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28 de abril de 2023

La zona arqueológica de Irulegi ya es Bien de Interés Cultural

El bien ahora protegido está constituido por el castillo y el hábitat anterior a su construcción, integrado por el castro y antecastro
Vista aérea del Conjunto de Irulegi.

El Gobierno de Navarra ha acordado declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la zona arqueológica “Conjunto de Irulegi” (Valle de Aranguren), constituida por los restos del castillo y el hábitat precedente protohistórico desde el Bronce Medio al final de la Edad de Hierro en los que se integra un antiguo castro, o fortificación prerromana, y un antecastro.

El Departamento de Cultura y Deporte inició en noviembre la declaración como BIC del conjunto de la que la Comisión de Patrimonio Histórico del Consejo Navarro de la Cultura y las Artes, informó favorablemente el pasado 31 de marzo.

La declaración del lugar como BIC por parte del Ejecutivo implica la protección legal de este espacio denominado Zona Arqueológica, que la Ley Foral de Patrimonio Cultural define como un lugar con bienes susceptibles de estudio con metodología arqueológica. Además, la norma estipula que los titulares del bien -en este caso el Ayuntamiento del Valle de Aranguren y particulares- deberán conservar y proteger los bienes evitando su deterioro, así como procurar su uso adecuado a su naturaleza, como modo de promoción del interés social de su conservación.

Refuerzo de la protección
Cabe precisar que los restos del antiguo castillo que dominaba el sector oriental de la Comarca de Pamplona ya tenía la consideración de Bien de Interés Cultural, según la normativa estatal que protege a todos los castillos. No obstante, las excavaciones arqueológicas han permitido conocer las características, evolución y perímetro ocupado por la fortaleza, con restos en buen estado de conservación, e integradas en un bien más amplio que el Ejecutivo estima necesario proteger.

El expediente sobre el que se asienta la declaración del Gobierno de Navarra explica que, desde un punto de vista científico, la dilatada secuencia del hábitat protohistórico (esto es, períodos anteriores a la aparición de la escritura) que va desde la Edad de Bronce Media hasta el final de la Edad de Hierro, es decir entre el 2.000 y el 1.000 AC, es inusual en la zona y “ofrece un evidente potencial del conjunto del yacimiento para el conocimiento del 1er milenio antes de Cristo en Navarra. Se señala, además, que el estado de conservación es idóneo para conocer este período, así como la conversión del lugar en una fortificación, oppidum, que vertebró el territorio vascón. Como se sabe, en el curso de las excavaciones, el pasado mes de noviembre se desveló el hallazgo en el yacimiento de la Mano de Irulegi, una placa ornamental de bienvenida a una de las viviendas de la zona, con el primer texto conocido escrito en lengua vascónica, datado en el siglo I AC.

La declaración acordada hoy por el Gobierno de Navarra conlleva el establecimiento de medidas para la protección del Conjunto como el mantenimiento de los actuales usos, el control arqueológico previo a las autorizaciones para mejora de caminos o labores de limpieza de vegetación y clareo de arbolado. Por otro lado, cualquier intervención en el área delimitada requerirá la autorización previa del Departamento de Cultura y Deporte y el Ayuntamiento del Valle de Aranguren deberá redactar o adecuar los instrumentos de ordenación urbanística parar la protección del entorno. Además, se fomentará el uso cultural, recreativo y medioambiental de la Zona Arqueológica.
(Fuente: Navarra.es)

28 de marzo de 2023

Descubierto en Ablitas el complejo termal romano más completo de Navarra

La zona termal tiene 90 m2 y está formada por una gran sala, que servía de vestuario (apodyterium), unas salas que contaban con su propio sistema de calefacción (hipocausto), 3 bañeras que contenían el agua a diferente temperatura y unas letrinas.
En esta campaña arqueológica, el hallazgo más notable fue el descubrimiento del complejo termal privado más completo de toda Navarra.

El Ayuntamiento de Ablitas va a ofertar visitas guiadas periódicas a la villa romana para poder dar a conocer los avances de las últimas campañas de excavación, persiguiendo uno de sus principales objetivos: difundir al público en general el rico patrimonio arqueológico que posee el yacimiento.

Durante el año 2021 se realizó una nueva campaña arqueológica, la numero once, en la villa romana de El Villar de Ablitas. La intervención fue promovida y financiada por el Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra, que invirtió 15.000 €, y el Ayuntamiento de Ablitas, que aportó 7.500 €, como muestra de la clara voluntad del consistorio por recuperar el patrimonio histórico artístico de la villa como motor de desarrollo cultural, económico, social y turístico. La campaña estuvo dirigida por los arqueólogos Oscar Sola Torres y Juan José Bienes Calvo, e intervinieron tres auxiliares de arqueología, un restaurador y un grupo de voluntarios que colabora desde 2010 en los trabajos de excavación.

En esta campaña arqueológica, el hallazgo más notable fue el descubrimiento del complejo termal privado más completo de toda Navarra. Durante el pasado año se ha procedido a datar el recinto, y se ha llegado a la conclusión de que es de los siglos III-IV d.C. La zona termal tiene 90 m2 y está formada por una gran sala, que servía de vestuario (apodyterium), unas salas que contaban con su propio sistema de calefacción (hipocausto), 3 bañeras que contenían el agua a diferente temperatura y unas letrinas. Entre todo lo descubierto destaca una de las bañeras, de planta semicircular, que todavía conserva el enlucido de mortero impermeable.

La última campaña, realizada el durante el año pasado, ha deparado nuevos e interesantes descubrimientos, que actualmente están en fase de investigación, y continúa con una fase de consolidación de las estructuras aparecidas, protegiendo y acondicionando los restos para posibilitar la realización de visitas al yacimiento.

Carlos Bonel, alcalde de Ablitas, considera que “estos hallazgos son de gran importancia no solo para nuestro pueblo, sino para el patrimonio de Navarra y durante estos meses organizaremos toda una serie de visitas culturales para que nuestros vecinos y todos los demás navarros puedan conocer esta parte tan importante de nuestra historia”.

16 de enero de 2023

Sale a la luz la masacre romana de una ciudad navarra

Hallan once cuerpos con señales de violencia, entre ellos dos niños pequeños, en un cruce de calles de la población berona del s. I a. C. que estaba junto a lo que hoy es Viana.
Parte del equipo de arqueólogos junto a la excavación de La Custodia. Al fondo, Viana. URKO SARASOLA
 
La Custodia, una ciudad berona situada muy cerca lo que hoy es Viana y que alcanzó una importancia notable en los siglos II y I antes de Cristo, demuestran que la población fue destruida a sangre y fuego por las tropas del romano Sertorio. El equipo que dirige Javier Armendáriz Martija, profesor de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la UPNA y de la UNED-Pamplona, ha descubierto en el cruce de dos calles de la antigua ciudad los restos de once cuerpos, dos de ellos niños, con signos evidentes de haber sido atacados con hondas, lanzas y espadas. Nunca se habían encontrado tantos cuerpos en un yacimiento de esta época en lo que era Hispania. El hallazgo, que Armendáriz desveló en una reciente conferencia en Viana, corrobora la historia que ya sugerían los descubrimientos de anteriores campañas (tres cuerpos también con signos de violencia y la munición de un hondero romano): que la ciudad fue destruida por completo por los soldados de Sertorio, hasta el punto de que los supervivientes, si los hubo, ni siquiera regresaron para recoger y enterrar a sus muertos. La Custodia desapareció con ese ataque ocurrido en torno al año 76 antes de Cristo, ya conocido por los textos de Tito Livio, y su legado se trasladó unos kilómetros al sur, donde se fundó la ciudad de Vareia en el lugar donde hoy se encuentra un barrio de Logroño, el de Varea.

Toda una ciudad arrasada
En La Custodia apenas se ha excavado un 0,2% de las 14 hectáreas que ocupaba la vieja ciudad. Una primera cata, realizada en 2018 junto a la carretera nacional, descubrió un cruce de calles donde yacían cuatro cuerpos. En uno de ellos se podía apreciar huellas de un espadazo a la altura de una oreja. En otro quedaron las huellas de un ataque brutal: el berón, de unos 20 años, trató de protegerse con un brazo , pero no pudo evitar que le mataran de varios espadazos en el cráneo y otro en el cuello. Otra de las catas, excavada en 2020, deparó un hallazgo sorprendente de carácter bélico: toda la munición de un hondero romano, casi 60 balas de plomo. Aquel soldado de Sertorio debió verse en una circunstancia difícil, que le obligó a deshacerse de la bolsa donde llevaba aquellas balas, que pesan unos tres kilos. Tampoco regresó a por ellas. Mala señal.

La última cata en la Custodia se realizó en 2021 y 2022. Financiada por el Ayuntamiento de Viana y el departamento de Cultura del Gobierno de Navarra, en ella participaron arqueólogos profesionales y estudiantes de Historia de la UPNA y de la UNED, además de voluntarios vecinos de Viana como Luis Arazuri, Diego Jiménez Duque, Antonio Arazuri y Juan Brualla. La excavación descubrió un cruce de calles y confirma la batalla calle por calle. “Hay un nivel de incendio que corrobora que todo el espacio urbano de La Custodia se arrasó. No hubo ocupación posterior ni siquiera recuperaron los cuerpos. Tuvo que ser una desbandada terrible si es que no mataron a todos. Pero entraron para saquear, para acabar con todo, llevarse los alimentos, quien sabe si las mujeres… “, señala Armendáriz.

En esas calles aparecieron once cuerpos, y las huellas de violencia aparecen por doquier. En el cruce, enfilando una de las calles aparecen el cuerpo de un adulto con signos de un corte y junto a él, restos, solo unos dientes, de un niño de unos dos años. Muy cerca, otro niño también de esa edad, al que le falta el cráneo, que se encontró a unos metros de distancia. Pudo ser decapitado. En la calle principal, en un lado, aparecieron esqueletos de otros cinco hombres adultos. A uno de ellos se le ve con claridad que se le amputó el brazo. Junto a estos cuerpos aparecieron una moneda de acuñación reciente, anillos, placas de cinturón y la vaina de un puñal. “El arma se lo llevarían, porque los puñales íberos y berones eran muy apreciados”, apunta Javier Armendáriz. Finalmente, a unos metros en la calle principal se desenterraron otros tres cuerpos, también adultos. Junto a uno de ellos aparece restos de una lanza, quizá un pilum romano. Junto a otro, la punta de una lanza. También apareció una marmita, y dos fíbulas (broches metálicos para unir partes de la vestimenta). “Estos pueblos tampoco se andaban con chiquitas. Eran sociedades guerreras, hacían exhibición de su armas y combatían uniformados”.

Todos los cuerpos, en general, estaban en mal estado. Con toda probabilidad, cayeron sobre ellos los restos de las casas incendiadas. Algunos carecen de extremidades enteras, un extremo que el arqueólogo atribuye a la acción de animales carroñeros, como buitres, después del incendio. “Se nota por ejemplo las costillas abiertas”. En todo caso, se han conservado lo suficiente para que abran las puertas de futuras investigaciones. “No hay demasiado testimonios de este periodo ni tampoco de la Edad del Hierro”.

Una guerra civil entre romanos que terminó para siempre con varias ciudades
El norte de la Península Ibérica era hogar, en el siglo I antes de Cristo, de tribus y pueblos como vascones, várdulos, jacetanos, celtíberos… Lejos de pensar en ellos como gentes primitivas, hay que tener en cuenta que fundaron poblaciones de relevancia, que funcionaban casi como ciudades estado, con monedas y autoridades propias, aunque estuviesen dentro de la órbita romana. En La Custodia se han encontrado monedas con la inscripción ‘Uarakos’, referida al nombre prerromano de la ciudad, Uara, y los restos de las calles demuestran una buena planificación,con elementos como los pasos elevados de acera a acera, que se han hallado en ruinas como Pompeya, muy posteriores. Comerciaban entre ellos y viajaban, lo que favorecía el intercambio cultural entre ellos. “Su calidad de vida era mejor que la de la Edad Media, por ejemplo”, dice Armendáriz.

En los territorios que hoy ocupa la Rioja y parte del oeste de Navarra vivían los berones, que fundaron ciudades como Libia (hoy Leiva) o Tritium (Tricio). Entre Viana y Logroño, en Monte Cantabria, crearon una ciudad en los siglos IV y III antes de Cristo, que después se consolidó a unos 5 kilómetros, en La Custodia, una ciudad de más de 14 hectáreas de superficie. “Fue una de las mayores del Valle del Ebro”

Aunque estaban ya insertos en el mundo romano, la posición de estas ciudades fue muy difícil en la guerras sertorianas, un conflicto civil que en Hispania enfrentó del 82 al 72 antes de Cristo a dos militares romanos, Quinto Sertorio y Pompeyo. Las ciudades prerromanas se aliaron con uno o con otro. La Custodia se puso del lado de Pompeyo, se convirtió en objetivo de Sertorio, que la destruyó como hizo con otras ciudades del valle del Ebro o Irulegi, junto a Pamplona. Armendáriz compara lo que se pudo vivir en La Custodia con lo ocurrido en la ciudad ucraniana de Bucha el año pasado. Tanto en una como en otra ciudad, en una época como en la otra, la imagen resultante es una calle repleta de cadáveres. “Con 2.100 años de diferencia se repite la misma táctica de tierra quemada, de destruir y de matar.”

Proyectiles de honda lanzados a muy corta distancia
En ese cruce de calles excavado en La Custodia se dio otro hallazgo que sorprendió a Javier Armendáriz y su equipo: hasta siete balas de honda, la mayoría muy cerca de los cuerpos. Los honderos romanos eran un cuerpo que generalmente actuaba en campo abierto, en primera línea junto a los arqueros, lanzando sus balas todos a la vez y con gran puntería. “Se les adiestraba desde niños y esos proyectiles podían alcanzar grandes velocidades, 100 o 150 kilómetros por hora”. Por eso, resulta insólito que en La Custodia las hondas se emplearan a distancias muy cortas, de 15 o 20 metros. “En Hispania no hay ningún otro caso de esta época”. Y lo hicieron con precisión casi total: de las siete, seis acertaron. “Hay que tener en cuenta además que se trataba de una acera con porche, lo que reduce el campo visual del hondero”. Las balas, curiosamente, aparecen en parejas, un extremo que todavía deben estudiar. “Se ve que iban hacia el sur, lo que confirma nuestra sospecha de que el ataque de Sertorio vino desde el norte”, dice Armendáriz, que seguirán investigando los restos, incluso haciendo “arqueología experimental, lanzando proyectiles”, para reconstruir lo que ocurrió en La Custodia hace cerca de 2.100 años.

15 de noviembre de 2022

Hallada una mano de bronce con la inscripción más antigua en lengua vasca que se conoce

La singular pieza, descubierta en un yacimiento de Navarra y datada en el primer tercio del siglo I a.C., constituye "un hito en la historia del origen del euskera".
La llamada La mano de Irulegi, hallada en el yacimiento ubicado en el valle de Aranguren (Navarra).
Foto: Sociedad de Ciencias Aranzadi

Una representación en bronce de una mano, probablemente diseñada para colgar con los dedos hacia abajo en la puerta de entrada de una casa, como si se tratase de un objeto ritual protector, esconde "el documento más antiguo y también el más extenso escrito en lengua vascónica". La pieza fue hallada durante unas excavaciones en un yacimiento arqueológico ubicado en el monte de Irulegi, en el valle de Aranguren (Navarra), entre los vestigios de un poblado de la Edad del Hierro que fue destruido a comienzos del siglo I a.C., tras ser atacado por tropas romanas en el marco de las guerras sertorianas (años 83-73 a.C).

La llamada "mano de Irulegi", fechada en el primer tercio del sigo I a.C., constituye un hallazgo excepcional al iluminar los difusos orígenes del euskera, al menos en lo que al apartado escrito se refiere. Sorioneku, que significa "de buena fortuna", es la primera de las cinco palabras (40 signos) distribuidas en cuatro líneas que ha podido ser descifrada por un equipo de investigadores dirigido por los arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que prospectan el sitio desde 2017, y del que también han formado parte Javier Velaza, catedrático de Filología latina en la Universidad de Barcelona, Joaquín Gorrochategui, catedrático en Lingüística Indoeuropea en la Universidad del País Vasco, y Berta Balduz, restauradora del Gobierno de Navarra.

La pequeña lámina de bronce, cuya pátina contiene un 53,19% de estaño, un 40,87% de cobre y un 2,16% plomo, fue descubierta junto a la entrada de una de las viviendas excavadas en el yacimiento —estuvo habitado entre mediados de la Edad del Bronce (siglos XV-XI a.C) y finales de la Edad del Hierro—. Con unas dimensiones de 14,3 cm de altura, 1,09 mm de grosor, 12,7 cm de ancho y 35,9 g de peso, es lisa en el lado de la palma y en el dorso presenta la forma de las uñas correspondientes a los dedos anular, corazón e índice, aunque no se han conservado.

En el centro del extremo cercano a la muñeca presenta una perforación. Por el lugar en el que se encontró, su morfología y su decoración, los investigadores sugieren que se trata de un objeto ritual que se colgaba en la puerta de entrada de la vivienda.

En un comunicado distribuido por la Sociedad de Ciencias Aranzadi se detalla que el sistema gráfico empleado para escribir el texto, cuyas trazas solo lograron identificarse en el laboratorio, pertenece al sistema ibérico. Sin embargo, presenta algunas características que llevan a catalogarlo como "un sistema específico del territorio vascón". Durante la presentación del singular objeto, los investigadores han destacado el parecido entre la primera palabra —sorioneku— y el vocablo vasco zonioneko (de buena fortuna, de buen agüero). El resto de la inscripción, realizada con la técnica de punteado después de un esgrafiado, no ha podido ser descifrada hasta el momento.

"La 'mano de Irulegi' introduce novedades significativas en el mundo arqueológico y lingüístico", han subrayado los especialistas. "Por un lado, confirma la existencia de un sistema gráfico específico, derivado del signario ibérico, llamado 'signario vascónico'. Además, certifica el empleo de la lengua vascónica en el área geográfica en el que ha sido descubierta a inicios del siglo I a.C.; es decir, hace más de 2.000 años".

También han apuntado que es una prueba más del uso de la escritura por parte el antiguo pueblo prerromano de los vascones y que habría que sumarse a otras evidencias como las acuñaciones de monedas, el mosaico de Andelo, el bronce de Aranguren o una inscripción sobre piedra de Olite. La "mano de Irulegi" ha sido calificada como "un hito en la historia del origen del euskera".

El yacimiento, que va a ser declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica, donde se ha hallado el peculiar bronce se sitúa en la zona más exterior del antiguo poblado, uno de los mejores ejemplos de oppidum de la región y con un tamaño de 14 hectáreas. Se trata de una zona abierta con una superficie de 370 metros cuadrados, en la que han aparecido dos viviendas de unos 70 m2 y parte de la vía principal, de cuatro metros de anchura.

Su excavación, según los arqueólogos, es de singular importancia dado que ofrece una imagen "congelada" de la época. El poblado fue incendiado durante la guerra que enfrentó a los ejércitos romanos de Quinto Sertorio y Lucio Cornelio Sila —los indígenas locales tomaron partido por uno de ellos y fueron castigados— y los muros cayeron sobre las viviendas, sepultando y protegiendo lo que se encontraba en su interior. Se ha podido documentar cerámica y objetos cotidianos en buen estado de conservación. En la Edad Media, sobre sus vestigios, se erigió un castillo de realengo que fue destruido a finales del siglo XIII por orden de los reyes de Navarra para evitar que fuese utilizado por los afines al reino de Castilla.

14 de noviembre de 2021

Una ruta recorrerá los yacimientos del Valle del Queiles (Navarra)

De izda. a dcha., los arqueólogos Mari Cruz Pérez Omeñaca, Juanjo Bienes Calvo, José Ángel García Serrano, Carlos García Benito, Óscar Sola Torres, Héctor Arcusa Magallón y Marta Gómara Miramón. BLANCA ALDANONDO

Crear una ruta que una los distintos yacimientos arqueológicos existentes en el Valle del Queiles, desde Tudela a Tarazona (Zaragoza), permitiendo a vecinos y visitantes conocer in situ lo hallado en cada uno de ellos. Esta fue la propuesta con la que se cerró ayer el III Encuentro de Arqueología del Valle del Queiles que, bajo la organización de UNED Tudela, tuvo lugar en la Casa de Cultura de Ablitas con la presencia de cerca de 50 personas.

La jornada contó con la presencia de los arqueólogos Juanjo Bienes Calvo, quien expuso los hallazgos logrados en el cerro de Santa Bárbara de Tudela, lugar donde se encontraba el castillo medieval de la ciudad; y Óscar Sola Torres, responsable de los trabajos en la necrópolis musulmana de la Torre Monreal de Tudela. Además, tanto Bienes como Sola resumieron los avances conseguidos hasta la fecha en el yacimiento de El Villar de Ablitas.
También participaron en la cita Mari Cruz Pérez Omeñaca, quien habló sobre el conjunto amurallado de Tudela; Marta Gómara Miramón, responsable de las excavaciones de la época romana en Cascante; y Héctor Arcusa y Carlos García Benito, en representación de los equipos de investigación zaragozanos del yacimiento romano de Chicharroya, en Novallas; y del enclave celtíbero-romano de Tarazona, respectivamente.

A todos ellos se unió en la mesa redonda final José Ángel García Serrano, representante del Centro de Estudios Turiasonenses, quien expuso la posibilidad de crear la citada ruta, “principalmente enfocada a recorridos en bicicleta”, entre los distintos yacimientos del Valle del Queiles.

“El hecho de contar con un eje como el que marca el curso del río; con los yacimientos que tenemos a lo largo de él; y con el grupo de arqueólogos que trabajan en ellos nos hace pensar en la posibilidad de establecer algún tipo de ruta que conecte todos estos puntos de interés”, afirmó García, quien fue un paso más allá en su propuesta. “Quizás tengamos que sentarnos, preparar un proyecto y buscar fondos interautonómicos o europeos para desarrollarlo”, apuntó.

MUCHO MÁS QUE TURISMO
El arqueólogo de Tarazona Carlos García Benito destacó la necesidad de iniciativas como la de la ruta para divulgar el patrimonio arqueológico de la zona. “Como profesor de instituto que soy, sería algo increíble acercar lo que se está descubriendo a mis alumnos de la ESO y que no se quede solo en reuniones de arqueólogos o en revistas especializadas”, afirmó García, quien deseó que “esta idea cale en la sociedad y en los políticos”.

Así lo indicó también la arqueóloga Mari Cruz Pérez Omeñaca. “El apoyo de los políticos es importantísimo para el desarrollo de la arqueología. Lo que ocurre es que para ellos la arqueología es un problema, ya que no ven que pueda aportar nada a la gente”, explicó.
Por su parte, la cascantina Marta Gómara Miramón también se mostró a favor de la creación de la citada ruta, pero pidió hacer una reflexión más profunda sobre los objetivos últimos de la labor de los arqueólogos.

 “Entiendo que muchos Ayuntamientos, cuando se plantean realizar una excavación, piensen en hallar unos restos que poder mostrar y que sirvan para atraer a miles y miles de turistas, pero hay que tener en cuenta que la reversión social de algo así no tiene porqué ser solo económica”, dijo Gómara, quien continuó con su argumentación. “Más allá de esa reversión económica hay que tener en cuenta otros aspectos como el educativo, generando ciudadanos y ciudadanas con pensamiento crítico; o el cultural, que sirva para elevar la autoestima de aquellas poblaciones que, gracias a los hallazgos arqueológicos, ven cómo se recupera parte de su pasado y de su historia”, indicó la cascantina.

28 de abril de 2021

Los arqueólogos documentan un asentamiento rural romano en el término de Peralta (Navarra)

La excavación de centra en un área de en torno a 400 metros cuadrados, fruto de la cual se han descubierto parcialmente los restos de un asentamiento rural de época romana de los siglos III-IV d.C., cuyas características y extensión se desconocían. En el yacimiento destaca un edificio de notables dimensiones en el que se ha centrado la actuación.
La Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana, a través del servicio de Patrimonio Histórico, ha anunciado la aparición de los restos de un asentamiento rural de época romana que han salido en un control arqueológico de las obras de instalación de riesgo por aspersión en un paraje del término municipal de Peralta.

Lo que se inició como un control rutinario, han informado, ha acabado siendo una excavación arqueológica en un área de en torno a 400 metros cuadrados, fruto de la cual se han descubierto parcialmente los restos de un asentamiento rural de época romana de los siglos III-IV d.C., cuyas características y extensión se desconocían. En el yacimiento destaca un edificio de notables dimensiones en el que se ha centrado la actuación.

Aunque las estructuras se encuentran muy alteradas por la roturación, insisten, han aparecido en este edificio tres pavimentos con mosaico; uno de ellos, de 30 por 9 metros, ha resultado ser el de mayores dimensiones reconocido en Navarra. Los otros dos anexos tienen menor tamaño y, eso sí, todos ellos se encuentran decorados con motivos geométricos y vegetales.

La colaboración entre las instituciones y el propietario de los terrenos ha permitido salvar de su destrucción este singular hallazgo que se adivina como un importante núcleo durante los siglos finales del Imperio Romano, cuya función está todavía por descubrir.

Para el alcalde peraltés, Juan Carlos Castillo, "esta es una pieza más de la historia de Peralta y, por lo que se baraja, una pieza bastante antigua". De hecho, insistía, "es un hallazgo importante y nuestra idea es ponerlo en valor, preservarlo y darlo a conocer porque nos parece algo muy interesante".

Los trabajos de excavación se iniciaron el 8 de marzo y finalizaron la pasada semana y, paralelamente a esta obra, han llevado a cabo una actuación de conservación preventiva de los mosaicos. De hecho, han decidido cubrirlos y vallar la zona para protegerlos y continuar con los estudios geofísicos.

Además, apuntaba Castillo, al tiempo que informaba de que el propietario de la parcela se mostró colaborativo desde el primer momento, la idea es escrutar con un georradar toda la zona para ver hasta dónde llega este hallazgo y delimitarlo.

Al tanto de todo junto a Dirección General de Cultura - Institución Príncipe de Viana ha estado el Ayuntamiento de Peralta, que ha colaborado de forma estrecha para salvaguardar el lugar y diseñar una estrategia de actuación a futuro. Y es que el objetivo es definir la extensión del yacimiento y analizar y estudiar adecuadamente los restos.

3 de noviembre de 2016

Encuentran una tumba de entre los siglos IV y VII en Ujué (Navarra)

El esqueleto mide entre 1,50 y 1,60 metros y se desconoce si el enterramiento se realizó junto a un templo o extramuros. El sarcófago se compone de piedras reutilizadas de construcciones anteriores.
La datación dependerá de una hebilla de cinturón que se ha encontrado en el sepulcro.
Fruto de los trabajos de renovación de redes y pavimentación que se están llevando a cabo en Ujué desde el pasado mes de julio, afloró hace unos días una tumba de entre los siglos IV y VII después de Cristo en la plaza Mayor de la localidad, ubicada en pleno casco histórico.

Tras detectar su presencia, la empresa adjudicataria de las obras dio la voz de alarma, tal y como prevén los protocolos de actuación en estos casos, avisando del hallazgo a la Institución Príncipe de Viana (dependiente del departamento de Cultura del Gobierno de Navarra) y al gabinete de arqueología y difusión del patrimonio histórico Trama SL, que se desplazó hasta el lugar de los hechos para estudiar el enterramiento.

En total, la intervención llevada a cabo por el arqueólogo Carlos Zuza se prolongó durante dos días, periodo de tiempo en el que “se protegió la zona, se limpió el área para dimensionar la tumba y se encontró el esqueleto de una persona que mediría entre 1,50 y 1,60 metros”, detalla Zuza. En este sentido comenta que el esqueleto correspondería a la Antigüedad tardía, periodo de transición entre la Edad Antigua y la Edad Media, o directamente al Medievo. La datación dependerá de una hebilla de cinturón que se ha encontrado en el sepulcro, cuya decoración ayudará a establecer una fecha más concreta de la muerte del individuo, y en última instancia de la prueba del carbono 14, utilizada para determinar la edad de materiales orgánicos de hasta 50.000 años de antigüedad.

El sarcófago, por su parte, se compone de “piedras reutilizadas de construcciones anteriores”, indica Zuza, las cuales permanecen custodiadas en el almacén municipal a la espera de ser exhibidas. Esa es, al menos, la intención del Ayuntamiento de Ujué. No así el esqueleto, que está siendo objeto de estudio por parte de expertos en la materia.

INTERROGANTES

 Las dudas que se plantean a raíz de este descubrimiento son numerosas dado que al parecer la tumba está “en un terreno que no se considera sagrado, es decir en un terreno en que no hay una iglesia o una ermita ya que en el Medievo lo normal era que se enterrase junto a los templos e incluso dentro de ellos. Otra cosa era en tiempo de Roma, en que estaba estipulado que los cementerios estuvieran fuera de las poblaciones”, subraya el historiador local Mikel Burgui.

De ser así, cabría la posibilidad de que el cuerpo estuviera enterrado en las inmediaciones de la ermita de Jaun Done Maria (San Martín), de la que se tiene constancia gracias a la tesis doctoral de Patxi Salaberri Zaratiegi, quien la localizó junto a la plaza Pilarraña, situada a varios metros de la plaza Mayor, aunque en el pasado puede que ambas estuvieran conectadas (si se elimina el bloque de viviendas que las separa) por la ermita en cuestión. “Patxi Salaberri encontró que en 1780 se daba escuela en esta ermita y que en 1810 el ayuntamiento decidió venderla”, recoge Burgui en su blog Uxue, Ujué atalaya de Navarra, quien apuesta por que se lleve a cabo una investigación arqueológica “más completa” para valorar estos supuestos.

El alcalde de este municipio de apenas 200 habitantes, Rubén Sánchez, subraya la importancia de datar la tumba con exactitud “porque ese dato nos daría pistas de lo que fue Ujué. Si el cadáver es medieval tendría que estar al lado de un templo, pero si es anterior lo enterrarían extramuros, lo que revelaría que por allí pasaba una muralla”. Esta es la razón por la que se muestra expectante ante la próxima apertura de la plaza municipal (situada a escasos metros de la plaza Mayor) por si pudieran aparecer nuevos restos que contribuyesen a recuperar la historia local.

10 de junio de 2016

Hallados restos de una bodega romana en el yacimiento de Mosquera, en Falces (Navarra)

Las excavaciones seguirán hasta finales de junio y la Sección de Arqueología del Gobierno de Navarra está a la espera del informe con los resultados.
El descubrimiento se realizó al pasar una máquina por el talud del yacimiento. FOTO: RADIO ESPERA FALCES.
La intervención arqueológica en el yacimiento Mosquera I en Falces ha dado como resultado el descubrimiento de restos una bodega romana, entre los que se encuentran un lagar de unos dos metros cuadrados.

La existencia de este yacimiento ya estaba catalogada y, por ello, con motivo de las obras de los regadíos del Canal de Navarra (Sector XXII en Falce y Peralta), la sección de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Navarra obligaba a llevar a cabo la excavación para revelar lo que el lugar contenía y poder conservarlo apropiadamente. Así, el departamento dictaminó las actuaciones a llevar a cabo y, al pasar una máquina por un talud del yacimiento, se realizó el descubrimiento.

Las excavaciones todavía están en curso y la Sección de Arqueología del Gobierno de Navarra está a la espera del informe con los resultados.

Los restos continúan a la vista y se prevé que sea así hasta que finalicen las obras a finales de junio, momento en que se taparán y quedarán dentro de una zona de reserva que se revegetará.

(Fuente: Ahora Zona Media)

20 de enero de 2016

Descubren tres nuevas estancias, un fogón y un silo en la villa romana de Ablitas (Navarra)

Según las primeras hipótesis, estas estancias corresponderían a salas de trabajo utilizadas por los criados más cercanos a los dueños de la villa o para el almacenaje de alimentos y bebidas, a modo de despensa. De hecho, en ellas han aparecido restos de un fogón y un silo
Alumnos y directores del taller de Arqueología que han participado en la excavación. FOTO: NURIA G. LANDA
Ablitas concluyó el sábado la sexta campaña de excavaciones en su villa romana. Los trabajos, que se han prolongado desde el mes de octubre, han servido para confirmar que la villa experimentó varias ampliaciones durante su último periodo, entre los siglos III y V.

Según indican Juanjo Bienes Calvo y Óscar Sola Torres, directores deltaller de arqueología en el que han participado 16 alumnos, se pueden distinguir hasta tres fases constructivas distintas gracias al análisis de las estructuras (muros y suelos) hallados en la zona central de la villa, la destinada a la residencia de los propietarios, y donde se han centrado las excavaciones desde 2010.

Así pues, los directores del taller de arqueología explican que, pese a que por ahora se han distinguido estas tres fases constructivas, “conforme avancen los trabajos arqueológicos conseguiremos diferenciar nuevas fases hasta llegar a los orígenes de la villa, datados en el siglo I”.

AMPLIACIONES PARA GANAR EN COMODIDAD
Según afirman Bienes y Sola, y a la espera de un estudio más detallado, las citadas fases corresponderían a diversas ampliaciones realizadas en la villa por sus dueños. “Entre el siglo II y III baja el poder de las ciudades y los dueños de este tipo de villas, que en un principio estaban destinadas únicamente a la producción agraria, deciden instalarse en ellas. Así, los propietarios realizan ampliaciones, tal y como se puede ver en la de Ablitas, para ganar en comodidad”, explican los arqueólogos.


Prueba de esta afirmación es que, en campañas anteriores, el taller de arqueología ha realizado descubrimientos como el comedor principal de la residencia; parte de un mosaico; o el hipocausto, un sistema de calefacción similar a los actuales suelos radiantes, hallazgos todos ellos que evidencian el poder económico del que gozaron los distintos dueños de la villa.

UN FOGÓN Y UN SILO
Además de constatar esta evolución constructiva de la residencia, los trabajos realizados durante la recién concluida sexta campaña han servido para desenterrar tres nuevas estancias anexas al patio central de la villa, además de descubrir un nuevo tramo del pasillo que bordea el citado patio.

Según las primeras hipótesis, estas estancias corresponderían a salas de trabajo utilizadas por los criados más cercanos a los dueños de la villa o para el almacenaje de alimentos y bebidas, a modo de despensa. De hecho, en ellas han aparecido restos de un fogón y un silo.

Además, los arqueólogos han realizado cinco pequeños sondeos en un radio de 40 metros alrededor del núcleo central de la villa. Estas catas han dado como resultado el descubrimiento de muros con una profundidad de entre 40 centímetros y un metro, lo que evidencia el buen estado de conservación de la villa ablitera y todo lo que queda aún por sacar a la luz.

Con este objetivo, la intención del consistorio ablitero es seguir dando continuidad al taller de arqueología a lo largo de 2016, probablemente a finales de año.

(Fuente: Diario de Navarra / Diego Carasusán)

30 de marzo de 2015

Comienza la última fase de la restauración del claustro del Monasterio de Fitero (Navarra)

Después de ocho años de trabajo y 5,2 millones de euros invertidos, el claustro del Monasterio de Santa María la Real de Fitero será sometido próximamente a la última fase de su rehabilitación, que tendrá por objeto la restauración de los muros, el suelo y los acabados del claustro bajo y de la sala capitular. El claustro es una de las joyas de este recinto cisterciense que fue declarado monumento histórico-artístico en el año 1931.
Fundado en 1140 en el lugar de Niencebas, el Monasterio de Fitero puede presumir de ser el primer cenobio cisterciense que se construyó en toda la Península Ibérica.
La Institución Príncipe de Viana sacó ayer a concurso las obras de la séptima fase por un montante global de casi 725.000 euros por lo que el global de los trabajos del claustro, cuando terminen las obras, habrá superado los 5,2 millones de euros, tal y como se contemplaba en el Plan Navarra 2012. La financiación ha corrido a cargo del Gobierno de Navarra y de la Unión Europea a través de los fondos Feder de desarrollo regional, al 50% cada uno.

El período para llevar a cabo la última fase de la restauración es de nueve meses, por lo que se espera que esté concluido en los primeros meses de 2016.
 

TRABAJOS POR FASES
Los trabajos para restaurar el claustro del Monasterio de Fitero se iniciaron en el año 2008 y desde entonces se ha venido realizando una fase por año.

La primera recuperó las cubiertas del dormitorio viejo, su muro occidental y de la zona aneja del dormitorio nuevo, así como la cubierta del ala oriental. La segunda fase consolidó el ala Este del claustro, mientras que la tercera aseguró la estructura de la crujía Norte y sustituyó su cubierta. La cuarta consolidó las bóvedas de las naves Oeste y Sur y la quinta reconstruyó la esquina que se había hundido hace 120 años, al tiempo que reparó las bóvedas que se habían consolidado en la fase anterior.

Por último, en la sexta fase, que concluyó el pasado mes de febrero, se recuperaron, siguiendo el estilo original, las tres bóvedas del claustro bajo que se vieron afectadas cuando se hundió parte del claustro hacia 1890.

La reposición de las molduras de los pilares en las fases en que se trabajó con la parte del claustro más afectada se limitó a las piezas que habían perdido alguna sección, pero no se extendió a aquellas que simplemente habían visto desdibujado su perfil por la arenización o pequeñas descamaciones por el paso del tiempo y las incidencias climatológicas. El tipo de labra de la piedra repuesta se realizó con cincel, de forma similar al original. La piedra utilizada en las reposiciones es arenisca local, de la zona media de Navarra, de características análogas a la empleada en la construcción inicial del claustro.
 

DESAMORTIZACIÓN
El monasterio es un complejo monástico en el que habitó la comunidad cisterciense hasta su exclaustración en 1836. A partir del siglo XV, el conjunto aglutinaba a su alrededor una importante población que tras la desamortización convirtió la iglesia abacial en parroquia de la localidad. Este hecho, que hace que las dependencias monásticas llegadas a nuestros días se encuentren adecuadas y transformadas en función de las necesidades de los nuevos propietarios desde el siglo XIX, también ha posibilitado la conservación de la mayor parte del ajuar litúrgico.

ORIGEN

El Monasterio de Fitero es una joya arquitectónica de la Edad Media, ampliado durante los siglos XVI y XVII con otras construcciones nuevas. Fundado en 1140 en el lugar de Niencebas, el Monasterio de Fitero puede presumir de ser el primer cenobio cisterciense que se construyó en toda la Península Ibérica. 
(Fuente: Noticias de Navarra / Fermín Pérez-Nievas)

25 de marzo de 2015

Descubren un importante yacimiento Calcolítico en Sarriguren (Navarra)

Las obras viarias de la ecociudad han dejado al descubierto restos de estructuras de combustión de hace aproximadamente unos 4.500 años. También han encontrado varios depósitos de almacenaje circulares y pequeños objetos como restos de molinos de mano, evidencias de cerámica y pequeños trozos de herramienta de sílex.
Las excavadoras trabajan cerca de la zona donde aparecieron los restos. FOTO: PATXI CASCANTE
De paseo, los mayores nos recuerdan que el paisaje urbano que nos rodea “antes, era todo campo”. Una condición rural que en Sarriguren ya se explotaba, por lo menos, entre los años 2.500 y 2.000 a.C. Así está quedando patente tras el hallazgo de ruinas prehistóricas durante las obras viarias de la ecociudad, que alargarán la avenida Unión Europea hasta la Ronda Este; restos del Calcolítico (justo antes de la Edad del Bronce) que cuentan que, frente al polideportivo de esta urbanización del Valle de Egüés, ya vivía gente hace unos 4.500 años.

Las ruinas halladas corresponden a estructuras de combustión: “Un rebaje en el terreno en el que colocaban leños, a los que prendían fuego y cubrían con piedras, sobre las que se ponían los conejos, jabalíes... lo que se quisiera cocinar”, explica Nicolás Zuazúa, director de los trabajos. 


Los arqueólogos del Gabinete Trama (empresa contratada por Príncipe de Viana para hacerse cargo de las excavaciones) también han encontrado varios depósitos “que deberían de ser silos para guardar el trigo u otros alimentos”. Según detalla Zuazúa, “son circulares, de un metro de diámetro más o menos, aunque hay uno rectangular de 6 metros de ancho por 2 de largo”. Además, se han descubierto pequeños objetos, como restos de molinos de mano, evidencias de cerámica y pequeños trozos de piedra sílex, con la que se creaban herramientas.

HALLAZGOS SIMILARES

En total, han aparecido seis núcleos, “ubicados de forma bastante dispersa. Es muy difícil llegar a saber si son contemporáneas o no”, apunta Zuazúa, quien señala que, en las cabañas donde se ubicaban estas estructuras, podían llegar a vivir varias familias. Estaban ocultos a unos 40-60 centímetros de profundidad, por lo que algunos habían sido arrastrados por máquinas agrarias.

Estos seis puntos podrían aumentar conforme avancen las obras del PSIS de Salesianos y de urbanización de la zona, donde además se construirá un restaurante de comida rápida y un supermercado.

Los restos encontrados son algunos de los más antiguos de la zona. “No son únicos en Navarra, pero tienen su importancia porque lo que podemos conocer de aquella gente es gracias a los restos que dejan; aún no existía la escritura”, detalla María García-Barberena, técnico arqueólogo de Trama. Similares a estos se encontraron en las obras de la nueva cárcel de Pamplona y en la construcción del colegio Izaga, en Cordovilla.

Estos nuevos hallazgos en Sarriguren se suman a las tres necrópolis (dos medievales y una de la Edad del Hierro) que ya aparecieron en la ecociudad desde que comenzaron las obras de edificación. Zuazúa señala que, “al principio, pensamos que lo que había aparecido aquí -en referencia a las estructuras de combustión- eran necrópolis similares, pero enseguida nos dimos cuenta que no”.

Como se ha procedido otras veces, las piedras se desecharán, pero los demás restos se catalogarán y terminarán en un almacén de arqueología.

(Fuente: Noticias de Navarra /  Nazareth Bernhardt)

23 de febrero de 2015

El taller de arqueología descubre un mosaico en la villa romana de Ablitas (Navarra)

Se trata de un mosaico geométrico y policromado que parece seguir el esquema de círculos secantes que imitan rosetas de cuatro pétalos. La cata realizada tan sólo desenterró un metro cuadrado de los aproximadamente 20 m2 de pavimento de mosaico que podría tener la estancia donde se ha encontrado.
Las excavaciones realizadas por el equipo del taller de arqueología se han guiado por un estudio de georradar. 
Desde que comenzaron en el año 2010, cada una de las campañas de excavaciones realizadas en la villa romana de Ablitas, próxima a Tudela (Navarra),  ha deparado hallazgos que han elevado la categoría de este yacimiento, cuyos primeros restos datan del siglo I. Pero en la recientemente finalizada los integrantes del Taller de Arqueología del Ayuntamiento de Ablitas han conseguido lo que llevaban buscando desde el inicio de los trabajos: encontrar un mosaico.

La citada quinta campaña se prolongó desde octubre a diciembre bajo la dirección de los arqueólogos Juanjo Bienes Calvo y Óscar Sola Torres. En esta ocasión, las excavaciones realizadas se guiaron a través de los datos aportados por un estudio de georradar, que sirvió para dotar a los investigadores de un plano de las estancias del núcleo central de la villa.

DIECIOCHO SONDEOS
Así, la campaña se basó en la ejecución de 18 sondeos, de un metro cuadrado cada uno, en puntos muy concretos de la villa donde, a tenor del plano del georradar, pudieran encontrarse las estancias principales de la villa.


Fue en la realización de una de esas 18 catas, a poco más de un metro de profundidad, cuando se localizó el mosaico. “Hicimos el sondeo y nos topamos con el suelo de la estancia en cuestión, tal y como había ocurrido en todas las catas llevadas a cabo hasta entonces..., pero cuando lo limpiamos nos dimos cuenta de que aparecían las teselas de un mosaico. Fue un momento muy emocionante, porque era lo que llevábamos esperando desde hacía cinco años”, recuerdan los directores de la excavación.

Concretamente, se trata de un mosaico geométrico y policromado que parece seguir el esquema de círculos secantes que imitan rosetas de cuatro pétalos. La cata realizada tan sólo desenterró un metro cuadrado de los aproximadamente 20 m2 de pavimento de mosaico que podría tener la estancia donde se ha encontrado.

EN BUSCA DE MÁS MOSAÍCOS
Según explican Bienes y Sola, el descubrimiento del mosaico eleva la categoría de un yacimiento que, ya de por sí, cuenta con un enorme potencial al tratarse de una de las villas romanas mejor conservadas que existen en Navarra.

En cualquier caso, los directores de la excavación se muestran esperanzados en hallar nuevas estancias con mosaicos en próximas campañas. “Se trata de una villa muy grande -unos 6.000 m2-; propiedad de una persona pudiente; y ubicada en una zona ya rica de por sí como era la Ribera, con lo que no es descabellado pensar que pudiera haber más mosaicos, como ocurre en otras villas navarras como la del Ramalete de Tudela, la de Arellano o la de Liédena”, afirma Bienes.

13 de febrero de 2015

Encuentran tres enterramientos boca abajo "por castigo" en la iglesia de San Nicolás de Tudela (Navarra)

Los arqueólogos destacan que no es nada habitual encontrar tres enterramientos de este tipo en una parroquia tan pequeña, ya que, por ejemplo, en la catedral sólo se descubrió uno de los más de 750 que aparecieron durante las obras de rehabilitación
Según el técnico de la excavación "se trataría de una forma de castigo por la vida que llevaron".
Las excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo en la antigua iglesia de San Nicolás de Tudela de forma paralela a las obras de consolidación del edificio han sacado a luz un descubrimiento nada habitual. Se trata de tres enterramientos que, curiosamente, están boca abajo y no boca arriba como es común y ha ocurrido con el resto de los hallados -algo más de 40 en total-.

El arqueólogo que está llevando a cabo los trabajos, Juanjo Bienes, puso algo de luz a la razón por la que estas personas fueron enterradas al revés que el resto. “No es casualidad, sino que lógicamente se trata de alguna forma de castigo. Puede ser gente que se suicidó o que llevaba mala vida, como maleantes o prostitutas. A pesar de todo, se les enterraba en la parroquia porque era allí donde se les había bautizado, aunque de esta manera como forma de castigo por la vida que habían llevado”, señaló.

ALGO POCO HABITUAL
El arqueólogo destacó que no es nada habitual encontrar tres enterramientos de este tipo en una parroquia tan pequeña, ya que, por ejemplo, en la catedral sólo se descubrió uno de los más de 750 que aparecieron durante las obras de rehabilitación que se llevaron a cabo entre 2002 y 2006.

Dos de ellos se han encontrado en las últimas semanas y corresponden al siglo XIX, mientras que el tercero apareció en agosto y se data hacia los siglos XVI o XVII, aunque a este sólo le quedaba la zona del tórax y fue al ver las fotos de los dos últimos cuando se percataron de que también estaba boca abajo.

Todos han aparecido en la zona más cercana a la puerta de entrada a la iglesia, donde ahora se están llevando a cabo las obras de consolidación de la estructura.

NO SE TRATA DE BRUJAS
Pero este tipo de enterramientos se han relacionado también en otros lugares con la brujería. Se les daba sepultura de esta manera, según explicó Bienes, por dos razones principales. Una era que si el alma les salía por la boca iría hacia abajo y no hacia la superficie, y lo mismo ocurriría si intentaban escapar excavando, ya que lo único que conseguirían es profundizar hacia el subsuelo.

Bienes explicó que en los encontrados en San Nicolás no sería este caso. “En las épocas de las que datan los enterramientos en Tudela no había este tipo de procesos contra las brujas. Además, lo normal es que las enterraran con sus amuletos y no ha aparecido ninguno”, dijo.

Estos trabajos arqueológicos se prolongarán durante este mes, cuando se pondrá fin a las obras de consolidación del edificio. Bienes añadió que no se descarta retomar el taller de arqueología que se llevó a cabo en agosto, cuando se encontraron 26 enterramientos. En la nave donde se está trabajando ahora han aparecido 72 cajeados para enterramientos, de los que se han excavado 16 y quedan otros 6, por lo que se trabajará en un tercio del total. Además, quedan pendientes los que puedan aparecer en las capillas laterales.

12 de enero de 2015

El "guerrero de Turbil" regresa al yacimiento ibérico de Beire (Navarra)

Se trata de una réplica exacta del original encontrado en 2010 que representa la efigie de un guerrero armado con un disco-coraza protector sobre el pecho. Es la estatua humana de tipología ibérica más grande encontrada en la península, fiel réplica del original mide 3,17 m y pesa 1.270 kilos.
El consejero de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales del Gobierno foral, Juan Luis Sánchez de Muniáin, ha asistido al acto de colocación de la escultura, acompañado por el alcalde de Beire, Sergio Fresán Oroz, la directora general de Cultura, Ana Zabalegui, y representantes del Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra.
La Dirección General de Cultura del Gobierno de Navarra ha colocado en el poblado de Turbil, a poco menos de 3 kilómetros de Beire, una réplica exacta de la estela del guerrero de la Edad del Hierro, la más antigua manifestación de escultura de bulto redondo conocida hasta la fecha en Navarra, de más de 2.200 años de antigüedad.

La estatua-estela mide 3,17 m y pesa 1.270 kilos. Los restos recuperados alcanzan los 2,55 metros de longitud y los 870 kilos de peso, pero falta otro trozo, la parte inferior de la estela, que todavía no se ha encontrado.

Representa la efigie de un guerrero armado con un disco-coraza protector sobre el pecho, que porta suspendido de los hombros mediante dos correas. Sus rasgos faciales se hallaron muy alterados, si bien se reconoce el cuello, el pelo, los ojos y las orejas. El cuerpo es un bloque sin detalles anatómicos. Se ha calificado como estela de tipo ibérico, ya que resulta similar a otras descubiertas en el levante peninsular, propias de la cultura ibera.

La pieza es una reproducción fidedigna del original en dimensiones, iconografía, labra de la piedra y materia prima (arenisca local), que ha sido realizada por Cantería Jaurrieta, de Olite. La original permanece en la actualidad en los Fondos de Arqueología del Gobierno de Navarra, ha informado el Ejecutivo en una nota.

PARTIDA EN DOS DE MANERA INTENCIONADA
Este excepcional hallazgo apareció partido en dos. La parte de la cabeza fue descubierta en las inmediaciones del castro de Turbil, en 2010, por el vecino de Olite, Julián Algarra. Posteriormente, el arqueólogo especialista en castros de la Edad del Hierro, Javier Armendáriz, encontró la parte inferior de la estatua a siete metros del lugar en el que fue hallada la cabeza.


Los entendidos afirman que el hecho de que la gran estatua-estela estuviera partida no se debe al paso del tiempo o a la acción de agentes atmosféricos, sino a una destrucción intencionada, obra probablemente de atacantes del poblado, posiblemente realizada por los romanos a principios del siglo II a. C. con la primera romanización de la zona.

LA ESTATUA HUMANA IBÉRICA MÁS GRANDE DE LA PENÍNSULA
Según confirmó Armendáriz en un artículo publicado en la revista Trabajos de Arqueología de Navarra (nº 24, 2012), también puede considerarse la estatua humana de tipología ibérica más grande de la Península, dado que la pieza completa llegaría a los tres metros de longitud. Según sostiene el arqueólogo, no se ha encontrado nada parecido al norte del Ebro.

Esta estatua-estela de Turbil es una clara manifestación de que la influencia del mundo ibérico alcanzó a la mitad sur de Navarra, confirmada por el hallazgo de muestras de cerámica celtibérica en el castro.

SÍMBOLO PROTECTOR EN UN SANTUARIO
Esta singular pieza fue colocada fuera del castro de Turbil, en un lugar bien visible. Su función original permanece en el terreno de la hipótesis, pero es probable que se tratara de un símbolo protector e identificativo de la comunidad que la erigió.

También se cree que el lugar donde se encontró pudo ser un lugar sagrado, un santuario o un lugar de reunión importante para los habitantes del castro de Turbil, ya que muy cerca pueden verse varios túmulos de piedra que pudieron estar relacionados con el santuario. Además, 18 metros al este del lugar donde apareció la estela hay una exedra, de planta circular, con asientos y respaldos fijos en la parte interior de la curva, excavada artificialmente de 30 metros de diámetro y entre 3 y 5 metros de profundidad. Está orientada hacia el este, hacia la salida del sol, formando una especie de anfiteatro que cuelga sobre el borde del cerro, lo que vendría a confirmar la tesis del santuario.

7 de agosto de 2014

Buscan los restos de una iglesia del S. XII y la tumba de Sancho el Fuerte en Tudela (Navarra)

El principal motor de la excavación se centra en buscar los restos de una iglesia que data de los siglos XII y XIII y de la que hoy en día sólo se conserva el tímpano y los dos leones de la entrada. Los arqueólogos tratarán de encontrar la tumba de Sancho VII "el Fuerte" que estuvo enterrado por primera vez bajo esta antigua iglesia durante cuatro años, antes de que se trasladasen sus restos a Roncesvalles.
Dos alumnos durante las labores de excavación en San NIcolás. Foto: JAVIER FRÍAS.
Las excavaciones, dirigidas por el arqueólogo Juanjo Bienes, se dividen en cinco turnos semanales hasta el próximo 29 de agosto y dan una oportunidad única a los tudelanos de poder trabajar en la histórica iglesia. Este taller está organizado por el área de Centros Cívicos, cuenta con un presupuesto de 4.100 euros y se han apuntado un total de 30 alumnos.

El principal motor de la excavación se centra en buscar los restos de una iglesia que data de los siglos XII y XIII y de la que hoy en día sólo se conserva el tímpano y los dos leones de la entrada. Este templo fue destruido en el siglo XVIII debido al deterioro que ocasionaba la humedad al encontrarse construido sobre el río Mediavilla. 

Su orientación debería ser distinta a la realizada posteriormente, lo que dificulta su hallazgo. La excavación también resultará interesante para conocer más información sobre el poblamiento islámico anterior a la ocupación cristiana, que se produjo en el año 1119, e incluso para descubrir elementos del romano.

SANCHO EL FUERTE
Lo más relevante, aunque también lo más improbable, sería encontrar la tumba de Sancho el Fuerte. El que fuese rey de Navarra estuvo enterrado por primera vez bajo esta antigua iglesia durante cuatro años, antes de que se trasladasen sus restos a Roncesvalles. “Es algo muy complicado”, confesó el propio Bienes.
Un bombero contempla la suciedad acumulada
en el interior de la iglesia.
Foto: DIARIO DE NAVARRA

La sepultura debería ser sencilla, ya que se trataba de una estancia provisional, pero sin olvidar su rango de monarca. Lo que sí es más probable encontrar es alguno de los numerosos enterramientos que se hallan bajo el suelo de la iglesia de San Nicolás, algo que según el arqueólogo “sería muy interesante, sobre todo para los que no han tenido contacto con la arqueología previamente”. Por ello, la intención es tratar de “conocer el número aproximado de estos enterramientos excavando una parte de la nave central”.

El taller ha contado con buena afluencia de público durante los dos primeros días, ya que a las nueve personas apuntadas al primer turno, hay que añadir otros curiosos que se han acercado para observar las excavaciones, que llegarán hasta los dos metros de profundidad.

La zona donde se centra el trabajo arqueológico es en el ábside, aunque no se descarta en un futuro intervenir en otras zonas de la iglesia como las capillas. Hasta el momento se ha levantado ya una parte del suelo y todavía no se ha podido encontrar nada de valor.

HISTORIA
Nacimiento. No se tiene documentación de su construcción, pero ya en el año 1131 existía como monasterio benedictino.

Sancho el Fuerte. Durante los primeros años del siglo XII se convirtió en uno de los templos más emblemáticos. Tanto es así que allí fue enterrado Sancho el Fuerte en 1234, durante casi cinco años.

Declive. Por la cercanía del río Mediavilla la iglesia se deterioró rápidamente. En 1279 ya se pedían limosnas para su reparación, en 1520 necesitó una restauración parcial, en 1604 se cambió la torre por otra nueva y en 1729 se decidió derruirla.

Nueva iglesia. En 1733 se abrió la nueva iglesia, aunque siguieron los problemas. En 1902 y en 1936 se volvió a cerrar por obras. Finalmente, desde hace más de 40 años sigue sin utilizarse.

LA CIFRA
1,9 Millones de euros costará el proyecto de remodelación de San Nicolás.

23 de julio de 2014

Hallada una necrópolis medieval en Sarriguren (Navarra)

Se trata de 38 enterramientos de los siglos XII a XVIII en el entorno de la antigua iglesia de Santa Engracia, en Sarriguren (Navarra) y que se suman a los 12 aparecidos en las obras de reforma en el interior del templo. La mayoría de los cuerpos corresponden a gente joven y algunos de ellos portaban un pequeño ajuar. También han aparecido cuatro estelas discoidales,  que se exponen dentro de la antigua iglesia, donde se encontraron otros dos monolitos. 
Los cuerpos siguen el ritual cristiano de enterramiento, por inhumación y orientación este-oeste.
Foto: Ayuntamiento del Valle de Egüés. 
En la Edad Media, algunos escritos de la época señalan a Sarriguren como una pequeña aldea, donde a principios del siglo XIII estaban instalados al menos tres hogares de labradores, además de la residencia de un hidalgo. Ahora, en julio de 2014, en torno a la iglesia de Santa Engracia, que data del siglo XII, los trabajos previos a unas obras de urbanización han descubierto una necrópolis medieval, con 38 cuerpos encontrados que se suman a los 12 hallados durante las obras de rehabilitación y consolidación de esta parroquia.

Estas “prospecciones arqueológicas”, según el Ayuntamiento del Valle de Egüés, comenzaron el 12 de junio y aún están pendientes de finalizar. El objetivo de los trabajos es la urbanización del Pueblo Viejo de la localidad (con un presupuesto que ronda el millón de euros), que se destinará a un espacio cultural y de esparcimiento.

CUERPOS DE "PERSONAS JÓVENES"
La hallada es una necrópolis medieval, en torno a la antigua iglesia Santa Engracia de Sarriguren, propia de la época y muy similar a otras encontradas en otros pueblos de la Comarca. Estos cuerpos descubiertos son de los siglos XII-XVIII (en 1787 se prohibieron los enterramientos dentro de los pueblos y se ordenó la construcción de cementerios a las afueras), y sorprende que la mayoría de los cadáveres correspondan a “personas jóvenes”, explica María García Barberena, técnica de estos trabajos arqueológicos, realizados por el Gabinete Trama. “Hay un par de niños de unos cinco años, y algún otro que ronda los ocho”, añade. La razón, probablemente, es que los cuerpos se agrupaban por edades, aunque desde Trama señalan que es un hecho que se investigará.

La antigua iglesia de Santa Engracia en Sarriguren tras los trabajos.
Foto: Iban Aguinaga. 

Los 38 cuerpos seguían el ritual cristiano de enterramiento por inhumación, con orientación este-oeste, “para que pudieran ver salir el sol”, cuentan desde el Ayuntamiento. Los restos más antiguos se encontraban dentro de cámaras funerarias, compuestas por bloques irregulares de piedra con cubiertas hechas de una sucesión de lajas, jamás por una única pieza de piedra; los cuerpos más modernos fueron enterrados en fosas simples o en ataúdes. 

Según los estudios realizados, muchas de estas sepulturas fueron reutilizadas, lo que indica una saturación del espacio funerario. 

ESTELAS DISCOIDALES
A su vez, se encontraron cuatro estelas discoidales, una cifra “sorprendente, no suelen encontrarse tantas”, explica la técnica de Trama, que se exponen dentro de la antigua iglesia, donde se encontraron otros dos monolitos. Además, fueron hallados en algunos de los cuerpos pequeños enseres: un rosario y dos collares de cuentas de pasta vítrea.

Estos cuerpos reposarán en el Museo de Navarra, y si alguna institución requiriera más información sobre los mismos, se llevarían a cabo estudios osteoarqueológicos con el fin de conocer más sobre la forma de vida de estos pueblos: saber qué trabajos hacían por la información de marcas de esfuerzo en los huesos, qué dietas llevaban a cabo o qué enfermedades padecían.

Ahora, el trabajo que queda es rehabilitar los tejados y fachadas de los otros dos edificios que quedarán en pie del Pueblo Viejo, la casa-torre y la llamada casa grande que, de momento, seguirán en manos públicas. Aun así, el Ayuntamiento no descarta solicitar para su uso para desarrollar en ellas actividades locales.

(Fuente: Diario de Navarra / Nazareth Bernhard)

30 de mayo de 2014

Navarra invierte 450.000 euros en la recuperación de la ciudad romana de Santa Criz

Los trabajos arqueológicos en la ciudad romana de Santa Criz, en el término municipal de Eslava, continuarán en 2014 y 2015 en el área del foro donde se ubican las galerías laterales y el espacio abierto central. Los trabajos incluyen la consolidación de las estructuras descubiertas y la adecuación de las ruinas para la circulación de visitantes.
Se desconoce el nombre romano de la ciudad de Santa Criz, que ya fue objeto de excavaciones en los años 90.
Con este objeto, el consejero de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales del Gobierno foral, Juan Luis Sánchez de Muniáin, ha firmado un convenio con el alcalde de Eslava, Félix María Bariain, por el que cede al Ayuntamiento 447.353 euros, que se pagarán a lo largo de 2014 y 2015 en función de las fases del proyecto.

Estas fases incluyen, además de la excavación, la consolidación de las estructuras descubiertas, algunas de las cuales se volverán a colocar en su estado original, y la adecuación de las ruinas para la circulación de visitantes.

La firma de este convenio deriva de la suscrita en 2010 entre el Departamento de Obras Públicas, la Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico y la empresa Autovía del Pirineo, que establecía la financiación de diversas actuaciones de carácter cultural vinculadas a la construcción de la A-21.

Entre estas actuaciones, figuraba la intervención en Santa Criz, que fue dotada entonces con 500.000 euros, de los cuales una pequeña parte se ha aplicado ya entre 2012 y 2013 a la protección del yacimiento (instalación de un vallado), a la restauración de sus esculturas y a los trabajos preparatorios para la redacción del 'Proyecto de excavación, consolidación y puesta en valor', documento técnico que sustenta la intervención que se llevará a cabo durante 2014 y 2015.

Conocida ya desde 1917, Santa Criz ha sido objeto de diversas excavaciones durante la década de los 90 del siglo pasado y hasta la actualidad, cuando se ha intervenido entre los años 2005 a 2010. En esta última fecha se incoó expediente para su declaración como Bien de Interés Cultural.

Si bien se desconoce el nombre latino de esta ciudad, su condición de núcleo urbano ha estado siempre clara dada la monumentalidad de sus restos y la abundancia de inscripciones aparecidas, sin duda las más numerosas de Navarra, ha informado el Gobierno foral en un comunicado.

LAS EXCAVACIONES PREVIAS
Los trabajos arqueológicos llevados a cabo por el Ayuntamiento de Eslava con financiación del Gobierno de Navarra han reconocido dos de las zonas más importantes de la ciudad. De una parte el foro, o plaza pública, del que se ha descubierto el criptopórtico o galería semisubterránea septentrional, con el derrumbe de la columnata que rodeaba la plaza. De este derrumbe se han recuperado restos de tres esculturas, entre las que destaca el cuerpo de un togado en mármol, así como una decena de capiteles de estilo corintio.

La otra zona es la necrópolis o cementerio de la ciudad, del que se conocen sus mausoleos monumentales y los restos de las incineraciones que en ellos se depositaban.

LAS INTERVENCIONES PREVISTAS
Como se ha adelantado, las intervenciones programadas para 2014 y 2015 consistirán en la excavación del área del foro (galerías laterales y espacio abierto central) sobre una superficie en torno a 500 m2, lo que permitirá descubrir toda la planta de la zona más noble de la ciudad.

Se llevará también a cabo la consolidación de las estructuras que se descubran y se volverán a colocar en su estado original partes seleccionadas de un mausoleo y la galería norte del foro.

La intervención incluye la consolidación para el acceso y circulación de visitantes de las ruinas, que quedarán señalizadas mediante un sendero interpretativo autoguiado con varias paradas y paneles informativos.

Finalmente se redactará la memoria científica de las excavaciones llevadas a cabo hasta la fecha.

(Fuente: Europa Press)

23 de diciembre de 2013

Encuentran una imagen de Cupido en la villa romana de Ablitas (Navarra)

El yacimiento de la villa romana de Ablitas (próximo a Tudela, Navarra) sigue dando buenas noticias. En 2010, primer año de excavaciones, fue descubierto el comedor principal; y, en 2011, salió a la luz el sistema de calefacción de la vivienda. Ahora, los trabajos en esta villa, que estuvo habitada entre los siglos I y V después de Cristo, han servido para descubrir una pequeña figura de bronce de la que tan sólo se conservan en Navarra otras cinco de similares características.
Imagen de la figura de bronce del dios Cupido encontrada en la villa romana de Ablitas. Foto: N.G.Landa
Los autores de este nuevo hallazgo han sido los 15 alumnos del IV Curso de Arqueología organizado por el Ayuntamiento de Ablitas y dirigido por Juan José Bienes Calvo y Óscar Sola Torres.

La figura, que representa al dios Cupido, se encontró a 70 centímetros de profundidad, sobre el suelo del pasillo que, originariamente, dividía varias estancias destinadas a los sirvientes más cercanos a los amos de la villa. Bienes y Sola destacaron la dificultad de encontrar este tipo de piezas. De hecho, según indicaron, la figura de Ablitas es la segunda en Navarra en haber sido descubierta en una excavación tras la hallada sobre los años 80 en el yacimiento de Pompaelo de Pamplona. "Sobre los siglos IV y V, este tipo de figuras de deidades paganas ya no tenían valor religioso por el creciente auge del Cristianismo. Pero eran piezas muy codiciadas, simplemente por el valor del bronce en el que estaban hechas, un metal caro en aquella época", señalaron.

LA FIGURA
La pieza en cuestión, de 13 centímetros de altura, representa a Cupido, dios del amor en la mitología romana. Se trata de un muchacho joven, con alas asimétricas y perpendiculares a la espalda. La figura está de pie, dando sensación de movimiento, apoyando el cuerpo sobre la punta de los pies de la pierna derecha, mientras que su pierna izquierda -ya desaparecida- parece que estaba ligeramente flexionada hacia atrás. El brazo derecho lo tiene extendido hacia arriba, en actitud de sostener con la mano algún objeto que también ha desaparecido. El brazo izquierdo lo tiene extendido hacia abajo.

CALIDAD
La pieza muestra gran detalle en la definición de sus formasanatómicas como el pecho y piernas. Destaca el detalle de su abundante cabellera y la gran definición de las plumas que conforman sus alas. Según indicaron Bienes y Sola "la calidad de la pieza denota que en esta villa de Ablitas vivía gente pudiente y demuestra el nivel de romanización de la comarca, ya que objetos como éste, típicos de ciudades como Pompeya, Herculano o la propia Roma, estaban presentes también en la Ribera".

(Fuente: Diario de Navarra / Diego Cara Susán)