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8 de octubre de 2013

Identificadas tres nuevas tumbas del periodo altomedieval en el yacimiento de La Genestosa (Salamanca)

Los enterramientos, localizados en el curso del arroyo del mazo del Prado Álvaro, sugieren la existencia de "una intensa actividad humana" en esta zona durante el periodo postromano, según fuentes de la Universidad de Salamanca (USAL).
Arqueólogos de la Universidad de Salamanca y el CSIC han trabado juntos en esta campaña. Foto: Salamanca 24 horas.
La campaña de excavaciones arqueológicas desarrollada en el yacimiento de época altomedieval de La Genestosa, en la localidad de Casillas de Flores (Salamanca), ha concluido con la identificación de tres nuevas tumbas del periodo altomedieval en el entorno del asentamiento.

Los enterramientos, localizados en el curso del arroyo del mazo del Prado Álvaro, siguen el modelo del poblado excavado en el yacimiento y sugieren la existencia de "una intensa actividad humana" en esta zona durante el periodo postromano, según fuentes de la Universidad de Salamanca (USAL).

Estas labores las ha llevado a cabo un equipo de investigadores españoles y portugueses de la Universidad de Salamanca (USAL) y del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Los arqueólogos, codirigidos por Iñaki Martín Viso y Rubén Rubio Díez, han profundizado desde el pasado 16 de septiembre y hasta el 5 de octubre en los sondeos realizados en la expedición del año anterior, por la que se reconoció un pequeño poblado y en el que se han excavado un par de estructuras, posibles viviendas.


FASE ROMANA
En esta campaña han documentado, además, "una posible fase romana del periodo altoimperial, siglos I-II d.C., que habría sido amortizada por un asentamiento de los siglos VI-VII, iniciada quizá en el siglo V", ha informado el profesor titular de Historia Medieval, Martín Viso, a través del área de Comunicación del Rectorado de la Universidad de Salamanca.

Entre los restos materiales hallados en el yacimiento hay algunos fragmentos de pizarras numerales, generalmente de datación post-romana (siglos V-VII). Se trata de pizarras con inscripciones numerales, que aparecen "frecuentemente" en los yacimientos de este periodo en la región suroriental de la meseta del Duero, pero que "generalmente carecen de contextos arqueológicos", ha apuntado la USAL.


OTROS DESCUBRIMIENTOS

También se han hallado cerámicas estampilladas, "propias de grupos sociales de cierto estatus", con acceso a redes de distribución de bienes que no estaban al alcance de toda la población. No obstante, predominan en la zona las cerámicas comunes, tanto de almacenamiento como de cocina.

Además, han podido identificar un muro perimetral que rodeaba a una de las estructuras excavadas, cuya función aún no está determinada, pero que podría vincular a un elemento de prestigio en este ámbito local, quizá relacionado con la captación y almacenamiento de excedentes, según la investigación.

Por último, el equipo de arqueólogos hispano-luso, en sus labores de identificación de las estructuras visibles en superficie en la zona, ha detectado una docena de posibles viviendas, que compondrían un pequeño poblado.

Aunque la explicación es "todavía muy provisional", los datos recogidos indican que "las gentes que vivieron en este poblado eran fundamentalmente agricultores o ganaderos, con diferencias sociales no muy marcadas; la presencia de pizarras numerales y de cerámicas estampilladas estaría desvelando la relación con grupos de mayor estatus, quizá externos a la población", ha explicado el profesor Martín Viso.

NUEVAS TUMBAS

Con las prospecciones del entorno se ha podido documentar tres nuevas tumbas en el curso del arroyo del Mazo del Prado Álvaro. Todas ellas aparecen "aisladas o formando pequeños núcleos de dos sepulturas" y se sitúan en las inmediaciones del arroyo y cercanas a estructuras visibles en superficie.

De esta forma, siguen el modelo del poblado que se ha excavado en el yacimiento de la Genestosa, donde se reconoce una tumba en la inmediata proximidad del poblado.

Parece, por lo tanto, que estas tumbas en las que se enterraban únicamente algunos individuos y no toda la comunidad "funcionaban como marcadores territoriales y como hitos de la identidad de las comunidades que estaban allí asentadas. Se trataría de ancestros recordados por los vivos, que servían para reclamar derechos sobre el paisaje", ha revelado Iñaki Martín Viso.

Los científicos sugieren como hipótesis más factible que se trate de un patrón que se repite constantemente en esta zona de la comarca del Rebollar, con uno o varios asentamientos que se extienden en torno al curso del arroyo, con apenas 300-400 metros de diferencia entre unos y otros.

COLABORACIÓN

El trabajo, del que quedan pendientes los análisis de los materiales recuperados y los resultados de diversas muestras, ha sido realizado por un equipo de arqueólogos españoles y portugueses y ha contado con la activa participación de algunos habitantes de la zona, cuya colaboración ha sido "fundamental", tal y como ha asegurado la USAL.

Como parte de esa "indispensable" conexión entre el conocimiento científico y la sociedad local el pasado sábado, 5 de octubre, se celebró una jornada de puertas abiertas a la que acudieron cerca de medio centenar de personas procedentes de los pueblos vecinos, a quienes se les expusieron los métodos de trabajo y resultados.

"Se trataba de generar cauces para que este trabajo forme parte del conocimiento de las gentes que viven en aquel entorno y que mejor lo pueden cuidar", ha apuntado la Universidad de Salamanca.

La campaña arqueológica se enmarca en el proyecto de investigación HAR2010-21950-C03-02, financiado por la Secretaría de Estado de Investigación.

(Fuente: El Economista)

29 de julio de 2016

Arqueólogos identifican asentamientos altomedievales en La Genestosa (Salamanca)

La campaña que la Universidad de Salamanca realiza en el yacimiento de ‘El Pueblito’, en la comarca salmantina de La Genestosa, ha descubierto estructuras en superficie de una comunidad campesina del S. VIII que podrían ser las primeras encontradas en la Meseta del Duero
Rubén Rubio Díez e Iñaki Martín Viso, investigadores principales del proyecto. FOTO: USAL.
“La historia escribe en las piedras, la piedra escribe la historia”, bien podría ser un lema de alguna de las casas de la exitosa serie televisiva ‘Juego de Tronos’. Pero no, se trata de lo que uno percibe en medio de la quietud de la dehesa de La Genestosa, localizada en la comarca de El Rebollar, al suroeste de la provincia de Salamanca y próxima a la localidad de Casillas de Flores. En este singular paraje de rebollos y suelo granítico Iñaki Martín Viso, investigador de Historia Medieval de la Universidad de Salamanca, trabaja desde 2012 identificando las huellas dejadas por núcleos poblacionales desde el inicio de nuestra Era Común, en el siglo I.

La novedad de esta cuarta campaña, desarrollada en el yacimiento de ‘El Pueblito’, es que las características de las estructuras halladas en las nuevas prospecciones sugieren que tal vez pudiéramos estar frente a los primeros vestigios encontrados en la Meseta del Duero de una comunidad campesina altomedieval del s. VIII, “período del que nunca hasta ahora se habían documentado ni encontrado restos en esta zona de la Península Ibérica”, explica Martín Viso a Comunicación Universidad de Salamanca. De ser así estaríamos ante todo un hito ya que se trata de un “fragmento profundamente desconocido y oscuro de la historia”, tanto que incluso “de esa falta de datos historiográficos y arqueológicos surgió una corriente que aboga por pensar en un despoblamiento generalizado de esta área tras el fin del período romano que se prolongaría hasta el momento de la repoblación en el s. XII”, subraya el profesor.


Con la prudencia que caracteriza a los hombres de Ciencia, Iñaki Martín muestra todas sus reservas y recuerda que hay que esperar hasta dentro de unos meses cuando los resultados de los análisis de radiocarbono de los sedimentos y cerámicas encontrados, junto con los paleomagnéticos (que ofrecen la historia geológica de un lugar determinado) y los palinológicos (que aportarán información sobre la vegetación y polen de la época) permitan una acotación cronológica exacta de los restos. “Es cierto que lo que hemos encontrado en esta campaña es diferente a las anteriores, pero hasta entonces no estaremos en disposición de poder afirmar nada”, ataja.

ESTRUCTURAS DE HÁBITAT ASOCIADAS A TUMBAS EXCAVADAS EN ROCA
Las prospecciones de años anteriores en el amplia área de la dehesa permitieron a los investigadores documentar restos de épocas romana (finales del s. I y s. II) y altomedieval (de finales del s. V a mediados del s. VII). Rubén Rubio Díez, arqueólogo de la USAL y codirector de la investigación, detalla que en los dos últimos sondeos abiertos en ‘El Pueblito’ se descubren estructuras de hábitat altomedieval claramente perceptibles en superficie y asociadas a “dos tumbas excavadas en roca localizadas a escasos metros de distancia que habíamos catalogado anteriormente y que hicieron que fijáramos nuestra atención en este lugar concreto. Queríamos saber más acerca de la relación entre los dos puntos”, explica.

Debemos viajar en nuestra mente, entonces, a un poblado rural campesino, articulado en torno al cauce del arroyo del Mazo de Prado Álvaro muy próximo a la frontera con Portugal. Para las gentes de esta zona marginal y aislada de las rutas de comercio las condiciones de vida se suponen en extremo duras. Con una actividad dedicada fundamentalmente a la agricultura y la ganadería y con altísimos porcentajes de mortalidad de mujeres en edad fértil e infantil.

Para esta comunidad, en la que un individuo de 30 o 40 años se encontraba ya en el ocaso de su vida, los espacios funerarios tendrían un valor añadido ayudándoles, tal vez, en la creación de la identidad del grupo residente, sirviendo de memoria de ancestros sobresalientes del grupo o, como una especie de marcador de derechos sobre el uso de espacios y los recursos de una zona determinada. Es significativo que las tumbas se sitúen próximas a los asentamientos y estén perfectamente señalizadas, “están diseñadas para que se vean”, aseveran los investigadores.

El reto ahora consiste en averiguar “si estos nuevos restos y estructuras halladas corresponden a los mismos momentos de ocupación datados en los yacimientos colindantes. Es decir, si son coetáneos o, por el contrario, pertenecen a diferente cronología” y, en ese caso, tratar de determinar “el tipo y función de los espacios y su modo de ocupación, así como su distinta cultura material que nos informará sobre el modo de vida de los que allí vivían”, añade Rubio Díez.

CERÁMICAS, TESTIGOS DEL TIEMPO
El contexto del suelo granítico en el que se cimientan los yacimientos constituye el principal obstáculo al que se enfrentan para recabar datos cronológicos que sitúen el asentamiento en una franja precisa de espacio y tiempo. La acidez propia de esta roca ha eliminado cualquier tipo de resto óseo, tanto humano como animal, que pudiera servir de patrón para la datación temporal.

Por ello, Martín Viso y Rubio Díez, junto con su equipo de investigación compuesto principalmente por doctorandos del grado de Historia de la USAL, así como por estudiantes procedentes de universidades mexicanas y portuguesas, se afanan en identificar los materiales y modos de construcción de las edificaciones, así como en recuperar fragmentos de metales y cerámicas domésticas. Serán precisamente estas cerámicas los ‘testigos del tiempo’, los elementos principales que situarán al equipo sobre la pista de la edad del asentamiento desenterrado.

En este sentido, Inés Centeno Cea, arqueóloga especializada en estudios cerámicos de la Universidad de Valladolid colabora desde el año pasado en las prospecciones de la USAL ayudando en la identificación de las cerámicas encontradas. La especialista señala que el modo de producción pseudoindustrializado, un poco ‘en serie’ por así describirlo, que se realizaba en época romana se verá interrumpido a partir del s. V con el colapso del Imperio. A partir de entonces, comienzan a facturarse piezas cerámicas mucho más manuales, en tornos más rudimentarios y con sistemas de producción más reducidos que presentan menor grado de belleza y perfeccionamiento técnico. Se tratará de producciones locales que tendrán escasos km. de recorrido e identificar fragmentos de este tipo en el sondeo permitiría acotar el tiempo.

“Los modos de facturación y de producción empleados en las cerámicas dejan evidencias en las piezas. Son perceptibles en sus paredes una serie de huellas de los instrumentos usados que nos ayuda a ajustar la cronología de las producciones, cotejando datos de acuerdo a la historia de la evolución de la cerámica”, argumenta la experta. A simple vista las piezas del yacimiento parecen indicar que son posteriores al s. V. ¿Podría tratarse del s. VIII? Nuevamente una llamada a la calma, “nos movemos en un espacio de tiempo muy impreciso y en una zona en la que no disponemos de guías fósiles que puedan situarnos. Tenemos que esperar a los análisis”, concluye Centeno.

‘EL REBOLLAR’ COMO MODELO SOCIAL POSTROMANO
En su conjunto, el trabajo de los investigadores de la Universidad de Salamanca en toda el área de la dehesa de la Genestosa, aportará información contrastada de un amplio período que permitirá ver los cambios y las transformaciones sufridas en varios siglos por aquellos “sectores sociales que no aparecen en los grandes relatos históricos, de los que nadie habla. De ese 99% de la población que no forma parte de la nobleza ni de las élites del poder de los comienzos de la época medieval”, matiza Iñaki Martín, responsable principal del proyecto.

Todas estas evidencias arqueológicas permitirán ver cómo se organizaban este tipo de comunidades en esos primeros siglos medievales en los que no había un Estado, un poder cercano, analizando un caso concreto a escala local. De momento, las actividades del ‘Grupo de Investigación Antigüedad Tardía y Alta Edad Media en Hispania de la Universidad de Salamanca’ ya han demostrado que la despoblación en esta zona de la Meseta del Duero no era tal. Que sí ha habido asentamientos continuados en el tiempo y en diferentes épocas. Comunidades rurales de las que tratan de esclarecer el tipo de aprovechamiento que hacían de su entorno natural y sus modos de vida.

Gentes a las que se les presuponen creencias profundas con la construcción de esas tumbas excavadas en piedra, una ardua labor que necesitaba de una planificación previa en el tiempo, una dedicación. Tumbas de las que todavía quedan interrogantes por resolver: ¿Estuvieron tapadas en algún momento? ¿Se compartían entre diferentes individuos de un mismo grupo? ¿Tendrían una finalidad temporal hasta que el cuerpo era trasladado a una necrópolis? No hay ni un sólo resto óseo encontrado que pueda confirmar o desmentir las teorías.

La dehesa de La Genestosa es en sí es todo un tesoro arqueológico que pone en valor el patrimonio histórico y cultural de la provincia de Salamanca. Un tesoro del que el granito se encarga de salvaguardar todo su misterio.

PARTICIPANTES DEL PROYECTO
La campaña de excavación se enmarca en el desarrollo del proyecto titulado “Colapso y regeneración en la Antigüedad Tardía y la Alta Edad Media: el caso del Noroeste peninsular”, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Iñaki Martín Viso y Rubén Rubio Díez son los directores del estudio en el que colaboran el CSIC y la Universidad Complutense de Madrid en los análisis palinológico y los estudios de paleomagnetismo, respectivamente, así como las investigadoras Inés Centeno Cea (Universidad de Valladolid) y Marina Vieira (Centro de Estudos Arqueologicos das Univesidades de Coimbra e Porto –CEAUCP-).

(Fuente: Noticias CyL)

19 de septiembre de 2024

Confirman «la singularidad» de dos fortificaciones romanas de A Coruña

El arqueólogo de la Universidad de Salamanca (USAL) José Manuel Costa coordina el proyecto ‘Roma en el Finis Terrae’ financiado por la Diputación de A Coruña y que estudia el inicio de la conquista romana en el noroeste de la Península. La investigación acaba de ser presentada en el principal encuentro mundial sobre arqueología militar romana ‘XXVI Congreso Internacional sobre la Frontera Romana’ en Batumi (Georgia)
 Francisco Alonso Toucido, Manuel Gago, Xosé Manuel Penas y José Manuel Costa durante la presentación de los resultados en la Diputación de A Coruña (Foto: Anxo Miján)

Desde finales del siglo pasado la arqueología militar romana en España ha vivido una verdadera revolución, lo que ha supuesto una importante mejora para la investigación española en este campo, muy retrasado respecto al de otros países de Europa. Si hacia 1990 únicamente se conocían 11 yacimientos militares romanos de época altoimperial en la zona norte de la Península Ibérica, en la actualidad, la literatura científica ya recoge cerca de un centenar de estos emplazamientos que han podido ser identificados y estudiados por medio de metodologías completamente renovadas.

En este contexto se sitúa el proyecto de investigación ‘Roma en el Finis Terrae’, que, coordinado por la Universidad de Salamanca y financiado por el Área de Cultura de la Diputación de A Coruña, se desarrolla con el principal objetivo científico de ahondar en el conocimiento de los momentos iniciales de la conquista romana en el noroeste de la Península. Una investigación que ha permitido confirmar “la singularidad de las fortificaciones romanas de Santa Baia (A Laracha) y El Castrillón (Touro) en A Coruña, erigidas en sitios arqueológicos previos, de la Edad del Hierro”, explica a Comunicación USAL José Manuel Costa, del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad de Salamanca y coordinador de la iniciativa.

El objetivo general del proyecto de investigación y divulgación -en el que también participa la Universidad de Santiago de Compostela y cuya ejecución arqueológica corre a cargo de la empresa Tempos Arqueólogos - persigue dar a conocer y poner en valor sitios militares del ejército romano en A Coruña. Para ello, el trabajo se concentró en el estudio de estos dos yacimientos singulares, descubiertos en los últimos años mediante técnicas de detección remota y excavados en 2023 por miembros del colectivo de investigación romanarmy.eu, también con el apoyo de la Diputación gallega.

Ahora, las últimas intervenciones arqueológicas en las zonas “han demostrado que estas fortificaciones romanas se levantaron y fueron abandonadas con rapidez”, destaca Costa García de entre las principales conclusiones obtenidas. Al respecto, el proyecto fue ejecutado mediante la combinación de técnicas de detección remota -como la fotografía aérea histórica y moderna, imágenes por satélite, LiDAR aéreo o fotogrametría, entre otras-, con prospecciones arqueológicas de superficie, excavaciones, prospecciones geofísicas o Sistemas de Información Geográfica (SIG).

Asimismo, con los datos obtenidos, los investigadores han elaborado detalladas recreaciones virtuales y materiales divulgativos accesibles para el público. Estas herramientas, junto a los resultados del proyecto acaban de ser presentados a la comunidad científica en el ‘XXVI Congreso Internacional sobre la Frontera Romana’, principal congreso mundial sobre arqueología militar romana, celebrado del 9 al 14 de septiembre en Batumi (Georgia).

Dos complejos sitios fortificados
Cabe destacar que el sitio de Santa Baia (A Laracha) presenta la particularidad de que en el mismo lugar existieron un castro de la Edad del Hierro y un campamento romano de unas 5 ha de extensión. Los trabajos arqueológicos confirmaron la presencia de una potente muralla en el primer caso que pudo datarse entre los siglos VI e III a. C., sin que puedan descartarse cronologías anteriores. Las intervenciones demostraron, además, que el campamento, como corresponde a este tipo de fortificaciones temporales, fue construido con rapidez, excavándose un foso y levantándose un parapeto de tierra detrás del mismo. Tras su abandono, se desmanteló con igual velocidad.

Por su parte, el sitio del Castrillón (Touro) es una fortificación de pequeño tamaño que cuenta con dos recintos defensivos con dos fases constructivas: la primera es un complejo sistema de terrazas que aprovecha los afloramientos rocosos locales; la segunda consistiría en una serie de parapetos levantados con piedra y tierra. Por el momento, las investigaciones parecen apuntar hacia una cuidada construcción del primer sistema antes de la llegada de los romanos (siglos V-IV la. C.), mientras que el segundo evidencia una rápida refortificación y ampliación de los espacios defensivos que se relaciona con la llegada de los romanos a la zona.

En palabras de Costa García, los objetivos científicos del proyecto “se han cumplido totalmente, ya que han logrado generar nueva información que nos permitirá entender mejor este complejo período histórico y hemos tenido ocasión, además, de testar distintas metodologías científicas que ayudarán a otros investigadores en el futuro”.

Con todo, el coordinador subraya que “no se puede olvidar que trabajamos en sitios muy difíciles de estudiar por su ocupación efímera y naturaleza perecedera, con la presión añadida de que su escasa visibilidad dificulta su conservación y gestión patrimonial”.

Un gran esfuerzo de visualización
Una de las líneas más destacadas del proyecto es el esfuerzo por producir materiales divulgativos que faciliten la socialización del trabajo de investigación. De este modo, el proyecto apostó por un conjunto innovador de productos para difundir la investigación, colaborando con profesionales de distintos ámbitos del sector cultural gallego que contribuyeron a hacer visibles las hipótesis de los arqueólogos en relación con los yacimientos de Santa Baia y El Castrillón.

Así, se incluyen ilustraciones artísticas a cargo del reconocido dibujante Alberto Taracido y detalladas recreaciones virtuales de las dos fortificaciones investigadas a cargo del Centro Infográfico Avanzado de Galicia (CIAG), integrado por Anxo Miján, Carlos Paz y Miguel Torre, que se plasman en vídeos e imágenes estáticas de alta resolución. Estos materiales se unen a otros generados durante el proceso de intervención por el equipo arqueológico, como son los modelos tridimensionales de las excavaciones.

“Las recreaciones permiten no solo crear empatía entre los ciudadanos y los yacimientos arqueológicos, sino que se convirtieron incluso en una herramienta para comprobar la viabilidad de algunas hipótesis del equipo de investigación”, señala el profesor de la Universidad de Santiago de Compostela y responsable de esta área Manuel Gago. “Optamos por echar mano de las tecnologías más realistas para modelar no solo los yacimientos, sino el paisaje de la época, en las recreaciones más ambiciosas de sitios militares romanos hechas hasta el momento en Galicia”, apunta.

Además, entre el material diseñado también figura un podcast realizado por el productor sonoro Jorge Lama que permite trasladar en formato conversacional los resultados en uno de los formatos narrativos con mayor crecimiento en los últimos años.

Presentación en la Diputación de A Coruña

La presentación pública de los resultados de ‘Roma en el Finis Terrae’ tuvo lugar el pasado 4 de septiembre en la Diputación de A Coruña. El acto contó con la participación de Xosé Luís Penas, diputado de Patrimonio; José Manuel Costa, profesor de la Universidad de Salamanca y coordinador del proyecto; Manuel Gago, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela; y Francisco Alonso Toucido, arqueólogo de Tempos Arqueólogos. 

6 de diciembre de 2022

Hallan restos de una máscara ritual egipcia enterrados en Salamanca hace 2.800 años

Los arqueólogos encontraron en el Cerro San Vicente una placa de pasta de vidrio decorada con oro. Era parte de un retrato de la diosa Hathor y "sin duda" egipcia. Es la segunda vez que la diosa Hathor aparece en la historia antigua de Salamanca. 
Pieza hallada en el cerro superpuesta sobre un modelo de retrato de la diosa Hathor. (Foto: A. Blanco / J. J. Padilla)

Hace casi 3.000 años un grupo de pobladores de la Edad de Hierro se asentó en el cerro de San Vicente y, aunque ellos no lo sabían, fundaron Salamanca. Esa colina esconde las primeras páginas de la historia de la ciudad y los arqueólogos modernos no dejan de buscarlas.

Cada campaña de excavaciones desvela un pedacito de la historia antigua de Salamanca y a cambio, como si fuera un juego, deja nuevas preguntas sin responder. La última: ¿por qué hay restos de la máscara de una diosa egipcia enterrados en el cerro de San Vicente?

El profesor de la Universidad de Salamanca Antonio Blanco ha participado en las excavaciones en el cerro. Explica que este verano encontraron "una placa de material llamado fayenza", a base de pasta de vidrio, que "posiblemente formaba parte de una taracea que se incrusta en un mueble o placa de madera". La taracea es una técnica decorativa consistente en encajar piezas de distintos materiales en un mismo soporte.

Pues bien, esa placa de fayenza "sin duda viene de Egipto. Esta hecha con pasta de vidrio y se ve un hilo de oro muy fino. Estaba quemada y arrancada del objeto originario, pero buscando paralelos, es muy posible que sea el final del bucle de una peluca de una cara humana y que sea de la diosa Hathor. Todo lo que está saliendo hace referencia a esta diosa".

Es la segunda vez que la diosa Hathor aparece en la historia antigua de Salamanca. Durante el verano de 2021, sin ir más lejos, encontraron un amuleto dedicado a ella. Ahora hallan un fragmento de un retrato de dicha diosa y surgen más preguntas: ¿cuándo llegó hasta aquí? ¿hubo cultos egipcios en Salamanca?

La primera pregunta es la más sencillo de responder. "Tenemos una fecha. Hemos aplicado una técnica llamada arqueomagnetismo, bastante precisa. Es del siglo VII antes de Cristo". Como referencia temporal, en aquel momento aún faltaban ocho siglos para que se edificara el Puente Romano.

El cómo apareció por Salamanca tampoco es un misterio: "hay cultos con objetos que han pasado de mano en mano y pueden haber venido desde Mondego, en Portugal, o desde la Ruta de la Plata. Las dos vías podrían funcionar".



El 'templo' del cerro de San Vicente
El amuleto de Hathor estaba "en un cenizal, en un basurero" de la Salamanca de la Edad del Hierro. Al excavarlos "vimos que salían cosas muy extrañas, que no se correspondian con la actividad cotidiana de las viviendas, sino demasiados objetos rituales".

Con la experiencia de 2021 en mente, este verano de 2022 "hemos excavado un edificio rectangular un poco extraño que pensamos que pudo ser un templo por sus características y su orientación, medida por arqueoastrónomos y por el tipo de materiales que han aparecido en el relleno dentro del edificio".

La lista de objetos encontrados en el subsuelo del templo es muy extensa: "dejaron piezas, objetos rotos... que eran parte de enseres litúrgicos y de parafernalia ritual. Hay cerámica egipcia de un ánfora, este trocito de fayenza..." Y a mayores, cerámica fenicia, llegada desde el Mediterráneo oriental y hecha a torno. "Esta gente importaba materiales hechos a torno, que se parecen a los de la Edad Media y a los de nuestra época. Son todo vajillas rituales. Hay pebeteros para quemar sustancias aromáticas, vajillas de comensalidad, vasitos individuales, jarras de vino... de cerámica fenicia".

La guinda fue el hallazgo de un diente de tiburón que parece "corresponder a una estructura relacionada con el culto". Quién sabe cuántas sorpresas más guarda aún esa colina.

22 de junio de 2011

La policía recupera en Úbeda (Jaén) un valioso cuadro del Siglo XVI

La Policía Nacional de Jaén recupera un valioso cuadro fechado en los primeros años del siglo XVI. La obra, atribuida al pintor flamenco Juan de Flandes, formaba parte del retablo de la capilla de la antigua Universidad de Salamanca, de donde desapareció en 1952. La guardaba en su casa un vecino de Úbeda.
El cuadro, que tiene un valor incalculable, ya ha sido entregado “en depósito” por la Comisaría de Jaén a la Universidad de Salamanca. De hecho, el rector envió una felicitación a los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), que realizaron la investigación y recobraron la obra. Se trata de un óleo sobre tabla, de más de ochenta centímetros de altura y que representa la imagen de dos santas. Formaban parte de un retablo mucho mayor del que tan solo se conservan las imágenes de Santa Apolonia y Santa María Magdalena.Fuentes judiciales cercanas al caso explican que la obra ahora recuperada “desapareció” durante unas reformas efectuadas en la capilla de la antigua Universidad de Salamanca. Durante casi sesenta años, el cuadro de Juan de Flandes, conocido por realizar varios retratos a la reina Isabel la Católica, estuvo perdido. La Policía de Jaén encontró su rastro en Úbeda, en concreto en la casa de F. L. F.. Fue en el marco de la operación “Profesor”, en el que los investigadores recobraron más de 500 piezas arqueológicas que la persona imputada almacenaba en su vivienda desde hace años. Había ánforas, capiteles, columnas, lucernas, monedas, esculturas e, incluso, urnas funerarias con restos óseos. Además, fue hallado un escudo heráldico que desapareció en 2006 de la “Casería Monsalve” de Úbeda. Igualmente, los agentes fotografiaron varios cuadros que colgaban en las paredes del edificio. Los expertos en arte de la Policía Nacional los estudiaron y comprobaron que uno de ellos podría ser el atribuido a Juan de Flandes y que desapareció en 1952. Así que volvieron a la casa de F. L. F. para decomisarlo. Tras la oportunas comprobaciones, la jueza que dirige la instrucción permitió a la Comisaría de Jaén entregar en depósito la obra a la Universidad de Salamanca.

(Fuente: Diario Jaén)

18 de enero de 2012

Hallan en la Cueva de Nerja (Málaga) el colgante más antiguo elaborado con un percebe

El descubrimiento de un grupo de investigadores de la UNED es el primer caso de ajuar localizado en la gruta y está datado hace unos 30.000 años 
El antecedente más primitivo hallado en la península ibérica de las actuales medallas o colgantes. Así se podría calificar el descubrimiento realizado en la Cueva de Nerja por un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y de las universidades de Valencia y Salamanca. Un pequeño trozo de concha de un percebe, de apenas dos centímetros de longitud, es esta valiosa pieza de aquellos primitivos ajuares, que confirman que los hombres del Paleolítico Superior, hace ahora unos 30.000 años, ya daban valor simbólico a elementos de su vida cotidiana.
 La pieza, de apenas dos centímetros de longitud, fue localizada
 en excavaciones realizadas en los 80. 
:: E. C. 
«Estamos ante poblaciones con gustos similares a los nuestros, en las que se valoraba el adorno corporal, quizá con un significado que puede estar en relación con la identidad del grupo al que pertenecían, al igual que ocurre actualmente con los adornos que portan diferentes personas y grupos de personas en nuestra sociedad», explica Jesús Francisco Jordá Pardo, profesor contratado doctor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED, quien pone como ejemplo los 'pins' que se colocan los jóvenes en sus vestimentas.
«El colgante sería utilizado como elemento de prestigio por parte de un integrante de aquel grupo humano que podría tener cierta importancia dentro de él, no sabemos si hombre o mujer. Pero, en cualquier caso debía ser un objeto que llamaba poderosamente la atención en el grupo, puesto que hasta la fecha no hemos encontrado nada parecido en ese momento, ni tampoco en momentos posteriores», continúa este especialista, quien añade que este colgante de percebe «significa que aquellos pobladores, que todavía no utilizaban los recursos marinos para su alimentación, sí que los usaban para su adorno corporal, con el riesgo que conllevaba su obtención».
El descubrimiento de esta pieza forma parte de un conjunto de elementos extraídos en las excavaciones realizadas en la gruta nerjeña con anterioridad a 1988, bajo la supervisión del profesor Francisco Jordá, ya fallecido, padre del docente de la UNED. Sin embargo, a pesar de que esta pieza se extrajo hace ya más de veinte años, su catalogación exacta y valoración histórica no ha sido posible hasta ahora, gracias a la labor de Jordá, junto a Bárbara Avezuela Aristu, doctoranda del Laboratorio de Estudios Paleolíticos de la UNED, y los doctores Esteban Álvarez Fernández, investigador Ramón y Cajal del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad de Salamanca, y Emilio Aura Tortosa, del departamento de Prehistoria e Historia Antigua de la Universidad de Valencia.
Los resultados de este hallazgo han sido publicados en una monografía de la Universidad de Wroclav (Polonia) con el título de 'Written in bones', cuya traducción sería 'Escrito en los huesos'. Los investigadores destacan la importancia de los yacimientos arqueológicos de la Cueva de Nerja para el estudio de la vida de los cazadores y recolectores del final del Pleistoceno Superior, es decir, del final de la época glacial.
La costa, a cinco kilómetros
«Hasta la fecha no se habían encontrado en todo el Paleolítico Superior colgantes realizados sobre este material, que es una placa del extremo de un percebe que, además, debió ser de un gran tamaño. En otros yacimientos, en épocas más recientes, se han encontrado restos de percebes, pero probablemente fueron utilizados para la alimentación, nunca con huellas de manipulación para servir de colgante», explica Jordá.
Así, la pieza correspondería al periodo del Gravetiense, hace unos entre 30.000 y 28.500 años antes de Cristo, «en una época mucho más fría que la actual, con la costa a más de cinco kilómetros de la línea que hoy conocemos y el nivel del mar unos 120 metros más bajo que el que ahora alcanza en la zona de Nerja», matiza Jordá, quien explica que en esa época también se usaban adornos hechos con pequeños gasterópodos, esto es, restos de conchas y otras piezas marinas.
(Fuente: Diario Sur / Eugenio Cabezas)

1 de diciembre de 2014

Hallan en Tútugi una mano que podría ser parte de una escultura similar a la Dama de Baza

El Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén ha documentado, además, 16 túmulos y ha aportado dos interesantes hipótesis sobre la fundación de la Necrópolis de Tútugi, en Galera (Granada). Doce años de trabajo culminan en un plan de puesta en valor del yacimiento y un libro que recoge los últimos hallazgos.
Ha sido hallada una mano que podría formar parte de una escultura mayor, similar a la Dama de Baza. (FOTO: INSTITUTO UNIVERSITARIO DE ARQUEOLOGÍA IBÉRICA).
Desde 1918, con los trabajos de Juan Cabré y Federico de Motos, no se había vuelto a hacer ninguna investigación arqueológica en la Necrópolis ibérica de Tútugi, uno de los yacimientos más importantes del mundo ibérico y la mayor de todas las superficies destinadas a fines funerarios por los iberos en la Península. Se consideraba que el yacimiento estaba agotado.

Sin embargo, en el año 2000 un equipo de especialistas coordinado por María Oliva Rodríguez-Ariza inició una serie de nuevos trabajos de investigación en esta necrópolis ibérica, situada en la actual Galera (Granada).

  • Más del 60% de los túmulos eran reconocibles, pese a que algunos se habían perdido.

Su labor en la zona ha durado doce años. Los resultados han sido recogidos en el libro La Necrópolis ibérica de Tútugi (2000-2012), presentado en el Museo Arqueológico Nacional el martes 25 de noviembre.


Junto a María Oliva Rodríguez-Ariza (Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén), en el libro participan trece investigadores, entre los que se encuentran Susana González Reyero (CSIC) y Manuel Pérez Gutiérrez, de la Escuela Politécnica Superior de Ávila (Universidad de Salamanca) , que participaron en la presentación junto a Teresa Chapa Brunet (UCM), autora del prólogo.


UN YACIMIENTO QUE SE CREYÓ AGOTADO Y NO LO ESTABA
Entre 1916 y 1918 se produjo un gran expolio del yacimiento. Según Teresa Chapa Brunet, catedrática de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, "la necrópolis ha sido durante mucho tiempo maltratada y expoliada por personas a las que les faltaban conocimientos y les sobraba necesidad, pero también por personas que tenían conocimientos y ninguna necesidad". Sin embargo, añade que "es un yacimiento inagotable, desde el punto de vista de la información".

Se han podido la investigar y documentar 16 túmulos y hacer una cronología de todas las sepulturas, que ha permitido ver la evolución cronológica de la necrópolis. Uno de los hallazgos más sorprendentes ha sido una mano que podría formar parte de una escultura de gran tamaño, posiblemente similar a la vecina Dama de Baza.

VARIEDAD DE TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS
Asimismo, se ha podido verificar la enorme versatilidad y variedad de las técnicas constructivas de los distintos túmulos. De los ajuares apenas quedan restos de urnas y vasijas grandes, ya que eran muy fáciles de vender. Por el contrario, se han encontrado gran variedad deplatos.

Además de por su indiscutible valor arqueológico, se trata de un yacimiento muy interesante para entender cómo fue afianzándose la arqueología a nivel científico en España en el siglo XX y los intentos de proteger los yacimientos frente al expolio y de legislar al respecto.

En definitiva, para comprender "el tránsito entre los aficionados locales y la creación de instituciones arqueológicas", como apuntó Susana González Reyero.


Otro aspecto muy interesante de este yacimiento es el estudio del sentido con el que fue construido. ¿Se piensa más en el cielo que en la tierra o al revés?, ¿es el más allá algo de vital trascendencia para los iberos que crearon este complejo?, ¿la astronomía tiene un papel importante al edificar la Necrópolis de Tútugi?

Las sepulturas más importantes están construidas con proporción áurea.
La investigación ha permitido saber que las sepulturas más importantes están construidas con proporción áurea, lo cual indica "notoriedad, distinción social", según señaló en la presentación Manuel Pérez Gutiérrez.

  • Asimismo, "se han encontrado las orientaciones astronómicas de muchos de los túmulos y todos excepto uno apuntan al poniente".

A la hora de excavar lugares que han sido expoliados con anterioridad el arqueólogo debe enfrentarse a distintas dificultades. Uno de los mayores problemas es que la estratigrafía puede encontrarse distorsionada. 

En un primer momento, se pudo encargar una cartografía de la zona y prospectar para localizar más túmulos, "pese a que algunos se habían perdido, más del 60% de los túmulos eran reconocibles, afirmó María Oliva Rodríguez-Ariza.

Respecto a las hipótesis que se manejan sobre la fundación de la necrópolis, la coordinadora del proyecto explicó que, tras las nuevas investigaciones, se manejan fundamentalmente dos, pero que necesitaría más datos para poder decantarse con total fiabilidad por alguna de ellas.

La primera es aquella que defiende que existe una única sepultura principal, la número 20. Donde aparece la Dama de Galera y donde estarían enterrados la mujer y el varón fundadores. La segunda explica que habría dos sepulturas fundamentales, la mujer estaría enterrada en el túmulo 20, mientras que el varón lo haría en el 11.

UN ESPACIO PARA IMPULSAR EL PATRIMONIO DE GALERA
"Entiendo la arqueología también en su dimensión social. Por ello creo que hay que dársela al pueblo y hacerle partícipe de ella. La idea ha sido siempre crear las condiciones para que el yacimiento pudiera ser visitado", afirmó.

Esta idea también fue corroborada por Teresa Chapa que señaló que "ahora la necrópolis es apreciable por toda la sociedad, no sólo por los eruditos que se dedican a ello. Galera es un lugar donde la historia nos rodea".

El empeño de Oliva Rodríguez-Ariza, la aportación económica de diversas instituciones, lideradas por el Ayuntamiento de Galera, y el esfuerzo de los especialistas implicados han sido permitido poner en valor este espacio.

La puesta en valor del espacio ha culminado en la creación de una zona acondicionada para ser visitada, a fin de recuperar un importante patrimonio arqueológico, poner en valor tierras baldías y fomentar el turismo rural y cultural en la zona, muy golpeada por la crisis y actualmente muy deprimida económicamente.

25 de abril de 2023

Convenio para el estudio arqueológico de cuatro campamentos romanos en A Coruña

La Diputación de A Coruña firma un acuerdo de cooperación con la Universidad de Salamanca para poner en marcha el proyecto «A chegada de Roma ao Finis Terrae».
Este programa incluye la investigación y difusión de los hallazgos arqueológicos en cuatro campamentos de la provincia. Son los de O Cornado, en Negreira; Santa Baia, de A Laracha; A Cova do Mexadoiro, Trazo, y Castrillón, en Touro.
Estos espacios fueron fortificaciones temporales que el ejército romano construía en el transcurso de sus marchas. BASILIO BELLO.

La Diputación de A Coruña y la Universidad de Salamanca promueven un estudio arqueológico de cuatro campamentos romanos en la provincia. Uno de ellos es el de Santa Baia, en A Laracha. En esa área, el Concello también pretende adquirir un castro de acuerdo con sus planes de protección y puesta en valor del patrimonio histórico y cultural.

El diputado de Cultura, Xurxo Couto, y el profesor de Arqueología de la universidad salamanquina, José Manuel Costa, formalizaron el acuerdo de colaboración entre ambas entidades para llevar a cabo el proyecto "A chegada de Roma ao Finis Terrae". Este programa incluye la investigación y difusión de los hallazgos arqueológicos en cuatro campamentos de la provincia. Son los de O Cornado, en Negreira; Santa Baia, de A Laracha; A Cova do Mexadoiro, Trazo, y Castrillón, en Touro.

Apuntan desde la Diputación que estos espacios fueron fortificaciones temporales que el ejército romano construía en el transcurso de sus marchas, bien por motivos defensivos, bien cuestiones de disciplina interna. Eran recintos simples delimitados por fosos excavados en el terreno, terraplenes y cierres. Son difíciles de identificar en los paisajes actuales, pero los estudios realizados mediante la tecnología LiDAR (Light Detection and Ranging) permitieron su localización ya hace unos años.

José Manuel Costa y su equipo iniciaron los trámites para que Patrimonio de la Xunta catalogase y protegiese estos yacimientos. Los promotores del proyecto consideran que muestran evidencias de un «aceptable estado de conservación».

La idea es llevar a cabo un estudio arqueológico por medio de técnicas de teledetección no destructivas y el diseño de iniciativas de divulgación y socialización con fines turísticos, culturales y educativos. El recinto romano larachés es de tamaño medio, de entre 4 y 7 hectáreas, y servía para alojar a entre 2.000 y 4.000 soldados. Podría ser de los años 29-19 antes de Cristo.

El alcalde, José Manuel Varela, considera esta medida un paso adelante en la puesta en valor del patrimonio cultural del municipio. De hecho, en la misma zona está el castro de Santa Baia, que el Concello ha decidido adquirir, como ya hizo con el menhir del monte de Santa Leocadia, en Erboedo, y que ya forma parte del Parque do Megalitismo, y el recinto castreño de Montesclaros, que está en proceso de excavación y promoción. Actualmente, el Ayuntamiento tiene en proceso la expropiación de los restos de las Torres de Cillobre.

El castro de Santa Baia, al nordeste de Soandres, está a 323 metros sobre el nivel del mar. La zona protegida en la que se actuará es de casi 30.000 metros cuadrados. Por su parte, el proyecto A chegada de Roma ao Finis Terrae que anuncia la Diputación irá acompañado de un programa de divulgación de los hallazgos.

4 de febrero de 2011

Jesús Liz: "Lancia alberga el único servicio de postas oficiales de la época augusta en la Península Ibérica"

Desde que el yacimiento fuera descubierto en el siglo XVI tan sólo se ha excavado el 5,5 por ciento del total de la urbe y sus alrededores.

El yacimiento de la antigua ciudad astur-romana de Lancia, situado en el término municipal de Villasabariego (León), alberga la única "mutatio", o servicio de postas oficiales, de la época augusta de la Península Ibérica y una de las pocas que aún se conservan del Imperio Romano.

Construido en el siglo I a.C en la época del emperador Augusto, el edificio servía de intercambio de correo oficial y fue utilizado para ese fin hasta el siglo IV d.C, ha explicado a Efe el catedrático de Arqueología de la Universidad de Salamanca, Jesús Liz, quien ha trabajado en esta zona desde 1997.

 Jesús Liz, catedrático de Arqueología de la Universidad de Salamanca.
Esta edificación es única en España, ya que hasta ahora existía una en el yacimiento de Mariturri (País Vasco) de la que se conservan únicamente las huellas de los muros, "pero ni una sola piedra".


Jesús Liz, que pronuncia hoy una conferencia en León, ha destacado la importancia de los restos que alberga este yacimiento, entre los que destacan varios edificios singulares que tienen una tipología poco habitual en otras excavaciones de Europa.

Lancia era un poblado prerromano del siglo I a.C., famoso por albergar restos de la ciudad astur más grande de Iberia, una gran urbe de unas noventa hectáreas de extensión con una importante historia bélica que vivió su época de mayor esplendor comercial con el asentamiento de la legión romana Legio VII, de la que posteriormente nació la ciudad de León.

Desde que el yacimiento fuera descubierto en el siglo XVI tan sólo se han excavado cinco de esas noventa hectáreas, una en la parte de arriba y cuatro en la de abajo, es decir, el 5,5 por ciento del total de la urbe y sus alrededores.


Yacimiento astur-romano de Lancia.
Las cuatro hectáreas pertenecientes a la parte de abajo han sido recientemente descubiertas como consecuencia de las prospecciones realizadas por las obras de la A-60, la autovía que unirá León con Valladolid, cuyo trazado atraviesa y amenaza el yacimiento, ha incidido.

Liz ha concretado que de los tres trazados posibles que se podían escoger para la construcción de esta autovía, el Ministerio de Fomento eligió "el que más afectaba al yacimiento", es decir, el que pasa por el centro de la urbe, a pesar de que el equipo de excavación presentó alegaciones a este proyecto explicando las dificultades arqueológicas.



Calles muy anchas con viviendas, termas, mercados, hospitales, áreas de basureros, instalaciones industriales con hornos, asentamientos militares y una amplia necrópolis de más de doscientas tumbas completan el resto de la ciudad, atendiendo tanto a los restos ya excavados hasta ahora como a las estimaciones realizadas.


"Da la impresión de que en esta ciudad todo el espacio no estaba ocupado con la misma intensidad", ha explicado Liz.

Las prospecciones eléctricas y magnéticas realizas en la parte superior han permitido descubrir zonas en las que los edificios están más apretados, "pero en seguida empiezan a espaciarse, de tal forma que no se puede comparar Lancia con otras ciudades en las que la población se calcula multiplicando el número de hectáreas por el de habitantes", como sería el caso de Pompeya (Italia).


"Teniendo en cuenta que las estimaciones más optimistas hablan de que en esa época hubo cuatro o cinco millones de habitantes en toda la Península Ibérica, la ciudad de Lancia, atendiendo a su escasa densidad de población, podría haber llegado a tener, como mucho, 5.000 habitantes", ha detallado.


Liz ha afirmado que, a pesar de no tener una gran población, Lancia, debió de ser durante los siglos I a.C. y II d.C una importante zona de éxito económico gracias al comercio con la Legio VII y a la explotación agrícola y ganadera del territorio, por estar situada entre los valles de los ríos Esla y Porma.

(Fuente: ABC)

16 de febrero de 2023

Un estudio avisa de "fracturaciones" en el dolmen de Menga

Aseguran que se trata de patologías no "dramáticas" pero que "sí requieren de una atención urgente" para su tratamiento
Interior del dolmen de Menga. / JAVIER FLORES (Antequera)

El libro Dolmen de Menga. Intervención de 2005-2006, coordinado por el profesor del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuán y publicado recientemente por la Editorial de la Universidad hispalense y la editorial Almuzara, refleja en uno de sus capítulos que dicha construcción megalítica, declarada Monumento Nacional en 1886, sufre "fracturaciones" en sus cobijas fruto de la "presión" que soportan las mismas. Ante ello, los científicos abogan por "un estudio geotécnico en profundidad", para esclarecer si tales fracturas "van a ir a más o no" y para averiguar "cómo corregirlas".

El volumen en cuestión, según explica el profesor Leonardo García Sanjuán, consta de 486 páginas divididas en 16 capítulos, que contienen un "amplio estudio multidisciplinar de todo el registro arqueológico" cosechado en las excavaciones acometidas entre octubre de 2005 y febrero de 2006 en este imponente monumento megalítico, buque insignia de los Dólmenes de Antequera, un enclave declarado Patrimonio Mundial en 2016 e indiscutible referente del megalitismo en Andalucía y en toda España.

Y es que además de los valores propios del enclave, que abarca también a las construcciones megalíticas de Viera y El Romeral, el dolmen de Menga está caracterizado por notables singularidades.

La alineación de su eje central, por ejemplo, no se corresponde con el lugar de salida del sol como resulta común en los megalitos del sur de la península Ibérica, sino con la Peña de los Enamorados, la montaña de silueta antropomórfica que domina el paisaje de la Vega de Antequera, contando por cierto con un abrigo decorado con pinturas rupestres, al que apunta precisamente el eje de Menga.

El citado estudio científico sobre el registro arqueológico obtenido de la intervención promovida en el dolmen de Menga entre 2005 y 2006 es fruto del trabajo de un equipo de 33 investigadores de España, Francia, Grecia, Portugal y Reino Unido; pertenecientes a las universidades de Alcalá de Henares, Atenas, Bretaña Sur, Córdoba, Durham, Granada, Jaén, Lisboa, Salamanca y Sevilla; así como a organismos como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), el Centre Nationale de la Recherche Scientifique (CNRS) o el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH). LAS "PATOLOGÍAS" DEL DOLMEN

Uno de los 16 capítulos del libro, como han explicado a Europa Press Leonardo García Sanjuán y el investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) José Antonio Lozano Rodríguez, como ponente de este apartado, se centra en el estado de conservación del dolmen, a cuenta de las "patologías geoquímicas" que presenta.

A tal efecto, José Antonio Lozano ha expuesto que el dolmen de Menga fue levantado con "rocas blandas o moderadamente blandas" y, desde su construcción varios milenios atrás, "ha tenido una continuidad de uso prácticamente constante", acogiendo además actividades "de todo" tipo.

Por ejemplo, ha detallado que allá en los siglos XIX y XX esta construcción megalítica fue utilizada para guardar "ovejas y cabras", extremo que "generó una gran erosión" en sus ortostatos o losas verticales "por el roce del ganado" contra tales piezas. Es más, incluso pesa constancia de "hogueras en el interior" del monumento, pues otrora fue usado como "refugio o vivienda".

Todo ello, según este miembro del CSIC, se ha traducido en "determinadas patologías" en las rocas que conforman el dolmen, como "costras" que en su mayoría reflejan "alteraciones químicas" de los materiales, "filtraciones de agua" o "el mal de la piedra", es decir la progresiva descomposición de las superficies pétreas.

"Fracturación" en las cobijas
Pero según José Antonio Lozano, las patologías de mayor envergadura detectadas en el dolmen de Menga están "relacionadas con la fracturación" observada en las cobijas del recinto, fruto de la "presión" que soportan, extremo que se aprecia "fundamentalmente" en las dos primeras cobijas de la galería, al no contar las mismas con pilares.

Al punto, José Antonio Lozano y Leonardo García Sanjuán indican que actualmente no se conoce "cuánto riesgo hay" en tales fracturas y si las mismas "van a ir a más o no", pues este estudio sobre el estado de conservación del dolmen y sus patologías constituye "un diagnóstico preliminar, que debe ser ampliado con un estudio geotécnico en profundidad". No sólo para aclarar si dichas fracturas "van a ir a más", sino especialmente para "saber cómo corregirlas", según precisan.

En ese sentido, Leonardo García Sanjuán reflexiona que se trata de "cuestiones que sin ser dramáticas, sí que requieren de una atención urgente" por parte de las autoridades, pues hablamos de patologías que "no han sido monitorizadas ni realmente controladas durante los últimos 20 años", pesando además la falta de "estudios en profundidad" sobre estas afecciones que sufre el dolmen de Menga.

Actuaciones con "repercusión"
A colación, García Sanjuán ha recordado el estudio promovido junto con la también investigadora del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Coronada Mora Molina, sobre las intervenciones realizadas desde 1840 en los dólmenes de Antequera, pues dicho trabajo arrojó la detección de al menos 26 actuaciones con "repercusiones para la integridad de los dólmenes y su entorno".

"Algunas intervenciones arqueológicas han sido muy agresivas", ha manifestado García Sanjuán, toda vez que aquella "revisión crítica" de las actuaciones acometidas en el enclave reflejaba, por ejemplo, que las excavaciones acometidas en el dolmen de Menga entre 1842 y 1847 por Rafael Mitjana y Ardison ya supusieron "la apertura de un nuevo acceso" o "la presumible acumulación de la masa tumular extraída en otra zona" diferente a la original.

Así, García Sanjuán ha aseverado que estas patologías deben ser "una de las prioridades" a la hora de planear las futuras actuaciones en el dolmen de Menga, un asunto a incluir "muy alto en la agenda de la gestión del monumento".

27 de julio de 2015

Confirman la existencia de una villa romana de los siglos. I-II d.C. en La Genestosa (Salamanca)

La tercera campaña de excavación del yacimiento de La Genestosa, en el término municipal salmantino de Casillas de Flores, confirman la existencia de una ocupación romana altoimperial, fechado entre los siglos I-II, posiblemente un asentamiento inferido a una villa. Además, el equipo de investigadores también ha podido documentar la existencia de una ocupación postromana (siglos V-VII) con al menos dos fases diferenciadas.
El yacimiento de La Genestosa durante una jornada de puertas abiertas. FOTO: WORD
Los trabajos, dirigidos por el profesor de Historia Medieval de la Universidad de Salamanca Iñaki Martín Viso y el arqueólogo Rubén Rubio Díez, han sido desarrollados del 1 al 21 de julio y se han centrado en el área denominada como El Cañaveral.

En este lugar se localiza un espacio residencial compuesto por aproximadamente una docena de estructuras, dos de las cuales han sido objeto de estudio, según informó ayer la Universidad de Salamanca (Usal).

La recuperación de numerosos fragmentos cerámicos, a la espera del examen de los materiales, corrobora esa cronología, lo que confirma «uno de los escasos yacimientos romanos rurales conocidos en la comarca de Ciudad Rodrigo».

OCUPACIÓN POSTROMANA
Además, el equipo de investigadores también ha podido documentar la existencia de una ocupación postromana (siglos V-VII) con al menos dos fases diferenciadas.

La segunda de ellas correspondería a los siglos VI-VII por fechas radiocarbónicas realizadas sobre materiales recuperados en campañas anteriores, por lo que la primera debería corresponder a una datación en torno a los siglos V-VI, apuntaron desde la Usal.

PIEZAS CERÁMICAS Y PIZARRAS NUMERALES
Entre los materiales de ese periodo hallados en la presente campaña hay fragmentos de piezas cerámicas y de pizarras numerales, así como una fíbula que «todavía debe ser examinada».

En los próximos meses, los expertos llevarán a cabo el estudio de los materiales recuperados, lo que permitirá obtener datos «más afinados» con el objetivo de emprender una nueva campaña en 2016.

Esta cuarta campaña se centraría en otros espacios dentro de la dehesa de La Genestosa que presentan semejanzas con el área de El Cañaveral, indicó la Usal.

23 de septiembre de 2013

RESUMEN DE NOTICIAS DESTACADAS Y NUEVA TEMPORADA DEL BLOG

¡Muy buenos días!
Después de unas cortas vacaciones ya estoy de nuevo con todos vosotros, a pie trinchera, para traeros las novedades de Arqueología en España. De manera totalmente excepcional en esta ocasión -para poner al día el blog- os dejo los titulares de algunas de las noticias más destacadas que se han producido en los últimos días en nuestras excavaciones con enlace directo a la noticia.

Esta nueva temporada del blog viene cargada de sorpresas (que ya os iré contando) y en las que será fundamental vuestra colaboración para que, entre todos, tomemos el pulso de la Arqueología en nuestro país.

Aprovecho para recordaros que estoy a vuestra disposición para recoger las informaciones que me mandéis desde los diferentes campos de trabajo repartidos por España a mi cuenta de correo: jenri@labitacoradejenri.com

Estoy encantado de re-encontrarme con todos vosotros. Nos calzamos las botas, llenamos las cantimploras nos calamos el sombrero y nos ponemos en marcha...
Mil gracias por seguirme.
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Critícan el retraso en las excavaciones en el yacimiento romano de Candín (Ponferrada). Vía "Diario de León"

Arqueólogos de la Universidad de Granada descubren en Algarinejo un importante poblado prehistórico. Vía "Ideal
Vista cenital de las excavaciones en Algarinejo (Granada)



Las obras del yacimiento arqueológico de La Mata se encuentran en fase de contratación, en Campanario (Badajoz). Vía "La Serena"

Los arqueólogos ya han exhumado el último esqueleto escontrado en el castillo de Gauzón (Asturias). Vía "La Nueva España"

Aparece una moneda de oro de Recaredo en el castillo de Gauzón (Asturias). Vía "El Comercio"
Moneda de oro de Recaredo aparecida en Gauzón.

El Museo Arqueológico de Palencia refuerza su sección medieval con 16 nuevas piezas. Vía "El Norte de Castilla"

La excavación del castro de La Muela recibe 242.000 euros. Vía "Diario de León"

Más de 30 profesionales repasan la arqueología de Huelva en un homenaje a Javier Rastrojo Lunar: Vía "Huelva 24"

Una tienda de Madrid vendía fósiles expoliados en Brasil: Vía "La Vanguardia"

Finalizan los trabajos de mantenimiento de las termas romanas de Parayas (Cantabria): Vía "El Diario Montañés"

Burriana suma ya cinco necrópolis musulmanas con la última hallada (Castellón). Vía "Periódico Mediterráneo
Uno de los esqueletos encontrados en la necrópolis de Palau (Burriana).


Tres recintos a diferente altura en el Castro de Alobre (Pontevedra). Vía "El Faro de Vigo"

Arqueólogos de la Diputación sondean el yacimiento de Lobeira para una futura actuación (Pontevedra): Vía "El Faro de Vigo"

El orígen de Añora podría estar en el yacimiento visigodo de La Losilla (Córdoba): Vía "Diario Córdoba"

La Universidad de Cantabria encuentra en Guipúzcoa las pinturas rupestres más antiguas de Europa datadas con Carbono 14: Vía "Diario Montañés"

La UNED comienza su campaña arqueológica en Hellín (Albacete): Vía "Diario AB"

Siete empresas presentan ofertas para la puesta en valor de O Parrote (La Coruña): Vía "La Opinión de A Coruña
Vista virtual de la futura plaza de O Parrote (A Coruña).


Los arqueólogos del castillo de A Rocha creen haber encontrado los restos de la ermita de Santa Eufemia (Santiago): Vía "La Voz de Galicia"

La Fundación del Patrimonio Histórico promueve la investigación de fosos prehistóricos. Vía "Salamanca 24"

Hallan en Ayamonte (Huelva) ánforas fenicias de hace 2.800 años. Vía "Diario de León"

Veinticinco años de excavaciones en la cueva de Bolomor, en Tavernes de Valldigna (Valencia). Vía "Levante"

El P.A. de Jaén pide al Arqueológico Nacional la devolución de los tesoros íberos. Vía "Andalucía información"