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22 de julio de 2024

Desvelan evidencias de reocupación en el siglo VIII en Valencia la Vella

Los trabajos han documentado nuevos edificios y la ocupación musulmana del yacimiento.
Foto de familia de los participantes en la campaña de excavaciones de este año.

Los trabajos realizados por el grupo de expertos y estudiantes del séptimo Curso de Arqueología Cristiana y Visigoda de Valencia La Vella han aportado nuevos datos sobre el carácter urbano de este enclave predominante en el Mediterráneo. Una ocupación que no solo se circunscribe a la época visigoda, sino que indica que la ciudad pudo ser ocupada en el siglo VIII por un asentamiento musulmán. Del 1 al 19 de julio se ha celebrado el séptimo Curso de Arqueología Cristiana y Visigoda de Valencia La Vella, gracias al convenio marco firmado por el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria y el Institut Català d'Arqueologia Clàssica en 2016. Un año más la excavación ha estado coordinada por Albert Ribera, con la dirección arqueológica de Òscar Caldés y Josep Maria Macias.

La excavación arqueológica de este año ha consistido en el desarrollo de extensos trabajos de rebaje mecánico de los niveles agrícolas contemporáneos, con el fin de adecuar las áreas de excavación que se tendrán que llevar a cabo en los próximos 4 años.

En concreto se ha intervenido en la plataforma intermedia de la ciudad, justo al lado de la muralla exterior e interior, que la separa del barrio inferior. Esta actuación permitirá la ampliación futura del área museográfica y, desde el punto de vista arqueológico, determinar el carácter funcional del sector y obtener contenidos para el desarrollo del relato histórico del yacimiento.

Todas estas evidencias nos muestran como la construcción de la primera ciudad estuvo perfectamente planificada. No fue únicamente un centro militarizado con unas imponentes murallas defensivas y una urbanización en terrazas, que se adaptó, a la vez que transformó, la pendiente natural de la montaña, tal como se formó en su fase fundacional, sino que fue evolucionando y transformándose a lo largo del tiempo en un asentamiento de funcionalidad más cotidiana.

Se ha identificado los muros de delimitación oriental y meridional de un gran edificio, de más de 28 metros de largo, se ha estudiado el sistema de fundamentación de la muralla exterior en este sector y se han determinado los canales de circulación interior entre los barrios de la ciudad, ya atestiguados por una escalinata en 2023 y ahora por una rampa, bloqueados los dos en un periodo posterior, tal vez de los inicios de una etapa de los inicios de la presencia islámica que empieza ahora a manifestarse.

Otra de las investigaciones apunta a la identificación de un posible espacio residencial con una gran chimenea, alrededor de la cual se han documentado numerosos restos de piezas destinadas a la alimentación, quemaduras durante su proceso de cocción. También destaca la elevada concentración de caracoles que refleja su elevado consumo. Esto incide en la idea que, durante el siglo VII, la ciudad perdería su función militar original, y, despacio, se fueron ocupando los espacios contiguos en la muralla.

A nivel material destacamos la recuperación de numerosos restos de vajilla visigoda, así como evidencias cronológicas de consumo que nos indican una ocupación residual pero todavía para determinar, durante el inicio del periodo andalusí o en el siglo VIII.

A pesar de que la ciudad parece abandonarse durante el siglo VIII no se descartan otras ocupaciones musulmanas posteriores y esporádicas durante este periodo, aunque de marcado carácter agrícola.

En cuanto a la fase visigoda se han recuperado evidencias de ánforas y de vajilla de mesa procedente el norte de África, un cuello completo de una botella de vidrio, una hebilla o placa de cinturón visigoda y numerosos restos de consumo.

El alcalde de Riba-roja, Robert Raga ha mostrado su satisfacción por los resultados obtenidos en la nueva edición, “las excavaciones continúan hilvanando la historia de las diferentes civilizaciones que han pasado por nuestro territorio, que nos permitirán crear un relato que nutra el futuro Centro de Interpretación Arqueológica de València La Vieja, único en España y uno de los pocos testimonios históricos de la época visigoda que existen”.


Formación especializada
En esta novena excavación del Yacimiento han participado alumnos de diferentes universidades europeas, que han tenido la oportunidad de conocer de cerca la metodología básica de excavación y de análisis arqueológico, así como formación orientada específicamente a la arqueología tardoantiga, su cultura material y su problemática histórica.

Durante estas dos semanas, los estudiantes han combinado el trabajo de campo en el yacimiento con tareas de análisis de resultados, así como diferentes actividades paralelas, como sesiones teóricas y visitas a yacimientos del entorno.

El curso ha alternado la excavación del yacimiento con tareas de lavado, siglado y catalogación de los restos encontrados, visitas a yacimientos *tardoantics de la zona y algunas conferencias sobre aspectos del mundo visigodo y cristiano. Además, pudieron mostrar al público los resultados de sus trabajos en la Jornada de Puertas Abiertas que se llevó a cabo el pasado 17 de julio en la cual participaron de medio centenar de personas.

Paralelamente, en la segunda quincena de junio se llevó a cabo una campaña preliminar de excavación y limpieza gracias a la subvención del área de cultura de la Diputación de València.

Las excavaciones continuarán después del curso hasta principios de agosto, en virtud a la colaboración iniciada con las Universidades de Newcastle (Inglaterra) y Friedrich-Alexander-*Universität *Erlangen-*Nürnberg (Alemania), con un grupo de estudiantes ingleses. Después de un breve paréntesis, las actuaciones se retomarán en octubre con la probable participación de la referida universidad alemana.

30 de octubre de 2023

Arqueólogos hallan un esqueleto infantil en el yacimiento visigodo de Ribaroja (Valencia)

Se ha sacado a la luz un esqueleto de un individuo de unos 7-10 años de edad, de sexo indeterminado. Su conservación es relativamente buena y se encuentra mayoritariamente aún en conexión anatómica. El niño murió alrededor del año 600 d. C., por causas que por ahora son desconocidas.
Los restos del esqueleto infantil hallados en el yacimiento arqueológico Valencia 'La Vella'. ABC

Un grupo de investigadores del Institut Català d'Arqueologia Clàssica, ha sacado a la luz un esqueleto de un individuo de unos 7-10 años de la época tardo antigua, datado alrededor del año 600 d. C. Éste es el resultado de los primeros hallazgos el pasado mes de julio, cuando los investigadores del VI Curso de Arqueología Cristiana y Visigoda de Riba-roja de Túria, encontraron el contorno de un cráneo mientras excavaban una estancia del sector 1000, anexa a la muralla sur del yacimiento.

La dirección científica optó por la cautela y para no dejarlo al descubierto, se tapó para que el hallazgo fuera debidamente excavado y analizado por Víctor Morcillo, antiguo alumno del Curso de Arqueología, y experto formado en la Universidad de Burdeos en el campo de la arqueoantropología- disciplina que estudia los restos humanos antiguos, como los esqueletos- y que en ese momento se encontraba investigando en Francia.

La pasada semana se llevó a cabo una nueva excavación, con un grupo reducido de arqueólogos, dirigido por Oscar Caldés, del Instituto Catalán de Arqueología Clásica, y Víctor Morcillo. Durante los trabajos, contaron con la ayuda de Itziar Gutiérrez y Auxanne Le Beller.

Gracias a su labor, se ha sacado a la luz un esqueleto de un individuo de unos 7-10 años, de sexo indeterminado. Su conservación es relativamente buena, y se encuentra mayoritariamente aún en conexión anatómica. Según los expertos, el cuerpo fue enterrado en sentido O-E, con la cabeza mirando al norte, sobre su lado izquierdo, con los brazos flexionados cubriéndose el rostro y las piernas flexionadas hacia la cadera. Además, sus pies y parte de una pierna están cortados por la construcción de un muro posterior. Las primeras valoraciones indican que debió ser depositado en una fosa, anterior a una reforma de la vivienda.

También, para comprobar si se trataba de un esqueleto aislado o si había otros alrededor, los arqueólogos excavaron una zona más amplia y encontraron materiales de la segunda mitad del siglo VI d. C., lo que hace pensar que el niño murió alrededor del año 600 d. C., por causas que por ahora son desconocidas.

El motivo de su entierro aislado permanece incierto, pero los investigadores creen que podría estar asociado a la voluntad de los padres de tener cerca el cuerpo de un hijo que se fue demasiado pronto.

Con la extracción y limpieza del esqueleto, se abren diversas vías de investigación. Después de un primer análisis visual de los restos, los huesos serán trasladados a un centro especializado para llevar a cabo los análisis de laboratorio pertinentes: como el de carbono-14, con el que los investigadores esperan poder determinar la fecha exacta en la que el individuo murió; o el análisis de isótopos estables, que permitirá conocer la dieta diaria de esa persona. Paralelamente, se realizará también un análisis genético para determinar el origen del individuo.

El alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga ha mostrado su gratitud al equipo de arqueología que ha trabajado concienzudamente en la zona, «este gran hallazgo es un avance en las constatación de Valencia la Vella como un asentamiento clave de época visigoda, que nos va a permitir obtener más información sobre el origen y creación de esta ciudad fortificada de carácter defensivo militar, que fue habitada en el siglo VI». Raga ha matizado «nuestro compromiso por recuperar y descubrir nuestra historia es indiscutible, y para ello seguiremos impulsando la investigación y la puesta en valor de nuestro pasado visigodo».

El Instituto Catalán de Arqueología Clásica y el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria, llevan más de diez años investigando este magnífico enclave visigodo, declarado Bien de Interés Cultural por la Generalitat Valenciana en mayo de 2023.
(Fuente: Las Provincias)

14 de septiembre de 2020

Los arqueólogos constatan la monumentalidad de la ciudad visigoda de Valencia La Vella

En la última campaña llevada a cabo en el yacimiento de Ribarroja del Túria (Valencia) se ha documentado un muro de tres metros de anchura que delimitaría una de las plazas principales y serviría de base a una muralla interior que a su vez protegía uno de los barrios de la ciudad

Entre finales de agosto e inicios de septiembre se ha llevado a cabo una nueva campaña de excavación arqueológica en la ciudad visigoda de València la Vella (Riba-roja de Túria). La intervención forma parte del proyecto de investigación y de difusión impulsado, desde el año 2016, por el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria con la colaboración y supervisión científica del Instituto Catalán de Arqueología Clásica de Tarragona. La actuación cuenta, al igual que los años anteriores, con la financiación del área de Cultura de la Diputación de València.

Este año, desgraciadamente, la pandemia COVID-19 ha desaconsejado la realización del V Curso de Arqueología Cristiana y Visigoda, en que participaban una veintena de estudiantes de arqueología. Se ha optado por una intervención arqueológica profesional, sin estudiantes, en colaboración con la empresa Global Mediterráneo. Los trabajos de excavación han sido dirigidos por Miquel Rosselló i Alejandro Lara, veteranos de otras campañas. Josep M. Macias; del Instituto Catalán de Arqueología Clásica de Tarragona, ha co-dirigido los trabajos y se ha encargado de la topografía de la excavación, de revisar sobre el terreno el trazado de la muralla en su parte occidental y de la delimitación de la fortificación interna de la parte superior del yacimiento. También se ha contado, como otros años, con la colaboración del profesor Jordi Padin (Departamento de Geodesia de la Universitat Politècnica de València) para realizar una prospección previa con Geo-radar. La coordinación del proyecto ha estado a cargo de Albert Ribera.

Las cuatro campañas anteriores (2016-2019) habían definido el marco cronológico principal del yacimiento, entre los fines del siglo VI y el inicio del VIII, habían delimitado el espacio del recinto fortificado, excepto el límite occidental, habían confirmado la categoría urbana de València la Vella, habían evidenciado la existencia de varios edificios monumentales, todavía por terminar de excavar, y habían descubierto una vida cotidiana muy dinámica con el uso abundante de la moneda (visigoda, bizantina, vándala, romana reutilizada…), la fabricación de vidrio y el consumo normal de productos (óleo y vino sobre todo, además de vajilla) importados del Norte de África, Siria-Palestina y el Egeo.

Además, los trabajos de excavación cuentan con la realización de prospecciones geofísicas sectoriales que, progresivamente, definen las principales características de un extenso subsuelo arqueológico y sirven para programar las futuras excavaciones.

Los resultados de la campaña de 2020, todavía en fase de estudio, permiten avanzar todavía más en el conocimiento y la caracterización de los diferentes sectores urbanísticos de la ciudad visigoda, mediante los hallazgos arqueológicos, la topografía y las cada vez más evidentes estructuras de aterrazamiento, que se confunden o están ocultas por los márgenes de los campos de cultivos modernos.

En cuanto a los resultados recientemente obtenidos, hay que destacar la constatación de la monumentalidad interior de la ciudad visigoda reflejada, por ejemplo, con el gran muro de borde 3 metros de anchura que, al mismo tiempo, delimitaba una de las plazas principales y serviría de base en una muralla interior que delimitaba uno de los barrios de la ciudad, el intermedio, que, de momento, parece que alojaría actividades productivas (fabricación de vidrio, grandes silos de almacenamiento de cereal,…) y de vivienda de buena parte de la población. 

HORNOS Y EDIFICIO MONUMENTAL
En esta línea, a la campaña de 2020, en el interior del barrio se han excavado unos pequeños hornos que todavía hay que estudiar e identificar y que, en todo caso, certifican todavía más la función de este barrio situado entre la parte superior, la ciudadela, y la inferior. La ciudadela, que se extendía por el largo espacio más elevado, en forma de media luna, y que estaba presidido por un monumental edificio, en curso de excavación y estudio, albergaría alguno de los estamentos privilegiados de la sociedad de la época, posiblemente el religioso. Los trabajos de este año han sacado a la luz una buena parte de su fortificación interior, que en gran parte estaba escondida por la densa vegetación intrusiva que a los últimos años está afectando al yacimiento. El tercer barrio topográficamente diferenciado sería el de la parte baja, donde se concentran los edificios más monumentales, identificados por excavaciones anteriores de hace 40 años y otros más, muy visibles a fotos aéreas y planos antiguos. Desgraciadamente, la parte baja, de momento, no es accesible en la investigación.

MURALLA
Hasta ahora, la muralla se había concebido como el principal elemento de patrimonio arquitectónico conservado, pero las diversas estructuras de aterrazamiento que se han identificado confieren en la ciudad un aspecto de núcleo densamente edificado y muy organizado, con barrios jerárquicamente y funcionalmente diferenciados, como dan a entender los hallazgos y las importantes estructuras de contención y urbanización de un cerro fortificado que destacaba unos cuarenta metros por encima del río Turia.

A estas alturas, el proyecto de investigación desarrollado ha permitido interpretar el yacimiento de València la Vella como una ciudad visigoda fortificada de nueva creación, en la segunda mitad del siglo VI y, de la reciente revisión, con 5 ha de superficie. Su muralla constituye hoy en día el elemento más relevante del yacimiento. Hasta la actualidad, el proyecto solo ha excavado unos 250 m² y se ha establecido un perímetro amurallado teórico de unos 981 m, de los cuales hasta ahora se han documentado unos 416 m. Todavía permanecen muchos segmentos ocultos por la vegetación o los terraplenes, además de los de la parte occidental, en gran parte destruidos por obras ilegales entre 1978 y 1990, que se podrán restituir gracias a las fotos aéreas antiguas. Ya se han identificado el acceso principal en la ciudad y siete torres.

El gran reto para el futuro es la investigación de los edificios del interior la ciudad, en gran parte localizados pero todavía para interpretar, y, por último, pero no menos importante, la creación de un gran (por dimensiones) Parque Arqueológico para hacer accesible a todo el mundo este inmenso tesoro monumental e histórico que es València la Vella.
(Fuente: Parc del Túria)

8 de septiembre de 2020

Se abre a las visitas el yacimiento apícola de Ribarroja del Túria

Los arqueólogos consideran el yacimiento como único por su función como productor de miel, que se remonta a los siglos IV-III antes de Cristo, con abundantes hallazgos en forma de fragmentos cerámicos correspondientes a las colmenas que había durante los años de esplendor.
El Ayuntamiento de Ribarroja del Túria (Valencia) ha puesto en valor este verano los hallazgos arqueológicos del único yacimiento apícola de la época íbera ubicado en el corazón de la Vall de Porxinos por su importancia en el conjunto de toda España. Los hallazgos son fruto de los trabajos realizados en 2008 sobre una extensión de terrenos de unos quinientos metros en uno de los enclaves naturales más extensos del municipio.

El yacimiento apícola forma parte de las rutas que ha puesto en marcha para este año el Ayuntamiento con el fin de difundir el patrimonio arqueológico de la localidad, especialmente en cuanto a los restos de época íbera y también una atención a los tramos de los acueductos existentes de la época romana ubicados en el barranco de Porxinos, protegidos como bien de relevancia local (BRL) por el plenario.

Con la denominación de 'Fonteta Ràquia', su descubrimiento ha servido como reclamo turístico y uno de los motivos para visitar un paraje natural dentro del parque del Túria y que fue objeto de un estudio arqueológico por parte de los expertos. En dicho trabajo se encontraron hasta 140 kilogramos de fragmentos que equivaldrían a unos 200 colmenas de la miel producida en el periodo de tiempo en que estuvo en funcionamiento.

Es por ello que el área de Turismo de Ribarroja de Túria ha diseñado varios programas a lo largo de todo el verano adaptados a la normativa marcada por las autoridades sanitarias en cuanto al Covid-19.

PRODUCCIÓN DE MIEL
El yacimiento apícola está considerado por los expertos arqueólogos como el único existente en toda la península por su función como productor de miel, que se remonta a los siglos IV-III antes de Cristo en la zona sureste de Porxinos, con abundantes hallazgos en forma de fragmentos cerámicos correspondientes a las colmenas que había durante los años de esplendor.

El alcalde de Ribarroja del Túria, Robert Raga, ha señalado el valor "ecológico, patrimonial y arqueológico que presenta la Vall de Porxinos, con unos restos que nos recuerdan las formas de vida de las civilizaciones que han pasado durante siglos en nuestro municipio y que para nosotros supone una obligación recuperarlas, mantenerlas y difundir su legado histórico y cultural".
(Fuente: Las Provincias)

27 de febrero de 2018

Recuperadas 1.300 piezas expoliadas en el yacimiento de Valencia La Vella de Ribaroja (Valencia)

La Guardia Civil ha detenido a un saqueador de Ribaroja que utilizaba un detector de metales en las excavaciones para venderlas en el mercado negro. Monedas de época romana, puntas de flecha de la Edad Media, proyectiles de mosquete de las guerras carlistas, iconos religiosos tanto del islam como del cristianismo y muchas piezas de la época visigoda son parte del botín recuperado
Arqueólogos trabajando en el yacimiento de Valéncia la Vella, donde se produjo el expolio.
Los saqueadores del patrimonio arqueológico de València habían encontrado en el yacimiento de València la Vella, en Ribaroja del Túria, sus particulares «minas del Rey Salomón» dado el valioso botín histórico que se esconde bajo las cinco hectáreas que ocupaba la antigua ciudad visigoda. La Guardia Civil, tras una investigación de varios meses, ha logrado poner freno a este expolio con la detención de un hombre de 36 años, a quien le han intervenido cerca de 1.300 piezas extraídas de forma ilegal de las excavaciones de este enclave único en la Comunitat. Los objetos, algunos de los cuales se remontan a la época romana, ya se encuentran en buenas manos en el Museo de Prehistoria de València.

Monedas de la época de la República de Roma, puntas de flecha de la Edad Media, proyectiles de mosquete de las guerras carlistas, iconos religiosos tanto del islam como del cristianismo y muchas piezas de la época visigoda son parte del botín recuperado por los agentes del Instituto Armado, que han contado con la colaboración de la Policía Local de Ribaroja.

ANÁLISIS DE LAS PIEZAS
Desde hace unas semanas todo este valioso material arqueológico permanece en el Museo de Prehistoria de València, donde bajo la supervisión de su directora Helena Bonet, los arqueólogos analizan pieza por pieza para su catalogación. El objetivo, además de cuantificar el valor del material recuperado por la Guardia Civil, es que en un futuro se pueda exponer en el citado museo para que todos los visitantes puedan disfrutar y conocer la historia de la provincia a través de sus restos.

Esto no sería posible si el arrestado, vecino de Riba-roja, hubiera logrado su propósito, que era poner en circulación las piezas en el mercado negro fuera de España. Aunque ya había vendido algunas de ellas a su círculo más cercano -se desconoce cuántas- el sospechoso se preparaba para sacar un gran beneficio económico de éstas, como así demuestra que estuviera buscando asesoramiento legal y posibles compradores en foros especializados en la materia.

LIBERTAD CON CARGOS
En el registro de su domicilio los agentes comprobaron que tenía un taller para limpiar concienzudamente los objetos expoliados, y que incluso los ponía a la venta en su propia casa. El Juzgado de Instrucción número cuatro de Llíria lo ha dejado en libertad con cargos, acusado de un delito contra el patrimonio histórico, de robo con fuerza, ya que forzó el acceso a las excavaciones, y de un delito de apropiación indebida, indicaron fuentes jurídicas.

El arrestado se colaba en las excavaciones aprovechando los momentos en los que no había nadie trabajando en ellas, tras forzar el vallado que colocó el Ayuntamiento en esta zona protegida, y con un detector de metales peinaba el terreno en busca de su botín. Aunque tiene concedida una autorización de la Generalitat para tener este aparato detector de metales, su suso está limitado para playas, por lo que también podría ser sancionado vía administrativa por ello.

Fuentes del Ayuntamiento de Riba-roja confirmaron que existen diligencias abiertas por estos hechos y que la detención llevada a cabo por el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Riba-roja forma parte de la llamada «Operación Pandora» a escala europea, pero que por el momento no pueden concretar qué tipo de piezas han sido recuperadas.

19 de agosto de 2016

Documentan nuevas estructuras y cerámicas en el yacimiento visigodo de Valencia la Vella

Entre los hallazgos destacan tres torres defensivas que se unen a las dos ya descubiertas, una escalera de acceso a la muralla y cimientos de un potente edificio, además de ánforas ibicencas, del Egeo, del sur de Turquía, Palestina y Túnez. El Ayuntamiento negocia la compra de los terrenos para evitar expolios.
La compra de los terrenos permitirá realizar un proyecto de mejora de la fortificación.
Los tres arqueólogos que han dirigido las excavaciones en este yacimiento de Ribaroja (Valencia) a lo largo de las tres últimas semanas; Josep Maria Macias, Albert Ribera y Miquel Rosselló, han presentado los resultados de los trabajos que se han realizado en València la Vella y las conclusiones que se pueden derivar de los mismos. Los trabajos se han centrado en evaluar el estado de conservación de la muralla existente y la limpieza de un tramo de 75 metros que ha permitido descubrir tres torres más que se unen a las otras dos ya descubiertas.

En las labores de adecuación y limpieza de la parte baja del yacimiento se han identificado una escalera de acceso a la muralla y una pared paralela que transcurría a modo de ronda de circunvalación. Además, se ha hallado una plataforma artificial en la parte superior y en la zona intermedia se han localizado tres potentes cimientos pertenecientes a un edificio de gran extensión.

El uso de un georradar ha facilitado el hallazgo de otras partes antiguas del yacimiento como una gran plaza en la parte baja, varios muros y numeroso material y objetos que permiten deducir que la fortificación se remonta a los siglos VI y VII. Entre el material encontrado destacan ánforas de Ibiza, del sur de Turquía, el Egeo, Palestina y Túnez que se utilizaban para la importación de vino y aceite. También se han localizado monedas y dos pequeños bronces.

La existencia de una muralla de más de tres metros de altura permite deducir que tenía una función militar y que en su interior pudo instalarse una población importante de personas, dada la solidez de las construcciones y la fecha de los hallazgos. 


COMPRA DE LOS TERRENOS PARA EVITAR EXPOLIOS
El objetivo del consistorio pasa por desarrollar un plan integral de estudio, rehabilitación y restauración de este emplazamiento que ha permanecido olvidado por la administración local desde que entre los años 1978 y 1980 tuviese lugar una excavación por parte de la Diputación de Valencia, seguida de una destrucción de parte del yacimiento cuando una máquina excavadora arrasó varias torres de la fortificación y parte de la muralla para construir un puente para habilitar una línea de tren. 

La compra de los terrenos permitirá trazar un proyecto de mejora de la fortificación al tiempo que se evitará las prácticas de expolio y robo de materiales y elementos existentes en el interior del yacimiento fruto del estado de abandono y olvido que ha sufrido a lo largo de las últimas décadas a pesar de que se trata de uno de los conjuntos arqueológicos más valiosos de la época visigoda en España. 

El alcalde de Riba-roja, Robert Raga, ha señalado la importancia de "invertir en las obras de mejora del yacimiento de València la Vella dadas las dimensiones y la magnitud global del recinto ya que está considerado por los expertos como uno de los enclaves arqueológicos más importantes de España y con unas características singulares que le confieren rasgos valiosos; por ello, debemos apostar por recuperar parte de nuestra historia para incentivar el turismo histórico como fuente dinamizadora de la economía local".

FINALIZACIÓN DEL CURSO Y LAS EXCAVACIONES
Precisamente hoy viernes concluye el "I Curso de Arqueología Cristiana y Visigoda", organizado por el ayuntamiento de Riba-roja y el Institut Català d'Arqueologia Clàssica (ICAC) de Tarragona y financiado por el consistorio y la Diputación de Valencia y en el que han participado 20 estudiantes de diversas universidades de España. En este curso arqueológico, incluido en un proyecto de investigación del Ministerio de Economía, han colaborado, además, los departamentos de Arqueología de los ayuntamientos de Valencia y Llíria, la Universitat de València y el departamento de Ingeniería Cartográfica, Geodesia y Fotogrametría de la Universitat Politècnica de València. 
(Fuente: La Red Comarcal)