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16 de febrero de 2023

Un estudio avisa de "fracturaciones" en el dolmen de Menga

Aseguran que se trata de patologías no "dramáticas" pero que "sí requieren de una atención urgente" para su tratamiento
Interior del dolmen de Menga. / JAVIER FLORES (Antequera)

El libro Dolmen de Menga. Intervención de 2005-2006, coordinado por el profesor del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuán y publicado recientemente por la Editorial de la Universidad hispalense y la editorial Almuzara, refleja en uno de sus capítulos que dicha construcción megalítica, declarada Monumento Nacional en 1886, sufre "fracturaciones" en sus cobijas fruto de la "presión" que soportan las mismas. Ante ello, los científicos abogan por "un estudio geotécnico en profundidad", para esclarecer si tales fracturas "van a ir a más o no" y para averiguar "cómo corregirlas".

El volumen en cuestión, según explica el profesor Leonardo García Sanjuán, consta de 486 páginas divididas en 16 capítulos, que contienen un "amplio estudio multidisciplinar de todo el registro arqueológico" cosechado en las excavaciones acometidas entre octubre de 2005 y febrero de 2006 en este imponente monumento megalítico, buque insignia de los Dólmenes de Antequera, un enclave declarado Patrimonio Mundial en 2016 e indiscutible referente del megalitismo en Andalucía y en toda España.

Y es que además de los valores propios del enclave, que abarca también a las construcciones megalíticas de Viera y El Romeral, el dolmen de Menga está caracterizado por notables singularidades.

La alineación de su eje central, por ejemplo, no se corresponde con el lugar de salida del sol como resulta común en los megalitos del sur de la península Ibérica, sino con la Peña de los Enamorados, la montaña de silueta antropomórfica que domina el paisaje de la Vega de Antequera, contando por cierto con un abrigo decorado con pinturas rupestres, al que apunta precisamente el eje de Menga.

El citado estudio científico sobre el registro arqueológico obtenido de la intervención promovida en el dolmen de Menga entre 2005 y 2006 es fruto del trabajo de un equipo de 33 investigadores de España, Francia, Grecia, Portugal y Reino Unido; pertenecientes a las universidades de Alcalá de Henares, Atenas, Bretaña Sur, Córdoba, Durham, Granada, Jaén, Lisboa, Salamanca y Sevilla; así como a organismos como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), el Centre Nationale de la Recherche Scientifique (CNRS) o el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH). LAS "PATOLOGÍAS" DEL DOLMEN

Uno de los 16 capítulos del libro, como han explicado a Europa Press Leonardo García Sanjuán y el investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) José Antonio Lozano Rodríguez, como ponente de este apartado, se centra en el estado de conservación del dolmen, a cuenta de las "patologías geoquímicas" que presenta.

A tal efecto, José Antonio Lozano ha expuesto que el dolmen de Menga fue levantado con "rocas blandas o moderadamente blandas" y, desde su construcción varios milenios atrás, "ha tenido una continuidad de uso prácticamente constante", acogiendo además actividades "de todo" tipo.

Por ejemplo, ha detallado que allá en los siglos XIX y XX esta construcción megalítica fue utilizada para guardar "ovejas y cabras", extremo que "generó una gran erosión" en sus ortostatos o losas verticales "por el roce del ganado" contra tales piezas. Es más, incluso pesa constancia de "hogueras en el interior" del monumento, pues otrora fue usado como "refugio o vivienda".

Todo ello, según este miembro del CSIC, se ha traducido en "determinadas patologías" en las rocas que conforman el dolmen, como "costras" que en su mayoría reflejan "alteraciones químicas" de los materiales, "filtraciones de agua" o "el mal de la piedra", es decir la progresiva descomposición de las superficies pétreas.

"Fracturación" en las cobijas
Pero según José Antonio Lozano, las patologías de mayor envergadura detectadas en el dolmen de Menga están "relacionadas con la fracturación" observada en las cobijas del recinto, fruto de la "presión" que soportan, extremo que se aprecia "fundamentalmente" en las dos primeras cobijas de la galería, al no contar las mismas con pilares.

Al punto, José Antonio Lozano y Leonardo García Sanjuán indican que actualmente no se conoce "cuánto riesgo hay" en tales fracturas y si las mismas "van a ir a más o no", pues este estudio sobre el estado de conservación del dolmen y sus patologías constituye "un diagnóstico preliminar, que debe ser ampliado con un estudio geotécnico en profundidad". No sólo para aclarar si dichas fracturas "van a ir a más", sino especialmente para "saber cómo corregirlas", según precisan.

En ese sentido, Leonardo García Sanjuán reflexiona que se trata de "cuestiones que sin ser dramáticas, sí que requieren de una atención urgente" por parte de las autoridades, pues hablamos de patologías que "no han sido monitorizadas ni realmente controladas durante los últimos 20 años", pesando además la falta de "estudios en profundidad" sobre estas afecciones que sufre el dolmen de Menga.

Actuaciones con "repercusión"
A colación, García Sanjuán ha recordado el estudio promovido junto con la también investigadora del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Coronada Mora Molina, sobre las intervenciones realizadas desde 1840 en los dólmenes de Antequera, pues dicho trabajo arrojó la detección de al menos 26 actuaciones con "repercusiones para la integridad de los dólmenes y su entorno".

"Algunas intervenciones arqueológicas han sido muy agresivas", ha manifestado García Sanjuán, toda vez que aquella "revisión crítica" de las actuaciones acometidas en el enclave reflejaba, por ejemplo, que las excavaciones acometidas en el dolmen de Menga entre 1842 y 1847 por Rafael Mitjana y Ardison ya supusieron "la apertura de un nuevo acceso" o "la presumible acumulación de la masa tumular extraída en otra zona" diferente a la original.

Así, García Sanjuán ha aseverado que estas patologías deben ser "una de las prioridades" a la hora de planear las futuras actuaciones en el dolmen de Menga, un asunto a incluir "muy alto en la agenda de la gestión del monumento".

24 de junio de 2022

Descubren una segunda estela en un complejo funerario en Cañaveral de León (Huelva)

Incluye elementos como una espada, arco y flecha y una lanza y se encuentra en un excelente estado de conservación. Está a escasos metros del lugar donde fue encontrada otra en 2018
Grupo de científicos con el hallazgo. / MARTA DIAZ-GUARDAMINO URIBE DE LA UNIVERSIDAD DE DURHAM

Una investigación internacional actualmente en curso en Cañaveral de León, que integra a expertos de las universidades de Durham, Sevilla, Southampton, Huelva y Gotemburgo, ha revelado hace unos días un gran complejo funerario en el lugar donde apareció originalmente la estela prehistórica en abril de 2018, así como estas excavaciones acaban de deparar una segunda estela prehistórica, en este caso del tipo conocida habitualmente como de guerrero, a escasos metros donde fue encontrada la primera.

Desde el Ayuntamiento han recordado que la primera estela prehistórica de la Edad de Bronce hallada en 2018 -la piedra data de 1700-1000 AC- es "de gran importancia" y que actualmente integrada en la exposición permanente del Museo de Huelva, toda vez que han explicado que el estudio científico llevado a cabo de esa pieza "estableció la importancia del lugar de hallazgo de la misma", ubicado en el camino de Las Capellanías, del mismo municipio, y la "originalidad de los motivos gráficos y técnicas de trabajo que incorpora". Con respecto al gran complejo funerario, han apuntado que este espacio incluye un gran túmulo de piedra provisto de dos cámaras de enterramiento, así como varias estructuras de tipo cista y de otras descripciones, todavía en curso de investigación.

Asimismo, en cuanto a la nueva estela encontrada la 'de guerrero', han señalado que presenta unos motivos gráficos centrados en un personaje caracterizado mediante una serie de elementos -espada, arco y flecha, espejo- y que se encuentra en "un excelente estado de conservación".

"Se trata de un descubrimiento excepcional, tanto porque la mayoría de estos monumentos prehistóricos conocidos fueron descubiertos de forma casual, y no como resultado de investigaciones científicas, como porque la nueva pieza descubierta se integra en la arquitectura funeraria del complejo, lo cual permitirá, por primera vez, conocer y entender el contexto social de este tipo de monumentos", han subrayado desde el Consistorio de Cañaveral de León.

Estas investigaciones se están desarrollando en el marco del proyecto Encuentros marítimos: un contrapunto a la narrativa terrestre dominante de la prehistoria europea, financiado por Riksbankens Jubileumsfond (Suecia), liderado por Johan Ling (University of Gothenburg, Suecia) y por Marta Díaz-Guardamino Uribe (Universidad de Durham) en la Península Ibérica.

Ya durante la presentación el pasado mes de abril de los actos conmemorativos del IV aniversario del hallazgo de la estela diademada, la alcaldesa de Cañaveral de León, Mercedes Gordo, recordó que se trata de la única estela diademada encontrada hasta el momento en la provincia y que "ha dado lugar a que se hayan obtenido unos resultados muy importantes" que "están modificando todo lo que se conoce sobre las estelas diademadas en España y a nivel internacional", toda vez que destacó que "una de las características importantes" que posee es que "sigue conservando pigmentos".

Asimismo, explicó que se había hecho "una prospección del terreno durante varios meses para conocer si había indicios de asentamientos de población en aquella época" que habían dado como resultado que existía "un número muy importante de indicios de asentamientos en el territorio, en la zona limítrofe donde se encontró la estela".

Por ello, subrayó que en el mes de junio se iba a realizar un trabajo de excavación arqueológica por parte de un grupo liderado por el arqueólogo y miembro del Grupo de Investigación HUM 838 Universidad de Huelva, Timoteo Rivera, y el investigador de la Universidad de Sevilla, Leonardo García San Juan, en el que participarían otros investigadores internacionales.

Sobre la estela diademada

Se trata de una estela, un monumento conmemorativo, generalmente de piedra como la hallada en este municipio, que se erige sobre el suelo en forma de lápida, de pedestal o de columna. Así, es el primer hallazgo en Huelva de una pieza de este tipo. El hallazgo de la pieza se produjo el 17 de abril en los trabajos de unas obras en un camino municipal. Estas obras se enmarcan en las subvenciones del Programa de Fomento del Empleo Agrario 2017. Ese día un trabajador, al preparar su merienda sobre una piedra, se dio cuenta que la misma tenía unos grabados.

La piedra en cuestión hacía aproximadamente una semana que había sido retirada del camino por los obreros, pues estaba enterrada en él, con la zona de los relieves boca abajo, sobresaliendo solo un trozo de la misma generando un bache. Al descubrir los dibujos tallados los trabajadores le hicieron fotos, que remitieron al Ayuntamiento donde se trasladó la pieza por cuestiones de seguridad, tras lo que se contactó con algunos especialistas para saber si tenía algún valor, y de ser así, cómo actuar.

Por su parte, los técnicos confirmaron que se trataba de un descubrimiento "relevante", por lo que se comunicó el hallazgo casual a la Delegación de Cultura, Turismo y Deporte, tal y como exige la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, de Patrimonio Histórico de Andalucía (artículo 50). Unos días después, el 24 de abril un arqueólogo del Museo de Huelva y una arqueóloga de la Delegación se desplazaron para ver la pieza y el lugar del hallazgo, estando acompañados en campo por una patrulla del Seprona y uno de los trabajadores que participó en el descubrimiento.

Así las cosas, destacaron que se trata de un "magnífico y singular ejemplo" de Estela antropomorfa diademada' del suroeste. Destaca que es la primera de estas características aparecida en la provincia de Huelva, así como han remarcado su rica decoración y su "magnífico estado de conservación", pese a estar fracturada (le faltaría aproximadamente su mitad inferior, por lo que su longitud originaria debía rondar los dos metros).

Data de la Edad del Bronce, entre el III y II milenio antes de Cristo, por lo que tendría más de 4.000 años. El grabado sobre la piedra hallado ha sido realizado mediante técnica de piqueteado, en una roca de forma rectangular, curvada en su parte superior, con unas dimensiones de 97 centímetros, 67 de ancho y unos 22 de grosor, con un peso aproximado de unos 400 kilos. El grabado es una representación antropomorfa de una cabeza con rostro, un torso y la mano izquierda.

Está coronada por una doble diadema, y en su lado derecho puede verse un elemento trapezoidal, probable una fíbula (pieza que se usaba para unir las piezas de un vestido) y lo que los autores identifican como peine o elemento musical. Al cuello lleva un pequeño collar de cuentas y el torso parece cubierto por un elemento de protección. Sobre la mano izquierda aparece un elemento esférico, que algunos autores identifican con espejos y tres pequeñas cazoletas.

29 de septiembre de 2020

Comienza la excavación del nuevo monumento megalítico documentado en Antequera

Los expertos creen que puede tratarse de una estructura megalítica anterior a Menga. Operarios del Ayuntamiento de Antequera colaboran en la excavación del nuevo monumento megalítico descubierto hace unas semanas


 
Una cuadrilla de operarios del Área de Mantenimiento apoya desde la semana pasada los trabajos que se están realizando por parte del equipo de la Universidad de Sevilla que dirige el profesor Leonardo García Sanjuán. Se trata de un nuevo hito arqueológico que se vislumbra como fundamental a la hora de interpretar las poblaciones previas a Menga. Las primeras teorías afirman que se trata de un monumento megalítico de carácter funerario.

El teniente de alcalde y concejal de Patrimonio, Juan Rosas, informa que el Ayuntamiento de Antequera está colaborando de forma directa con los trabajos de excavación arqueológica que el equipo de la Universidad de Sevilla dirigido por el profesor Leonardo García Sanjuán está llevando a cabo en nuestro municipio en la actualidad. En coordinación con la teniente de alcalde Teresa Molina, una cuadrilla del Área de Mantenimiento está realizando trabajos de apoyo a la hora de despejar –desbrozando y allanando– los terrenos y zonas en las que se están llevando las diversas prospecciones y excavaciones arqueológicas, que han supuesto el descubrimiento de un posible y hasta ahora desconocido monumento con componentes megalíticos e incluso rupestres.

Estos trabajos de apoyo se están realizando desde la semana pasada con el objetivo de poder facilitar el trabajo al experimentado grupo de investigación que dirige el profesor Leonardo García Sanjuán, experto y reputado académico que lleva varios años trabajando directamente con los monumentos prehistóricos de nuestra ciudad. En este caso en cuestión, se estima que podría ser previo a la construcción de Menga y que serviría para adentrarse más en el conocimiento de las poblaciones que decidieron construir dicho dolmen y que se asentaron en ubicaciones cercanas al mismo.

(Fuente: Somos Magazine)

15 de septiembre de 2020

Documentan la estructura de un dolmen incrustado en la 'Peña de los Enamorados' de Antequera

Se trataría de un nuevo monumento megalítico que formaría parte de un espacio sagrado anterior al dolmen de Menga. Los restos están surgiendo de los últimos trabajos realizados por la Universidad de Sevilla.
Excavaciones en el abrigo de Matacabra en la propia Peña de los Enamorados / SUR

La Peña de los Enamorados tuvo un dolmen con uso funerario, como se anunció tras unos primeros estudios, pero cuyos restos están surgiendo de los últimos trabajos realizados por la Universidad de Sevilla, coordinados por el catedrático de Prehistoria Leonardo García Sanjuán, que se lo ha desvelado al alcalde de Antequera, Manuel Barón.

Según el consistorio se trataría de un nuevo monumento megalítico que «formaría parte de un espacio sagrado para las comunidades neolíticas de nuestra zona antes de que se construyera el dolmen de Menga».

Aluden a «recientes excavaciones en nuestro municipio que determinan la existencia de un hasta ahora no identificado monumento megalítico anterior a Menga que conformaría un espacio sagrado datado en el Neolítico. Los nuevos datos que se están recopilando permitirán comprender mejor los procesos que condujeron a la creación de un monumento tan extraordinario como el dolmen de Menga», siguen desde el consistorio.

Los nuevos datos en hallazgo y estudio «permitirán también comprender mejor los procesos que condujeron a la creación de Menga y a explicar su singular y pionera orientación, teniendo como objetivo general datar con mayor precisión la actividad neolítica documentada en nuestro municipio mediante la aplicación de métodos de datación científica como radiocarbono y luminiscencia por estimulación óptica, permitiendo también conocer mejor la sociedad y el medio ambiente existentes en la época en que se construyó Menga», concluyen desde el consistorio.

Por su parte, el propio García Sanjuán, que ya lleva años trabajando en el entorno de la Peña de los Enamorados en busca de poblados y monumentos, expone que tras estos últimos trabajos de campo es una «posibilidad que sea anterior a Menga, pero no tenemos todavía las pruebas fehacientes como para decirlo, pero es posible».

Se trata de «una estructura dolménica integrada en el afloramiento rocoso natural del sitio; mitad rupestre, mitad megalítica». Prosigue con «mis investigaciones que expusieron que la Peña era el primer referente como santuario en la vega de Antequera», publicadas en 2018.

La novedad con respecto a estudios que se han ido divulgando en los últimos 15 años es que «lo que hemos descubierto es que aquí también hay una actividad funeraria y megalítica, que lo acabamos de comprobar. Pueden ser los ancestros de los constructores de los Dólmenes de Menga.

21 de febrero de 2018

Un estudio científico sobre el «enigmático» enclave en Carmona lo sitúa en el tercer milenio antes de Cristo

El estudio gira en torno a la zona arqueológica de La Loma del Tesoro. Las fotografías aéreas y las prospecciones geomagnéticas identificaron un total de «32 estructuras» como fosos, hoyos cónicos o cilíndrícos, piletas circulares u ovales y una «macro estructura negativa» o gran hoyo de 2,2 metros de profundidad y un diámetro de 16,5 metros.
Vista aérea del enclave descubierto en las proximidades de Guadajoz. FOTO: ABC
Una investigación científica sobre el complejo «concéntrico» de zanjas descubierto en el entorno de Carmona conocido como La Loma del Real Tesoro señala el «enigmático» y «enorme hoyo» que parece ser el «corazón y origen» de este enclave, cuya antigüedad se remonta al tercer milenio antes de Cristo y cuyas funciones para las antiguas poblaciones de la zona sigue pendiente de ser averiguada.

Este estudio, firmado por los arqueólogos Javier Escudero Carrillo, Marta Díaz-Zorita, Martin Bartelheim y Leonardo García Sanjuán, gira en torno a la zona arqueológica de La Loma del Tesoro, enclavada en el término municipal de Carmona, a unos dos kilómetros de la población de Guadajoz y descubierta allá por 2002.

Las labores de investigación de las que parte este estudio científico recogido por Europa Press, realizadas allá por 2015 y 2016, pusieron así de manifiesto que «el centro del complejo (descubierto) está ocupado por una estructura circular de un diámetro estimado de 20 metros y un área de 315 metros cuadrados».

Así, el estudio elaborado por los citados arqueólogos describe el recinto descubierto mencionando cuatro cercas cavadas de manera «concéntrica alrededor de la gran estructura central», si bien el trabajo de campo también incluyó el hallazgo de otras dos zanjas más distanciadas de las ya descritas, con diferente ordenación y «mucho mayor diámetro».

Igualmente, el informe detalla que las excavaciones arqueológicas que siguieron a las fotografías aéreas y las prospecciones geomagnéticas se saldaron con la identificación de un total de «32 estructuras» en la principal concentración de cercas, tratándose tales estructuras de fosos, hoyos «cónicos» o «cilíndrícos», piletas circulares u ovales y una «macro estructura negativa» o gran hoyo de 2,2 metros de profundidad y un diámetro de 16,5 metros.


FRAGMENTOS DE CERÁMICA
Las excavaciones, además, arrojaron el descubrimiento de «fragmentos de cerámica» presumiblemente pertenecientes a «platos, tazas o cuencos», entre otros utensilios domésticos, algunos de ellos incluso con decoración.

Y aunque «la cronología precisa» de cada uno de estos elementos seguía "en estudio" a la hora de redactar este informe, los autores del mismo exponen en dicho documento que «de acuerdo con los indicios disponibles, el enclave habría sido estado en uso durante un largo periodo de tiempo, abarcando la totalidad del tercer milenio antes de Cristo».

Con tales elementos sobre la mesa, los arqueólogos que firman este estudio recogido por Europa Press exponen que la zona de la Loma del Real Tesoro está localizada «en una posición estratégica»respecto al río Guadalquivir, su afluente Corbones y el escarpe de Los Alcores, mientras la investigación de los fragmentos de cerámica descubiertos en cada uno de los dos sectores en los que se divide el yacimiento arqueológico sugerirían que ambos espacios habrían sido «contemporáneos», pero quizá habrían desempeñado «diferentes funciones».

EL ENIGMA DE LA LOMA DEL REAL TESORO
En primer lugar, los autores del informe prestan especial atención a que «la ordenación o plan de las cinco zanjas más interiores»descubiertas en el sector número dos del yacimiento arqueológico «parece gravitar alrededor de una gigante, profunda y aún enigmática marca circular negativa localizada en su centro». «Este enorme hoyo parece yacer en el corazón y el origen del sistema completo de zanjas», exponen los arqueólogos, recordando eso sí que estas "impresiones preliminares» están pendientes de «más análisis».

Además, aunque los arqueólogos señalan que la ordenación concéntrica de las enormes zanjas es «el resultado de una idea o plan preconcebido», lo cierto es que aún «es imposible decir si estas cercas fueron cavadas y usadas como parte de un proyecto ejecutado» en un momento concreto, o «fueron producidas durante un largo periodo, como resultado de la repetición de prácticas sociales en el enclave», hipótesis esta última que cuenta con más respaldo por parte de estos expertos.

Finalmente, los autores de este estudio plantean el «debate» destinado a resolver si este enclave fue una villa, un lugar de encuentro que acogiese los rituales y celebraciones de las comunidades humanas del tercer milenio antes de Cristo o «la mezcla» de ambos aspectos, extremo que habrá de ser resuelto mediante nuevos estudios.
(Fuente: ABC )