Los restos han permanecido sin documentar pese a estar a la vista. FOTO: FABIÁN SIMÓN / ABC |
Su extensión es prácticamente la de la totalidad de la planta rectangular: 62 metros cuadrados. Se trata de una gran parte del muro norte, y corresponde al arranque sur de la torre: 4.75 metros lineales de lienzo. Cubre 2,3 metros de altura, que se distribuye en cuatro hiladas. Entre las hiladas inferiores de las torres se perciben también tres escalonamientos. Hay varios sillares que muestran abombamiento en buena parte de la cara expuesta.
SIN CATALOGAR
En el sótano del antiguo inmueble del número 153 se ha confirmado la existencia de la parte interior de este hallazgo, de la que se tenía constancia por parte de algunos expertos, pero que estaba sin catalogar ni documentar. Ahora se sabe que ocupa una superficie de construcción de unos 61 metros cuadrados. El estado de conservación de la parte interior de este torreón es bueno también pero ahora mismo necesitará una importante labor de limpieza porque parte está cubierto de algún tabique y estructura accesoria ya que ocupa el almacén de un bar.
En el contexto del Plan Director de Vestigios Romanos de Caesaraugusta que los responsables de Arqueología querían hacer, el Ayuntamiento dio luz verde a un proyecto de investigación para intentar encontrar más vestigios de las murallas romanas de Caesaraugusta. Y en este contexto, fue cuando se encontró la posibilidad de que en estos sótanos tenía que haber algo.
ACCESO INDEPENDIENTE
Ahora, el objetivo es lograr ponerlo a disposición del público para que sea visitable. "Habría que encontrar el modo de lograr un acceso independiente del bar y de la tienda para unir los sótanos por debajo", según ha puesto de manifiesto el consejero municipal de Cultura, Fernando Rivarés, de manera que pueda ser visitado por zaragozanos y turistas porque "es un valor patrimonial muy importante porque es lo que era el límite de la ciudad".
El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha visitado este tramo, que suponen un descubrimiento "bien interesante" para "ir cerrando el círculo del conocimiento de la ciudad romana a través de la Muralla". También permite comprobar cómo la Muralla se iba conformando a lo largo de una serie de torreones con una gran puerta como esta.
TORRE SUR
Paco Escudero, experto en la materia, ha explicado que hasta la fecha sólo se contaba con una parte de la puerta y ahora "se ha encontrado una parte de la Torre Sur". Allí se ha encontrado la parte inferior de la torre, pero quizá si se limpiara se encontraría incluso más". "Hasta ahora hay seis alturas de sillares muy bien conservados y tenemos una torre especial porque es de puerta", ha agregado Escudero.
La Zaragoza romana tenía cuatro puertas y hasta el momento se conoce "algo" de dos de ellas, ha dicho Escudero. Sin embargo, esta es la de más altura porque "hasta hace poco lo que teníamos de la puerta de Valencia era una fotografía de 1867, pero no había más, pero esto es estrictamente la jamba de la puerta". Históricamente se sabe poco de este torreón, ha reconocido, pero también ha dejado claro que a partir de ahora se seguirá investigando. Se trata de unos sótanos particulares, por lo que todo lo que se haga desde este momento "siempre sería mediante convenio con ellos".
MUY BUEN ESTADO
Por su parte, el gerente de Urbanismo, Miguel Ángel Abadía, ha apuntado que, en una primera inspección realizada, el torreón se encuentra en un estado de seguridad "muy bueno", por lo que no hay que hacer ninguna actuación de apuntalamiento. Desde arqueología quieren hacer acciones para averiguar cuál es el resto y o que puede haber escondido y, en función de esos requerimientos, se tendrá que iniciar un proceso de aseguramiento de edificación para poder avanzar en su estudio.
En cuanto al futuro de la edificación y la muralla, también se actuará en función de lo que digan los servicios de Arqueología. Desde el punto de vista jurídico, a través del Plan General, "articularemos lo necesario para recoger este elemento de nueva aparición y darle la protección jurídica adecuada", ha indicado Abadía.
Begoña Bolea es la propietaria de la tienda en cuyo sótano se ha encontrado la parte más grande. Se ha mostrado "contenta y sorprendida" de todo el interés del Ayuntamiento. "Cuando compré el establecimiento en 2001 ya estaba visible el torreón, pero no sabía el valor ni el interés que tiene", ha explicado.
(Fuente: Aragón Digital / Claudia Ortín)