google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: José Luís Avello
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11 de julio de 2024

Desenterrando los secretos del castro judío de León

Una ‘brigada’ de alumnos de la Universidad de León volvió ayer al Castro Judío con pico y pala. El objetivo es desentrañar los enigmas que aún encierra este asentamiento, completar el entramado urbano de la judería y, al mismo tiempo, ofrecer formación de campo a los estudiantes.
Imagen de la anterior campaña de excavaciones en el ‘Castrum Iudeorum’ realizadas por alumnos de la Universidad de León. DL

Es uno de los yacimientos medievales más relevantes del Norte de España. Un equipo de 35 alumnos de Historia, Historia del Arte y Arqueología, bajo la dirección de los profesores Carlos Fernández Rodríguez y Raquel Martínez Peñín, desembarca hoy en el Castrum Iudeorum . Buscarán restos de edificaciones en un asentamiento en el que habrían convivido judíos y cristianos entre el año 905 y el 26 de julio de 1196, cuando fue destruido por Alfonso VIII de Castilla.

Situado en la ladera sur del cerro de la Mota, en Puente Castro, es el único entramado urbano judío anterior al siglo XII de toda Europa. Pese a que la utilización de drones, georradar y otras modernas tecnologías por satélite ha limitado en los últimos tiempos el número de excavaciones, en algunos enclaves se hacen imprescindibles. Los alumnos trabajarán con ‘pico y pala’ para desenterrar los secretos que aún guarda el subsuelo.

Se trata de la tercera campaña que lleva a cabo la Universidad de León en colaboración con el Ayuntamiento, tras un acuerdo firmado en 2021. En esta ocasión, las excavaciones concluirán a finales de mes.

«A partir de la interesante información recabada en los tres anteriores años, los arqueólogos han planificado para la presente campaña ampliar los sondeos abiertos en 2023, a fin de potenciar la visión de conjunto del complejo entramado urbano de la judería», explica la Universidad en un comunicado. También «llegar al nivel geológico para fijar del modo más nítido posible el momento en el que los judíos se asentaron en el castro». Además, buscarán más evidencias del final de la presencia hebrea, relacionada con el asedio de las tropas castellanas. El objetivo final es «conocer de forma clara cómo se articula urbanísticamente la aljama y aportar conocimiento al patrimonio histórico de la ciudad. La excavación persigue dar formación de campo a alumnos que pueden encontrar en la arqueología una salida profesional y, de paso, mejorar la oferta formativa del grado de Historia de la ULE. Tras la intervención, los materiales encontrados serán analizados y calificados en los laboratorios de la Universidad.

Hallazgos históricos
Las excavaciones en la aljama de Puente Castro estuvieron paradas durante dieciséis años, hasta que fueron retomadas en 2021. Los trabajos llevados a cabo en este enclave por el profesor José Luis Avello —principal artífice de que León ingresara en la Red de Juderías por sus investigaciones en la aljama de Puente Castro— destaparon que en el Castrum Iudeorum vivían los ciudadanos hebreos más importantes del Reino. Basaba esta afirmación no solo en la población que llegó a alcanzar (alrededor de mil personas), sino en el hecho de que la mayoría de los habitantes de este lugar recibían el tratamiento de ‘Mar’ —como se sabe por las lápidas encontradas—. Este título era utilizado tan sólo por aquellos judíos que habían alcanzado un grado de reconocimiento sobresaliente, tanto en la comunidad hebrea como en la cristiana.

Según Avello, los restos arqueológicos y las fuentes documentales existentes revelan de manera clara que el Reino de León tuvo desde el punto de vista de las poblaciones étnicas una doble capitalidad, la de los judíos (en Puente Castro) y la de los cristianos (al otro lado del río). El nombre que recibe el asentamiento, Castrum Iudeorum (un término cristiano) demostraría que los judíos nunca lo utilizaron, sino que se referían a «su ciudad» como León.

El Museo de León, depósito de todos los hallazgos arqueológicos, ha ido reuniendo desde las primeras excavaciones en el cerro de Puente Castro gran cantidad de munición, lo que hace sospechar que hubo ejecuciones aquí durante la Guerra Civil. Es posible también que exista una fosa común.

Del Castro Judío se han extraído millones de piezas. La gran variedad de recipientes encontrados demuestra la riqueza gastronómica, síntoma del bienestar de los habitantes de este lugar. Además, han salido a la luz decenas de monedas francesas, españolas y musulmanas, prueba de la gran actividad comercial que los judíos mantenían fuera del Reino. Este hecho se refuerza con hallazgos únicos, como el de una cantimplora andalusí, una muestra rarísima fuera del territorio musulmán y que da testimonio de la bonanza económica de la que gozaban los hebreos leones. También confirma que la comunidad judía era la encargada de cumplir con el mandato real de recogida de impuestos.

18 de enero de 2023

Dos ‘trineos’ permiten datar las pinturas rupestres de Sésamo

El hallazgo de nuevas pinturas en Peña Piñera (Sésamo), que representan ‘forcaos’ o ‘trineos’, permiten datar en la Edad del Hierro una parte importante de este yacimiento rupestre.

El arte rupestre preservado en Sésamo ha sufrido reiterados ataques vandálicos en los últimos años. Una visita, inicialmente turística y de comprobación del estado de estas pinturas prehistóricas en el municipio de Vega de Espinareda, permitió al investigador leonés David Gustavo López, ingeniero aeroespacial de formación, localizar algunas hasta ahora inéditas y reinterpretar otras.

El hallazgo de estas pinturas milenarias —no catalogadas hasta la fecha—despeja algunos misterios sobre uno de los enclaves prehistóricos más especiales de la Península. Dos trineos o ‘forcaos’ (instrumento de labranza consistente en un palo de madera y dos dientes de hierro), en el farallón donde se concentran más de medio millar de dibujos, algunos esquemáticos, permite datar las pinturas más recientes.

Tienen unos 3.000 años de antigüedad, fecha de aparición de estos primitivos aperos. En uno de estos conjuntos hay un ‘carro sin ruedas’ acompañado a ambos lados por dos antropomorfos (dibujos con forma humana). «Serían dos agricultores con técnicas de laboreo avanzadas», según Gustavo López.

Otra de las pinturas, inventariada en los años ochenta por los profesores José Avelino Gutiérrez y José Luis Avello como trece ‘idoliformes’ (ídolos antropomorfos), según la tesis de Gustavo López serían las armazones de carros o forcaos. Estos ‘trineos’ permiten datar una parte importante del yacimiento en la Edad del Hierro. No así algunos dibujos esquemáticos, que podrían oscilar entre los 3.000 y los 6.000 años, según la investigación que Gustavo López ha publicado en la Revista de Antropología y Tradiciones Populares. En España son contadísimas las pinturas rupestres de carros, la mayoría en Sierrapino (Badajoz). Gustavo López se pregunta si este enclave rupestre berciano era un lugar de culto o las pinturas expresan simplemente escenas de la vida cotidiana.

Personajes raros
Peña Piñera, en Sésamo, alberga 506 figuras, todas en color ocre y rojo vinoso, porque se usó como pigmento una beta ferruginosa del propio yacimiento. Hay 78 tipos distintos de antropomorfos de épocas diferentes, así como figuras de animales, escenas de pastoreo y trabajo en el campo, posibles ídolos, además de instrumentos de trabajo y caza.

Entre las singularidades de Peña Piñera, en una veintena de antropomorfos de los 78 existentes su rostro es un círculo vacío de color. Una figuras muy raras en el arte rupestre de la Península. Entre los nuevos localizados por Gustavo López hay dos antropomorfos. «Uno parece ir andando y lleva un penacho en la cabeza. El otro tiene los brazos y piernas en uve. Sobre éste, hay dos arcos de circunferencia concéntricos. O bien se trata de un casco con cresta o es una diadema».

El investigador ha localizado además un antropomorfo cuya cabeza se cubre con un casco con dos largos cuernos que se entrecruzan. En el yacimiento, que de vez en cuando depara alguna sorpresa, como en 2012, cuando el arqueólogo Feliciano Cadierno descubrió 151 figuras que no constaban entre las 351 registradas por Gutiérrez y Avello, únicamente hay dos representaciones solares; y eso a pesar de que todos los dibujos están orientados hacia el astro. Y ninguna de las dos está inventariada. En la primera, hay un antropomorfo en actitud orante ante un sol con once rayos muy enmarañados. En la segunda, el sol está muy desdibujado y aparece próximo a un animal con cresta y larga cola que recuerda a un faisán.

Gustavo López aboga por una excavación en la zona que permita vincular las pinturas rupestres a un contexto arqueológico próximo. El cercano Castro de Peña Piñera, además de fortín de los astures en las guerras cántabras, es posible que se erigiera sobre restos de otro de la Edad del Hierro, de la misma época que las pinturas de antropomorfos de cabeza ‘vacía’ y los forcaos. Alerta de que «con poca gente que vaya con mala intención» las pinturas podrían perderse. «Es fundamental tenerlas vigiladas». Reclama la creación de un centro de interpretación donde se expliquen las singularidades de esta ‘estación rupestre’ de pinturas únicas.