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4 de octubre de 2024

Hallan un «pecio medieval del siglo XV» en la playa de Ondarreta (San Sebastián)

El Departamento Foral de Cultura ha determinado que el fragmento es de madera de roble y mide 14 metros de eslora

Un equipo de especialistas realizó los primeros trabajos para documentar, registrar e identificar los restos del pecio en Ondarreta. Arizmendi

El pasado mes de septiembre, un fragmento de barco fue descubierto en la playa de Ondarreta en San Sebastián. Este miércoles, la diputada foral de Cultura de Guipúzcoa, Goizane Álvarez, confirmó que se trata de un «pecio medieval del siglo XV». Según ha informado, este hallazgo permite «avanzar en el estudio de la carpintería naval vasca del siglo XV y su aportación al legado europeo». Tras un análisis exhaustivo, el Servicio de Patrimonio del Departamento foral de Cultura ha determinado que el pecio es de madera de roble y mide 14 metros de eslora.

La pieza, que ha sido objeto de un «tratamiento específico de protección», no será extraída y continuará en su ubicación actual en la playa donostiarra. Álvarez destacó la importancia de este descubrimiento para el patrimonio naval medieval vasco, señalando que los testimonios arqueológicos de barcos medievales son escasos en relación con la cantidad de información disponible sobre el tráfico marítimo de la época.

Descubrimiento arqueológico
El 4 de septiembre, un paseante encontró por casualidad elementos de madera en el extremo de la playa más próximo al paseo de Eduardo Chillida. El personal técnico de la Diputación comenzó inmediatamente un plan de evaluación, que se llevó a cabo los días 5 y 6 de septiembre. Durante esta operación, se confirmó que se trataba de una embarcación con casco a tingladillo y forro interior, y una muestra de roble del casco permitió datar el último anillo de crecimiento en el año 1425.

La semana siguiente, aprovechando una semana de mareas muertas, se redactó un proyecto de actuación arqueológica de emergencia y se planificaron los trabajos para los días 17 al 22, coincidiendo con las mareas vivas. «Tuvimos mucha suerte porque incluían cotas de marea baja extraordinarias, y el pecio quedaba accesible entre 3 y 4 horas, en los casos más favorables», recordó la arqueóloga foral Mertxe Urteaga.

La labor diaria comenzaba con la ayuda de una pequeña excavadora para abrir canales de drenaje y favorecer así la evacuación con motobombas de las aguas en la zona de trabajo. Se instalaba el vallado y, en cuanto se retiraban las aguas, comenzaba la extracción a contrarreloj de los depósitos de arena que cubrían el pecio.

Entre las observaciones, se conserva parte del lastre de piedra caliza y restos de mineral de hierro que llevaba en su carga. «El estudio del lastre permitirá saber las rutas marítimas que seguía la embarcación», indicó Urteaga. El equipo técnico de esta operación estuvo compuesto por ocho personas.

Urteaga señaló que la datación que se maneja para este pecio lo hace contemporáneo del de Newport, un mercante de 30 metros de eslora, construido en los astilleros vascos, que se descubrió en esa ciudad galesa en el año 2002. Se suma, además, al pecio de Urbieta en Vizcaya de cronología similar y a los pecios de Orio II y Orio IV que se extrajeron de la desembocadura del Oria para evitar que fueran destruidos en unas obras de drenaje en 1991-1992.
(Fuente: The Objective)

8 de mayo de 2023

Descubierto un misterioso galeón del siglo XVII naufragado en Pasajes (Guipúzcoa)

Surcó los océanos hace casi cuatrocientos años y acabó su última singladura en aguas de Pasaia, muy cerca de la angosta bocana que da acceso a este puerto en cuyo fondo marino un grupo de investigadores dirigido por la Diputación de Gipuzkoa ha localizado los restos de un misterioso galeón del siglo XVII del que poco más se sabe.
Trabajos de excavación arqueológica del galeón hundido hallado en aguas de Pasaia / Diputación Foral de Gipuzkoa/Ander Arrese

Surcó los océanos hace casi cuatrocientos años y acabó su última singladura en aguas de Pasaia, muy cerca de la angosta bocana que da acceso a este puerto en cuyo fondo marino un grupo de investigadores dirigido por la Diputación de Gipuzkoa ha localizado los restos de un misterioso galeón del siglo XVII del que poco más se sabe.

¿Cómo naufragó? ¿Cuál era su origen? ¿Qué transportaba? ¿Quiénes eran sus tripulantes? Un océano de cuestiones aún sin respuesta rodea el pecio de esta histórica nave de la que, por el momento, sólo existe una certeza: fue construida después de 1621.

El dato ha podido ser conocido gracias al estudio de algunas de las cuadernas de sus cubiertas, elaboradas con árboles cuyo último anillo de crecimiento nos retrotrae cuatro siglos atrás, como recientemente ha revelado el minucioso análisis dendrocronológico de la madera.

La embarcación se encuentra tumbada sobre un costado y a los investigadores les resulta difícil alcanzar el casco, que constituye el mejor elemento para hacer una datación de este tipo, por lo que no se descarta que en un futuro la fecha de construcción del navío pueda llegar a ser todavía más concreta.

Acorazado
El casco, aparentemente acorazado con planchas de plomo, es otra de las mayores singularidades del enigmático navío pues, según han explicado a EFE fuentes de la Dirección del Departamento de Cultura de Gipuzkoa, desvela que probablemente estemos hablando "una embarcación de guerra".

A partir de ahí, cualquier conjetura podría ser válida o por el contrario no serla en absoluto porque la investigación sólo ha revelado la existencia de la estructura del buque, del que únicamente son visibles unos doce metros. El resto permanece oculto bajo una escollera, mientras que un tercer segmento fue involuntariamente destruido tiempo atrás por las labores de drenado del acceso portuario.

Las tres campañas de excavaciones subacuáticas, desarrolladas en el pecio desde 2021 por los arqueólogos Ander Arrese, María Intxaustegi y José Manuel Matés bajo la dirección del Servicio de Patrimonio Histórico Artístico de la Diputación y con la colaboración del Centro Integrado de Formación Profesional Blas de Lezo de Pasaia, también han permitido recuperar de las profundidades algunos objetos significativos.

Entre ellos, varios elementos de "motonería" (poleas para el manejo de los cabos del velamen), calzado y alguna jarra de cerámica que "nos sitúan en el siglo XVII" pero sin llegar a resultar "nada concluyentes", explican las citadas fuentes cuyas esperanzas se centran ahora en el estudio del sello grabado en una cuchara metálica que "se está intentando identificar" porque podría arrojar algo más de luz sobre el origen del buque, del que hasta el momento no han aparecido cañones ni munición alguna.

Incógnitas
Un cúmulo de incógnitas a las que, lejos de hallar respuestas, no dejan de sumarse nuevos interrogantes, después de que recientemente los investigadores descubrieran que los restos que en un principio habían sido identificados como un pecio, en realidad son dos.

"El segundo corresponde a una nave cargada con mineral de hierro -probablemente destinado a las ferrerías guipuzcoanas- que parece situarse encima del galeón, con lo que estimamos que sería una embarcación más moderna", aclaran los responsables de la investigación, quienes no ocultan que los trabajos arqueológicos realizados en la zona han resultado "muy, muy complicados".

No sólo por el hecho de llevarse a cabo bajo el agua, sino porque han tenido lugar en un contexto en el que "los mercantes continuaban pasando" por las proximidades de la bocana de la bahía, además de haber tenido que ser autorizados por distintos organismos con competencias en la materia como la Autoridad Portuaria de Pasaia y la Capitanía Marítima, entre otros.

Plan de investigación
Unas circunstancias ante las que las autoridades correspondientes han decidido aplazar sin fecha la realización de nuevas excavaciones submarinas, "hasta que se confeccione un plan de investigación serio" que además precisará de "unos medios extraordinarios", ya que habrá que llevar a cabo "una investigación de mucho peso que supondrá cambiar de escala" y abordar "un proyecto de meses de trabajo con una gran infraestructura".

"Harían falta globos para sacar los restos a la superficie -aclaran- y según salen llevarlos a piscinas para preservarlos" y sería necesario contar también con "infraestructura en tierra" porque todo el material orgánico que se recupere está saturado de agua, por lo que deberá ser conservado en unas condiciones correctas "para que no se degrade" y además después deberá ser "tratado" para conservarlo.

Por estos motivos, de momento los arqueólogos han vuelto a tapar "de manera muy profesional" ambos naufragios, han dejado el yacimiento "protegido" sin desvelar su ubicación exacta, y han cursado las advertencias oportunas a las autoridades correspondientes para evitar episodios de "furtivismo".

Fuentes de la Dirección del Departamento Foral de Cultura han puesto de relieve la importancia de este hallazgo para la arqueología submarina del territorio, ya que se trata de un ámbito en el que ya "no sólo hay conocimiento sino también experiencia".

"Es muy importante tener equipos" y ahora contamos ya con profesionales que pueden llevar a cabo "cualquier operación subacuática" cuando se presente la ocasión, algo que en definitiva resulta "casi más relevante que el propio descubrimiento", han concluido.

5 de octubre de 2017

Descubren una necrópolis medieval en una iglesia de Arrasate (Guipúzcoa)

Arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con la colaboración de miembros de Arrasate Zientzia Elkartea, han descubierto una necrópolis medieval, datada entre los siglos XIII y XV, en la torre del campanario de la iglesia de San Juan Bautista de esta villa guipuzcoana fundada en 1260.
Cada fosa acoge a varios individuos, tres o cuatro según los casos, superpuestos y todos ellos sin ajuar.
Las excavaciones, que han contado con el respaldo de la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de la localidad, se han desarrollado durante la última semana de septiembre en pleno casco histórico de Arrasate, en un solar de unos trece metros cuadrados.

Se trataría del primer lugar de enterramiento medieval de la población, ubicado en la parte del yacimiento más cercana a la iglesia, donde se han encontrado una serie de fosas de forma ovalada excavadas directamente en la arcilla natural del terreno y organizadas en calles paralelas.

Según explican los promotores de este proyecto en una nota, cada fosa acoge a varios individuos, tres o cuatro según los casos, superpuestos y todos ellos sin ajuar, que fueron enterrados con orientación este-oeste.

Los expertos consideran que esta necrópolis se originó "en el contexto de un templo más pequeño que la iglesia actual" y que desapareció durante un incendio ocurrido en 1448.

Las investigaciones arqueológicas continuarán ahora con estudio osteológico de los restos humanos para determinar su dieta y obtener el ADN de los individuos descubiertos.

FORJA
Además de este hallazgo, las excavaciones también han permitido documentar la existencia de una edificación "relacionada con el trabajo del hierro" y que fue derruida en el siglo XVI, cuando se construyó la actual torre de la iglesia de San Juan Bautista.

Los arqueólogos recuerdan además que en este mismo entorno arqueológico se ha documentado la presencia de cerámicas relacionadas con un estadio de ocupación "mucho anterior", sobre la Edad del Bronce, que puede datarse en torno a hace entre 3.500 y 3.900 años.

Un hecho que, según estos expertos, "evidencia una temprana ocupación de la colina" en la que en 1260 se fundó la villa de Arrasate, lo que pondría de manifiesto una "continuidad" en la presencia humana en este mismo lugar desde la prehistoria hasta la actualidad.

11 de julio de 2017

Descubren grabados rupestres "excepcionales" en una cueva de Rentería (Guipúzcoa)

Las siluetas de animales se grabaron sobre arcilla hace 14.000 años en la cueva de Aitzbitarte IV y su estado de conservación es «excepcional». Hay una galería en la cavidad que todavía no ha sido explorada.
Imagen de uno de los bisontes grabados con los dedos sobre la arcilla en la cueva de Aitzbitarte IV.
Un equipo de espeleólogos ha descubierto en la cueva de Aitzbitarte IV de Rentería (Guipúzcoa) unas imágenes que los arqueólogos consideran «excepcionales». El hallazgo se produjo en abril. Las quince representaciones que corresponden a bisontes, caballos y cérvidos, a las que hay que sumar dos vulvas, han sido datadas en el Magdaleniense Medio, es decir, hace unos 14.000 años. Algunas de las figuras fueron modeladas sobre las paredes de arcilla, lo que las hace «únicas» en la Península Ibérica.

El espacio donde se han hallado estos dibujos se encuentra entre las cuevas IV y V de Aitzbitarte, en la zona de Landarbaso. Los espeleólogos Javier Busselo, Sergio Laburu y Ainara Rodríguez, del grupo de Félix Ugarte, se adentraron en la cueva para explorar una serie de chimeneas. Trabajan allí desde 2014 en colaboración con el equipo del arqueólogo Diego Garate, prehistoriador del Museo de Arqueología de Vizcaya. «Ellos nos enseñan qué y cómo hay que buscar», reconoce Busselo.

Hace dos años hallaron grabados de hace unos 25.000 años en las cuevas III, IV y V de Aitzbitarte, y los últimos meses han continuado con su labor de búsqueda. El pasado 6 de abril se metieron en la Aitzbitarte IV, donde encontraron las nuevas figuras. Según Garate, algunas han sido modeladas sobre la arcilla con una técnica desconocida hasta ahora en otras cuevas de la Península Ibérica, pero que enlaza con hallazgos realizados en el Pirineo central, en el Ariège francés.


CON LOS DEDOS
Se trata de un bisonte y otro animal por determinar que fueron modelados sobre barro con un buril de sílex. «Con los dedos crearon volumen y planos de relieve diferenciados, resaltando así la perspectiva de las extremidades. La ejecución del bisonte es de una maestría muy poco común», explica.

Los expertos anunciaron que hay una galería que no ha sido explorada aún. En los primeros metros se reconocen la imagen de un bisonte grabado al fondo, otra figura en el techo y, entre ambas, un bisonte con las patas replegadas, también modelado en la arcilla. Garate indicó que están buscando cómo entrar en esa parte de cavidad sin tocar el suelo ni las paredes. En este sentido, no descartan utilizar perchas con cámaras e incluso un dron.

Las representaciones se encuentran en un estado de conservación «excepcional», debido a las «condiciones estables de humedad y temperatura» de la cueva, que las ha mantenido en una especie de «frigorífico» en el que nada ha cambiado en los últimos 14.000 años, explicó Garate.

La Diputación de Guipúzcoa ha procedido al cierre de la cueva y ha notificado el descubrimiento al Gobierno vasco. Aitzbitarte IV pasará a tener la máxima protección por contener arte rupestre.

27 de febrero de 2015

Descubren nuevas muestras de arte rupestre paleolítico en la cueva de Erlaitz (Guipúzcoa)

Hasta el momento se han reconocido al menos ocho figuras de animales grabadas (caballos, ciervos y uros) de hace unos 20.000 años, a las que han de sumarse posiblemente varias más, que actualmente resultan más difíciles de reconocer.  En los periódos Calcolítico o Edad de Bronce la cueva recibió un uso sepulcral.
MIembros de la Asociación Antxieta Jakintza que han realizado los descubrimientos. FOTO: DIARIO VASCO.
Miembros de la Asociación Cultural Antxieta Jakintza Elkartea han descubierto grabados rupestres en la cueva Erlaitz de Zestoa (Guipúzcoa). Tras el descubrimiento de Danbolinzulo, hace un mes, y en el mismo contexto de revisión de cavidades, varios miembros del grupo localizaron un panel con algunas figuras animales grabadas. Hasta hace poco sólo se conocían las pinturas de Ekain, y los descubrimientos de Danbolinzulo y Erlaitz dibujan ahora un paisaje cultural completamente diferente.

En Erlaitz, muy cerca del límite entre los municipios de Zestoa y Deba, se han reconocido al menos ocho figuras de animales grabadas (caballos, ciervos y uros), a las que han de sumarse posiblemente varias más, que actualmente resultan más difíciles de reconocer.

Aunque no existe unanimidad en la adscripción cronológica de este tipo de grabados, se acostumbra a situarlos, en términos numéricos, entre 22.000 y 15.000 años aproximadamente. Esto implica que Erlaitz ocuparía una posición cronológica intermedia entre las vecinas cuevas de Danbolinzulo (más antigua) y Ekain (más reciente).

La diputada de Cultura, Juventud y Deporte, Ikerne Badiola, ha subrayado la importancia de estos últimos hallazgos: "Lo que se ha encontrado en Erlaitz, demuestra que Deba, Zestoa... todo el valle de Sastarrain y su entorno guardan un gran patrimonio arqueológico y de arte parietal que nos obligan a cambiar la perspectiva. El paisaje cultural ha variado: Ekain, Danbolinzulo, Erlaitz, Praileaitz, Astigarraga... Es precisa una actuación conjunta. Quizá sea el momento de repensar los cometidos de Ekain Fundazioa".


DOS MOMENTOS TEMPORALES
Los especialistas han constatado ya el empleo de la cavidad por los humanos en dos momentos temporales diferentes: el primero de ellos durante el Paleolítico Superior, como lugar de habitación, y el segundo, en un momento indeterminado del Calcolítico o la Edad del Bronce, cuando se le dio un "uso sepulcral".

Según ha explicado el experto Álvaro Arrizabalaga, las figuras de Erlaitz fueron grabadas con un instrumento lítico, probablemente un buril, y un trazo de anchura intermedia, de entre dos y tres milímetros.

Arrizabalaga ha desvelado además que estas representaciones tienen similitudes con otras de la región Cantábrica, aunque los paralelismos más evidentes se encuentran en las cuevas del Monte Castillo (Cantabria) y en la gruta vizcaína de El Rincón.

Los expertos consideran que esta caverna presenta "un alto potencial de información científica" para recabar datos sobre "una etapa muy mal conocida en la expresión gráfica y simbólica de los grupos humanos de cazadores y recolectores del Paleolítico Superior".

Con este fin, la Diputación de Gipuzkoa está diseñando junto a la UPV-EHU, un proyecto de estudio integral sobre las ocupaciones humanas de Erlaitz, el estudio de su arte rupestre y la definición de posibles medidas para preservar su conservación. 

(Fuente: Diario Vasco)

7 de noviembre de 2014

Encuentran dos varillas ornamentales de 14.000 años en una cueva de Azpeitia (Guipúzcoa)

Las varillas, datadas en el Magdaleniense Medio, tienen unos veinte centímetros de longitud y están fabricadas en asta de ciervo o reno. Los investigadores creen que la factura de estas dos piezas, de "calidad excepcional", denota también un contacto directo con otros grupos humanos de la vertiente norte de los Pirineos, ya que "entroncan con la tradición cultural de las varillas isturitzenses" localizadas en Francia. 
La arqueóloga María José Iriarte posa junto a las dos varillas enteras halladas en la cueva de Ezkuzta, en Azpeitia.
FOTO: RUBÉN PLAZA / NOTICIAS DE GIPUZKOA.
Ambas piezas, encontradas en la cueva de Ezkuzta (Azpeitia), han sido presentadas por la diputada guipuzcoana de Cultura, Ikerne Badiola, y la arqueóloga del centro Ikerbasque y de la Sociedad de Ciencias Aranzadi María José Iriarte, quienes han estado acompañadas por el alcalde de Azpeitia, Eneko Etxeberria.

Las varillas, datadas en el Magdaleniense Medio, tienen unos veinte centímetros de longitud y están fabricadas en asta de ciervo o reno, material que fue empleado por un artista prehistórico de nuestra misma especie para realizar una serie de profundos grabados en todos sus lados, salvo en la cara posterior, con un claro propósito decorativo.

María José Iriarte ha destacado la "calidad técnica" de los grabados de las varillas, una de las cuales se caracteriza por sus líneas incisas en haces, que juegan también con los espacios que el artista dejó blanco sobre el cuerno, mientras que la segunda destaca por sus espirales y rayas curvilíneas.

USO ORNAMENTAL
Las varillas, que no fueron concebidas para ser empleadas como herramientas sino para que únicamente tuvieran un uso ornamental, están trabajadas con un buril de piedra muy fino por un artesano con gran precisión y grabadas en paralelo en un único trazo con una distancia de unos dos milímetros entre ellas, según ha desvelado Iriarte.

La arqueóloga ha destacado también el "gran concepto artístico" de las personas que elaboraron estos elementos, quienes confeccionaron las varillas "pensando en lo que iban a grabar" sobre ellas desde el momento inicial de "la concepción previa de la obra".

La experta ha recordado además la dificultad de conservación de los elementos orgánicos en los yacimientos prehistóricos debido a la acidez de algunos suelos guipuzcoanos y a la facilidad con la que se corrompen estos materiales.

PROBLEMAS DE CONSERVACIÓN EN LA CUEVA
En el caso de Ezkuzta, una cueva descubierta por la asociación Antxieta Jakintza Taldea, también existen problemas de conservación debido a la instalación de una cantera sobre la gruta y la construcción de una acequia próxima, lo que erosionó el yacimiento y originó un "colapso" en la cueva con el desplazamiento de sus sedimentos y la entrada de agua en el lugar.


Los investigadores creen que la factura de estas dos piezas, de "calidad excepcional", denota también un contacto directo con otros grupos humanos de la vertiente norte de los Pirineos, ya que "entroncan con la tradición cultural de las varillas isturitzenses" localizadas en Francia.

RESTOS DE FAUNA, INDUSTRIA LÍTICA Y OBJETOS DE ADORNO
Junto a las piezas presentadas, las últimas excavaciones realizadas en Ezkuzta han permitido localizar otras piezas destacadas como restos de fauna de los animales con los que se alimentaban sus moradores, industria lítica confeccionada con sílex y datada en el Paleolítico Inferior, y objetos de adorno personal como conchas con las que pudieron confeccionarse colgantes.

Durante la comparecencia, la diputada de Cultura, Ikerne Badiola, ha destacado la riqueza arqueológica de Gipuzkoa, donde en la última campaña se han realizado 19 excavaciones y otros proyectos de interés arqueológico.

Por su parte, el alcalde de Azpeitia, Eneko Etxeberria, ha reclamado protección para el yacimiento de Ezkuzta con el fin evitar el posible "saqueo" y que alguien pueda "borrar las huellas" de sus vestigios arqueológicos.

(Fuente: Deia / EFE)

23 de junio de 2014

Un desprendimiento fue vital para conservar la cueva ritual de Praileaitz (Guipúzcoa)

El desprendimiento de una enorme piedra de varias toneladas, que bloqueó la entrada a la cueva de Praileaitz en Deba (Guipúzcoa), fue crucial para preservar intacto este yacimiento prehistórico, un enclave único Europa por su uso como lugar ritual por los humanos prehistóricos durante miles de años.
Trabajando en el interior de la cueva de Praileaitz. Foto: Xabier Peñalber-ARANZADI
Así lo ha revelado el director de las excavaciones, Xabier Peñalver, que ha compartido con los periodistas su hipótesis sobre los excepcionales hechos ocurridos hace diez mil años en esta gruta y que han permitido a los arqueólogos recuperar, en su propio contexto, una inusual colección de artefactos simbólicos poco habituales en otros yacimientos.

UN HOGAR DE HACE 10.000 AÑOS
Hasta el momento, los investigadores han encontrado esta caverna elementos tan especiales como un hogar de hace 10.000 años bajo el que había 200 caracolas marinas, una excepcional colección de collares elaborados a partir de piedras negras pulidas de hace 15.500 años, un colgante de piedra con forma de silueta femenina de la misma época, y una serie de pinturas con formas geométricas de hace probablemente 18.000 años, entre otros objetos y restos de fauna.

Al hilo de estos hallazgos los investigadores aventuraron que la gruta pudo ser utilizada probablemente en algún momento del Magdaleniense Inferior (hace 15.500 años) por un único individuo, tal vez un chamán, una tesis cada vez más reforzada por excavaciones desarrolladas con posterioridad.

Peñalver ha ido un paso más allá y ha expuesto el hecho que habría permitido preservar hasta nuestros días un lugar tan excepcional y que, según ha explicado, se debió al desprendimiento de una piedra "inmensa" que bloqueó parcialmente la entrada a la cueva y que fue retirada "con mazo y cincel" por los arqueólogos.

El arqueólogo ha especulado con el momento en el que la piedra se desprendió de la pared, junto al lugar en el que el chamán tenía su fogata y un asiento de piedra que utilizaba habitualmente, y destrozó la carne de varios animales que tenía para su consumo así como varios colgantes que había en el lugar.

A juicio del experto, el bloque cayó mientras el chamán se encontraba fuera, porque no se han localizado restos humanos en el lugar, y le obligó a abandonar unos materiales tan "excepcionales" como los encontrados en Praileaitz, que en la actualidad sigue amenazada por su emplazamiento en una cantera aún en explotación.

PIDEN MAYOR PROTECCIÓN PARA LA CUEVA
Una "tortura" para los arqueólogos contra la que hoy Peñalver ha reclamado una mayor preservación para la cueva, que cuenta con una protección de 50 metros de distancia que, en su opinión, resulta "insuficiente" y conlleva "un riesgo enorme" porque se dice que está protegida pero, según ha dicho, lo está "hasta que un día, con una voladura -de la cantera-, aparezca un boquete" en la caverna.

A su entender, "estamos jugando con fuego" con una protección que el anterior Gobierno Vasco fijó en 65 metros y que el nuevo "ha vuelto a reducir a 50", algo que ha calificado de "aberrante", ya que la gruta esta llena de galerías colmatadas de sedimentos que "no pueden venir de la entrada principal" sino de otro acceso aún por descubrir y que podría no encontrarse fuera de la zona de protección.

(Fuente: Deia)

2 de abril de 2014

Documentan un recinto fortificado de la Edad del Hierro en el monte Larte (Guipúzcoa)

La cima del monte Larte, situado en la localidad guipuzcoana de Gaztelu, albergó un recinto fortificado en la Edad de Hierro, hace unos 2.500 años, según las investigaciones realizadas en el lugar por la Fundación Arkeolan y miembros del Museo romano Oiasso.
Los voluntarios sacaron a la superficie un muro circular. Foto: YARZA / DIARIO VASCO
Esta fortificación, denominada, Erroizpe-Larte se une así al conjunto de recintos fortificados de la Edad del Hierro de Gipuzkoa, que cuenta con emplazamientos de este tipo en Intxur (Tolosa), Basagain (Anoeta), Buruntza (Andoain), Murumendi (Beasain), Moru (Elgoibar), Murugain (Aretxabaleta), Muñoanundi (Orexa) y Akutu (Begoian-Errezil).

Este centro de investigaciones arqueológicas Arkeolan llevaba tiempo trabajando en el término de Gaztelu con la ayuda de la Diputación de Gipuzkoa con el objetivo de localizar los restos de la fortificación que da nombre al municipio (Castillo).

De esta forma, en 2011, gracias a la utilización de cartografía tipo "Lidar" y ortofotos de la institución foral, los arqueólogos localizaron un emplazamiento "muy peculiar" en la cima del monte Erroizpe y en sus aledaños del Larte.

Al año siguiente realizaron varias catas arqueológicas que descubrieron cimentaciones de muros identificados como obras de fortificación.


Concretamente, en la cima del Larte reconocieron tres anillos circulares de unos diez metros de diámetro y muros de un metro de anchura, en uno de los cuales practicaron una pequeña excavación.

Ya en el otoño de 2013, los expertos analizaron uno de los anillos y descubrieron gran parte de su planta con la colaboración de vecinos de Gaztelu, a los que se sumaron otros de Berastegi y de Tolosa.

También abrieron una cata arqueológica de la que recuperaron sedimentos, cerámica, huesos y restos de carbón que fueron enviados a datar a la Universidad de Uppsala (Suecia) que ahora han puesto de manifiesto una fecha de ocupación del recinto circular de Larte de hace unos 2.500 años.


30 AÑOS BUSCANDO CASTELLAS ROMANAS
Mertxe Urteaga directora de la fundación Arkeolan y del museo romano Oiasso, dirigió los trabajos junto a la arqueóloga Elena Zangitu y un grupo de vecinos voluntarios. Urteaga lleva 30 años buscando restos de las castellas romanas en Gipuzkoa. 

Pablo Gorosabel en el 'Diccionario Histórico Geográfico de Guipúzcoa' de 1862 menciona los restos de un fuerte, aunque hoy en día está tapado todo por la vegetación. Con la evolución de la tecnología, la Diputación Foral de Gipuzkoa realizó fotografías aéreas por satélite de todo el territorio, además de cartografías con tecnología 3D, que permitieron ver que existían construcciones circulares en la cima de Larte y Erroizpe.
(Fuente: Diario Vasco)

3 de mayo de 2012

En busca de la "torre perdida" de Atxorrotz (Guipúzcoa)

Las excavaciones de mayo se centrarán en la ermita, tratando de localizar los restos de la torre del castillo.
Los trabajos que se van a realizar en la cima de Atxorrotz van a comenzar en breve. Como ya se comentó hace unos meses, las nuevas excavaciones se realizarán en la ermita, tratando de buscar los restos de la torre principal, como comenta el historiador Iñaki Sagredo. «Este año se va a realizar la intervención arqueológica dentro de la ermita. Para ello se va a levantar el suelo, que es de madera y está podrido y se va a poner uno nuevo, y se verá lo que hay debajo, porque pensamos que es donde estaba el torreón principal».
En breve se iniciará la fase de excavación del castillo de Atxorrotz.

El equipo de trabajo de Larrate, dirigido por el historiador Iñaki Sagredo, comenzará en mayo la 4ª fase de las excavaciones del castillo de Atxorrotz. Este año se completarán los trabajos con la realización del circuito de la muralla para que se pueda ver todo el recinto amurallado. Los trabajos los realizarán tres miembros de Larrate, Itxaso Egizabal, Jesús López, que dirigen la obra y el propio Iñaki. Se verán asesorados por la empresa alavesa Artyco, que se encargará del asesoramiento para la consolidación de la muralla.

Recuperar la muralla
En la campaña del año pasado se recuperó la muralla sur, y ahora se estudiará y restaurará el resto de muralla que queda por analizar. En esta nueva fase que está a punto de comenzar intentarán encontrar los restos de lo que pudo ser la torre principal, y para ello, realizarán excavaciones en la ermita de la Santa Cruz. Aprovechando que hay que levantar el suelo de la ermita se colocará un nuevo suelo, pues el actual está muy deteriorado.
Además de realizar las estudios arqueológicos, y tal y como se ha hecho hasta ahora, se socializarán los resultados. Para comenzar, durante las excavaciones se ofrecerán visitas guiadas tanto para los escolares como para los adultos, y durante lo que queda de año se ofrecerán conferencias. Para finalizar, en diciembre se realizará una exposición sobre Atxorrotz en el museo Ibarraundi.
(Fuente: Diario Vasco / Joxebi Ramos)

15 de abril de 2012

Encuentran objetos de la Edad de los Metales en una finca de Hondarribia (Guipúzcoa)

Se han encontrado muestras de carbón datadas en el 3.000 antes de Cristo. Industrias de sílex y trozos de cerámica plantean la existencia de un posible asentamiento en la Edad de Hierro.
La empresa Arkeolan ha encontrado restos de dos periodos cronológicos situados en la Edad de los Metales en una prospección que se ha llevado a cabo en un yacimiento situado en la finca Zubieta del barrio de Jaizubia. Por un lado, se tratan de muestras de carbón que el método de carbono 14 ha datado entre los años 3.090 y 2.900 antes de Cristo y, por otro, de restos de un suelo, trozos de cerámica y piedra sílex que se situarían en la Edad de Hierro, hacia el 1.000 antes de Cristo. 
Investigadores buscan restos en uno de los sondeos realizados
en la finca Zubieta.
Aitziber Lekuona, arqueóloga y coordinadora del trabajo de campo explica que «en 2007 ya se habían realizado las primeras investigaciones bajo la dirección de Mertxe Urteaga, trabajos que continuaron a finales de 2010 con la ejecución de varios sondeos».

A lo largo de seis semanas, seis arqueólogos prosiguieron con la labor de investigación realizando siete catas de metro cuadrado que se ampliaron posteriormente a prospecciones de 5x7 metros en las que se dieron con algunos de los materiales anteriormente citados. Lekuona explica que «lo que hemos encontrado no tiene un carácter monumental porque en aquella época se edificaba con madera y barro, pero esto no quiere decir que tengan menos importancia porque el material hallado es mucho, nos puede ayudar a conocer esa época y nos da pistas para seguir adelante».

¿El Oiasso indígena?
Los terrenos de Zubieta fueron investigados por Arkeolan porque se sitúan en una loma redondeada sobre los antiguos terrenos de la marisma hoy desecados y convertidos en huertas y pastizales. A 25 metros sobre el nivel del mar, los investigadores creen que su posición podría haber sido «idónea para un posible asentamiento». Los descubrimientos suponen un paso más que nos ayuda a conocer a la realidad prerromana de Oiasso. 
Algunas de las muestras encontradas de Sílex.

Las investigaciones de Arkeolan (entre las que se sitúan los últimos hallazgos en el entorno de La Bixera) demuestran que el núcleo urbano se situaba en el centro del actual Irun, entre el Ayuntamiento y el extremo de la colina de Beraun. Los arqueólogos creen que el Oiasso romano e indígena se situaban en emplazamientos diferentes y «los hallazgos de Zubieta son los que hasta ahora representan las mejores expectativas sobre este segundo».

El yacimiento se ha vuelto a tapar pero las líneas de trabajo se mantienen abiertas a la espera de próximas investigaciones. Por ahora, los materiales quedan en manos de la fundación durante dos años para su investigación, unos restos que ayudarán a completar un puzzle prehistórico sobre el que, en Hondarribia, solo se habían encontrado vestigios en la zona de Jaizkibel.
(Fuente: Diario Vasco / Iñaki Goikoetxea)

9 de marzo de 2012

Declarada BIC la zona arqueológica de Atxorrotz (Guipúzcoa)

El Gobierno Vasco aprobó el pasado martes el decreto por el que se califica como 'Bien Cultural', con la categoría de monumento, la zona arqueológica del castillo de Atxorrotz. El área considerada necesaria para proteger la zona arqueológica del castillo de Atxorrotz incluye los restos de ocupación de este yacimiento de relevante interés histórico-arqueológico, de los que se tiene constancia gracias a los trabajos arqueológicos llevados a cabo en el área desde el 1 de octubre de 2009.
Trabajando en Atxorrotz.

Desde el Gobierno Vasco se señala que «el nivel de protección que se otorga a la zona arqueológica del castillo de Atxorrotz es el de conservación. Se le asigna este nivel de protección por tratarse de un testimonio significativo dentro del panorama arqueológico de la comunidad, que precisa de la concesión de un grado de protección que impida la realización de actividades que deterioren la zona».

Sagredo, muy satisfecho
Iñaki Sagredo, responsable de la empresa Larrate, que es la que está llevando a cabo las excavaciones se mostraba ayer muy satisfecho con la decisión del Gobierno Vasco «entregamos en 2009 toda la documentación y teníamos esperanzas porque ya nos adelantaron que no habría ningún problema. Esta decisión refleja la importancia que da el Gobierno Vasco a lo que se está realizando tanto de manera divulgativa y social sobre lo que sería la historia de la Edad Media en Gipuzkoa, pero también de lo que es dentro del castillo y su entorno natural . Se va a proteger un espacio determinado que va a tener un cuidado especial. Es muy importante tanto para el Ayuntamiento de Eskoriatza como para toda Gipuzkoa en general».

Único en Gipuzkoa
Cuando se presentó el proyecto de recuperación del castillo de Atxorrotz a finales de 2009 se habló como señala Iñaki Sagredo, responsable de la empresa de gestión cultural Larrate y coordinador de las excavaciones «de unos trabajos 'plurianuales', es decir, que se iban a continuar realizando las labores. Cada año se va haciendo un pequeño trabajo de excavación. La idea es la de hacer un museo al aire libre. Una zona de interpretación de un castillo medieval que no existe en Gipuzkoa. De hecho las excavaciones que se han realizado en los únicos 10 castillos que existen en Gipuzkoa, siempre han sido a nivel científico, que se abría un poco, se estudiaba y se volvía a cerrar. En algunos casos recuerdo nefasto, porque se han hecho campañas como en Mendikurte, cerca de Tolosa, y no se han consolidado la muralla, lo que a la larga hace que se estropee más. Lo que si quisimos hacer desde el primer momento en Atxorrotz era un trabajo divulgativo pero a la vez un trabajo de recuperación, y entonces lo que hemos hecho han sido una serie de intervenciones arqueológicas, con un transfondo de consolidar en un futuro todo. Ya este año hemos empezado a consolidar una parte de la muralla. Y lo que estamos haciendo es visitable. Es decir, que la gente que suba arriba pueda interpretar lo que era un castillo de la alta Edad Media, con el roquedo y elementos tan importantes como la muralla, el aljibe, incluso indicando donde está la puerta».
Reconstrucción digital de la planta del castillo de Atxorrotz.

Consolidación de la muralla
Este año se completarán los trabajos con la realización del circuito de la muralla para que se pueda ver todo el recinto amurallado. Los trabajos los realizarán tres miembros de Larrate, Itxaso Egizabal, Jesús López, que dirigen la obra y el propio Iñaki.
Se verán asesorados por la empresa alavesa Artyco, que se encargará del asesoramiento para la consolidación de la muralla.
(Fuente: Diario Vasco / Joxebi Ramos / Eskoriatza)

27 de febrero de 2012

Veinte años de silencio sobre Lezetxiki (Guipúzcoa)

El Ayuntamiento de Arrasate, la Diputación y la Sociedad de Ciencias Aranzadi se unen para pedir que se proteja la cueva.
 "¿Desde cuándo? La primera vez que lo pedí fue en 1991. La Ley de Patrimonio Cultural Vasco que está en vigor se aprobó en julio de 1990 y yo en enero de 1991 ya envié un escrito solicitando que se considerara un bien cultural calificado", recuerda el arqueólogo Álvaro Arrizabalaga, director de las excavaciones del yacimiento de Lezetxiki.
El arqueólogo Álvaro de Arrizabalaga en una de las campañas
de excavación en la cueva de Lezetxiki. Foto: Notcias de Gipuzkoa.
Desde entonces, hace más de veinte años, el Ayuntamiento de Arrasate, al que pertenece la cueva, la Diputación de Gipuzkoa y la Sociedad de Ciencias Aranzadi, de la que Arrizabalaga es socio desde hace tres décadas, ha tramitado distintas solicitudes (al menos ocho distintas) para que el Gobierno Vasco protegiera la cueva. Por primera vez, las tres entidades lo han hecho al unísono, para sumar fuerzas, pero la respuesta de las sucesivas administraciones siempre ha sido la misma: el silencio. "Nunca he conseguido una respuesta. Nunca he tenido en mis manos un escrito en el que se me explique que se me deniega la solicitud por ese motivo o por otro. No sé qué tipo de argumentación se puede dar para no considerar que Lezetxiki tiene ese valor patrimonial", señala Arrizabalaga. Si razonaran una negativa, Arrizabalaga "podría contraargumentar". La ley vasca de patrimonio así lo especifica: "En caso de que se deniegue, tendrá que exponerse los motivos por escrito".
Según indicaron fuentes del departamento de Cultura, la situación podría cambiar, dos décadas después, porque la dirección de Patrimonio del Gobierno Vasco estudia "la posibilidad de iniciar la tramitación del correspondiente expediente de protección".
Un técnico de Aranzadi abandona el yacimiento.
Lezetxiki constituye uno de los orgullos de Arrasate, que se ha movilizado -en su última iniciativa a través de las redes sociales- para reclamar su protección. Pero no se trata solo de amor por proximidad. La historiadora Arantza Otaduy, integrante de Arrasate Zientzia Elkartea, recuerda que el yacimiento guipuzcoano es uno de los centros prehistóricos más importantes del norte peninsular. Es especial porque en él se localizó, en las campañas de Aita Barandiaran entre los años 50 y 60, el primer resto humano en la CAV (un húmero de mujer). Es privilegiado porque reúne fósiles humanos de tres especies distintas (homo heidelbergensis, neandertal y homo sapiens). Es peculiar porque cobijó uno de los últimos monos que habitó en Europa antes de su extinción. Es sentimental, porque está ligada a las leyendas de Mondragón, recogidas también por Barandiaran, como las que relacionan una lamia con un joven de un caserío de Garagarza; leyendas que, más allá de su poder simbólico, explican cambios sociales como el proceso de cristianización de los vascos.
SIGNIFICADO "No entiendo los trámites burocráticos ni los motivos por los que el Gobierno Vasco no le da el valor que le damos otros", lamenta Otaduy. El concejal de Cultura de Arrasate, Kepa Urteaga, confirma que tanto el Ayuntamiento como la Diputación y Aranzadi "están unidos en la idea de salvaguardar este espacio para la posteridad". Pero, ¿qué entraña que el Gobierno Vasco dé luz verde a la protección?
Si Lezetxiki hubiera estado protegido desde el primer momento en que se solicitó, arqueólogos y amantes del yacimiento se habrían ahorrado los tres sustos que pudieron abocarlo a la desaparición; habría existido un régimen de ayudas oficiales para la compra y adquisición por parte del Ayuntamiento del terreno privado, y el Consistorio no habría tenido que comprarlo a precio de mercado al propietario con sus propios recursos; y habría sido un yacimiento prioritario en las ayudas de catalogación de los bienes, algo que no ha sucedido en 18 años de excavación. "Habría supuesto muchas cosas, muchas facilidades, comodidades, seguridades y tranquilidades", resume Arrizabalaga.
Por ejemplo, a nadie se le habría ocurrido en el primer proyecto del Tren de Alta Velocidad (TAV) destruir el yacimiento. "Las alegaciones para que no se destrozara las tuve que interponer yo como arqueólogo particular", recuerda. "Si se hubiese protegido, habría un punto rojo destelleando en el ordenador, y cuando lo hubieran visto, habrían dicho 'mejor nos metemos en otro valle'. Al final es verdad que se ha conseguido desviar, ha sido uno de los pocos puntos en los que se ha atendido las alegaciones, pero porque el 3 de agosto de 1997 un particular, a instancias del Ayuntamiento de Mondragón, interpuso un recurso. Ninguna institución lo hizo. Todo eso nos lo habríamos evitado si este lugar hubiera estado protegido. Queremos que lo esté de una santa vez y no tengamos que estar continuamente sometidos a estos sustos", reclama el arqueólogo de Aranzadi.
Desde el Gobierno Vasco se recuerda que, aunque ninguna de las solicitudes "dio como resultado el inicio de un expediente de protección de Lezetxiki", ello no ha "impedido en ningún momento una actitud vigilante del Departamento de Cultura, manifestada en el requerimiento de Patrimonio de variar el trazado de la línea del TAV para impedir que afectara a la cueva, como así se hizo finalmente". "Obviamente, el Departamento de Cultura informó favorablemente. ¡Solo faltaba!", apostilla Arrizabalaga. "Cuando presentamos alegaciones, no solo caía Lezetxiki, sino siete yacimientos arqueológicos y alguno más que ha sido descubierto con posteridad", sostiene.
SIN PINTURAS Además por el trazado del TAV, Lezetxiki ha estado a punto de desaparecer en otras dos ocasiones. A mediados de los 90, los furtivos se acercaban a la cueva con una azada, picaban y se llevaban unos huesos "en plan tesorillo". "Uno individualmente no hace estropicio, pero el conjunto suponía un grave problema", precisa Arrizabalaga.
El segundo sobresalto se produjo cuando el propietario del terreno, que incluía un pinar, taló los árboles , que cayeron en terreno arqueológico. Tan o más problemático fue retirarlos. Todo esto, insiste el director de la excavación, se habría evitado con un expediente de protección.
"Lo único que desenfoca un poco la importancia de Lezetxiki es que está al lado de un lugar de rango mundial, como es Atapuerca. Si no estuviera tan cerca, tendría un puesto de honor en la Prehistoria de la Península Ibérica", asegura. Además, todavía puede albergar más tesoros. "Tenemos una secuencia de nueve metros y aún no hemos dado con la base, seguimos excavando. Sigue saliendo material y nada transmite la sensación de que eso se vaya a acabar en breve. Casi con toda seguridad, no queda menos de un metro", pronostica Arrizabalaga.
Preguntado por si podría pesar en su contra, como se ha mencionado en alguna ocasión, la ausencia de pinturas rupestres, es tajante. "Se me ocurren dos decenas de cuevas que no tienen pinturas rupestres y son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; la más cercana, Atapuerca". "No es un argumento: los yacimientos arqueológicos, tengan o no pinturas, sean o no cuevas, tienen valor en sí mismos como contenedores, como el escenario en el que se ha desarrollado la vida de los grupos humanos prehistóricos. Si es un escenario importante, como es el caso de Lezetxiki, porque tenemos un registro casi continuado de presencia humana de más de 150.000 años y los restos fósiles más antiguos del Cantábrico, creo que no hacen falta muchas argumentaciones más", señala.
Lezetxiki tiene "plusmarcas" más que suficientes, pero, insiste Arrizabalaga, en este caso, "simplemente" habría que atender a que "existe un régimen de protección de yacimientos y bienes culturales que está en vigor desde hace 20 años y solo se pide que se cumpla la normativa. Aunque el yacimiento fuera mucho menos importante, merecería también un régimen de protección. Se está solicitando algo de derecho y no sé muy bien por qué motivo no se cumple", concluye.