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23 de diciembre de 2013

Encuentran una imagen de Cupido en la villa romana de Ablitas (Navarra)

El yacimiento de la villa romana de Ablitas (próximo a Tudela, Navarra) sigue dando buenas noticias. En 2010, primer año de excavaciones, fue descubierto el comedor principal; y, en 2011, salió a la luz el sistema de calefacción de la vivienda. Ahora, los trabajos en esta villa, que estuvo habitada entre los siglos I y V después de Cristo, han servido para descubrir una pequeña figura de bronce de la que tan sólo se conservan en Navarra otras cinco de similares características.
Imagen de la figura de bronce del dios Cupido encontrada en la villa romana de Ablitas. Foto: N.G.Landa
Los autores de este nuevo hallazgo han sido los 15 alumnos del IV Curso de Arqueología organizado por el Ayuntamiento de Ablitas y dirigido por Juan José Bienes Calvo y Óscar Sola Torres.

La figura, que representa al dios Cupido, se encontró a 70 centímetros de profundidad, sobre el suelo del pasillo que, originariamente, dividía varias estancias destinadas a los sirvientes más cercanos a los amos de la villa. Bienes y Sola destacaron la dificultad de encontrar este tipo de piezas. De hecho, según indicaron, la figura de Ablitas es la segunda en Navarra en haber sido descubierta en una excavación tras la hallada sobre los años 80 en el yacimiento de Pompaelo de Pamplona. "Sobre los siglos IV y V, este tipo de figuras de deidades paganas ya no tenían valor religioso por el creciente auge del Cristianismo. Pero eran piezas muy codiciadas, simplemente por el valor del bronce en el que estaban hechas, un metal caro en aquella época", señalaron.

LA FIGURA
La pieza en cuestión, de 13 centímetros de altura, representa a Cupido, dios del amor en la mitología romana. Se trata de un muchacho joven, con alas asimétricas y perpendiculares a la espalda. La figura está de pie, dando sensación de movimiento, apoyando el cuerpo sobre la punta de los pies de la pierna derecha, mientras que su pierna izquierda -ya desaparecida- parece que estaba ligeramente flexionada hacia atrás. El brazo derecho lo tiene extendido hacia arriba, en actitud de sostener con la mano algún objeto que también ha desaparecido. El brazo izquierdo lo tiene extendido hacia abajo.

CALIDAD
La pieza muestra gran detalle en la definición de sus formasanatómicas como el pecho y piernas. Destaca el detalle de su abundante cabellera y la gran definición de las plumas que conforman sus alas. Según indicaron Bienes y Sola "la calidad de la pieza denota que en esta villa de Ablitas vivía gente pudiente y demuestra el nivel de romanización de la comarca, ya que objetos como éste, típicos de ciudades como Pompeya, Herculano o la propia Roma, estaban presentes también en la Ribera".

(Fuente: Diario de Navarra / Diego Cara Susán)

28 de marzo de 2023

Descubierto en Ablitas el complejo termal romano más completo de Navarra

La zona termal tiene 90 m2 y está formada por una gran sala, que servía de vestuario (apodyterium), unas salas que contaban con su propio sistema de calefacción (hipocausto), 3 bañeras que contenían el agua a diferente temperatura y unas letrinas.
En esta campaña arqueológica, el hallazgo más notable fue el descubrimiento del complejo termal privado más completo de toda Navarra.

El Ayuntamiento de Ablitas va a ofertar visitas guiadas periódicas a la villa romana para poder dar a conocer los avances de las últimas campañas de excavación, persiguiendo uno de sus principales objetivos: difundir al público en general el rico patrimonio arqueológico que posee el yacimiento.

Durante el año 2021 se realizó una nueva campaña arqueológica, la numero once, en la villa romana de El Villar de Ablitas. La intervención fue promovida y financiada por el Servicio de Patrimonio Histórico del Gobierno de Navarra, que invirtió 15.000 €, y el Ayuntamiento de Ablitas, que aportó 7.500 €, como muestra de la clara voluntad del consistorio por recuperar el patrimonio histórico artístico de la villa como motor de desarrollo cultural, económico, social y turístico. La campaña estuvo dirigida por los arqueólogos Oscar Sola Torres y Juan José Bienes Calvo, e intervinieron tres auxiliares de arqueología, un restaurador y un grupo de voluntarios que colabora desde 2010 en los trabajos de excavación.

En esta campaña arqueológica, el hallazgo más notable fue el descubrimiento del complejo termal privado más completo de toda Navarra. Durante el pasado año se ha procedido a datar el recinto, y se ha llegado a la conclusión de que es de los siglos III-IV d.C. La zona termal tiene 90 m2 y está formada por una gran sala, que servía de vestuario (apodyterium), unas salas que contaban con su propio sistema de calefacción (hipocausto), 3 bañeras que contenían el agua a diferente temperatura y unas letrinas. Entre todo lo descubierto destaca una de las bañeras, de planta semicircular, que todavía conserva el enlucido de mortero impermeable.

La última campaña, realizada el durante el año pasado, ha deparado nuevos e interesantes descubrimientos, que actualmente están en fase de investigación, y continúa con una fase de consolidación de las estructuras aparecidas, protegiendo y acondicionando los restos para posibilitar la realización de visitas al yacimiento.

Carlos Bonel, alcalde de Ablitas, considera que “estos hallazgos son de gran importancia no solo para nuestro pueblo, sino para el patrimonio de Navarra y durante estos meses organizaremos toda una serie de visitas culturales para que nuestros vecinos y todos los demás navarros puedan conocer esta parte tan importante de nuestra historia”.

20 de enero de 2016

Descubren tres nuevas estancias, un fogón y un silo en la villa romana de Ablitas (Navarra)

Según las primeras hipótesis, estas estancias corresponderían a salas de trabajo utilizadas por los criados más cercanos a los dueños de la villa o para el almacenaje de alimentos y bebidas, a modo de despensa. De hecho, en ellas han aparecido restos de un fogón y un silo
Alumnos y directores del taller de Arqueología que han participado en la excavación. FOTO: NURIA G. LANDA
Ablitas concluyó el sábado la sexta campaña de excavaciones en su villa romana. Los trabajos, que se han prolongado desde el mes de octubre, han servido para confirmar que la villa experimentó varias ampliaciones durante su último periodo, entre los siglos III y V.

Según indican Juanjo Bienes Calvo y Óscar Sola Torres, directores deltaller de arqueología en el que han participado 16 alumnos, se pueden distinguir hasta tres fases constructivas distintas gracias al análisis de las estructuras (muros y suelos) hallados en la zona central de la villa, la destinada a la residencia de los propietarios, y donde se han centrado las excavaciones desde 2010.

Así pues, los directores del taller de arqueología explican que, pese a que por ahora se han distinguido estas tres fases constructivas, “conforme avancen los trabajos arqueológicos conseguiremos diferenciar nuevas fases hasta llegar a los orígenes de la villa, datados en el siglo I”.

AMPLIACIONES PARA GANAR EN COMODIDAD
Según afirman Bienes y Sola, y a la espera de un estudio más detallado, las citadas fases corresponderían a diversas ampliaciones realizadas en la villa por sus dueños. “Entre el siglo II y III baja el poder de las ciudades y los dueños de este tipo de villas, que en un principio estaban destinadas únicamente a la producción agraria, deciden instalarse en ellas. Así, los propietarios realizan ampliaciones, tal y como se puede ver en la de Ablitas, para ganar en comodidad”, explican los arqueólogos.


Prueba de esta afirmación es que, en campañas anteriores, el taller de arqueología ha realizado descubrimientos como el comedor principal de la residencia; parte de un mosaico; o el hipocausto, un sistema de calefacción similar a los actuales suelos radiantes, hallazgos todos ellos que evidencian el poder económico del que gozaron los distintos dueños de la villa.

UN FOGÓN Y UN SILO
Además de constatar esta evolución constructiva de la residencia, los trabajos realizados durante la recién concluida sexta campaña han servido para desenterrar tres nuevas estancias anexas al patio central de la villa, además de descubrir un nuevo tramo del pasillo que bordea el citado patio.

Según las primeras hipótesis, estas estancias corresponderían a salas de trabajo utilizadas por los criados más cercanos a los dueños de la villa o para el almacenaje de alimentos y bebidas, a modo de despensa. De hecho, en ellas han aparecido restos de un fogón y un silo.

Además, los arqueólogos han realizado cinco pequeños sondeos en un radio de 40 metros alrededor del núcleo central de la villa. Estas catas han dado como resultado el descubrimiento de muros con una profundidad de entre 40 centímetros y un metro, lo que evidencia el buen estado de conservación de la villa ablitera y todo lo que queda aún por sacar a la luz.

Con este objetivo, la intención del consistorio ablitero es seguir dando continuidad al taller de arqueología a lo largo de 2016, probablemente a finales de año.

(Fuente: Diario de Navarra / Diego Carasusán)

23 de febrero de 2015

El taller de arqueología descubre un mosaico en la villa romana de Ablitas (Navarra)

Se trata de un mosaico geométrico y policromado que parece seguir el esquema de círculos secantes que imitan rosetas de cuatro pétalos. La cata realizada tan sólo desenterró un metro cuadrado de los aproximadamente 20 m2 de pavimento de mosaico que podría tener la estancia donde se ha encontrado.
Las excavaciones realizadas por el equipo del taller de arqueología se han guiado por un estudio de georradar. 
Desde que comenzaron en el año 2010, cada una de las campañas de excavaciones realizadas en la villa romana de Ablitas, próxima a Tudela (Navarra),  ha deparado hallazgos que han elevado la categoría de este yacimiento, cuyos primeros restos datan del siglo I. Pero en la recientemente finalizada los integrantes del Taller de Arqueología del Ayuntamiento de Ablitas han conseguido lo que llevaban buscando desde el inicio de los trabajos: encontrar un mosaico.

La citada quinta campaña se prolongó desde octubre a diciembre bajo la dirección de los arqueólogos Juanjo Bienes Calvo y Óscar Sola Torres. En esta ocasión, las excavaciones realizadas se guiaron a través de los datos aportados por un estudio de georradar, que sirvió para dotar a los investigadores de un plano de las estancias del núcleo central de la villa.

DIECIOCHO SONDEOS
Así, la campaña se basó en la ejecución de 18 sondeos, de un metro cuadrado cada uno, en puntos muy concretos de la villa donde, a tenor del plano del georradar, pudieran encontrarse las estancias principales de la villa.


Fue en la realización de una de esas 18 catas, a poco más de un metro de profundidad, cuando se localizó el mosaico. “Hicimos el sondeo y nos topamos con el suelo de la estancia en cuestión, tal y como había ocurrido en todas las catas llevadas a cabo hasta entonces..., pero cuando lo limpiamos nos dimos cuenta de que aparecían las teselas de un mosaico. Fue un momento muy emocionante, porque era lo que llevábamos esperando desde hacía cinco años”, recuerdan los directores de la excavación.

Concretamente, se trata de un mosaico geométrico y policromado que parece seguir el esquema de círculos secantes que imitan rosetas de cuatro pétalos. La cata realizada tan sólo desenterró un metro cuadrado de los aproximadamente 20 m2 de pavimento de mosaico que podría tener la estancia donde se ha encontrado.

EN BUSCA DE MÁS MOSAÍCOS
Según explican Bienes y Sola, el descubrimiento del mosaico eleva la categoría de un yacimiento que, ya de por sí, cuenta con un enorme potencial al tratarse de una de las villas romanas mejor conservadas que existen en Navarra.

En cualquier caso, los directores de la excavación se muestran esperanzados en hallar nuevas estancias con mosaicos en próximas campañas. “Se trata de una villa muy grande -unos 6.000 m2-; propiedad de una persona pudiente; y ubicada en una zona ya rica de por sí como era la Ribera, con lo que no es descabellado pensar que pudiera haber más mosaicos, como ocurre en otras villas navarras como la del Ramalete de Tudela, la de Arellano o la de Liédena”, afirma Bienes.

14 de noviembre de 2021

Una ruta recorrerá los yacimientos del Valle del Queiles (Navarra)

De izda. a dcha., los arqueólogos Mari Cruz Pérez Omeñaca, Juanjo Bienes Calvo, José Ángel García Serrano, Carlos García Benito, Óscar Sola Torres, Héctor Arcusa Magallón y Marta Gómara Miramón. BLANCA ALDANONDO

Crear una ruta que una los distintos yacimientos arqueológicos existentes en el Valle del Queiles, desde Tudela a Tarazona (Zaragoza), permitiendo a vecinos y visitantes conocer in situ lo hallado en cada uno de ellos. Esta fue la propuesta con la que se cerró ayer el III Encuentro de Arqueología del Valle del Queiles que, bajo la organización de UNED Tudela, tuvo lugar en la Casa de Cultura de Ablitas con la presencia de cerca de 50 personas.

La jornada contó con la presencia de los arqueólogos Juanjo Bienes Calvo, quien expuso los hallazgos logrados en el cerro de Santa Bárbara de Tudela, lugar donde se encontraba el castillo medieval de la ciudad; y Óscar Sola Torres, responsable de los trabajos en la necrópolis musulmana de la Torre Monreal de Tudela. Además, tanto Bienes como Sola resumieron los avances conseguidos hasta la fecha en el yacimiento de El Villar de Ablitas.
También participaron en la cita Mari Cruz Pérez Omeñaca, quien habló sobre el conjunto amurallado de Tudela; Marta Gómara Miramón, responsable de las excavaciones de la época romana en Cascante; y Héctor Arcusa y Carlos García Benito, en representación de los equipos de investigación zaragozanos del yacimiento romano de Chicharroya, en Novallas; y del enclave celtíbero-romano de Tarazona, respectivamente.

A todos ellos se unió en la mesa redonda final José Ángel García Serrano, representante del Centro de Estudios Turiasonenses, quien expuso la posibilidad de crear la citada ruta, “principalmente enfocada a recorridos en bicicleta”, entre los distintos yacimientos del Valle del Queiles.

“El hecho de contar con un eje como el que marca el curso del río; con los yacimientos que tenemos a lo largo de él; y con el grupo de arqueólogos que trabajan en ellos nos hace pensar en la posibilidad de establecer algún tipo de ruta que conecte todos estos puntos de interés”, afirmó García, quien fue un paso más allá en su propuesta. “Quizás tengamos que sentarnos, preparar un proyecto y buscar fondos interautonómicos o europeos para desarrollarlo”, apuntó.

MUCHO MÁS QUE TURISMO
El arqueólogo de Tarazona Carlos García Benito destacó la necesidad de iniciativas como la de la ruta para divulgar el patrimonio arqueológico de la zona. “Como profesor de instituto que soy, sería algo increíble acercar lo que se está descubriendo a mis alumnos de la ESO y que no se quede solo en reuniones de arqueólogos o en revistas especializadas”, afirmó García, quien deseó que “esta idea cale en la sociedad y en los políticos”.

Así lo indicó también la arqueóloga Mari Cruz Pérez Omeñaca. “El apoyo de los políticos es importantísimo para el desarrollo de la arqueología. Lo que ocurre es que para ellos la arqueología es un problema, ya que no ven que pueda aportar nada a la gente”, explicó.
Por su parte, la cascantina Marta Gómara Miramón también se mostró a favor de la creación de la citada ruta, pero pidió hacer una reflexión más profunda sobre los objetivos últimos de la labor de los arqueólogos.

 “Entiendo que muchos Ayuntamientos, cuando se plantean realizar una excavación, piensen en hallar unos restos que poder mostrar y que sirvan para atraer a miles y miles de turistas, pero hay que tener en cuenta que la reversión social de algo así no tiene porqué ser solo económica”, dijo Gómara, quien continuó con su argumentación. “Más allá de esa reversión económica hay que tener en cuenta otros aspectos como el educativo, generando ciudadanos y ciudadanas con pensamiento crítico; o el cultural, que sirva para elevar la autoestima de aquellas poblaciones que, gracias a los hallazgos arqueológicos, ven cómo se recupera parte de su pasado y de su historia”, indicó la cascantina.