAR.ES
Las obras de adecuación y reforma que se están ejecutando en la calle Palacio, en Cuéllar, han sacado a la luz restos medievales y prehistóricos, en concreto de la primera y segunda Edad del Hierro, tal y como informa Ana Sandoval, una de las arqueólogas de la empresa Antequem, que se encarga del estudio arqueológico. Los vestigios han aparecido durante las actuaciones de la tercera y cuarta fase del proyecto de mejora del vial, en el tramo situado entre la iglesia de San Martín y el acceso de la muralla situado junto al castillo.

En este último tramo están apareciendo, también, restos medievales, probablemente islámicos, entre los que se encuentran numerosos silos que, al parecer, se utilizaban para guardar el grano de las cosechas y así conservarlo durante todo el año. Se trata de agujeros de distintos tamaños excavados en el suelo, algunos ubicados en el interior de las viviendas y otros en el interior.

Además de los silos, se han encontrado los denominados fondos de cabaña que son restos de las antiguas casas de los habitantes del lugar. A la luz de los hallazgos, Sandoval apunta que los restos son anteriores al castillo y a la muralla y que, según las pesquisas, el lugar sería una barriada con viviendas endebles y de poca consistencia. «Buscaban el nivel natural, llegaban a un terreno firme, que no tiene humedad, y se asentaban sobre la zona», detalla la arqueóloga.

ÁREA ISLÁMICA
Los trabajos se están realizando mediante excavaciones en el suelo. En el lugar donde aparecen manchas negruzcas suelen encontrarse distintos restos. «Cuando empezamos a trabajar en la arqueología, vamos quitando esas capas de relleno y sacando lo que era la planta de su vivienda, por ejemplo». Allí, los antiguos habitantes excavaban en el suelo para determinar el lugar en el que iban a vivir y en los laterales levantaban muros con entramados de barro y vegetal, y con cubiertas de paja, probablemente.

Además, en el interior de una de las viviendas se pueden ver restos de un silo y pequeños hoyos que se supone se utilizaban para encajar tinajas donde se guardaban el agua, el vino o el grano, entre otros alimentos.


En este asentamiento también se están encontrando distintos restos de cerámica y huesos. La cerámica invita a pensar que se trata de un área islámica, «que hasta ahora se sabe que había, pero no está muy definida». Gracias a los restos se observa para qué se usó la zona y de qué época es.

En la parte superior de la excavación, en la zona más cercana a la iglesia de San Martín, se han encontrado restos de adobe de una vivienda de ocupación prehistórica, junto con pequeñas manchas que pueden hacer ver dónde se encontraba la cimentación. También se están hallando fragmentos cerámicos que ayudan a conocer la época.

Por el momento, las evidencias hacen pensar que estos restos son más antiguos que los más cercanos al castillo, en concreto de la primera y segunda Edad del Hierro.

CERÁMICAS ROJIZAS Y CON LÍNEAS DE TORNO
Las cerámicas encontradas en la zona medieval son rojizas y con líneas de torno en su interior, mientras que las más antiguas son negras y hechas a mano. Se están encontrando restos muy diferentes y se están separando para su posterior estudio para, gracias a las mismas, determinar las fases de su procedencia.

Junto a los restos cerámicos también se están encontrando otras piezas, como dientes de animales. Sandoval señala que se están guardando también estas piezas y otras relacionadas con la fauna para así poder conocer qué comían, cómo era su dieta, qué animales tenían como ganado y qué cultivaban.

Ana Sandoval destaca lo interesante del estudio arqueológico porque permite en una zona amplia ir viendo la distinta ocupación de un lugar próximo al castillo, aunque los restos hallados son anteriores su construcción. Recuerda que en épocas prehistóricas y medievales se buscaban zonas altas para los asentamientos con el fin de tener un control del resto de la población.

Los trabajos se llevan desarrollando una semana y se prolongarán al menos durante otra, aunque se mantienen los plazos de la obra y se espera que su ejecución esté concluida completamente antes del mes de abril, cuando comenzará la exposición de Las Edades del Hombre en la localidad.

24 de septiembre de 2015

Las obras de una carretera destapan un yacimiento del S. VII a.C. en Benicarló (Castellón)

Está a sólo dos kilómetros de la línea de costa en una zona plana y en él se han podido determinar dos tipos de estructuras: murallas de piedra por un lado y agujeros excavados en el subsuelo por otra, que servirían para almacenar alimentos o material. Respecto a los materiales localizados, se han encontrado objetos de cerámica, de metal, conchas marinas y piedras de molino, entre otros.
Algunas de las piezas recuperadas del nuevo yacimiento de Mas de Fabra, en Benicarló.
Los trabajos de construcción de la variante de la N-340 han sacado a la luz un yacimiento arqueológico en la partida del Mas de Fabra datado del siglo VII antes de Cristo. Un hallazgo que los directores de la campaña arqueológica, Miguel Vicente y Ramiro Pérez, han calificado de «excepcional», no tanto por la infraestructura o los materiales descubiertos sino por el hecho de estar ubicado en una zona plana, al contrario que la mayoría de asentamientos de los alrededores, que están en alto». De hecho, según los arqueólogos, se trataría del único yacimiento de estas características localizado en toda la costa que va desde Tarragona hasta Castellón. 
  • «Este yacimiento es especialmente valioso por la información que nos aporta, porque representaría la interacción entre indígenas de la Península Ibérica con los primeros fenicios que llegaron vía marítima para introducir sus productos elaborados en cambio de materias primas».
UN YACIMIENTO DIFERENTE
Los trabajos arqueológicos que se han llevado a cabo en la zona han sido unos trabajos denominados de urgencia, dada la necesidad de compaginarlos con las obras de la variante. Aun así, se han podido documentar y georeferenciar los restos y a partir de ahora se abre todo un proceso de estudio que permitirá contextualitzar el yacimiento y determinar su función y sus posibles habitantes. Según el arqueólogo Ramiro Pérez, «tenemos la oportunidad de empezar a conocer otro tipo de yacimiento, diferente del que hemos visto siempre, que nos dará una visión diferente de este periodo y de la gente que vivió».


El concejal de Cultura, Josep Barberà, ha manifestado la voluntad del Ayuntamiento de poner en valor el nuevo yacimiento. «Esperaremos los resultados de las catas arqueológicas y de los estudios previos, pero nuestra intención es habilitar la zona para las visitas. Tenemos que aprovechar el hecho que este es un yacimiento único, que nos diferencia del resto de yacimientos de la zona, y lo tenemos que explicar», ha dicho Barberà.

De momento, no se han facilitado los datos exactos de la ubicación del yacimiento para evitar posibles expolios o visitas de curiosos. El concejal de Cultura ha confirmado que «una vez finalizados los estudios necesarios, la zona se podrá visitar sin problemas».

UN YACIMIENTO VINCULADO AL COMERCIO CON LOS FENICIOS
Según han explicado los arqueólogos responsables de las excavaciones, la cronología del yacimiento correspondería en el siglo VII antes de Cristo, durante la llamada edad de hierro antiguo. Por los restos localizados, el asentamiento, ubicado a sólo 2 kilómetros de la línea de costa, estaría vinculado al mundo fenicio y con los intercambios comerciales con esta cultura del norte de África.

En el yacimiento se han podido determinar dos tipos de estructuras: murallas de piedra por un lado y agujeros excavados en el subsuelo por otra, que servirían para almacenar alimentos o material. Respecto a los materiales localizados, se han encontrado objetos de cerámica, de metal, conchas marinas y piedras de molino, entre otros.

(Fuente: Castellón diario)

18 de septiembre de 2015

La excavación destapa otras cinco viviendas de la Edad del Hierro en el castro da Cidade, en Barbanza (La Coruña)

Los arqueólogos también han encontrado varias cuentas de collar de color azulado que estiman que pertenecieron al Siglo V a.C.
 En la zona estarán trabajando quince personas, seis arqueólogos y nueve auxiliares de arqueología, hasta finales de septiembre. FOTO: CARMELA QUEIJEIRO
El castro da Cidade de Ribeira ha vuelto a sorprender a los expertos. La excavación ha sacado a la luz cinco nuevas cabañas, que sumadas a las encontradas el pasado verano, hace pensar a los arqueólogos que están ante un castro de un tamaño similar al de Baroña. En esta última fase, el grupo de quince personas comandado por Miguel Vidal está trabajado en 750 metros cuadros, de los 20.000 que se estima que ocupa el poblado en su totalidad.

Vidal asegura que el mayor hallazgo de esta segunda fase han sido las cinco cuentas de pasta vítrea. Los arqueólogos creen que formaron parte de un collar o una pulsera. «Esto nos hace pensar que hace 2.500 años a nuestros abuelos ya les gustaba adornarse, dice el director con una sonrisa.

Por el momento todavía necesitan realizar las pruebas del carbono catorce a las piezas halladas, aunque creen que todo pertenece al siglo X antes de Cristo, lo que los expertos denominan la primera edad del hierro. A pesar del poco tiempo del que disponen (terminan el día 30 de este mes) el grupo está muy contento. «Conseguimos pezas de moito valor histórico. Segundo os cálculos, pódese calcular que neste castro chegaron a vivir preto de cen persoas», asegura Vidal.

MEDIO MES DE TRABAJO
El equipo tiene todavía medio mes de trabajo en campo: «Seguiremos excavando, buscamos pruebas que nos permitan conocer la edad real de esta zona e incluso tenemos la sospecha de que pudo haber un herrero que trabajara el cobre o el bronce en esta zona».

Vidal cree, por la cantidad de cabañas por metro cuadrado que están descubriendo, que este castro se puede convertir en uno de los más importantes de la comarca. Una vez terminen con la excavación pasarán al laboratorio y a los despachos, luego tendrán que consolidar la zona para que la gente pueda visitarla sin dañar las pruebas. Todos esperan volver al castro da Cidade el próximo año. Vidal es el primero.

(Fuente: La Voz de Galicia / Álvaro Sevilla)

5 de agosto de 2015

Los arqueólogos buscan desentrañar la trama urbana de Dessobriga, en Osorno (Palencia)

En el yacimiento se han recuperado restos de materiales cerámicos y de edificaciones pertenecientes a la Primera Edad del Hierro y materiales pertenecientes a las etapas celtibérica y romana.
Margarita Torrione, catedrática de la Universidad de Saboya es la directora de la excavación en Dessobriga. FOTO: EL DIARIO
La campaña de excavaciones que se está realizando este año en el yacimiento de Dessobriga, sobre una superficie de 194 hectáreas, pretende desentrañar la trama urbana y el muro del antiguo poblado. Los inesperados hallazgos en las prospecciones geomagnéticas con georradar han permitido sacar a la luz una segunda muralla, viviendas y viales de comunicación, por lo que es previsible que los terrenos que se están estudiando sigan dando sorpresas.

El Proyecto Dessobriga tiene como directora y promotora científica a Margarita Torrione, catedrática de la Universidad de Saboya (Francia). Además, la dirección de la intervención arqueológica corre a cargo de Jesús Francisco Torres-Martínez y Antxoka Martínez Velasco, del Instituto Monte Bernorio.

En el yacimiento se han recuperado, tras los trabajos de investigación, restos de materiales cerámicos y de edificaciones pertenecientes a la Primera Edad del Hierro, lo que pone de manifiesto la ocupación en esta época en estas excavaciones. También se han hallado materiales pertenecientes a la etapa celtibérica y a la etapa romana. En concreto, los trabajos tanto de prospección superficial como de excavación arqueológica evidencian una ocupación durante la Primera Edad del Hierro, seguida por otra en la etapa celtibérica, con una continuidad en época romana, según informó ayer la Delegación Territorial de la Junta.

PLANTA CIRCULAR
Las excavaciones efectuadas en el yacimiento con motivo del proyecto de ejecución de la autovía del Camino de Santiago, entre Burgos y León, en los años noventa del siglo pasado, permitieron documentar varias viviendas de la Primera Edad del Hierro de planta circular, que se ubicaban en las laderas del páramo.

De esta forma, es posible distinguir diferentes áreas funcionales como zonas urbanas, basureros y cenizales, estructuras de defensa y, posiblemente, la necrópolis indígena.


La campaña de excavaciones en este enclave arqueológico la desarrolla la Junta de Castilla y León a través de las consejerías de Familia e Igualdad de Oportunidades y de Cultura y Turismo, y se prolongará hasta el próximo día 8. En ella, participan 17 personas procedentes de la Société Archéologique de Bron (SAB) y el Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico (IMBEAC). El enclave se encuentra ubicado en el cerro de Las Cuestas, entre Osorno y lo localidad burgalesa Melgar de Fernamental.

9 de junio de 2015

Descubren un santuario de origen celta en Gete (Burgos)

Se trata de un altar rupestre con escaleras que acoge una cubeta donde se hacían los ritos sagrados y orientado hacia la salida y la puesta de sol en los equinoccios. Para poder conocer más datos sobre este lugar sagrado se ha presentado en la Junta de Castilla y León un proyecto solicitando autorización para proceder a su excavación y limpieza
El yacimiento de Gete está datado, según los primeros estudios, entre el año 1000 y el 750 a.C. FOTO: J.P.
De niña, María Victoria Palacios había jugado y merendado sobre ella con otros niños de Gete. Ahora, sabe que esa roca donde ha pasado parte de su infancia es un santuario celta y que pertenece a finales de la época de la Edad de Bronce o a principios de la Edad del Hierro, lo que le sitúa entre el 1000 y el 750 antes de Cristo. Su curiosidad por este mágico lugar se ha despertado hace poco, mientras estudia Historia en la Uned. «Por una coincidencia pensé que podía ser algo importante y se lo comenté a un profesor», recuerda Palacios. 

ELEMENTOS TÍPICOS DE LOS ALTARES RUPESTRES
Fue cuando el arqueólogo y miembro de la Academia, Ignacio Ruiz Vélez, le acompañó a ver el lugar y observaron en él una serie de elementos típicos que presentan este tipo de altares y que son estar sobre una roca, tener unas escaleras y acoger un lóculo o laciculo, o lo que es lo mismo, una cubeta donde se hacían los ritos sagrados por los celtas. Otra característica más es su orientación, hacia la salida y la puesta de sol en los equinoccios.


Todo ello ha conducido a afirmar que se trata de un altar rupestre, con más de dos mil setecientos años, aunque como otros ejemplares hallados en la península, ha podido tener un uso posterior, incluso hasta la época romana. Para poder conocer más datos sobre este lugar sagrado y para poderlo poner en contexto con otros descubrimientos de la zona, como unos grabados aparecidos en Carazo, se ha presentado en la Junta de Castilla y León un proyecto solicitando autorización para proceder a su excavación y limpieza.
 

LABORES DE LIMPIEZA PREVIA
Este altar celta se encuentra en la localidad de Gete, perteneciente al municipio de Pinilla de los Barruecos. Está en una finca pública, a la que se accede a través de fincas privadas, y se sitúa próximo al núcleo urbano de Gete. Actualmente está rodeados de árboles y maleza, por lo que para poder seguir investigando sobre él es necesaria una limpieza previa. La idea del equipo que está trabajando en este proyecto es poder llevar a cabo esas labores durante el próximo mes de agosto. Otra de las líneas que se investigará es si se trata de un santuario fronterizo.

Dos de los santuarios celtas más importantes que se encuentran en la península son el de la localidad portuguesa de Panoias y el de Ulaca, en Ávila. Ahora habrá que esperar a los estudios para conocer la relevancia de este gran hallazgo en Gete, que podría ser un atractivo turístico para la zona y podría revelar más datos sobre los pobladores que habitaron en ella hace casi tres mil años.

(Fuente: DIario de Burgos / B. Antón)

2 de febrero de 2015

Descubren restos de la Edad del Hierro en el islote de San Martiño, en Cambados (Pontevedra)

Los arqueólogos han encontrado en el islote de San Sadurniño piezas de cerámica datadas entre los siglos VII y IX a.C., los más antiguos documentados en Cambados.
Los técnicos han constatado también que el torreón que preside el islote es de origen medieval, aunque no descartan que pudiera asentarse sobre la estructura de otro anterior. FOTO: MARTINA MISER / LA VOZ DE GALICIA 
Las sospechas se confirman. En el islote de San Sadurniño (Cambados) hubo presencia humana entre los siglos VII y IX a.C.. El equipo que dirige el arqueólogo del Concello de Cambados, Ángel Acuña, acaba de descubrir varias piezas de cerámica que, en una primera inspección, han datado en la primera Edad de Hierro, esto es, entre los años 600 y 800 antes de Cristo.

El descubrimiento ha sido recibido con entusiasmo por los arqueólogos pues hasta ahora no había pruebas que avalaran esta tesis. Además, estas pequeñas piezas encontradas entre la tierra suponen el hallazgo arqueológico más antiguo de cuantos hay documentados en Cambados.

PRUEBAS DEL MEDIEVO
Además de estas excepcionales cerámicas, los técnicos han recogido en San Sadurniño otros restos que constatan lo que ya se daba por hecho; que allí hubo un asentamiento humano posterior, correspondiente al Medievo moderno, asociado a la torre que preside el islote. Y más que podrían aparecer. 


Desde hace semanas un equipo de cuatro personas elabora el levantamiento topográfico en la isla con la finalidad de realizar una planimetría amplia y detallada y acometer la limpieza y la documentación de los perfiles arqueológicos. Y los trabajos continuarán todavía durante un mes, aproximadamente.

TAPAR LO EXCAVADO
Una vez concluyan las excavaciones y limpiezas está previsto instalar en diversos puntos de los lindes perimetrales de la isla jaulas metálicas rellenas de piedra para proteger los restos que han salido a la luz de los efectos de los temporales y, en consecuencia, evitar su deterioro. 

Las mareas del año pasado dejaron al descubierto restos óseos y de cerámica
en el islote. FOTO: MARTINA MISER.
El año pasado, las mareas se llevaron parte de la arena de este litoral dejando al descubierto restos óseos y de cerámica, y en el Concello de Cambados no quieren que esto vuelva a ocurrir. Y como quiera que no hay dinero para seguir excavando y tampoco hay unanimidad entre los técnicos respecto a la conveniencia de seguir removiendo la tierra, se ha optado por ocultar este patrimonio, sin perjuicio de que en el futuro se puedan ampliar estas prospecciones.

DESCARTAN QUE LA TORRE SEA COETÁNEA A LAS DE CATOIRA Y A LANZADA
Además de los hallazgos mencionados, los trabajos que se están haciendo en San Sadurniño le permiten al arqueólogo del Concello llegar a otra conclusión: la torre que preside el islote se construyó entre el siglo XV y el siglo XVI, «lo cual no descarta que hubiera otra torre con anterioridad», explica Acuña.

Hay otros factores a considerar a la hora de hacer este diagnóstico, como por ejemplo el tamaño de los sillares y la decoración pétrea que se observa en la vieja torre, que se asemeja a la de las ruinas de Santa Mariña Dozo.

En su opinión, no hay referencias documentales ni pruebas físicas que permitan afirmar que la de San Sadurniño pertenezca a la red de torres defensivas levantadas en la ría en el siglo XI para proteger la costa de las incursiones vikingas, caso de la de A Lanzada, las de Oeste en Catoira o la desaparecida de Cálago en Vilanova. «Esta torre no domina la lejanía como pasa con las otras», apunta Acuña.

Con todo, el arqueólogo no descarta que la torre medieval tuviera su origen en una estructura anterior. La única forma de comprobarlo sería excavando los cimientos de la misma, pero esta operación es de máxima dificultad teniendo en cuenta que el suelo sobre el que se asienta la torre es de roca. Tampoco parece que esta vaya a ser una prioridad del Concello.

(Fuente: La Voz de Galicia / Bea Costa)

29 de diciembre de 2014

Localizan un yacimiento arqueológico inédito en Begur (Girona)

Los restos cerámicos indican que el lugar se frecuentaba durante el calcolítico-Bronce inicial, aunque los arqueólogos calculan que cuando tuvo una actividad más importante fue en el periodo de transición entre la Edad del Bronce y la del Hierro antiguo, momento en el que al parecer hubo un asentamiento que ocuparía la parte alta del cerro y su vertiente meridional, como mínimo.
Estructura de piedra seca en el yacimiento de Begur. FOTO: EFE
Un equipo de arqueólogos y geólogos gerundenses han localizado un nuevo yacimiento del periodo de transición entre la edad de bronce y la de hierro entre el Turó d'Aiguablava y Sa Punta d'es Mut, en Begur (Girona), según se ha publicado en la revista del Institut d'Estudis del Baix Empordà. Centenares de restos arqueológicos se encuentran dispersos en una gran extensión de unos 70.000 metros cuadrados propiedad del Parador Nacional d'Aiguablava, lo que ha evitado que se construyera en la zona y que se hayan podido conservar los restos.

El origen de la investigación está en el hallazgo por parte de uno de los arqueólogos de del equipo, de una postal en la Biblioteca de Catalunya que el pre-historiador Lluis Pericot i Garcia (1899-1978) mandó a un maestro y discípulo de Begur, Lluis Esteva i Cruañas (1906-1994) informándole que "els amics de Girona" habían encontrado cerámica a mano y a torno. Las indicaciones que le dio en una segunda carta apuntan a la localización en torno al espacio que ocupa el Parador de Turismo, inaugurado en febrero de 1966.

Las visitas hechas a la zona por los arqueólogos gerundenses, Francesc Aicart, Enriqueta Pons, Xavier Rocas y por el geólogo Carles Roqué, constataron la existencia de vestigios antiguos que documentan la presencia humana en este lugar en distintas épocas. Los restos cerámicos indican que el lugar se frecuentaba durante el calcolítico-Bronce inicial, aunque calculan que cuando tuvo una actividad más importante fue en el periodo de transición entre la edad del bronce y la del Hierro antiguo, momento en el que al parecer hubo un asentamiento que ocuparía la parte alta del cerro y su vertiente meridional, como mínimo.

ESTRUCTURAS DE PIEDRA SECA
A pesar de que por motivos desconocidos el asentamiento se abandono en el siglo VI antes de Cristo, también se ha constatado que en la primera mitad del siglo XVIII la zona fue transformada por cultivos de bancales, donde todavía se conservan algunas paredes de piedra. La ubicación del asentamiento, con acantilados al sur y al este, y la imposibilidad de acceder a él por tierra por el oeste, lo hacían de fácil defensa, y sus rellanos naturales y el estar a cubierto del viento de tramontana lo convertían en un buen lugar para establecer un asentamiento humano.

Sobre la vertiente sur del cerro se han identificado varias estructuras de piedra seca que coinciden con los lugares donde hay más restos arqueológicos, y los expertos creen que podrían ser restos de zócalos de cabañas o de otras estructuras relacionadas con la actividad agrícola. En los lugares donde aparecen vestigios de muros antiguos y donde hay una mayor concentración de restos arqueológicos han parecido fragmentos de arcilla y paja que podrían corresponder a restos de tapia de antiguas construcciones, y se han localizado una abundante presencia de guijarros elipsoidales redondeados de entre 3 y 9 cm de diámetro que podrían haber sido pavimentos de suelo de las cabañas.

También han aparecido fragmentos de cerámica a mano de ollas, vasos de grandes dimensiones y bandejas, datados de entre el 2.200 a.C hasta el S.VI aC, y cerámica hecha con torno de finales del S.VII y la primera mitad del S.VI aC. Según señala la publicación, los expertos han estudiado e inventariado unas setenta piezas de cerámica, y parte de ellas han quedado en el Archivo Municipal de Begur (Girona).

18 de diciembre de 2014

Las obras de un centro comercial destapan una nueva necrópolis en San Fernando (Cádiz)

Por el momento se han exhumado una treintena de enterramientos. La actuación arqueológica se ha ampliado mientras se realiza el trabajo de catalogación de los restos hallados. Existen indicios de que estaría enmarcada en la II Edad del Hierro aunque por el momento no se ha especificado nada sobre esta cuestión.
Restos encontrados en la necrópolis neolítica de Camposoto, en San Fernando. Foto: DIARIO DE CÁDIZ
Las excavaciones arqueológicas que se están desarrollando en la parcela que se convertirá en el futuro polígono comercial de Janer a la entrada de San Fernando, se encuentran en un momento crucial de la intervención tras hallarse más de una treintena de tumbas en el lugar.

Un hecho por el que desde Zona Franca ya se ha tomado la determinación de ampliar la actuación mientras que actualmente los trabajos se centran en la catalogación de los restos hallados.

La primera fase de estos trabajos finalizaron en el pasado mes de octubre y se han concluido con una hallazgo cuya importancia aún se está valorando.

Por el momento no se han dado más detalles pues el proceso no está muy avanzado, aunque se espera poder ampliar la información a lo largo de los próximos días.

Hay que recordar que esta posibilidad ya se recogía en la carta arqueológica de San Fernando. Según este documento en Janer podría estar ubicada una nueva necrópolis con decenas de enterramientos. Existen indicios de que estaría enmarcada en la II Edad del Hierro. Si bien por el momento no se ha especificado nada sobre esta cuestión.


Precisamente en el informe de la catas no se recogía nada al respecto y sólo se destacaban dos zonas en las que se debía prestar especial atención, aunque en principio alejadas de la categoría que se encuentra en la carta arqueológica.

En una de ellas sí que se especificaba la necesidad de realizarse una excavación más profunda para comprobar su importancia, mientras que en la otra tan sólo se deberían de llevar a cabo labores de control para comprobar los posibles restos.


VARIOS HORNOS PÚNICOS
De esta manera ha sido en la primera zona, la que está más cercana a la carretera, donde presumiblemente se habrían realizado los hallazgos. Aunque en las catas lo que se recogía era la posibilidad de que existieran restos púnicos. De hecho, además de las tumbas también se han hallado varios hornos púnicos.

Respecto a la otra zona, lo que se presupone es que existan restos romanos aportados en deposición secundaria. Habrían llegado allí como consecuencia de movimientos o vertidos a nivel.

Incluso se aporta una posible datación de estos restos que se enmarcarían entre el siglo primero antes de Cristo y siglo primero después de Cristo. Pero en este caso no se tiene que realizar una actuación determinada, tan sólo labores de control para comprobar los restos que se vayan encontrando.

Pero ahora mismo los trabajos se centran en determinar la importancia de las tumbas halladas y en realizar la catalogación de los restos. Algo que no es sencillo y que precisa su tiempo, por lo que también se está realizando una nueva planificación de las actuaciones que ahora se deben acometer en Janer.

15 de diciembre de 2014

Descubren un cementerio de mujeres de "alto estatus" en la necrópolis íbérica de Andorra (Teruel)

El análisis de ajuares y huesos arroja resultados inéditos en la arqueología protohistórica peninsular. Los seis túmulos funerarios encontrados a 400 metros del yacimiento ibérico andorrano de El Cabo pudieron albergar exclusivamente restos de mujeres que murieron con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, posiblemente con un elevado estatus social a juzgar por la riqueza de los ajuares depositados en las urnas con las que en la Edad de Hierro se distinguía a la gente pudiente.
Los arqueólogos extraen las dos urnas aparecidas en el túmulo | FOTO: J. A. Benavente/ DIARIO DE TERUEL.
Tras los trabajos de excavación, consolidación y puesta en valor de la necrópolis -realizados entre los años 2005 y 2006 bajo la dirección de los arqueólogos José Antonio Benavente y Fernando Galve-, en los dos últimos años un equipo de investigadores ha analizado los restos recuperados en la excavación. Tanto el estudio de los ajuares metálicos depositados en las urnas, realizado por el investigado Raimon Graells, del Museo de Mainz (Alemania), como de los restos humanos calcinados, realizado por el antropólogo Ignacio Lorenzo, del Gobierno de Aragón, coinciden en una misma atribución de género para los restos humanos allí depositados. De esta forma, todo parece indicar que se trata de un cementerio en el que se enterraron exclusivamente mujeres jóvenes y con un buen estatus social.

"Ha sido una sorpresa para nosotros mismos", reconoció el gerente del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, José Antonio Benavente, quien explicó que los ajuares son brazaletes, fíbulas y anillas de pequeño tamaño que se corresponderían con adornos femeninos. En cuanto al estudio de los huesos, se trataría de "personas gráciles", es decir "no musculosas ni fuertes", indicó el arqueólogo Salvador Melguizo, otro componente del equipo de investigación encargado de estudiar las urnas, las estructuras funerarias y el entorno del yacimiento. También ha participado la investigadora Alejandra Balboa, de la Universidad de Toulouse, que ha realizado análisis metalográficos de los ajuares.

"INÉDITO EN LA ARQUEOLOGÍA PROTOHISTÓRICA PENINSULAR"
El hecho de que solamente hayan aparecido elementos decorativos del cuerpo femenino es "inédito en la arqueología protohistórica peninsular", aseveró Benavente. Ello "plantea numerosos interrogantes de tipo sociocultural y ritual, de difícil explicación por el momento, y abre nuevas líneas e hipótesis de trabajo que habrá que confirmar mediante excavaciones en otras necrópolis de características muy similares ya localizadas en los valles del Guadalope y del Bergantes". 


Panorámica de la necrópolis ibérica de El Cabo, formada
 por seis túmulos circulares. FOTO:  C. Piazuelo DIARIO DE TERUEL 
En concreto, el experto se refiere a dos cementerios ibéricos, en Aguaviva y en la Ginebrosa, ambos marcando la ruta de comunicación histórica por el cauce del río Bergantes. "Allí habría que volver a hacer estudios de ajuares y de huesos", indicó Benavente. "Sería la mejor forma de confirmar si este fenómeno se da en otros yacimientos", señaló el máximo responsable de la Ruta Íberos en el Bajo Aragón, a la que pertenece la necrópolis. Otra posibilidad sería que la necrópolis andorrana fuera más grande y, por la erosión, solo se conservasen seis tumbas

"Si aceptamos que existe un cementerio femenino, tenemos que aceptar que hay uno masculino no muy lejos", dijo Melguizo, que se llegó a plantear que "todo esto fuera un error y fuéramos incapaces de diferenciar el sexo de los individuos solo por los ajuares y por los restos sólidos". Y es que "estamos trabajando con cenizas", por lo que "resulta muy complejo" y más si la investigación "es más bien voluntariosa que con medios materiales: no tenemos capacidad de investigaciones de ADN" por falta de financiación.

DOS URNAS EN UN TÚMULO
Uno de los seis túmulos -todos ellos planos y de planta circular- conservaba dos urnas funerarias que fueron depositadas al mismo tiempo, lo que da la clave de que las cenizas de dos mujeres habrían sido depositadas al unísono. "No es muy habitual en la Edad de Hierro, donde empiezan a aparecer tumbas individuales donde el poder de los individuos -forjado a base de intercambios comerciales- se demuestra con riquezas", dijo Melguizo. "Que haya dos urnas juntas puede deberse a que haya una relación familiar muy directa entre individuos", interpretó el arqueólogo.

Preguntado por si le sorprende la edad de la muerte de estas chicas, Melguizo explicó que la esperanza de vida de la época era de 40 años por la dureza de aquellos tiempos.

EL CEMENTERIO NO ES DE "EL CABO"

En plena excavación, en el año 2005, la necrópolis ya arrojó la sorpresa de que, pese a que se encontraba junto al yacimiento de El Cabo -localizado por Endesa en la mina a cielo abierto Corta Barrabasa y trasladado pieza a pieza hasta el parque de San Macario-, ambos no se correspondían en el tiempo. Mientras que el cementerio se sitúa sobre el 600 a.C., el poblado es del 450 a.C.

En este sentido, en la última investigación se ha aprovechado también para realizar prospecciones con un radio de tres kilómetros a la redonda con las que se han localizado varios yacimientos por excavar. "En todo lo que es la Val de Ariño hay un pequeño curso de agua, un pequeño arroyo" que favorecería el asentamiento de núcleos poblacionales, explicó Benavente.

(Fuente: Diario de Teruel / Marcos Navarro)

15 de octubre de 2014

Descubren una estructura urbana única en el castro celtíbero de Laguna del Cañizar (Teruel)

Las viviendas del castro no estaban pegadas a la muralla como en los demás castros de la Edad del Hierro, sino que dejaban un espacio con una anchura por la que podía pasar un carro. También se han descubierto bloques ciclópeos en la cimentación de la muralla y un embarcadero.
Esta trama urbanística se ha calificado de "única" en los poblados de la Edad del Hierro. FOTO: EUROPA PRESS.

El equipo de arqueólogos y estudiantes de arqueología de la Universidad Complutense de Madrid en la campaña de excavación que están realizando en el castro de El Cerrito de la Laguna del Cañizar (Teruel) está descubriendo la existencia de una estructura urbana única entre los poblados celtíberos de la Edad de Hierro. Las casas no estaban pegadas a la muralla. 

El investigador y arqueólogo asociado a la Universidad Complutense de Madrid, Jesús Francisco Torres Martínez, valoró este descubrimiento hecho y lo calificó como "único". El investigador explicó que las casas se construyen pegadas a las murallas, pero no es el caso del castro El Cerrito, ya que hay un espacio por el que podía pasar un carro y esto se tiene que clarificar, así como si se extiende por todo el poblado".

En esta línea, Jesús Francisco Torres Martínez, apuntó la hipótesis de que como el poblado estaba en la laguna de El Cañizar, como un espolón, que se metía dentro del humedal, sus habitantes pudieran dejar este espacio para combatir la humedad y que no perjudicara el grano.

TAMAÑO DEL NÚCLEO URBANO
El investigador y arqueólogo, Jesús Francisco Torres Martínez, señaló que la tercera campaña arqueológica en el castro El Cerrito en la laguna del Cañizar en Cella tiene como objetivos realizar unos sondeos con el fin de establecer el tamaño del núcleo urbano, así como la trama que tenía y que tipo de viviendas. Asimismo apuntó que se persigue hasta que etapa estuvo ocupado este castro.

La tercera campaña de excavación arqueológica en El Cerrito de la Laguna del Cañizar se inició el pasado 9 de octubre y terminará el próximo 19 de octubre. La organización corre a cargo del Ayuntamiento de Cella y en la campaña están participando en total 11 personas, 7 de ellas alumnos de arqueología y graduados de la Universidad Complutense de Madrid.


El director de la campaña arqueológica comentó que estaban trabajando en el yacimiento de El Cerrito en el área de la muralla y de las edificaciones más próximas a la muralla y es en la realización de estos trabajos cuando han podido descubrir la singular trama urbana, que es diferente a la trama de otros castros. "Lo que estamos haciendo es intensificar los esfuerzos en saber qué tipo de estructura interna tenía el poblado".

CIMENTACIÓN CICLÓPEA DE LA MURALLA
Para el director de la excavación destaca, además del descubrimiento de la estructura urbana del poblado, la cimentación de la muralla, que tiene unos bloques ciclópeos, lo que supone un trabajo enorme para su desplazamiento y la realización de un gran esfuerzo colectivo, lo que hace imaginar el papel que ejercía el poblado en una zona muy rica agrícola y ganadera y en una laguna que abarcaba una gran extensión, por lo que había una comunicación con barca hasta que se desecó el humedal entr los hoy municipios de Cella, Villarquemado y Santa Eulalia del Campo. 

EMBARCADERO
"Las ruinas del castro sirvieron durante siglos como embarcadero", comentó. El castro del Cerrito de la Edad de Hierro abarca un periodo 400 años antes de Cristo y el cambio de era. El yacimiento se encuentra muy expoliado y dañado, ya que las piedras han servido para hacer diferentes obras a lo largo de los siglos. No obstante en los trabajos de excavaciones está permitiendo que aparezca material cerámico, que tras su análisis en la Universidad se mandará al Museo de Teruel.

PODRÍA SER VISITABLE
El investigador y arqueólogo asociado a la Universidad Complutense de Madrid, Jesús Francisco Torres Martínez, valoró muy positivamente el proyecto que comparten el Ayuntamiento de Cella y de Villarquemado de que el yacimiento del castro El Cerrito pueda ser visitable y potenciar de esta manera el patrimonio arqueológico del yacimiento ubicado en la laguna del Cañizar. Se tiene constancia que durante la Edad Media El Cerrito estuvo ocupado, ya que se han recuperado cerámicas cristianas y musulmanas. El Cerrito fue excavado por primera vez en 2012.

(Fuente: Diario de Teruel)

5 de agosto de 2014

Aparecen los primeros materiales arqueológicos en el yacimiento de Dessobriga

Los primeros sondeos arqueológicos entre los términos de Osorno (Palencia) y Melgar de Fernamental (Burgos), en busca de la huella de la antigua ciudad de Dessobriga, han dejado al descubierto restos cerámicos y de edificaciones de la Primera Edad del Hierro, además de materiales celtíberos y romanos.
En una de las catas ha aparecido el muro de una cabaña circular- Foto: Antonio Quintero / El Norte de Castilla
Fíbulas y monedas de bronce, restos de cerámica, canicas celtibéricas y restos de edificaciones y sistemas defensivos certifican que este yacimiento arqueológico estuvo ocupado entre la Primera Edad de Hierro, desde el siglo VIII a.d.C, hasta el siglo III de nuestra era, según ha detallado la directora del proyecto arqueológico, Margarita Torrione.

"Estamos empezando, habrá conclusiones, pero ya sabemos que un pueblo como Osorno la Mayor guarda una rica historia", ha agregado la historiadora.

El yacimiento, situado en el cerro de Las Cuestas, entre Osorno (Palencia) y Melgar de Fernamental (Burgos), fue descubierto en 2001 a raíz de las obras de las autovía del Camino de Santiago y desde entonces se han realizado prospecciones geomagnéticas y vuelos aéreos que han servido para documentarlo y hacer un mapa de su extensión, que suma casi 200 hectáreas.


Trabajos previos a los primeros sondeos y excavaciones que realiza estos días un equipo hispano-francés, formado por 17 personas, dirigidos por Torrione y dos arqueólogos, Javier Abarquero y Jaime Gutiérrez.

En concreto se han abierto cuatro catas, cada una correspondiente con una de las etapas de ocupación de Dessobriga, para documentar los restos romanos, vacceos y de la Edad del Hierro, en las que se han encontrado una moneda de bronce acuñada en Roma, monedas de Marco Antonio y Lépido, fíbulas del periodo vacceo, entre otros hallazgos.

En una de las catas ha aparecido ya el muro de una cabaña circular del siglo VIII a.d.C. y un banco corrido con los adobes, mientras que en otra se trata de recuperar restos de la muralla y empedrado romano, ha explicado Abarquero.

(Fuente: EFE / Fotos: El Norte de Castilla)