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24 de marzo de 2023

Finalizan los trabajos de conservación y restauración en el yacimiento arqueológico de La Caridad (Teruel)

Se ha conseguido sacar a la luz más de 29 casas, 6 calles con sus correspondientes instalaciones, como canales de agua, y un conjunto de objetos que nos aproximan al estilo de vida de los siglos II y I a. C en esta zona del territorio.

El Museo de Teruel, entidad dependiente de la Diputación de Teruel (DPT), ha finalizado los trabajos de conservación y restauración en el yacimiento arqueológico de La Caridad, situada en el municipio de Caminreal.

Se ha actuado sobre el yacimiento propiedad de la DPT, en el que el Museo ha conseguido sacar a la luz más de 29 casas, 6 calles con sus correspondientes instalaciones, como canales de agua, y un conjunto de objetos que nos aproximan al estilo de vida de los siglos II y I a. C en esta zona del territorio.

La Caridad es un yacimiento que se funda por iniciativa de la ciudad de Roma aunque, por los datos extraídos de la excavación, se deduce que los habitantes que la ocupaban eran fundamentalmente celtíberos, puesto que todas las inscripciones que han aparecido están escritas en esta lengua.

También se han encontrado objetos en los que se ha encontrado materiales que utilizaban las poblaciones itálicas junto a otros que utilizaban las poblaciones celtibéricas. Por lo tanto, este yacimiento muestra el proceso de hibridación y de integración de dos poblaciones muy diferentes, que se estaba produciendo en Hispania entre el siglo II y I a.C

Para apoyar el trabajo realizado por el Museo en esta excavación desde 1984 y evitar el deterioro del yacimiento con el paso del tiempo, la institución provincial aprobó, el pasado mes de abril, un proyecto de conservación y restauración dotado con más de 400.000 euros. Dicho proyecto, financiado por el Fite del Gobierno de España y el Gobierno de Aragón, se licitó y adjudicó a la empresa Ártyco, especializada en restauración y conservación de estructuras, que ha realizado labores de limpieza, tratamiento de hongos y líquenes, así como de consolidación de las estructuras originales, durante los últimos seis meses.


(Fuente: Eco de Teruel)

13 de marzo de 2023

Los celtíberos trashumantes de Bronchales vestían toga y pectorales de defensa

Los hallazgos  en la necrópolis de Bronchales (Teruel), del siglo V a.C.  demuestran que iban vestidos con toga, llevaban pectorales y un gran broche de cinturón, elementos claramente defensivos necesarios para afrontar los posibles ataques de los cuatreros cuando dirigían a sus ganados por las veredas.
Detalle de una fíbula con la que se sujetaban la toga los celtíberos.

Los hallazgos descubiertos en la necrópolis de Bronchales, del siglo V a.C., destierran la imagen de bárbaros y desaliñados que se asocia a los celtíberos ya que demuestran que iban vestidos con toga, al encontrarse una fíbula para su sujeción, y llevaban pectorales y un gran broche de cinturón, elementos claramente defensivos necesarios para afrontar los posibles ataques de los cuatreros cuando dirigían a sus ganados por las veredas.

Todos estos hallazgos fueron presentados esta semana por el arqueólogo, doctor en Prehistoria e investigador de la Asociación Instituto de Investigación y Desarrollo Rural Serranía Celtibérica, Francisco Burillo, en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Allí el investigador del yacimiento de la Sierra de Albarracín pudo comprobar que la conservación del hierro hallado en Bronchales es mucho mejor al de los restos de las tumbas que se exponen en el Arqueológico. “Tenemos unos elementos muy bien conservados, excepcionales”, destacó Burillo. En la excavación, realizada el pasado verano, se han localizado restos de pectorales y de bocados de caballo similares a otros extraídos en zonas de Jaén y Córdoba. Además, se encontraron las mayores tijeras de esquilar ovejas localizadas hasta la fecha, con una longitud de 31,2 centímetros.

El arqueólogo manifiesta que el broche de más de diez centímetros hallado unido a los pectorales “crea un verdadero elemento defensivo”, que debía ser necesario durante la vereda entre los Montes Universales y el Guadalquivir. Precisamente estos pectorales de Bronchales son de mayor tamaño que los que se exhiben en el Museo Arqueológico Nacional en Madrid extraídos de la tumba de Aguilar de Anguita. También las fíbulas turolenses son de un tamaño superior a las de la necrópolis de Osera, en la provincia de Ávila, dice el experto.
Excavación

Francisco Burillo, que codirige la excavación de Bronchales junto con Raúl Ibáñez, detalla que los elementos permiten saber que se trataba de una comunidad de elevado poder adquisitivo derivado de la venta de la lana. Así, recuerda que Roma le cobraba a Numancia un impuesto en capas, para cuya confección hacían falta muchos vellones de oveja.

Otro de los elementos detectados es un pequeño fragmento de cerámica griega, el primero que se localiza en el ámbito de la Celtiberia y que “implica que los celtíberos se traían del sur no solo el vino, sino la copa para beberlo”, comenta Burillo, que precisa que implica todo un ritual asociado a esta cultura.

No obstante, Francisco Burillo recalca que toda esta información “responde exclusivamente a la comunidad de Bronchales, porque en la existente a 20 kilómetros de distancia, en Griegos, no aparecen este tipo elementos”, especifica.

La localización de esta necrópolis, que se realizó a raíz de una entrega anónima de diversas piezas arqueológicas en el Ayuntamiento, ha sido de gran relevancia porque ha permitido constatar que la trashumancia que ahora se sigue llevando a cabo en la Sierra de Albarracín se inició ya hace 2.500 años. Esto se ha logrado mediante la comparativa de algunos de los elementos hallados en esta excavación y que se vinculan con otros de la zona del Guadalquivir.

24 de febrero de 2023

Un "escape room" en el yacimiento andorrano de El Cabo

El Parque Arqueológico de El Cabo, situado en el monte de San Macario de Andorra (Teruel), ofrecerá un escape room a partir de abril con el que sumar un atractivo cultural para andorranos y visitantes. El 11 de febrero tuvo lugar una prueba piloto, a la que seguirán otras con las que pulir esta nueva actividad de divulgación de la cultura ibérica.
Prueba piloto del escape room de El Cabo, el pasado 11 de febrero.

El Parque Arqueológico de El Cabo, situado en el monte de San Macario de Andorra, ofrecerá un escape room a partir de abril con el que sumar un atractivo cultural para andorranos y visitantes. El 11 de febrero tuvo lugar una prueba piloto, a la que seguirán otras con las que pulir esta nueva actividad de divulgación de la cultura ibérica.

La Concejalía y Patronato de Cultura y Turismo de Andorra. y la Asociación de Sedetanos del Cabo avanzan que este juego de aventura, físico y mental, contará con tres desafíos diferentes. Las pruebas que los participantes deberán superar para llegar a resolver el enigma estarán complementadas con objetos y enseres elaborados a mano y de forma artesanal. Los juegos preparados están pensados para realizarse en grupos de hasta seis personas.

Patronato y Sedetanos acudieron en noviembre de 2022 a la Feria Intur de Valladolid para presentar el escape room junto a la técnica de Turismo municipal, Begoña Planas. Allí se representaron algunas de las escenas que formarán parte de este juego, enmarcado en un proyecto Erasmus+financiado por la Unión Europea del cual Lakuerter Íbera forma parte a través de la Asociación Española de Fiestas y Recreaciones Históricas.

También participa en esta iniciativa, cuyo objetivo es crear equipamientos de promoción de las fiestas históricas durante todo el año en base a escape rooms, El Regreso del Comendador de Mas de las Matas, además de otras cuatro recreaciones más de España. Las seis aprovecharon la prueba piloto para celebrar una reunión.

El objetivo es poner en valor el patrimonio cultural inmaterial de una forma joven y divertida en espacios singulares. Se espera que en primavera ya esté todo listo para disfrutar de este original escape room en El Cabo, en el que la cultura ibérica será la protagonista.

5 de junio de 2022

Las catas del castillo de Montalbán aportan materiales desde el periodo íbero a las guerras carlistas

Termina el taller de empleo que ha realizado seis sondeos en la fortaleza turolense y en la que se han desenterrado materiales de un convento y una iglesia asociados a la fortaleza.
Los directores del taller de empleo, con responsables institucionales durante la visita a la cata arqueológica de la iglesia del castillo. FOTO: RUBÉN SÁEZ

Las seis catas realizadas en el castillo de Montalbán durante el desarrollo del taller de empleo Montalbán Perspectivas, que acaba de finalizar, han revelado el potencial arqueológico de los 5.000 metros cuadrados que ocupaba la fortaleza, de la que, en la superficie, apenas quedan restos. Las prospecciones han aportado materiales que van desde el periodo ibérico, en la Antigüedad, hasta las guerras carlistas, cuando la fortificación fue escenario de combates.

El arqueólogo Javier Ibáñez y el historiador Rubén Sáez, participantes en las excavaciones, han mostrado este viernes el resultado de las catas a distintos responsables institucionales, como el alcalde, Carlos Sánchez; el vicepresidente de la DPT, Alberto Izquierdo; el delegado territorial de la DGA, Benito Ros; y el subdelegado de Defensa, José Antonio Almela. Sáez ha explicado que los sondeos querían "abrir ventanas" que permitan conocer la importancia de los materiales enterrados. El resultado ha sido "magnífico", según el investigador.

Las excavaciones han permitido descubrir restos de las estancias del convento asociado al castillo, que fue la sede de la Encomienda de la Orden de Santiago, con jurisdicción sobre Aragón, Valencia y Cataluña. Una de las catas ha exhumado vestigios de suelos y paredes "de buena calidad" del monasterio. También han aflorado vestigios de la iglesia que formaba parte del mismo complejo en la Edad Media y que fue sustituida en el siglo XVIII por una ermita en su mismo emplazamiento.

Otro sondeo en los accesos a la fortificación ha desenterrado munición del periodo carlistas y también fragmentos de un cañón de bronce que reventó en el mismo periodo. La cata realizada en el antiguo cementerio aportó un cadáver que estaba boca abajo y maniatado que puede corresponder a una víctima de las guerras carlistas.

Rubén Sáez ha explicado que una de las principales referencias documentales para investigar las estructuras del castillo y del convento asociado es el informe del visitador de la Orden de Santiago del siglo XV.

El historiador explica que esta fortaleza, que figuró entre las más importantes del sur de Aragón, es actualmente una gran desconocida y hasta ahora no se había realizado ninguna investigación arqueológica para localizar restos sobre el terreno. Es un castillo "olvidado", según Rubén Sáez, a pesar de su potencial. Sáez se fija como prioridad para continuar con la ejecución del plan director la mejora de los accesos y la excavación de la iglesia, del siglo XIII y en la que reposan, según la documentación, los restos del hijo ilegítimo de Jaime I de Aragón, Pedro Fernández de Híjar, cuya tumba no ha sido localizada.

El taller de empleo, promovido por el Ayuntamiento y financiado por el Instituto Aragonés de Empleo, ha cualificado profesionalmente a un grupo de alumnos para su inserción en el mercado laboral.

12 de mayo de 2017

Documentan tres nuevos abrigos de arte rupestre en Alcañiz (Teruel)

En dos de estos conjuntos -Corral de las Gascas y Barranco del Muerto – se han encontrado figuras de arte rupestre levantino, mientras que en el tercero -Mas del Obispo- ha sido documentado un panel de pinturas esquemáticas, de las que no existían hasta ahora vestigios en el Bajo Aragón.
Jesús Carlos Villanueva y José Antonio Benavente en el abrigo Corral de las Gascas.
La dirección general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón ha iniciado el procedimiento para la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de tres abrigos de arte rupestre descubiertos recientemente por el arqueólogo Jesús Carlos Villanueva en el término municipal de Alcañiz, en el marco de un proyecto de investigación del Taller de Arqueología autorizado por el Gobierno de Aragón. En dos de estos conjuntos -Corral de las Gascas y Barranco del Muerto – se han encontrado figuras de arte rupestre levantino (declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998), mientras que en el tercero -Mas del Obispo- ha sido documentado un panel de pinturas esquemáticas, de las que no existían hasta ahora vestigios en el Bajo Aragón.

Los tres abrigos presentan peculiaridades que los hacen dignos de estudio y protección. En el caso de los de arte rupestre levantino se han documentado figuras de antropomorfos y zoomorfos fáciles de ver, con un alto grado de detalle y realistas, aunque existen motivos muy diluidos en soporte o cubiertos por costras de sales o de depósitos cálcicos. Las pinturas de Corral de las Gasgas y Barranco del Muerto estarían realizadas en época Mesolítica, hace unos 8.000 años, mientras que Mas del Obispo sería de época posterior.

Corral de las Gascas ha despertado un gran interés desde el punto de vista arqueológico por el descubrimiento de un panel con una figura que representa a una cierva, que está pintada en color rojo vinoso y en posición estática. Con unas dimensiones de 22×17 centímetros, el animal aparece en actitud de espera o de alerta y se sitúa en el centro de una composición que podría interpretarse como una escena de caza o acecho que se completa con al menos tres figuras de cazadores provistas de arco. Uno de los personajes, el más visible, se corresponde con un cazador sentado que mira a la cierva.

El investigador y colaborador senior del área de prehistoria del departamento de Ciencias de la Antigüedad de la Universidad de Zaragoza, Manuel Bea, considera que la composición podría ser única en Aragón por la figura que aparece sentada, “como si estuviera apoyada en la roca, con las piernas hacia adelante y una encima de la otra”. A su juicio, el interés de esta composición radica en que “nos lleva más allá de las escenas de caza del arte rupestre levantino”, ya que este cazador en actitud pasiva aportaría “un componente social y de vida cotidiana de estas sociedades cazadoras-recolectoras”.

Asimismo, en Barranco del Muerto, una oquedad producida por un taffoni, aparece una figura de 80 centímetros de altura plenamente naturalista, que recuerda al arquero también de grandes dimensiones del que se conserva solo una parte en el importante abrigo de Val del Charco de Agua Amarga, también en Alcañiz. Según el investigador de la Universidad de Zaragoza, esta representación humana “podría ser un indicador que señalaría una dirección o una ruta codificada por los artistas levantinos” del Mesolítico.


Por último, en el abrigo de Mas del Obispo destacan dos paneles pintados de estilo esquemático con figuras, barras y retículas. Son alineaciones de trazos, agrupaciones de puntos o parrillas que “no sabemos muy bien lo que significan”, según Bea, que considera factible que estas representaciones esquemáticas se realizaran en época Neolítica o incluso “en la Edad de Bronce, de Hierro o rayando el final de la Prehistoria”. Cabe hasta la posibilidad de que “fueran de época plenamente histórica”.

El descubridor de los abrigos, junto con el arqueólogo José Antonio Benavente, realizaron el año pasado una catalogación de más de 100 grabados, pinturas sobre soporte de piedra, cubetas, canutillos, y otros elementos en la Val de Maella, donde se ubican los abrigos. Según Benavente, el hallazgo de Mas del Obispo “es una novedad porque nunca hasta ahora se había documentado arte esquemático en el Bajo Aragón”. Las evidencias más próximas hay que buscarlas en el Bajo Martín, Mequinenza o Fabara.

PROTECCIÓN
El Gobierno de Aragón informó ayer de que estos tres abrigos serán catalogados como ‘monumento’ en cuanto se apruebe su declaración BIC, se delimitarán y protegerán.

El abrigo de Mas del Obispo cuenta con un proyecto ya aprobado por la comisión provincial de Patrimonio Cultural. Antes de este verano estará ejecutado. Respecto a los otros dos abrigos, ahora están realizándose los trabajos de campo para la elaboración de los respectivos proyectos de cerramiento, según Patrimonio, así que, una vez aprobados por la comisión provincial, podrán ejecutarse “a la mayor brevedad”.

El Taller de Arqueología tiene previsto organizar visitas guiadas a la zona, según apuntó Benavente, pero “antes, hay que proteger los abrigos y cerrarlos, así que tendremos que esperar”.

Aparte queda el estudio y la investigación de las pinturas. El Taller de Arqueología de Alcañiz y la Universidad de Zaragoza han iniciado una colaboración en el seno del Grupo Primeros Pobladores Del Valle del Ebro y del IUCA. Según el investigador Manuel Bea, “lo ideal sería realizar una documentación integral de los conjuntos mediante escáner láser y luz blanca estructurada, pero no tenemos financiación para ello”, aseveró, así que de momento se realizará una documentación fotográfica integral de alta resolución, con tratamiento digital de las figuras y elaboración de calcos digitales para saber y delimitar qué contiene cada abrigo”. Este trabajo no afectará a las pinturas.

6 de junio de 2016

Un taller de empleo recupera el yacimiento ibérico de Morrón del Cid (Teruel)

Los alumnos han desenterrado partes de las murallas de casi cinco metros de anchura y un aljibe de ocho de altura. El consistorio pide continuidad para el proyecto para rescatar todos los restos.
Integrantes del taller de empleo que han recuperado los restos del poblado ibérico. FOTO: EL PERIÖDICO DE ARAGÓN.
Todo el mundo en La Iglesuela del Cid, un pintoresco pueblo de Gúdar-Javalambre en el límite con Castellón, sabía hacía años que en sus alrededores había restos de un poblado romano o ibero, ruinas de gran valor arqueológico que durante años atrajeron a buscadores de monedas de tiempos remotos.

Sin embargo, hasta esta primavera no se ha podido desenterrar y sacar a la luz lo que queda del yacimiento iberorromano del Morrón del Cid, situado a las afueras de la localidad, entre barrancos y campos en escalera con muros de piedra.

Este hallazgo ha sido fruto del trabajo de un taller de empleo denominado "Un pasado con futuro" que ha financiado el Instituto Aragonés de Empleo (Inaem) y ha supuesto un gran paso adelante en la reconstrucción de la historia de la localidad. Pero, con todo, todavía queda mucho por hacer y el alcalde, Fernando Safont, pidió en la reciente clausura del proyecto que se sigan apoyando las acciones para rescatar el patrimonio, con gran efecto en la formación laboral.

El Ayuntamiento de La Iglesuela informó de que en la excavación trabajaron ocho alumnos de arqueología del taller de empleo que comparten con el vecino pueblo de Mirambel.

Los integrantes del equipo trabajaron a las órdenes del monitor y de los arqueólogos Javier Ibáñez y Rosa Loscos. Durante medio año excavaron una antigua ciudadela de la Edad de Bronce. El resultado fue que se pudo desenterrar unas murallas de casi cinco metros de anchura y un aljibe de ocho de altura.

La idea del consistorio es aprovechar el asentamiento, habitado desde el 1.500 antes de Cristo hasta el siglo IV, para la realización de visitas. Así, los restos se han convertido un nuevo atractivo turístico de la localidad.

La idea del consistorio es prolongar los trabajos para destapar totalmente el asentamiento, para garantizar la continuidad de la escuela taller y ayudar a recomponer el pasado del municipio.

La fortaleza se halla además junto al santuario de la Virgen del Cid, que está declarado bien de interés cultural (BIC). De hecho, según señaló el consistorio, la ermita alberga restos de un gran mausoleo romano del siglo II. El consistorio anunció que se catalogará el yacimiento para su protección.

4 de mayo de 2016

Documentan en Teruel una cerámica medieval con dos judíos representados

La vasija que data del siglo XIII es una de las piezas más singulares de la Europa medieval por el motivo de su decoración que representa a dos varones judíos.
La escudilla con la probable representación de judíos hallada en la judería turolense. FOTO: MUSEO DE TERUEL
Una vasija de cerámica, que data de finales del siglo XIII o inicios del XIV y hallada en Teruel, se ha revelado como una de las más singulares piezas de la Europa medieval, al estar decorada con representaciones humanas de dos varones judíos,lo que la hace casi única.

Este hallazgo es fruto de la investigación desarrollada por el arqueólogo Antonio Hernández Pardos, que ha sido publicada recientemente en la revista de estudios hebraicos y sefardíes "Sefarad", editada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIS).

Mediante un exhaustivo análisis de la iconografía judía y cristiana de aquella época, Hernández Pardos ha logrado identificar dos figuras humanas de varones judíos pintadas en este fragmento de cerámica.

El investigador ha destacado la singularidad de la pieza dentro del conjunto iconográfico judaico y del repertorio cerámico medieval en el Mediterráneo occidental.

UN MOTIVO DECORATIVO POCO USUAL

El motivo es que la representación de judíos es escasa en este tipo de utensilios domésticos, que están decorados más habitualmente con escudos, motivos florales, vegetales o geométricos.

Los judíos de la época, en su mayoría los varones, suelen aparecer sólo en miniaturas en manuscritos que utilizaban para rezar o, por parte de los cristianos, en pinturas que decoraban retablos e iglesias, como es el caso del artesonado mudéjar de la Catedral de Teruel.

Según el estudio arqueológico, se cree que esta obra fue realizada por las primeras generaciones de alfareros de Teruel y que pudo ser encargo de un vecino judío de la ciudad, algo interesante "en el contexto de represión de los judíos".

Antonio Hernández Pardos ha destacado que el descubrimiento de estas pinturas ha sido "fruto del azar" ya que no imaginaban en un principio que los fragmentos que encontraron en la excavación fueran a componer figuras de varones judíos.

El hallazgo de la pieza se remonta al 2004, cuando se realizó una excavación arqueológica en el subsuelo de la plaza de la Judería de Teruel con motivo del proyecto de la mejora de la plaza y la consolidación y protección de las estructuras que aparecieron, que se conservan bajo el actual pavimento.

Sin embargo, la vasija medieval no comenzó a ser restaurada hasta 2011 por la inquietud personal del arqueólogo, quien se interesó en juntar los fragmentos y estudiar su iconografía con la ayuda de algunas becas para la investigación arqueológica.

PODRÍA HABER MÁS SORPRESAS
Y es que, según ha apuntado Hernández Pardos, todavía hay una gran cantidad de material que pertenece a excavaciones que llevan realizándose en la capital turolense desde el año 2000 y que está, en su mayoría, sin estudiar por lo que no descarta que haya "más sorpresas almacenadas en cajas en el Museo de Teruel".

El arqueólogo ha apuntado a la falta de medios como la causa por la que solo se ha podido estudiar una mínima parte del material encontrado en estas excavaciones ya que "no hay gente, ni presupuesto, ni equipos para estudiar todas estas ruinas".

Esta excepcional escudilla ha sido incorporada a la exposición permanente del Museo de Teruel junto a otra importante pieza cerámica que consiste en una lámpara ritual descubierta en la capital en 1978.

20 de octubre de 2015

Los arqueólogos descubren un gran taller de tejidos en el yacimiento celtibérico de El Cerrito (Teruel)

El equipo de arqueólogos de la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto numerosas piezas para la elaboración de tejidos en un mismo lugar, lo que permite deducir que habría todo un taller para la elaboración de tejidos, cuando lo habitual en un poblado es que se encuentren pocas piezas de elaboración textil por ser de ámbito doméstico.
La cuarta campaña de excavación arqueológica, que ayer terminó en el castro celtibérico de la Edad de Hierro de El Cerrito en la Laguna del Cañizar, ha permitido descubrir un taller de tejidos en una de las catas realizadas. El equipo de arqueólogos también ha encontrado en esta campaña cerámicas, algunas de ellas con una gran y fina decoración.

GRAN NÚMERO DE PIEZAS HALLADAS
El codirector de la excavación arqueológica en el castro El Cerrito de la Laguna del Cañizar, David Vacas, destacó que en la campaña lo que más ha sobresalido ha sido el gran número de piezas encontradas relacionadas con la fabricación de tejidos, loque corresponde a un taller de tejidos.


David Vacas explicó que las piezas textiles que se encuentran en los poblados celtibéricos, siglos IX al I antes de Cristo, son las que corresponden a una casa, pero lo que se ha descubierto en el yacimiento de El Cerrito corresponden a un taller, a una industria textil, por el gran número de piezas halladas. "La cantidad de piezas encontradas es para una producción textil a gran escala, no es solo para una casa. El hallazgo ha sido muy bueno", afirmó el arqueólogo y codirector de la cuarta campaña de excavación arqueológica en El Cerrito de la Laguna del Cañizar.

CERÁMICA DE GRAN CALIDAD
En esta línea, David Vacas recordó que en la campaña del pasado año hubo ya pistas al encontrar fusayolas y piezas de telares. pero "en este año han aparecido muchas más. Lo sorprendente es el elevado número de piezas para la elaboración de tejidos que se han encontrado en solo punto, por lo que resalta el descubrimiento".

Asimismo, David Vacas valoró las piezas de cerámica que están saliendo en el yacimiento celtibérico de El Cerrito en la Laguna del Cañizar. "Hay cerámica de una calidad excepcional. Hay cerámica que tiene una gran decoración, lo que revela que los habitantes del poblado celtibérico tenían un sentido estético muy importante". Vacas añadió que también se han encontrado restos de cerámica más primitivas, para uso de almacenaje".

MURALLAS IMPRESIONANTES
En los trabajos de excavación arqueológicas de estructuras del poblado, David Vacas señaló que se había buscado las murallas del poblado, lo que ha permitido descubrir en una de las catas realizadas que el agua de la laguna de El Cañizar llegaba hasta las mismas murallas del castro."El poblado era de dimensiones pequeñas, pero sus murallas son impresionantes y han llegado hasta nuestros días", comentó.

El codirector de la excavación arqueológica agregó que con la cata realizada ha permitido saber más sobre el perímetro del poblado de El Cerrito, "conocer los límites que tenía".

La otra cata realizada por el equipo de arqueólogos de la Universidad Complutense de Madrid ha sido en el interior del poblado para conocer la actividad que había dentro, en un trabajo difícil de realizar al tener que retirar escombros y encontrarse la cata arruinada.


TRABAJOS DE LABORATORIO
En el día de ayer el equipo de arqueólogos terminó la excavación en El Cerrito pero continuarán hasta el domingo realizando trabajos en el laboratorio en un local que les ha cedido el Ayuntamiento de Cella y que, por otra parte, se ha ocupado de la logística. "El Ayuntamiento de Cella nos ha tratado genial", destacaron los arqueólogos.

Por otro lado, el equipo de arqueólogos de la Universidad Complutense de Madrid ha entregado al Museo Provincial de Teruel material arqueológico correspondientes a las anteriores campañas arqueológicas.

David Vacas apuntó que el material que se entrega al Museo Provincial de Teruel corresponde a las campañas realizadas en el poblado de El Cerrito los años 2012, 2013 y 2014. Material principalmente cerámico y de piezas para la elaboración textil. Los materiales encontrados en la presente campaña arqueológica están siendo estudiados y catalogados.

18 de agosto de 2015

Sale a la luz un mosaico de los siglos II-III d.C. en La Puebla de Híjar (Teruel)

Se trata de un mosaico polícromo de buena factura con decoración geométrica que pertenece a una villa romana del siglo II o III ubicada en la partida de Campo Palacio. Aunque ya se han descubierto 12 metros cuadrados de mosaico los arqueólogos todavía no lo han delimitado en su totalidad por lo que se desconocen sus dimensiones y estado de conservación. Todo apunta a que la villa romana en la que ha aparecido podría extenderse por una área de unos 1.000 metros cuadrados situada en una pequeña elevación rodeada de fincas de regadío
Un mosaico polícromo de buena factura con decoración geométrica que pertenece a una villa romana del siglo II o III ubicada en la partida de Campo Palacio, en La Puebla de Híjar. Este es el nuevo descubrimiento arqueológico en el Bajo Aragón, un territorio rico en restos íberos y romanos por ser lugar de producción agrícola. La aparición de vestigios de esta villa, rodeada de campos de cultivo, refuerza la hipótesis de que los sistemas de riego de la margen derecha del Ebro tengan una antigüedad cercana a los 2.000 años.

El pasado mes de abril, un vecino de La Puebla de Híjar comunicó al Seprona de la Guardia Civil el hallazgo de un mosaico en Campo Palacio, una partida ya declarada como Zona de Prevención Arqueológica por el Gobierno de Aragón. El Servicio de Prevención y Protección del Patrimonio Cultural habilitó una partida de 2.350 euros (IVA aparte) para documentar y, sobretodo, proteger los restos aparecidos, de cuya existencia se tiene constancia desde finales del siglo XIX, cuando el maestro y secretario del Ayuntamiento de La Puebla Lorenzo Pérez Temprado hizo las primeras investigaciones motivado por su curiosidad.

YA HAN SALIDO 12 m2 de MOSAICO
Estos trabajos, llevados a cabo la semana pasada bajo la dirección de arqueólogos del Gobierno de Aragón, han consistido en una cata exploratoria de 4x4 metros cuadrados de lado en torno a la zona descubierta que han sacado a la luz unos 12 metros cuadrados de mosaico polícromo de buena factura, con decoración geométrica, que no ha sido delimitado en su totalidad y que con toda probabilidad se extiende por las zonas anexas a la cata realizada. 


Para el arqueólogo José Antonio Benavente, el elemento decorativo forma parte, "sin duda, de una villa romana de la que se desconocen sus dimensiones y estado de conservación, pero que parece extenderse por una área de unos 1.000 metros cuadrados situada en una pequeña elevación rodeada de fincas de regadío".

REGADÍOS DE ÉPOCA ROMANA
Este dato no es baladí, pues según Benavente vendría a reforzar la hipótesis de que los sistemas de regadío de la margen derecha del Ebro se remontan a época romana". "La acequia pasa a pocos metros" de esta villa, dijo el investigador, que puso otros ejemplos de la zona del Bajo Aragón. Así, de la presa de Almonacid de la Cuba -en los dominios del río Aguasvivas- parte una gran acequia para regar las tierras de Belchite junto a la ciudad romana de El Pueyo. En el río Martín, la acequia de Gaén está junto a las villas de la Loma del Regadío de Urrea de Gaén (en la que se han documentado hasta cinco grandes prensas de viga para la elaboración de aceite). En Alcañiz, la vieja acequia que riega la Redehuerta pasa muy cerca del yacimiento del Palao.

"Parece probable que se conserve no solo el mosaico, sino parte de las estructuras de esta villa", indicó Benavente. De la misma opinión es Salvador Melguizo, quien junto a Benavente ha codirigido las excavaciones. "Se ve perfectamente cómo hay restos de grandes muros de contención, de habitaciones". En definitiva, vestigios que, de ser excavados, sacarían a la luz con seguridad "infraestructuras de transformación" de productos agrícolas similares a los de la cercana Loma del Regadío.

Esta villa pertenecería a "una familia de terratenientes de poder adquisitivo alto, como indica la propia calidad de este mosaico, que pertenece a una de las habitaciones principales", explicó Benavente.

SIGLO II - III d.C
"La construcción del mosaico parece que pueda ser del siglo II o III después de Cristo", dató Melguizo, quien explicó que, "a partir del Alto Imperio Romano, las élites ricas que vivían en Caesar Augusta (actual Zaragoza) o Tarraco (Tarragona) fueron invirtiendo dinerales en fincas rurales en lo que es la realización de pavimentos y otras decoraciones".

"Eran propietarios y tenían una gran ventaja: la mano de obra era esclava, por lo que el beneficio era máximo". Contaban con elementos de transformación que convertían la oliva en aceite, y las espigas de trigo en grano. "Vendían por el valle del Ebro y, si bajaban por el cauce del río con barcazas, a través del puerto de Tarragona llevaban sus productos por todo el Imperio", prosiguió Melguizo, quien destacó que el Bajo Aragón "ha sido siempre un lugar de producción agrícola y de generación de riquezas".

A estos terratenientes les gustaba hacer alarde de su riqueza construyendo grandes casas con habitaciones decoradas. En La Loma del Regadío o el Camino de Albalate (Calanda) han aparecido ricos mosaicos, "pero si vamos al área del Matarraña o el Guadalope, donde se conservan los mausoleos en los que se enterraban, nos podemos hacer a la idea de toda la riqueza que se generaba en el territorio".

DETALLES COMO EL "NUDO DE SALOMÓN"
Frente al mosaico de La Loma del Regadío, con una decoración espectacular basada en la mitología, los animales y las plantas, los elementos de Campo Palacio son "estrictamente geométricos", indicó Melguizo. Aparecen decoraciones como el Nudo de Salomón, "un motivo geométrico que combina curvas, cuadrados y rectángulos de forma que se asemejan a un nudo". Alrededor hay "motivos vegetales de tallos y plantas". También hay triángulos, rectángulos y diferentes formas que acaban formando el dibujo deseado. Un extremo de la habitación termina en un semicírculo.

(Fuente: Diario de Teruel / Marcos Navarro)

10 de junio de 2015

Un dado hallado en Foz-Calanda (Teruel) podría descifrar números en escritura ibérica

El cubo, de tres centímetros de lado, presenta distintos signos en cada una de sus seis caras. Está fechado a principios del siglo I antes de Cristo y realizado con tierra cocida. Los arqueólogos de la excavación sostienen que puede ser relevante para conocer la equivalencia gráfica del 1 al 6.

Los trabajos arqueológicos que, desde hace una década, se llevan a cabo en los centros alfareros de época íbero-romana de Foz-Calanda (Teruel) han descubierto en esta campaña una piedra cúbica de cerámica, que podría corresponder a un dado de juego y desvelar signos numéricos realizados en el siglo I antes de Cristo. Esta hipótesis arrojaría luz al conocimiento de una escritura con más de 2.000 años de antigüedad y contribuiría, al mismo tiempo, a ayudar a descifrar una lengua con muchas incógnitas.

La investigación en el yacimiento de Mas de Moreno, dirigida por los arqueólogos Alexis Gorgues, profesor de la Universidad de Burdeos Montaigne (Francia), y José Antonio Benavente, director del Taller de Arqueología de Alcañiz, se ha centrado, entre otras actuaciones, en una pequeña extensión donde, entre los siglos III y II antes de Cristo, se tiraban los fragmentos de cerámicas rotas o defectuosas. En esta escombrera, tal y como explicó el especialista francés Gorgues, han hallado «bastantes objetos, entre los que hay unas figuritas que podrían ser juguetes de la época así como una pieza muy extraña, que podría corresponder a un dado». 


PRIMERA SERIE NUMÉRICA EN EL MUNDO IBÉRICO
El cubo, de tres centímetros de lado, con distintos signos en cada una de sus seis caras, está fechado a principios del siglo I antes de Cristo y realizado con tierra cocida. «Se trata de un objeto que nunca ha salido del yacimiento aunque no sabemos por qué, porque no presenta ningún desperfecto visible». Para el director de los trabajos, «si el dado es lo que parece, una pieza de un juego, tendríamos la primera serie numérica que se conoce en el mundo ibérico». En este sentido, adelantó que el hallazgo arrojaría la inscripción de cifras del 1al 6, pero «no podemos tener la certeza de a qué signo correspondería cada uno». 

Alexis Gorgues añadió, desde Burdeos, que «las cifras en íbero son bastante difíciles de identificar, y más aún de entender. Este dado nos podría dar una llave en relación con este asunto». El arqueólogo José Antonio Benavente subrayó la importancia de los «signos del alfabeto ibérico que aparecen en cada una de las caras, y que podrían representar números». «Es un elemento muy interesante –coincidió– para el conocimiento de la escritura ibérica».

UNA ESCRITURA MUY COMPLEJA
Por su parte, Francisco Beltrán, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza, puso de manifiesto ayer que la escritura ibérica es «compleja» y, además, la lengua está «sin descifrar». «Conocemos –dijo– los valores fonéticos de la mayor parte de los signos, aunque no de los numéricos. La escritura ibérica sabemos cómo suena, pero no lo que significa». En este sentido, aclaró que hay inscripciones en las que, con seguridad, aparecen secuencias numéricas que son letras ibéricas, aunque también otros signos que parecen tomados de otros sistemas alfabéticos. «Nos movemos en un terreno de bastante incertidumbre».
 
FIRMA DE LA CASA
El taller de Foz-Calanda, coincidieron los especialistas, «es más antiguo de lo que pensábamos, y llega incluso hasta el siglo IV-III antes de Cristo». «Es uno de los pocos ibéricos con el que podemos reconstruir cómo evolucionó la alfarería tradicional a lo largo de cuatro siglos», explicó Alexis Gorgues.

Esta campaña, además de la aparición de nuevas estructuras, como balsas de decantación de arcillas, se han descubierto sellos e inscripciones en cerámicas que podrían contener el nombre de los dueños del negocio. El hallazgo sería interesante para «estudiar la dispersión de la producción, si se ha localizado en otros lugares, y definir así su área de distribución. 
El programa de excavaciones de este alfar forma parte del plan anual del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón. En estos últimos años se han descubierto, y excavado parcialmente, siete hornos cerámicos. «Es –indicó Benavente– el yacimiento más importante de Aragón para el conocimiento y estudio de las técnicas de elaboración y producción de la cerámica de época íbero-romana». 
(Fuente: Universidad de Zaragoza)

15 de diciembre de 2014

Descubren un cementerio de mujeres de "alto estatus" en la necrópolis íbérica de Andorra (Teruel)

El análisis de ajuares y huesos arroja resultados inéditos en la arqueología protohistórica peninsular. Los seis túmulos funerarios encontrados a 400 metros del yacimiento ibérico andorrano de El Cabo pudieron albergar exclusivamente restos de mujeres que murieron con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, posiblemente con un elevado estatus social a juzgar por la riqueza de los ajuares depositados en las urnas con las que en la Edad de Hierro se distinguía a la gente pudiente.
Los arqueólogos extraen las dos urnas aparecidas en el túmulo | FOTO: J. A. Benavente/ DIARIO DE TERUEL.
Tras los trabajos de excavación, consolidación y puesta en valor de la necrópolis -realizados entre los años 2005 y 2006 bajo la dirección de los arqueólogos José Antonio Benavente y Fernando Galve-, en los dos últimos años un equipo de investigadores ha analizado los restos recuperados en la excavación. Tanto el estudio de los ajuares metálicos depositados en las urnas, realizado por el investigado Raimon Graells, del Museo de Mainz (Alemania), como de los restos humanos calcinados, realizado por el antropólogo Ignacio Lorenzo, del Gobierno de Aragón, coinciden en una misma atribución de género para los restos humanos allí depositados. De esta forma, todo parece indicar que se trata de un cementerio en el que se enterraron exclusivamente mujeres jóvenes y con un buen estatus social.

"Ha sido una sorpresa para nosotros mismos", reconoció el gerente del Consorcio Patrimonio Ibérico de Aragón, José Antonio Benavente, quien explicó que los ajuares son brazaletes, fíbulas y anillas de pequeño tamaño que se corresponderían con adornos femeninos. En cuanto al estudio de los huesos, se trataría de "personas gráciles", es decir "no musculosas ni fuertes", indicó el arqueólogo Salvador Melguizo, otro componente del equipo de investigación encargado de estudiar las urnas, las estructuras funerarias y el entorno del yacimiento. También ha participado la investigadora Alejandra Balboa, de la Universidad de Toulouse, que ha realizado análisis metalográficos de los ajuares.

"INÉDITO EN LA ARQUEOLOGÍA PROTOHISTÓRICA PENINSULAR"
El hecho de que solamente hayan aparecido elementos decorativos del cuerpo femenino es "inédito en la arqueología protohistórica peninsular", aseveró Benavente. Ello "plantea numerosos interrogantes de tipo sociocultural y ritual, de difícil explicación por el momento, y abre nuevas líneas e hipótesis de trabajo que habrá que confirmar mediante excavaciones en otras necrópolis de características muy similares ya localizadas en los valles del Guadalope y del Bergantes". 


Panorámica de la necrópolis ibérica de El Cabo, formada
 por seis túmulos circulares. FOTO:  C. Piazuelo DIARIO DE TERUEL 
En concreto, el experto se refiere a dos cementerios ibéricos, en Aguaviva y en la Ginebrosa, ambos marcando la ruta de comunicación histórica por el cauce del río Bergantes. "Allí habría que volver a hacer estudios de ajuares y de huesos", indicó Benavente. "Sería la mejor forma de confirmar si este fenómeno se da en otros yacimientos", señaló el máximo responsable de la Ruta Íberos en el Bajo Aragón, a la que pertenece la necrópolis. Otra posibilidad sería que la necrópolis andorrana fuera más grande y, por la erosión, solo se conservasen seis tumbas

"Si aceptamos que existe un cementerio femenino, tenemos que aceptar que hay uno masculino no muy lejos", dijo Melguizo, que se llegó a plantear que "todo esto fuera un error y fuéramos incapaces de diferenciar el sexo de los individuos solo por los ajuares y por los restos sólidos". Y es que "estamos trabajando con cenizas", por lo que "resulta muy complejo" y más si la investigación "es más bien voluntariosa que con medios materiales: no tenemos capacidad de investigaciones de ADN" por falta de financiación.

DOS URNAS EN UN TÚMULO
Uno de los seis túmulos -todos ellos planos y de planta circular- conservaba dos urnas funerarias que fueron depositadas al mismo tiempo, lo que da la clave de que las cenizas de dos mujeres habrían sido depositadas al unísono. "No es muy habitual en la Edad de Hierro, donde empiezan a aparecer tumbas individuales donde el poder de los individuos -forjado a base de intercambios comerciales- se demuestra con riquezas", dijo Melguizo. "Que haya dos urnas juntas puede deberse a que haya una relación familiar muy directa entre individuos", interpretó el arqueólogo.

Preguntado por si le sorprende la edad de la muerte de estas chicas, Melguizo explicó que la esperanza de vida de la época era de 40 años por la dureza de aquellos tiempos.

EL CEMENTERIO NO ES DE "EL CABO"

En plena excavación, en el año 2005, la necrópolis ya arrojó la sorpresa de que, pese a que se encontraba junto al yacimiento de El Cabo -localizado por Endesa en la mina a cielo abierto Corta Barrabasa y trasladado pieza a pieza hasta el parque de San Macario-, ambos no se correspondían en el tiempo. Mientras que el cementerio se sitúa sobre el 600 a.C., el poblado es del 450 a.C.

En este sentido, en la última investigación se ha aprovechado también para realizar prospecciones con un radio de tres kilómetros a la redonda con las que se han localizado varios yacimientos por excavar. "En todo lo que es la Val de Ariño hay un pequeño curso de agua, un pequeño arroyo" que favorecería el asentamiento de núcleos poblacionales, explicó Benavente.

(Fuente: Diario de Teruel / Marcos Navarro)

15 de octubre de 2014

Descubren una estructura urbana única en el castro celtíbero de Laguna del Cañizar (Teruel)

Las viviendas del castro no estaban pegadas a la muralla como en los demás castros de la Edad del Hierro, sino que dejaban un espacio con una anchura por la que podía pasar un carro. También se han descubierto bloques ciclópeos en la cimentación de la muralla y un embarcadero.
Esta trama urbanística se ha calificado de "única" en los poblados de la Edad del Hierro. FOTO: EUROPA PRESS.

El equipo de arqueólogos y estudiantes de arqueología de la Universidad Complutense de Madrid en la campaña de excavación que están realizando en el castro de El Cerrito de la Laguna del Cañizar (Teruel) está descubriendo la existencia de una estructura urbana única entre los poblados celtíberos de la Edad de Hierro. Las casas no estaban pegadas a la muralla. 

El investigador y arqueólogo asociado a la Universidad Complutense de Madrid, Jesús Francisco Torres Martínez, valoró este descubrimiento hecho y lo calificó como "único". El investigador explicó que las casas se construyen pegadas a las murallas, pero no es el caso del castro El Cerrito, ya que hay un espacio por el que podía pasar un carro y esto se tiene que clarificar, así como si se extiende por todo el poblado".

En esta línea, Jesús Francisco Torres Martínez, apuntó la hipótesis de que como el poblado estaba en la laguna de El Cañizar, como un espolón, que se metía dentro del humedal, sus habitantes pudieran dejar este espacio para combatir la humedad y que no perjudicara el grano.

TAMAÑO DEL NÚCLEO URBANO
El investigador y arqueólogo, Jesús Francisco Torres Martínez, señaló que la tercera campaña arqueológica en el castro El Cerrito en la laguna del Cañizar en Cella tiene como objetivos realizar unos sondeos con el fin de establecer el tamaño del núcleo urbano, así como la trama que tenía y que tipo de viviendas. Asimismo apuntó que se persigue hasta que etapa estuvo ocupado este castro.

La tercera campaña de excavación arqueológica en El Cerrito de la Laguna del Cañizar se inició el pasado 9 de octubre y terminará el próximo 19 de octubre. La organización corre a cargo del Ayuntamiento de Cella y en la campaña están participando en total 11 personas, 7 de ellas alumnos de arqueología y graduados de la Universidad Complutense de Madrid.


El director de la campaña arqueológica comentó que estaban trabajando en el yacimiento de El Cerrito en el área de la muralla y de las edificaciones más próximas a la muralla y es en la realización de estos trabajos cuando han podido descubrir la singular trama urbana, que es diferente a la trama de otros castros. "Lo que estamos haciendo es intensificar los esfuerzos en saber qué tipo de estructura interna tenía el poblado".

CIMENTACIÓN CICLÓPEA DE LA MURALLA
Para el director de la excavación destaca, además del descubrimiento de la estructura urbana del poblado, la cimentación de la muralla, que tiene unos bloques ciclópeos, lo que supone un trabajo enorme para su desplazamiento y la realización de un gran esfuerzo colectivo, lo que hace imaginar el papel que ejercía el poblado en una zona muy rica agrícola y ganadera y en una laguna que abarcaba una gran extensión, por lo que había una comunicación con barca hasta que se desecó el humedal entr los hoy municipios de Cella, Villarquemado y Santa Eulalia del Campo. 

EMBARCADERO
"Las ruinas del castro sirvieron durante siglos como embarcadero", comentó. El castro del Cerrito de la Edad de Hierro abarca un periodo 400 años antes de Cristo y el cambio de era. El yacimiento se encuentra muy expoliado y dañado, ya que las piedras han servido para hacer diferentes obras a lo largo de los siglos. No obstante en los trabajos de excavaciones está permitiendo que aparezca material cerámico, que tras su análisis en la Universidad se mandará al Museo de Teruel.

PODRÍA SER VISITABLE
El investigador y arqueólogo asociado a la Universidad Complutense de Madrid, Jesús Francisco Torres Martínez, valoró muy positivamente el proyecto que comparten el Ayuntamiento de Cella y de Villarquemado de que el yacimiento del castro El Cerrito pueda ser visitable y potenciar de esta manera el patrimonio arqueológico del yacimiento ubicado en la laguna del Cañizar. Se tiene constancia que durante la Edad Media El Cerrito estuvo ocupado, ya que se han recuperado cerámicas cristianas y musulmanas. El Cerrito fue excavado por primera vez en 2012.

(Fuente: Diario de Teruel)

20 de diciembre de 2013

Nuevos hallazgos en Tiro de Cañón (Teruel) refuerzan la teoría de una gran producción agrícola ibérica en el Bajo Aragón

El descubrimiento de la finca anexa al yacimiento de Tiro de Cañón que amplía su extensión, podría ayudar a confirmar una teoría que manejan los arqueólogos que en los últimos años trabajan en el Bajo Aragón: que junto a los poblamientos ibéricos de periodo tardío se construían también estructuras destinadas al almacenamiento, posiblemente de algún líquido (aceite o vino) y que no se trataría de pequeñas producciones.
Trabajadores de la empresa de excavación en el nuevo "barrio" aparecido en el yacimiento de Tiro Cañón.
Foto:  M.S.Timoneda
Los arqueólogos vinculados al Taller de Arqueología de Alcañiz han seguido, aunque ajenos a la obra, las excavaciones que la empresa Qcalcina ha realizado en la zona. El director del Taller de Arqueología de Alcañiz, José Antonio Benavente, reconoció conocer los trabajos (que saltan además a la vista de cualquier paseante que se acerque por la zona). Sin querer entrar en valoraciones acerca de su conservación (una decisión que corresponde a la dirección general de Patrimonio), Benavente sí destacó que "se está viendo que junto a los poblados de la zona aparecen construcciones de distinto uso relacionadas con actividades de tipo agropecuario que, además, se encuentran debajo de rellenos de tierra bastante densos". Este hecho ha impedido que puedan documentarse muchas estructuras de esta índole, pues sólo en Castellote, en El Palao y en Tiro de Cañón presentan evidencias hasta la fecha.

UN FENÓMENO REPETIDO EN OTROS YACIMIENTOS
La existencia de este tipo de barrios anexos a los poblados es "seguramente, un fenómeno que debe de repetirse en la mayoría de los poblados de esta época", dijo Benavente. Estas estructuras relacionadas con el almacenamiento de productos agrícolas están datadas en los siglos II y I antes de Cristo, aproximadamente entre los años 150 y 50 antes de nuestra Era.

Según el director del Taller de Arqueología de Alcañiz, el mismo tipo de estructuras se han encontrado en El Palao, en concreto en los últimos tramos excavados, y son similares a otras halladas cerca de Castellote. Se trata de habitaciones con pavimentos de yeso, bancos perimetrales para el apoyo de grandes vasijas y con suelos con cierta pendiente, lo que hace pensar en que están construidas para facilitar la recogida de líquidos. Las estructuras que ahora están ya a la luz en el yacimiento de Tiro de Cañón "son idénticas a las de El Palao, y se pueden asociar claramente a la producción importante de productos agrícolas", añadió el arqueólogo.

A su juicio, estos hallazgos "podrían aportar mucha información científica e interesante para que podamos conocer de manera más profunda la cultura ibérica de esta época".

UN POBLADO EXCAVADO EN LOS AÑOS 60 POR ANTONIO BELTRÁN
Las excavaciones que la empresa de arqueología efectúa junto al yacimiento Tiro de Cañón se aprecian a simple vista desde la carretera que conecta el polígono La Estación con Motorland. El desmonte ocupa unos 1.000 metros cuadrados, y desde la lejanía ya se aprecian los aterrazamientos y muros que han salido con los trabajos arqueológicos.

Las excavaciones dirigidas a finales de los años 60 por el profesor Antonio Beltrán determinaron que éste es un yacimiento de la primera Edad del Hierro que continuó con los periodos Ibérico Pleno y Tardío. Fue coetáneo durante parte de su existencia con el yacimiento de El Palao, el poblamiento más amplio e importante del Bajo Aragón. En aquellas excavaciones iniciales por el profesor Beltrán se descubrieron restos de una calle y casas con dependencias interiores, algunas cubiertas con suelo de yeso, según consta en la Carta Arqueológica del Plan General de Ordenación Urbana.

10 de diciembre de 2013

Prospecciones arqueológicas en busca de la Judería de Alcañiz (Teruel)

La Escuela Taller de Alcañiz realizará prospecciones arqueológicas en varias parcelas urbanas de propiedad municipal situadas en el barrio de Santiago con el profesorado y alumnado del Módulo de Trabajos Auxiliares de Arqueología. El objetivo es intentar localizar restos de una antigua sinagoga. La Judería de Alcañiz podría haber sido una de las más influyentes en Aragón y haber albergado no una sino hasta dos sinagogas.
El Barrio de Santiago de Alcañiz (Teruel) es la zona del casco antiguo donde se ubicó la judería.
La idea de realizar algún trabajo de investigación en esta zona del casco viejo alcañizano surgió a raiz de las revelaciones realizadas durante el Curso interdisciplinar de Humanismo por el profesor de Historia Medieval de la Universidad San Jorge (USJ) Miguel Ángel Motis, quien delimitó la Judería de Alcañiz en el barrio de Santiago.

Según el investigador, la Judería de Alcañiz podría haber sido una de las más influyentes en Aragón y haber albergado no una sino hasta dos sinagogas.

Según informó el Ayuntamiento de Alcañiz, el propio Motis asumió el compromiso, tras su intervención en el curso de Humanismo este pasado mes de noviembre, de plasmar en un libro, que podría ver la luz en unos dos años, sus investigaciones sobre la importancia de los judíos en la capital del Bajo Aragón.

El Curso Interdisciplinar de Humanidades, que este año se centró en el 600 aniversario de la Disputa de Tortosa (uno de los debates interreligiosos entre judaísmo y cristianismo más importantes y trascendentales en la Europa de la Edad Media) puso de manifiesto que la judería alcañizana fue una de las más importantes de los siglos XIV, XV y XVI en Aragón, y que su influencia en la citada Disputa tortosina promovida por Benedicto XIII, el papa Luna- fue decisiva para las conversiones masivas de judíos al cristianismo en el territorio aragonés tardomedieval.

UNA HIPÓTESIS POR CONFIRMAR
El director de la Escuela Taller de Alcañiz, Santiago Martínez, explicó que los alumnos y profesores intentarán "localizar esas estructuras que podrían pertenecer a la antigua sinagoga de la que habló el profesor Montis", si bien recalcó que "hay que ver si se encuentran en solares de propiedad municipal".

Una vez localizado el lugar, "habrá que estudiar el tipo de actuación que se lleva a cabo, ya que, por el momento, esa intervención no está recogida en nuestro proyecto como Escuela y tendríamos que incorporarla". En cualquier caso, Martínez hizo hincapié en que "el profesor Motis no dijo que esa era seguramente la sinagoga mayor de Alcañiz, sino que era verosímil que se encontrara ahí".


En cualquier caso, el director de la Escuela Taller se mostró escéptico sobre lo que ahora pueda localizarse en la zona, ya que "la cultura material del entorno no es muy distinta de los edificios cristianos que ahora existen".

MOTIS HABLA DE LA PRESENCIA DE DOS SINAGOGAS EN ALCAÑIZ
Otro de los avances investigadores de Motis se refirió a la existencia de dos sinagogas en la capital bajoaragonesa en el siglo XV, algo excepcional para una población de sus características, lo cual, según el historiador, revela la influencia e importancia de su comunidad judía. Una comunidad que el investigador situó en el actual barrio de Santiago, especialmente en el entorno de las –actuales- calles Trinidad, Panfranco, callizo Amposta y callizo Trinquete, "a las faldas del poder, esto es, a los pies del castillo de la Orden de Calatrava".

El historiador ha llegado a ubicar uno de los dos templos judíos, el de mayor tamaño "en lo que posteriormente sería un horno de la calle Trinidad". En referencia a la importancia de esta sinagoga, el ponente citó que se había fundado en 1364 y estaba "llena de panes de oro", esto es, ricamente ornamentada. Eso es lo que habría suscitado la envidia del arzobispo de Zaragoza, a quien el rey Pedro el Ceremonioso advirtió que no levantara "cuestiones odiosas o viejas" que pudieran enturbiar las buenas relaciones entre la comunidad judía de Alcañiz –prestamista- y los caballeros de Calatrava –prestatarios de aquélla y beneficiarios de la dinámica económica positiva inherente a los asentamientos judíos-, que apoyaban al rey aragonés frente a su homónimo castellano en la llamada "guerra de los dos Pedros".

EL JUDAÍSMO EN ALCAÑIZ, CLAVE PARA LOS HUMANISTAS
Según el profesor de Historia Medieval de la Universidad San Jorge (USJ), la importancia social y cultural de las escuelas judaicas de Alcañiz pudo ser clave también para el nacimiento y desarrollo de la corriente cultural, educativa y social que vinculó a la capital bajoaragonesa con lo más avanzado del Humanismo en la Europa del siglo XVI. 


Experto mundial en judaísmo, Motis explicó que uno de los artífices de la Disputa de Tortosa (1413-1415), y de sus consecuencias en las masivas conversiones posteriores de judíos al cristianismo, fue el alcañizano Jerónimo de Santa Fe, converso a su vez y natural de la murciana villa de Lorca. Desveló que probablemente llegó en su infancia a Alcañiz, adonde su padre le habría traído por la gran importancia y calidad docente de sus escuelas judaicas "en vez de ir a Zaragoza, como hubiera sido lógico por el cargo de su progenitor, que era diplomático de alto rango".
(Fuente: Diario de Teruel)

29 de mayo de 2013

Un estudio sitúa cientos de túmulos funerarios íberos en la Comarca del Matarraña (Teruel)

Algunas de las tumbas localizadas son de tipo “monumental”, pues se han encontrado varias que llegan a tener hasta siete u ocho metros de diámetro y que presentan cistas (cámara sepulcral) que llegan al metro y medio de altura.
Varias personas visitan los túmulos funerarios íberos
que recientemente han sido limpiados de vegetación.
Foto: J.A. BENAVENTE
Los arqueólogos José Antonio Benavente y Salvador Melguizo han terminado un estudio, por encargo de la Comarca del Matarraña, de las decenas de tumbas ibéricas que están repartidas por distintos términos municipales. 

Su trabajo ha consistido en realizar una catalogación de estos túmulos, la mayor parte de ellos mencionados en documentos escritos por otros arqueólogos a principios del siglo XX y muchos de ellos expoliados con anterioridad.

Algunas de las tumbas localizadas son de tipo “monumental”, pues se han encontrado varias que llegan a tener hasta siete u ocho metros de diámetro y que presentan cistas (cámara sepulcral) que llegan al metro y medio de altura.

Además de realizar un inventariado de estas pequeñas necrópolis ibéricas, los dos arqueólogos han realizado una propuesta para fijar una única denominación para cada uno de ellos. No en vano, según el arqueólogo José Antonio Benavente, “existen túmulos que en unos documentos se denominan de una manera y en otros aparecen de otra”, algo que lleva a confusión.

La localidad de Cretas, uno de los municipios beneficiados por el descubrimiento de los túmulos acogió el pasado año la IV Edición de las Jornadas Ïberas de la Comarca del Matarraña. 

29 de enero de 2013

Los arqueólogos creen que El Palao fue un gran centro de distribución de aceite

El habítaculo cuadrangular descubierto en la campaña del pasado verano es “idéntico a bodegas de aceite que todavía hoy se conservan en pueblos del Bajo Aragón”. En concreto, el director de la excavación, José Antonio Benavente, ha señalado que “hay una copia idéntica en una vivienda de Castellote”.
El yacimiento íbero-romano de El Palao es uno de los más grandes
que se conocen en el Bajo Aragón.
El yacimiento ibero-romano de El Palau, en Alcañiz,(Teruel) pudo haber sido un gran centro de producción, almacenamiento o de distribución de aceite o vino durante la época en que este poblamiento -uno de los más grandes que se conocen en el Bajo Aragón- alcanzó su máximo apogeo, entre el año 100 antes de Cristo y 100 después de Cristo. En ese momento, el poblamiento ibero ya se encontraba bajo la dominación romana.

Aunque no es una opinión unánime, algunos de los investigadores que han dirigido el último programa de excavaciones en El Palao -Salvador Melguizo, Francisco Marco, Pierre Moret y José Antonio Benavente- sostienen esta hipótesis. Uno de ellos es este último, arqueólogo y director del Taller de Arqueología de Alcañiz, director de la Ruta Iberos en el Bajo Aragón.

Lo que permite apuntar a que El Palau fue un centro neurálgico de producción o distribución de aceite fue el hallazgo -durante la campaña voluntaria de excavaciones realizada el verano pasado- de una habitación de planta rectangular y de unos 25 metros cuadrados que presentaba un tipo de pavimento de cal o yeso blanco con un banco perimetral situado alrededor y donde “se supone que se guardaban diferentes vasijas de almacenamiento”, comentó José Antonio Benavente. Además, las excavaciones sacaron a la luz lo que parece ser un pequeño depósito que sirvió para la recogida de líquidos.

Según el arqueólogo alcañizano, esta zona de almacenamiento hallada recientemente en El Palao se sitúa al noroeste del poblamiento. En su opinión, este habitáculo cuadrangular es “idéntico a bodegas de aceite que todavía hoy se conservan en pueblos del Bajo Aragón”. En concreto, señaló que “hay una copia idéntica en una vivienda de Castellote”.

(Fuente: Diario de Teruel / Maribel S. Timoneda)

15 de octubre de 2012

Albarracín recupera 95 metros de muralla medieval

En la actual intervención, se han recuperado unos 95 metros de muralla en dos fases consecutivas de unos 30 y 65 metros, respectivamente.
Los trabajos en la muralla de Albarracín están a punto de concluir.
La Fundación Santa María de Albarracín ha informado de que los trabajos de restauración de la muralla de la localidad de Albarracín (Teruel) están a punto de concluirse, tras cinco meses de intervención, incluida su excavación.

La Fundación ha informado en una nota de prensa que gracias a esta restauración "se conoce con claridad la trayectoria que siguió en la edad media este muro defensivo".

Así, en la embocadura de acceso a la torre Blanca "se presenta, inesperadamente, un considerable pliegue que conecta con los muros de mayor entidad conservados, y pendientes de restaurar, que recorren el mismo escarpe del meandro, circundando la mencionada torre".

Este nuevo nudo de unión "despierta nuevas incógnitas sobre la posible existencia de un portillo de acceso al río, incluso la posible configuración de un torreón, cuyo pliegue descubierto seria uno de sus posibles flancos". Al respecto, la Fundación ha precisado que "la continuidad de esta restauración y su pertinente excavación despejará las dudas".

En la actual intervención, se han recuperado unos 95 metros de muralla, entre el museo de Albarracín y el camino de acceso a la torre Blanca, en dos fases anuales consecutivas de unos 30 y 65 metros, respectivamente.

La muralla tiene gran anchura y su muro exterior es el que ha recrecido, hasta configurar un pretil de seguridad, "con el que se lee perfectamente el trayecto y recorrido que seguía la muralla antigua". Este muro conecta con un andador, marcando la anchura y limite total de la muralla restaurada, y cuyo núcleo lo constituyen los restos de la muralla encontrada.

TRAYECTORIA ORIGINAL
El recrecido de este nuevo muro, a veces con altura que superan los 4,5 metros, se ha realizado siguiendo la trayectoria original de la muralla medieval, de manera que por necesidad, se ha ampliado hacia el corte del río el espacio útil de la zona, en la anchura total de la obra ejecutada.

"Esto implica que incluso el terreno ajardinado que existía anteriormente como límite, aún con nuevas especies, ha podido igualmente respetarse, integrándose en la presentación actual", han precisado desde la Fundación.

Además, han apuntado que "ha podido recuperarse incluso un retazo que apareció debajo de los muros del museo de la ciudad, de unos tres metros cuadrados de superficie, muy deteriorados, sobre los que se levantó en su día, el muro del patio del museo de Albarracín".

Estos restos también han perdido su capa externa, "por lo que se halla muy disgregado el material de unión de los bloques de la vieja muralla, colonizado además por la vegetación natural".

Actualmente, se está recomponiendo la perdida esquina de unión entre la vieja muralla y el lienzo recompuesto en la actualidad, "dando una eficiente consistencia a todo el muro, en un punto de especial debilidad".

NUEVA IMAGEN
La Fundación ha explicado que, en conjunto, esta restauración ha supuesto la reaparición del perfil de la vieja muralla dando una nueva imagen a este particular espacio del barrio de San Juan.

"Es un paisaje más cercano al original", en el que predomina el cañón del río, como todo el perímetro de Albarracín, que reaparece cada vez más estrechado por el pretil de la vieja muralla "ahora un poco más restaurada".

En el espacio verde que acompaña la nueva fábrica, se van a reinstalar algunos cedros que hubo que eliminar por estar justo encima de la excavación arqueológica realizada previamente, así como un corredor se sabinas rastreras "un tanto mas acordes con el paisaje calizo de estas laderas del Guadalaviar".

El proyecto comenzó hace ya unos años con la recuperación paisajística del acceso al castillo y el aparcamiento que se localiza a su pie y continuó con la intervención del tramo de muralla que se localiza entre la catedral y el torreón que da acceso a este aparcamiento.

Después, se han realizado las obras que ahora finalizan, todo ello gracias el apoyo de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón, han concluido desde la Fundación Santa María de Albarracín.

9 de septiembre de 2012

Paleontólogos desvelan un yacimiento del Cretácico en Estercuel (Teruel)

Han presentado un estudio donde se describe una nueva y variada paleoflora compuesta por fósiles de diferentes tipos de helechos, coníferas y angiospermas de especies tanto terrestres como acuáticas.
Los especialistas trabajando en el yacimiento de Estercuel.
Un grupo internacional de investigadores liderados por paleontólogos de la Universidad de Zaragoza ha presentado un estudio donde se describe una nueva y variada paleoflora compuesta por fósiles de diferentes tipos de helechos, coníferas y angiospermas de especies tanto terrestres como acuáticas.

Este nuevo yacimiento, situado en la localidad turolense de Estercuel, es uno de los pocos con plantas fósiles de esta edad a nivel mundial y los registros hallados en él son considerados de extraordinaria importancia para conocer la evolución de las floras en el planeta.

En este estudio han participado investigadores de la Universidad de Zaragoza, Universidad de Vigo, Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad de Lund (Suecia) y del Museo de Historia Natural de París. Ha sido publicado en el último número de la revista Geodiversitas, y en él se describe una nueva y variada paleoflora compuesta por macrofósiles (hojas y estróbilos o piñas) y por microfósiles (esporas y granos de polen) pertenecientes a diversos grupos de plantas.

Esta abundante y diversa flora fósil pertenece a la parte más moderna del Cretácico Inferior (de unos 100 millones de años de antigüedad), y contiene fósiles de diferentes tipos de helechos, coníferas y hojas y granos de polen pertenecientes a primitivas angiospermas (o plantas con flores), tanto terrestres como acuáticas, que se desarrollaron en las orillas de los pantanos costeros del antiguo mar Tethys en la zona que ocupaba la actual provincia de Teruel durante esa época.

Estos registros de plantas fósiles, son considerados de extraordinaria importancia para conocer la evolución de las floras en el planeta, ya que durante este periodo de tiempo las angiospermas se encontraban en su fase de expansión y diversificación, que posteriormente las llevaría a convertirse en las plantas que en la actualidad dominan todos los ecosistemas terrestres actuales. Además, el nuevo yacimiento de Estercuel es uno de los pocos yacimientos con plantas fósiles de esta edad a nivel mundial, lo que le confiere una especial importancia científica.

Entre la paleoflora encontrada en Estercuel destacan varias especies como Klitzschophyllites choffatii, que era una angiosperma que poseía hojas muy llamativas, con márgenes profusamente dentados, y sobre todo la presencia de hojas de la especie Aquatifolia fluitans. Esta angiosperma acuática, emparentada con la familia de los nenúfares actuales, presentaba la peculiaridad de poseer un peciolo con un ensanchamiento central, a modo de flotador, que permitía que sus hojas pudieran desplegarse por encima de la superficie del agua.

La singularidad del hallazgo de esta especie en Estercuel radica en que, hasta el momento, este tipo de plantas sólo habían sido encontradas en un único yacimiento de la misma edad situado en el estado de Kansas, en el centro de los Estados Unidos, lo que indicaría una cierta relación entre estas dos zonas durante el Cretácico Inferior.

Además, los granos de polen de diversos tipos encontrados en los estratos del yacimiento también indican que estos ambientes fueron colonizados por otras plantas que, hasta el momento, se creían restringidas al norte de África y este de Suramérica durante esa época.

Todos estos datos implicarían que, al menos durante la última etapa del Cretácico Inferior, las islas del archipiélago que en esa época constituían la actual Península Ibérica habrían servido como puente para la dispersión de las floras entre diferentes áreas geográficas, que provendrían tanto del oeste del antiguo continente Laurasia, como del continente Gondwana situado al sur.

(Fuente: Servimedia / Aragón Press)