google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Juan Manuel Román
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16 de julio de 2024

Estudiantes del curso de Arqueología realizarán excavaciones en las termas romanas de Carmona (Sevilla)

El curso está estructurado mediante sesiones prácticas de excavaciones arqueológicas, apoyadas por sesiones teóricas en las que se tratarán temas metodológicos y de aspectos relacionados con la gestión de las excavaciones, como la legislación de referencia o la documentación administrativa necesaria.

Estudiantes de la 17ª edición del curso de verano ‘Arqueología de campo’ de la Universidad Pablo de Olavide, un seminario eminentemente práctico, tendrán la oportunidad de excavar desde hoy en las termas romanas halladas en el subsuelo de la plaza de Julián Besteiro en la localidad sevillana de Carmona, un complejo termal construido a principios del siglo I. Una parte importante de estos restos arqueológicos quedarán expuestos una vez finalicen las obras de remodelación que actualmente se están desarrollando en la plaza.

El curso, organizado con la colaboración del Ayuntamiento de Carmona, se impartirá del 15 al 26 de julio. Está dirigido por Ricardo Lineros, jefe de Servicio de la Delegación de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Carmona y director del Museo de la Ciudad y Juan Manuel Román, arqueólogo municipal de dicha Delegación.

En el acto de inauguración oficial de dicho curso han participado esta mañana el alcalde de Carmona, Juan Ávila; el concejal delegado de Cultura, Patrimonio Histórico y Turismo, Ramón Gavira y Juan Manuel Román.

El principal objetivo del mismo es que el alumnado pueda conocer in situ todos los aspectos a los que se tiene que enfrentar un arqueólogo cuando realiza una excavación. El curso está estructurado mediante sesiones prácticas de excavaciones arqueológicas en la ya mencionada zona, apoyadas por sesiones teóricas en las que se tratarán temas metodológicos y de aspectos relacionados con la gestión de las excavaciones, como la legislación de referencia o la documentación administrativa necesaria.

Los alumnos del curso realizarán trabajos de campo en la también conocida como plazuela de San José, prosiguiendo con unas excavaciones que se iniciaron como actuación preventiva antes de la remodelación de esta plaza situada en el centro histórico de la ciudad.

Según ha explicado Juan Manuel Román, los trabajos realizados en la zona han dejado al descubierto unas termas romanas públicas construidas en la época de Augusto a principios del siglo I d. C., siendo las más antiguas de este tipo de instalaciones encontradas hasta el momento en Carmona “y cuyas estructuras presentan un relativo buen estado de conservación”.

En este sentido, ha añadido que, en este caso, los niveles de mayor interés son los de época romana, en concreto los relacionados con el edificio termal. En la misma intervención se han documentado restos de otras épocas, como cuatro silos para el almacenamiento de cereal, tres de ellos del periodo islámico y el cuarto de la Edad del Cobre. Los expertos han podido constatar que los baños públicos estuvieron en uso hasta mediados del siglo II de nuestra era, si bien, durante época almohade, se reaprovecharon parcialmente algunas de las estructuras. Además, los trabajos han permitido “constatar por primera vez una mina de agua asociada a la estratigrafía arqueológica, certificando sin ninguna duda su datación romana”.

Sobre este solar se edificó el convento de San José, fundado por los carmelitas descalzos a finales del siglo XVII y desamortizado a mediados del XIX. No hay restos relevantes, más allá de las naves laterales del templo que se conservan junto a los actuales juzgados, ya que el edificio fue demolido tras su uso como cárcel y colegio.

Curso de espeleoarqueología
Por otro lado, la sede Olavide en Carmona también pondrá en marcha del 29 al 31 de julio el curso de verano ‘Introducción a la espeleoarqueología aplicada: el estudio de las minas de agua. 5ª edición. José Millán Naranjo in memoriam’, un curso teórico práctico que permitirá a los alumnos adentrarse en las minas romanas de agua de Carmona. Organizado junto a la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas y el Ayuntamiento de Carmona, está dirigido por Juan Manuel Román y Miguel Ángel Carranco, este último bombero y ambos miembros de dicha asociación, al igual que el resto de profesorado que imparte este curso.

Las exploraciones realizadas durante los últimos años por un equipo formado por espeleólogos, arqueólogos, geólogos y ambientólogos han sacado a la luz una impresionante red de minas existentes bajo el subsuelo de Carmona. Estas casi desconocidas obras de ingeniería hidráulica tuvieron como fin la captación de las aguas subterráneas y fueron construidas en época romana, pudiendo considerarse como elementos patrimoniales de primer orden. Durante el curso, los alumnos aprenderán la metodología diseñada específicamente para estos estudios y realizarán prácticas tanto de progresión vertical en cuerda como de exploración en el interior de estas minas.

18 de junio de 2024

Descubren en Sevilla el vino más antiguo del mundo: un blanco con más de 2.000 años de ‘maduración’

Los análisis químicos confirman que el líquido hallado en el interior de una urna funeraria en Carmona es un vino de época romana, la muestra más antigua identificada hasta la fecha
La urna funeraria con el líquido en su interior, que ha resultado ser un vino de 2.000 años. FOTO: Juan Manuel Román, Ayuntamiento de Carmona

Un equipo de investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) ha identificado el vino más antiguo encontrado hasta la fecha en el interior de una urna funeraria de 2.000 años de antigüedad. El recipiente se encontraba en el mismo mausoleo romano descubierto en 2019 en la localidad sevillana de Carmona en el que ya se había localizado un frasco de perfume perfectamente sellado. Otra de las urnas cerradas herméticamente contenía cuatro litros de un líquido rojizo que, tras el análisis químico, ha sido identificado como vino y supera en antigüedad a la famosa botella de Espira, un recipiente desenterrado de una tumba romana en Alemania del siglo IV d.C.

“Fue muy sorprendente, porque cuando encontramos las urnas durante una excavación dábamos por hecho que contenían huesos y ajuar; nunca nos imaginamos que dentro pudiera haber líquido”, asegura Juan Manuel Román, arqueólogo municipal del Ayuntamiento de Carmona que descubrió la tumba y lideró la excavación. Fue al abrir la urna en el laboratorio cuando se quedaron atónitos. “El líquido tenía un color rojizo y estaba como burbujeando, quizá por el movimiento del traslado”, recuerda. Sumergidos en el interior de la urna estaban los huesos incinerados de un hombre de alrededor de 45 años, junto a otros elementos como un anillo de oro y varias piezas de hueso trabajado.

Tras asegurarse de que el líquido no podía proceder de la condensación y que no se habían producido filtraciones en la urna, los científicos procedieron a su análisis químico. En un trabajo publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports, el equipo del Departamento de Química Orgánica de la UCO, liderado por el catedrático José Rafael Ruiz Arrebola, detalla los resultados de una serie de pruebas para estudiar su composición, diferenciar los compuestos que podían estar relacionados con el vidrio de la urna o con los huesos del difunto y compararlo con vinos actuales de Montilla-Moriles, Jerez o Sanlúcar.

“Lo que nos dio la certeza de que se trataba de un vino fueron los polifenoles”, comenta Ruiz Arrebola a elDiario.es. “Lo que vemos son las moléculas características del vino, sin lugar a dudas, de hecho los hemos comparado con vinos de la zona y están presentes los mismos compuestos”. Por otro lado, la ausencia de antocianinas, los polifenoles que se encuentran en la piel de la uva cuando se dejan en maceración al producir vino tinto, les lleva a pensar que se trataba de un vino blanco.

“Certeza absoluta no la podremos tener jamás, pero tengo cierta confianza en que era un vino blanco, porque en el análisis químico no aparece el ácido siríngico que viene de la descomposición de la antocianina más abundante y aparece en los tintos”, subraya el especialista.

Una práctica desconocida
Uno de los aspectos que desconcierta a los científicos es el hecho de que los restos funerarios aparezcan sumergidos de vino, algo de lo que no hay constancia en otros lugares ni en los documentos escritos de la época. Recientemente se encontró una urna del mismo tipo en Pompeya rellena de líquido, pero aún no se ha analizado su contenido ni se conoce si es un caso similar. “Este es un aspecto del ritual funerario del que no había constancia”, explica Juan Manuel Román. “Será difícil encontrar algo parecido, porque tiene que tener unas condiciones muy particulares para que un líquido se conserve 2.000 años, hay que recordar que del frasco de perfume que encontramos en la urna que estaba junto a esta solo nos habían quedado los posos”.

Este mausoleo circular acogió a una familia de alto poder adquisitivo, estaba situada junto a la importante vía que comunicaba Carmo (la actual Carmona) con Hispalis (Sevilla), y señalizada con una torre de la que ya no quedan restos. Los arqueólogos subrayan que esto hace más improbable que pasara desapercibida por los saqueadores, pero por algún motivo permaneció sin abrir hasta 2019. El mausoleo acogía seis urnas funerarias con los restos de tres hombres y tres mujeres que vivieron en el siglo I d.C., además de vasijas, platos de vidrio y cerámica de gran valor que formaban parte de un ajuar. Conocemos el nombre de dos de ellos, Hispana y Senicio, pero no el de los ocupantes de las dos urnas más lujosas, situadas en el lado derecho de la tumba, la que contenía el perfume (de una mujer) y la del recién descubierto vino (de un hombre).

Los investigadores, que no saben si ambos fueron familia porque la incineración no ha dejado muestras de ADN, creen que esta diferencia de tratamiento puede deberse a una cuestión de género. Las mujeres en la antigua Roma tuvieron durante mucho tiempo prohibido probar el vino, que estaba reservado para los hombres. Los restos de la mujer tenían tres joyas de ámbar, un frasco de perfume con aroma a pachulí y fragmentos de telas cuyos primeros análisis parecen indicar que se trataría de seda. Como curiosidad, además del vino, los restos del hombre estaban acompañados por un anillo de oro que se añadió tras la cremación con la figura de Jano bifronte —una divinidad asociada al tránsito de la muerte—, y restos de huesos trabajados que han resultado ser las patas de una cama, seguramente junto con la que se quemó su cuerpo.

Una bebida para la liturgia
María José Motilva, investigadora del Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV-CSIC), que no ha participado en el artículo, cree que se trata de un “hallazgo excepcional” y que los resultados del análisis de polifenoles sugieren que el líquido rojizo contenido en el ánfora podría tratarse de un vino con una lógica degradación por el paso del tiempo. “La composición en sales minerales del líquido es bastante similar a la de los vinos finos que se producen actualmente en la antigua región bética”, destaca. En cuanto al pH de 7,5, muy superior al de los vinos finos que se elaboran hoy día, cree que se debe a “una degradación lógica que se relaciona con el bajo contenido de materia orgánica del vino que fue en su día”.

José Miguel Martínez Zapater, director del ICVV-CSIC, también cree que se trata de un trabajo muy relevante que aporta mucha información sobre cómo vivieron sociedades anteriores a las nuestras y cómo valoraban el vino. “El vino era una bebida casi para comunicarse con los dioses, estaba muy relacionado con la religión”, asegura. “Estaba destinada a determinados grupos sociales y lo que le daba valor es que solo se producía una vez al año, a diferencia de otras bebidas como la cerveza, que estaban más disponibles”.

Zapater y su equipo trabajan en la identificación de restos arqueológicos de la vid, a partir de semillas en yacimientos con los que tratan de identificar qué variedades se cultivaban, por lo que si apareciera alguna semilla en el fondo de esta urna, señala, sería especialmente interesante para ellos. “Me atrevería a afirmar que las variedades de uva no han cambiado tanto, pero no hay mucha información en el trabajo”, asegura. Lo que tiene claro es que el vino que se bebía hace 2.000 años era muy diferente del actual. “Sospecho que era un vino que se oxidaba rápidamente y tenía problemas de conservación; eso se sabe de muchos vinos de la antigüedad, es algo que ahora evitamos con la tecnología”.

¿A qué sabrá este vino después de 2.000 años? Ruiz Arrebola confiesa que él y su equipo han fantaseado alguna vez con la posibilidad de tomarse un chupito para celebrar el descubrimiento. “No creo que sea peligroso, pero me da un poco de asco, en particular porque estaba en contacto con los restos de un romano muerto”, bromea.

Para Juan Manuel Román, el arqueólogo que descubrió esta tumba romana llena de tesoros, el vino es una muestra más del poder de aquella familia, capaz de adquirir productos que viajaban desde las más lejanas partes del mundo. “Hasta Carmona llegaba el ámbar del Báltico, el pachulí de Pakistán, el vidrio de Alejandría y ahora sabemos que quizá hasta seda desde el lejano oriente”, resume. “El vino es un añadido más a este espectacular hallazgo que nos brinda información de primera sobre cómo se vivía (y se moría) en el mundo romano”.

26 de mayo de 2023

Identifican la composición de un perfume romano hallado en Carmona (Sevilla)

Los restos del perfume se habían conservado solidificados en el interior de un recipiente tallado en cuarzo. La Universidad de Córdoba ha analizado el contenido del frasco descubierto en 2019
Ungüentario de cristal hallado en Carmona (Sevilla).

El equipo de investigación FQM346 de la Universidad de Córdoba (UCO), dirigido por el catedrático de Química Orgánica José Rafael Ruiz Arrebola, en colaboración con el Ayuntamiento de Carmona (Sevilla), ha descrito químicamente los componentes "reales" de un perfume del siglo I d.C.

El resultado ha sido publicado por la revista científica suiza 'Heritage' en un artículo en el que Ruiz Arrebola, el arqueólogo municipal de Carmona, Juan Manuel Román y los investigadores de la UCO Daniel Cosano y Fernando Lafont describen todo el proceso técnico y científico para "volver a oler" al Imperio romano, ha detallado el Consistorio carmonense en una nota de prensa.

Los restos del perfume, localizados en 2019 durante una intervención arqueológica en un mausoleo localizado en la construcción de una vivienda en la calle Sevilla, se habían conservado solidificados en el interior de un recipiente tallado en cuarzo, que aún se mantenía perfectamente sellado.

Según ha explicado Román, se trataba de una tumba colectiva, posiblemente perteneciente a una familia de alto poder adquisitivo, en la que, además de numerosos objetos relacionados con los rituales funerarios (ofrendas y ajuares), se encontraron las urnas cinerarias de seis individuos adultos, tres mujeres y tres hombres.

En una de las urnas, fabricada en vidrio, sobre los restos óseos cremados del difunto, en este caso una mujer de entre 30 y 40 años, se había depositado una bolsa de tela (de la que se han conservado restos) que contenía tres cuentas de ámbar y un pequeño frasco o ungüentario de cristal de roca (cuarzo hialino) tallado en forma de ánfora.

Habitualmente, los recipientes de perfume solían ser de vidrio soplado y, en muy pocas ocasiones, se han encontrado ejemplares fabricados en este material que, por sus características y dificultad para el tallado debida a su dureza, los hacían "muy cotizados y extremadamente caros".

Además de la singularidad del envase, el hecho realmente "extraordinario" era que se encontraba "perfectamente sellado" y que en su interior se habían conservado los residuos sólidos del perfume, lo que ha permitido llevar a cabo esta investigación.

Ruiz Arrebola ha subrayado que la utilización de dolomita, un tipo de carbonato, como tapón y el betún que se usó para sellarlo fueron la clave del "magnífico estado de conservación" de la pieza y su contenido.

Para saber de qué estaba hecho el perfume se han usado diferentes técnicas instrumentales, como la difracción de rayos X y la técnica de cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas, entre otras. Según Ruiz, a partir de los análisis se ha podido determinar que el pequeño tapón cilíndrico fue fabricado en dolomita y que para su perfecto ajuste y sellado hermético se empleó betún.

Con respecto al perfume, y tal como describía Plinio el Viejo, se han identificado dos componentes: una base o aglutinante, que permitía la conservación de los aromas, y la esencia en sí. En este caso, la base era un aceite vegetal, posiblemente y según algunos indicios reflejados en los análisis, aceite de oliva, aunque este punto no ha podido ser confirmado al cien por cien.

En cuanto a la esencia, los resultados de los análisis químicos realizados por la Universidad de Córdoba, Roma olía a pachulí. Este aceite esencial era obtenido a partir de una planta de origen indio, la Pogostemon cablin, muy empleada en la perfumería actual y de cuyo uso no se tenía constancia para época romana. Por otro lado, las características monumentales de la tumba donde se encontró y, sobre todo, el material en el que se fabricó el recipiente que lo contenía, sugieren que se trataba de un producto de alto valor.

Esta investigación supone "un hito" para el campo de la perfumería de época romana y del empleo del pachulí como aceite esencial. Actualmente, se están realizando más estudios sobre otros materiales singulares (como el ámbar, los tejidos o los pigmentos empleados en las pinturas murales) conservados en el mausoleo carmonense y sobre los que se esperan poder obtener resultados en breve.

31 de enero de 2023

Torreperogil pone en valor el hallazgo de sus minas romanas

Las Jornadas de Espeleo-Arqueología de Torreperogil han permitido conocer el reciente hallazgo de las galerías subterráneas y minas de origen romano en Torreperogil (Jaén).

Este pasado fin de semana se han puesto en marcha las JORNADAS DE ESPELEO-ARQUEOLOGÍA de Torreperogil, dos días de divulgación, historia, patrimonio y exploraciones, donde medio centenar de espeleólogos/as venidos de toda Andalucía y Murcia han podido conocer el reciente hallazgo de las galerías subterráneas y minas de origen romano en Torreperogil.

Dos días de intensa programación para conocer de primera mano lo que hay en nuestro subsuelo y el reciente hallazgo de nuevas minas de origen romano, con 2000 años de antigüedad y en perfecto estado de conservación y que el Ayuntamiento de Torreperogil proyecta poner en valor y hacerlas visitables para el público en general y para la comunidad científica en particular.

Las jornadas se iniciaron con la recepción del medio centenar de espeleólogos federados llegados de varios puntos de la geografía española y que además de las ponencias, participaran en sendas visitas a las mina de Santa María y la mina Las Navas, con más de 3 km ya explorados y documentados.

Las ponencias abiertas al público en general y estuvieron a cargo de Juan Manuel Román Rodríguez, Arqueólogo del Ayuntamiento de Carmona y José Millán Naranjo, Presidente de la A.A.E.S., siendo Francisco Torres, Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Torreperogil el que les diese la bienvenida institucional.

Las jornadas han despertado un enorme interés en el mundo de la espeleología científica por el perfecto estado de conservación de las minas y las posibilidades que despiertan, así como en medios de comunicación que cubrirán los dos días que duran las jornadas.

Las exploraciones llevadas a cabo por miembros de la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas (en adelante AAES) en el subsuelo urbano de la localidad de Torreperogil (Jaén) durante el año 2022 han arrojado unos resultados tan prometedores como fascinantes.

En el transcurso de diversas jornadas de exploración se ha dado con diversas minas de agua de época romana. Algunas de las galerías de las mismas se encuentran en un magnífico estado de conservación, lo que hace pensar en la posibilidad de fomentar visitas guiadas, que podrían ser un atractivo turístico sin precedentes en la provincia jiennense.

El objetivo que se persigue en las presentes jornadas es doble: por un lado, dar a conocer el interesante patrimonio arqueológico subterráneo de Torreperogil, y, por otro, estudiar la posibilidad de proceder a su puesta en valor.

29 de agosto de 2019

Hallan intacta una cámara funeraria romana con más de 2.000 años en Carmona

La cámara sepulcral cuenta con ocho loculi o nichos, seis de los cuales están ocupados por urnas funerarias de distinta tipología. "Hace más de 35 años que no encontrábamos en Carmona una tumba en este magnífico estado de conservación, sin sufrir ningún tipo de expolio a lo largo de los siglos", señala Juan Manuel Román
Cámara funeraria hallada en Carmona. FOTO: M.G. / DIARIO DE SEVILLA
Un proyecto de obras promovido en una vivienda particular de la calle Sevilla del casco urbano de Carmona ha propiciado el descubrimiento de un mausoleo funerario construido bajo tierra y que consta de un pozo de acceso y una cámara funeraria, cuya cronología se remontaría a finales del siglo primero antes de la era actual o principios de la siguiente centuria, con la particularidad de que este recinto legado de la antigua Carmo romana se encuentra “completamente intacto”, según informó ayer el Ayuntamiento de la localidad sevillana.

La cámara sepulcral cuenta con ocho loculi o nichos, seis de los cuales están ocupados por urnas funerarias de distinta tipología: piedra de alcor, piedra caliza y vidrio. Éstas últimas, a su vez, están protegidas por recipientes de plomo, según el Consistorio de este municipio que atesora un importante legado patrimonial de la época romana, comenzando por su emblemática necrópolis y su anfiteatro.

En la superficie de tres de estas urnas, además, figuran unas serigrafías que podrían corresponder con el nombre de los difuntos, toda vez que el interior de todas estas urnas se encuentran los huesos incinerados de los difuntos, así como distintos elementos de ajuar como ungüentarios. En los espacios libres que quedan en los nichos y por el suelo han sido hallados recipientes como vasijas, platos y vasos de vidrio y cerámicas, en los que se depositaban las ofrendas funerarias.

REVESTIMIENTO BIEN CONSERVADO
El revestimiento de la cámara funeraria se encuentra además “bien conservado, manteniendo parte de su decoración de motivos geométricos en bóveda y paredes”.

El arqueólogo municipal de Carmona, Juan Manuel Román, ha señalado “la importancia sobresaliente de este hallazgo, puesto que hace más de 35 años que no encontrábamos en Carmona una tumba en este magnífico estado de conservación, sin sufrir ningún tipo de expolio a lo largo de los siglos, lo que permitirá seguir profundizando en el conocimiento de la cultura funeraria en época romana”.

Este mausoleo, según el arqueólogo, formaría parte del conjunto funerario al oeste, en el entorno de la Vía Augusta y relacionado con el actual Conjunto Arqueológico de la Necrópolis romana.El alcalde de Carmona, Juan Ávila, visitó la cámara y felicitó al Servicio Municipal de Arqueología y agradeció la colaboración de los propietarios de la vivienda y de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico.

(Fuente: Diario de Sevilla)

5 de abril de 2018

Comienzan las nuevas excavaciones de las termas romanas en Carmona (Sevilla)

Una de las principales estructuras descubiertas corresponde a una piscina de agua fría 3,65 por 3,15 metros con una profundidad de un metro.
El hallazgo más significativo ha sido el de una mina de agua que abastecía el conjunto termal.
El servicio municipal de Arqueología del Ayuntamiento de Carmona ha comenzado una nueva fase de las excavaciones en el complejo de piscinas romanas del siglo I.

Según el arqueólogo municipal responsable de la excavación, Juan Manuel Román, los hallazgos que se han descubierto ya en esta nueva fase de investigación además de ampliar el conocimiento sobre la edificación, permiten acotar más estrechamente la fecha de su construcción, que se produjo hacia el cambio de era, posiblemente durante el mandato del emperador Augusto.

El hallazgo más significativo realizado en esta fase de la excavación, ha sido el de un pozo de 15 metros de profundidad, que, tras su vaciado y limpieza, se ha confirmado, que corresponde a la lumbrera de una mina de agua que abastecía al edificio termal como ya sospechaban los arqueólogos,Estas minas, existentes por todo el término municipal, se encuentran actualmente en fase de exploración y estudio por parte del Servicio de Arqueología y la AAES (Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas) y este nuevo hallazgo en una excavación arqueológica es de gran importancia, ya que permite fechar sin ningún tipo de dudas la cronología de estas impresionantes obras de ingeniería en el período romano y, en este caso concreto durante el cambio de era.

Una de las principales estructuras descubiertas corresponde a una piscina de agua fría 3,65 por 3,15 metros con una profundidad de un metro. Aunque en época medieval la piscina fue en parte destruida por la excavación de varias fosas y por la construcción de un pozo de agua, la mayor parte de la misma se encuentra en buenas condiciones de conservación, especialmente su revestimiento de mortero hidráulico.

Junto a esta piscina se encuentran otras dos de menor tamaño, también en buen estado de conservación, y los semisótanos (hipocaustum) donde se hacía el fuego para calentar las piscinas de agua caliente (caldarium) y templada (tepidarium). Además se han identificado varias estancias y estructuras relacionadas con el uso de estas termas públicas.