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15 de octubre de 2024

Los dos efebos recuperados en Pedro Abad se exhiben en Córdoba tras su restauración

Las dos esculturas de bronce de los efebos Apolíneo y Dionisíaco fueron recuperadas en 2012 durante una operación policial en la localidad de Pedro Abad (Córdoba). Ahora quedarán expuestas hasta el 23 de marzo de 2025 en el Museo Arqueológico de Córdoba.

El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de la exposición temporal 'Efebos. Los sirvientes mudos', inaugurada el pasado 9 de octubre en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba, una muestra en la que se exhiben tras su restauración en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) las dos esculturas de bronce de los efebos Apolíneo y Dionisíaco recuperadas en 2012 durante una operación policial en la localidad de Pedro Abad (Córdoba).

Tras esta muestra temporal, que podrá visitarse hasta el 23 de marzo de 2025, el Museo Arqueológico de Córdoba, dependiente de la Consejería de Cultura y Deporte, ha diseñado un amplio programa de conservación, investigación y difusión para su exposición permanente en la institución museística, que se apoya en la readaptación de la actual exposición para integrar en ella a los efebos, en el discurso exposición del museo, así como en un audiovisual que muestra el proceso de recuperación de los efebos, su restauración y su función original como estatuas lampadóforas en el contexto de una casa romana acomodada mediante una recreación en 3D.

La exposición 'Efebos. Los sirvientes mudos' analizará la excepcional ejecución de los efebos desde el punto de vista técnico y funcional, mediante su comparación con piezas de similar iconografía. Una excepcionalidad que reside no sólo por la escasez de obras similares a nivel internacional, sino por el hecho de que procedan del mismo contexto y solo se conozcan en la actualidad ocho esculturas de esta tipología en el mundo.

Las piezas, que pueden datarse en torno al año 180 d. C. según los estudios de carbono 14 realizados en el material empleado para fijar los ojos del efebo Apolíneo, representan a dos adolescentes desnudos que, a su uso ornamental, añaden el ser portadores de bandejas o luces para iluminar el ambiente en banquetes. Los estudios comparados con paralelos existentes (efebos de la Vía de la Abundancia, Porta Vesuvio, Casas de Iulio Polibio y el Baco joven de la Casa de Fabio Rufo y el efebo de Antequera) han generado un mayor conocimiento sobre la función que tuvieron estas esculturas.

Con la restauración e investigación de los efebos Apolíneo y Dionisíaco en el IAPH, Andalucía se sitúa en la vanguardia científica en investigación del patrimonio arqueológico, y especialmente, en la investigación y difusión del patrimonio ligado a la historia de la Bética Romana. En este sentido, cabe señalar el minucioso e innovador proceso de restauración de los efebos se ha llevado a cabo a lo largo de dos años en el IAPH por un equipo multidisciplinar que ha empleado por primera vez novedosas técnicas como la poliamida 12, un material termoplástico para construir en 3D piezas necesarias para el montaje en vertical de ambas esculturas romanas.

De forma paralela a esta exposición temporal se han programado unas jornadas técnicas para los días 7 y 8 de noviembre, en la que se abordarán la escultura y el mobiliario doméstico romanos. Estas jornadas contarán con las participaciones de destacadas instituciones nacionales e internacionales, así como con ponentes del Cuerpo de Policía Nacional, del Museo Arqueológico Nacional, del Museo Nacional de Arte Romano, del Museo de Antequera, de las Universidades de Córdoba, Málaga y Sevilla, de la Autonómica de Madrid, del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico y del Ministerio de Cultura de Italia.

9 de noviembre de 2012

La "caja negra" de los fenicios

Se trata de un altar fenicio encontrado en Coria del Río (Sevilla) y que ha conservado restos biológicos durante 2.700 años. El altar ha revelado que los rituales fenicios efectuados por los tartesios en adoración al dios Baal incluían la incineración de vísceras de caprinos, empleando maderas de encinas, alcornoques, chaparros, olivos y jaras. Los especialistas buscan ADN de la grasa de las manos del constructor del altar.
La directora del Museo Arqueológico de Sevilla, Concepción San Martín
observa la pieza encontrada en Coria del Río.
Arqueólogos, biólogos, botánicos y restauradores del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) han extraído información de un altar fenicio del siglo VII antes de Cristo, hallado en Coria del Río (Sevilla), como si fuese "una caja negra" que ha conservado restos biológicos durante 2.700 años.

Los restos hallados en la tierra arcillosa prensada con la que se construyó este altar de 90 centímetros de largo por 60 de ancho y 45 de altura y casi media tonelada de peso ha revelado que los rituales fenicios efectuados por los tartesios incluían la incineración de vísceras de caprinos, empleando maderas de encinas, alcornoques, chaparros, olivos y jaras.

Del interior del altar se han extraído igualmente diversas muestras de polen y de cristales de oxalato, que producen algunas especies vegetales sometidas a estrés, restos de pino y encina y piedras que habían estado en el interior del intestino de una cabra.

Aún están por concluir la búsqueda de ADN de la grasa de las manos del constructor o constructores del altar, un rastreo del que no existe precedente y que se efectúa con ayuda de especialistas de la Universidad de Upsala (Suecia).


Sin monumentalidad, pero con información
El director general de Museos de Andalucía, Miguel Castellano, ha señalado que aunque el altar carezca de "monumentalidad, estética o belleza" es un hallazgo importante por la información que ha propiciado sobre los ritos al dios Baal y la información aportada sobre la cultura tartesia y fenicia.


De ahí que el equipo investigador que se ha hecho cargo de su investigación lo haya calificado de "caja negra" por la cantidad de información que contenía la tierra prensada de su interior, según ha explicado a los periodistas la restauradora de la pieza, Ana Bouzas.

La directora del Museo Arqueológico de Sevilla, Concepción Sanmartín, ha expresado la emoción que le produce esta pieza ahora restaurada y que se mostrará en el Arqueológico de Sevilla, en una nueva sala dedicada al Tesoro del Carambolo y la cultura tartésica.


Otros dos altares en la Península
Sanmartín ha asegurado que, en toda la Península, sólo existen otros dos altares similares, el del Carambolo y el de Cancho Roano (Zalamea de la Serena, Badajoz), y que el estudio de este de Coria ha permitido determinar que el sacrificio no se efectuaba en el altar, sino en una estancia apartada.

También que las vísceras y carne de animales se ofrecían ya asadas, probablemente en bandejas metálicas, ya que no se han hallado microcarbones, lo que elimina la posibilidad de combustión sobre el altar.

La tierra arcillosa prensada o adobe con la que fue construida tanto la base del altar como sus paredes era "tierra virgen", que el constructor extrajo a cierta profundidad, por lo que si se lograra extraer su ADN se podría obtener información sobre su procedencia, lo que, según Sanmartín, ayudaría a aclarar la relación entre fenicios procedentes de Oriente Próximo y población autóctona o tartesia.

Hallazgos como el de este altar demuestra, según Sanmartín, que los fenicios y la población autóctona convivían también en el interior de la Península y no solo en las costas, como se pensó durante años.

Tras cinco o seis generaciones de convivencia, como han demostrado otras investigaciones sobre cerámicas y orfebrería, Sanmartín ha señalado que quizás habría que hablar sólo de tartesios, por la integración de los fenicios.
(Fuente: EFE / El Mundo)

31 de agosto de 2011

Restauran el mosaico romano "Nacimiento de Venus", datado en el siglo II


 El mosaico romano "Nacimiento de Venus", que está datado en el siglo II después de Cristo y tiene una gran superficie, de más de seis metros de largo por cuatro de ancho, está siendo restaurado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) para su exhibición en el Museo de Málaga.
El IAPH es el encargado de la restauración para el Museo de Málaga.
Este mosaico fue hallado en 1956 en la casa número 94 de la calle González Marín de la localidad malagueña de Cártama, ha informado hoy la Junta en un comunicado.
La obra representa el momento en que Afrodita, con larga cabellera y sobre una gran concha, llega empujada por el soplo de los dioses y arrastrada por los delfines a la playa de una de las islas que tradicionalmente se le dedican.
Hasta ahora, el IAPH ha realizado la extracción de muestras y la confección de un mapa de daños para conocer el estado de la obra, la eliminación de la primera capa del mortero de cemento basto, la limpieza de mortero y teselas, y la unión de piezas con resina e introducción del mortero en las juntas, fisuras y grietas del mosaico para recomponer los vacíos.
Por otra parte, el IAPH está acometiendo igualmente los trabajos previos a la restauración de la estructura arqueológica del Hipogeo Púnico, que constituye una pieza inédita dentro de los fondos del Museo de Málaga y que se incorporará al programa museológico de la futura sede del Palacio de la Aduana.
Los técnicos del instituto tienen previsto comenzar en septiembre la tarea de eliminación del bloque de hormigón que sirve de protección a esta tumba fenicia de forma cuadrangular, que fue hallada a finales del siglo pasado en la calle Mármoles de la capital malagueña.
El mosaico mide más de 24 metros cuadrados.
Ambas piezas integran un conjunto de seis obras de la colección permanente del Museo de Málaga que serán restauradas durante los próximos meses en los talleres del IAPH.
Se trata de los óleos "El milagro de Santa Casilda", de José Nogales Sevilla; "El quite", de Enrique Simonet, y "En la puerta del cuartel", de Enrique Jaraba Jiménez, así como la escultura en madera "San Francisco de Asís", de Gutiérrez León.




(Fuente: Ideal)