La actuación finalizada en el castillo medieval ha consistido en la limpieza, consolidación y estabilización de los elementos existentes en los edificios pertenecientes al alcázar e iglesia de Santa María, así como de algunos tramos de muralla, tanto emergentes como resultantes de la intervención arqueológica.
Equipo técnico y autoridades descubrieron una placa conmemorativa del evento.
Reyes ha puesto de relieve la importante inversión que se ha realizado en las obras de este castillo, a las que se han destinado más de 882.000 euros, una cantidad financiada en un 70% a través del programa 1,5% Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, mientras que el 30% restante ha sido aportado en un 12% por la Diputación y el resto por el consistorio guardeño. “Desde la Administración provincial, cuya razón de ser no es otra que la de los pequeños y medianos municipios, llevamos unos años complementando el esfuerzo que el Gobierno de España hace con el 1,5% Cultural” ha recordado Francisco Reyes en este acto inaugural.
La actuación
La actuación finalizada en el castillo medieval ha consistido en la limpieza, consolidación y estabilización de los elementos existentes en los edificios pertenecientes al alcázar e iglesia de Santa María, así como de algunos tramos de muralla, tanto emergentes como resultantes de la intervención arqueológica.
Estas obras han sido supervisadas en todo momento por el equipo arqueológico, efectuándose el pertinente y preceptivo seguimiento de la retirada de enlucidos y elementos constructivos.
El Castillo de La Guardia de Jaén, declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento en 1993, se asienta sobre la ladera del Cerro de San Marcos. Es un enclave estratégico que alberga numerosos hallazgos arqueológicos y monumentos que componen su rico patrimonio histórico y cultural, testimonio de los pueblos y culturas que, a lo largo de la historia, desde el Neolítico hasta la actualidad, decidieron establecerse en ella.
La época de construcción del conjunto fortificado posiblemente sea anterior al siglo XI, pero es de este periodo del que se conservan los restos arquitectónicos más antiguos. El estudio arqueológico documenta cuatro fases históricas: Emiral, Almohade, Cristiana y Renacentista.
La fortaleza se estructura en dos espacios bien definidos y claramente diferenciados: por un lado, el castillo o alcázar y, por otro, un recinto de murallas que lo circunda. Asimismo, el recinto externo está formado por una serie de lienzos de muralla con trazado quebrado, lo que crea multitud de ángulos de defensa, haciendo innecesaria la construcción de torres, excepto la que protegía la puerta principal.
Por su parte, conforman el recinto interior el aljibe, una torre de planta cuadrada, una torre de planta circular, las bodegas y la torre del homenaje.
La fortaleza estuvo habitada hasta la Guerra de la Independencia, cuando, en 1812, fue asaltada, ocupada e incendiada por las tropas napoleónicas.