Estatuilla de bronce de Hércules Gaditano. Lleva en la mano las manzanas de las Hespérides. |
"Creo que sería posible -dice José Sancho- afrontar un programa conjunto entre varias instituciones. Si cada una de ellas aporta las personas y los medios para llevar adelante el proyecto, éste llegaría a hacerse realidad y sería un motivo de satisfacción para todos porque estamos hablando de la 'cuna' de la civilización europea y haría mucho más interesante la zona para el turismo".
- Sancho despierta así su memoria para alentar a los poderes públicos a formar un equipo pluridisciplinar capaz de llevar a cabo una serie de sondeos y prospecciones submarinas que, a su juicio, tendría "un bajo coste" y sería factible porque la profundidad del agua alrededor del islote se sitúa "entre los 12 y los 20 metros".
Une estas tesis el arquitecto madrileño con los escritos del historiador Ceán Bermúdez, que sostiene que en 1730 hubo una gran bajamar en la zona del islote de Sancti Petri y junto a él se descubrieron "cimientos y paredones del templo". También después del maremoto de Lisboa, en 1755, hubo otra gran bajamar y "en torno al islote había restos de columnas y grandes sillares". Así, cree que fue un maremoto el que hundió definitivamente el templo y el que modificó sustancialmente la línea de costa, una idea que reafirma después de ver los efectos de los últimos tsunamis en Indonesia o Japón.
José Sancho, autor del libro El atlas de las fortificaciones de la isla de San Fernando, de Carlos Vargas Machuca, piensa que ha llegado la hora de profundizar en la historia de aquel mítico templo que pudo ser visitado por Julio César o Aníbal, de manera que las administraciones se unan y se impliquen en la búsqueda de unos restos con los que reescribir toda una civilización: "Por las referencias de historiadores griegos y romanos con la descripción del templo, sabemos que ocupaba casi toda la superficie de la isla y que estaría rodeado, a semejanza de los templos de Jerusalén o Tiro, de otras construcciones importantes".
La sugerencia de este arquitecto madrileño coincide, en el tiempo y quizás en las formas, con la puesta en marcha de la segunda campaña de prospecciones arqueológicas en el frente costero de la provincia de Cádiz, desde la desembocadura del Guadalquivir hasta Tarifa, un proyecto multidisciplinar en el que intervienen el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Cultura y la Junta de Andalucía a través de su Centro de Arqueología Subacuática en Cádiz. Ellos buscan y localizan pecios, que se sepa, pero igual también se han sentido subyugados por aquel templo consagrado al dios Melkart.
(Fuente: Diario de Cádiz)