Desde Asodeco han hecho un llamamiento en busca de voluntarios para excavar, igual que hiceron en 2012. |
- El cortijo Canuto es un espacio físico de referencia literaria de libros de Juan Eslava Galán y otros autores locales que lo relacionan con una lápida templaria de principios del siglo XIV.
Aquel hallazgo motivó al Ayuntamiento de Montizón a redactar un proyecto de excavación para el que solicitó una subvención a la Asociación para el Desarrollo Rural del Condado, (Asodeco), que fue aprobada el 14 de junio de 2013 con una asignación de 7.335 euros, el 100 % de la inversión. Posteriormente el Ayuntamiento contrató a la empresa de arqueología 'Arq13' para la redacción de la propuesta de intervención arqueológica, que, una vez aprobado por la Secretaría General de Cultura, a través del departamento de Autorizaciones de Actividades Arqueológicas de la Junta de Andalucía, va a posibilitar los trabajos que se van a desarrollar.
LIMPIEZA DE LA ZONA Y SONDEOS
Con Alberto Fernández Ordóñez como arqueólogo director, la intervención consta de una primera fase de trabajo de campo de limpieza de la zona y la realización de varios sondeos secuenciales en áreas aledañas con el objetivo de secuenciar todas las fases históricas del enclave, documentando, catalogando e informatizando los restos y registros arqueológicos que aparezcan.
El tiempo estimado de esta fase es de un mes aunque dependerá de factores como la entidad de los restos arqueológicos que se registren, la potencia arqueológica existente en los sondeos y el número de operarios y voluntarios que se sumen al proyecto.
SEGUNDA FASE
La siguiente fase será la realización de la memoria que incluirá el trabajo de laboratorio, análisis de muestras, semillas, polen y aplicación del carbono 14. Finalmente se intentará que el espacio pueda ser visitado con elementos explicativos sobre sus valores literarios e históricos.
Desde Asodeco se realiza estos días una llamada en la comarca para que surjan nuevos voluntarios que se sumen a la iniciativa, tal como aconteció en el verano de 2012. En aquella ocasión, al coincidir con la época estival y el período vacacional de estudiantes de Historia y Arqueología, fue muy nutrido el grupo de voluntarios que secundaron la iniciativa.
(Fuente: Arqueología Medieval)