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30 de julio de 2014

Hallan una cisterna romana en el yacimiento de Giribaile, en Vilches (Jaén)

El proceso de excavación en el yacimiento arqueológico de Giribaile sigue dando magníficos frutos. El último ha sido el hallazgo de una cisterna del período romano, con dimensiones aproximadas de 3,20 por 4,20 metros, recubierta con el característico mortero impermeabilizante de 'opus signinum' (aparejo usado en la arquitectura e ingeniería hidráulicas romanas), que representa una evidencia más de la amplia trayectoria histórica de Giribaile.
Equipo internacional de trabajo en Giribaile. Foto: Giribaile, Oppidum Ibérico
El encuentro se produce cuando la internacionalización de la investigación de Giribaile es un hecho consumado después de que quince jóvenes estudiantes procedentes de Italia, Francia, Rusia, Holanda, Bélgica, Alemania y España hayan trabajado en el mes de julio en un proceso de excavación del poblado ibérico con excelentes resultados, que denotan el extenso recorrido histórico del asentamiento de Giribaile y ratifican la tesis de que en el enclave hubo un campamento cartaginés.


OTROS HALLAZGOS
En la campaña, entre toneladas de piedra y varios metros cúbicos de tierra, se han encontrado y documentado monedas, bolas de honderos, puntas de flecha, tachuela de sandalias de legionarios romanos, fíbulas, clavos, varias ánforas y una enorme cantidad de cerámica.

Luis María Gutiérrez Soler, director de las excavaciones, aclara que la siguiente etapa se centrará en el análisis y procesado de la documentación obtenida durante esta larga campaña de excavación y en los trabajos de lavado, limpieza y restauración de los materiales recuperados que más tarde serán dibujados y analizados cuidadosamente para obtener la mayor cantidad de información histórica posible.

«Se trata - explica el arqueólogo director- de una experiencia muy rica que ha permitido reiniciar la actividad arqueológica en Giribaile dentro de un modelo de proyecto arqueológico abierto que cuenta con la participación ciudadana tanto de personas interesadas por la historia procedentes de lugares remotos como de los propios vilcheños».

CAMPO DE TRABAJO
Gutiérrez Soler manifiesta que a partir de ahora, tras los trabajos del campo de trabajo internacional, Giribaile pasa a ser conocido en territorios europeos alejados y no solo en el ambiente científico sino también a nivel de un turismo cultural: «La experiencia puedo calificarla de muy positiva porque representa una oportunidad para establecer lazos de convivencia entre personas de países y culturas diversas, además de transmitir un modo de hacer historia muy directo desconocido para muchos de ellos», declara.

SALTO CUALITATIVO

En esta fase de actividad operativa con los voluntarios internacionales, el trabajo se ha dividido en tres grupos dedicados uno a lavar cerámica, otro a la recuperación de semillas y pequeños carbones mediante la flotación de sedimentos y el último a la apertura de un nuevo corte en el que ha podido documentarse la cisterna perteneciente al periodo romano.

Según Gutiérrez Soler, «a falta de concluir la excavación del almacén de la meseta, la campaña de excavación arqueológica llevada a cabo en Giribaile desde principios de marzo de 2014 puede calificarse como un éxito que ha permitido dar un importante salto cualitativo a la investigación del yacimiento mostrando su enorme potencial».

(Fuente: Ideal / José A. García-Márquez)

4 de julio de 2014

Restos cerámicos y arquitectónicos evidencian el paso de Cartago por el oppidum ibérico de Giribaile (Jaén)

Las excavaciones en el oppidum ibérico de Giribaile, en Vilches (Jaén) muestran las huellas cartaginesas en la zona, corrobaradas -entre otras más recientes- por el hallazgo de abundantes fragmentos de ánforas cartaginesas así como de un monumento funerario torriforme, el empleo de casamatas en la muralla de barrera y un opus signinum con lechada de cal, todas ellas técnicas constructivas características de la antigua Cartago.  
Luis María Gutiérrez, director de los trabajos en Giribaile, atiende a los periodistas durante una visita al yacimiento. 
Según Luís Maria Gutierrez, arqueólogo del Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, autor de la Guía Arqueológica de Giribaile y responsable de los trabajos de investigación en el oppidum íbero, los trabajos de campo "ya arrojan indicios claves para corroborar la huella cartaginesa en la zona», "como ya dedujimos en la recogida sistemática de materiales que realizamos entre 2004 y 2005, y en la que contabilizamos que aproximadamente el 15% de las piezas cerámicas recuperadas correspondían a ánforas cartaginesas."  

UN CAMPAMENTO CARTAGINÉS
Según nos comentó el propio Gutiérrez poco antes de comenzar las excavaciones en Giribaile, "en estos trabajos de recogida de materiales nos acompañó José Luis López Castro, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Almería y especialista en arqueología púnica y fenicia, quien ya nos apuntó entonces la hipótesis, basada en estos fragmentos cerámicos, de que se pudiera localizar un campamento cartaginés en Giribaile."
Parte del equipo de excavación que participa en la campaña de este año.
Foto: GIRIBAILE

CASAMATAS EN LA MURALLA DE BARRERA
Además, según nos contó Luis María Gutiérrez, en los trabajos previos a la excavación ya se constató la existencia de casamatas en algunos puntos de los 250 metros de la muralla de barrera que protegía el asentamiento, una técnica muy característica de la arquitectura defensiva cartaginesa.

Las casamatas eran unas estancias interiores que eran usadas como establos y también, para alojar a los soldados que custodiaban la muralla

OBRAS HIDRÁULICAS CARTAGINESAS
Otra de las evidencias que nos llevan a creer en la presencia cartaginesa en Giribaile, según Gutiérrez,  es el hallazgo de restos de opus signinum, una arquitectura hidráulica de mortero (cal, arena y fragmentos de roca silícea) muy propia de los romanos, pero con la peculiaridad de que el descubierto en Giribaile "cuenta con un revestimiento de lechada de cal, muy propio de las bolsas de agua empleadas en Cartago."

MONUMENTO FUNERARIO
"También descubrimos en su día, -prosigue el profesor Gutiérrez- la base de los que pensamos puede ser un monumento funerario torriforme, muy característico de Cartago que pudo estar erigido en el S. IV a.C y se mantuvo hasta la Segunda Guerra Púnica (aproximadamente el 207 a.C.)", que es cuando se data la destrucción de la ciudad de Oringis, que bien pudiera ser ésta.
Cueva-santuario de Giribaile.
Foto: GIRIBAILE

CUEVA-SANTUARIO DE GIRIBAILE
Ya se está trabajando en el conjunto eremítico de la cueva-santuario de Giribaile. Cuevas excavadas en la roca viva y que, recientemente sufrieron un gran deterioro al desplomarse varias de ellas a causa de las intensas lluvias. 


Ya en 1860 el investigador D. Manuel Góngora, que documentó este yacimiento por primera vez, ya decía que en esta cueva venían apareciendo "algunas figurillas de bronce similares a las de Sierra Morena", esto son exvotos como los aparecidos en la Cueva de la Lobera de Castellar y en El Collado de los Jardines Santa Elena, ambos enclaves también en la provincia de Jaén.  

Las otras dos zonas que se están excavando son: el área productiva -la zona de la muralla donde los habitantes trabajaban- y un almacén. El trabajo de campo se irá intercalando con el análisis de los materiales encontrados.

MUROS DE UN METRO DE ANCHO
Aunque queda mucho por excavar, descubrir y analizar, llaman la atención las dos áreas arqueológicas en las que se ha trabajado hasta junio, sobre todo, según ha comentado Luis María Gutiérrez,  por los muros exhumados que conservan un alzado de en torno a un metro.


CONFIRMAR LA PRESENCIA CARTAGINESA
Entre los objetivos de esta investigación está el de confirmar la presencia cartaginesa que, de corroborarse al final de este proyecto, «sería lo más novedoso, sumaría un elemento diferenciador al amplio y rico patrimonio cultural de la provincia». Según los arqueólogos, se cree que el oppidum de Giribaile llegó a estar poblado por unas 3.000 personas y que mantuvo una estrecha relación con el centro neurálgico de Cástulo, y los santuarios antes mencionados de Castellar y Santa Elena.  

El proyecto de excavación se va a extender durante más de cuatro años y cuenta con un presupuesto de 268.000 euros. 

14 de octubre de 2013

Después de 45 años vuelven las excavaciones al oppidum ibérico de Giribaile, en Vilches (Jaén)

La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha aprobado el Proyecto de Investigación Arqueológica de Giribaile para los próximos seis años. Dotado con 268.000 euros contempla la prospección tomográfica, con georradar y ortografía aérea de una zona de la meseta para delimitar la trama urbanística del oppidum, además de la excavación en pequeñas áreas muy delimitadas del yacimiento.
Luis María Gutiérrez en el Instituto Universitario de Estudios de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén.
Por fín, después de que en 1968 se iniciaran las últimas excavaciones en la meseta del oppidum ibérico de Giribaile, que terminaron de forma repentina en 1969, la Junta de Andalucía ha aprobado una nueva intervención arqueológica en este yacimiento ibérico de Vilches (Jaén). 

Con ello, el profesor Luis Mª Gutiérrez, del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén y autor de la "Guía Arqueológica de Giribaile", ha visto cumplido uno de sus mayores sueños: el inicio de los trabajos para los que se vienen preparando desde hace casi 25 años. Se trata del Proyecto General de Investigación Arqueológica para Giribaile, que aunque "se ha aprobado por seis años, en principio la financiación sólo nos alcanza para los primeros cuatro en los que alternaremos la prospección con la excavación así como con el estudio de los materiales que vayamos encontrando", nos comenta.

Según Luis María Gutiérrez,  "Gracias a estos años de investigación ya tenemos unos planteamientos iniciales muy concretos y algunas prospecciones muy adelantadas". "Como objetivo prioritario de esta actuación será la aplicación de innovaciones metodológicas en el campo de la Arqueología, sobre todo en lo que se refiere a la relación entre las prospecciones y la excavación.

UNA ESTRATEGIA DIFERENTE
"Después de tantos años de investigación, la estrategia que aplicaremos en Giribaile será muy diferente de la aplicada en otros yacimientos, ya que en este caso lo que nos define es la diversificación de riesgos y oportunidades, abriendo muchos sectores de excavación pero con poca superficie de ejecución", dice Gutiérrez.
La muralla de "barrera" y acceso al yacimiento de Giribaile.

 "De esta manera en un primer momento vamos a comenzar las prospecciones sobre la plataforma principal de la meseta sobre la que se asienta el yacimiento y en la que va a participar la Escuela Politécnica de Linares, realizando una tomografía eléctrica  y un barrido con georradar sobre una superficie delimitada de 1 hectárea de terreno que tendrá como objetivo el delimitar la posible articulación de la trama urbanística del oppidum, así como determinar la potencia estratigráfica y en profundidad de los depósitos arqueológicos y el aterrazamiento de la superficie principal de la meseta, un trabajo en el que nos será de ayuda el empleo de la ortofotografía aérea", comenta el profesor Gutiérrez.

PUNTOS DE EXCAVACIÓN
El Proyecto contempla la excavación de diferentes áreas del yacimiento, todas ellas de una superficie aproximada a los 70 metros cuadrados, para intentar esclarecer algunas de las hipótesis con las que se ha venido trabajando durante todos estos años.

Así por ejemplo, se tiene previsto excavar una casa completa del poblado intramuros de aproximadamente 20x20 metros, un monumento funerario descubierto extramuros, un muro ciclópeo para estudiar su cronología, el emplazamiento de la posible cueva-santuario descrita por Góngora en 1860 y en la que se cita el descubrimiento de figurillas de bronce "similares a las de Sierra Morena". Otra de las excavaciones se centrará en la zona afectada por el expolio que se realizó en 2008 sobre lo que parece un horno cerámico en la meseta del yacimiento.

¿ORISSIA U ORINGIS?
La campaña de excavación también contempla trabajar sobre el emplazamiento de un posible campamento romano que de confirmarse localizará aquí la ciudad de Oringis, que sufrió un asedio por los romanos y fué destruída después de que sus habitantes ayudaran a los de Cástulo en su campaña contra Roma durante la Segunda Guerra Púnica (aprox. 207 a.C.). De confirmarse esta teoría, se rebatiría la actualmente en vigor desde 1860 en la que el investigador D. Manuel Góngora, siguiendo la historiografía de Plutarco, en sus "Vidas Paralelas" situaba en Giribaile la ciudad de Orissia, que también fue destruída por los romanos pero en fecha más reciente, el 90 a.C.

¿UN CAMPAMENTO CARTAGINÉS EN GIRIBAILE?
En los trabajos en Giribaile colaborará el catedrático de la Universidad de Almería D. José Luis López Castro, quien no descarta encontrar  un campamento cartaginés en el yacimiento, ya que en 2004-2005 se realizó una recogida sistemática de materiales en el yacimiento en la que aproximadamente el 15% de la cerámica recogida era de origen cartaginés. Además se constató la existencia de casamatas en algunas en algunos puntos de los 250 metros de la muralla de la barrera (que también se estudiará a partir del tercer año de trabajo) que protege el acceso al yacimiento, y que es algo típico de los yacimientos cartagineses.

"Otro de los puntos que hacen pensar sobre la existencia de un asentamiento cartaginés en Giribaile es el hallazgo de un mortero hidráulico realizado con la técnica del opus signinum cubierto con una lechada de cal, muy característico de las balsas cartaginesas.", nos comenta Luis María Gutiérrez.

4 de diciembre de 2012

Un desprendimiento destruye el eremitorio visigodo de Giribaile, en Vilches (Jaén)

Desaparece gran parte de uno de los cuatro complejos del importante eremitorio de este singular enclave arqueológico.
Giribaile, el extraordinario enclave arqueológico ubicado en término de Vilches, que conserva importantes restos ibéricos, romanos, visigodos y árabes, acaba de sufrir otra adversidad irreparable. El desplome de una inmensa masa rocosa ha aplastado buena parte de su eremitorio visigótico, concretamente el oratorio que ocupaba el tercero de los 4 complejos rupestres del antiguo refugio de eremitas ubicados en el farallón de la vertiente sur de la meseta de Giribaile.
Varias personas contemplan el desprendimiento del oratorio
visigodo de Giribaile.
Foto: J.A. García Márquez
El enorme bloque pétreo, cifrado en varios centenares de toneladas, aplastó también algunas viviendas. No hubo que lamentar desgracias personales porque nadie transitaba por el lugar y porque el conjunto de viviendas bajo el farallón rocoso de la meseta que mira al valle del Guadalimar están deshabitadas.

Al parecer el desplome en el conjunto de cuevas conocido como espeluca, ha sido causado por las fisuras que la lluvia, el calor y el paso del tiempo ocasionan en las enormes moles de rocas sedimentarias. Aunque es la versión más extendida, los expertos que en la mañana de ayer domingo se dejaban ver en la zona no descartaban la posibilidad de que las captaciones de agua subterráneas influyan en el desequilibrio geológico que se viene produciendo en la meseta en los últimos 4 años.

Ya en la primavera de 2008 se registró el desprendimiento de otra enorme masa de piedra a la altura del mismo complejo rupestre. «La naturaleza de la roca que sirve de soporte a estas cuevas y los propios procesos físicos a los que está sometida, convierten este entorno en un lugar muy inestable en el que es frecuente la caída de grandes bloques de piedras que se desgajan del frente externo del farallón, dificultando la lectura correcta de los espacios interiores», expresa el arqueólogo Luis María Gutiérrez Soler, autor de la 'Guía arqueológica de Giribaile'.
El profesor Juan Peña en una visita al eremitorio de Giribaile
 a principios de año con periodistas especializados
Foto: SEMER Turismo

Hace más de dos siglos la zona sufrió también graves alteraciones que le fueron atribuidas al terremoto de Lisboa de 1755. En aquella ocasión los daños se llevaron buena parte de estas cuevas, templos naturales del siglo IV, manifestación primitiva de la vida monástica en el mundo cristiano. 

Con una extensión de casi 16 hectáreas, Giribaile se considera clave para el estudio histórico de la evolución del territorio y de las bases sociales de las comunidades iberas. De estratégica ubicación entre los cauces del Guadalimar y el Guadalén, el conjunto mantiene estrecha relación con el centro neurálgico de Cástulo, los santuarios de Castellar y el Collado de los Jardines en Santa Elena.

Necesidad de un estudio geológico
En los próximos días está previsto que al lugar se personen geólogos, historiadores y arqueólogos para estudiar la posibilidad de nuevos desprendimientos. Todos coinciden en la necesidad de hacer un estudio geológico de esta inmensa zona arqueológica que contiene un gran poblado ibérico (oppidum), los restos de una monumental fortaleza medieval que vigiló la frontera tras la conquista cristiana de los pasos de Sierra Morena en 1212 y este interesante conjunto de cuevas del primer milenio de nuestra era, ahora parcialmente destruido. Estas covachas, conectadas entre sí por estrechos laberintos, constituyen un legado de nivel nacional.

La paulatina destrucción del conjunto arqueológico supone una pérdida patrimonial de capital importancia.

17 de mayo de 2012

La Guía Arqueológica de Giribaile profundiza en este hallazgo íbero ubicado en Vilches (Jaén)

La guía pretende difundir y dar a conocer este enclave arqueológico, de modo que "sumerge en un extraordinario viaje a la historia y al mundo de los íberos."
El profesor Luis María Gutierrez durante una visita con periodistas
al yacimiento íbero de Giribaile (Jaén).
La 'Guía Arqueológica de Giribaile' profundiza en la localización y los pormenores de este hallazgo íbero ubicado en el término municipal de Vilches (Jaén) que está pendiente de su declaración como Bien de Interés Cultural y sobresale por su "valores monumentales y paisajísticos".

   Así lo ha señalado este martes su autor, el profesor de la Universidad de Jaén Luis María Gutiérrez, durante el acto de presentación en el que también han participado la delegada del Gobierno andaluz, Purificación Gálvez; el delegado provincial de Agricultura, Roque Lara, y el alcalde de Vilches y miembro de la junta directiva de la Asociación para el Desarrollo Rural de El Condado (Asodeco), Bartolomé Guijo.

La guía, editada por Asodeco, pretende difundir y dar a conocer este enclave arqueológico, de modo que "sumerge en un extraordinario viaje a la historia, al mundo de los íberos, a una ciudad casi desconocida, a una sociedad individualista y la tendencia al cantonalismo, en palabras de Juan Eslava Galán, según ha resaltado Gálvez, que ha calificado a su autor como "uno de los mejores especialistas en el mundo íbero".

Esta publicación facilita la correcta localización de la zona arqueológica del Giribaile, su correcta filiación cultural y un adecuado recorrido que pone de manifiesto desde el estado actual de su conocimiento arqueológico, hasta su topografía, las distintas ocupaciones de la zona, el paisaje o las características del territorio con el objetivo de divulgar y dar a conocer uno de los episodios más apasionantes de la historia de la provincia.

En ello ha coincido Gutiérrez, que ha animado a conocer este enclave sobre cuya singularidad ha resaltado los "valores monumentales", apreciables por ejemplo en la altura y longitud (diez metros por en torno a 250) de la muralla ibérica de tipo barrera, así como los de carácter paisajístico en esta zona, que también alberga un castillo. En este sentido, y a pesar de que existen alguna señal, ha recomendado ir por el momento acompañado de alguien que la conozca porque un recorrido individual se puede quedar "muy corto".

Además, preguntado por una de las grandes lacras en este ámbito, como es la expoliación de restos y piezas, el profesor de la UJA ha dicho que en la necrópolis del Giribaile "ha sido tradicional" y "se han expoliado muchas tumbas" en un monte que ha estado "demasiado tiempo sin vigilancia", algo a lo que quizás se ha contribuido "sin querer" al ir dando a conocer científicamente la relevancia de este yacimiento.

Por ello, ha considerado "muy importante que se declare como BIC esta zona arqueológica precisamente para potenciar los esfuerzos de las fuerzas seguridad en el sentido de colaborar a disminuir en la medida de lo posible estos efectos negativos", según ha manifestado.



El autor de la Guía en un momento de la presentación.
RESPALDO
   La delegada del Gobierno ha indicado que se trabaja en ese expediente sin dejar de subrayar, además, el respaldo del Gobierno andaluz a la edición de la guía como "una apuesta más" por poner en valor el pasado y el patrimonio cultural y por su difusión tanto desde una óptica científica como didáctica, turística y cultural y ha agregado que esta labor "no se trata de un hecho aislado".

De esta forma, ha puesto de relieve iniciativas como el Plan Turístico Viaje al Tiempo de los Íberos, puesto en marcha entre la Junta y la Diputación de Jaén con un presupuesto total de cuatro millones de euros, de los que el Ejecutivo autonómico aporta 2,4. "Giribaile forma parte de este programa, que tiene como objetivo primordial desarrollar un producto de turismo cultural muy especializado y único, al tratarse nuestra provincia del principal referente para el conocimiento de esta civilización íbera", ha explicado.

Igualmente, ha recordado que forma parte del Plan de los Castillos y Batallas, otro producto con el que se busca la mejora de la competitividad turística, "potenciando la economía de nuestros pueblos y la conservación y puesta en valor del patrimonio y de la historia".

(Fuente: Europa Press)

16 de abril de 2012

«Jaén va a tener una red arqueológica ibera realmente extraordinaria»

Arturo Ruiz, director del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica (CCAI), asegura que los últimos hallazgos en el oppidum de Puente Tablas han cambiado la historia que conocíamos de los iberos.
Arturo Ruíz, director de Centro Andaluz de Arqueología Ibérica (CCAI).
Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Jaén, Arturo Ruiz es desde el año de su creación, 1998, director del Centro de Andaluz de Arqueología Ibérica (CCAI), un organismo dependiente de la institución universitaria jienense que es el culpable de la mayor parte de los descubrimientos en torno a los iberos que los últimos tiempos se han hecho en la provincia. En torno a una veintena de personas trabajan en este centro donde el tiempo con frecuencia se detiene en torno a los restos de una vasija de barro o, como ocurre actualmente, en torno a una diosa ibera.

-Debe ser apasionante dirigir un centro así en una provincia como la de Jaén
-Lo es. En realidad, son varias provincias las que acumulan los mayores conjuntos patrimoniales de época ibérica. Estaríamos hablando de Alicante, Valencia, Murcia, Albacete, Jaén, Córdoba y Granada. Pero sí es cierto que en nuestra provincia ha habido un enorme desarrollo de la investigación en los últimos 30 años, fruto del propio CAAI y también de otras universidades. Jaén es el referente de los ibéricos a nivel internacional, aunque también aparezcan restos en las provincias vecinas, pero ninguna con la variedad de la nuestra.

-Lo último que hemos conocido del trabajo del CAAI está en el oppidum de Puente Tablas, ¿dónde radica la importancia de lo hallado allí?
-Ha sido lo más espectacular de los últimos tiempos. En el marco del Viaje al Tiempo de los Iberos, la Diputación nos propuso hacer una intervención en Puente Tablas para convertirlo un poco en el referente de lo que es una ciudad ibérica, ya que en Andalucía no hay muchos casos excavados. Se hizo un proyecto de restauración y hemos estado excavando desde mayo del año pasado, primero el palacio, que ha sido extraordinario porque tiene unas características que no se conocían en toda el área ibérica y que recuerda mucho a los palacios que se cuentan en Odisea de Homero. Luego, en el mes de septiembre, comenzamos con la puerta, que ha sido una auténtica sorpresa, ya que son varias puertas superpuestas y una de ellas tiene un valor añadido, al ser la única puerta que está absolutamente orientada al Este y con una estela de una diosa que es iluminada por el sol durante los días del equinoccio de primavera, todo un culto la fecundidad.

-¿Seguirán excavando allí?
-Seguramente en mayo o junio volveremos otra vez, ahora lo que queremos es definir muy bien el espacio abierto en el que está la diosa con objeto de que se pueda ya anualmente experimentar el momento de la llegada del sol de primavera a la diosa y ver cómo la ilumina. Al mismo tiempo, estamos también estudiando todo este mundo religioso ibero que desconocíamos bastante. La verdad es que ha sido un descubrimiento que ha cambiado para siempre el concepto de Puente Tablas, que sobre todo era conocido por las fortificaciones y porque tenía un urbanismo muy ordenado.

-Aunque Puente Tablas sea ahora mismo el más importante, ¿qué otros trabajos lleva a cabo el CCAI?
-Algunos son muy conocidos, como el tema de la Batalla de Baécula, cuya primera fase terminamos con el congreso que se hizo el pasado mes de noviembre y ahora vamos a comenzar con la segunda. Por otra parte, estamos trabajando también en Cástulo, más en la parte romana. Asimismo, estamos estudiando en laboratorio dos excavaciones de las que hemos hecho en los últimos años, que son la Noria en Fuente Piedra (Málaga), que es una necrópolis tarteso-ibérica, de túmulos. Y también estudiamos Piquía, que es la necrópolis ibérica de Arjona, y en Tútugi, en Granada, donde hay una necrópolis ibérica.

-¿Y en cuánto a investigación?
-A nivel nacional, tenemos un proyecto para articular en red una serie de grupos que trabajan en arqueología, tanto en materia de conservación como de investigación. También hay otro proyecto de Química de I+D nacional, en el que se sigue desarrollando la línea que tenemos de Química y Física aplicada a la arqueología. Y también tenemos un proyecto para intervenir en Giribaile, en Vilches, aunque estamos a la espera de que venga el dinero. Y a nivel europeo tenemos dos proyectos para exportar todo lo que tenemos en 3D en el centro a una página web europea, que va a tener toda la cerámica ibérica que ha aparecido en Jaén, más de un millar de piezas.

-¿Ha crecido mucho en los últimos tiempos el patrimonio arqueológico ibérico de la provincia de Jaén?
-Ha crecido muchísimo, la ventaja que tiene el patrimonio ibérico en Jaén es que es muy rico, conforme más investigas, más posibilidades tienes de conocer nuevos sitios a través de la prospección. En 1989, teníamos 545 yacimientos en la provincia, hoy día puede rondar el millar perfectamente.

-¿La sociedad jienense es consciente de todo el patrimonio ibérico que hay en la provincia?
-Cada vez más, por suerte hay mucha gente que me para por la calle y me pregunta por los últimos hallazgos de los que ha oído hablar, también cuándo los van a poder ver ellos, algo fundamental. En el caso de Puente Tablas, yo creo a finales de este año tendrá el Centro de Recepción de Visitantes y se habrá hecho la restauración, se habrá convertido en uno de los sitios visitables más importantes.

-¿Considera que se hace el tratamiento adecuado con los restos arqueológicos cuando se construyen nuevos edificios?
-Ahora, ya por fin, sí. Quizás no se aplique por igual en todos los pueblos de la provincia, pero en Jaén, el caso de Marroquíes Bajos ha sido muy pedagógico, hay un protocolo que funciona normalmente bien.

-En el caso del parking provisional que se habilitó en el Bulevar, hubo cierta polémica porque no se tuvo en cuenta que podía haber restos, ¿se hizo mal?
-Sí, porque siempre hay que hacer la excavación, aunque se remueva poco, aunque parezca que no va a afectar a nada, incluso aunque se haga aporte de tierra, siempre hay que hacer un informe arqueológico. Ahora, por ejemplo, me preocupa lo que queda del antiguo campo de fútbol porque tiene que haber restos arqueológicos que hay que excavar también. Por suerte, tenemos una ciudad con muchos yacimientos arqueológicos, que espero que algún día sean visitables, pero para ello hay que hacer un buen tratamiento. Está claro que es lento y costoso y que necesita de inversión, pero el turismo es de lo poco que se mantiene relativamente bien, por lo que merece la pena.

-Hablando de turismo, ¿el Museo de Arte Ibero, cuando esté concluido, será un revulsivo?
-Es la joya del patrimonio arqueológico ibérico. Estarán en él dos de los conjuntos arqueológicos de escultura más importantes de España, como son El Pajarillo y Cerrillo Blanco. Ya partiendo de ahí, si le vamos sumando todo lo que vamos conociendo de yacimientos, urbanismo, palacios, santuarios, cultos, exvotos, etc., será un punto de referencia internacional. Y encima si se le articula el Viaje al Tiempo de los Iberos haciendo que sea una red territorial y que se puedan visitar también los inmuebles donde aparecieron los restos que estarán expuestos en el museo, puede ser un ejemplo muy interesante.

-El consejero Paulino Plata hablaba de que se querían traer colecciones externas, ¿es necesario que haya colecciones de fuera además de las de Jaén para que el Museo tenga mayor prestigio?
-Yo participé en un recorrido de todos los museos andaluces para ver qué material podía venir y la conclusión primera que saqué es que lo más importante ya lo tenemos aquí. Luego hay conjuntos de materiales que proceden de Jaén y están fuera, por ejemplo, los exvotos ibéricos que están en Madrid, en el Museo Arqueológico Nacional. Yo creo que eso se podría traer. Y luego creo que es un ejercicio de salud que vengan materiales de otras provincias, que a veces son reintegraciones de materiales de Jaén, como el toro de Arjona, que está en el Museo de Granada. Es bueno que se tome conciencia de que este no es sólo el Museo Ibérico de Jaén, sino de toda la cultura ibérica de Andalucía, por lo que debe haber cosas de Granada, Málaga y Córdoba. De fuera de Andalucía es más difícil porque cada comunidad autónoma administra sus bienes, pero tampoco hay que destacar visitas temporales, como la Pátera de bronce de Santisteban del Puerto, que está el Arqueológico Nacional.
(Fuente: Ideal / Mónica Lopera)