google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Seprona
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22 de noviembre de 2024

Sorprenden "in fraganti" a un presunto expoliador de yacimientos arqueológicos de Cáceres

El investigado fue sorprendido in fraganti mientras utilizaba un detector de metales y excavaba para extraer una pieza. La valoración de daños ocasionados durante las prospecciones ilegales asciende a más de 12 000 euros.
Los agentes sorprendieron in fraganti al presunto responsable.

Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de Cáceres, han investigado a un hombre como presunto autor de un delito contra el patrimonio histórico al ser sorprendido expoliando en los entornos colindantes a los yacimientos arqueológico de “El Mirador” y de “Puente de Fuente Concejo”, dentro del término municipal de Cáceres, donde realizó un total de 11 (once) prospecciones.

Los hechos ocurrieron el pasado día 22 de septiembre cuando un agente del SEPRONA, que contó con el apoyo de un agente de Policía Local de Cáceres, recibió un aviso mediante el que un alertante indicaba que una persona provista de un detector de metales y de herramientas para excavar, se encontraba actuando en un entorno de los extrarradios de la localidad de Cáceres, por lo que ambos agentes se desplazaron hasta el lugar para corroborar los hechos.

Personados en el lugar indicado, observaron a un hombre equipado con diferentes elementos utilizados para el expolio arqueológico, el cual se hallaba en la zona realizando diversas excavaciones. 

Los agentes sorprendieron in fraganti al presunto responsable, justo en el momento que practicaba una remoción del terreno y recogía un efecto que, posteriormente, introdujo en una bolsa para después continuar batiendo el terreno con un aparato detector de metales.

Tras solicitarle la autorización preceptiva para realizar dicha actividad y comprobar que carecía de ella, le aprehendieron tanto los medios empleados para la detección de metales, como las herramientas utilizadas para la remoción del terreno y las piezas que portaba el supuesto autor del hecho delictivo.

La valoración de daños del expolio, emitida por la Unidad de Protección del Patrimonio Cultural de la Dirección General de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura e Igualdad de la Junta de Extremadura, en el que se localizaron 11 (once) prospecciones, alcanza un valor superior a los 12 000 € (doce mil euros).

Por tales hechos, la Guardia Civil ha investigado al presunto responsable de los mismos, un varón pacense de 22 años, como presunto autor de un delito contra el Patrimonio Histórico al ser sorprendido mientras expoliaba en entornos colindantes a los yacimientos citados.

En los últimos años se ha detectado una proliferación del número de detectoristas, conocidos en el argot como “piteros”, que se dedican a la búsqueda de restos del Patrimonio Histórico mediante detectores de metales cada vez más sofisticados, dedicándose a expoliar estos restos, ubicados tanto en yacimientos arqueológicos inventariados como en otros que todavía no lo están.

La Guardia Civil quiere agradecer la colaboración ciudadana prestada, incidiendo en que la concienciación y sensibilización son fundamentales para preservar nuestro patrimonio histórico.

11 de noviembre de 2024

Intervienen en el aeropuerto de Palma gran cantidad de piezas arqueológicas expoliadas de «valor incalculable»

La investigación del SEPRONA de la Guardia Civil se saldó con la recuperación de más 1.000 piezas históricas, entre las que se encuentran numerosas monedas, ánforas, ungüentarios, lámparas, vasijas, joyas, figuras y espadas, entre otras.
Las piezas son de alto valor arqueológico.

La Guardia Civil ha intervenido en el aeropuerto de Palma una gran cantidad de piezas arqueológicas pertenecientes al Patrimonio Histórico Español cuando iban a ser sacados del país de manera ilícita y que podrían haber sido expoliadas en aguas de Mallorca.

Según ha informado la Benemérita en una nota de prensa, a raíz de este hallazgo, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) dentro de las competencias que se le atribuyen en este tipo de delitos, inició una investigación que se saldó con la recuperación de más 1.000 piezas históricas, entre las que se encuentran numerosas monedas, ánforas, ungüentarios, lámparas, vasijas, joyas, figuras y espadas, entre otras.

Todo este patrimonio, a falta de un informe definitivo más detallado, se estima que tendría un valor incalculable.

Todo el material arqueológico, será entregado por la Guardia Civil al servicio de Patrimonio Histórico, para su estudio y catalogación, pero su destino final es la devolución a los ciudadanos de Baleares y para que queden expuestas en el Museo de Mallorca.

9 de julio de 2024

Investigan a un 'pitero' por daños y expolio en una necrópolis catalogada de Burgos

Realizaba prospecciones arqueológicas sin autorización en un yacimiento catalogado en Burgos. En un registro al vehículo, el Seprona halló un detector de metales y una azada. Los agentes han incautado diversas piezas con valor histórico


La Guardia Civil ha investigado a D.R.M., de 39 años, como presunto autor de un delito sobre el Patrimonio Histórico en Burgos por daños en una necrópolis catalogada y expolio de piezas arqueológicas, ayudado de un detector de metales y de una azada, utensilios usados para localizar los objetos y hoyar el terreno, respectivamente.

Los hechos ocurrieron semanas atrás, tras la comunicación de un particular a la Central de Servicios de la Guardia Civil de Burgos, en relación a la presencia sospechosa de una persona que se encontraba en un paraje de la Merindad de Río Ubierna, 'barriendo' el suelo con una especie de detector de metales.

Una patrulla era comisionada al lugar y verificaba que el referido punto se hallaba catalogado como necrópolis; en los alrededores encontraron una furgoneta y también a una persona, que fue identificada. El individuo, vecino de otra provincia de Castilla y León, negó que se encontrara practicando remociones de terreno valiéndose de una azada ni buscando nada con un detector de metales.

Un somero registro al interior del vehículo destapó la presencia de uno de estos aparatos electrónicos tipo muleta y una azada de mano con restos de tierra fresca, con claros indicios de haber sido recientemente usada.

Un segundo registro, en esta ocasión más profundo y exhaustivo, permitió encontrar, ocultos en varios compartimentos, varios objetos de apariencia metálica y notable antigüedad, aún con restos de tierra del lugar; su apariencia hacía entrever que no eran el resultado de un hallazgo casual o descubiertas en superficie, sino que habían sido extraídas deliberadamente del interior del subsuelo.

Efectivos del SEPRONA de la Guardia Civil practicaban una inspección ocular en el lugar, lo que permitió descubrir la presencia de cerca de 60 hoyos de similares dimensiones, aunque de distinta profundidad, con evidencias de haber sido recientemente excavados, todos ellos ubicados en un importante yacimiento arqueológico declarado como necrópolis, según las indagaciones llevadas a cabo.

Las pesquisas han aclarado que carecía de las autorizaciones necesarias para llevar a cabo esta excavación arqueológica y tampoco había parado la prospección para comunicar inmediatamente el primer hallazgo a Patrimonio, sino que continuó con la búsqueda practicando más extracciones.

Las herramientas fueron intervenidas y los objetos -1 moneda, 3 clavos, 1 proyectil de un cartucho, 1 gancho y 5 pletinas metálicas- incautados para su estudio.

Se han instruido diligencias -por un delito sobre Patrimonio Histórico por daños y expolio de bienes con valor histórico sin haber comunicado los hallazgos- que han sido presentadas en los juzgados de la capital y en la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de Burgos.

3 de abril de 2024

Condenados por expoliar y dañar un yacimiento arqueológico romano de Burgos

Los cuatro procesados deberán pagar 1.620 euros de multa por causar destrozos en el yacimiento de La Mesa, en Burgos. Cuando fueron detenidos por la Guardia Civil les requisaron detectores de metales con los que buscaban objetos de valor.
Imágenes del patrimonio arqueológico de Belorado expuestas en el museo de la localidad. / EPE

Cuatro individuos han sido condenados a pagar 1.620 euros de multa cada uno por expoliar y causar destrozos en el yacimiento arqueológico de La Mesa, en Burgos, donde se realizan desde hace años excavaciones sobre un asentamiento romano de entre el siglo I y II después de Cristo. Así lo establece una reciente sentencia de la Audiencia Provincial de Burgos que confirma la condena anterior impuesta por el juzgado de lo Penal número 2 de la citada provincia.

Los hechos sucedieron el 24 de marzo de 2019, cuando las cuatro personas, equipadas con detectores de metales, azadillas y otros aperos de labranza, y vestidos con monos de trabajo y botas de monte, entraron en varias parcelas del yacimiento, situado en el valle alto del río Tirón, en la región conocida como Riojilla burgalesa.

Tras inspeccionar el suelo y el subsuelo con los detectores comenzaron a realizar pequeñas excavaciones donde podía encontrarse algún resto metálico. Su objetivo era hallar objetos de especial valor histórico en el que fuera una notable ciudad rural de unas 20 hectáreas de extensión para apoderarse de ellos sin autorización

Hoyos
Para lograrlo fueron marcando el terreno con piedras superpuestas una encima de otra y con cintas de plástico para señalizar los lugares por donde transitaban. Cuando fueron pillados por agentes del Seprona de la Guardia Civil, los acusados habían realizado seis hoyos de entre diez y 20 centímetros de diámetro y unos 10 centímetros de profundidad que formaron una línea imaginaria prácticamente recta y perpendicular al camino de acceso a las parcelas.

Con estas catas con las que rastrearon varias zonas, los individuos causaron daños "a la secuencia estratigráfica del terreno", dificultando así el estudio científico "reglado de la misma", tal y como recoge la sentencia de la Audiencia Provincial, fechada el 6 de noviembre de 2023.

Los cuatro acusados no consiguieron obtener ningún objeto de valor histórico o arqueológico especialmente relevante ya que fueron detenidos a las 3.20 de la madrugada cuando estaban en dos vehículos, un Opel Vectra y un Citroen Xsara Picasso, a 300 metros de las excavaciones, situadas al oeste de la población de Belorado.

Los individuos tenían los monos de trabajo y las botas de montes puestas con restos de tierra fresca. En el interior de los vehículos, estaban las azadas y el resto de aperos que presentaban también signos de acabar de ser usados.

Multa
La sentencia de primera instancia condenó a los cuatro acusados como autores penalmente responsables de un delito sobre el patrimonio histórico en la modalidad de actos de expolio a la pena de multa de nueve meses, con una cuota diaria de seis euros, lo que hace un total de 1.620 euros.

Los cuatro condenados recurrieron la sentenca, alegando, entre otras cosas, que se había vulnerado el principio acusatorio, se había errado en la valoración de la prueba en la tipificacion penal de los hechos "al no caber la tentativa en el delito de expolio sentenciado".

En su sentencia, la Audiencia Provincial ratificó el fallo y recordó que los cuatro acusados eran conocedores de la existencia del yacimiento y su carácter protegido, "principalmente por la existencia de carteles indicativos y por ser vecinos de la zona o residir temporadas otener vínculos con ella".

18 de enero de 2024

Denuncian la destrucción de un yacimiento arqueológico en Almedinilla (Córdoba)

El arqueólogo municipal y director del Museo Histórico de Almedinilla, Ignacio Muñiz, comunicó el pasado martes al SEPRONA de la Guardia Civil y a la Delegación de la Consejería de Cultura en Córdoba la destrucción parcial del yacimiento arqueológico conocido como “Casilla de Fito” en el término municipal de Almedinilla, destrucción acontecida el 14 de enero de 2024.
Sillares, fragmentos cerámicos y tejas romanas extraídos del yacimiento.

Según  informa la página en Facebook de Amigos del Ecomuseo del Río Caicena el 14 de enero de 2024 por la tarde-noche un vecino de la localidad se puso en contacto con el Museo Histórico de Almedinilla para informar sobre unos trabajos agrícolas (consistentes en retirar una plantación de olivos antiguos para plantar nuevos, con un fondeo de la tierra) que estaba afectando posiblemente a un yacimiento arqueológico por advertir el vecino que sacaban sillares, fragmentos cerámicos y tejas romanas.

El Museo de Almedinilla tiene catalogado un yacimiento muy cercano al lugar, denominado genéricamente “Casilla de Fito”, en principio con la adscripción cronológica romana (pero sin saber exactamente su extensión al no haber intervenido en él). De hecho ya en los márgenes del camino de acceso al lugar el Museo advirtió que de antiguo había algún sillar y restos de tejas y cerámicas de almacenamiento romanas dejados allí a manera de pequeños majanos o señalizaciones de fincas.

Después de una prospección visual del desmonte se comprobó que el mismo era aproximadamente de 1 hectárea de superficie, con la presencia de sillares, cerámica romana (dolia) y tejas romanas (tegulae e imbrices) que han dejado los trabajos agrícolas recientes junto al carril y en la linde de la finca.

Ya en el interior de la finca desmontada se encontraron más restos cerámicos, de construcción, así como ladrillos romanos para la elaboración de suelos (tal vez opus spicatum). También se documentaron manchas de cenizas asociadas a restos cerámicos romanos, y algún fragmento que parece de tradición ibérica, que consideramos urnas de cremación asociadas a una necrópolis.

Es posible, por tanto, que nos encontremos frente a los restos de una de esas primeras ocupaciones romanas consistentes en pequeñas villas romanas (tal vez fortificadas) o pequeños asentamientos rurales con alguna infraestructura industrial (tipo almazaras) con una pequeña necrópolis asociada de cremación que, junto a los fragmentos de cerámica de tradición indígena, nos lleva en principio a una adscripción cronológica en torno al siglo I. a. C o siglo I d. C.

El informe concluye que tras el fondeo de la tierra el yacimiento ha debido quedar muy afectado. Los materiales sin remover y con fracturas recientes nos advierten que el yacimiento estaba antes de los trabajos agrícolas relativamente bien conservado. La recogida de ladrillos romanos para hacer suelos nos señala que la afectación ha debido llegar a los niveles de base.

No obstante, los hoyos para plantar nuevos olivos aún no se han realizado y se hace preciso al menos un Seguimiento Arqueológico de ello.

Desde la página en Facebook informan que la sustitución de cultivos precisa comunicación al Ayuntamiento (que no pone pegas para ello, pero ha de estar informado), que una propiedad, por muy privada que sea, está sujeta a las normativas y a las leyes (uno no puede montar un negocio ilegal en una vivienda o echar venenos tóxicos en su finca, por ejemplo) y que en materia de yacimientos arqueológicos existe una Ley de Patrimonio Español y una Ley de Patrimonio Andaluz.

Señalan que aunque los yacimientos arqueológicos no estén protegidos como Bienes de Interés Cultural (como lo están el Cerro de la Cruz y El Ruedo) la destrucción de los mismos está penada (“y el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento”: sobre todo cuando los trabajos están claramente sacando muros y estructuras, haciendo responsables a propietario y maquinista). 

Desde el Ayuntamiento informan que todo trabajo agrícola se puede hacer en la inmensa mayoría de los casos sin problema alguno, pero que hay que comunicarlo al Ayuntamiento con tiempo. Una vez comunicado desde el servicio de arqueología municipal se lleva a cabo el seguimiento arqueológico “de oficio” y sin coste para los propietarios (como han hecho, sin problemas, muchos vecinos). De no hacerse así, intentando ocultar una destrucción, desde el Museo Histórico se comunica a las autoridades de la Guardia Civil y Junta de Andalucía para que ellas resuelvan…y ya no tan beneficiosamente como sí ocurre cuando se hace desde el Ayuntamiento.

16 de enero de 2024

Un agricultor destruye parte del yacimiento vacceo de Pintia (Valladolid)

El informe preliminar elaborado por los arqueólogos apunta que la zanja de riego ejecutada por el agricultor se extiende a lo largo de 230 de los 260 metros de longitud que median entre el arroyo de La Vega o Pajares (donde se encuentra un hidrante) y el camino de Las Quintanas. Tiene un metro cuarenta de profundidad y medio metro de anchura, y rompe la muralla de la barriada suroccidental de la ciudad de Pintia
La Junta de Castilla y León se personará contra él por causar «muchísimo daño» y destruir «en una mañana el trabajo realizado por los arqueólogos en los últimos doce años», subraya el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja
Zanja para riego que ha afectado de forma irreversible a parte del yacimiento de Pintia en Padilla de Duero (ICAL).

Mal comienzo de año para el patrimonio cultural de Valladolid. Un agricultor ha destrozado 200 metros lineales del yacimiento arqueológico de Pintia en Padilla de Duero, al lado de Peñafiel. Son los restos de una ciudad vaccea, y por tanto milenaria, que a partir de ahora podrá contar con menos detalle el pasado de los hombres a orillas del Duero. El Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg de la Universidad de Valladolid, coordinadora de las excavaciones y estudios realizados en el lugar, denunció el acto vandálico el pasado sábado, con un comunicado en su página web: «Abrimos el año de la peor forma posible, con un nuevo atentado contra la Zona Arqueológica Pintia (ZAP), recordemos, Bien de Interés Cultural desde 1993», apuntó el centro. «En esta ocasión, se trata de una zanja (otra más, cuánto picador desaprensivo suelto), realizada los pasados días 11 y 12, que ha venido a partir en dos el poblado de Las Quintanas».

La destrucción en el yacimiento «ha sido realizada a conciencia: 1,40 metros de profundidad x 0,5 metros de ancho x 230 metros lineales», detalló la entidad, dedicada al estudio de la civilización vaccea y con sede en Padilla de Duero. Los responsables del yacimiento avisaron al agricultor, explican en su comunicado, de que las rejas del arado «no pueden bajar en la ZAP más allá de 30 centímetros para no afectar a los niveles arqueológicos», a lo que el agricultor respondió que no lo sabía.

«El estrago se traduce en unos 1.200 metros cúbicos de terreno afectados, donde el patrimonio arqueológico ya ha sido alterado y carece por tanto de un contexto específico que permita su correcta interpretación», señalan desde la Universidad. El volumen de información destruida «supera en un tercio al volumen de excavaciones con metodología arqueológica (900 metros cúbicos) realizado a lo largo de doce años de investigaciones en Las Quintanas, en la zanja de excavación situada a tan sólo 120 metros del expolio realizado».

A la vista de los destrozos el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, y el director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Prieto, visitaron en la mañana de este lunes el yacimiento, para conocer su estado después de que el agricultor ejecutara con dos máquinas y «sin ningún tipo de permisos», apuntó Santonja, la zanja, que iba a destinarse a riego, a lo largo de 230 metros de una tierra de cultivo situada en pleno yacimiento, provocando daños irreparables.

Agentes del Seprona paralizaron las obras tras la denuncia realizada por el director del yacimiento y del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, Carlos Sanz, y este lunes Santonja confirmó que la Junta se personará en la causa contra el responsable de esta «fechoría» que ha causado «muchísimo daño», destruyendo «en una mañana el trabajo realizado por los arqueólogos en los últimos doce años». apuntó en declaraciones que recogió Ical. «Hay que respetar las leyes y, si alguien las infringe, el estado de derecho tiene mecanismos para defenderse. En este caso ha intervenido el Seprona, la denuncia está cursada y nosotros vamos a hacer un informe exhaustivo y vamos a reclamar los daños que se hayan producido», explicó.

«Hay muy pocos yacimientos de esta entidad en todo el país, que abarquen desde la Edad del Bronce hasta los visigodos, que atesoren una ciudad vaccea, una ciudad-estado con su propia necrópolis y un barrio alfarero, como la ciudad de Pintia. Es un yacimiento importantísimo que está siendo muy bien estudiado en la Universidad de Valladolid», señaló Santonja. El consejero denunció que «no se puede entender» que un yacimiento como Pintia, que cuenta con la declaración como Bien de Interés Cultural desde 1993, hace más de treinta años, sufra un ataque así. «Estamos esperando los informes, pero la imagen es absolutamente desoladora», censuró antes de denunciar que «esto no es admisible». Según defendió, «la arqueología y yacimientos arqueológicos que son BIC son como las iglesias, como las catedrales, tienen exactamente la misma entidad. Son absolutamente sagrados, hay que respetarlos y es inadmisible que se atente contra ellos».

El informe preliminar elaborado por los arqueólogos apunta que la zanja ejecutada se extiende a lo largo de 230 de los 260 metros de longitud que median entre el arroyo de La Vega o Pajares (donde se encuentra un hidrante) y el camino de Las Quintanas. Tiene un metro cuarenta de profundidad y medio metro de anchura, y rompe la muralla de la barriada suroccidental de la ciudad de Pintia.

Se trata, apuntan, de una de las zonas más densamente pobladas, que pudo haber sido el punto de origen de la ciudad, por su trazado de orientación diferente, donde se acumulan más de cuatro metros de estratigrafía y una secuencia de 1.200 años de historia. La destrucción afecta a una superficie de 322 metros cuadrados y 1.610 metros cúbicos, y el volumen de información arrasada supera en un tercio al volumen de excavaciones realizadas con metodología arqueológica (900 metros cúbicos) a lo largo de 12 años de investigaciones en Las Quintanas, en la zanja de excavaciones situada a tan solo 120 metros del expolio realizado.

Gran tristeza y un mensaje claro
Por su parte, Carlos Sanz aseguró que «la riqueza del yacimiento es apabullante» y que en estos momentos se encuentran catalogando alrededor de 30.000 piezas. «Son muchos años de trabajo minucioso, intentando recuperar el contexto de las cosas, porque ese es el que nos sirve para reconstruir la historia. Los objetos en sí mismos tienen un valor relativo, pero lo importante es cómo se articulan», afirmó en alusión a «la esencia de la acción arqueológica».

A su juicio, «se ha destruido una parte sustancial del yacimiento, que puede parecer muy pequeña porque el yacimiento es muy grande». «Que en apenas dos días se pueda haber eliminado una información tan preciosa, en un yacimiento tan excepcional, solo deja una sensación de gran tristeza», valoró. Al mismo tiempo, Sanz aplaudió la «determinación» y la rápida reacción del consejero de Cultura, algo que «no se había producido en otros casos en legislaturas anteriores» y defendió que es fundamental transmitir la idea de que «el patrimonio hay que respetarlo en su integridad». «Frente a una tropelía como esta una acción inmediata es la forma más clara de mostrar a quien no quiere entenderlo después de 30 años de declaración de BIC que esto es un lugar estratégico», explicó.

«Poner puertas al campo y controlar los 23.000 yacimientos que hay catalogados en Castilla y León es muy difícil, pero hay que cuidar especialmente los que son realmente estratégicos y cuentan con la declaración BIC. Hay que lanzar un mensaje claro de que los bienes patrimoniales deben respetarse en su integridad», concluyó. Sobre los mecanismos de protección frente a otro tipo de expolios, Santonja recalcó que «no se puede entrar en un yacimiento con detectores de metales, ni se pueden hacer agujeros en esos terrenos de la misma manera que no se pueden robar carteras ni saltar semáforos. Es absolutamente ilegal. Es un delito y la ley hay que cumplirla. Si cualquier persona pasea por un yacimiento y ve a otro haciendo una zanja tiene la obligación de denunciarlo. El patrimonio es de todos, y quien tolera esto se está causando un año a sí mismo, a sus padres, a sus hijos y a sus nietos», remachó.

27 de octubre de 2023

La Guardia Civil de Cuenca investiga a una persona por la venta de monedas expoliadas

Dentro de los planes de prevención contra los delitos relacionados el Patrimonio Histórico Español y venta on-line de bienes culturales, que se llevan a cabo por parte de la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca, el SEPRONA de esta Comandancia ha investigado a una persona que puso a la venta un total de treinta y cuatro monedas con carácter de Patrimonio Arqueológico y que abarcarían una secuencia cronológica que engloba la época hispano-cartaginesa, romana, edad media, edad moderna y edad contemporánea.

El investigado dio versiones contradictorias sobre la procedencia de las monedas y no tenía documentación alguna que acreditase su legal procedencia, por lo que los agentes procedieron a su incautación y posterior entrega en el Museo de Cuenca dependiente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Tras el exhaustivo y esclarecedor informe elaborado por técnicos del referido Museo, se pudo conocer que las monedas habían sido extraídas de yacimientos arqueológicos de manera ilegal. Igualmente se averiguó que, al no realizarse su extracción mediante los procedimientos idóneos para su conservación, se habría causado a los yacimientos arqueológicos afectados daños irreparables e irreversibles.

Entre las monedas incautadas, se encuentran algunas pertenecientes a la dominación cartaginesa y romana, datadas en los siglos III y I a.c.

Por todo ello, la Guardia Civil ha investigado al vendedor de las monedas por la supuesta comisión de un delito contra el patrimonio histórico y otro de apropiación indebida.

12 de mayo de 2023

La Guardia Civil sorprende a dos personas realizando prospecciones arqueológicas ilegales en Coca

El arqueólogo territorial determinó que cuatro de las monedas incautadas eran de la época del Bajo Imperio Romano. Del resto de las piezas incautadas destacan dos botones del siglo XIX: uno de ellos militar con el Escudo Nacional y de la Casa de Los Borbones y otro con una estrella en releve puntillada.


La Guardia Civil sorprendió a dos personas cuando realizaban prospecciones arqueológicas ilegales y señaló 19 piezas, entre las que destacan cuatro monedas romanas y dos botones.

A través del teléfono 062 de la Comandancia de la Guardia Civil de Segovia se recibió una llamada de un vecino que alertaba de la presencia de dos personas en un pinar que estaban usando aparatos detectores de metales.

Especialistas de la Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza, SEPRONA, se trasladaron al lugar indicado, situado en un monte de utilidad pública del término municipal de Coca, donde tras una activa búsqueda lograron encontrar dos detectores de metales y dos azadas, que fueron escondidos por sus dueños en el interior del pinar, así como seis botones de latón y bronce y otras seis piezas metálicas de diferentes características que se encontraban en el interior del vehículo.

Estos objetos fueron intervenidos a los expoliadores y posteriormente entregados en el Servicio de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León de Segovia.

El arqueólogo territorial determinó que cuatro de las monedas incautadas eran de la época del Bajo Imperio Romano. Del resto de las piezas incautadas destacan dos botones del siglo XIX: uno de ellos militar con el Escudo Nacional y de la Casa de Los Borbones y otro con una estrella en releve puntillada.

Por estos hechos se extendieron las correspondientes denuncias administrativas por la comisión de supuestas infracciones en materia de protección del patrimonio histórico, ya que esas personas carecían de autorización para efectuar prospecciones arqueológicas y por no haber parado la búsqueda para comunicar inmediatamente el hallazgo de las piezas.

La Guarida Civil destacó que esta actuación fue posible gracias a la inestimable colaboración ciudadana, que, como en otras tantas ocasiones, resultó fundamental para llevar a buen término los servicios dirigidos a combatir las actividades ilegales. En este sentido, está prohibido llevar a cabo este tipo de actividades sin contar con autorización previa de la Consejería de Cultura.

11 de enero de 2023

Denuncian en Lucena el robo del pilar de una fuente del siglo XVII

El Seprona solicita la colaboración ciudadana para aportar nuevos datos que ayuden a identificar a los causantes del delito contra el patrimonio histórico. Se trata de una pieza de piedra del S. XVII labrada en dos de sus caras.
El Seprona ha iniciado las gestiones oportunas para incluir el pilar robado en la lista roja de piezas de valor histórico-arqueológico.

El Ayuntamiento de Lucena (Córdoba) ha denunciado ante la Guardia Civil el robo del pilar de una sola pieza que daba agua en la Fuente del Cortijo Grande del Duque, una pieza de piedra del siglo XVII cuya desaparición supone un delito contra el patrimonio histórico de la ciudad.

Ubicada en el paraje del arroyo Capotas, junto a la carretera CV-218, y al pie del propio Cortijo Grande del Duque, esta fuente responsabilidad de la Consejería de Medio Ambiente al estar localizada en la cañada real que ocupa el actual camino, ha sido objeto estas últimas décadas de varias intervenciones de consolidación y restauración a cargo del Consistorio lucentino, la última en 2021, con una inversión que se aproxima a los 10.500 euros.

Con unas dimensiones de 1,10 cm de altura, 53 cm de ancho y 50 cm de espesor, presentaba dos caras labradas. La primera con la inscripción que alude al patrocinador del propio pilar, Ximez Manjon, Familiar del Santo Oficio, y la fecha de 1674. En la otra, en la que se incluye el caño de hierro, presentaba escudo con yelmo y campo ovalado, con cruz alisada en su interior (posiblemente de la orden dominica), además de hojas de acantos y plumas. La parte superior aparece labrada con molduras rematada en tronco-cono convexo.

Conocida la noticia del robo, técnicos de la Concejalía de Patrimonio Histórico-Artístico se personaron en la fuente en la tarde del pasado 3 de enero, procediendo tras la confirmación del hurto de la pieza histórica, a la denuncia ante el puesto principal de la Guardia Civil en Lucena. Los agentes del Seprona de Rute han asumido la investigación de lo ocurrido, instando tras la primera fase de la instrucción a la colaboración ciudadana para el esclarecimiento del caso.

La concejala de Patrimonio Histórico-Artístico, Mamen Beato, ha señalado que “la pieza sustraída, de gran tonelaje, ha tenido que ser robada por una grúa o tractor, por lo que puede ser que alguna persona fuera testigo de lo ocurrido, de modo que pedimos la colaboración ciudadana para que si alguien tiene algún dato de la misma o alguna pista, por insignificante que parezca, la pueda ofrecer de forma anónima contactando con el Seprona (687 778 354) o la propia delegación municipal (957 509 990)”.

Por el momento, el Seprona ha iniciado las gestiones oportunas para incluir el pilar robado en la lista roja de piezas de valor histórico-arqueológico, al tiempo que se sospecha que este robo “pueda deberse a un encargo concreto de particulares desalmados que con esta pieza se han llevado una parte de la historia de Lucena”, en palabras de Beato.



Recuperadas tres ánforas romanas del s.I en el sótano de una casa de Alicante

El Seprona de la Guardia Civil de Elche (Alicante) y el Museo del Mar han desarrollado una operación conjunta que ha permitido recuperar tres ánforas romanas de cerámica del siglo I. La propietaria de un domicilio encontró estas piezas históricas en el sótano de su vivienda de la localidad alicantina de Santa Pola y comunicó el hallazgo a las autoridades.
Recuperan tres ánforas romanas de cerámica del siglo I en el sótano de una casa de Alicante.

El Seprona de la Guardia Civil de Elche (Alicante) y el Museo del Mar han desarrollado una operación conjunta que ha permitido recuperar tres ánforas romanas de cerámica del siglo I. La propietaria de un domicilio encontró estas piezas históricas en el sótano de su vivienda de la localidad alicantina de Santa Pola y comunicó el hallazgo a las autoridades.

La Universidad de Alicante ha realizado un primer un análisis preliminar y ha determinado que las tres ánforas romanas de cerámica son posiblemente béticas, de la Época Altoimperial, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

Estas piezas históricas fueron encontradas probablemente en uno de los pecios del litoral y fue la propia ciudadana quien comunicó que había localizado las ánforas en su vivienda, "posiblemente adquiridas por un familiar ya fallecido".

Tras el aviso de la mujer, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Elche se personaron en su domicilio el pasado 5 de diciembre. La ciudadana había localizado en el sótano las tres piezas cerámicas de grandes dimensiones mientras limpiaba una casa que quería poner a la venta y pensó que podían tener valor histórico. Los agentes comprobaron que se trataba de tres ánforas que pertenecían probablemente a la época romana.

El Seprona se puso en contacto con los especialistas del Museo del Mar del Ayuntamiento de Santa Pola, organismo encargado de la recuperación, estudio y custodia del patrimonio de la ciudad. Las piezas fueron trasladadas al museo, donde los especialistas realizarán una autenticación.

Un análisis preliminar realizado por expertos de la UA ha determinado que se trataría de tres ánforas romanas de cerámica, posiblemente Béticas, de la Época Altoimperial, probablemente procedentes del siglo I. Tras ser estudiadas meticulosamente, limpiadas y restauradas en lo posible, se expondrán al público en el museo de Santa Pola.

Transporte de aceite y salsas
En su mayoría, las ánforas halladas en esta zona eran oleícolas, utilizadas para el transporte de aceite procedente de la zona bética de la península y embarcadas en el Portus Ilicitanus, para su traslado a Roma. Otras también eran utilizadas para el transporte de vino y de salsas de pescado (garum) muy apreciadas por los romanos. Por la morfología que presentan estas tres piezas, podría tratarse de ánforas dedicadas al almacenamiento y transporte de alguno de estos productos.

La Guardia Civil y el Ayuntamiento de Santa Pola han recordado que estas piezas pertenecen al patrimonio histórico de la arqueología subacuática y están protegidas. La Ley 4/98 del Patrimonio Cultural Valenciano establece que las piezas arqueológicas, como objetos que integran el Patrimonio Histórico, son bienes de dominio público, propiedad de la Administración.

Así, el artículo 65 de esta ley obliga a toda persona que encuentre un objeto arqueológico a comunicarlo a las autoridades tan pronto como se produzca el hallazgo. No hacerlo puede suponer una infracción considerada grave, y castigada con una multa que oscila entre los 60.001 y los 150.000 euros.

21 de octubre de 2019

Recuperan más de 100 ánforas expoliadas en Formentera

Son de época romana y fenicia y habían sido extraídas de forma ilegal por pescadores de Formentera. Hay doce personas investigadas.
Imagen de las ánforas recuperadas en Formentera. GUARDIA CIVIL
La Guardia Civil informó ayer sobre la recuperación de más de 100 piezas históricas que habían sido expoliadas de yacimientos subacuáticos de Formentera. En el operativo, un total de doce personas han sido investigadas por un supuesto delito de expolio del patrimonio histórico. Asimismo, se han registrado siete viviendas y once almacenes de pescadores en Formentera. Como resultado de la operación policial, las más de 100 ánforas han podido ser recuperadas, estando completas prácticamente unas 40.

Todas las piezas son de procedencia romana y fenicia y se podrían datar entre los siglos I y II A.C.

El Instituto armado explicó ayer que en el transcurso de la investigación los agentes constataron que las piezas recuperadas se habían expoliado del medio marino mediante la técnica de la pesca de arrastre.


REDES DE PESCA
Cuando los pescadores extraían una de las ánforas en las redes de pesca, en lugar de notificar el hallazgo a las autoridades, se apropiaban de estos restos y volvían a pasar reiteradamente las redes por el fondo hasta esquilmar el pecio submarino. Así, todo el material hallado ha sido extraído ilegalmente en aguas de Formentera.

Este servicio ha sido desarrollado por agentes pertenecientes al SEPRONA, que han contado con el apoyo de agentes pertenecientes al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Mallorca e Ibiza, quienes están llevando a cabo la inspección del fondo marino en donde se hallaban los pecios.

Por otro lado, se ha contado con técnicos del Servicio del Patrimonio Histórico del Consell de Mallorca para la catalogación de las ánforas que serán trasladadas al Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera.

19 de diciembre de 2017

Barcos de pesca de arrastre expolian 42 piezas de yacimientos submarinos de Baleares

Hay seis detenidos en la mayor operación contra el expolio de patrimonio sumergido en Baleares Se cree que cerca del 90% del patrimonio bajo el mar balear ya ha sido expoliado
Ha sido la operación más importante contra el expolio de yacimientos submarinos en Baleares.
La Guardia Civil acaba de incautar 42 piezas arqueológicas fruto de lo que el Instituto Armado no ha dudado en calificar como la actuación más importante contra el expolio de yacimientos submarinos en la historia reciente de Baleares. Las piezas recuperadas son en su mayoría ánforas romanas de unos 2.000 años de antigüedad media, aunque también hay ánforas más antiguas, de posible origen fenicio, y jarras medievales.

La bautizada como operación Garum se ha saldado con seis detenidos, tres por la extracción y venta de las piezas y otros tres por un delito de receptación. Las extracciones fueron obra de pescadores profesionales, quienes se valían de las redes de sus arrastreros para hacerse con el material. Los investigadores sospechan incluso que algunos expolios pudieron hacerse manualmente por buceadores.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil estuvo varios días desarrollando una investigación en la que se llegaron a realizar siete registros domiciliarios. Los tres detenidos por comprar las piezas residen en los municipios de Inca, Artà y Santa Eularia des Riu. No se han facilitado datos en este sentido sobre los pescadores que extrajeron el material. La Benemérita informó, no obstante, de que estos tres últimos investigados vienen dedicándose «desde hace décadas» a la pesca de arrastre y ha sido gracias a estas embarcaciones que han conseguido hacerse con «una gran cantidad de piezas a lo largo de los años». Algunas de ellas eran vendidas y otras se las quedaban los propios pescadores.

Según explican los investigadores, la gran movilidad de las embarcaciones de pesca de arrastre permitió a los expoliadores operar en varios pecios distribuidos a lo largo y ancho del mar balear. Ahí donde las redes no podían llegar -pese a que el arte de pesca del arrastre permite alcanzar grandes profundidades- los buceadores lo conseguían manualmente.

La operación se enmarca en el plan global de actuación del Seprona contra el expolio de los yacimientos submarinos y no han dudado en catalogar ésta como la más relevante en la historia de Baleares y una de las más relevantes a nivel nacional. La situación geográfica que a lo largo de la historia ha hecho del archipiélago un punto estratégico del Mediterráneo, hace al mar balear por eso mismo depositario de una ingente cantidad de restos arqueológicos procedentes de las más variadas culturas de la antigüedad. Por ese motivo, remarcan desde el Seprona, la vigilancia de posibles expolios de estos tesoros submarinos es uno de los principales cometidos de esta división delInstituto Armado como parte de la defensa del patrimonio histórico nacional.

El Consell de Mallorca anunció el pasado mes el inicio de la carta arqueológica de Cabrera como punta de lanza de un proyecto global para cartografiar los yacimientos arqueológicos submarinos de Mallorca. La carta subacuática, que permitirá ubicar y documentar todo el patrimonio sumergido, será una herramienta crucial para proteger estos yacimientos tanto de los expoliadores como de los fondeos.

El conseller insular de Cultura y Patrimonio, Francesc Miralles, detalló que se elaborarán planes concretos para cada uno de los 14 yacimientos del archipiélago de Cabrera, isla que representa «el punto de partida de la futura carta arqueológica subacuática de Mallorca».

Cabrera estaba justo en medio de las rutas comerciales marítimas de la antigüedad, por lo que su elección no ha sido casual. Además, la navegación de sus aguas era muy peligrosa en condiciones meteorológicas adversas, de modo que la concentración de naufragios en aguas de esta isla es una de las más elevadas del Mediterráneo occidental.

Para Miralles, resulta de vital importancia la protección de estos tesoros ante la codicia de «furtivos que, a cambio de unas ganancias mínimas, destrozan la historia de todos».

ALGO DEMASIADO HABITUAL. 

Sebastià Munar, uno de los arqueólogos subacuáticos implicados en el proyecto -realizado en colaboración con la Armada- lamenta que como en Cataluña, la mayor parte del patrimonio histórico balear bajo el mar ya habrá sido expoliado. Las cartas arqueológicas subacuáticas realizadas en aguas catalanas determinaron que más del 90% de los restos ya han sido expoliados y se cree que Baleares presentará porcentajes similares en ese sentido.

6 de noviembre de 2017

Golpe al expolio arqueológico en Jaén

La Guardia Civil desarticula una red dedicada a desvalijar yacimientos y a vender en internet los objetos sustraídos, «de valor incalculable»
Parte de las 748 piezas de gran valor de época íbera, romana y griega que la Guardia Civil ha recuperado. FOTO: EFE
Agentes de la Guardia Civil han desarticulado una importante red criminal dedicada a desvalijar yacimientos y a vender posteriormente en internet los cientos de objetos recuperados de "valor incalculable". Los expertos apuntan que algunos de ellos son "únicos en el mundo", como una tablilla íbera datada entre los siglos III-I antes de Cristo. También se ha localizado una moneda griega del siglo V antes de Cristo y una placa romana con inscripciones latinas, del ya del siglo II o III después de Cristo y que refleja el origen de la escritura en la Península. Los seis integrantes del grupo han sido detenidos y puestos a disposición judicial como presuntos autores de varios delitos contra el Patrimonio y pertenencia a organización criminal.

En total, los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil han logrado recuperar en la operación Alfaíbero hasta 748 piezas procedentes de distintos yacimientos arqueológicos de Jaén, según desveló el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz. La investigación comenzó hace seis meses tras tener conocimiento de una persona que tenía en su poder tres láminas de plomo con inscripciones íberas, una pulsera o herraje romano y una lámina de plomo con inscripciones romanas, obtenidas del expolio arqueológico. Tras determinar la Delegación Territorial de Cultura que las piezas eran restos de gran importancia, se inició un dispositivo para controlar la actividad del poseedor de las piezas, que junto a otras personas frecuentaba con detectores de metales varios yacimientos catalogados en la provincia de Jaén.

En algunas ocasiones, los miembros de la organización captaban a personas poseedoras de las piezas, "que habían sido obtenidas utilizando detectores de metales o simplemente realizando labores agrícolas, y que desconocían el valor real de los objetos que poseían". Les aseguraban que tenían "un contacto que entendía mucho de la materia", y les pedían que "guardaran sigilo" al tratarse de "asuntos ilegales". Si las piezas no tenían valor, les eran devueltas, pero en caso de que tuvieran valor económico, les decían que habían sido interceptadas por la Guardia Civil y que se las habían intervenido. A los más escépticos les devolvían réplicas y falsificaciones realizadas por ellos o incluso objetos "que pudieran parecer de más valor que el entregado".

Posteriormente estas piezas eran comercializadas mediante páginas especializadas de internet. Algunas de ellas se vendían a coleccionistas, aunque también a personas que ejercían de intermediarios y las presentaban en eventos especializados donde se obtiene la documentación que legaliza su tenencia e incluso posterior comercio.

PIEZAS DE GRAN VALOR
El delegado del Gobierno en Andalucía destacó este viernes "el gran valor arqueológico de las piezas encontradas ya que, según las primeras apreciaciones de los expertos, entre los efectos rescatados "hay algunos que son prácticamente únicos en el mundo", como por ejemplo una placa ibera que data de entre los siglos III y I antes de Cristo. No obstante, entre los hallazgos más "impresionantes" destaca una placa romana con inscripciones latinas ya del siglo II o III después de Cristo, muy bien conservada y de un tipo del que solo existen "entre 30 y 40" ejemplares, y que según las primeras estimaciones arqueológicas sería una de las "primeras muestras de la escritura en la península".

La operación continúa abierta, dado que los agentes estiman que el material informático y de comunicación intervenido podría aportar pruebas suficientes para, una vez analizado, ampliar la investigación o abrir una segunda fase. Para la clasificación y catalogación de los objetos, la Guardia Civil ha contado con la colaboración de los arqueólogos del Centro Andaluz de Investigaciones en Arqueología Íbera, cuyos informes han sido remitidos a la Autoridad Judicial.

(Fuente: El Norte de Castilla / Cecilia Cuerdo)

1 de junio de 2017

Recuperan del expolio 50.000 piezas arqueológicas en Murcia

Entre las piezas más destacadas se encuentra una imagen de un Niño Jesús sustraído en los años 70 de la parroquia Santa Eulalia de Murcia. El hallazgo llevó a los investigadores hasta un domicilio particular donde encontraron una importante colección de piezas arqueológicas procedentes del expolio sistemático en yacimientos durante décadas.
La imagen es obra del imaginero alicantino Gregorio Molera, de finales del s. XIX-
La Guardia Civil de la Región de Murcia, en colaboración con Servicio de Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, ha desarrollado las operaciones ´Charpentier´ y ´Terreros´ que han culminado con la recuperación de cerca de 50.000 piezas de valor arqueológico y paleontológico en dos inmuebles de Torre Pacheco y Murcia.

TRES PERSONAS INVESTIGADAS POR RECEPTACIÓN
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Benemérita inició las investigaciones el pasado mes de marzo cuando se hallaban tras la pista de una imagen sagrada de un Niño Jesús, sustraída en los años 70 de la Parroquia de Santa Eulalia de Murcia.

Las pesquisas practicadas condujeron a los investigadores hasta un anticuario de Murcia, donde fue localizada expuesta para su venta.

Agentes del Seprona, en colaboración con especialistas del Servicio de Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma, examinaron la pieza y determinaron su origen y procedencia.

La imagen, obra del escultor e imaginero alicantino, Gregorio Molera Torá, data de finales del s. XIX y fue expuesta en la Parroquia de Santa Catalina (Murcia) formando, con la de San José, un conjunto escultórico destinado al culto y veneración por el Gremio de carpinteros murcianos.

50.000 PIEZAS ARQUEOLÓGICAS EN TORREPACHECO
Este hallazgo permitió obtener una valiosa información que llevó a los investigadores hasta un domicilio de Torre Pacheco, donde, un particular dedicado al coleccionismo durante décadas, poseía una importante colección de origen arqueológico y paleontológico.

La Benemérita, en colaboración con expertos arqueólogos del Servicio de Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma, examinaron el inmueble donde hallaron grandes cantidades de fragmentos de recipientes de vidrio y miles de fragmentos cerámicos, en su mayoría pertenecientes a las culturas ibérica y romana, aunque también formaban parte de la misma algunos recipientes cerámicos completos pertenecientes al bronce final, figurillas de terracota, así como un ánfora denominada Lamboglia muy utilizada por los romanos en el transporte de vino por vía marítima.

Entre los fragmentos de origen arqueológico también fueron hallados cientos de restos óseos de origen humano y animal, muy fragmentados, así como decenas de fósiles.

Los objetos metálicos que integraban la colección eran, entre otros, numerosas fíbulas, alfileres y punzones, siendo la pieza más representativa una punta de lanza romana muy bien conservada.

La investigación posterior ha permitido averiguar que el propietario de los objetos, que actualmente no reside en el domicilio debido a su avanzada edad y a su salud, había dejado la colección en manos de su heredero, hasta el momento en paradero desconocido, quien, supuestamente, habría vendido parte de las piezas: más de cien monedas ibéricas y romanas y algunos de los recipientes cerámicos.

PIEZAS DE DISTINTAS PROCEDENCIAS 
Junto a los materiales intervenidos se hallaba un libro de registro con anotaciones pertenecientes a los lugares donde fueron expoliados los restos arqueológicos, muchos de ellos pertenecientes a la Región de Murcia aunque también a las provincias de Almería, Albacete, Alicante y Guadalajara.

Dichas anotaciones van a permitir la contextualización de algunos de los materiales recuperados y aportar una valiosa información sobre los yacimientos a los cuales pertenecieron.

La Guardia Civil, en coordinación con los Técnicos de Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, ha constado el valor histórico y cultural de las piezas, por lo que han sido decomisadas y depositadas, para su inventario, en el Museo Arqueológico de Cartagena.

Las diligencias y la imagen del Niño Jesús, sustraído hace cincuenta años, han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Murcia.

Las operaciones ´Charpentier´ y ´Terreras´ continúan abiertas, por lo que se descarta que existan otras personas relacionadas con los hechos investigados.

31 de marzo de 2017

El Ayuntamiento de Mengíbar solicita la declaración BIC para el yacimiento arqueológico de Cerro Maquiz

El Consistorio quiere dotar de la mayor protección posible al lugar que alberga la ciudad romana de Iliturgi frente al deterioro del patrimonio existente, sobre todo después de conocer los destrozos acometidos recientemente por obras de instalación de regadío en un olivar.
En el yacimiento que alberga la ciudad romana de Iliturgi se han realizado 14 kilómetros de zanjas.
El Ayuntamiento de Mengíbar (Jaén) trabaja en la solicitud formal a la Junta de Andalucía para que declare Bien de Interés Cultural (BIC) al yacimiento arqueológico de Cerro Maquiz por la vía de urgencia después de los recientes "destrozos" registrados en el mismo con la apertura de 14 kilómetros de zanjas para regadío sobre la antigua ciudad romana de Iliturgi.

TEMPLO ROMANO ÚNICO
El yacimiento, descubierto a finales del siglo XIX, recoge los restos de termas romanas, un templo --el único romano excavado en la provincia--, tramos de calzada y una plaza pública o foro. Una primera estimación, y a falta de datos definitivos, apunta a que podrían haberse visto afectadas en torno a un 15 por ciento de la superficie total del yacimiento.

En el Cerro Maquiz existe un yacimiento arqueológico inscrito en la Base de Datos del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, por lo que goza de "una singular protección y tutela". A partir de esta catalogación, cualquier actuación sobre estos terrenos requiere la solicitud de una autorización para realizar obras de diversa índole en los mismos.

El comunicado recoge que el pasado 17 de marzo, la Alcaldía del Ayuntamiento de Mengíbar "se entera, por medio del arqueólogo local Emilio Plazas, de que se ha instalado el riego en terrenos de Cerro Maquiz". A partir de ahí se comprueba que la intervención "carece de los permisos pertinentes y que esta se ha hecho sin un proyecto de arqueología y sin la supervisión de un técnico competente en este asunto."

Es por ello por lo que en el equipo de gobierno local llamó a los propietarios de los terrenos para hacerles llegar las obligaciones que tienen al respecto. "Los dueños indicaron que se pondrían en contacto con el arqueólogo citado para determinar la manera de obrar", relata el comunicado municipal.

Posteriormente, el arqueólogo informó al Ayuntamiento de que los propietarios iban a presentar un escrito de los trabajos que han realizado, y que una vez recibido, el Ayuntamiento lo remita a la Delegación de Cultura para que valore la situación.

FUTURAS PROSPECCIONES
Continúa el comunicado señalando que el 22 de marzo, la Universidad de Jaén (UJA) acude al Ayuntamiento de Mengíbar con motivo del convenio suscrito entre ambas instituciones relativo a las futuras prospecciones y sondeos en Cerro Maquiz. Los responsables académicos visitaron el lugar y descubren los daños causados, momento en el que informaron al Ayuntamiento e indicaron que dieron cuenta al Seprona de la Guardia Civil.

Además presentaron la correspondiente denuncia por lo que desde el Seprona se está investigando el alcance de los destrozos. El comunicado sostiene que "desde este Ayuntamiento se ha actuado con la máxima diligencia", aunque no se habían pronunciado al respecto para "no servir como atenuante o agravante en los resultados a determinar".

El escrito del Ayuntamiento de Mengíbar finaliza "lamentando profundamente la situación que ha conllevado la pérdida irrecuperable de un patrimonio histórico" y reitera que "desde el mismo momento en el que tuvo conocimiento del asunto, trabaja en el esclarecimiento del alcance de los destrozos realizados en Cerro Maquiz y en la reclamación de las responsabilidades pertinentes a los autores del deterioro provocado".

9 de marzo de 2017

Seis meses de prisión para dos furtivos por expoliar un yacimiento en Viso del Marqués (Ciudad Real)

Los condenados excavaron hasta 19 hoyos de entre 10 y 20 centímetros de profundidad, sin autorización de la Administración competente y provocando daños en el yacimiento, debido a que no utilizaron metodología científica alguna
Detectores decomisados a los condenados por expolio arqueológico.
Dos furtivos fueron sorprendidos en 2009 buscando con detectores de metales objetos arqueológicos en el yacimiento 'Casas de Villalba', ubicado en Viso del Marqués (Ciudad Real). Excavaron hasta 19 hoyos de entre 10 y 20 centímetros de profundidad, sin autorización de la Administración competente y provocando daños en el yacimiento, debido a que no utilizaron metodología científica alguna. Ahora, el Juzgado de lo Penal número 2 de Ciudad Real les ha condenado a seis meses de prisión por ese expolio. La detención de los condenados fue llevada a cabo por efectivos de la Guardia Civil (Seprona).

Durante el juicio, alegaron que se trataba de un terreno ya roturado, motivo por el cual el daño estaba causado en el yacimiento con anterioridad. Sin embargo, el juez ha estimado que el argumento de que otros pudieran haber dañado antes el yacimiento (cosa no probada) no exonera del delito, según la sentencia.

EVIDENCIAS
Los ahora condenados también alegaron que no sabían que este lugar fuera un yacimiento arqueológico dado que no estaba señalizado, pero el cúmulo de indicios (presencia en el lugar de los hechos portando dos detectores de metales y otros utensilios para la recogida de efectos) constituye un "conjunto de evidencias" que, aisladamente considerado y por separado, revelan que los acusados conocían, más allá de cualquier duda razonable, “que estaban causando daños en un yacimiento arqueológico”.

Luis Benítez de Lugo, director de la Carta Arqueológica de Viso del Marqués y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, ha sido perito en el juicio, y describió durante la vista el régimen de protección jurídica que tiene este yacimiento arqueológico.

Esta condena por expolio y daños al patrimonio Histórico se suma a otras condenas recientes en esta misma provincia, como son la de un expolio en el Castillo de Alcubillas, la del arrasamiento y destrucción total del molino hidráulico del Palomar (Valdepeñas) o la emitida por la demolición de una vivienda histórica centenaria también en Valdepeñas.

En este último caso los condenados han sido obligados a restituir el daño causado -reconstruir la fachada del inmueble derribado-, si bien el juzgado no accedió a la pretensión del Ayuntamiento de Valdepeñas de recibir 28.400 euros como Administración Pública titular del patrimonio cultural dañado. La sentencia argumenta en este caso que “no consta acreditada ninguna intervención por parte del Ayuntamiento ahora reclamante en aras a la defensa y conservación de tal Patrimonio, por lo cual la responsabilidad civil solicitada comportaría un enriquecimiento injusto”.

7 de marzo de 2017

Denuncian destrozos con maquinaria pesada sobre un yacimiento en San Pedro de Alcántara (Málaga)

Las actuaciones para construir un merendero sobre terrenos protegidos de la antigua ciudad de Cilniana han sacado a la superficie restos de tegulas, cerámicas, clavos y huesos
Sobre el yacimiento actuaron  varias excavadoras para efectuar tareas de desbroce.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investiga posibles destrozos provocados en el entorno de la basílica paleocristiana de Vega del Mar. Los agentes se presentaron ayer en el bosque de eucaliptos que rodea a la basílica tras recibir el llamado de dos vecinos que el pasado fin de semana tomaron conocimiento de los daños.

El yacimiento, situado junto a la basílica, presentaba ayer la huella del surco dejado por una excavadora que estuvo realizando tareas de desbroce en el emplazamiento, donde la Tenencia de Alcaldía de San Pedro tiene la intención de construir un merendero. Pese a que sólo la basílica esta considerada Bien de Interés Cultural (BIC), todo su entorno cuenta con protección arqueológica y se encuentra vallado.

Según el testimonio de los denunciantes, la excavadora estuvo trabajando en el lugar durante la semana pasada y quedó atascada en el barro, por lo que fue necesario enviar otra maquinaria para sacarla. Eso provocó que se removiera la tierra y salieran a la superficie restos de posible valor arqueológico, entre los que destacan dos clavos de gran tamaño, posiblemente de origen romano, que el Ayuntamiento va a enviar hoy al Museo de Málaga.


El episodio tuvo lugar el pasado viernes, y tomó estado público ayer después de que las fotografías con los objetos que salieron a la superficie se viralizaran en las redes.

ESCRITO A LA JUNTA
La asociación Cilniana, de defensa del patrimonio histórico, remitió ayer un escrito a la Delegación de Culura de la Junta de Andalucía en la que da cuenta de que se ha podido comprobar la actuación de la máquina excavadora. «Se ha podido constatar que dicho movimiento de tierras se ha realizado sin la presencia de un arqueólogo, tal y como establece la Ley de Patrimonio Andaluz. Y además, se ha comprobado la existencia de materiales en superficie: restos de un crismón que podría datarse en fechas aproximadas a la construcción de la basílica, así como huesos, clavos y tégulas», sostiene el escrito, en el que se solicita la inmediata actuación de los técnicos de la Junta a fin de que se anule el permiso de obras, si ha sido concedido, y en cualquier caso la paralización de todas las actuaciones previstas.

La responsable municipal de Cultura, Gema Midón, reconoció ayer que efectivamente la maquinaria fue enviada por el Ayuntamiento para realizar tareas de desbroce y aseguró que no se han apreciado daños importantes en el yacimiento y que los objetos que han salido a la superficie por el arrastre de la máquina carecen de valor. «No se ha producido ninguna pérdida irreparable», aseguró Midón, que no obstante adelantó que aunque las máquinas siempre han entrado en la zona, a partir de ahora todos los trabajos que se ejecuten en el lugar se realizarán a mano.

28 de noviembre de 2016

La Guardia Civil recupera 25 piezas arqueológicas de época romana en Guadalajara

Entre las piezas recuperadas en Jadraque destacan varias puntas de lanza, una cruz metálica, cuencos de cerámica gris y roja (terra sigillata) y seis fósiles, 
Las piezas se han depositado en el Museo de Guadalajara para determinar  su valoración histórica y económica.
La Guardia Civil de Guadalajara, en el marco de la operación 'Pandora', ha incautado en la zona de Jadraque 25 piezas arqueológicas y fósiles. Estos restos se encontraban en poder de una persona que comerciaba con ellos, procedentes de yacimientos arqueológicos.

La Guardia Civil ha llevado a cabo varias actuaciones policiales, en el último mes, relativas a la protección de bienes que integran el patrimonio histórico, con el objetivo de intensificar el control sobre la tenencia y comercialización de piezas con valor histórico.

Como fruto de estas actuaciones han sido localizadas e identificadas diversas piezas metálicas, cerámicas y fósiles que estaban en poder de una persona que comerciaba con ellas, por lo que fue denunciada por varias infracciones en materia de patrimonio histórico.

VALORACIÓN
Todas las piezas incautadas han sido puestas a disposición de la sección de patrimonio histórico de la Dirección Provincial de la Consejería de Educación Cultura y Deportes en Guadalajara y depositadas en el Museo Provincial de Guadalajara, donde serán sometidas a un posterior estudio que determinará, ente otras cuestiones, su valoración económica e histórica, elementos necesarios para graduar el valor de la sanción a imponer.

La tenencia de restos arqueológicos debe estar autorizada y controlada por la Administración y los hallazgos casuales deben ser comunicados, antes de 48 horas desde que se produzcan, al órgano competente en materia de patrimonio histórico o a cualquier cuartel de la Guardia Civil.

El uso del detector de metales está prohibido salvo que se disponga de permiso expedido por la Dirección Provincial de la Consejería de Educación Cultura y Deportes en Guadalajara y la recogida de restos fósiles debe, igualmente, contar con autorización administrativa.

(Fuente: El Diario / Europa Press)

23 de mayo de 2016

Investigan a seis personas por supuestos daños y expolios al patrimonio arqueológico en la Campiña cordobesa

Durante la inspección realizada por el SEPRONA, se pudo recuperar un fragmento de inscripción en mármol con la leyenda de SECVNDA, que pudiera tratarse de una lápida funeraria 
Los agentes comprobaron importantes daos al patrimonio arqueológico.
El servicio en concreto se desarrolló tras tener conocimiento el Equipo de investigación del SEPRONA de la Guardia Civil de Córdoba, que una patrulla de la Guardia Civil había sorprendido en una finca ubicada en las inmediaciones de la Campiña Cordobesa, a tres personas, conocida una de ellas por estar supuestamente dedicándose a la búsqueda y comercio de piezas arqueológicas, los cuales utilizando aparatos detectores de metales y pequeñas azadas, realizaban pequeñas excavaciones en la tierra para la búsqueda de piezas arqueológicas metálicas, a los que le fueron intervenidas entre otras siete monedas.

La inspección efectuada en la zona por efectivos del SEPRONA, permitió comprobar que en la citada finca se pudieran haber ocasionado importantes daños al patrimonio arqueológico. Asimismo, durante dicha inspección se pudo recuperar un fragmento de inscripción en mármol con la leyenda de SECVNDA, que pudiera tratarse de una lapida funeraria.

También, se pudo observar, que en la citada finca se habían realizado dos actividades claramente diferenciadas, una de ellas la realizada por los conocidos en el argot como “piteros”, quienes una vez que el aparato detector localiza un resto metálico, remueven el terreno con la finalidad de extraerlo de debajo del sustrato.

En segundo lugar, los agentes actuantes observaron esparcidos por todo el área de trabajo gran cantidad de restos arqueológicos totalmente fracturados con diversificación de tamaños y formas de lo que se identifica claramente con conglomerados, tégulas, ladrillos y restos cerámicos, relacionados con la actividad agrícola desarrollada en la parcela, posiblemente extraídos a la hora de llevar a cabo la remoción de terreno necesaria para realizar la labor de siembra de los olivos.

Ante ello, se procedió a la instrucción de diligencias de investigación a las tres personas sorprendidas cuando buscaban piezas arqueológicas, así como al propietario de la finca como a las otras dos personas que realizaron las labores agrícolas.

22 de marzo de 2016

El Defensor del Pueblo actúa para conocer la protección del acueducto expoliado en Osuna (Sevilla)

El Defensor del Pueblo Andaluz quiere tener conocimiento de las labores de intervención arqueológica que se hubieran realizado en dicho yacimiento, así como el calendario de las intervenciones previstas sobre el mismo.
Un agente comprueba los ladrillos procedentes del acueducto romano del S. I a.C.
La Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, dirigida por Jesús Maeztu, ha abierto una queja de oficio dirigida a la Delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte en Sevilla para conocer las medidas de protección del yacimiento expoliado en Osuna (Sevilla).

En el texto de la esta queja el Defensor recuerda que en los sucesivos Informes Anuales al Parlamento, la Institución ha querido contribuir al mejor desempeño de las actuaciones de los poderes públicos para la protección y puesta en valor de la riqueza monumental de Andalucía.

Además, destaca que en el conjunto de actividades de protección de la riqueza arqueológica andaluza, las autoridades culturales han venido desarrollando una importante labor de localización, descripción e investigación de las zonas que han acreditado este interés en el conjunto de elementos que componen el rico y variado patrimonio histórico andaluz.

Así, en el caso de la ciudad de Osuna, la institución apunta que ha tenido conocimiento de un yacimiento de alto valor debido a los restos de un acueducto romano del siglo I antes de Cristo que han sido objeto de un reciente expolio, y recuerda que estos hechos han sido investigados por el Seprona y se están siguiendo las correspondientes actuaciones judiciales con la detención de un sujeto supuestamente responsable de tales ilícitos.

MEDIDAS ADOPTADAS
No obstante, el Defensor apunta que más allá de esta vía judicial, interesa conocer las medidas que se han adoptado por parte de Cultura "en orden a la delimitación y protección de este importante yacimiento, así como los elementos de protección y defensa ante el riesgo de estos ataques que violentan los restos susceptibles de tutela y defensa".

Por ello, y al margen de esas actuaciones que dé lugar la instrucción del caso, apunta que "resulta de sumo interés conocer el resultado práctico de las disposiciones declarativas de un régimen de delimitación y protección de este yacimiento no sólo como objeto de intervenciones de investigación y estudio sino, en particular, como instrumento que ponga en marcha todas las medidas de protección y tutela que se nos antojan esenciales para hacer posible la conservación de tales restos y su posterior explotación científica".

Además, el Defensor considera de especial interés conocer las medidas de protección establecidas y, asimismo, la capacidad de respuesta y reacción de la autoridad cultural para impedir supuestos de agresiones y expolios de la envergadura como la que se ha descrito en el caso del yacimiento del cauce del Río Blanco en Osuna.

(Fuente: Andalucía Información / Europa Press)