La tumba está cavada en la misma roca en la que se asienta el templo de Nuestra Señora de la Carballeda. En una primera hipótesis puede tratarse de un enterramiento que se sitúa en la Edad Media, pero su datación es amplia entre los siglos IX al XII.
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Se trata de una tumba antropomorfa en la que se distinguen con claridad la forma de la cabeza y los hombros. |
Los responsables de la Cofradía de Los Falifos piden la excavación arqueológica del entorno del santuario de Nuestra Señora de la Carballeda y su protección tras la localización de una tumba antropomórfica que podría corresponder al cementerio medieval.
Está pendiente de definir lo que podría ser una segunda tumba en la misma zona. La carretera N-525 es la principal amenaza de la necrópolis medieval, cuya datación es determinante para ubicar el origen del culto a la Virgen de la Carballeda.
A comienzos del siglo pasado la necrópolis sufrió un severo castigo en su conservación cuando se trazó la carretera nacional desviando el camino antiguo y original que subía desde el río, ocupando el cementerio clausurado desde hacía siglos pero cuya existencia se conocía. A finales del siglo XIX, cuando se construyó la carretera de Benavente a Sanabria no se respetó esta necrópolis situada junto al santuario y se destruyó gran parte de ella.
Hallazgo reciente
El doctor en Filosofía por la Universidad de Valencia, historiador y cabildero de la Cofradía de los Falifos de Rionegro, Julio Badenes Almenara realizó el descubrimiento de una tumba completa en el muro norte, y lo que parece parte de otra de las tumbas. Los enterramientos están encastrados entre el asfalto de la carretera y el muro.
El hallazgo de esta tumba antropomórfica se produjo el pasado 2 de abril, después de la reunión de Cabilderos en Rionegro y cuando esperaba que comenzaran los actos de la festividad de Pascua, una de las celebraciones más importantes que reúne a buena parte de los miembros de la directiva de la Cofradía. Para hacer tiempo Julio Badenes dio un paseo alrededor del templo y le llamó la atención el hueco excavado en una roca que aflora en el suelo en el muro norte, roca aprovechada aparentemente como cimentación del templo.
Es necesaria una excavación arqueológica
Al estudiarla más detenidamente «me percaté de que se trataba de un importante hallazgo: una tumba cavada en la misma roca en la que se asienta el templo de Nuestra Señora de la Carballeda». Se distingue perfectamente la forma humana tallada en la piedra, donde se define con claridad la forma de la cabeza y los hombros. En el hueco de lo que ocuparía el cuerpo había restos de tierra, ladrillos, plásticos que al retirarlos dejaron en evidencia la forma humana completa. Determinar su datación real depende de que «se lleve a cabo una excavación arqueológica, previa protección de todo el entorno» subraya el responsable de patrimonio de la Cofradía.
En una primera hipótesis puede tratarse de un enterramiento que se sitúa en la Edad Media, pero su datación es amplia entre los siglos IX al XII. Los especialistas sitúan el final de este tipo de enterramientos antropomórficos en el XII. Para el historiador «hasta que no se realice una adecuada prospección arqueológica será muy difícil especificar algo más sobre tan importante hallazgo. Considero que este hallazgo es fundamental porque sumerge a este Santuario, a esta ubicación tan simbólica en la Plena Edad Media». Sobre la necrópolis hay un serio riesgo de deterioro.
Orientación este-oeste
Otro signo importante es la relación que puede tener esta tumba con el primer santuario medieval o con la veneración medieval a la Virgen de la Carballeda, patrona de la comarca. Veneración que se fue expandiendo por León, toda Castilla, Galicia e Hispanoamérica. Su orientación es este-oeste, «es decir, la misma que la del templo medieval. Los pies del muerto hacia el este y la cabeza hacia el oeste. Es antropomorfo porque vemos como tiene la forma humana la piedra: la cabeza y el cuerpo se han tallado en la piedra para que descanse allí el fallecido». En este punto está un pequeño altar abierto en el muro, si bien esa apertura es una puerta cegada que podía dar acceso al cementerio, indicios que sería necesario corroborar con la investigación arqueológica.
Badenes trasladó la responsabilidad de proteger el hallazgo al gobierno zamorano, y la Junta de Castilla y León «los encargados de patrimonio histórico deben defender, proteger y excavar este entorno arqueológico que acabo de descubrir. Pues es muy triste y descorazonador, ver como las instituciones gubernamentales de Castilla y León, y las zamoranas en particular, no están apostando por uno de los tesoros más grandes que posee esta región zamorana y esta Comunidad castellano leonesa».
La Cofradía de los Falifos es posiblemente la más antigua de España y que sigue viva al comienzo del siglo XXI, realizando un papel solidario que es una lección para las generaciones presentes y futuras. Este santuario tiene su origen en la Edad Media. Los servicios de arqueología de Zamora y de la Junta deben ponerse manos a la obra.
Para el historiador es urgente la adopción de medidas de protección pues se encuentra junto al muro norte del santuario, pegado a la misma carretera que va de Benavente a Sanabria, con lo cual hay un grave peligro de que sea dañado «pues como vemos en la imagen junto a él se puso una farola y se destruyó parte de la roca». La Cofradía y el Ayuntamiento de Rionegro del Puente «junto con el gobierno zamorano y la Junta de Castilla y León deben, ahora proteger este hallazgo histórico. Se encuentra junto a la puerta románica norte y el grueso muro está, casi, construido sobre este enterramiento. Por lo que es posible que hubieran varios enterramientos, pero han quedado cubiertos por el santuario románico-gótico. En esta zona estaba ubicado el cementerio de la Cofradía donde se inhumaban desde la Edad Media». Los habitantes de Rionegro «hablan de que se han encontrado muchos huesos en esta zona que han aflorado al realizar las obras que se han hecho a lo largo del siglo XX».