La empresa Arkikus ha identificado desde el aire la estructura de un recinto que pudo albergar en su día a 5.000 espectadores
La Diputación foral de Álava y la empresa Arkikus han dado a conocer el último hallazgo en el yacimiento arqueológico alavés de Iruña-Veleia. Se trata de un recinto de 280 metros de longitud por 72 de anchura que han identificado desde el aire como un circo romano que, por sus dimensiones y según las primeras estimaciones, pudo albergar en torno a 5.000 espectadores.
El hallazgo ha sido posible gracias a la teledetección de la superficie del yacimiento a través de fotografías aéreas históricas y modernas, cartografía LiDAR e imágenes obtenidas mediante vuelos de dron. Según Arkikus, se trataría del tercer circo romano conocido en la mitad norte de la Península Ibérica tras los de Tarraco y Calagurris y el que único que conserva su trazado original al no estar oculto por edificaciones modernas.
El hallazgo, que ahora debe confirmarse en la superficie del terreno, es el principal resultado del proyecto piloto diseñado y dirigido por Arkikus, con el apoyo y financiación de la Diputación Foral de Álava, que ha revisado mediante teledetección la superficie del yacimiento alavés, una superficie de 251 hectáreas, a través de fotografías aéreas históricas y modernas, cartografía LiDAR e imágenes obtenidas mediante vuelos de dron.
En esas fotos y a falta de los trabajos de prospección sobre el terreno, se ve lo que podría ser un circo romano, pero también, calles, viviendas, zonas porticadas...lo que podría ser el paso de la Iter XXXIV, la calzada romana que iba de Astorga a Burdeos... centenares de evidencias de la presencia de edificios y/o infraestructuras de cronología romana en el subsuelo del yacimiento, aún por sacar a la luz por la ciencia arqueológica.
El tercero, tras Tarraco y Calagurris
Entre esas estructuras que revelan las imágenes destaca, por su presencia e implicaciones, un recinto de 280 m de longitud por 72 de anchura cuya interpretación, según ha explicado a SER Vitoria Javier Ordoño, de Arkikus, no deja lugar a dudas: se trata de un circo romano, que, por sus dimensiones y según las primeras estimaciones, pudo albergar entorno a 5.000 espectadores. Se trataría del tercer circo romano conocido para la mitad norte de la Península Ibérica tras los de Tarraco (actual Tarragona) y Calagurris (actual Calahorra) y, de ellos, el de Iruña-Veleia es el único que conserva su trazado original, ya que los anteriores están bajo las ciudades actuales.
Además, en esas fotos se han identificado elementos propios de un urbanismo organizado tanto al interior como, sobre todo, al exterior del recinto conocido como oppidum o ciudad amurallada tardía de Veleia. Así, se perciben calles (a veces porticadas), espacios públicos, barrios de viviendas, posibles edificios de culto colectivo, e infraestructuras relacionadas con el abastecimiento de agua o el saneamiento del entramado urbano, entre otros. El siguiente paso será trabajar sobre el terreno con otras herramientas de prospección superficial o excavación para saber qué se conserva de esos restos.
Según Ordoño, el descubrimiento del circo y de los restos residenciales, sitúa a Iruña-Veleia en otra dimensión. "No era una capital de provincia, pero sí, un importante núcleo de población. En ese sentido, el hallazgo es notable".
Entre esas estructuras que revelan las imágenes destaca, por su presencia e implicaciones, un recinto de 280 m de longitud por 72 de anchura cuya interpretación, según ha explicado a SER Vitoria Javier Ordoño, de Arkikus, no deja lugar a dudas: se trata de un circo romano, que, por sus dimensiones y según las primeras estimaciones, pudo albergar entorno a 5.000 espectadores. Se trataría del tercer circo romano conocido para la mitad norte de la Península Ibérica tras los de Tarraco (actual Tarragona) y Calagurris (actual Calahorra) y, de ellos, el de Iruña-Veleia es el único que conserva su trazado original, ya que los anteriores están bajo las ciudades actuales.
Además, en esas fotos se han identificado elementos propios de un urbanismo organizado tanto al interior como, sobre todo, al exterior del recinto conocido como oppidum o ciudad amurallada tardía de Veleia. Así, se perciben calles (a veces porticadas), espacios públicos, barrios de viviendas, posibles edificios de culto colectivo, e infraestructuras relacionadas con el abastecimiento de agua o el saneamiento del entramado urbano, entre otros. El siguiente paso será trabajar sobre el terreno con otras herramientas de prospección superficial o excavación para saber qué se conserva de esos restos.
Según Ordoño, el descubrimiento del circo y de los restos residenciales, sitúa a Iruña-Veleia en otra dimensión. "No era una capital de provincia, pero sí, un importante núcleo de población. En ese sentido, el hallazgo es notable".
(Fuente: SER// Naiara López de Munain San Martín)