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15 de mayo de 2023

Un vecino de Cáceres encuentra una estela antropomorfa con miles de años de antigüedad

Un vecino de la localidad de Valdefuentes (Cáceres) ha hallado una estela antropomorfa, datada «entre 2.000 y 3.000 antes de Cristo», cuando realizaba obras en el umbral de la puerta de una antigua bodega, según ha informado el Ayuntamiento de esta localidad.
Un vecino de Cáceres encuentra una estela antropomorfa con miles de años de antigüedad EFE / Ayuntamiento de Valdefuentes

Un vecino de la localidad de Valdefuentes (Cáceres) ha hallado una estela antropomorfa, datada «entre 2.000 y 3.000 antes de Cristo», cuando realizaba obras en el umbral de la puerta de una antigua bodega, según ha informado el Ayuntamiento de esta localidad.

El alcalde de Valdefuentes, Álvaro Arias, ha manifestado a EFE que el hallazgo ya ha sido puesto en conocimiento de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Cáceres. De hecho, los arqueólogos ya han inspeccionado la pieza y apuntan «a que puede tener esa antigüedad”.

La pieza fue localizada hace dos días en una vieja bodega ubicada en la calle Vicente Aranda Cantó, en pleno casco urbano de la citada localidad cacereña.

Además, se han adoptado las pertinentes medidas de salvaguarda y la pieza ha sido trasladada al claustro del convento de San Agustín de Valdefuentes. “La hemos trasladado, dado el interés histórico que dicho hallazgo puede representar para nuestra localidad, así como la repercusión cultural y turística que pudiera suponer”, ha apuntado el alcalde.

«Nuestro deseo es que dicha estela permanezca en el emplazamiento actual del claustro, en un lugar preferente, con las debidas medidas de salvaguarda que desde Patrimonio nos indiquen al efecto”, ha agregado.

23 de marzo de 2023

Identifican un nombre propio inédito en todo el Imperio romano en una estela hallada en Granada

Una lápida funeraria del siglo I-II d.C. descubierta por un agricultor escondía el primer testimonio documentado en todo el mundo romano del término "Subulcus".
Detalle de la estela funeraria hallada en Domingo Pérez. Foto: Universidad de Granada

En lo que parecía una jornada más, un agricultor que estaba trabajando en un cortijo del municipio granadino de Domingo Pérez se topó por casualidad con una gran piedra con inscripciones en latín. Rápidamente informó al dueño de la propiedad y este comunicó el hallazgo de la pieza a la Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía. A priori parecía una estela funeraria romana más, pero su estudio en el laboratorio ha desvelado una gran sorpresa: el texto escondía un nombre propio inédito hasta la fecha, no solo en lo que fue Hispania, sino en todos los territorios que abarcó el Imperio romano: "Subculus", un liberto fallecido a los 55 años.

La lápida, según explican Ángel Padilla Arroba y Eva Morales Rodríguez, profesores del Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Granada, se ha datado entre finales del siglo I y el siglo II d.C. en base al tipo de letra y a las fórmulas funerarias empleadas. Hecha en un bloque de piedra caliza rectangular de buena factura, con la superficie pulimentada y la parte superior suavemente redondeada, tiene unas dimensiones de 64'8 x 40 x 17 centímetros y el texto se distribuye a lo largo de 12 líneas, 11 de las cuales se conservan en buen estado —la última solo muestra el ápice de lo que pudieron ser las dos primeras letras de la misma—.

Según ha explicado la Universidad de Granada en una nota de prensa, en la inscripción, que no presenta ningún tipo de motivo ornamental, se relaciona el nombre de 6 personas, libertos de condición, con vínculos familiares entre algunos de ellos. En realidad, únicamente se menciona el nombre y la edad a la que fallecieron. Del conjunto de individuos, tres son hombres y otros tantos mujeres. Los varones y una de las féminas pertenecen a la gens Pomponia, familia de origen plebeyo cuya presencia en el sur peninsular no está atestiguada hasta momentos relativamente tardíos.

En el mundo romano, los libertos eran antiguos esclavos que había sido liberados de su servidumbre y se habían convertido en ciudadanos libre. Sin embargo, no tenían el mismo estatus ni los mismos derechos que un ingenuo, es decir, alguien que nunca había caído en la esclavitud, y serían considerados para siempre como antiguos esclavos, recuerdan los investigadores. Su hipótesis es que esta lápida hallada en Domingo Pérez debía estar colocada en un monumento funerario de unas ciertas dimensiones, que es probable que se especificaran en la última línea perdida.

"De entre los nombres que se recogen en la estela destaca especialmente uno, Quintus Pomponius Subulcus", señalan Padilla y Morales, que publicarán su estudio sobre la pieza, que se está restaurando en el Museo Arqueológico de Granada, en el próximo número de la revista Epigraphica, editada por la Universidad de Sassari (Italia). "Su particularidad e importancia radican en que se trata del primer testimonio documentado en todo el mundo romano del término Subulcus formando parte de la onomástica de un individuo, que, en este caso, falleció a los 55 años de edad".

Dicho nombre no está recogido en ninguno de los grandes repertorios, ni en las principales bases de datos epigráficas, "por lo que se trata de un hallazgo excepcional que viene a enriquecer el ya extenso repertorio de nombres romanos documentados no sólo en Hispania, sino en todo el Imperio", destacan los investigadores de la UGR. Este término aparece recogido en las famosas Etimologías de Isidoro de Sevilla, donde indica que hace referencia a un "pastor de cerdos", un porquero, pero hasta la fecha no había evidencias de que se también se usara como nombre propio.

24 de junio de 2022

Descubren una segunda estela en un complejo funerario en Cañaveral de León (Huelva)

Incluye elementos como una espada, arco y flecha y una lanza y se encuentra en un excelente estado de conservación. Está a escasos metros del lugar donde fue encontrada otra en 2018
Grupo de científicos con el hallazgo. / MARTA DIAZ-GUARDAMINO URIBE DE LA UNIVERSIDAD DE DURHAM

Una investigación internacional actualmente en curso en Cañaveral de León, que integra a expertos de las universidades de Durham, Sevilla, Southampton, Huelva y Gotemburgo, ha revelado hace unos días un gran complejo funerario en el lugar donde apareció originalmente la estela prehistórica en abril de 2018, así como estas excavaciones acaban de deparar una segunda estela prehistórica, en este caso del tipo conocida habitualmente como de guerrero, a escasos metros donde fue encontrada la primera.

Desde el Ayuntamiento han recordado que la primera estela prehistórica de la Edad de Bronce hallada en 2018 -la piedra data de 1700-1000 AC- es "de gran importancia" y que actualmente integrada en la exposición permanente del Museo de Huelva, toda vez que han explicado que el estudio científico llevado a cabo de esa pieza "estableció la importancia del lugar de hallazgo de la misma", ubicado en el camino de Las Capellanías, del mismo municipio, y la "originalidad de los motivos gráficos y técnicas de trabajo que incorpora". Con respecto al gran complejo funerario, han apuntado que este espacio incluye un gran túmulo de piedra provisto de dos cámaras de enterramiento, así como varias estructuras de tipo cista y de otras descripciones, todavía en curso de investigación.

Asimismo, en cuanto a la nueva estela encontrada la 'de guerrero', han señalado que presenta unos motivos gráficos centrados en un personaje caracterizado mediante una serie de elementos -espada, arco y flecha, espejo- y que se encuentra en "un excelente estado de conservación".

"Se trata de un descubrimiento excepcional, tanto porque la mayoría de estos monumentos prehistóricos conocidos fueron descubiertos de forma casual, y no como resultado de investigaciones científicas, como porque la nueva pieza descubierta se integra en la arquitectura funeraria del complejo, lo cual permitirá, por primera vez, conocer y entender el contexto social de este tipo de monumentos", han subrayado desde el Consistorio de Cañaveral de León.

Estas investigaciones se están desarrollando en el marco del proyecto Encuentros marítimos: un contrapunto a la narrativa terrestre dominante de la prehistoria europea, financiado por Riksbankens Jubileumsfond (Suecia), liderado por Johan Ling (University of Gothenburg, Suecia) y por Marta Díaz-Guardamino Uribe (Universidad de Durham) en la Península Ibérica.

Ya durante la presentación el pasado mes de abril de los actos conmemorativos del IV aniversario del hallazgo de la estela diademada, la alcaldesa de Cañaveral de León, Mercedes Gordo, recordó que se trata de la única estela diademada encontrada hasta el momento en la provincia y que "ha dado lugar a que se hayan obtenido unos resultados muy importantes" que "están modificando todo lo que se conoce sobre las estelas diademadas en España y a nivel internacional", toda vez que destacó que "una de las características importantes" que posee es que "sigue conservando pigmentos".

Asimismo, explicó que se había hecho "una prospección del terreno durante varios meses para conocer si había indicios de asentamientos de población en aquella época" que habían dado como resultado que existía "un número muy importante de indicios de asentamientos en el territorio, en la zona limítrofe donde se encontró la estela".

Por ello, subrayó que en el mes de junio se iba a realizar un trabajo de excavación arqueológica por parte de un grupo liderado por el arqueólogo y miembro del Grupo de Investigación HUM 838 Universidad de Huelva, Timoteo Rivera, y el investigador de la Universidad de Sevilla, Leonardo García San Juan, en el que participarían otros investigadores internacionales.

Sobre la estela diademada

Se trata de una estela, un monumento conmemorativo, generalmente de piedra como la hallada en este municipio, que se erige sobre el suelo en forma de lápida, de pedestal o de columna. Así, es el primer hallazgo en Huelva de una pieza de este tipo. El hallazgo de la pieza se produjo el 17 de abril en los trabajos de unas obras en un camino municipal. Estas obras se enmarcan en las subvenciones del Programa de Fomento del Empleo Agrario 2017. Ese día un trabajador, al preparar su merienda sobre una piedra, se dio cuenta que la misma tenía unos grabados.

La piedra en cuestión hacía aproximadamente una semana que había sido retirada del camino por los obreros, pues estaba enterrada en él, con la zona de los relieves boca abajo, sobresaliendo solo un trozo de la misma generando un bache. Al descubrir los dibujos tallados los trabajadores le hicieron fotos, que remitieron al Ayuntamiento donde se trasladó la pieza por cuestiones de seguridad, tras lo que se contactó con algunos especialistas para saber si tenía algún valor, y de ser así, cómo actuar.

Por su parte, los técnicos confirmaron que se trataba de un descubrimiento "relevante", por lo que se comunicó el hallazgo casual a la Delegación de Cultura, Turismo y Deporte, tal y como exige la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, de Patrimonio Histórico de Andalucía (artículo 50). Unos días después, el 24 de abril un arqueólogo del Museo de Huelva y una arqueóloga de la Delegación se desplazaron para ver la pieza y el lugar del hallazgo, estando acompañados en campo por una patrulla del Seprona y uno de los trabajadores que participó en el descubrimiento.

Así las cosas, destacaron que se trata de un "magnífico y singular ejemplo" de Estela antropomorfa diademada' del suroeste. Destaca que es la primera de estas características aparecida en la provincia de Huelva, así como han remarcado su rica decoración y su "magnífico estado de conservación", pese a estar fracturada (le faltaría aproximadamente su mitad inferior, por lo que su longitud originaria debía rondar los dos metros).

Data de la Edad del Bronce, entre el III y II milenio antes de Cristo, por lo que tendría más de 4.000 años. El grabado sobre la piedra hallado ha sido realizado mediante técnica de piqueteado, en una roca de forma rectangular, curvada en su parte superior, con unas dimensiones de 97 centímetros, 67 de ancho y unos 22 de grosor, con un peso aproximado de unos 400 kilos. El grabado es una representación antropomorfa de una cabeza con rostro, un torso y la mano izquierda.

Está coronada por una doble diadema, y en su lado derecho puede verse un elemento trapezoidal, probable una fíbula (pieza que se usaba para unir las piezas de un vestido) y lo que los autores identifican como peine o elemento musical. Al cuello lleva un pequeño collar de cuentas y el torso parece cubierto por un elemento de protección. Sobre la mano izquierda aparece un elemento esférico, que algunos autores identifican con espejos y tres pequeñas cazoletas.

12 de enero de 2015

El "guerrero de Turbil" regresa al yacimiento ibérico de Beire (Navarra)

Se trata de una réplica exacta del original encontrado en 2010 que representa la efigie de un guerrero armado con un disco-coraza protector sobre el pecho. Es la estatua humana de tipología ibérica más grande encontrada en la península, fiel réplica del original mide 3,17 m y pesa 1.270 kilos.
El consejero de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales del Gobierno foral, Juan Luis Sánchez de Muniáin, ha asistido al acto de colocación de la escultura, acompañado por el alcalde de Beire, Sergio Fresán Oroz, la directora general de Cultura, Ana Zabalegui, y representantes del Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra.
La Dirección General de Cultura del Gobierno de Navarra ha colocado en el poblado de Turbil, a poco menos de 3 kilómetros de Beire, una réplica exacta de la estela del guerrero de la Edad del Hierro, la más antigua manifestación de escultura de bulto redondo conocida hasta la fecha en Navarra, de más de 2.200 años de antigüedad.

La estatua-estela mide 3,17 m y pesa 1.270 kilos. Los restos recuperados alcanzan los 2,55 metros de longitud y los 870 kilos de peso, pero falta otro trozo, la parte inferior de la estela, que todavía no se ha encontrado.

Representa la efigie de un guerrero armado con un disco-coraza protector sobre el pecho, que porta suspendido de los hombros mediante dos correas. Sus rasgos faciales se hallaron muy alterados, si bien se reconoce el cuello, el pelo, los ojos y las orejas. El cuerpo es un bloque sin detalles anatómicos. Se ha calificado como estela de tipo ibérico, ya que resulta similar a otras descubiertas en el levante peninsular, propias de la cultura ibera.

La pieza es una reproducción fidedigna del original en dimensiones, iconografía, labra de la piedra y materia prima (arenisca local), que ha sido realizada por Cantería Jaurrieta, de Olite. La original permanece en la actualidad en los Fondos de Arqueología del Gobierno de Navarra, ha informado el Ejecutivo en una nota.

PARTIDA EN DOS DE MANERA INTENCIONADA
Este excepcional hallazgo apareció partido en dos. La parte de la cabeza fue descubierta en las inmediaciones del castro de Turbil, en 2010, por el vecino de Olite, Julián Algarra. Posteriormente, el arqueólogo especialista en castros de la Edad del Hierro, Javier Armendáriz, encontró la parte inferior de la estatua a siete metros del lugar en el que fue hallada la cabeza.


Los entendidos afirman que el hecho de que la gran estatua-estela estuviera partida no se debe al paso del tiempo o a la acción de agentes atmosféricos, sino a una destrucción intencionada, obra probablemente de atacantes del poblado, posiblemente realizada por los romanos a principios del siglo II a. C. con la primera romanización de la zona.

LA ESTATUA HUMANA IBÉRICA MÁS GRANDE DE LA PENÍNSULA
Según confirmó Armendáriz en un artículo publicado en la revista Trabajos de Arqueología de Navarra (nº 24, 2012), también puede considerarse la estatua humana de tipología ibérica más grande de la Península, dado que la pieza completa llegaría a los tres metros de longitud. Según sostiene el arqueólogo, no se ha encontrado nada parecido al norte del Ebro.

Esta estatua-estela de Turbil es una clara manifestación de que la influencia del mundo ibérico alcanzó a la mitad sur de Navarra, confirmada por el hallazgo de muestras de cerámica celtibérica en el castro.

SÍMBOLO PROTECTOR EN UN SANTUARIO
Esta singular pieza fue colocada fuera del castro de Turbil, en un lugar bien visible. Su función original permanece en el terreno de la hipótesis, pero es probable que se tratara de un símbolo protector e identificativo de la comunidad que la erigió.

También se cree que el lugar donde se encontró pudo ser un lugar sagrado, un santuario o un lugar de reunión importante para los habitantes del castro de Turbil, ya que muy cerca pueden verse varios túmulos de piedra que pudieron estar relacionados con el santuario. Además, 18 metros al este del lugar donde apareció la estela hay una exedra, de planta circular, con asientos y respaldos fijos en la parte interior de la curva, excavada artificialmente de 30 metros de diámetro y entre 3 y 5 metros de profundidad. Está orientada hacia el este, hacia la salida del sol, formando una especie de anfiteatro que cuelga sobre el borde del cerro, lo que vendría a confirmar la tesis del santuario.

6 de febrero de 2014

Aparece en El Carpio (Córdoba) una estela funeraria de hace 3.000 años

Se trata de una estela funeraria del bronce final, de la primera mitad del primer milenio antes de Cristo. La superficie grabada muestra, arriba, una figura humana, que correspondería al cuerpo inerte de un jefe guerrero, junto a sus más preciadas posesiones: una espada, un arco con flecha.

La asociación Amigos del Museo Histórico de El Carpio (Córdoba) , apoyada en la tesis de Rafael Martínez Sánchez, miembro del Área de Prehistoria de la Universidad de Córdoba, ha descubierto una sorprendente estela funeraria de unos 3.000 años de antigüedad, en la torre de Garci Méndez de El Carpio.

PROCEDE DE LA TUMBA DE UN GUERRERO
Según Martínez Sánchez, se trata de una estela funeraria del bronce final, de la primera mitad del primer milenio antes de Cristo. La superficie grabada muestra, arriba, una figura humana, que correspondería al cuerpo inerte de un jefe guerrero, junto a sus más preciadas posesiones: una espada, un arco con flecha.

En su sección inferior, y de espaldas, con largos cuernos, pendientes, puñal, espejo y hoz, se visualiza la figura de un «chamán» de la tribu o un familiar, que le acompaña en el ritual de enterramiento. Así, según las investigaciones realizadas, el lugar de origen de la estela, con mucha probabilidad, se situaría en la cercana población de Alcocer, a un kilómetro del casco urbano y junto a la actual ermita de San Pedro, lugar, desde donde, en el siglo XIV, se extrajeron y reutilizaron muchas piezas que hoy componen la torre de Garci Méndez, construida en el año 1325.

Tras diversas excavaciones arqueológicas se localizaron piezas de un poblado prehistórico en la zona, que contenía restos de otras culturas, hasta su despoblamiento en la Baja Edad Media. Los autores del hallazgo pretenden ahora darlo a conocer y mostrar el valor del patrimonio.

(Fuente: ABC / Andrés Orgaz)

14 de junio de 2013

Estudian el origen de una estela del neolítico hallada en El Puerto de Santa María (Cádiz)

La piedra permanecía desde 1972 en el espigón de abrigo de la playa de La Puntilla y se calcula que formaba parte de un monumento funerario con más de seis mil años de antigüedad.
Momento en el que se procede a la extracción de la pieza
que ha permanecido cuarenta años cobijada en el espigón
de Poniente de la playa de La Puntilla.
El Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz y la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía se han convertido en los protagonistas de un singular e histórico hallazgo.

A finales del año pasado, en diciembre, llegaba a oídos del Ayuntamiento portuense la posibilidad de que el espigón de Poniente, el que se encuentra junto a la playa de La Puntilla, podría estar dando cobijo a un monumento funerario que pudiera datar de finales del Neolítico, es decir de hace unos 6.000 años.

Desde 1972 al abrigo del espigón

Aún es demasiado pronto para saber sus orígenes y su localización temporal. Lo que sí se sabe es que a finales del año pasado, el Ayuntamiento de El Puerto se puso en contacto con la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), aún presidida, por aquel entonces, por Rafael Barra, para darle cuenta de la posibilidad de que el citado espigón, ubicado en suelo de dominio portuario, podría contener, desde el nacimiento de esta infraestructura de abrigo allá por 1972, una estela funeraria.

De inmediato, la APBC activó el protocolo creado para estos casos y puso en conocimiento de la delegación de Cultura de la Junta de Andalucía la sospecha de este descubrimiento.

La Junta de Andalucía envió hasta el lugar a varios técnicos de Cultura para que dieran fe de la veracidad del hallazgo. Y así fue, aunque hasta hace un par de semanas no se recibía la autorización para la extracción y posterior traslado del monumento que, según fuentes solventes, podría datar de finales del Neolítico o principios del Calcolítico, es decir de entre el 4500 al 3500 antes de Cristo. 


La estela llegó hace unos días al Museo Provincial del Hospitalito.
Parte de un dolmen
Los técnicos especializados encontraron en la piedra datos suficientes que corroboraron su importancia arqueológica. Al parecer cuenta con una serie de signos, aún casi ilegibles. Nada se sabe de estos hasta que la pieza no se someta a un tratamiento y limpieza adecuado, tras lo cual podrá darse certeza científica del lugar y fecha de origen. 

La pieza fue trasladada por personal de la APBC hasta el Museo de El Puerto, donde permanece a la espera de quedar expuesta al público.

Según parece, se trata de una estela funeraria que pudiera formar parte del entorno cercano de un dolmen. Y sobre cómo pudo llegar hasta el espigón, más conjeturas, aunque todo apunta a que procediera de San Cristóbal y que llegará hasta las cercanías de La Puntilla casi por accidente.