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12 de noviembre de 2024

Recuperan una ara de origen romano en Caldas de Reis (Pontevedra)

Los agentes, en colaboración del servicio de arqueología de la Dirección General de Patrimonio Cultural, tuvieron conocimiento de este elemento y, una vez constatado su origen se acordó su traslado al Museo de Pontevedra.

Agentes de la Jefatura de la Policía Autonómica de Santiago de Compostela, en colaboración con el servicio de arqueología de la Dirección General de Patrimonio Cultural, hallaron una ara de origen romano en el término municipal de Caldas de Reis.

Tras realizar diferentes pesquisas se localizó el ara y se procedió a la identificación del propietario de la parcela donde se encontraba al que se le tomó declaración con el objetivo de determinar el origen de este elemento.

Los agentes procedieron a precintar la zona hasta que se dictó la resolución. Así, posteriormente, la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude acordó el traslado al Museo de Pontevedra. Después de esta resolución, los agentes de la Policía Autonómica procedieron a retirar el precinto y a supervisar el traslado al museo.

9 de noviembre de 2023

Inician nuevas catas arqueológicas en el castro de Cumeiro (Pontevedra)

Las prospecciones tienen el objetivo de descubrir nuevas estructuras adosadas a la muralla y un tramo mayor del cierre amurallado. Se busca la posibilidad de encontrar alguna casa o alguna habitación que pueda quedar al descubierto.


Una nueva campaña arqueológica arranca en el castro de Cumeiro, en Vila de Cruces (Pontevedra), con el objetivo de descubrir nuevas estructuras adosadas a la muralla y un tramo mayor del cierre amurallado. Se busca la posibilidad de encontrar alguna casa o alguna habitación que pueda quedar al descubierto. Desde el lunes y hasta el día 17, cinco arqueólogos de CADO Arqueoloxía llevan a cabo esta labor que se traducirá en dos nuevos sondeos y que supondrá un paso más en el trabajo llevado a cabo en el 2022.

En esa ocasión, la excavación sacó a la luz el muro de una vivienda y los hallazgos constaron que sus pobladores ocuparon el enclave hasta la época galaico romana y tenían contactos comerciales con el sur de la península como testimoniaron los restos de ánforas encontrados a los que se sumaron los de diferentes restos cerámicos y una pequeña cuenta de un collar. En esa campaña se realizaron dos sondeos, uno de los cuales detectó una zona de la muralla. Ahora se quiere dar un paso más y seguir profundizando en la cultura castreña y en la historia de este castro en particular.

La iniciativa, promovida por el Concello de Vila de Cruces, está financiada, al igual que la anterior a través del Grupo de Desenvolvemento Rural Pontevedra Norte. El Concello de Vila de Cruces se encargó de realizar la limpieza previa de la zona del castro y ya empezaron los trabajos, coordinados por Víctor García Piñeiro y llevados a cabo además por Vanesa Trevín, Pablo López Rubio, Goretti López Sanmartín y Marta Martínez Parada.

El grupo aún está a la espera de recibir los resultados de las analíticas realizadas el pasado año pero los indicios apuntan a que estuvo habitado en la época castreña e incluso en un período posterior. Mientras duren los trabajos, estos podrán ser visitados por cualquiera que quiera acercarse a la zona y conocer algo más sobre la excavación. El fácil acceso a la zona del castro, pegada a la carretera, y prácticamente en la aldea pesó también a la hora de elegirlo el Concello de cara a su posterior puesta en valor.

Vanesa Trevín explicaba ayer que en la campaña del 2022 se excavó hasta algo más de un metro de profundidad y se detectó el último nivel de uso y en esta nueva actuación se intentará llegar «un pouquiño máis abaixo». Ahora, de momento, explica, «detectamos o paramento interno da muralla que acabamos de detectar hoxe (por ayer) e seguimos sacando derrumbe, porque hai un derrumbe bastante grande, para ver que hai debaixo, a ver si nos atopamos algunha estrutura». La del año pasado fue la primera actuación realizada en el castro de Cumeiro y forma parte de un plan mayor que incluye algunas otros sondeos en castros de la zona. De momento, apunta Trevín, las condiciones meteorológicas están siendo mejores que en Doade.

1 de febrero de 2023

Localizan un castillo medieval bajo la vegetación de un monte en Galicia

La fortaleza podría datar de principios de la Alta Edad Media y su recinto fortificado es uno de los 20 más grandes del noroeste peninsular. La nuevas tecnologías han conseguido recrear la muralla de Castro Valente
Fotografía láser del yacimiento de Castro Valente. CEDIDA

Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) han localizado un castillo muy singular, posiblemente, de la época altomedieval, que permanece oculto bajo una densa vegetación.

Mario Fernández, uno de los arqueólogos encargados de la investigación, explica que han incorporado “las nuevas tecnologías que disponemos en arqueología como vuelos dron, combinadas con la metodología clásica de excavación y prospección arqueológica” para descubrir los secretos de la fortaleza, de unas 10 hectáreas, situada entre Padrón (A Coruña) y A Estrada (Pontevedra).

Los descubrimientos hallados hasta el momento todavía no permiten establecer una cronología precisa de este sistema defensivo, pero los investigadores piensan que podría encuadrarse en fechas cercanas al final del Imperio Romano y principios de la Alta Edad Media (V-VII).

Mario Fernández asegura que “este recinto fortificado se encuentra dentro de los 20 más grandes del noroeste peninsular y está muy bien conservado”. Su importancia radica en la defensa que ofrecía y añade que “los galaicos se defendían de los suevos en sitios fortificados y este puede ser uno de ellos”.

La estructura poco común de Castro Valente
Después de cuatro años de investigación, los expertos ya han localizado algunas de las peculiaridades de Castro Valente. “Estamos hablando de una superficie poco excavada pero los resultados preliminares son muy interesantes”, comenta Mario Fernández.

Se han hallado, contiguos a la muralla de unos 1,2 kilómetros de largo, y de la que todavía quedan restos, unos 30 cubos o torres que son poco comunes de encontrar en las fortificaciones del noroeste peninsular.

Según las primeras investigaciones, los fragmentos de ladrillo encontrados en estas torres podrían indicar que estos cubos estaban envueltos por techos similares a los de la muralla romana de Lugo, declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. Aunque es necesario recoger más muestras para establecer una conclusión.

Además, han logrado identificar diversas estructuras pétreas dentro de la muralla, pero aún no se conoce la funcionalidad que tenían en aquella época, así que todavía faltan muchos entresijos por descubrir de esta fortaleza.
Una fortaleza en peligro

El problema que tiene ahora Castro Valente es que se está viendo amenazado por una instalación de cuatro aerogeneradores, una subestación eléctrica y está en trámites el trazado de una línea de alta tensión en la ladera del monte.

Pero esto no es lo único, durante la construcción del recinto y en las últimas décadas, se ha reforestado la zona con especies como pinos y se han construido pistas cortafuegos que alteran y destruyen el castro. Además, otro factor a tener en cuenta es la erosión natural y la falta de cuidados del recinto por parte de las administraciones y de la comunidad local.
(Fuente: NiusDiario)

25 de enero de 2023

Concluye la reconstrucción de la puerta Norte del poblado de Santa Trega en A Guarda (Pontevedra)

La puerta Norte del castro de Sta. Trega destaca dentro de la arqueología castrexa por su excepcional conservación. Una larga escalera de piedra, flanqueada entre muros, asciende la ladera hasta la puerta que franquea el paso al interior del poblado.
La actuación se enmarca en el proyecto Trega 2000+5, liderado por el CSIC a través del Instituto de Historia, en colaboración con el Concello de A Guarda (Pontevedra).

La empresa Terra Arqueos ha concluido los trabajos arqueológicos realizados desde diciembre en la entrada Norte del poblado de Sta. Trega que han derivado en la reconstrucción de dicha zona.

“Son los primeros trabajos en los que se lleva a cabo la reconstrucción completa de la puerta de un poblado castrexo. Desde ahora el visitante dispone de una imagen muy aproximada de cómo era el acceso a los castros durante la Edad del Hierro”, explica Brais X. Currás, investigador del Instituto de Historia del CSIC.

La puerta fue excavada entre los años 1910 y 1920 por la Sociedad Pro Monte guardesa con el asesoramiento del arqueólogo Ignacio Calvo. Años más tarde, Cayetano de Mergelina registró planimétricamente aquellos trabajos.

“El dintel apareció caído in situ, al pie de la puerta. Ahí ha permanecido durante casi un siglo, esperando a su restitución al lugar original. Las jambas de la puerta, en cambio, están desaparecidas, pero la solera conserva las marcas donde iban asentadas. La reconstrucción, ahora, de la puerta Norte del poblado ha implicado una gran complejidad técnica. Los trabajos consistieron en la reconstrucción parcial de la muralla y la restitución del dintel. Para ello, se emplearon exclusivamente medios manuales, con la ayuda de cinchas de amarre y poleas, evitando utilizar maquinaria. Las jambas, que están perdidas, se sustituyeron por reproducciones y se colocaron en el lugar original”, dice Brais X. Currás.

Durante la Edad del Hierro y hasta la llegada de Roma, el paisaje estaba formado por una sucesión de aldeas fortificadas, opuestas y enfrentadas entre sí: los castros. Todos estos poblados estaban cercados por una muralla que simbolizaba ese enfrentamiento, representando la identidad de cada comunidad castrexa frente a las demás y garantizando además la seguridad del grupo. Por eso las murallas, los fosos y las estructuras de acceso, son los elementos más visibles de los castros y aquellos en los que se invirtió más trabajo y se puso más cuidado.

La puerta Norte del castro de Sta. Trega destaca dentro de la arqueología castrexa por su excepcional conservación. Una larga escalera de piedra, flanqueada entre muros, asciende la ladera hasta la puerta que franquea el paso al interior del poblado. Todo un complejo diseño arquitectónico pensado para que quien entrase tuviese que atravesar este pasadizo y no pudiese ver el interior del poblado. El sistema de acceso al castro tiene así un importante componente escénico y ejerce un control físico sobre las personas que acceden al poblado. La muralla y la puerta son un símbolo de poder. Son la principal expresión de la comunidad que habita el castro y el modo en que se presentan hacia el exterior, hacia los otros castros.

La importancia de los trabajos realizados en la puerta radica en que, por primera vez, el visitante dispone de una imagen muy aproximada de cómo era el acceso a los castros durante la Edad del Hierro.

La actuación fue llevada a cabo por la empresa Terra Arqueos bajo la dirección de Miguel Ángel López Marcos, restaurador con amplia experiencia en este tipo de actuaciones. Se enmarca en el proyecto Trega 2000+5, que se basa en la colaboración entre el grupo de investigación Estructura Social y Territorio – Arqueología del Paisaje (EST-AP) del Instituto de Historia del CSIC y el Concello de A Guarda, y tiene como objetivo desarrollar el potencial patrimonial, social, cultural y científico del castro del Trega a través de una actuación integral.

Este proyecto se desarrolla en torno a tres ejes: recuperar y consolidar los sectores del castro excavados entre 1910 y 1930; mantener de forma sostenida en el tiempo el conjunto de las estructuras excavadas y expuestas al público; e investigar y profundizar en conocimiento arqueológico del Trega con la finalidad de crear nuevos contenidos destinados a la divulgación y al incremento de la valorización del patrimonio.

Promovido por el Concello de A Guarda, ha contado con el respaldo financiero del Padroado do Monte Trega y la colaboración de las Comunidades de Montes da Guarda y Camposancos. Esta primera campaña dispone de una financiación de 23.691 € aportada exclusivamente por el Padroado.

“Esta actuación contribuirá a la valorización patrimonial del castro de Santa Trega como parte de una estrategia que apuesta por potenciar su valor como recurso cultural y turístico, y también por su relevancia científica en el estudio de las sociedades de los castros”, destacan desde el Concello de A Guarda.
(Fuente: CSIC)

13 de enero de 2023

El temporal deja al descubierto el pasado romano del castro de Panxón (Pontevedra)

Se ha enviado una solicitud a Patrimonio para poder estudiar las piezas halladas tras el desprendimiento de una ladera del castro
Las tormentas provocaron el derrumbe de parte de la ladera del castro de Panxón (Pontevedra) hacia la playa.


Múltiples estudios señalan en los últimos años que Panxón pudo haber sido en su momento una villa romana de referencia, un punto de comercio marítimo con Roma e incluso antes de eso, un asentamiento castrexo. Las pruebas que apuntan hacia estas teorías son varias, como el caso del famoso mosaico que a día de hoy se encuentra navegando hacia Galicia desde Nueva York.

El fuerte temporal de la pasada semana reveló nuevas pistas sobre el pasado de la localidad. Tal y como relata Juan González, el alcalde de Nigrán, las fuertes lluvias provocaron la caída de parte de la ladera del 'castro de Panxón' hacia la playa de A Madorra. Si bien la parte central de esta especie de península es una propiedad privada, el movimiento de tierras de un lateral se produjo en territorio público, por lo que los técnicos del Concello no dudaron en desplazarse hasta allí a estudiar los daños.

La sorpresa se dio cuando entre el barrizal formado por el temporal comenzaron a surgir diversas piezas, como trozos de cerámica (de origen romano según el primer estudio visual de los expertos), tejas romanas, abalorios o tres molinos romanos, de acuerdo con las explicaciones del regidor nigranés. Los arqueólogos podrán acceder a estos restos en cuanto se apruebe la petición a Patrimonio de la Xunta de Galicia, que como detalle González, ya ha sido enviada y cuya respuesta esperan recibir el lunes.

Una vez se dé luz verde a la solicitud, el equipo de arqueología contratado por el Concello de Nigrán podrá adentrarse de pleno en el yacimiento y tratar de recopilar y contextualizar los objetos que allí descansan. El objetivo final, según cuenta Juan González, es determinar la fecha de cada pieza y proceder, si resulta pertinente, a su musealización.

18 de noviembre de 2022

Dieciocho siglos de historia salen de la arena en O'Grove (Pontevedra)

Se registraron y documentaron 65 muros y 106 sepulturas y se sacaron a la luz numerosos restos de pescado, fragmentos de una pintura mural o estructuras de antiguas edificaciones. Los técnicos presentarán este sábado el resultado de los trabajos realizados por la Xunta y la Universidad de Vigo en las jornadas ‘Adro Vello. Pasado, presente e futuro' que se celebrarán en O Grove
La Consellería de Cultura financia con 50.000 euros este proyecto que arrancó en verano y con el que lidera los trabajos de recuperación en la zona

Los trabajos de puesta en valor de la zona arqueológica de Adro Vello muestran un yacimiento muy rico donde se visualizan 18 siglos de la historia de Galicia. Así se desprende de los primeros resultados de este proyecto impulsado por la Xunta de Galicia en colaboración con la Universidad de Vigo que el próximo sábado se expondrán en las jornadas Adro Vello. Pasado, presente e futuro.

En esta cita, en la que participan diferentes especialistas como profesores, arqueólogos, investigadores o antropólogos, se darán a conocer los trabajos hechos el pasado verano por una veintena de investigadores en uno de los yacimientos más singulares de la arqueología gallega de las últimas décadas.

Así, la cita comenzará a las 11,00 horas con la apertura de las jornadas y seguirá a las 11,15 horas con el relatorio El patrimonio arqueológico de O Grove más allá de Adro Vello. A continuación, el arqueólogo Adolfo Fernández Fernández, la conservadora-restauradora Marta Lago, la antropóloga Olalla Costas y el geólogo Jorge Sanjurjo hablarán del proyecto de Adro Vello, sus problemas de conservación, su necrópolis y de la metodología para la datación utilizada en los trabajos de campo.

A las 13,00 horas será el turno de la mesa redonda El futuro de Adro Vello en la que participarán Avelino Ochoa, de la Asociación Cívico-Cultural Barlovento; Roberto Pena, jefe so Servicio de Arqueología de la Xunta; Matilde González, consultora en gestión de recursos culturales, difusión e interpretación del patrimonio; Fernando Carrera, profesor de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, y Leonardo González, arqueólogo y gestor del patrimonio.

Varias líneas de actuación
El proyecto llevado a cabo en los últimos meses por la Consellería de Cultura tenía como objetivo intervenir sobre el yacimiento arqueológico de Adro Vello desde varias líneas de actuación: arqueología, antropología física, conservación-restauración, geocronología y difusión. Para eso, se comenzó con una limpieza en detalle de todo el espacio para poder registrar las estructuras que se encuentran a la vista mediante fotogrametría. Esta limpieza incluyó también la retirada de rellenos y otros elementos.

Esto permitió interpretar y datar las fases del yacimiento y registrar y diagnosticar el estado de conservación de 65 muros y 106 sepulturas. Además, el proyecto incluyó también la toma de muestras y el estudio de sedimentos y restos ofreciendo una lectura mucho más completa de la ocupación en Adro Vello. Así, los resultados, aún preliminares, muestran que es una zona arqueológica muy rica en la que se pueden visualizar 18 siglos de la historia de Galicia. Se pudo recuperar información sobre la antigua fábrica de sala de época romana, una importante muestra de pescado, fragmentos de pintura mural, muros de contención, datos sobre un gran complejo medieval eclesiástico o estructuras de una antigua iglesia, capillas y un campanario.

Declaración BIC
La Xunta de Galicia tiene en marcha el proceso para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la zona arqueológica de Adro Vello con la apertura del expediente, en trámites en este momento, lo que supone la aplicación provisional del régimen de tutela previsto en la Ley del Patrimonio Cultural de Galicia y, por lo tanto, la protección inmediata del yacimiento arqueológico del ayuntamiento de O Grove.

Concretamente, la declaración como BIC afecta a la zona ubicada en el borde de la playa del Sendero, en la parroquia de San Vicente del Mar, fundamentándose en su interés científico y cultural, así como en su importancia histórica y arqueológica, que lo configuran como uno de los bienes arqueológicos más singulares de la Comunidad Gallega.

3 de septiembre de 2018

Confirman las existencia de dos aldeas medievales en la falda del monte O Facho (Pontevedra)

Aparecen monedas y cerámica de la época. El proyecto, que también estudia la etnobotánica de Donón, ha documentado una 'sobreira' centenaria que podría pasar a formar parte del catálogo de Galicia de árboles singulares
El Concello de Cangas, con fondos propios y del Grupo de Desenvolvemento Rural lleva a cabo la puesta en valor de dos aldeas medievales situadas en las faldas del monte O Facho: Pouxeiros y Repouxeiros, que durante mucho tiempo habían permanecido en el anonimato, quizás ensombrecidas por la luz de los resultados de las excavaciones del yacimiento arqueológico que se realizan en la parte alta del monte, donde se halló el poblado castrexo. Al mismo tiempo, el equipo de Árbore Arqueoloxía que dirige Benito Villar, recupera también los petroglifos que hay en el entorno; hasta la fecha se actuaron en ocho. El Concello denomina a este proyecto Bero-Breo.

El equipo arqueológico que trabaja en este proyecto está realizando también labores de recogida de carácter etnobotánico para saber cómo las gentes de Donón aprovechaban los recursos. El arqueólogo Benito Villar señala que "dentro destas labores identificouse unha sobreira probablemente centenaria que, de confirmarse, pasará a formar parte do catálogo de Galicia de árbores senlleiras debido a su excepcionalidade". También aparecieron ya monedas y cerámica que confirman la existencia de estas aldeas medievales de, aproximadamente,el siglo XVI.


EL NOMBRE DEL RÍO
También comenta Benito Villar que las casas de aldea de Pouxeiros (el proyecto describe ocho) trataron más tarde de ser utilizadas por los vecinos de Donón como "cortes" para el ganado. El arqueólogo está convencido de que este trabajo va a aportar mucha información sobre cómo vivían antes la gente de Donón. Señala que éste y el otro poblado medieval fueron abandonados en su día como consecuencia de la sequía del río que da nombre a aldea, trasladándonse sus habitantes a zonas menos escarpadas.

Estos trabajos comenzaron la semana pasada y tras las primeras tareas de desbroce ya se pueden apreciar las viviendas de la aldea.

Está previsto que el próximo viernes tenga lugar una visita guiada a partir de la 18.00 horas, que comenzará en el inicio del camino empedrado de subida al monte O Facho, con el fin de dar a conocer los primeros resultados.

El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos (ACE) está muy interesado en esta excavación que financia el Concello de Cangas, además tiene constancia ya de los primeros resultados de este trabajo, que no duda en señalar que servirán para abundar en la importancia de esta zona de Donón, destinada a convertirse en centro de referencia de la arqueología de la provincia de Pontevedra y gallega.

No hay que olvidar que desde hace 4 meses se trabaja en el proyecto que financia de Diputación de Pontevedra en colaboración con el Ministerio de Fomento. Los trabajos son de limpieza, de retirada de maleza y excavación del yacimiento. Es decir, primero se limpió la zona y ahora las tareas se centran en las excavaciones.

Esta intervención comprende 1.300 metros cuadrados, en la cima del yacimiento en la zona actualmente visible del mismo, donde se recuperarán las estructuras y se finalizará de excavar aquellas que no se finalizaron en campañas anteriores. El presupuesto de esta actuación asciende a 257.462,80 euros. La última intervención propiamente arqueológica se remonta al años 2014.

11 de octubre de 2017

Los arqueólogos comienzan a trabajar en las cistas funerarias de Punta Riasón (Pontevedra)

Las estructuras próximas a la Isla de Arousa fueron localizadas en el año 2005 y se encuentran en peligro de ser devoradas por la marea. El proyecto que impulsa la Xunta contempla la excavación integral de los tres enterramientos calcolíticos que se conocen.
Momento de la medición de una de las cistas funerarias de Riasón. FOTO: NOÉ PARGA
El yacimiento del islote Areoso es el más conocido, pero no el único que se encuentra amenazado en A Illa. Hay más, y entre ellos destaca un pequeño conjunto de cistas, descubiertas por un aficionado a la arqueología local en el año 2005, en la zona de Riasón, a menos de un kilómetro de distancia del puente que une el municipio con el continente.

La constancia de que existía este yacimiento ha llevado a la Consellería de Cultura, a través de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, a sacar a concurso los trabajos arqueológicos que puedan recoger datos sobre estos restos, supuestamente, funerarios. La adjudicación fue a la empresa Gabinete de Arqueoloxía e Xestión do Patrimonio, por un importe de 15.028 euros, y la actuación comenzó a ejecutarse el pasado lunes.

EXCAVACIÓN INTEGRAL
El proyecto impulsado desde la Xunta comprende la excavación arqueológica integral de tres enterramientos que se conocen, la realización de sondeos en el espacio intermareal, para evaluar la posible presencia de materiales y otras estructuras arqueológicas. Además, se va a realizar una prospección superficial intensiva, con limpieza y documentación de perfiles y recogida de material arqueológico en superficie en la línea de costa contigua al yacimiento, en una extensión de 600 metros lineales. A mayores, se harán trabajos de divulgación en la comunidad local.

Toda esta actividad, que tendrá una duración de 10 días, tiene por objetivo recuperar toda la información arqueológica posible de las tres cistas que se conocen en el yacimiento y de las que ya habrían desaparecido.

DOCUMENTADAS EN 2005
Las cistas funerarias de Punta Riasón se sitúan en la línea de costa, en plena zona intermareal y se documentó, por primera vez, en el año 2005. Por lo que se sabe hasta el momento, consiste en una necrópolis de cistas, cajas funerarias formadas con piedras, de cronología indeterminada, probablemente del Calcolítico o de la Edad del Bronce (hace aproximadamente unos 4.500 años). Se conocen únicamente tres de estos elementos, que la acción de lavado del mar, en la línea costera, dejó a la vista. Todas ellas se sitúan en su integridad en el dominio público marítimo-terrestre, en zona inundable con mareas vivas.

La situación de las cistas provoca que el mar las cubra por completo durante la marea alta. La acción de lavado, aunque lenta, es muy evidente en dos de ellas, que en la actualidad están mucho más expuestas que cuando se localizaron, en el año 2005. Las losas de piedra que las forman son visibles en unos veinte centímetros más, lo que supone que el mar hizo desaparecer toda esa cantidad de terreno, que antes, las cubría. También es más visible la tercera cista en planta, después de que el mar erosionase el desnivel de la línea de costa bajo el que se encontraba. Esta se encuentra parcialmente sepultada. Si la evolución de la erosión continúa, el mar, de forma lenta, irá retirando la tierra en la que están introducidas las losas que forman las cistas, hasta derribarlas. Este fenómeno provocará también la desaparición de los eventuales restos de los enterramientos que puedan encontrarse, todavía, en su interior.

14 de marzo de 2017

Documentan en Lugo una mámoa monumental de 30 metros de diámetro

El enterramiento megalítico se ha localizado a partir de fotos aéreas y está compuesto por un dolmen completo formado por seis grandes piedras hincadas en el suelo que sostienen en equilibrio una enorme losa horizontal que cubre el monumento funerario
Dos miembros de Mariña Patrimonio, junto a las piedras de la mámoa que están a la luz. FOTO: MARIÑA PATRIMONIO.
Lo definen como "monumental", y lo cierto es que entre los enterramientos megalíticos que se conocen en toda A Mariña lucense es el más grande. El conjunto mide 30 metros de diámetro y alcanza una altura bajo la tierra de aproximadamente 2,5 metros. Esta mámoa con dolmen completo, compuesto por seis chantos o grandes piedras hincadas en el suelo que sostienen en equilibrio una enorme losa horizontal que cubre el monumento funerario, se encuentra en un extenso terreno elevado y llano del ayuntamiento de Xove, casi al límite con el municipio de Viveiro.

Está cercada por plantaciones de eucaliptos que, por fortuna, respetaron la loma circular que forma la mámoa a pesar de que no se conocía su existencia. El colectivo de defensa cultural que la localizó, Mariña Patrimonio, se la topó repasando fotos aéreas de la zona en busca de huellas sobre el terreno que revelasen la existencia de yacimientos arqueológicos. "Era un bulto enorme en medio de una llanura", explica Manuel Miranda, portavoz del grupo, "tan grande que dudábamos que fuese una mámoa". Con esta táctica de las imágenes a vista de pájaro y la de estudiar a fondo la microtoponimia (que también revela grandes secretos), la asociación tiene ya en su haber decenas de hallazgos en la comarca, entre castros, petroglifos, minas romanas, mámoas y otros yacimientos.

Después de una visita al lugar, ya convencidos de que aquello tan grande que habían descubierto en el lugar de Guilán, parroquia de A Rigueira (Xove), era una mámoa, el equipo avisó a algunos expertos que también acudieron a comprobar si la sospecha era cierta. Ya con su confirmación, el colectivo ha informado a la Dirección Xeral de Patrimonio y ha solicitado su inclusión en el Catálogo de Xacementos Arqueolóxicos.

EXCELENTE CONSERVACIÓN
El estado de conservación del conjunto es excelente, a pesar de que presenta un cono de violación, un agujero excavado que revela que en algún momento de la historia alguien se abrió paso para acceder al interior del dolmen y expoliarlo, o simplemente llevarse piedras para otro fin. El cono de Guilán permite ver el dolmen y calcular aproximadamente su altura. Además de ser la más extensa, "la mámoa de Guilán", dice MariñaPatrimonio, "es una de las más espectaculares e importantes" del norte de Lugo, aunque no alcanza el tamaño de otras de la provincia como la de Friol, de 50 metros de diámetro.

El colectivo ha invitado al arqueólogo Ignacio Vilaseco el próximo sábado para dar una conferencia en el aula de formación del Ayuntamiento de Xove. Hablará sobre esta y otras mámoas después de una visita a Guilán y al círculo de Lavandeira. Aunque en otros ayuntamientos limítrofes no se conocen ejemplos de estos enterramientos líticos, el Plan Xeral de Ordenación Municipal de Xove tiene en cuenta una veintena, y se sabe de la existencia de un par de mámoas más, sin contar la que Guilán, también sin catalogar.

(Fuente: El País / Silvia R.)

10 de enero de 2017

Hallan los restos de siete bebés de entre los siglos I y III d.C. en el castro de A Lanzada (Pontevedra)

Los sondeos también permitieron localizar un tanque de una salina de origen romano y una fíbula de bronce en forma de omega entre otras 15.000 piezas.
Uno de los siete restos de bebés hallados en el castro de A Lanzada.
La Diputación de Pontevedra tiene ya entre sus manos las conclusiones definitivas sobre la datación de los restos humanos hallados durante las excavaciones en este yacimiento el pasado verano entre ellos los cuerpos de una mujer, Cornelia y otros dos adultos, y en otra zona del castro de trece bebés que los análisis acaban de confirmar que son mucho más antiguos que los restos de las personas de mayor edad.

El laboratorio especializado de Florida ha datado los restos de Cornelia entre los años 435 y 610, es decir, entre los siglos V y VII, al igual que otro de los adultos mientras que el tercero sería un poco más antiguo, entre los años 450 y 550, es decir, siglo V.

Los cadáveres de los bebés fueron enterrados, no obstante, mucho antes. El más antiguo está datado entre los años 25 y 130, mientras que otros se corresponden a fechas de entre el año 40 y 85 y otros entre los años 60 y 215. Es decir, entre los siglos I y III.

ENTERRAMIENTOS REUTILIZADOS
La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, explicó que los datos vienen a confirmar que los restos pertenecen a dos zonas de enterramiento distinta y que el enclave estaba ya habitado en el siglo I de tal forma que el espacio con los enterramientos más modernos fueron reutilizadas con estos usos tiempo después.

Por otra parte, un sondeo en un punto cercano a la carretera entre Pontevedra y Sanxenxo permitió localizar el tanque de cristalización de una salina que se encuentra "en perfecto estado de conservación", según señaló Silva, y que "todo hace indicar que es de origen romano".

OTROS HALLAZGOS DE INTERÉS
En los últimos días de excavaciones han aparecido otros elementos de gran interés como una fíbula en forma de omega de bronce típica de entre los siglos menos uno y uno antes de Cristo que también servirá para consolidar las tesis sobre la antigüedad del asentamiento. Silva recordó que durante las excavaciones, que finalizarán el 31 de este mes, se han encontrado un total de 15.000 piezas entre las que destacan cerámicas, monedas de distintas épocas, puñales y fíbulas.

La presidenta de la Diputación destacó que la última semana se dedicará a la consolidación de las estructuras localizadas y sacadas a la luz y en febrero se dispondrá ya de un informe preliminar de los arqueólogos con las primeras conclusiones sobre los hallazgos.

Ahora están pendientes de la firma del convenio con el Ministerio de Fomento para que se proceda a la consolidación de este y otros castros que se incluyen en el convenio con el Ministerio para su consolidación en el caso de los que fueron excavados, así como su limpieza en otros yacimientos de la provincia. Además, el Ministerio deberá ocuparse de su musealización. Silva espera que el acuerdo con Fomento se pueda firmar cuanto antes para consolidar lo más pronto posible los restos encontrados en los castros excavados. De hecho, en el de A Lanzada será la propia Diputación quien asuma este cometido ante la parálisis que se vivió en Fomento debido a que el Gobierno estaba en funciones.

7 de octubre de 2016

Las excavaciones del castro de Montealegre sacan a la luz una escultura antropomorfa del siglo I a.C.

Mide unos 60 centímetros de altura, es de granito y no conserva la cabeza. Representa un humano sedente con los brazos pegados al cuerpo y su gran valor reside en que fue encontrada en el propio contexto arqueológico. Desde primavera ya se han recuperado más de 20.000 piezas, la mayoría de cerámica y metal
Un equipo de quince personas trabaja en el castro hasta noviembre. FOTO: G. NÚÑEZ
El castro de Montealegre de Domaio (Pontevedra), cuenta ya con una pieza que protagonizará sin duda los escritos y estudios que se hagan en el futuro sobre este asentamiento. Se trata de una escultura antropomorfa de unos 60 centímetros de altura que el equipo de 15 personas dirigido por el arqueólogo Miguel Vidal encontró hace unas dos semanas. La figura es de granito y no conserva la cabeza. Representa un humano sedente con los brazos pegados al cuerpo. El gran valor de la pieza reside, entre otros aspectos, en que fue encontrada en el propio contexto arqueológico, pues muchas esculturas de este tipo aparecen muy desplazadas y extraer información sobre su origen es muy complicado. 

En este caso, los estratos inferiores del castro sobre los que trabajan los expertos, están datados en el llamado "cambio de era", con una supuesta ocupación continuada entre el siglo I a.C. y el siglo I d.C. La pieza se encuentra ya en fase de estudio y el arqueólogo reconoce que el trabajo por delante es intenso, y es que todavía se desconoce si es un hombre o una mujer o si tenía un significado simbólico o meramente práctico. Lo que parece claro es que no se trata de la representación de un guerrero, cuya función simbólica en los accesos a distintos castros se descubrió en diferentes yacimientos de Galicia y el norte de Portugal.

INTERVENCIÓN HASTA NOVIEMBRE
Las excavaciones se están realizando sobre una superficie de 700 metros cuadrados en la cara oeste del monte y sobre unos 400 metros cuadrados en el este. Esta segunda zona todavía se encuentra en una fase inicial de los trabajos y su excavación se intensificar hasta noviembre, cuando está previsto que concluya la intervención sobre el terreno.


Hasta ahora se han extraído y clasificado más de 20.000 piezas. Con la colaboración de expertos de la Universidad de La Coruña comenzó ya el trabajo para reconstruir el modo de vida del castro de Montealegre a partir de los elementos con valor histórico recuperados. Una vez que acaben las excavaciones el arqueólogo tiene 6 meses más de trabajo, entre el que destaca la reconstrucción digital en 3D de las piezas.

Además de la escultura antropomorfa, han aparecido elementos muy interesantes desde el punto de vista histórico.

OTROS HALLAZGOS
El más llamativo es el vial de entrada al castro con enlosado. Se conservan en perfecto estado más de 10 metros de esa vía. Miguel Vidal explica que no se conservan muchos en Galicia, pues las excavaciones parciales de castros suelen centrase en las cimas de los montes, en donde se dan los asentamientos más antiguos, mientras que la entrada está en la parte baja.

En este caso no está previsto que se excave la cima, pues quedará sobre el túnel y no estará afectada por las obras. Se identifican claramente en la vista los restos de hogares castrexos y el arqueólogo habla de que en su máximo apogeo el castro de Montealegre alcanzó las 3 hectáreas de superficie y se calcula que residieron en él unas 300 personas.

CERÁMICA
Las piezas de cerámica son las que más encuentran. Sobre todo restos de ánforas y de recipientes y utensilios de cocina. Las ánforas denotan un posible comercio con productos que llegaban de la zona de Gibraltar. "Era común que trajeran al noroeste peninsular vino, aceite y productos de salazón como pescado o la salsa Garum (muy común en la antigua Roma)", explica el experto. Es posible que se intercambiaran por otros productos como estaño, que era muy abundante en todo el área de población castrexa.

Las más de 20.000 piezas encontradas hasta la fecha no son solo elementos cerámicos o piedra, sino que también han aparecido distintos objetos fabricados en metal como dos anzuelos de bronce, fíbulas de distintas formas para sujetar las capas y agujas para los recogidos del pelo confeccionadas en bronce y con una detallada ornamentación.

HOGARES 
En la zona oeste del yacimiento excavado, el personal trabaja en una ladera con estructuras de habitación que se levantan en unos 30 metros de pendiente, con una inclinación del 55%, dificultando mucho las tareas. Hasta cinco estructuras construidas se encontraron, con buena parte de los muros perfectamente conservados bajo tierra y que ahora se reproducirán digitalmente mediante fotografías y técnicas en tres dimensiones para su posterior estudio, pues esta área periférica del castro desaparecerá con la construcción de la futura autovía.

Cerca de la vía de acceso los expertos entienden que las primeras estructuras acogían dentro de sus muros zonas de taller y de almacenamiento. En la parte más alta es claramente identificable un hogar con un pequeño vestíbulo en el que se conservan restos de una zona de combustión con varias piedras, que se pudo haber utilizado para cocinar o para otras tareas.

La intervención en la zona este ya desveló los restos de al menos una estructura de piedra, así como un enorme conchero colectivo, en donde los restos de moluscos denotaban la tremenda importancia de éstos en la dieta de la época.

Las conchas de moluscos permitieron conservar también restos orgánicos de las especies de animales que comían, entre las que destaca un asta de ciervo con 2.000 años de antigüedad. Apareció también una moneda con la efigie del emperador romano Tiberio (14-37 A.C.).

17 de agosto de 2016

Recuperan más de 10.000 piezas del castro de Montealegre (Pontevedra)

Trasladarán al museo los restos afectados por las obras de la futura autovía.  Desde el 1 de mayo trabajan en el yacimiento quince profesionales entre arqueólogos y auxiliares que se encargan de rescatar los antiguos sillares del poblado y todos los restos que aparecen en el lugar.
Entre los restos cerámicos encontrados hay ánforas de treinta litros de capacidad. FOTO: JOSEBA CUÑA.
El polvo se levanta al pisar el suelo en la escarpada pendiente que rodea al túnel de Montealegre. Junto a las obras para transformarlo en autovía el actual corredor de O Morrazo, varios hombres y mujeres trabajan en la excavación arqueológica del castro que los conductores no pueden ver.

El arqueólogo Miguel Vidal dirige un grupo de 15 profesionales entre arqueólogos y auxiliares que se encargan de rescatar los antiguos sillares del poblado y todos los restos que aparecen en el lugar. Hasta ahora han recuperado diez mil piezas y el número va en aumento. Esta tarea le ha sido encomendada por la Consellería de Infraestructuras, responsable del proyecto de autovía. A juicio de Vidal, a la hora de realizar obras públicas «hay que buscar un equilibrio entre la modernidad y la preservación del pasado. Antes de la ley del año 1985 se arrasaba con todo. Ahora, afortunadamente, no es así»

Las excavaciones arqueológicas comenzaron el pasado 1 de mayo. Son una condición ineludible antes de comenzar la apertura de las dos nuevas bocas que tendrá el tubo paralelo al actual. El desdoblamiento del túnel de Montealegre forma parte de la conversión del corredor en autovía.

SEISCIENTOS METROS CUADRADOS
Los trabajos en las ruinas enterradas bajo el humus se están realizando en un área de 600 metros cuadrados. Al otro lado del túnel, la superficie que tienen que excavar será menor, solo 200 metros. En estos perímetros todos los restos arqueológicos van a ser investigados y catalogados.

En cada una de las dos excavaciones se perforará una nueva boca para el túnel de la futura autovía. No existe una opción que permita soslayar por completo el yacimiento, que todavía permanece enterrado en su mayor parte en las faldas del monte, donde un bosque de eucaliptos, alcornoques y otras especies arbóreas han ocultado los vestigios de un poblado que existió en Domaio hace al menos 2.300 años.

El trabajo de arqueología en el yacimiento de Montealegre posiblemente se prolongue hasta final de año. Los trabajos son muy delicados y están condicionados por el tiempo. Si la climatología otoñal complica la actividad, se contratarán más personas para que se cumplan los plazos.


DESCUBIERTOS EN 1927
Los restos de Montealegre fueron descubiertos por Losada Diéguez en 1927 ya que se encontraban en terrenos propiedad de la familia de su mujer. En el año 2004, con motivo del proyecto del corredor, afloraron nuevos restos. Miguel Vidal estima que «el castro puede tener una superficie de tres hectáreas pero solo están excavados 1.500 metros».

Los investigadores han hallado restos de cerámica de diferentes tipos. Entre ellos sobresalen ánforas de 30 litros de capacidad. El director de la excavación señala que «son similares a las que usaban los romanos en sitios como Alemania y era el sistema habitual para transportar el aceite, el vino o las salazones. Podemos acreditar que en el poblado de Montealegre había un comercio con otros pueblos. La gente indígena de aquí tenía muchos contactos».

BASURERO DE CONCHAS
Una de las cosas más curiosas que ha aparecido ha sido «un basurero de conchas». Enterrada había una montaña de conchas de moluscos y bivalvos de hace más de dos mil años. «Debían consumir el marisco y luego tiraban las conchas en un vertedero del poblado», cuenta el arqueólogo. Entre las piezas más notables que se han encontrado se encuentran las ánforas Haltern 70, que están fechadas en el año 50 antes de Cristo. Ha aparecido también una fíbula en forma de omega, elaborada en bronce y una acus irinalis, una aguja que se empleaba habitualmente para sujetarse el pelo en el siglo I antes de Cristo (a.c.).

  • «Hemos encontrado restos de los siglos IV y III a.c.», cuenta Miguel Vidal, que ha dirigido más de medio centenar de excavaciones arqueológicas.
Con este ribeirense trabajan codo con codo la arqueóloga ferrolana Fiodora López y la arousana Alba González. Con sumo cuidado, los especialistas limpian y catalogan las miles de piezas halladas en este poblado prerromano. Cuando concluya el trabajo de campo y la investigación, las trasladarán al Museo de Pontevedra para dejar expedita la zona para la tuneladora.

27 de junio de 2016

Los trabajos arqueológicos en el castro detectan nuevas cabañas y restos de cerámica, en A Guarda (Pontevedra)

La intervención en el castro de Montealegre se está realizando en un área marginal del yacimiento, ya que la parte más importante no está afectada por los trabajos de ampliación del corredor. En 2004, con motivo de la construcción del corredor y de los dos túneles existentes, se documentaron al menos 8 cabañas.
Los trabajos de conservación pretenden salvar el yacimiento del desdoblamiento de una carretera.
Un equipo de 18 personas, dirigidas por el arqueólogo Miguel Ángel Vidal Lojo, trabaja desde el pasado 12 de mayo en la excavación del castro de Montealagre, en A Guarda (Pontevedra), para su protección, con motivo de las obras de ampliación del Corredor do Morrazo, en cuya construcción hace más de diez años, ya se salvó este yacimiento con un túnel que ahora se va a desdoblar por el margen que da al mar.

Lojo señala que los trabajos consisten en la excavación de toda la superficie que ocuparán las futuras boquillas del nuevo túnel proyectado y se estima que se prolonguen a lo largo de tres meses y medio "aunque todo dependerá de los restos arqueológicos que vayan apareciendo", señala el arqueólogo.

Aunque es prematuro para aventurar resultados, ya que el trabajo se encuentra en una fase incipiente, "todo parece indicar que se localizará alguna cabaña y material arqueológico asociado a estos espacios de habitación, como restos de cerámica fundamentalmente y piezas de otro tipo: objetos de piedra, metálicos..., de hecho algunos de estos materiales ya se están detectando". Ya cuando se realizó la otra excavación en 2004, con motivo de la construcción del corredor y de los dos túneles existentes, se documentaron al menos 8 cabañas , lo que abre muchas posibilidades para una futurible excavación y recuperación: "Además se localiza en un enclave fantástico desde un punto de vista paisajístico con unas vistas imbatibles a la ría de Vigo".

CASTRO "DE MUCHA ENTIDAD"
Reconoce que se trata de un castro de "mucha entidad" y que la intervención se está realizando en un área marginal del yacimiento, ya que la parte más importante no está afectada por los trabajos de ampliación del corredor.

El arqueólogo considera que la solución del túnel sí reduce la afección sobre el castro y salvaguarda lo más significativo del yacimiento " a su vez, la zona afectada objeto de intervención y estudio, se convierte en una oportunidad para conocer más sobre este yacimiento".-

Lojo ha dirigido multitud de proyectos de excavación, sondeos y seguimientos en obra civil, fundamentalmente en grandes obras de carreteras o de ferrocarril, además de otro tipo de responsabilidades como arqueólogo de la oficina de rehabilitación del casco histórico de Muros, compromisos que compagina con la investigación en forma de diferentes publicaciones, colaboraciones en libros y artículos.

(Fuente: Faro de Vigo)

30 de mayo de 2016

Documentan la mayor colección de ánforas romanas de Galicia en A Guarda (Pontevedra)

Las primeras ánforas descubiertas proceden del Norte de África y el sur de la Península Ibérica y llegaron al castro de Santa Tecla en el siglo IV antes de Cristo, «cargadas de salazones y vino». Además también se han documentado metales. Hay elementos de plomo, hierro y bronce, desde monedas romanas de la Dinastía Julio-Claudia a fivelas de bronce o clavos de hierro.
Hasta quince tipos diferentes de cerámica se han documentado en el castro. 
La última excavación del monte de Santa Tecla (Trega en gallego) ha desenterrado la mayor colección de ánforas romanas de Galicia. «Hemos localizado hasta 15 tipos pero hay 13 distintas de un período de solo 200 años, entre finales del II antes de Cristo y el I después de Cristo», confirmó Rafael Rodríguez, arqueólogo al frente de la primera excavación realizada en el barrio de Mergelina en el último siglo y la más prolífica. Esta variedad de ánforas es una de las muchas sorpresas con las que se ha topado su equipo, que ahora asume la tarea de documentar y evaluar las más de 40.000 piezas encontradas, algunas de ellas procedentes de Cartago, el norte de África y el Sur de la Península Ibérica.

Esta insólita variedad de vajillas es trascendente porque aporta mucha información sobre las fases de ocupación, las costumbres y la forma de vida que hubo en el Santa Trega. De partida, indican, «que no es un castro tradicional si no uno muy desarrollado. Una ciudad con el estilo y tipo de vida que en Sevilla».

«Estas ánforas nos permiten determinar, de antemano, que el grado de romanización aquí en el siglo II antes de Cristo era muy elevado. Galicia y el Santa Trega no eran un lugar apartado del mundo sino que el nivel de vida era similar al de la época en Hispalis, la actual Sevilla», indica de forma pedagógica el experto. Entre estas vasijas romanas hay algunas excepcionales. «Hemos encontrado una que traía aceite de la Bética y las mejor conservadas son las "Haltern 70", ánforas de vino procedentes de la desembocadura del Guadalquivir», destaca Rafael Rodríguez.

SALAZONES Y VINO
«Las ánforas hablan», indica. Las del Santa Trega han informado a los arqueólogos de que en su castro hay una romanización absoluta desde finales del siglo II antes de Cristo. «Se evidencia una clara fractura con la vida tradicional. Desde ese momento se generaliza el uso del vino, se traen salazones y, en vez de iluminar con grasa y telas, se utiliza ya el aceite», resume Rodríguez.

Las primeras ánforas descubiertas proceden del Norte de África y el sur de la Península Ibérica y llegaron al Trega en el siglo IV antes de Cristo, «cargadas de salazones y vino». Las romanas llegan de sitios diferentes desde finales del II antes de Cristo: desde Italia, el Norte de África y, especialmente, de los actuales Túnez y Marruecos, Andalucía y Portugal.

Se ha desenterrado una «abrumadora cultura material y las ánforas son el elemento más representativo». Estos hallazgos, apunta el arqueólogo, «sitúan a un gran poblado del Noroeste hispánico dentro de los circuitos comerciales internacionales del momento. Se refuerza la idea de que nuestra actual Galicia no era una región aislada y marginal; al contrario, era una región en contacto con el mundo Mediterráneo, aquí llegaban comerciantes procedentes del Sur de la Península Ibérica para intercambiar sus productos, seguramente por metáis muy codiciados».

Además de las ánforas se han documentado metales. Hay elementos de plomo, hierro y bronce, desde monedas romanas de la Dinastía Julio-Claudia a fivelas de bronce o clavos de hierro. «Lo que está claro es que en el barrio Mergelina la ocupación del Trega es más antigua del que se pensaba, pudiendo establecer tres momentos diferentes de ocupación», desvela el arqueólogo.

Rafael Rodríguez estructura el abanico de 500 años de ocupación desde el siglo IV antes de Cristo. Ese momento, dice, «está definido por estructuras en material perecedero que dejan improntas o negativos en el terreno y que se acompañan de materiales procedentes del mundo púnico, cerámicas y bronces castreños». Del II antes de Cristo son las estructuras en piedra; cabañas circulares y materiales de la época. La última ocupación va del II antes de Cristo al I después de Cristo. «Es el momento de la reurbanización espacial, se trazan calles y se definen las agrupaciones familiares. La vida en el poblado es intensa, existen claras divergencias sociales y los habitantes del Trega están en contacto con el mundo cambiante que llega de Roma», concluye.

8 de enero de 2016

Las nuevas excavaciones multiplicarán por cuatro la superficie del Castro Alobre, en Vilagarcía (Pontevedra)

La excavación que comenzará en febrero sentará las bases de la musealización del yacimiento y cuadriplicará la superficie que las seis campañas anteriores examinaron. El Castro Alobre estuvo habitado 800 años, desde el siglo V aC y el III de nuestra era.
Recreación de los que pudo ser el castro Alobre en Vilagarcía de Arousa. INFOGRAFÍA: LA VOZ DE GALICIA.
Si todo va bien, la séptima campaña arqueológica de Alobre comenzará el 1 de febrero. Catorce años después de su primera excavación sistemática, deberían sentarse de una vez las bases para la musealización de un yacimiento que, según los especialistas, constituía un castro litoral potente cuya habitación duró probablemente ochocientos años, entre el siglo V antes de Cristo y el siglo III de nuestra era. Para empezar, la superficie de trabajo multiplicará por cuatro los 91 metros cuadrados que están documentados. Una diferencia sustancial que correrá a cargo de la Diputación de Pontevedra y de un equipo formado por doce personas con tres arqueólogos al frente. La siguiente fase, la potenciación de Alobre como museo al aire libre, es cosa del Ministerio de Fomento y el convenio puesto en marcha para la valorización de los asentamientos galaico-romanos en la provincia.

Las primeras noticias sobre la importancia que lo que duerme bajo O Montiño datan de 1914. No es fácil hacerse una idea de lo que Alobre pudo ser en la época de su máximo esplendor, fundamentalmente porque la construcción del Puerto fue desvirtuando su espacio original a lo largo del siglo pasado. Hace cien años se descubrieron restos de mosaicos y sepulturas romanas que los trabajos portuarios se habrían llevado por delante. De lo que hoy puede observarse, tras las sucesivas campañas ejecutadas, se deduce una mezcla de estructuras puramente castrexas con construcciones del período romano.

UNA HIPÓTESIS DE TRABAJO
La hipótesis de trabajo con la que parten los arqueólogos es la de un castro habitado durante un período prolongado, cuya trayectoria se inicia en el siglo V a. C. con cabañas circulares y se prolonga hasta un momento indeterminado de la época romana. «Lo que vamos a hacer es, entre otras cuestiones, estudiar cómo se produjo esa transición, cómo se transforman las formas ocupacionales y si el proceso fue un fenómeno brusco o paulatino», explica Rafael Rodríguez, miembro del equipo que llevará a cabo las excavaciones.


La zona de actuación partirá de los escasos restos que hoy permanecen a la vista, correspondientes a dos fondos de cabañas castrexas y una estructura rectilínea romana que se ha identificado con una fábrica de tejas. Desde allí avanzará hacia la plataforma que linda con el cierre del colegio Sagrada Familia. El área cuyos eucaliptos fueron talados.

DEL MEDITERRÁNEO AL ATLÁNTICO
De momento, dos hallazgos confieren resonancia al lugar desde el que creció la Vilagarcía medieval, la cuna de la ciudad actual. Se trata de un ara romana, dedicada a Neptuno, y de una fíbula, una pieza con la que se prendían las túnicas, de Navicella. Su fabricación, datada en el siglo V antes de Cristo, es el punto de referencia para establecer el origen del yacimiento en el tiempo. Pero, sobre todo, habla de la existencia de relaciones comerciales entre las Rías Baixas y la cultura atlántica castrexa, y el corazón del Mediterráneo en la Antigüedad. «Su presencia dice que el Noroeste y las rías no eran territorios aislados, sino un lugar introducido en los circuitos comerciales de largo recorrido, desde el centro del Mediterráneo, ya que esta fíbula posiblemente haya sido producida por el mundo etrusco», dice Rodríguez.

Ambos hallazgos se encuentran depositados en el Museo de Pontevedra. Al igual que las 18.000 piezas cosechadas en las seis campañas previas. «Hay una gran cantidad de material que yo he revisado en parte, hay una ficha de juego, el sello de un alfarero galaico-romano y un interrogante sobre la fábrica de teja, porque hasta donde yo sé no se ha documentado ningún horno y la abundancia de tejas puede responder a que las estructuras romanas disponían de tejado», indica el arqueólogo.

2 de octubre de 2015

Descubren restos cerámicos en posición original en una intervención en la Ría de Arousa (Pontevedra)

Una intervención arqueológica realizada en el islote de Guidoiro Areoso, en A Illa de Arousa (Pontevedra), ha permitido sacar a la luz varios restos de cerámica situados en posición original y que no fueron movidos por el efecto de las mareas.
En este islote se conocen un total de cinco monumentos megalíticos (mámoas), de finalidad funeraria, así como abundantes indicios de ocupación durante el Neolítico y la Edad de Bronce. FOTO: DIARIO DE AROUSA
En concreto, Guidoiro Areoso es un islote de unas ocho hectáreas de superficie. Aunque hoy se sitúa en el medio de la Ría de Arousa, a unos 1.400 metros en línea recta de A Illa de Arousa, hasta hace unos 3.500 años, formaba parte de una península unida al continente.

Al mantenerse aislado desde entonces, nunca cultivado y cubierto en su mayor parte por una duna, conserva restos arqueológicos prehistóricos en muy buenas condiciones. Así, se conocen un total de cinco monumentos megalíticos (mámoas), de finalidad funeraria, así como abundantes indicios de ocupación durante el Neolítico y la Edad de Bronce (fundamentalmente cerámicas y huesos de animales).

RECUPERACIÓN Y CONSERVACIÓN
La actuación ha sido llevada a cabo por la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria a través de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural y, en ella, también se han excavado tres estructuras arqueológicas de tipo 'cista' --pequeñas cajas hechas con piedras-- para poder confirmar su funcionalidad, probablemente funeraria.

Según ha informado el departamento que dirige Román Rodríguez en un comunicado, además de la recuperación y evaluación de los diferentes materiales, otro de los puntos fundamentales de esta intervención era la conservación.

De este modo, se realizó un tapado provisional parcial en las inmediaciones del muro que protege la 'mámoa 4', para evitar la entrada de agua durante las mareas vivas en el interior del dolmen. También se trasladaron las losas que formaban otro dolmen para impedir el desgaste al que se veían sometidas por la acción del mar.

Tras estas actuaciones, la empresa adjudicataria del proyecto también se encargará de realizar las actividades de divulgación necesarias para que la comunidad local y el resto de interesados conozcan los resultados obtenidos en esta intervención, así como los valores propios de este yacimiento arqueológico.

(Fuente: El Correo Gallego)

6 de marzo de 2015

Una inyección de 2,5 millones garantiza la continuidad de las excavaciones en los castros de Pontevedra

El Ministerio de Fomento libera el 1% cultural  para que la Diputación de Pontevedra recupere un total de veinte yacimientos castreños. El proyecto contempla la musealización de los mismos y la creación de "La Ruta de las Castérides"
Los arqueólogos lo tienen claro: en la provincia de Pontevedra hay potencial y una primera excavación en los castros dio sus frutos, como lo han demostrado las excavaciones simultáneas llevadas a cabo hasta ahora en 17 castros de la provincia gracias a la colaboración conjunta de la Xunta, la Diputación Provincial y los concellos afectados.

Ahora el Ministerio de Fomento acaba de liberar otros 2,5 millones euros fruto de una negociación con la Diputación que se cerró el pasado mes de noviembre y que permitirá ampliar la recuperación a un total de veinte yacimientos.

Este proyecto de recuperación de los recursos galaico-romanos fue presentado ante Fomento con la finalidad de que lo financiase con cargo al 1 % de interés cultural de las contrataciones públicas. 


UNA NUEVA VISIÓN DE LOS CASTROS
El principal esfuerzo inversor, el 56,2 %, se destinará a la excavación; su musealización consumirá otro 13,2 %. Pero se reserva otra parte importante para elaborar mapas digitales tridimensionales de todos los castros excavados y poder contar así con una recreación posterior en tres dimensiones de las condiciones de vida que se daban en ellos.
 

CONSOLIDAR LAS PROSPECCIONES
El problema no es excavar, sino conservar lo descubierto una vez retirada la tierra que durante siglos ha cubierto parte de la historia de la provincia de Pontevedra. Este fue uno de los quebraderos de cabeza a la hora de diseñar las actuaciones. 


Hallazgos como los de las piezas únicas encontradas en los castros de las Rías Baixas aportan una información valiosísima sobre la historia, pero todo el esfuerzo se puede echar por tierra si, tras las excavaciones, no se consolida la zona con una musealización adecuada.

La operación global de recuperación de yacimientos -se pretende tratarlos como un conjunto que narre una historia transversal de las Rías Baixas- se ha topado también con problemas por la titularidad del suelo bajo el que se encuentran. Solo seis de los yacimientos inicialmente seleccionados están íntegramente en áreas de titularidad pública. El resto están afectados por algún grado de propiedad privada. 


"LA RUTA DE LAS CASITÉRIDES"
Se ha priorizado la inversión en estos últimos, ya que la tramitación de las actuaciones en terrenos privados es más complicada. A ello se pueden sumar después trabas para el acceso de visitas, que suponen uno de los principales intereses de la actuación: la puesta en valor de los yacimientos de asentamientos humanos de las Rías Baixas comprendidos entre el siglo V antes de Cristo y el V después de Cristo como recursos turísticos.

En esta línea, las Rías Baixas se integrarán en la Ruta de las Casitérides, en honor de cómo se bautizaron las islas del estaño del Atlántico a las que navegaron los fenicios desde el Mediterráneo en busca del preciado metal. En ella, las Rías Baixas fueron clave como parada segura. Los fenicios comerciaban con el castro de A Lanzada, que era una factoría fenicio-púnica, ligada a los comerciantes del Mediterráneo y la salazón.

(Fuente: La Voz de Galicia / CH. Casares)

19 de febrero de 2015

Localizan un poblado de la Edad de Hierro en Oia (Pontevedra)

Los arqueólogos confirman el hallazgo de, al menos, tres cabañas con planta circular, otra estructura elíptica y el tramo del lienzo interior de la muralla con una cronología a caballo entre el Bronce Final y el Hierro Inicial, Entre las piezas encontradas destaca el material cerámico, una hacha de talón y dos anillas
Hacha de la Edad del Bronce encontrado en el castro de Oia. FOTO: LA VOZ DE GALICIA
El grupo de expertos que trabaja en el yacimiento arqueológico de A Cabeciña, en Oia, ha conseguido localizar e identificar un castro de la Edad de Hierro en el recinto. El arqueólogo de la Diputación, Rafael Rodríguez, confirmó esta semana el descubrimiento de este poblado y de algunas de las piezas que han ayudado a completar su datación. 

En la cima del monte de Mougás, donde en el verano del 2012 la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes de Galicia realizó una primera intervención promovida por la comunidad de montes y la asociación cultural de Amigos do Mosteiro de Oia (Acamo), que puso en valor el conjunto, trabaja ahora un nuevo equipo dirigido por María Jesús Iglesia Darriba

NUEVOS SONDEOS
En estos momentos se están haciendo cinco sondeos de nueve metros cuadrados y, a la vista de los resultados, los promotores solicitarán nuevos permisos a Patrimonio para poder prolongar el trabajo de campo más allá de los 44 días planificados, según indicó Rafael Rodríguez.

Sobre los hallazgos, el arqueólogo confirmó la localización de, al menos, tres cabañas con planta circular, otra estructura elíptica y el tramo del lienzo interior de la muralla. La intervención anterior, en la que ya se definió un recinto fortificado de características castreñas y la limpieza, promovida también por la comunidad de montes de Mougás, ha facilitado esta nueva prospección.

Rafael Rodríguez explica que por las características de las construcciones, la cronología del castro se sitúa a caballo entre el Bronce Final e Hierro Inicial, es decir que su primera ocupación se enmarca entre los siglos VIII y V antes de Cristo. «Es un descubrimiento importante desde el momento en el que nos da nueva información sobre el tránsito entre estos períodos», señala el experto.

Hay otros tres castros en la provincia de la misma época, que son los de Penalba, en Campo Lameiro, el de As Croas, en Pontevedra y el de Torroso en Mos.

El estado de conservación de las cabañas «es bueno», aunque no son grandes construcciones de piedra en altura si no zócalos del mismo material de entre 40 y 50 centímetros de altura. La investigación apunta a que se trata de un castro pequeño con una superficie aproximada de 0,5 hectáreas pero con una ocupación prolongada en el tiempo. Identifican el primer momento, entre el VIII y el V antes de Cristo y el segundo en la época romana hasta el I antes de Cristo.

LINGOTE CON MUCHO PLOMO
Las piezas que van apareciendo y que se están depositando para su limpieza, estudio y conservación en el Servicio de Infraestructuras de la Diputación, son también relevantes para la investigación. De la Edad de Bronce, Rafael Rodríguez destaca el material cerámico y una hacha de talón y dos anillas. «Posiblemente sea una pieza con un error de fundición porque el hacha tiene restos del molde valiosos para el estudio de la metalurgia antigua», apunta. Al parecer, la pieza se usaba en los trueques de mercancías. Explica que «debe tratarse de un elemento de uso premonetal o una forma de lingote para las transacciones ya que su alto contenido en plomo la hace inservible como hacha».

CERÁMICA PROCEDENTE DE CÁDIZ
La interpretación sigue la línea de la vinculación comercial del asentamiento, apoyada de nuevo en objetos localizados. En este caso, de fragmentos de ánforas romanas y de cerámica procedente de Cádiz. «Está claro que había tráfico comercial con el Mediterráneo, concretamente con el Estrecho de Gibraltar», señala.

Los sondeos continúan en Mougás, donde trabaja un equipo integrado por el equipo de la Diputación y dos voluntarios de la comunidad de montes. «Todo esto surge por iniciativa de la comunidad de montes, la Diputación aporta apoyo económico y nosotros la parte técnica para mantenimiento y restauración», destaca Rafael Rodríguez.

(Fuente: La Voz de Galicia / Mónica Torres)

12 de febrero de 2015

Patrimonio cataloga cuatro yacimientos arqueológicos descubiertos en Parada (Pontevedra)

Se trata de un petroglifo y tres cuevas que se incorporan al inventario. En la semana pasada el Concello recibió el informe del departamento de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia en el que se oficializaba la catalogación de los nuevos yacimientos arqueológicos.
Detalle de la cueva Casa de Xan de Ghabián, en Outeiro. FOTO:  I.PICÓN.
Silleda aumenta su patrimonio arqueológico tras el hallazgo de nuevos yacimientos arqueológicos situados en la parroquia de Parada. Se trata de un petroglifo y tres cuevas que se incorporan al inventario. En la semana pasada el Concello recibió el informe del departamento de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia en el que se oficializaba la catalogación de los nuevos yacimientos arqueológicos.

El inventariado recoge el petroglifo de Pena das Ferraduras, la Cova de Aldara, la Cova de Penedo Redondo así como el abrigo rupestre denominado Casa de Xan de Ghabián. Todos ellos están situados en el lugar de Outeiro. Estos hallazgos fueron catalogados el pasado diciembre por los arqueólogos silledenses Israel Picón y Xulio Carballo. Los expertos contaron, además, con la colaboración de los vecinos de la parroquia de Parada para llevar a cabo la labor.

Por su parte, el Concello remitió la documentación pertinente sobre los yacimientos a la empresa Eptisa, que se encarga de la redacción del plan municipal de ordenación que se está tramitando. De manera que dichos descubrimientos se incorporen al PXOM.

MEDIO CENTENAR DE YACIMIENTOS Y CINCO CASTROS
Con estos hallazgos Silleda continúa ampliando su vasto patrimonio arqueológico, sumando la parroquia de Parada al área formada por las parroquias de Oleiros, Laro, Cortegada, Siador y Refoxos donde se concentran más de medio centenar de yacimientos. Además de cinco castros (Orelas, Montaz, Cortegada, Casanova y el de Laro) también se encuentran en esta zona numerosos petroglifos y mámoas. De hecho en los últimos años se han producidos varios hallazgos de elementos arqueológicos. También se ha fomentado tanto la conservación como la divulgación de este patrimonio cultural por medio de iniciativas tanto gubernamentales como vecinales.

Estos nuevos yacimientos inventariados deben incorporarse ahora al catálogo de elementos patrimoniales del Plan Xeral, así como a los planos de ordenación, además de ser tenidos en cuenta a la hora de autorizar actuaciones que puedan afectar a estos bienes o a su entorno. El alcalde, Manuel Cuiña, destaca la importancia de este trámite para garantizar la preservación de dicho patrimonio histórico. Por otra parte, Cuiña está pendiente de mantener un encuentro con los responsables de Eptisa, después de que tuviese que suspender la reunión del pasado miércoles por motivos de salud.

(Fuente: Faro de Vigo / Laura Martínez)

2 de febrero de 2015

Descubren restos de la Edad del Hierro en el islote de San Martiño, en Cambados (Pontevedra)

Los arqueólogos han encontrado en el islote de San Sadurniño piezas de cerámica datadas entre los siglos VII y IX a.C., los más antiguos documentados en Cambados.
Los técnicos han constatado también que el torreón que preside el islote es de origen medieval, aunque no descartan que pudiera asentarse sobre la estructura de otro anterior. FOTO: MARTINA MISER / LA VOZ DE GALICIA 
Las sospechas se confirman. En el islote de San Sadurniño (Cambados) hubo presencia humana entre los siglos VII y IX a.C.. El equipo que dirige el arqueólogo del Concello de Cambados, Ángel Acuña, acaba de descubrir varias piezas de cerámica que, en una primera inspección, han datado en la primera Edad de Hierro, esto es, entre los años 600 y 800 antes de Cristo.

El descubrimiento ha sido recibido con entusiasmo por los arqueólogos pues hasta ahora no había pruebas que avalaran esta tesis. Además, estas pequeñas piezas encontradas entre la tierra suponen el hallazgo arqueológico más antiguo de cuantos hay documentados en Cambados.

PRUEBAS DEL MEDIEVO
Además de estas excepcionales cerámicas, los técnicos han recogido en San Sadurniño otros restos que constatan lo que ya se daba por hecho; que allí hubo un asentamiento humano posterior, correspondiente al Medievo moderno, asociado a la torre que preside el islote. Y más que podrían aparecer. 


Desde hace semanas un equipo de cuatro personas elabora el levantamiento topográfico en la isla con la finalidad de realizar una planimetría amplia y detallada y acometer la limpieza y la documentación de los perfiles arqueológicos. Y los trabajos continuarán todavía durante un mes, aproximadamente.

TAPAR LO EXCAVADO
Una vez concluyan las excavaciones y limpiezas está previsto instalar en diversos puntos de los lindes perimetrales de la isla jaulas metálicas rellenas de piedra para proteger los restos que han salido a la luz de los efectos de los temporales y, en consecuencia, evitar su deterioro. 

Las mareas del año pasado dejaron al descubierto restos óseos y de cerámica
en el islote. FOTO: MARTINA MISER.
El año pasado, las mareas se llevaron parte de la arena de este litoral dejando al descubierto restos óseos y de cerámica, y en el Concello de Cambados no quieren que esto vuelva a ocurrir. Y como quiera que no hay dinero para seguir excavando y tampoco hay unanimidad entre los técnicos respecto a la conveniencia de seguir removiendo la tierra, se ha optado por ocultar este patrimonio, sin perjuicio de que en el futuro se puedan ampliar estas prospecciones.

DESCARTAN QUE LA TORRE SEA COETÁNEA A LAS DE CATOIRA Y A LANZADA
Además de los hallazgos mencionados, los trabajos que se están haciendo en San Sadurniño le permiten al arqueólogo del Concello llegar a otra conclusión: la torre que preside el islote se construyó entre el siglo XV y el siglo XVI, «lo cual no descarta que hubiera otra torre con anterioridad», explica Acuña.

Hay otros factores a considerar a la hora de hacer este diagnóstico, como por ejemplo el tamaño de los sillares y la decoración pétrea que se observa en la vieja torre, que se asemeja a la de las ruinas de Santa Mariña Dozo.

En su opinión, no hay referencias documentales ni pruebas físicas que permitan afirmar que la de San Sadurniño pertenezca a la red de torres defensivas levantadas en la ría en el siglo XI para proteger la costa de las incursiones vikingas, caso de la de A Lanzada, las de Oeste en Catoira o la desaparecida de Cálago en Vilanova. «Esta torre no domina la lejanía como pasa con las otras», apunta Acuña.

Con todo, el arqueólogo no descarta que la torre medieval tuviera su origen en una estructura anterior. La única forma de comprobarlo sería excavando los cimientos de la misma, pero esta operación es de máxima dificultad teniendo en cuenta que el suelo sobre el que se asienta la torre es de roca. Tampoco parece que esta vaya a ser una prioridad del Concello.

(Fuente: La Voz de Galicia / Bea Costa)