google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Centro de Arqueología Subacuática
Mostrando entradas con la etiqueta Centro de Arqueología Subacuática. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Centro de Arqueología Subacuática. Mostrar todas las entradas

29 de julio de 2024

Culmina con éxito la extracción del navío del siglo XVII hundido en el puerto de Cádiz

La Autoridad Portuaria ha coordinado esta maniobra, pionera en España, que permitirá estudiar el pecio en profundidad
La Autoridad Portuaria de Cádiz ha conseguido diseñar y desarrollar con éxito una operación sin precedentes en España.

El pasado sábado 27 de julio la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz realizó la maniobra de rescate de su centenario descanso subacuático del pecio Delta I, culminando así, con el izado y extracción, los trabajos que ha estado realizando los últimos 4 meses.

La operación, diseñada y ejecutada en todas sus fases por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, fue aprobada y supervisada en todo momento por técnicos de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía y del Centro de Arqueología Subacuática, así como por los arqueólogos de Divership Diving, S.L., empresa adjudicataria de los trabajos.

La maniobra, que se ha prolongado por 5 horas, ha sido seguida in situ por la presidenta del puerto y la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía

Al filo de las doce horas se ha dado por finalizada la operación, que han seguido in situ la presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Teófila Martínez, y la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Tania Barcelona, que ha culminado con éxito y sin que haya habido que resaltar ninguna incidencia.

La presidenta de la Autoridad Portuaria ha destacado, por un lado, el importante trabajo realizado por los técnicos del departamento de Infraestructuras y Obras y la propia dirección de la APBC, que han conseguido diseñar y desarrollar con éxito una operación sin precedentes en España.

Asimismo, Teófila Martínez ha hecho hincapié en el compromiso del organismo portuario con la salvaguarda y conservación del patrimonio subacuático de la Bahía, en el que lleva invertidos más de 5,7 millones de euros.

Fase 1: Dragado del recinto de bloques
Después de 12 años en el fondo de la Bahía, la dinámica litoral había enterrado el pecio con arenas y fangos dejándolo bajo una media de entre 1 y 2 metros de material, que ha tenido que ser retirado para dejar de nuevo el pecio descubierto y disminuir, así, el riesgo de roturas del mismo, ya que, cuanto menos peso soporte, menor es el riesgo para su integridad, y mayor la facilidad de las maniobras posteriores.

Los buzos han realizado esta limpieza prácticamente al tacto, colocando cabos y barras en los alrededores del pecio para poder orientarse, ya que la visibilidad en la zona, a seis metros de profundidad, ha sido prácticamente nula.

Una vez limpia la superficie, se han dragado los alrededores para recuperar los extremos de las cinchas de sustentación del pecio (que se dejaron en la operación de traslado de 2012) y la zona donde, sobre bloques de hormigón fondeados para la ocasión, se deposita la estructura auxiliar mientras se conectan las cinchas.

Los bloques de hormigón se colocaron en la posición dónde iba a descansar la estructura auxiliar coincidiendo con la posición de las patas de esta. Esta operación ha sido especialmente difícil, ya que, prácticamente a ciegas, los buzos tuvieron que colocar los muertos de hormigón en un lugar que después tenía que coincidir con las patas de la estructura, tanto en posición como en cota, de tal manera que la estructura quedara en la posición precisa para colgar el pecio y se mantuviera estable sobre los bloques de hormigón para mantener la seguridad del pecio y de los buzos.

Fase 2: Diseño de la maniobra y preparación de la estructura metálica auxiliar
En paralelo al dragado y limpieza del pecio, los ingenieros de la Autoridad Portuaria han realizado el diseño de la maniobra, que ha consistido, en primer lugar, en afinar el cálculo del peso del pecio, dato fundamental para poder dimensionar el resto de medios.

En este caso, se poseía un inventario de todas las maderas que componían el pecio en 2012. Con las dimensiones de las maderas, comprobadas de nuevo por los buzos, y estimando la densidad de la madera saturada de agua, se ha calculado el peso total del pecio, tanto sumergido como emergido, y con este dato, considerando un coeficiente de seguridad adecuado, se han dimensionado el resto de medios necesarios: Estructura auxiliar que debe soportar el peso del pecio tanto dentro como fuera del agua, flotadores que permitan el izado del pecio para su traslado sumergido y grúas que deben sacar el pecio fuera del agua y colocarlo en el muelle.

La estructura auxiliar usada en 2012 ha sido comprobada con los nuevos requerimientos de peso del pecio, dimensionando refuerzos y realizado una revisión general que ha culminado con un proceso de saneo y pintura de la misma que ayudara a los buzos en su orientación bajo el agua.

Fase 3: Traslado de la estructura metálica auxiliar desde el muelle al pecio
Hace 17 días, la estructura metálica auxiliar fue lanzada al agua dotada de unos flotadores, de los que quedó colgada bajo el agua, procediendo a remolcar la estructura mediante un barco auxiliar hasta la zona del pecio.

Una vez en la zona y auxiliados por cabos (que pasan por los muertos y otros flotadores secundarios), se fueron vaciando los flotadores principales hasta que la estructura auxiliar quedó apoyada sobre los muertos, manteniendo cierto nivel de flotación para evitar que los muertos se clavaran en el fondo marino.

Fase 4: Traslado del pecio hasta el muelle
Una vez la estructura en posición, los buzos colgaron el pecio de la misma mediante las cinchas recuperadas, enganchándolas a la estructura mediante tensores y grilletes. Finalizada esta operación, se procedió a hinchar de nuevo los flotadores principales para levantar el conjunto estructura+pecio del fondo marino, adaptando la distancia de los flotadores a la estructura a las condiciones de marea y calado en cada momento y procediendo a su movimiento hasta el muelle Nº 5 ayudados por una embarcación que remolcó el conjunto. Con esta operación se procedió a chequear el peso sumergido del conjunto, contrastando los cálculos de peso realizados. El traslado se realizó el pasado viernes, dejando el conjunto de pecio + estructura a flote amarrado en el muelle Nº 5.

Fase 5: Izado y colocación del pecio
Una vez que el conjunto estructura+pecio se tuvo flotando junto al muelle se ha procedido a realizar una limpieza para quitar los últimos restos de fangos caídos durante las operaciones de eslingado y el transporte.

Una vez limpio, ya esta mañana, los buzos han procedido a enganchar los cables de la grúa y, tras asegurarla, a soltar los flotadores transfiriendo así el total de la carga a las grúas.

Para esta maniobra han sido necesarias dos grúas móviles de 350 Tm que han actuado de manera coordinada situándose junto al cantil del muelle e izando el pecio desde el agua.

Estando ya el pecio fuera del agua, las grúas han girado y lo han colocado sobre el muelle. Antes de soltarlo se han ubicado sacos terreros sobre una explanada de arena y después se han soltado las cinchas y retirado la estructura.

Próximamente, se procederá a colocar la carpa sobre el pecio para que los técnicos arqueólogos puedan estudiarlo y trabajar con él.

Fase 6: Estudio y desmontaje del pecio
A partir de ahora, estando ya el pecio dentro de la carpa, la madera se mantendrá húmeda mediante instalaciones adecuadas y los arqueólogos del Centro de Arqueología Subacuática procederán al desmontaje de las maderas para sacar conclusiones sobre la manera en que se construyó el barco: como se unían las piezas, el orden de construcción, los posibles medios auxiliares, etc.

Después las maderas desmontadas se fotografiarán, escanearán en 3D y se etiquetarán antes de ser colocadas en pequeñas estructuras metálicas y devueltas de nuevo al fondo de la Bahía en una zona habilitada para ello.

22 de julio de 2024

Todo a punto para extraer del mar el pecio del siglo XVII hundido en Cádiz

Después de tres meses de preparativos, el dispositivo para extraer del fondo del mar un galeón del siglo XVII que se hundió en las cercanías del puerto de Cádiz con lingotes de plata de la actual Bolivia, está listo para llevar a cabo esta operación sin precedentes en España.
El Puerto de Cádiz adjudica por 650.000 euros la extracción de un galeón del siglo XVII.

Tras tres meses de preparativos, el dispositivo para extraer del fondo del mar un galeón del siglo XVII que se hundió en las cercanías del puerto de Cádiz con lingotes de plata de la actual Bolivia, está listo para llevar a cabo esta operación sin precedentes en España.

“Está todo listo, la extracción sólo depende de la llegada de dos grúas de 300 toneladas y de que las condiciones atmosféricas sean las adecuadas”, relata a EFE Eloy Saiz, jefe del Departamento de infraestructuras y obras de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz.

Descubierto en el 2011
Los responsables de la operación creen que este mismo mes de julio, el pecio podrá estar ya fuera del agua para que pueda ser estudiado por expertos.

El galeón fue descubierto en 2011, en una zona que fue bautizada como Delta 1, durante las labores de cautelas arqueológicas que se realizaron antes de la construcción de una nueva terminal de contenedores para el puerto de Cádiz.

El pecio interfería los trabajos, así que se decidió entonces trasladarlo bajo el mar, a otra zona cercana.

Durante los trabajos para aquel desplazamiento, que también fue una operación pionera, se descubrió que el pecio llevaba en su interior 27 cañones de hierro suecos 'Finbanker', 22 lingotes de plata de las minas de Oruro y Potosí, en la actual Bolivia; una campaña de bronces y varios elementos de navegación.

El segundo movimiento
Ante las obras de la segunda fase de la terminal de contenedores del puerto, el galeón precisaba un nuevo movimiento.

Fue entonces cuando las autoridades decidieron diseñar una operación sin precedentes en España para extraer el barco y que los arqueólogos puedan estudiarlo.

El pecio está a seis metros de profundidad, por lo que “la falta de visibilidad bajo el agua” ha sido uno de las principales dificultades de los preparativos de este dispositivo.

“Los buzos han tenido que ingeniárselas para hacer su trabajo a ciegas”, explica Eloy Saiz.

Así, han trabajado para primero quitar una capa de arena y fango de entre uno y dos metros que había recubierto el galeón en los últimos doce años, desde que en aquel primer movimiento fue cubierto por un geotextil.

“Es un trabajo que se ha hecho con unas lanzas que inyectan aire y de forma muy manual para no afectar al pecio”, explica el ingeniero.

Con el principio de Arquímides
Los buzos han podido también localizar los extremos de las cinchas que se usaron en el anterior movimiento del barco y que ahora serán reutilizadas.

Se ha sumergido también y se ha colocado sobre el pecio una estructura metálica a la que se fijarán las cinchas.

Estas cinchas formarán “una especie de hamaca por debajo del pecio” cuando las grúas levanten la estructura rectangular que ha sido ubicada sobre el pecio, “como una caja”, y la depositen en el muelle.

El principio de Arquímedes ha guiado y guiará los movimientos de la estructura que permitirá sacar el pecio, con unos grandes flotadores que se desinflaron una vez que estaba sobre el pecio y que ahora se volverán a hinchar para alzarlo del agua.

Mantener su humedad en el exterior
Una vez en el muelle, el pecio se ubicara bajo una carpa, con un sistema de agua y electricidad para mantener la humedad. Empezará entonces el momento de los arqueólogos.

“Las maderas están saturadas de agua. Si la pierden, ese hueco se rajará y se desintegrará. Por eso se trata de mantener la humedad de forma compatible con el trabajo de los arqueólogos, con un geotextil húmedo y serie de bocas de riego manuales y unos pequeños aspersores de riego”, explica.

Se le dará otra limpieza, y los arqueólogos lo desmontarán “madera a madera”, escaneando, inventariando y etiquetando cada pieza.

Tras este trabajo, las maderas, cubiertas por un geotextil, se volverán a sumergir en el mar, con sistemas por si en el futuro se decide extraerlas. “Se devuelven porque su conservación en el mar es mejor y quedarán accesibles para futuros estudios”.

Los arqueólogos del Centro de Arqueología Subacuática (CAS) de Cádiz tienen interés en estudiar las técnicas de construcción naval de la época.

La directora del CAS,Milagros Alzaga, ha explicado que el objetivo final es “ponerle el nombre al barco y determinar qué ruta estaba haciendo cuando se hundió”, porque esta información permitirá profundizar mejor en la historia marítima menos conocida, que es, precisamente, la de los barcos construidos en el siglo XVII.

Para Eloy Saiz, esta no es la operación más complicada a la que se ha enfrentado en el puerto de Cádiz, pero sí “la más peculiar” y la que más expectación ha suscitado.
Fuente: La Vanguardia)

19 de junio de 2024

El buque "UCADIZ" culmina con éxito su primera campaña de arqueología náutica y subacuática

Los trabajos de investigación de este barco de la UCA y el CEI·Mar se han desarrollado en La Caleta y han contado con siete arqueólogos doctorandos y cuatro arqueólogos del CAS.
Investigadores a bordo del UCADIZ.

El buque oceanográfico UCADIZ ha culminado con éxito la primera campaña científica en el mar dentro de la Línea de Arqueología Náutica y Subacuática de la Universidad de Cádiz y el Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEI·MAR). El UCADIZ ha estrenado su hoja de ruta científica tras ser acondicionado recientemente por la UCA, convirtiéndose en una infraestructura con equipamiento científico y de navegación de última generación al servicio del sistema universitario andaluz y de toda la agregación del CEI·MAR. En total, en las distintas tareas de investigación realizadas han participado once personas: siete arqueólogos doctorandos de la UCA y cuatro arqueólogas del Centro de Arqueología Subacuática de Andalucía (CAS).

Se trata de una actividad novedosa en numerosos aspectos que se ha llevado a cabo en la zona de La Caleta (Cádiz). Entre las peculiaridades diferenciadoras de esta campaña se encuentra, precisamente, la circunstancia de haber sido la primera realizada en colaboración entre la UCA, el CEI·MAR y el Centro de Arqueología Subacuática de Andalucía del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (CAS –IAPH). Junto al director de la investigación, Xavier Nieto, ha participado también en estos trabajos la propia directora del CAS, Carmen García Rivera.

Esta investigación pionera sobre los yacimientos arqueológicos en la zona de La Caleta ha requerido, en primer lugar, del ajuste del equipamiento científico del buque para lograr su máxima eficacia, además de la necesaria habituación de equipo humano a la hora de trabajar con un medio técnico complejo y potente como es el UCÁDIZ. Una actividad científica que contó con un proceso de selección previo ya que, con anterioridad, se procedió a seleccionar los dos yacimientos arqueológicos más idóneos entre la docena conocidos en La Caleta para, de este modo, iniciar en el verano próximo sendos proyectos de investigación. Trabajos que servirán, al mismo tiempo, como espacio privilegiado de formación del alumnado del Máster en Arqueología Náutica y Subacuática de la UCA, único en el contexto de la universidad española y que, dentro del ámbito CEI·MAR, comienza a impartirse en este curso académico.

Dado que este máster pretende formar, mediante dos desarrollos curriculares, a especialistas en arqueología subacuática de Época Clásica y de Época Medieval y Moderna, el UCADIZ ha inspeccionado y seleccionado en estos días un barco romano (muy probablemente del siglo I d.C. con un cargamento de ánforas Dressel 20, que es uno de los envases típicos para la exportación de aceite de la Bética), así como otro pecio, que presenta una serie de cañones y una arquitectura naval conservada y que puede pertenecer a los siglos XVII o XVIII.

Uno de los proyectos previstos desde UCA y CEIMAR acaba de ser concedido por el Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España en su convocatoria 2016 de proyectos I+D del Programa Estatal de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de Excelencia, dirigido por el doctor Xavier Nieto Prieto y denominado El contexto arqueológico subacuático de La Caleta y su entorno (Cádiz): puertos y pecios vertebradores de una ciudad y de un territorio. Financiado con 56.000 euros, se desarrollará en los próximos dos años en el ámbito de la Bahía de Cádiz.

Así, este avance previo al desarrollo de los dos proyectos de investigación acometidos en esta primera campaña científica del UCADIZ ha alcanzado los objetivos previstos. Esto permitirá que en el verano próximo se puedan retomar con garantías unos proyectos de larga duración y ejecución a largo plazo que servirán para determinar el valor de los yacimientos arqueológicos subacuáticos conocidos en la zona de La Caleta e incidir en el extraordinario patrimonio sumergido en las costas gaditanas y andaluzas.

19 de abril de 2016

Hallan restos de una galera junto a tres cañones del siglo XVI en Calpe (Alicante)

Son tres piezas de artillería inglesa del S.XVI encontradas durante la jornada de limpieza del fondo marino junto a la galera que los transportabaNo se descarta que junto a los cañones localizados puedan haber más e incluso algo de munición. La presencia de los restos requeriría de 10 años de estudios antes de acometer obras en el puerto
Uno de los cañones hallados el pasado sábado semienterrado en el fondo marino. 
La directora del Centro de Arqueología Subacuática de la Generalitat, Asunción Fernández, informará a la Dirección General de Patrimonio de la conveniencia de que los restos localizados durante la mañana del sábado permanezcan in situ en los fondos marinos. Y ello por varios motivos.

Primero, porque el deterioro de los cañones es mayor a la intemperie que si permanecen soterrados en el mar. Segundo, porque Calp ya dispone de otros cañones extraídos del fondo marino en los años 90, pertenecientes a la misma serie inglesa. La decisión de que no sean ahora extraídos los encontrados este sábado viene avalada, además, por la declaración de la Unesco sobre patrimonio subacuático, ratificada además por el Estado español.

Según un comunicado municipal, la directora del Centro de Arqueología Subacuática trasladó al consistorio, tras observar las fotografías de uno de los cañones, que “Calp ya tiene cuatro fuera del agua para poder exhibir este patrimonio”. Y que cuando están fuera del agua, los cañones se oxidan con mayor facilidad como consecuencia de la acción del oxígeno de la atmósfera, mientras que “el agua del mar los conserva”.


CATAS ARQUEOLÓGICAS
Cabe recordar que el sábado se localizaron tres cañones que, según concreta ahora el ayuntamiento, presentaban dimensiones distintas: uno de 90 cm, otro de 2,80 y un tercero de 2,40. A su lado se encontrarían los restos de la galera, de mediados del siglo XVI. El informe del Centro de Arqueología Subacuática incluirá que todo el conjunto adquiere un valor tan importante como para cursar notificación al director de Puertos y advertir de que, en caso de realizar obras en el puerto de Calp, sería necesario realizar excavación arqueológica incluida en el impacto ambiental. Y ahí el estudio podría demorarse 10 años, señala el consistorio.

No obstante, esta no es una cuestión que preocupe en estos momentos. Señala el ayuntamiento que “desde el centro de arqueología no reconocen la prisa por iniciar ninguna excavación”, ya que los restos, bajo el mar, permanecen protegidos. En cambio, añade que el informe de Fernández sí que “sugerirá la posibilidad de instar a algún circuito subacuático para poder observar el conjunto de cañones”. Y es que el descubrimiento puede no quedarse ahí. No se descarta que junto a los tres cañones localizados puedan haber más e incluso algo de munición. En el Ayuntamiento de Calp, mientras, ya piensan en la posibilidad de crear “una especie de museo turístico o barco con visión acuática”.

En cualquier caso, antes de cualquier iniciativa hay que proceder conforme establece la ley, y lo primero es documentar el hallazgo. El Centro de Arqueología Subacuática dedicará una mañana al estudio de las piezas. Para ello realizará una extracción de los restos, los depositará en algún almacén cercano y medirá, dibujará, documentará y realizará las fotografías para su documentación. Previamente, debe contar el número de cañones que hay y programar el proceso. Después, serán devueltos al mar.

(Fuente: La Marina Plaza)

25 de noviembre de 2015

Desmantelan en Málaga una red dedicada al comercio ilegal de ánforas de yacimientos arqueológicos subacuáticos

La Guardia Civil, en el marco de la operación ‘ANF-RED’, recuperó cinco ánforas, dos de ellas de más de 2.000 años de antigüedad, e imputó a cuatro personas por un delito de apropiación indebida de material arqueológico procedente de yacimientos subacuáticos de la costa malagueña.
El material arqueológico se ponía a la venta en Internet. FOTO: GUARDIA CIVIL.
La operación fue desarrollada por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga y culminó con la recuperación de dos ánforas romanas datadas de entre la mitad del siglo I antes de Cristo y el final del I después de Cristo, otra púnica de mitad del siglo II antes de Cristo y dos jarras más, de origen medieval de época andalusí.

EMBARCACIÓN DE ARRASTRE
Las investigaciones se iniciaron cuando los agentes tuvieron conocimiento de que existían anuncios en Internet en los que se ponía a la venta material arqueológico subacuático de más de 2.000 años de antigüedad y en los que se especificaba que los objetos habían sido extraídos del mar en Málaga. El material era extraído de los fondos marinos por un patrón de una embarcación de arrastre de la provincia de Málaga y, posteriormente, otro de los imputados publicaba los anuncios en Internet para su venta, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

Todos los implicados eran conscientes de que estaban realizando una actividad ilegal e, incluso, avisaban a los compradores de que, en caso de ser interceptados por la Guardia Civil, declarasen que habían obtenido el material a través de familiares. 

Una vez intervenidas y recuperadas dichas piezas, se contactó con el Centro de Arqueología Subacuática de la Junta de Andalucía para su correcta identificación y catalogación,confirmándose así su valor histórico.

Tras finalizar las diligencias policiales, las cuales fueron posteriormente entregadas a la Fiscalía de Medio Ambiente, el material incautado fue depositado en el Museo de Málaga.
(Fuente: El Adelantado / Europa Press)

9 de febrero de 2015

Hallada la primera ánfora del Mediterráneo con indicaciones de su contenido, en Begur (Girona)

Los técnicos del Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC) han hallado en la cala Aiguablava del municipio gerundense de Begur la primera ánfora que aparece en el Mediterráneo con una inscripción en tinta que describe su contenido, en este caso "Oleum Dulce".
Hasta el momento nunca había aparecido un cántaro con indicaciones de su contenido. FOTO: EFE
Según el director del CASC, Gustau Vivar, este tipo de cántaro, denominado "Dressel 20 parva", es muy conocido, pero nunca había aparecido con las indicaciones del producto que transportaba.

"Esta ánfora es muy conocida, aunque hasta ahora no sabíamos qué llevaba, sabíamos que aceite, pero no sabíamos cuál ni para qué", ha explicado Vivar, quien ha relatado que "el Oleum dulce es muy fácil de encontrar en los textos en latín para hacer recetas de cocina romana".

Los responsables del CASC han presentado hoy sus hallazgos más destacados del pasado año, entre los que destaca también en Aiguablava el de la primera copa de cristal que se encuentra sumergida en el litoral catalán, ya que este material es muy frágil.

DECORACIÓN SERPENTIFORME
La pieza cuenta con decoración aplicada a hilos serpentiformes incoloros y podría ser de finales del siglo III a. C., según los exámenes de los técnicos.


Otro hallazgo en esta zona es un cesto, en un "excepcional estado de conservación", según Gustau Vivar, que servía para sacar el agua que entraba en la embarcación.

El CASC finalizó en 2014 los trabajos arqueológicos en Aiguablava, que se iniciaron en 2006 con el descubrimiento de tres barcos de época romana de entre los siglos I y II a. C.

OTROS DESCUBRIMIENTOS DEL CASC EN 2014
Los arqueólogos también intervinieron el pasado año en las excavaciones del barco Deltrebre, que se hundió en el siglo XIX en la desembocadura del Ebro y donde han aparecido una campana de bronce, un calibrador de balas y centenares de metros de cabos de diferentes grosores, algo difícil de encontrar en relativo buen estado.

El CASC también ha finalizado los trabajos de excavación del pecio de Cap de Vol, en el Port de la Selva, un embarcación del siglo I a. C. que se descubrió hace dos años y cuyos planos se han dibujado con la ayuda del departamento de robótica de la Universidad de Girona.

En la campaña de este 2015, el CASC seguirá con la excavación en Deltebre y se trabajará en un nuevo pecio hundido bajo las aguas del litoral de Port de la Selva, no muy lejos de Cap de Vol, pero a mayor profundidad.

(Fuente: La Vanguardia / EFE)

26 de junio de 2013

Cultura protegerá los pecios fenicios de Mazarrón 25 años después de su descubrimiento

Es el primer yacimiento subacuático de la Región de Murcia que obtiene la declaración BIC. Se trata de dos barcos fenicios descubiertos en 1988 por el Centro Nacional de Investigaciones Arqueologías Submarinas que documentó gran cantidad de material cerámico repartido por la Playa.  Los expertos creen que podría haber toda una flotilla fenicia hundida.
Barco fenicio de Mazarrón (Murcia).
Veinticinco años después de que el Centro Nacional de Investigaciones Arqueológicas Submarinas localizara el yacimiento de la playa de La Isla, donde se hallaron dos barcos fenicios del siglo VII antes de Cristo, la Consejería de Cultura ha iniciado el expediente para protegerlo como bien de interés.

La resolución la firmó ayer el director general de Bienes Culturales, Francisco Giménez, apenas unas horas antes de que el Pleno del Ayuntamiento de Mazarrón aprobara una moción del alcalde Ginés Campillo solicitando esta misma protección.

Toda una flotilla fenicia hundida
El expediente incoado declara bien de interés cultural (BIC) el yacimiento subacuático de La Isla en la categoría de zona arqueológica. La protección afecta a casi toda la playa, pero sin tocar las edificaciones de alrededor. 
Es el primer yacimiento bajo el agua de la Región que obtiene esta declaración, según aclaran desde Cultura. 

Hasta que se resuelva definitivamente el expediente, nada se podrá hacer en la zona sin el visto bueno de la Consejería. La playa de La Isla está pendiente de un proyecto de regeneración, que Costas quiere acometer el próximo año. Los expertos creen que podría haber toda una flotilla fenicia hundida.
Proa del barco fenicio de Mazarrón.
El descubrimiento y excavación del yacimiento subacuático de Playa de la Isla ha supuesto una revolución en el conocimiento de la construcción naval protohistórica. Se trata de dos barcos de los más antiguos conservados bajo la superficie del mar. El yacimiento ya era conocido desde el año 1988, gracias a las prospecciones que había realizado el Centro Nacional de Investigaciones Arqueologías Submarinas que documentó gran cantidad de material cerámico repartido por la Playa. Poco tiempo después se descubrió una estructura de madera asociado a estos restos que comenzaron a ser excavados sistemáticamente a partir del año 1993. 

Como resultado de estos trabajos, que se han desarrollado de manera casi ininterrumpida durante diez años, se ha producido la hallazgo de dos barcos fenicios y la recogida de un amplio repertorio de materiales cerámicos que corresponde a la misma tipología de otros asentamientos excavados en tierra, todos ellos adscribibles a la segunda mitad del siglo VII a.C.

Aunque el yacimiento no puede ser visitado, sí se puede acceder a los resultados de las excavaciones, expuestos en la actualidad en el Museo Nacional de Arqueología Marítima de Cartagena, que muestra en sus vitrinas un amplio repertorio de los hallazgos cerámicos encontrados durante las prospecciones y excavaciones. 

Los dos barcos aún están en proceso de extracción, consolidación, restauración y adecuación para su exposición en el Museo.
Vídeo: El Barco Fenicio de Mazarrón

31 de octubre de 2012

¿El primer barco íbero?

Una nave en Cap de Creus (Gerona) construida con técnicas inéditas sorprende a los arqueólogos. El encaje de la quilla, una moneda íbera y la técnica constructiva levantan sospechas.
Medio barco fue desenterrado y se calcula que hay 48 hileras de travesaños.
Foto: Gustau Vivar.
Estar hundido no siempre es un problema. Al barco que naufragó frente al Cap de Vol, en El Port de la Selva, entre los años 10 antes de Cristo y 10 después de Cristo aproximadamente le ha ido la mar de bien tocar fondo. Porque pese a haber sido expoliado en 1967 por una banda de submarinistas belgas, que se llevaron cuantas ánforas encontraron, su conservación en el fondo mientras tecnología y conocimiento arqueológicos avanzaban permite anunciar que la nave era posiblemente no romana sino... íbera: no hay otra nave identificada de este pueblo que ocupaba la península antes de la llegada de los romanos. Como pueblo costero, los íberos con toda seguridad eran marineros, pero no existe hasta hoy constancia arqueológica de ello.

El expolio de 1967 no impide que en el pecio se conservaran restos de ánforas romanas. Los belgas sólo se llevaron las que estaban enteras, pero quedaron los pedazos. Son del tipo que los arqueólogos llaman Pascual 1 y por las inscripciones que llevan se sabe que se fabricaban en el taller que estuvo en lo que hoy es la estación de metro de Badalona Centro, la romana Baetulo. Por eso se sabe que el barco naufragó en esa veintena de años alrededor del cambio de milenio. Por eso se ha creído siempre que el barco era romano. Y no está probado que no fuera así, aunque numerosos indicios sugieren que el barco no era de esta factura, si no, al menos, heredero de la tradición íbera. "El problema de los íberos es que sólo se los ha excavado en tierra, no en el mar. Y eran un pueblo de costa: ¿cómo es posible que no sepamos nada de su vertiente marinera?", apunta Gustau Vivar, codirector de la operación y responsable del Centre d'Arqueologia Subaquàtica de Catalunya (CASC), dependiente de la conselleria de Cultura. "En el mar, los cambios tecnológicos son muy lentos, porque un mal experimento te mata. Por eso no sería extraño que los barcos íberos fueran como este, aptos para esta costa, aunque los llevaran los romanos".

  •  "Trabajamos con la hipótesis de que el barco es de tradición ibera porque tiene algunos elementos definitorios tan claros que quizás estamos hablando de que representa la tradición ibera. Pero no podemos asegurar nada con rotundidad", admite Vivar.
Hace un par de años, el CASC, situado en Girona, decidió volver a investigar aquel barco, en un proyecto -cuyos otros codirectores son Rut Geli y Carlos de Juan, y que ha contado con el apoyo del ayuntamiento del Port de la Selva- que profundizara en el conocimiento de la que se considera la primera industria "catalana" exportadora: la del vino romano.

El barco de Cap de Vol transportaba vino barato para las tropas romanas de las Galias y Germania. En un momento en que las esperanzas de supervivencia de las empresas pasan en parte por la internacionalización, visitar aquel momento de la historia económica local tenía su interés.Por las ánforas se conocía la datación aproximada del viaje y lo que transportaba. Las naves que partían de Baetulo o de la Tarraconense tenían por destino Narbona, desde donde se distribuía el vino a las tropas. En la investigación que se ha desarrollado este verano han aparecido, en el fondo del mar, algún cuello de ánfora con el tapón de corcho... horadado. El vino era de baja calidad y proseguía su fermentación en el ánfora, de manera que se dejaba un orificio para la evacuación de gases. No por malo fracasó. Este vino acabó llegando a Roma. "Es el primer momento de exportación desde aquí, pero no de un producto sobrante, sino de un producto que se hace para exportar", añade Vivar.

El barco fue someramente investigado en 1979 y 1980. En la actual campaña fue localizado de nuevo, enterrado bajo 60 centímetros de arena, y la sorpresa ha llegado cuando se ha empezado a analizar sus detalles. Varios de ellos no son de factura romana, sino de origen incierto. De entrada, la quilla es casi plana. La costa catalana de la época era muy similar a la de la actual Camarga francesa, con marismas (de ahí Maresme), lagunas, ríos transitables. De este modo no hacía falta construir puertos, porque los propios ríos permitían amarrar y cargar. Con el ahorro inversor que eso implicaba. Pero para eso se exigían calados leves, y las naves romanas los tenían altos, porque la costa itálica, más profunda y con corrientes más fuertes, así lo exigía.

Hay más detalles no-romanos en la nave: algunas cuadernas están interrumpidas; el sistema de punzones con que se aguantan las maderas es propio; una reparación en el casco, en forma de hexágono, presenta una técnica extraña; hay algunos rebajes en las traveseras de madera, posiblemente para atarlas, y eso es nuevo; el sistema de construcción era de casco previo, es decir, primero se armaba el forro y luego se le insertaba la estructura... Y el detalle más llamativo: bajo el mástil colocaron una moneda -que sobrevivió a los belgas y más de dos mil años de aguas- apotropaica (aquel objeto que se usa simbólicamente para algo ajeno a su función real) que es, con toda certeza, íbera. "Trabajamos con la hipótesis de que el barco es de tradición ibera porque tiene algunos elementos definitorios tan claros que quizás estamos hablando de que representa la tradición ibera. Pero no podemos asegurar nada con rotundidad", admite Vivar. Tres especialistas en cultura ibera, Yaacov Kahanov, de la universidad de Haifa, Patrice Pomey, de la de Marsella, y Eric Rieth, de París están empezando a sostener que los iberos tuvieron una sólida formación y tradición marinera.
(Fuente: La Vanguardia / Ignacio Orovio)

2 de julio de 2012

Hallado en Banyoles (Gerona) el arco neolítico más antiguo de Europa

La pieza es de madera de tejo, tiene más de 7.200 años y se ha conservado intacta gracias a que permaneció bajo el agua.
 Una arqueóloga trabaja con el arco de madera de tejo
fechado alrededor de 5.400-5.200 a. C.
que ha sido hallado en Banyoles.
 ROBIN TOWNSEND | EFE  
Las investigaciones arqueológicas que desde hace dos décadas se desarrollan en el yacimientoneolítico de La Draga, junto al lago de Banyoles (Pla de l'Estany), han permitido el descubrimiento este año de una pieza única. Se trata de un arco completo, extraordinariamente bien conservado, con una antigüedad estimada de entre 7.400 y 7.200 años, lo que constituye la pieza de su tipo más antigua hallada en Europa.

Hace unos siete milenios, un artesano de una pequeña comunidad neolítica asentada en los alrededores del lago de Banyoles fabricó un sencillo arco de madera que acabó abandonado en unaciénaga por un motivo que se desconoce, quizá por un extravío o quizá por el derrumbe de una casa. En una situación normal, la madera se habría deshecho con el paso del tiempo hasta no quedar el más mínimo rastro, pero en Banyoles el agua obró el milagró: hace 15 días, unos arqueólogos desenterraron el arco prácticamente intacto.



SIN OXÍGENO
"Las condiciones anaeróbicas, sin oxígeno, han favorecido la conservación de la materia orgánica de forma extraordinaria", resume Antoni Palomo, investigador del CSIC y codirector en el yacimiento arqueológico de La Draga. "En años anteriores (2002 y 2005) habíamos encontrado dos fragmentos de arco, pero localizar uno completo es algo excepcional", añade Raquel Piqué, investigadora de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y también codirectora de las excavaciones.

Aunque en Escandinavia y Rusia se han descubierto arcos más viejos vinculados a pueblo nómadas, se trata del instrumento de su tipo más antiguo recuperado en Europa atribuible a una sociedad neolítica, ya sedentaria. De hecho, como destaca otra de las coordinadoras, María Saña (UAB), el arco pertenece a una comunidad totalmente ganadera y agricultora. "Aunque abatían jabalís o toros salvajes, la caza era una actividad secundaria en su alimentación", dice Saña, mientras enseña algunos de los innumerables huesos encontrados junto al arco, la mayoría de ovejas y otros animales domésticos. Posiblemente, añade, el arco pudo tener también un carácter simbólico, ornamental o incluso ser un arma de ataque o defensa contra otros pueblos.
Un grupo de arqueólogos trabaja en el yacimiento del
Parque Neolítico de la Draga en Banyoles.
MADERA DE TEJO
Según la datación científica, el arco fue construido hacia el 5.400 o 5.200 antes de Cristo. Está hecho de madera de tejo, un material de gran calidad por su resistencia y su capacidad para recuperar la forma una vez empleado.

La pieza fue tallada por un solo lado, más los extremos, y se utilizó previsiblemente con una cuerda hecha de intestinos de animales. Esta mañana descansaba cubierta en agua ante la mirada curiosa de las autoridades que visitaron el yacimiento de La Draga, encabezadas por el 'conseller' de Cultura,Ferran Mascarell, y el alcalde de Banyoles, Miquel Noguer. El arco mide 108 centímetros, pequeño para abatir grandes piezas, pero útil posiblemente para aves, dice Piqué.


ANALIZADO EL 10%
Aunque los arqueólogos trabajan desde hace más de dos décadas en el parque de La Draga, todavía solo se ha podido investigar a fondo el 10% del territorio con señales de ocupación neolítica, unos 8.000 metros cuadrados. Una parte está sumergida actualmente bajo las aguas del lago.

Entre otros hallazgos en La Draga en los últimos años destacan 170 objetos de madera o fibra vegetal como cucharones, hoces, peines, flechas y cestos. "Es un yacimiento excepcional por su antigüedad, por tratarse de una asentamiento al aire libre y por sus excelentes condiciones de conservación", ha afirmado Palomo.

La investigación está financiada por el Departament de Cultura de la Generalitat y el Ministerio de Economía y Competitividad. Se trata de un proyecto de investigación coordinado desde elMuseu Arqueològic Comarcal de Banyoles en el que participan la UAB, el CSIC, el Museu d'Arqueologia de Catalunya y el Centre d'Arqueologia Subaquàtica de Catalunya.

1 de octubre de 2011

La búsqueda de pecios entre Sanlúcar y Tarifa llega a su segunda fase


El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico continúa la elaboración de la Carta Arqueológica Subacuática

El área comprendida entre la desembocadura del Guadalquivir y Tarifa es, a partir de este momento, objeto de la segunda fase de la campaña de protección del patrimonio arqueológico subacuático que desde hace más de un año desarrollan conjuntamente los ministerios de Cultura y Defensa y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

Esta área aglutina 800 de los 3.000 pecio de interés, que se estiman,
hay en el litoral español.


El Centro de Arqueología Subacuática (CAS) de Cádiz ha acogido este viernes la reunión que se considera el punto de partida de esta segunda fase, que centrará los trabajos en cuatro subáreas concretas: Bahía de Cádiz, desembocadura del Guadalquivir, área frente a Zahara de los Atunes y el entorno de la Isla de Tarifa, donde "hay mucha información sobre pecios púnicos y romanos". En la elección de estas áreas se ha tenido en cuenta la información con la que cuenta el Instituto Hidrográfico de la Marina sobre obstáculos para la navegación y con la información arqueológica documental u oral que posee el CAS sobre posibles yacimientos en la zona.


Además de responsables y técnicos del CAS y de la Armada, la reunión ha contado con la asistencia de la directora general de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura, Ángeles Albert, y la directora general de Bienes Culturales de la Junta, Margarita Sánchez. Ambas han destacado que el fin último de estos trabajos es la investigación, la puesta en valor y protección del patrimonio subacuático, así como evitar su expolio. Aseguran que la primera campaña ha sido "exitosa desde el punto de vista arqueológico y científico", tras haberse detectado 134 contactos, considerando que 84 de esas anomalías podrían tener interés arqueológico.


En 22 casos se ha descartado el interés arqueológico, mientras que se han detectado "dos pecios arqueológicos singulares". Sobre estos dos pecios, significan que lo que se ha hecho es un "primer acercamiento", estando pendientes "trabajos futuros de investigación más exhaustiva para tratar de ponerle nombre y cronología". En cualquier caso, las primeras hipótesis apuntan a que se trata de dos pecios "modernos", uno de aproximadamente el siglo XVIII y el otro del XX. Ambos han sido localizados próximos a la costa en la Bahía de Cádiz.
De los pecios detectados, dos tienen la consideración de "singulares".


La segunda campaña se desarrollará gracias a una aportación de 60.000 euros por parte del Ministerio de Cultura, mientras que la Junta y la Armada aportan medios técnicos y humanos valorados en similar cuantía. Entre otras novedades, la Armada pretende incorporar nuevos equipos al trabajo, previendo la adquisición de perfiladores, magnetómetros, y sónar de barrido lateral.


El área comprendida entre la desembocadura del Guadalquivir y Tarifa es considerada como una de las de mayor interés del mundo desde el punto de vista de la arqueología submarina, estimándose que aglutina alrededor de 800 de los 3.000 restos de interés que se cree que reúne el litoral español. En este punto, la Junta ha detallado que el Golfo de Cádiz cuenta con 56 zonas protegidas como Bien de Interés Cultural (BIC) y con 42 zonas de servidumbre.


Esta actuación programada es la continuación de las labores que viene realizando desde 2010 el CAS del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico para la ejecución de la Carta Arqueológica Subacuática. Los trabajos se enmarcan dentro del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático elaborado por el Ministerio de Cultura.
(Fuente: La Vanguardia)