google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Odyssey
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12 de agosto de 2024

Localizado un barco pirata berberisco en aguas del Estrecho de Gibraltar

El pecio, que se encuentra a 830 metros de profundidad, fue descubierto por el cazatesoros Greg Stemm durante la búsqueda del HMS Sussex en 2005.  En la tartana hundida tan sólo han sido localizados utensilios domésticos, como ollas y sartenes, tazas, cuencos, jarras o lámparas de aceites.

El cazatesoros Greg Stemm, director de Seascape Artifact Exhibits Inc. Así como uno de los impulsores de la empresa Odissey Marine Exploration, afirma haber localizado un pequeño barco pirada del siglo XVII, sumergido en el Estrecho de Gibraltar, a 830 metros de profundidad.

En un artículo publicado en la revista Wreckwatch, una publicación monográfica sobre piratería, Stemm asegura que se trata de una tartana berberisca de 14 metros de eslora, localizada entre Marruecos y España, en aguas del Estrecho.

Su descubrimiento se produjo en 2005, en los trabajos de rastreo del HMS Sussex, localizado finalmente por Odyssey Marine Exploration (OME), la empresa con sede en Florida, que años después perdería el pleito con el Gobierno español por el pecio de “Nuestra Señora de las Mercedes”, ante un tribunal de Tampa, en Florida.

El barco, presumiblemente, era tripulado por corsarios berberiscos que se dirigirían a asaltar la costa española, como era frecuente en la época, de ahí la profusión de torres vigías que aún se conservan a lo largo del litoral andaluz.

Lejos de los valiosos tesoros de otros barcos de la época, en la tartana hundida tan sólo han sido localizados utensilios domésticos, como ollas y sartenes, tazas, cuencos, jarras o lámparas de aceites.

Restos localizados por el ROV de Odyssey Marine

«La amenaza de los corsarios de Argel era un terror cotidiano para Occidente. El naufragio encontrado en aguas profundas es un eco precioso de uno de los grandes horrores marítimos del Mediterráneo occidental», declaró Stemm a la revista Newsweek.El cazatesoros se refiere al comercio de esclavos, a la compraventa de prisioneros y al saqueo.

Para explorar la tartana, como también ocurriera con el Sussex, se utilizó un vehículo de operación a distancia (ROV), un robot submarino operado a distancia. Su exploración reveló también que la embarcación iba equipada con cuatro cañones grandes, diez pedreros –de menor calibre– y abundantes mosquetes.

25 de octubre de 2023

El ARQUA devuelve la vida a la fragata "Nuestra Señora de las Mercedes"

El museo muestra una exposición temporal que se centra en los orígenes de la fragata y su vida marítima antes de su hundimiento en 1804 cerca del golfo de Cádiz y el posterior expolio de su tesoro por parte de Odyssey

El Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) ha devuelto la vida a la fragata Nuestra Señora de las Mercedes. Lo ha hecho a través de la exposición temporal inaugurada ayer y que podrá visitarse hasta el próximo 14 de enero. Bajo el título ‘Nuestra Señora de las Mercedes. Vida más allá del naufragio’, el museo de titularidad estatal perteneciente al Ministerio de Cultura y Deporte, muestra un episodio aún desconocido en la historia de la fragata: su vida antes de su trágico hundimiento en 1804 tras el enfrentamiento con navíos de la Armada británica cerca del golfo de Cádiz.

El propio director del Museo, Rafael Sabio, comisario de la exposición junto a Juan José Sánchez, presentó ayer la muestra en la entrada del complejo museístico. La exposición está situada en la planta que exhibe la colección permanente y permitirá al público conocer los antecedentes de este pecio español a través de algunas piezas recuperadas de su cargamento y de distintos manuscritos procedentes del Archivo Histórico de la Armada.

El director del Arqua presentó la exposición como «una obra teatral en tres actos, con presentación, nudo y desenlace, para conocer la historia de la fragata que hasta ahora no se conocía». Y es que, el navío español ha traspasado fronteras por el conflicto vivido con la empresa cazatesoros Odyssey por la propiedad del cargamento que, finalmente, fue entregado a España tras una sentencia judicial.

Ahora, la propuesta cultural del museo nacional va «más allá», como señaló Sánchez, ya que se centra en la vida activa de la Mercedes como fragata de la Real Armada. De hecho, el comisario de la exposición desmenuzó los tres actos perfilados por Sabio y explicó que se recorrerá el nacimiento del navío, las misiones en las que participó y su último viaje. Así, los visitantes podrán conocer que la fragata pisó el puerto de Cartagena en varias ocasiones, que estaba previsto que la ciudad fuera su base aunque nunca se estableció en ella o su pertenencia a la Escuadra del Mediterráneo, participando en guerras contra Inglaterra y Francia, entre otros hitos del buque.

Sánchez recordó que ‘Nuestra Señora de las Mercedes’ fue construida en 1786 para realizar distintas misiones en los antiguos territorios españoles en América y que en verano de 1804, la embarcación puso rumbo a España con la misión de transportar caudales. Cuando se encontraba cerca del golfo de Cádiz, la Armada británica inició una batalla naval que tendría como consecuencia el hundimiento de la fragata y el fallecimiento de 249 pasajeros.

Siglos después, la empresa cazatesoros Odyssey Marine Exploration extrajo del fondo marino las más de medio millón de monedas del cargamento de la fragata. Tras un largo litigio judicial, España consiguió recuperar este valioso conjunto numismático.

Ahora, la exposición inaugurada ayer en el Arqua, que se puede visitar hasta el 14 de enero, recuerda la vida del navío y pone en valor «la necesidad de proteger el patrimonio arqueológico subacuático», dijo Sánchez.

Además, la muestra sirve también como presentación al público de los dos cañones de bronce (culebrinas) que fueron recuperadas en la campaña arqueológica llevada a cabo en 2017 en el yacimiento y que forman parte de la exposición permanente.

Reapertura de la sala temporal
‘Nuestra Señora de las Mercedes. Vida más allá del naufragio’ es una iniciativa previa a la gran exposición internacional que se inaugurará en diciembre, ‘Nuestra Señora de las Mercedes. Una historia en común’, proyecto que propuso el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, a sus homólogos de seis países latinoamericanos (Perú, Bolivia, Colombia, Chile, México y Uruguay) en los encuentros bilaterales mantenidos en México, durante la celebración de la Conferencia Mundial de la UNESCO Mondiacult 2022.

Con la fragata también como protagonista, itinerará por los distintos países vinculados a la embarcación, poniendo en valor los lazos comunes entre América y España. De este modo, ilustrará el contexto social y cultural de los dos continentes en el siglo XVIII a partir de la historia de la embarcación, las misiones y lugares en los que recalaba o su cargamento. Para ello, se expondrán piezas diversas, incluidas más de 1.500 monedas recuperadas tras ser expoliadas por una empresa cazatesoros.

27 de agosto de 2015

Recuperan un cañón y once piezas más del pecio del "Nuestra Señora de las Mercedes"

La excavación subacuática se ha realizado a unos 1.130 metros de profundidad. Durante la investigación se ha podido confirmar la extensión del pecio, 150 x 140 metros y se ha configurado un mapa arqueológico de la fragata y de su cargamento, posicionando y localizando la mayoría de los materiales que contenía. Como homenaje a los fallecidos en el hundimiento se ha colocado una placa de bronce en el lugar donde reposan los restos.
Entre los objetos recuperados también hay una cubertería de plata y una culebrina. FOTO: ANTONIO GIL / EFE

Un cañón pedrero de bronce de 80 centímetros, una maja de almirez de oro, una palmatoria de plata, tres cucharas, un tenedor y tres platos de plata. Estos son algunos de los 12 objetos que los investigadores que han participado en la expedición al pecio de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes han extraído de ella.

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo; la secretaria de Estado de Innovación, Carmen Vela; el almirante del Arsenal de Cartagena, Fernando Zumalacárregui; y el director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA), Iván Negueruela, han hecho públicos este miércoles los resultados de la inspección hecha en aguas de Cádiz a los restos de la fragata tras su expolio por el cazatesoros Odyssey.

De dicha expedición, que ha durado del 18 al 23 de agosto, se han extraído 12 objetos metálicos por estar en riesgo de desaparición debido a su fragilidad o ubicación y que permitirán documentar la vida a bordo de la fragata y enriquecer el conocimiento de la misma. Dichos bienes han llegado a Cartagena a bordo del buque Ángeles Alvariño.

Durante la presentación de los resultados, el ministro ha destacado que "es la primera vez" que un Estado miembro de la Unión Europea realiza una excavación subacuática a más de 1.100 metros de profundidad.


La excavación subacuática se ha realizado a unos 1.130 metros de profundidad. Para ello se ha contado con la dirección de Negueruela, personal del museo, del Instituto Español de Oceanografía, del Museo Naval de la Armada Española, que son expertos en el manejo de un robot operado remotamente, un R.O.V, gracias al cual "se han explorado hasta los 1.200 metros de profundidad", ha indicado el director del ARQUA.

Además, durante la investigación se ha podido confirmar la extensión del pecio, 150x140 metros, y se ha realizado un mapa oceanográfico para medir las variables que pudieran afectar a la conservación de la fragata, tales como la salinidad, las corrientes o las alteraciones de tipo natural.

Según ha explicado Negueruela, también se ha configurado un mapa arqueológico de la fragata y de su cargamento, posicionando y localizando la mayoría de los materiales que contenía. Han encontrado las anclas, una vajilla de plata, lingotes, un cañón de hierro y una culebrina, entre otros materiales.

HOMENAJE A LOS FALLECIDOS EN EL HUNDIMIENTO
Como homenaje a los fallecidos en el hundimiento del barco en el año 1804 se ha depositado una placa de bronce en el lugar donde están los restos.

Los bienes que se han traído a tierra serán restaurados en los laboratorios del Museo Nacional de Arqueología Subacuática, en Cartagena, y posteriormente pasarán a formar parte de la colección del Museo. Asimismo, se han grabado imágenes de la recuperación de estos bienes, así como de los restos de la fragata para elaborar un documental que se emitirán en televisión.

Los investigadores esperan que ésta no sea la única expedición que se realice al pecio de Las Mercedes. El director del Museo ha dicho que esperan conseguir una nueva campaña para este proyecto a fin de concluir los trabajos de documentación. "Con una segunda campaña de cinco días daríamos por cerrada la responsabilidad del Estado con Nuestra Señora de Las Mercedes", ha asegurado.

Para Negueruela, esta tarea ha sido "mucho más que muy emocionante. Era una responsabilidad tremenda y no podíamos fallar en nada", aunque ha lamentado no poder valorar los daños de la fragata por desconocer el estado del mismo antes del expolio del Odyssey.

Por su parte, el ministro ha considerado que esta expedición "ha sido todo un éxito" y ha avanzado que tiene la intención de dar a conocer estas técnicas arqueológicas en la Unión Europea. "España está a la vanguardia y tenemos mucho que enseñar al resto del mundo y tenemos la prioridad de incorporar a la marca España, que hasta ahora se ha orientado hacia la economía, en hacerlo también hacia lo cultural", ha coincidido con la secretaria de Estado de Innovación.

De esta forma, Méndez de Vigo ha resaltado la responsabilidad del Estado por proteger el patrimonio submarino y ha advertido que "si encontramos pruebas suficientes, también seremos pioneros en llevar a la justicia lo que no se debe hacer".

500.000 MONEDAS DE PLATA Y ORO
La empresa cazatesoros Odyssey encontró el pecio en la zona del golfo de Cádiz con unas 500.000 monedas de plata y oro (reales de a ocho y escudos, todos ellos de la época de Carlos IV y acuñados en Lima, Perú en 1803), además de otros objetos que, tras ser extraídos, se llevaron a Estados Unidos. Ahí comenzó un litigio entre España y la empresa norteamericana por los derechos del hallazgo.


En 2011 el Undécimo Tribunal de Apelaciones de Atlanta (Georgia) ratificó la orden de un Juez de Florida para que la empresa entregara el tesoro a España. Odissey entonces presentó un recurso contra la sentencia que obligaba a entregar el tesoro a España, que fue desestimado. En 2012, en un fallo del Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó el recurso de Odyssey y obligó a la compañía a devolver a España las monedas.

Sin embargo, no todos los restos extraídos del pecio fueron devueltos inicialmente. Como consecuencia de la investigación judicial se supo que los responsables de Odyssey habían ocultado parte del tesoro en Gibraltar. Estos restos fueron finalmente entregados en julio de 2013 y llevados junto con los anteriores al Arqua de Cartagena.

UN NAVIO DE LA ARMADA ESPAÑOLA
El navío Nuestra Señora de las Mercedes fue una fragata perteneciente a la Armada española, que fue botada en el puerto de La Habana en 1786 y que formaba parte del convoy que cubría la ruta comercial entre las colonias de América y España, amenazada frecuentemente por navíos del Reino Unido.

El 5 de octubre de 1804, y pese a que eran tiempos de paz entre las dos naciones, se produce la Batalla del Cabo de Santa María, que tendrá como consecuencia el hundimiento de la fragata. En el naufragio de fallecieron 249 marineros. Los 51 supervivientes fueron hechos prisioneros y trasladados al Reino Unido. Este hecho tuvo como consecuencia el final del acuerdo de paz de Inglaterra y España, y fue el preludio de la Batalla de Trafalgar.

(Fuente: Te Interesa.es)

1 de abril de 2015

Panamá permite el expolio de un galeón español del S. XVI

El país centroamericano incumple la Convención Unesco 2001, de la que es firmante, al contratar a una empresa para la explotación comercial del buque de Estado español "San José", del que hasta el momento han recuperado unas 8.000 monedas además de lingotes y tortas de plata, cerámicas, munición y armamento.
Un galeón español está siendo excavado para su venta en Panamá. Como tantos otros expolios del patrimonio subacuático de origen hispánico, su impresionante historia puede acabar disuelta en subastas y mercados. Se trata del San José, un barco construido en 1610 que naufragó junto a la costa del Pacífico panameño en 1631, acarreando uno de los cargamentos más ricos que salieron jamás del puerto de El Callao.

Pero la noticia es mucho más triste, puesto que el propio Gobierno de Panamá está dando respaldo a la empresa Investigaciones Marinas del Istmo (IMDI), con la que ha firmado un contrato para repartirse el resultado de las excavaciones a razón de 65% para la firma y 35% para el Gobierno. El contrato incluye preferencia para edificar un museo con las piezas del Gobierno, si se hiciera.

Según los documentos el fin es comercial. El asunto cobra su total gravedad porque además Panamá es uno de los primeros países que ratificaron la Convención Unesco 2001 para la Protección del Patrimonio Subacuático, el instrumento internacionalmene reconocido por los arqueólogos. Tanto ese organismo como el Gobierno español han enviado sendas cartas a las autoridades panameñas.

La misiva de Unesco la firma Alfredo Pérez de Armiñán, subdirector de Cultura, y recuerda a Mariana Núñez Emiliani, directora general del Instituto Nacional de Cultura (INC), que el permiso emitido a IMDI en 2013 es ilegal, puesto que fue posterior a la vigencia de la Convención en Panamá (firmada en 2003 y aplicable desde 2009). Ese permiso se concretó en una resolución N°136-13 de 16 de julio de 2013. Unesco sigue presionando a las autoridades para que corrijan su actitud.

LA SOCIEDAD CIVIL
Las primeras noticias de esta catástrofe cultural comenzaron a llegar a España el pasado verano gracias a la intervención de miembros de la sociedad civil, cuando el abogado José María Lancho, en nombre del Instituto para la Memoria Arqueológica Naval Hispánica, recibió la denuncia de la maraña legal que iba a posibilitar este expolio. De hecho, en febrero de 2014 se habían extraído materiales (1.063 monedas de plata, dos balas de mosquete, dos cureñas de cañón, una joya de oro y varias piezas de cerámica), aunque no eran los primeros.


El citado Instituto tratará de sumar posibles cauces a la participación de la sociedad civil a los criterios y acción jurídicos, y los protocolos arqueológicos para proteger el patrimonio hispánico sumergido. Y también oponerse a la actividad cazatesoros informando sobre la amenaza y la vulnerabilidad del mismo. El propio Lancho informó de esa maraña legal que acontecía en Panamá en el último congreso arqueológico Ikuwa, celebrado el pasado mes de septiembre en el Arqua de Cartagena.

El contrato original de 2003 considera los restos del San José objetos hundidos cualesquiera. Hacen la distinción («ilegal y errónea», según Lancho) entre objetos de valor «comercial» y objetos de valor «histórico y cultural». Hubo dos fallos de la Corte Suprema de Justicia que pidieron a las autoridades panameñas de Patrimonio que definieran qué objetos son de valor histórico y cultural que no se pueden comercializar. «A todas luces, el tesoro del San José es de valor cultural, histórico, arqueológico y patrimonial, y no se puede comercializar», señala Lancho.

El citado permiso de 2013 extiende la autorización a IMDI hasta el 28 de agosto de 2015, prorrogable, violando según parece leyes vigentes y la Convención. Para Lancho, la actividad de IMDI puede suponer un comportamiento penal en el derecho español, siendo el galeón San José un buque de Estado.

Por su parte, el arqueólogo Carlos León, que conoce muy bien el patrimonio subacuático panameño, alerta de que en abril de 2013 IMDI presentó su proyecto de intervención (un proyecto que no cumple los estándares arqueológicos que precisa un yacimiento tan importante, a cargo de un antropólogo y un conocido cazatesoros).


De hecho, la empresa IMDI ha gozado del favor de varios gobiernos y fundamentalmente del Ministerio de Economía y Finanzas panameño, quien les apoya. Sus socios, según consta, son el empresario de origen palestino residente en Colón, Hassam Salama; el economista y aventurero australiano Michael Mc Dowell; el inversionista panameño, ingeniero y empresario de ganadería, hostelería, petróleo y gas, Alberto Vázquez; el antropólogo social panameño Gustavo José Leal Cuervo (director del proyecto), y el buscador de tesoros norteamericano que trabajó con Mel Fisher y Odyssey Marine Exploration, James J. Sinclair. Su visión comercial es incompatible con los criterios de la Unesco.


Y alerta también de que «en este último mes ha solicitado permiso para continuar las excavaciones desde mayo hasta diciembre de 2015, con un presupuesto de 466.000 dólares de coste». Para León el tema «es tan urgente por eso mismo. Si nadie lo detiene, IMDI seguirá sacando material sin control. La única vigilancia que tienen es la de algunos enviados del INC que se desplazan hasta Contadora para ver las piezas que sacan del agua sin hacer ningún control en el lugar de la excavación ni bucear sobre los restos», añade.

El arqueólogo recuerda que las operaciones de rescate comenzaron en 2001 y continúan actualmente. La empresa IMDI ha trabajado en Nombre de Dios, «sobre un barco español del siglo XVI y en el galeón San José rescatando un número indeterminado de piezas (según unas informaciones 8.000 monedas, según otras 5.000), además de lingotes y tortas de plata, cerámicas, munición, armamento…», concluye.

(Fuente: ABC / Jesús García Calero)

5 de diciembre de 2014

La Guardia Civil trabaja con el Archivo de Indias de Sevilla para localizar a posibles cazatesoros en sus salas

"El Correo de Andalucía" entrevista a Jesús Gálvez, teniente coronel jefe del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil, que asegura que los científicos contratados por Odyssey "pensaban que estaban haciendo un trabajo completamente legal". 
Teniente Coronel Jesús Gálvez.
Sevilla fue Puerto de Indias en la época del Descubrimiento. De aquel momento glorioso nos queda en la ciudad, entre otras cosas, un archivo en pleno Centro, desconocido para muchos sevillanos, que alberga en sus salas miles de documentos de incalculable valor. Algo, que, desgraciadamente, sí que conocen las empresas que dedican su tiempo, y esfuerzo, a localizar los tesoros de aquellos barcos que, hace siglos, nunca llegaron a puerto y que en sus maderas hundidas en el mar esconden, además de una historia, un botín

«El de Indias es el archivo más importante del mundo para conocer ese tráfico de barcos, no sólo a América sino a Asia», asegura Jesús Gálvez, teniente coronel jefe del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil.

«Lo primero que hace un expoliador es acudir a los archivos. Por eso trabajamos estrechamente con el de Sevilla», dice.«Es fundamental localizar a los sospechosos», muchos de ellos están identificados, e intentar controlar «si realizan ellos las consultas o las hacen a través de otros». Esta no es una tarea fácil. 

«En el caso de Oddisey se valieron de una tercera persona, asentada aquí en Sevilla, de buena reputación, para contratar a unos científicos que pensaban que estaban haciendo un trabajo perfectamente legal», apunta Gálvez. Por ello, la arqueología subacuática es una de las áreas donde más trabaja este grupo de la Guardia Civil en Andalucía.

600 ACTUACIONES ANUALES
Además, particularmente en Sevilla se produce «muchísimo el expolio de arqueología terrestre». De hecho, se dan tantos robos, que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) realiza «500 o 600 actuaciones anuales» en todo el país, principalmente de personas que localizan con el detector de metales intentando expoliar un yacimiento.

Para Gálvez, lo «fundamental» es la prevención. «Una vez que se produce el daño sobre el bien cultural y se descontextualiza, es muy complicado saber su origen», explica. En Andalucía, por ejemplo, «se expolian desde monedas a torsos romanos. Bienes que se venden muy fácilmente a nivel internacional».

UN MERCADO GLOBALIZADO
Y es que el mercado de obras de arte se ha globalizado. Por este motivo, la Guardia Civil mantiene reuniones internacionales, como la que tuvo lugar ayer en Sevilla, «para estrechar lazos de colaboración». Las obras de arte se mueven en los grandes mercados internacionales, que están en EEUU, Reino Unido y Bélgica, principalmente. Es decir, «países ricos» y en el caso de los estadounidenses, «con poca historia y mucho interés por tener antigüedades».

Aún así, el trabajo desarrollado durante estos años da su fruto. Y de lo conocido, puesto que hay mucho patrimonio que no está catalogado, «se recupera en torno al 70-80 por ciento tras muchos años de trabajo». Prueba de ello es que entre los mayores logros que cuentan en su haber, junto a la recuperación del medio millón de monedas del Oddysey, está la reciente localización de un tapiz sustraído en un pueblo de Huesca en 1979 por Erik el Belga, autor del robo de más de 6.000 obras de arte sacro.

25 de junio de 2014

La exposición del tesoro de la fragata "Nuestra Señora de las Mercedes" recorrerá España a partir de diciembre

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha anunciado este martes en el Pleno del Senado que el tesoro del Odyssey que actualmente se expone en una exposición conjunta en el Museo Naval de Madrid y el Museo Arqueológico Nacional (MAN) podría empezar su recorrido por España en una exposición itinerante a partir del mes de diciembre y que no afectará a la exposición permanente del tesoro que se expone en el Museo de Arqueología Subacuática (ARQUA) de Cartagena.
El proyecto de itinerancia ya está en marcha por parte de la Dirección General de Bellas Artes.
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha anunciado este martes en el Pleno del Senado que el tesoro de la fragata "Nuestra Señora de las Mercedes", rescatado de manos de la empresa cazatesoros Odyssey y que actualmente se expone en una exposición conjunta en el Museo Naval de Madrid y el Museo Arqueológico Nacional (MAN) podría empezar su recorrido por España en una exposición itinerante a partir del mes de diciembre.

Según ha indicado Wert,  la exposición 'El último viaje de la fragata Mercedes' podrá visitarse hasta el 30 de noviembre en las dos sedes de Madrid, y será entonces cuando podrá iniciar su recorrido por el resto de la geografía española.

El proyecto de itinerancia ya está en marcha y actualmente el objetivo es "encontrar un modelo para adecuar el discurso museográfico a la capacidad más limitada de las salas", en las que se pueda contemplar tanto la "dimensión histórica" como el "discurso" con el que mostrar el tesoro.

Para ello, se está realizando un plan a través de la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio con todas las comunidades autónomas que han solicitado esa itinerancia y "en función del ajuste temporal, en el mes de diciembre --porque antes no tiene sentido-- se irá dando satisfacción a estas demandas", según ha indicado Wert.

Según han indicado fuentes del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a Europa Press, las 12 comunidades que han solicitado la itinerancia del tesoro del Odyssey son Castilla y León, Canarias, Aragón, Madrid, La Rioja, Andalucía, Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Galicia, Valencia y País Vasco.

Wert ha destacado además que la exposición 'El último viaje de la fragata Mercedes' es una muestra "compleja" son un relato histórico y un relato museográfico, que está hecha con "la ambición que permiten las dos sedes que la acogen, que permite un discurso expositivo complejo que no necesariamente es transplantable a otros posibles destinos de itinerancia".

MÁS DE 500.000 MONEDAS
La exposición 'El último viaje de la fragata Mercedes' muestra el patrimonio recuperado de la fragata tras el litigio con la empresa Odyssey, que anunció en 2007 el hallazgo de un lote de más de 500.000 monedas en el lugar en el que se había hundido el navío español, así como otros objetos.

Tras un largo litigio entre la empresa estadounidense y el Gobierno español, los tribunales norteamericanos dieron la razón a España y se ordenó la inmediata devolución de estas piezas al país de origen, donde por fin se dan a conocer al público en una gran muestra en la que además se ofrece un marco histórico para situar al visitante en aquel suceso, ocurrido el 5 de octubre de 1804.

Organizada por el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y Acción Cultural Española (AC/E), esta exposición acoge no solo objetos encontrados en la fragata, sino también un buen número de documentos y cartas con las que se reproduce aquel momento.

6 de septiembre de 2013

Arqueólogos de ARQUA rescatan un pecio romano del S. IV y otro del S. XVIII en el puerto de Cartagena

En el barco romano, datado entre los años 380 a 420 d.C., había ánforas de origen africano que contuvieron vino y aceite, y otras béticas y lusitanas para el transporte de conservas de pescado así como objetos de la tripulación, algunos con símbolos cristianos. Del pecio del S.XVIII destaca una "magnífica" colección de pipas para fumar bellamente decoradas.
Buzos de ARQUA durante la prospección en la dársena del puerto. Foto: ARQUA
No son doblones de oro ni monedas de plata, pero su valor arqueológico es tan importante como el tesoro de La Mercedes que descubrió la empresa Odyssey frente a la costa portuguesa. Al menos lo es para conocer la historia, sobre todo, la de Cartagena. Y es que los fondos de la dársena de la ciudad portuaria escondían un barco romano del siglo IV después de Cristo que ha sido descubierto por los buzos del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua).

Además, los trabajos que se han llevado a cabo durante los últimos cuatro meses como parte del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Cultural Subacuático Español también han permitido localizar otro buque de finales del siglo XVIII o principios del XIX, informó el Gobierno.

Los arqueólogos han recuperado en sus prospecciones numerosos objetos de gran valor arqueológico en tres yacimientos distintos situados en plena dársena de Cartagena, justo enfrente de donde se encontraba la antigua sede del museo, cerca del faro de Navidad. «Están aquí mismo», resaltó el director del Arqua, Xavier Nieto.

Símbolos cristianos
El pecio romano cubre un déficit de restos del Bajo Imperio romano que existía en el museo, admitió Nieto. De hecho, se han localizado en el barco algunos objetos de la tripulación con símbolos cristianos. Los arqueólogos apuntan que el navío del siglo IV transportaba un cargamento heterogéneo con ánforas de origen africano que contuvieron vino y aceite, otras de origen bético y lusitano para llevar conservas de pescado, además de lucernas y materiales diversos para el uso de la tripulación. Los profesionales creen que se trata de un barco que redistribuía productos desde un puerto andaluz hasta Cartagena.



Por su parte, el hallazgo del buque de finales del siglo XVIII constata el auge del puerto de Cartagena tras la construcción del Arsenal Militar en ese mismo siglo. Los arqueólogos continúan analizando lo encontrado, aunque parece que en los primeros sondeos han localizado la cocina del navío, dada la abundancia de ollas con marcas de fuego, fuentes, vajilla de mesa, cubiertos, botellas de vidrio, aceiteras y hasta un tonel.

Evolución de la línea de costa
Las prospecciones han servido también para situar un tercer yacimiento con numerosos objetos perdidos o arrojados voluntariamente por los marineros a lo largo de los años. Destaca una colección de pipas para fumar bellamente decoradas, desechos de alimentos como huesos de animales o semillas de frutas, vasijas de cocina. Los técnicos creen que eran tirados al mar por los marinos durante los periodos de fondeo. Este yacimiento posibilita profundizar en un estudio que junto al que está desarrollando la Universidad de Murcia desde tierra, permitirá avanzar en el conocimiento de la evolución de la línea de costa.


Equipo de trabajo
El equipo de trabajo está formado por tres arqueólogos de ARQUA (David Munuera, Ana Miñano y Rocio Castillo), dos arqueólogos de la empresa Arqueomar (Juan Pinedo y Felipe Cerezo), el patrón de embarcación de ARQUA (Emilio Peñuelas), el fotógrafo David Balcázar, 'Balky' y la supervisión del director del museo (Xavier Nieto).

28 de mayo de 2013

La Armada expulsa de aguas de Málaga a otro buque cazatesoros de "Seaway Offshore"

El  "Endeavour" pertenece a la compañía cazatesoros norteamericana Seaway Offshore, la misma propietaria del "Seaway Invincible", que ya fuera expulsado de aguas españolas el pasado diciembre cuando hurgaba frente a la costa de Marbella.
Actualmente el "Endeavour" se encuentra en el puerto de Algeciras.

El patrullero de la Armada 'Infanta Elena', apoyado por el 'Serviola', interceptó al buque de investigación 'Endeavour', con bandera de Togo, que supuestamente se encontraba realizando sondeos con el objetivo de localizar navíos hundidos en aguas frente a la costa de Málaga.

Según ha informado este lunes la Armada en un comunicado, efectivos de la Armada identificaron y visitaron al buque, que venía siendo vigilado desde hace meses, y le ordenaron interrumpir sus actividades en las aguas españolas del mar de Alborán, en su plataforma continental.

El 'Endeavour' venía siendo seguido desde el Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima de Cartagena desde septiembre del año 2012 y la semana pasada se detectó que se dirigía hacia el Estrecho de Gibraltar.

En la madrugada del día 26, tras analizar sus movimientos y "comprobar que se correspondían con los patrones clásicos de búsqueda de pecios", se ordenó a los patrulleros que le interceptaran. Tras la visita al buque para comprobar sus actividades, se le ordenó abandonar la zona.

El 'Endeavour' se dirigió entonces hacia Algeciras acompañado por el patrullero 'Infanta Elena', donde fue transferido a la Guardia Civil con la que se coordinaron las actividades realizadas por los patrulleros de la Armada.

Ya se le detectó en octubre
El 'Endeavour', al que ya se detectó realizando tareas similares el pasado mes de octubre, pertenece a la misma compañía que el 'Seaway Invincible', buque que también fue visitado y expulsado de la misma zona el pasado mes de diciembre por el patrullero 'Infanta Cristina' por la misma razón.

Entonces, fuentes de la Armada explicaron que la empresa a la que pertenece el 'Seaway Invincible', con bandera panameña, es norteamericana, pero no es Odyssey, la compañía condenada por un tribunal norteamericano a devolver a España el tesoro de la fragata hundida 'Nuestra Señora de las Mercedes'.

Este tesoro se encontraba en la zona de donde se ha expulsado ahora al 'Endeavour'. Entonces, la empresa 'cazatesoros' aseguraba estar buscando un pecio británico.

La expulsión del "Seaway Invincible" el pasado diciembre
Para saber lo que pretendía el Seaway Invincible el pasado mes de diciembre bastaba con haber leído lo que publicó Ouest France el 9 de mayode 2012: "El Seaway Invincible estaría preparando la caza de un tesoro". El periódico francés precisaba que la empresa propietaria de este barco es Seaway Offshore, propietaria del Seaway Endeavour, por entonces también en Brest. Los piratas prestan atención a la prensa, así que este barco cambió de bandera (la tenía panameña en Brest) y de nombre: ahora se llama Endeavour a secas y luce bandera de Togo.

Seaway Offshore esconde algo, o desde luego no actualiza demasiado su web, ya que en ella no figura el Endeavour, y sí en cambio el Seaway Rover, que ya no se llama así, sino Seaway Agbamu, está registrado en Nigeria y anclado frente a Lagos.


Estas operaciones de la Armada son una prueba de que algo va cambiando en la administración española en cuanto a tolerar las andanzas de los ladrones de patrimonio.

1 de febrero de 2013

La Armada documenta 1580 pecios desde el Siglo XIII al XX

La Armada ha creado una base de datos de naufragios para registrar todos los barcos hundidos de los que existe constancia en sus archivos navales, con la identificación de 1.580 naufragios de buques españoles o de otra nacionalidad sumergidos en aguas jurisdiccionales españolas desde el siglo XIII, según ha informado el Ministerio de Defensa.
Ánfora procedente de un pecio romano en aguas de Mallorca descubierto recientemente. Foto: Mizona TV
Este proyecto comenzó en 2011 y ha continuado, en una segunda fase, durante el último trimestre de 2012. Entre los resultados recogidos, destaca que las zonas de mayor presencia de pecios son las costas de la Península Ibérica y del Caribe, consecuencia en este último caso del intenso tráfico marítimo mantenido con América durante más de tres siglos.

De los 1.580 naufragios registrados hasta ahora existe referencia de la localización en el 75 por ciento de los casos (1.176). Por áreas geográficas, Europa acumula el 59,3 por ciento de los registros documentados y, solo España, aporta, la mitad con 596 naufragios.

A estas zonas les siguen América del Norte, Central y el Caribe, donde se han identificado el 26,7 por ciento de barcos hundidos (314), la mayor parte de ellos en las costas de Cuba (176). En América del Sur se han catalogado el 6,8 por ciento del total (80); en Extremo Oriente y Australia, el 5,4 %, en especial en las costas de Filipinas, donde se concentran 50 naufragios y, por último, en el norte de África existe constancia de 21 hundimientos.

El informe señala que en ocho de cada diez de los registros se conoce la fecha del naufragio. Por siglos, es el XVIII el que se han documentado mayor número de hundimientos, con 390, mientras que le siguen en orden descendente los siglos XX (307), XIX (239), XVI (238) y XVII (147).

Entre los siglos XIII y XV se han catalogado 16 naufragios, si bien los archivos de la Armada custodian documentación original desde 1767, por lo que Defensa afirma que las entradas anteriores a esa fecha son menores y proceden de fuentes documentales secundarias y bibliográficas. Entre estas últimas destacan las obras del marino e historiador naval Cesáreo Fernández Duro, publicadas en la segunda mitad del XIX.

Otra referencia significativa presente en la base de datos es la tipología del barco, un dato conocido en el 84 por ciento de los casos, y que comprende más de 50 modalidades diferentes, desde pequeñas embarcaciones pesqueras hasta barcos comerciales y de guerra.

Gran número de pecios del S. XVIII
Así, el navío, buque de combate por excelencia del siglo XVIII, es del que se han consignado mayor número de naufragios, con 182; seguido por el laúd (141), una embarcación pesquera; el vapor (140), en sus distintas configuraciones como correo, trasatlántico, mercante o de ruedas; la nao (101), que formó la base de las flotas que aseguraron la navegación con las Indias hasta la segunda mitad del siglo XVII; y la fragata (98), buque de menor porte que los navíos, que apareció en el siglo XVII y se adaptó en los siglos posteriores a la aparición del vapor y a la navegación moderna.

Defensa ha resaltado que los datos recogidos pueden ser de gran valor para futuras investigaciones sobre la búsqueda e identificación de pecios, y también servirán como medida preventiva para proteger el patrimonio subacuático de la amenaza del expolio.

Así se ha puesto de relieve recientemente en el litigio contra la compañía Odyssey Marine Exploration. La aportación del Archivo General de la Marina contribuyó a que un tribunal estadounidense fallara hace un año a favor del Gobierno de España

Financiado por la Subdirección General de Publicaciones y Patrimonio Cultural del Ministerio de Defensa, el trabajo ha sido coordinado por el Subsistema Archivístico de la Armada y se ha llevado a cabo inicialmente en tres de los siete archivos de la Armada: el Archivo General de la Marina Alvaro de Bazán, en Viso del Marqués (Ciudad Real); el Archivo del Museo Naval, en Madrid; y el Archivo Naval de Cartagena, en Murcia.

(Fuente: La Razón)

1 de diciembre de 2012

ARQUA custodiará y expondrá el tesoro del "Nuestra Señora de las Mercedes"

Aunque el Museo de Arqueología Subacuática de Cartagena (ARQUA) será su sede expositiva final, a partir del segundo semestre de 2013 una exposición itinerante podría recorrer varias comunidades autónomas.
El tesoro del "Nuestra Señora de las Mercedes" irá definitivamente
a Cartagena. 
El tesoro de la fragata española hundida Nuestra Señora de las Mercedes, que fue expoliado por la compañía de rescate de tesoros estadounidense Odyssey, se expondrá de manera permanente en el Museo de Arqueología Subacuática de Cartagena (ARQUA), anunció el viernes el Ministerio español de Cultura y Deportes.

El tesoro de monedas, valorado en 500 millones de dólares (unos 380 millones de euros), formará también parte de una exposición itinerante que se ofrecerá a las comunidades autónomas antes de pasar a su ubicación definitiva en el Museo de Arqueología Subacuática de Cartagena (ARQUA).

"Al Ministerio (...) no le interesa el valor económico del tesoro sino su valor cultural o arqueológico", dijo Jesús Prieto, director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, en una rueda de prensa en Madrid. "Es un bien al servicio de la humanidad"

El navío español fue hundido en 1804 por la Armada británica frente a las costas del Algarve portugués, y fue descubierto por Odyssey en 2007. Tras cinco años de batalla legal en Estados Unidos, el Estado español consiguió los derechos sobre la embarcación y su carga, que regresó  a España en febrero.

"Es el sitio lógico, pudiera parecer que se hubiera creado, en su día, para albergar este cargamento", declaró Prieto sobre el ARQUA, según fue citado por medios.

El ARQUA fue inaugurado en 2008 en el paseo del muelle de la antigua Cartago Nova y está considerado un centro de referencia nacional e internacional en la protección del patrimonio subacuático.

"Ninguna institución ni organismo cultural, tanto a nivel nacional como internacional, se había enfrentado nunca a un reto patrimonial de este calado".

El tesoro, que consta de 14 toneladas de monedas de oro y plata, se trasladará al museo murciano antes de final de año cuando termine de catalogarse y digitalizarse, anunció el Ministerio a través de una nota de prensa.

La exposición itinerante podrá verse a partir del segundo semestre de 2013.

"Haremos lo máximo por compartir esto no solo con los españoles, sino con el mundo entero", declaró José Ballesta, portavoz del Gobierno regional de Murcia.

(Fuente: La Información / Reuters)

8 de septiembre de 2012

Las 600.000 monedas del Odissey están abandonadas en la Secretaria de Estado de Cultura: ni siquiera las han lavado

Las casi 600.000 monedas del tesoro Odyssey permanecen abandonadas en la cámara blindada de la Secretaria de Estado de Cultura. No se encuentran custodiadas por ningún tipo de vigilancia especial ya que el emplazamiento, al ser anteriormente un banco, dispone de cámaras de vigilancia. Ni siquiera ha comenzado su proceso de limpieza (lavado).
"Monedas procedentes del Nuestra Señora de las Mercedes".
Desde que el tesoro del ‘Nuestra Señora de las Mercedes’ llegara a España tras una larga batalla judicial con EEUU, las preciadas monedas, de valor incalculable, siguen a la espera de ser restauradas por el equipo de técnicos.

Fuentes del Ministerio de Cultura aseguran a El Confidencial Digital que el proceso de restauración comenzará en las próximas semanas. A nivel logístico confirman que será un gran trabajo por la envergadura y el valor de las monedas. Cuando el proceso de restauración finalice y llegue a lo que se ha denominado como la fase tres, se estudiará la exposición de estas monedas en diferentes museos del país.

La duda es cuál será su destino definitivo. En su momento el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Juan Ignacio Wert afirmó que podrían exhibirse en varios los lugares: “Nuestra voluntad es que pueda ser disfrutado por todos, pero es prematuro hablar de la adscripción o las adscripciones de la colección”.

El titular de Cultura tampoco descartó que el tesoro pudiera viajar fuera de nuestras fronteras y que los destinos fueran EEUU, en señal de agradecimiento por su apoyo institucional, y América Latina, por su larga vinculación histórica.

Por el momento las famosas monedas no han salido de la Secretaría de Estado de Cultura a la espera de su inminente proceso de restauración.

18 de agosto de 2012

España está a tiempo de evitar un nuevo ‘caso Odyssey’ en Florida

Robert Bouchlas pretende extraer el tesoro del ‘San Miguel Arcángel’. Cultura no se ha presentado en el tribunal para impedir el expolio.
A la fragata "San Miguel Arcángel" se le perdió el rastro
tras salir de Cuba en 1659. Foto: La Gaceta.
El Ministerio de Cultura no se ha personado hasta el momento ante los tribunales norteamericanos para frenar la extracción de un tesoro compuesto por patrimonio español en las costas de Florida (Estados Unidos), que en caso de ser expoliado podría convertirse en un litigio semejante al que enfrentó a España con los cazatesoros de la empresa Odyssey entre 2007 y 2012.

En este caso, el cazatesoros que pretende realizar el expolio es Robert Bouchlas, que el pasado 29 de junio reclamó ante el tribunal de Palm Beach el derecho de extraer los restos del aviso (tipo de buque menor al que erróneamente denomina fragata) San Miguel Arcángel, cuyo rastro se perdió tras salir de Cuba en 1659.

Patrimonio español
En su reclamación ante el juzgado de Palm Beach, Robert Bouchlas señala que trabajará frente a la playa Juno de esa ciudad, y supone que el San Miguel Arcángel podría haber transportado hacia las costas de Florida, ante las que se habría hundido, parte de la carga del galeón Nuestra Señora de las Maravillas, hundido en 1656 frente a la isla Gran Bahama.

Bouchlas supone en su demanda, que lleva el número 12-cv-80596 en el tribunal de Palm Beach, que “el buque no ha sido abandonado por su propietario original, el Reino de España, y por tanto esta acción no cae bajo el control de la Ley de Pecios Abandonados de 1987”.

Si España se personara ante el juzgado, obligaría a reconocerle como propietario de lo que se pretende extraer, como ocurrió en el caso Odyssey. Con la diferencia de que, ahora, podría evitarse que los cazatesoros destruyeran el pecio del buque.

El Ministerio de Cultura no ha respondido aún a nuestra pregunta sobre si va a personarse en el juicio. James Goold, el abogado que llevó el caso Odyssey y al que España tiene encargado alertarle frente a posibles expolios, dijo a este diario, comentando el proyecto de Robert Bouchlas, que “estoy familiarizado con esta persona y con las muchas veces que ha reclamado haber encontrado un tesoro”.

Museo y turismo
Bouchlas tiene desde 1982 un museo en la Capilla de San Miguel de Palm Beach y organiza excursiones turísticas de buceo a los yacimientos que ha expoliado. En su página web expone su correspondencia con la Casa Real y el Ministerio de Cultura, al que donó en 2001 varias piezas extraídas del Maravillas, que se conservan en el Museo de América de Madrid.

Este cazatesoros no es el primero que dice haber descubierto los restos del San Miguel. En 1987, Peter Leo, un vigilante de la playa Jupiter, al Norte de Juno y también en Palm Beach, encontró varios cañones y anclas, y fundó una empresa, Jupiter Wreck, con la intención de explotar el pecio del San Miguel.

Al margen de cuál sea el pecio, Bouchlas puede estar tratando de obtener una legitimación para materiales que haya extraído de otros lugares. El abogado José María Lancho, uno de los que asesoró a España en el caso Odyssey, comentó a que “este tipo de procedimiento judicial privilegia el interés reconocido a la explotación económica de los buques históricos a costa de la destrucción de buena parte de su valor cultural y sin garantizar conclusión científica alguna. Si no hay intervención de terceros, los cazatesoros pueden contar la historia que quieran sin que les contradiga nadie”.

8 de junio de 2012

Odyssey entrega a España parte de lo que conserva en Gibraltar (y nada de monedas)

Los restos, metales y maderas serán conservados en el museo Arqua de Cartagena, el centro de referencia de Arqueología subacuática.
Gemelos que pertenecieron a una de las víctimas de "La Mercedes".
Odyssey ha vuelto a mostrar la cara y la cruz de su peculiar manera de cumplir la sentencia del Tribunal de Tampa ante el que perdió el caso por la propiedad de la carga expoliada de la fragata«Mercedes», hundida en 1804. A las 20h de hoy ha sido entregada parte de los restos que Odyssey olvidó en Gibraltar, pero se trata de trozos de metal y madera diversos, porque España no podrá acceder a las monedas que quedan en la Roca debido a una nueva demanda que la Justicia gibraltareña ha admitido a trámite.Así fue la entrega

En presencia del director del Arqua, el arqueólogo Xavier Nieto, y el abogado que representa a España en el caso Odyssey, James Goold, los cazatesoros han entregaron esta tarde en Gibraltar un conjunto de piezas recuperadas del pecio de la fragata «Mercedes» en mayo de 2007. No es la totalidad de las 59 inventariadas sino trozos de cerámica, madera y objetos no clasificados. En concreto estaba previsto que fuera el director de relaciones internacionales, Aladar Nesser, quien efectuase la entrega a los representantes de España. El furgón con los restos fue escoltado por la Guardia Civil de vuelta a España


Hebilla
El tribunal de Tampa donde Odyssey ha perdido el caso obliga en su sentencia firme a los cazatesoros a devolver todos los objetosextraídos. Pero casualmente la Justicia de Gibraltar ha aceptado una demanda dedescendientes de nobles iberoamericanosque también perdieron el caso en EE.UU. para mantener bajo arresto las monedas que Odyssey no pudo llevarse de Gibraltar porque la Guardia Civil iba a registrar sus barcos.
Se conservarán en el Arqua

A pesar de la china en los zapatos que supone para nuestras autoridades -y para el juez estadounidense- no poder cerrar el caso, Odyssey ofreció tras muchas dilaciones entregar parte de lo que tiene en la Roca. Entre los objetos entregados destacan unos gemelos, hebillas, clavos —que demuestran además que sí había pecio y víctimas en el yacimiento—. Todos estos objetos serán guardados en el Museo Arqua de Cartagena, el centro de referencia de arqueología subacuática en España.


Consecuencias jurídicas para Londres 
Según fuentes jurídicas que conocen el caso, al negarse a devolver todos los objetos por motivo del caso abierto en la Roca, Gibraltar ha inaugurado, queriendo o no, para Reino Unido, y su extenso patrimonio sumergido, uno de los antecedentes mas formidables para limitar el alcance de las inmunidades soberanas a los buques de guerra hundidos.

El criterio seguido por el Tribunal Supremo gibraltareño, negándose a otorgar inmunidad soberana a los restos de la fragata de guerra «Mercedes», así como a reconocer virtualidad alguna a la conclusión de los tribunales norteamericanos, que habían declarado previamente esa inmunidad, crea un precedente fundamental que alterará la situación jurídicainternacional de los buques de guerra para el Reino Unido.

Además, según el abogado José María Lancho, «cabe recordar que Londres no puede alegar que esta decisión sea derecho interno de Gibraltar, pues todo lo que tiene que ver con derecho internacional público es competencia reservada a la potencia colonial, esto es Reino Unido».

Lancho está seguro de que el antecedente afectará con toda probabilidad al patrimonio sumergido británico y no solo británico. «De confirmarse este criterio para la fragata "Mercedes", puede afirmarse que ni los buques norteamericanos de guerra ni los españoles hundidos estarán seguros frente a acciones de particulares en los tribunales de Gibraltar o en cualquier otra Corte del Reino Unido.

Cabe recordar que la Roca está presente en el caso desde que los barcos de Odyssey atracaron en el muelle militar de la base y desde que fuera utilizado el puerto y el aeropuerto de cosoberanía para efectuar el expolio (y el espacio aéreo español), sin que las autoridades gibraltareñas cumplieran siquiera con su propio deber legal de investigar el origen de los restos arqueológicos (via Receiver of Wreck) ni mucho menos informar a la vecina España. Además, Gibraltar ha ignorado varias comisiones rogatorias de investigación sobre los restos guardados por Odyssey en la colonia, emitidas por el juzgado de La Línea.

21 de marzo de 2012

Investigan la venta ilegal en Alemania de un valioso conjunto de cascos celtibéricos

Arqueólogos acusan a Cultura de no reclamar a tiempo las piezas procedentes de un yacimiento en Aranda de Moncayo (Zaragoza)
Cascos celtíberos procedentes del yacimiento de Aranda de Moncayo.
18 cascos celtibéricos, un conjunto único procedente de un yacimiento zaragozano, se hallan en el centro de una polémica que enfrenta a historiadores y arqueólogos con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Aquellos exigen a la Administración que tome cartas en el asunto para evitar la venta de las piezas en Alemania. Y este niega su responsabilidad.

La novela (¿de un expolio?) comenzó a escribirse en 2008, año de la subasta en Múnich de la enorme colección de Axel Guttmann. Entonces, el museo Römisch-Germanisches-Zentralmuseum (RGZM) de Mainz denunció que los cascos eran de procedencia española y que se habían exportado ilegalmente. La fiscalía de Múnich retuvo las piezas y solicitó al Gobierno español que reclamara su legítima propiedad en tres meses. No hubo respuesta. Las piezas pasaron a manos de sus nuevos dueños.

“De las miles de tumbas que se han excavado en España, tan solo se han recuperado unos seis o siete fragmentos de cascos, pero estas piezas de la panoplia militar ofensiva: 18 cascos, espadas, lanzas y puñales, producidas en España, entre los siglos III y I a. C., harán cambiar el discurso histórico”. Así de contundente se muestra Raimon Graells, investigador del museo alemán. Junto a Alberto Lorrio, catedrático de la Universidad de Alicante, y Fernando Quesada, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, denunciaron ayer el expolio y venta ilegal en Alemania de estas piezas procedentes de un yacimiento de Aranda de Moncayo.

Para el catedrático Martín Almagro Gorbea, de la Real Academia de la Historia, “no hay duda de que es el conjunto de armamento más importante jamás localizado del Mediterráneo occidental”. Todos se quejan de que la Administración no haya actuado con contundencia para recuperar los cascos y evitar su venta. Y han elevado a Cultura y al Defensor del Pueblo sus quejas. Cultura asegura que “se han dado los pasos administrativos y legales”, y que, tras pedir un informe en 2009 a Patrimonio de la Policía Nacional, un juzgado de instrucción de Madrid determinó “cerrar el caso en 2011 al no haber pruebas suficientes”.

La Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo del Tribunal Supremo, con todo, no comparte esta idea. En octubre pasado abrió diligencias. Para el fiscal jefe Antonio Vercher, “el proceso está abierto y se tomarán las medidas pertinentes para saber si ha habido tolerancia, dejadez y falta de determinación de la administración”. Según Vercher, la Guardia Civil y la Interpol trabajan para esclarecer el tema.

La falta de actuación de las autoridades españolas hizo que las subastas de las piezas se sucedieran en 2009 y 2010. Se han vendido al menos ocho cascos, por un precio de hasta 77.000 euros. “Estamos convencidos que hay margen para recuperar las piezas, al menos las vendidas en estos años que sabemos que han ido a parar a colecciones particulares de Francia y España. El resto se devolvieron a la familia de Guttmann”, según Graells.

“Es una pena que el Ministerio no haya mostrado interés siendo tan importantes o más que las monedas de Odyssey”, se lamenta Lorrio. “Mientras que las piezas acuñadas son recurrentes, los cascos son diferentes y proporcionan información muy valiosa de quién los produjo que no conocíamos, sus influencias y sus conocimientos técnicos”.

En cuanto a las posibilidad de hallar más piezas en el yacimiento, Lorrio asegura que se están haciendo prospecciones. “Dudo que haya nada, con lo que hemos perdido la información del contexto y no se podrá determinar por qué se enterraron y si fue una ofrenda ritual”, se lamenta el arqueólogo. Desde el Ministerio aseguran que si se aportan nuevas pruebas sobre la exportación y venta ilícita se volverá a abrir el caso, “porque queremos recuperar el patrimonio”. 

(Fuente: El País / José Ángel Montañés)

13 de marzo de 2012

El naufragio de 1724 que hizo emerger la arqueología subacuática en España

Carlos León recuerda cómo logró financiar una excavación y la muestra sobre la Flota de Azogue que recibió 350.000 visitas
Carlos León, arqueólogo subacuático, en una imagen de archivo.
Además del caso Odyssey, un desastre de permisividad que acabó en expolio, hay un naufragio, acontecido en 1724, que cambió las cosas y demostró que en España se puede hacer buena arqueología subacuática sin tirar de dinero público. Hubo hace más de una década una gran exposición, financiada con dinero privado y que supuso el primer acercamiento científico a los métodos de construcción de losgaleones. Su responsable, Carlos León, arqueólogo y buzo profesional, rememora aquella experiencia, mientras prepara su siguiente y maravilloso proyecto.

León se lamenta: «Tanto caso Odyssey, tanto pirata y tanto tesoro de monedas para un lado y para otro, ha desvirtuado la esencia de laarqueología: una actividad científica cuyo objetivo es la investigación, la conservación y la difusión del patrimonio histórico y arqueológico, ya sea en medio de una ciudad en forma de catedral gótica o bajo el mar en forma de barco hundido».

Pero como responsable de uno de los proyectos más ambiciosos llevados a cabo en España, y con financiación privada, sabe que «el éxito de la arqueología submarina está en la equilibrada combinación entre la iniciativa estatal y la privada».

Ancla del galeón hundido en 1724 por un huracán
 en República Dominicana.
Cultura-Defensa: el ejemplo de Francia
A través de la colaboración entre el Ministerio de Cultura y el de Defensa, León espera que imitemos el caso francés: «el barco de investigaciones arqueológicas submarinas Archeonaute es militar mientras que losarqueólogos pertenecen al CNRS, algo así como nuestro CSIC». Es lo mismo que ocurre con el Hesperides en la investigación oceanográfica española. «Este esquema funciona, tiene buenos resultados a medio y largo plazo y un óptimo aprovechamiento de los recursos económicos y los medios técnicos».

Además, subraya el arqueólogo, «genera una excelente imagen de España fuera de nuestras fronteras y entre la comunidad científica, como las antiguas expediciones ilustradas del siglo XVIII». Para él esto no es ajeno al Plan Nacional de Arqueología Subacuática y el famoso Libro Verde.

«La iniciativa privada también puede funcionar»Nadie como Carlos León para saber la verdad que subyace en esta afirmación: «La iniciativa privada es más complicada pero también puede funcionar. Al menos a mi me ha funcionado en varios casos. Uno de ellos fue el de los Galeones de Azogue. Para ello me remonto al año 1994, cuando el gobierno dominicano contacta con nosotros, Cruz Apestegui, Manu Izaguirre y yo, para que estudiemos la construcción naval de dos galeones españoles hundidos en la bahía de Samaná, excavados legalmente por un buscador de tesoros americano en el año 1975».

A pesar de ir a excavar el pecio después de que un cazatesoros lo hubiera explotado, el proyecto valía la pena «tanto por la cantidad y calidad de los restos conservados bajo el agua, como por la excelente información escrita que localizamos en el Archivo General de Indias de Sevillasobre las dos embarcaciones: San José alias La Tolosa y Nuestra Señora de Guadalupe».

¿Y cómo se involucró la iniciativa privada? «Por la Fundación La Caixa, a través de su director Luís Monreal, y el Museo de la Ciencia de Barcelona, con el profesor Jorge Wagensberg a la cabeza». El potencial de este hallazgo superó las expectativas y se decidieron a apoyar, primero, las dos campañas de investigación bajo el agua; en segundo lugar, varias publicaciones junto a la prestigiosa editorial Lunwerg con los resultados, y finalmente, «y ahí es donde realmente centraron susesfuerzos económicos -recuerda Carlos León-, generando la exposición temporal “Huracán, 1724”, que permaneció un año en el Museo de la Ciencia de Barcelona y otro en el entonces recién inaugurado CosmoCaixa de Madrid».
La tragedia de dos galeones
Muchos cientos de miles de visitantes disfrutaron de la historia naval recuerada y la aventura y desventura de aquellos marinos empujados por un huracán nocturno hacia el naufragio. Vajillas, utensilios y todo dipo de detalles sobre la vida a bordo evocaban para el público la tragedia.

León recuerda que, después de dos años buceando, «trajeron las mejores piezas halladas en ambos galeones: joyas, monedas, ánforas, armas, objetos religiosos, instrumentos de navegación, utensilios de la tripulación ... Se hicieron grandes maquetas, se creo una reconstrucción a escala real de la popa del Guadalupe, se instalaronacuarios recreando la fauna y flora de la zona, se construyó una escenografía del camarote del capitán del barco antes y después de su hundimiento, y otra del pañól de la pólvora con ratas de verdad». Quien la visitó no la ha olvidado.

Fue una exposición inolvidable. Se vendieron más de diez mil ejemplares de los tres libros de la exposición (el catálogo de Lunwerg, un cómic de la editorial Sinsentido y una novela publicada por Plaza y Janés), hubo conferencias y un enorme impacto en la prensa, radio y televisión.

Lo más importante, para el arqueólogo: «terminada la exposición, las piezas de estos dos barcos españoles volvieron sanas y salvas a Santo Domingo, donde siguen expuestas en el Museo de las Casas Reales y en el Faro a Colón, y nadie se plantea, ni se planteó en su momento, si las piezas debían quedarse en España, en la República Dominicana, en la Fundación La Caixa, o en casa del buscador de tesoros que localizó los restos en 1975». Están donde tienen que estar.
Importa la historia
 Lo que queda es el mejor ejemplo de colaboración entre una fundación sin ánimo de lucro con fines sociales y culturales, un equipo de investigadores de dos países y un gobierno dominicano que supo aprovechar la oportunidad para formar a sus profesionales en esta disciplina científica. Nada que ver conOdyssey y el Nuestra Señora de las Mercedes, ni con Frank Goddio y el San Diego, donde lo importante no es la historia ni la conservación del patrimonio arqueológico sumergido sino los dólares que generó su venta.
(Fuente: ABC / Jesús García Calero)

17 de febrero de 2012

Odyssey pide "rescate" a España por el tesoro de "La Mercedes"

Los cazatesoros acuden esta tarde a una vista ante el juez, en la que recibirán instrucciones sobre cómo devolver las monedas expoliadas

Odyssey Marine Exploration está dispuesta a montar un espectáculo final digno de Broadway ante el tribunal de Tampa. Anoche, el juez Mark Pizzo denegó una petición insólita de los cazatesoros: querían llevar a su propio estenotipista «independiente» para «producir» su propia transcripción «independiente» de la audiencia que tendrá lugar esta tarde, hora española.
Numismatic Guaranty Corporation exige el pago
en concepto de "guarda y custodia" de las monedas.
En dicha audiencia el magistrado sentenciará cómo debe producirse la devolución de las 590.000 monedas de oro y plata de la fragata «Mercedes» que la compañía expolió en aguas del Estrecho de Gibraltar. Además ha presentado otra moción en la que pide que España le pague unos 412.000 dólares, en concepto de custodia del «tesoro».
Recientemente, la empresa numismática que guarda las monedas, NGC, exigió por carta a España 185.159 dólares, por sus gastos en la custodia desde 2007 hasta noviembre de 2011. Llama la atención que esa suma se duplique hasta 412.000 dólares en tan sólo un trimestre a los ojos de los cazatesoros de Odyssey.
Esta previsto que hoy, viernes, el juez federal de Tampa (Florida) comunique a las partes las condiciones para la entrega de las 17 toneladas de monedas y otros restos que Odyssey extrajo en mayo de 2007 del pecio de la «Mercedes».
Para pedir que España asuma el coste del mantenimiento y almacenaje de las monedas, Odyssey ha solicitado juez que «emita una orden dirigida al Reino de España para que le reembolse los gastos derivados de la 'custodia legis', unos 412.000 dólares».
La 'custodia legis' es el mandato del juez, a petición de Odyssey, que les permite mantener las monedas durante el proceso. Para lograr ser nombrados custodios, los responsables de Odysseyse comprometieron en una declaración jurada a correr con todos los gastos que acarrease su nombramiento.
Tras la insistencia de Odyssey y su juramento de que correría con los gastos, los cazatesoros han cambiado de opinión al perder en este litigio en todas las instancias, tanto en el tribunal de Distrito, como en el de Apelación y en el Supremo.
Invocan, entre otras cosas, para pedir el pago, que esta compañía, con sede en Tampa, «recupero el cargamento de las profundidades del Atlántico a expensas suyas». Detrás de este eufemismo se esconde uno de los mayores expolios de la historia, puesto que la «Mercedes» era un buque de Estado y nadie debería haberlo «rescatado» sin permiso de España.
E insisten: «En virtud de los fallos en este caso la realidad es que la recuperación (del tesoro) fue para beneficio de España», aunque no dicen que han litigado hasta la extenuación por lo contrario y que han obligado a España a gastar una importante suma de dinero en la defensa española del caso. El abogado James Goold apuntó en una reciente moción que el tesoro «fue retirado del fondo del mar del Atlántico y transportado (a EEUU) sin autorización».
(Fuente: ABC / J.G. Calero)