Iniciativa conjunta
Por primera vez, la iniciativa privada y la pública se dan la mano en un proyecto de recuperación del patrimonio de Huelva. Arqueo Huelva la Consejería de Cultura y la empresa Atlantic Copper, a través de su Fundación, se han propuesto llevar a cabo si no la primera intentona, sí desde luego la más ambiciosa iniciativa que se ha llevado a cabo nunca para reconstruir el carro de la Tumba 17 de La Joya, una pieza que debería haber sido desde hace mucho “una seña de identidad de Huelva” y, sobre todo, de la estrechísima, más bien inseparable, relación de la ciudad con la cultura de Tarteso.
Es el proyecto más ambicioso por muchas cosas. Primero, por sus dimensiones, y es literal: la réplica se va a realizar a tamaño real, escala 1:1, en un trabajo “de alquimia moderna” en el que “se conjugará la tradición con la innovación”. Segundo, por el trabajo de investigación que hay detrás y que ha sido realizado en gran parte por el arqueólogo y vicepresidente de Arqueo Huelva, Rafael C. Robles, que precisamente había participado, en el marco del proyecto ‘Construyendo Tarteso’ que realiza el CSIC en Extremadura, en el diseño de una nueva propuesta estética del carro que fue exhibida en el Museo Arqueológico y Paleontológico de Alcalá de Henares en Madrid y con la que se ha tratado de acercarlo más a la realidad de su tiempo y, sobre todo, al encaje de todas sus piezas.
Esta reconstrucción digital es la base para la réplica física que se va a construir en Huelva, aunque el proyecto de Arqueo Huelva y la Consejería presenta algunas novedades importantes sobre los aspectos constructivos y el uso de algunas de sus piezas menos singulares. La tercera razón es, quizás, la más hermosa, porque para la reconstrucción del carro habrá que hacer un auténtico viaje en el tiempo. El carro será construido en madera y metal, respetando al máximo posible la fabricación tradicional de este tipo de vehículos.
El artesano que trabajará la madera es Carlos Carmona, un joven onubense, ingeniero de Diseño Industrial y de Desarrollo de Productos, afincado en Sevilla, donde fabrica muebles a mano. En su taller, Carmona devolverá a la vida la estructura del carro perdida por el paso del tiempo. El trabajo de los metales, por su parte, correrá a cargo de Manuel Meijide, un joyero con más de 20 años de experiencia reproduciendo joyas arqueológicas de diferentes culturas como celtas, celtíberos o tartesios. Meijide realizará los conocidos bocines (los tapacubos de las ruedas con forma de cabeza de felino) replicando la misma técnica que se usaba hace casi 3000 años, llamada ‘a la cera perdida’. Las otras piezas singulares, como las bandas decoradas con palmetas, serán trabajadas a mano una a una, igual que en la antigüedad, con la ventaja, eso sí, “de que ahora podemos usar modelado 3D y scanners para tener mayor precisión de las piezas originales sin tener que intervenir en ellas”, explica Jorge Cotallo.
Hay una cuarta razón para justificar lo de ‘ambicioso proyecto’ que tan bien suena: su extensión, y es que “este es un proyecto de divulgación”, cuenta el presidente de Arqueo Huelva, y por eso la construcción del carro irá ligada a la generación de otros contenidos que viajarán en paralelo, como diferente material gráfico, audiovisual y didáctico “que nos llevará a entender y descubrir de una manera sencilla y accesible la construcción del vehículo y su contexto en el pasado más remoto de nuestra ciudad”. Por ejemplo: parte el equipo, al mando de “nuestro pintor de cámara”, el artista Rafa Septién, se encuentra preparando ya una animación 3D “que nos hará entender de una forma muy sencilla el significado de la colina sacra de la Joya, sus rituales de enterramiento y el significado que tenía poseer un carro en la Huelva del siglo VII antes de Cristo”.
Y es que no se trata (o no solo) de una cuestión de recuperar “un objeto de gran valor histórico y cultural”. La reconstrucción del carro “representa una oportunidad única para conectar con nuestras raíces y entender mejor el pasado de Huelva”. El carro tartésico “es un símbolo tangible de la riqueza y complejidad de la cultura que una vez habitó esta zona de Andalucía”, y hacerlo real “puede servir como un poderoso instrumento educativo”, sin olvidar su atractivo turístico, asegura Cotallo, que tiene claro que “no solo estamos poniendo en valor un artefacto importante”, sino que “también estamos reavivando el interés por la historia local y fomentando un sentido de orgullo en la comunidad”.
Recuperarlo es una forma de hacer que la historia “cobre vida”, y que las personas puedan experimentar de manera directa, por ejemplo, cómo la ingeniería y el arte de un tiempo tan pasado no son tan distintas a los de hoy, cómo aquellos primeros onubenses no son tan diferentes a los que ahora pisan exactamente el mismo suelo. Tocar con las propias manos un carro tartésico tal y como se construyó hace casi 3.000 años será “una experiencia increíble” que, seguramente, “puede inspirar a futuras generaciones” y animarles “a explorar y valorar su patrimonio” o, por qué no, a tratar de crear proyectos como este, que aseguren “que la historia de Huelva no se pierda” en medio de tanta oscuridad. Que arrojen, como dijo aquel, luz, toda la luz del mundo, sobre las tinieblas.
Un equipo multidisciplinar
En la reconstrucción del carro tartésico de La Joya participan arqueólogos, artesanos del metal, la madera, el cuero y la cestería, expertos en patrimonio, diseño gráfico y 3D y profesionales de la comunicación audiovisual, entre otros. Un equipo multidisciplinar que, se prevé, tendrá lista la réplica en otoño.
Jorge Cotallo
Además de presidente de Arqueo Huelva, Jorge Cotallo se encarga de la dirección de arte del proyecto, además de ejercer como enlace entre los distintos equipos y coordinar la imagen y la parte audiovisual. Cotallo estudió Interpretación y Comunicación Audiovisual y ha trabajado en series de ficción, publicidad y cine.
Rafael C. Robles
El arqueólogo onubense es vicepresidente de Arqueo Huelva y el responsable de coordinar todo el conjunto desde el punto de vista arqueológico, historiográfico y documental. Robles ha participado como arqueólogo en diferentes excavaciones y proyectos de recreación digital.
Miguel Gómez Pedraza
Socio fundador de Arqueo Huelva, es un enamorado del patrimonio natural y cultural de su ciudad. Estudio en el IES La Rabida los ciclos formativos de guia, informacion y asistencia turistica, al igual que grado superior en agencias de viajes y gestión de eventos.
Rafael Septién
El dibujante Rafa Setién se encargará de la realización del material gráfico del proyecto. Nacido en Huelva en 1997, se inició en la escultura hasta que en 2015 la abandona para centrarse en el dibujo sobre papel y la escenografía inspirada en el imaginario colectivo andaluz.
Manuel Meijide
Meijide es un artesano joyero con más de 20 años de experiencia. Apasionado de la historia antigua, desde su proyecto ‘Arsgentum’ reproduce joyas arqueológicas de diferentes culturas, que fabrica a mano utilizando las antiguas técnicas.
Carlos Carmona
Onubense, ingeniero de Diseño Industrial y de Desarrollo de Productos. Desde su taller en Sevilla (elviscanario.com) diseña y fabrica muebles propios hechos a mano. Carmona va a ser el encargado de darle vida a toda la estructura de madera que el tiempo hizo desaparecer en la Tumba 17 de La Joya.