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26 de febrero de 2013

Iruña-Veleia desvela su identidad romana

Arqueólogos encuentran en el yacimiento alavés un altar de piedra del S. II en cuya inscripción se relata la historia de un esclavo. Diputación asegura que el hallazgo "disipa cualquier tipo de dudas" sobre la identificación de las ruinas con la ciudad de Veleia.
Imagen del altar.
Foto: B.Castillo
Los trabajos de investigación en el yacimiento alavés de Iruña-Veleia han permitido descubrir un ara de piedra caliza con la primera inscripción del nombre original de la ciudad, lo cual, según la Diputación foral, "disipa cualquier tipo de dudas" sobre la identificación de las ruinas de Iruña con la ciudad romana de Veleia.

Según ha informado la institución foral en un comunicado, la diputada alavesa de Euskera, Cultura y Deporte, Icíar Lamarain, ha presentado este viernes la memoria de la Tercera Campaña de Excavaciones en Iruña-Veleia correspondiente a 2012. En ella destaca el descubrimiento de un altar con una inscripción cuya importancia, según sostiene el equipo de expertos que dirige Julio Núñez, resulta "evidente".

El texto permite documentar, por primera vez, el nombre original de la ciudad. El fragmento de ara de piedra caliza ofrece, además, información complementaria sobre la ciudad al identificarla como 'res publica'.

La transcricpión

En la ciudad romana de Iruña-Veleia, allá por los siglos II o III de nuestra era, vivió un esclavo llamado Eucarpus, que en griego significa 'el de los buenos frutos'. Su amo no era una persona, sino la 'res pública', es decir, la administración de aquella ciudad. Su rango dentro de los esclavos era elevado, por lo que pudo permitirse el lujo de dedicar un pequeño altar de piedra a la Diosa Madre. Y con este gesto público quizá Eucarpus logró dar un paso definitivo hacia su libertad.

El arqueólogo David Martínez halló en octubre entre el material del relleno una pieza con molduras. La liberó de la tierra que la rodeaba 'in situ'. Y sorpresa. En una de sus caras figuraba en latín la inscripción «Eucarpo, esclavo de la república de los veleianos (o veleiana) lo dedicó a la Diosa Madre». Por vez primera aparecía en el mismo yacimiento un texto con el nombre originario de Veleia. El director de la excavación, Julio Núñez; el profesor de Estudios Clásicos de la UPV Joaquín Gorrochategui y su colega y experta en Historia Antigua, Pilar Ciprés, acompañaron ayer a Martínez en la presentación del ara que se expone en el Museo Bibat. «Cada una de las siete líneas del texto contiene valiosísima información histórica», destacaron Ciprés y Gorrochategui.

El hallazgo se enmarca en el contexto del control arqueológico de los trabajos realizados en el yacimiento a lo largo de 2012 y que, tal y como ha destacado Lamarain, están encaminados a "investigar, conservar, proteger y difundir la importante riqueza patrimonial de Iruña-Veleia, uno de los emplazamientos arqueológicos más relevantes de época romana, no sólo en Álava sino en toda Euskadi". Las actuaciones responden a la planificación y programación que marca el Plan Director de Iruña Veleia 2010-2020.

Otras actuaciones
Además, más allá de la excavación arqueológica del yacimiento, el plan contempla otra serie de actuaciones, como la rehabilitación de las murallas, el control y desbroce de la vegetación, el acondicionamiento de áreas de excavación antiguas o la actividades de difusión y divulgación.

Durante 2012, un total de 2.098 personas visitaron el yacimiento, entre las visitas guiadas a grupos y las personas que prefirieron realizar un recorrido libre o fuera del horario de las visitas guiadas.

14 de agosto de 2011

El renacer de Iruña Veleia (Álava)


«Año I de la nueva era de Iruña Veleia: la muralla, restaurada en parte, ya puede recibir a los visitantes sin temor a derrumbes. La nueva ciudad aparecida extramuros empieza a enseñar sus tesoros. Esta excavación permanece prácticamente virgen, a pesar de que hace casi un siglo fue declarada Monumento Nacional y se empezó a horadar. Nos va a seguir dando mucha información sobre el pasado romano en nuestra tierra». 
Una arqueóloga trabaja en el muro de la nueva
zona de excavaciones.
Este párrafo podría formar parte del diario de cualquiera de los arqueólogos que, desde el verano pasado, han retomado las excavaciones de Iruña Veleia. No son los únicos afortunados en colarse entre los resquicios de este auténtico libro de Historia, sepultado desde hace dos milenios. Descubrir el legado dejado en este antiguo correo del Imperio Romano está al alcance de cualquiera porque Iruña Veleia también permanece 'abierta por obras'.
Una fotografía aérea tomada por un profesional de la Universidad de Burdeos en 1984 dio con una pista, hasta entonces impensada. Cerca del exterior de la muralla se adivinaban, a pesar de los campos cultivados durante siglos, estructuras, pilares y hasta calles a lo largo de 17.000 metros cuadrados. El hallazgo quedó ahí y sólo hace algo más de un año -tras el escándalo por los presuntos falsos hallazgos, que continúa en los tribunales y que llevó al cierre del yacimiento-, la Diputación como propietaria y la UPV, nueva gestora, retomaron ese descubrimiento. «Aquél borrón hay que olvidarlo porque si no, no avanzamos», comenta convencido el director de las excavaciones Julio Núñez, quien, además, se felicita del nuevo rumbo. «No sabemos nada de qué fue Iruña Veleia. Está prácticamente virgen. Seguro que guarda muchos tesoros y claves del alto Imperio Romano».
El nuevo equipo investigador respira entusiasmo. «Nuestra idea era localizar la vía romana a la entrada de la muralla y comprobar qué clases de construcciones se adivinaban. Comenzamos a trabajar en una extensión cercana a los 8.000 metros cuadrados y enseguida apareció esta trama urbana extramuros. De momento, nos centramos en este tramo pero cuando se terminen de excavar los 17.000 metros cuadrados, Iruña Veleia se verá desde otra perspectiva mucho mayor». Núñez piensa en alto a futuro, aunque es muy consciente de que con el nuevo Plan Director 2010-2020, los pasos son anuales, al igual que el presupuesto. Para el presente ejercicio, son 200.000 los euros transferidos desde la Diputación a la UPV para actuaciones arqueológicas y difusión. El Gobierno vasco también tiene aprobada otra partida de 270.000 euros.
Uno de los mosaicos aparecidos en el interior del recinto amurallado.
La campaña 2010 sacó a la luz sótanos, paredes enlosadas, cisternas y recubrimientos de mármol, que hablan de una entrada porticada y una gran construcción, un edificio público, que podría ser un mercado, extremo que se mantiene como hipótesis. Esta compleja trama urbana se fecharía en la época alto Imperial romana, alrededor del siglo I antes de Cristo, por lo tanto, más antigua a la ciudad que protegen las murallas, construida por motivos defensivos ante las invasiones bárbaras y germánicas, y sobre la que se habían centrado las excavaciones hasta ese momento.
«Patrimonio de todos»
El Museo Bibat mantiene actualmente una exposición que muestra tanto los descubrimientos antiguos del yacimiento como los pertenecientes a la última campaña. De las excavaciones de 2010, destaca una placa de bronce con las figuras de los dioses del comercio y de la guerra, Mercurio y Marte, respectivamente. También el museo guarda los restos de placas de mármol rojo Ereño (procedente de Vizcaya), mármol verde Cipollino de Grecia y mármol blanco de la mina italiana de Carrara. Todas estas piezas aparecieron en la misma habitación, por lo que los arqueólogos apuntan a que esa estancia pudiera haber sido una especie de templo sagrado.
Aroa, Roberto y Oier, voluntarios con experiencia
en excavaciones. 
Junto con este trabajo extramuros, la nueva dirección del yacimiento también optó por quitar el vallado antiguo que restaba visibilidad y comenzar con la restauración de la muralla, en parte muy deteriorada y con peligro de derrumbe. «En estas dos temporadas, llevamos tan sólo cuatro meses y medio de excavación y ya hay más superficie abierta que todo lo que se había hecho antes», relató Julio Núñez, quien para próximas ediciones, mira a las instituciones. «Iruña Veleia fue una estación del correo imperial romano por la que pasaba la vía Astorga- Burdeos y ahora hemos descubierto que era mucho más que una ciudad intramuros. Hoy, dos mil años después, nos sigue dando mucha información sobre aquélla época que, a pesar de todos los avatares, sigue enriqueciendo nuestros museos. Por ello, todos nosotros y de manera especial las instituciones tienen que ser un garante de la conservación y mantenimiento de este patrimonio. Es suyo, es de todos».
Abierto por obras
La nueva etapa de este yacimiento lleva adherida una dimensión divulgativa parecida a la de la catedral de Santa María. El cartel de 'abierto por obras' también está colgado en estas instalaciones. Los ciudadanos pueden acercarse mientras los arqueólogos trabajan.
María Izquierdo es la guía turística este verano. «Los visitantes salen muy contentos y también sorprendidos; convencidos de que volverán para ver cómo hemos avanzado», relata. A su lado, están Gema y Óscar, una pareja de turistas con dos niños pequeños. «No lo esperábamos así. Sobre todo impresiona la extensión. Habíamos visto otros yacimientos, pero estaban mucho más explotados. Aquí, hay mucho trabajo pendiente todavía. Habrá que volver».
(Fuente: El Correo)

13 de junio de 2012

Encuentran un convento del Siglo XI en Iruña-Veleia (Álava)

Se trata del convento que Becerro de Bengoa citaba en sus escritos. Además, han encontrado una vía romana que llevaban tiempo buscando.
Yacimiento de Iruña-Veleia. Foto: EITB
El director de las excavaciones del yacimiento alavés de Iruña-Veleia, Jorge Núñez, ha explicado que los trabajos arqueológicos realizados han permitido encontrar las ruinas de un gran convento del siglo XI ubicado dentro del recinto amurallado. Fuera de la muralla, se han hallado la vía romana que llegaba a la ciudad desde Astorga y un edificio público dedicado a fines comerciales.

Núñez ha anunciado estos hallazgos durante la rueda de prensa posterior a la firma del programa anual de actuación en Iruña-Veleia que han llevado a cabo la diputada alavesa de Cultura, Euskera y Deporte, Iciar Lamarain, y el vicerrector del campus universitario de Álava, Eugenio Ruiz Urrestarazu.

Este acuerdo, según ha señalado Lamarain, permite efectuar un control sobre las actuaciones que se realizan en el yacimiento y, a su vez, mantener el servicio de visitas guiadas. Para ello, la Diputación foral de Álava destinará este año 130.000 euros, un "esfuerzo importantísimo" que hace la institución "a pesar de las estrecheces económicas".

Por su parte, el director de las excavaciones ha explicado que se ha iniciado el proceso de restauración de la muralla y se han realizado tareas de paisajismo que han permitido reconocer las ruinas del convento de San Juan de Jerusalén, algo que no se conocía hasta este momento, aunque estaba documentado desde el siglo XVIII.

HALLAZGOS
A través de las fuentes documentales, el equipo encargado de la investigación tuvo conocimiento de la existencia de este convento dentro de la propia ciudad amurallada. El plan previsto consistía en crear calles para deforestar el bosque que acabó cubriendo el convento, tras lo cual los investigadores se encontraron con unas estructuras "enormes".

Dichas ruinas constituyeron en su día un gran convento que ocupaba unas tres hectáreas y pertenecía a la Orden de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, fundada en el siglo XI y que perduró en ese lugar hasta el XVIII. Según ha afirmado Núñez, "en teoría", el complejo acogía dos iglesias, un baptisterio y las dependencias lógicas de un convento, aunque los trabajos todavía tienen que continuar.

Fuera del recinto amurallado, se ha encontrado la vía romana que llegaba a la ciudad desde el municipio leonés de Astorga, así como un gran edificio público dedicado a fines comerciales. No obstante, Núñez ha apuntado la necesidad de que estos hallazgos sean publicados primero a nivel científico.

(Fuente: Europa Press)

12 de junio de 2011

Se reinician las excavaciones en el yacimiento romano de Iruña Veleia (Álava)

Los arquéologos de la Universidad del País Vasco trabajarán desde mañana lunes en el exterior de la muralla y se utilizará por primera vez un geo-radar.
La campaña de excavaciones arqueológicas en el 'oppidum' de Iruña Veleia, el yacimiento romano más importante del País Vasco situado entre Trespuentes y Víllodas, se reinició el pasado lunes con casi dos meses de retraso sobre el calendario previsto. La apertura al público se producirá dentro de este mes de junio en una fecha que se anunciará en próximas fechas. Para ello, se va a instalar una carpa especial de recepción. Habrá visitas guiadas y libres en horario de museos. Se han preparado dos itinerarios diferentes: el clásico, que muestra las excavaciones en el interior de la muralla, y el exterior, que enseña el trabajo de los expertos sobre el terreno.
Una arqueóloga "tira" de pala en el yacimiento alavés.
Un grupo de 25 personas, entre arqueólogos experimentados y jóvenes voluntarios universitarios de todas partes de España, se volverá a centrar en un «enorme edificio en el que se han estudiado tres de sus más de veinte habitaciones que han aparecido en una parcela fuera del recinto amurallado y cercana a la calzada 'iter XXXIV' Astorga-Burdeos», señaló Julio Núñez, director del Plan Director del yacimiento y profesor de la UPV/EHU. El experto sustituyó a Eliseo Gil después de que éste fuera cesado por el escándalo de los grafitos falsificados, cuya denuncia sigue en los juzgados de Vitoria.
Entre los trabajos que se van a realizar en la excavación destacan el de la muralla, que comenzará el lunes, y la actividad de un geo-radar de una empresa catalana, que tiene capacidad para localizar con una gran precisión desde cuerpos, a armas o fósiles de dinosaurios. Esta actuación se hará de forma gratuita.
Los arqueólogos están muy esperanzados en encontrar piezas importantes en la nueva campaña. De los trabajos realizados en 2010 ya se ha hecho una pequeña exposición en el Bibat, que incluye un interesante vídeo sobre la reconstrucción de una de las habitaciones y la labor de los arquéologos. Se aprecia en ella decoración de mármoles procedentes de Vizcaya, Grecia e Italia. También se expone una ofrenda que es una placa de bronce en la que aparecen Mercurio y Marte. Se ha encontrado en una especie de capilla dentro del gran edificio. «No hemos hecho más que arañar en la superficie de la finca y lo que hemos encontrado es muy importante», subraya Julio Núñez.
Asalto a la excavación
Pero antes de que comience de nuevo el plan de visitas ya se han producido los primeros problemas de seguridad. El pasado domingo uno o varios individuos forzaron con una cizalla la valla de seguridad que protege las excavaciones exteriores. «Hicieron un agujero por el que se colaron, pero no hay nada que se puedan llevar salvo el destrozo de la valla. Vamos a denunciar el asunto ante la Ertzaintza para que no se repita», señala Núñez.
(Fuente: El Correo)

3 de febrero de 2014

Denuncian falta de rigor en el informe que cuestiona los grafitos de Iruña- Veleia

El informe del Instituto del Patrimonio Cultural de España concluye que 35 de los 39 grafitos analizados son recientes y, por tanto, falsificaciones. Los hallazgos que se cuestionan, localizados entre 2005 y 2006 bajo la gestión de la empresa Lurmen, son unos grafitos escritos en cerámicas de los siglos III, IV y V que en su día se calificaron como históricos porque, entre otras cosas, adelantaban al siglo III la aparición del euskera y la entrada del Cristianismo.

El exdirector del yacimiento arqueológico alavés de Iruña- Veleia, Eliseo Gil, ha denunciado la "falta de rigor" y "superficialidad" del informe del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), que concluye que 35 de los 39 grafitos analizados son recientes y, por tanto, falsificaciones.

Gil ha comparecido ante los medios de comunicación para opinar sobre este informe, elaborado a instancias del juzgado de Vitoria que lleva el caso contra Gil y la excodirectora del proyecto, Idoia Filloy, a los que la Diputación de Álava denunció por atentado contra el patrimonio y estafa.

Los hallazgos que se cuestionan, localizados entre 2005 y 2006 bajo la gestión de la empresa Lurmen, son unos grafitos escritos en cerámicas de los siglos III, IV y V que en su día se calificaron como históricos porque, entre otras cosas, adelantaban al siglo III la aparición del euskera y la entrada del Cristianismo.

Varios expertos cuestionaron la autenticidad de estos hallazgos porque consideraron que las palabras en latín y en euskera que aparecían inscritas en los grafitos eran demasiado vulgares o modernas para la época.

Finalmente, la Diputación denunció a Gil y Filloy, y el juzgado que lleva el caso ordenó un análisis de las inscripciones para determinar su autenticidad o falsedad.

«OBSERVACIONES SUPERFICIALES»
Según ha explicado Gil, en un primer momento el juzgado encargó el estudio a la Guardia Civil y posteriormente a la Ertzaintza pero ambos cuerpos comunicaron que "no estaban capacitados ni disponían de medios para este tipo de trabajos".


En julio de 2012 el encargó recayó en el IPCE, organismo dependiente del Ministerio de Cultura, que ha redactado un informe que es "un auténtico despropósito" porque basa sus conclusiones en "observaciones superficiales con un microscopio" pero no en pruebas químicas, por lo que no tiene "ninguna base analítica ni científica", ha afirmado.

En este sentido, Gil ha explicado que un análisis superficial detecta "las huellas de todas las manipulaciones" que han sufrido los grafitos para su limpieza o estudio, pero no "resuelve de forma definitiva el tema de la autenticidad", para lo que es necesario estudiar "lo que hay debajo", por lo que ha pedido un nuevo estudio en profundidad.

En cuanto a la veintena de "metales modernos" hallados por el IPCE en las piezas, el arqueólogo ha explicado que los grafitos han pasado por "distintas manos y herramientas" y que la presencia de metales "debe interpretarse en este sentido y nunca como una evidencia de falsificación", especialmente cuando un análisis de 2008 no halló restos de ellos, ha argumentado.

INSCRIPCIONES ALTERADAS "VOLUNTARIA O INVOLUNTARIAMENTE"
El arqueólogo ha expresado sus "fundadas sospechas" de que las inscripciones han sido "alteradas voluntaria o involuntariamente" y ha criticado que el IPCE no haya analizado huesos o ladrillos -piezas que también están bajo cuestión- porque con pruebas "simples, rápidas y baratas" de Carbono 14 y de termoluminiscencia, respectivamente, se datarían de forma "inequívoca".


Además, Gil ha asegurado que "no ha existido cadena de custodia de los materiales durante los últimos seis años" y ha denunciado que las piezas "han estado en manos de la parte querellante, cuando deberían haber permanecido bien guardadas y precintadas en sede judicial".

"Esta falta de custodia, algo inaudito en cualquier sistema judicial, es causa suficiente para cerrar el caso por indefensión", ha dicho Gil, que desde que estalló el escándalo se siente "en un limbo donde no hay ninguna salida laboral".

En términos parecidos se ha expresado Filloy: "Profesionalmente nos han finiquitado de forma definitiva. Y a nivel personal, esto es una tortura, una situación horrorosa".

En la rueda de prensa también ha participado el geoquímico Koenraad van den Driescche, que ha denunciado que el IPCE, en lugar de plantear varias hipótesis en sus análisis, "trabaja sólo con la hipótesis de la falsedad".

7 de octubre de 2012

Descubren cerca de Roncesvalles la antigua ciudad romana de Iturissa

Se calcula que la urbe, que ya mencionaba Ptolomeo en el siglo II, tiene una superficie de 18 hectáreas. Un equipo de arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi en colaboración con un programa de voluntariado de la Unión Europea, ha descubierto los primeros restos de esta ciudad a cinco kilómetros de Roncesvalles.
Restos de muros de la ciudad de Iturissa. Foto: Aranzadi.
La antigua ciudad romana de Iturissa, mencionada por los antiguos historiadores griegos y romanos, estaba situada a unos dos kilómetros de Auritz-Burguete, en el término de Zaldua, en Navarra y ocupaba una superficie de unas 18 hectáreas. Un equipo de arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi en colaboración con un programa de voluntariado de la Unión Europea, ha descubierto los primeros restos de esta ciudad, que hoy se mostrarán al público en una jornada de puertas abiertas.

La sociedad Aranzadi lleva cuatro años investigando las antiguas calzadas romanas que unían el Valle del Ebro y la Cuenca de Pamplona con el Pirineo. El año pasado, en el paraje de Asibar, en Aurizberri-Espinal, se encontraron dos miliarios, los primeros hallados en esta zona, que datan de finales del siglo III y principios del siglo IV. Los miliarios son piedras cilíndricas grabadas que los romanos situaban al borde de las calzadas y que señalaban hitos importantes. Los encontrados en Aurizberri tienen una altura de dos metros y están grabados, incluso con loas al emperador. Este hallazgo y la investigación de la calzada entre Espinal y Burguete ha llevado al descubrimiento de los primeros restos de Iturissa. "Ya Ptolomeo, en el siglo II, la citaba como ciudad vascona en el paso del Pirineo. Después aparece en el Itinerario Antonino, una especie de Guía Michelin de la época y también en el Códice de Rávena", señalaba ayer el arqueólogo y secretario de Aranzadi, Juantxo Agirre.

EN BUSCA DE LA CIUDAD

Pero lo cierto es que la ciudad de Iturissa no ha aparecido hasta ahora. Ya en 1986 Juan Mari Martínez Txoperena, miembro de Aranzadi y vecino de Aurizberri-Espinal, encontró la necrópolis, que posteriormente se excavó, pero nunca se había hallado la propia ciudad. Ha sido en las últimas tres semanas, durante un campo de trabajo organizado por Aranzadi y en el que han participado seis voluntarios italianos, en el primer programa de voluntariado para mayores de 50 años desarrollado en Navarra, cuando se han encontrado los restos de calles y casas.

Lo encontrado en el paraje de Zaldua tiene una gran importancia arqueológica, según Juantxo Agirre. "Hemos hecho sondeos y hemos encontrado una cimentación muy importante, de un metro de anchura y dos metros y medio de profundidad; y de esos cimientos salen otros muros y pavimentos de época romana. Todos estos elementos son de gran calidad y tienen una enorme potencia estratigráfica. Demuestran que ha habido una continuidad de la ciudad a lo largo de los siglos, primero habitada por los vascones y luego también por los romanos. En otro sondeo a unos 150 metros han aparecido también estructuras de viviendas, de forma que esta ha sido la primera vez que excavamos en la antigua ciudad de Iturissa, en sus calles y en sus casas", sostiene Agirre. De momento se han realizado cuatro sondeos, además de otros dos en la calzada, pero se estima que la ciudad ocupa unas 18 hectáreas, "así que aún tenemos una visión muy pequeña del conjunto", añade Agirre.

La ciudad de Iturissa formaba parte de la vía de comunicación romana que desde Iruña-Veleia y por la Llanada alavesa y Sakana llegaba a la Comarca de Pamplona y de allí cruzaba el Pirineo por Luzaide-Valcarlos. Aranzadi trabaja en los últimos años en toda la zona pirenaica, desde Aoiz hasta Valcarlos, donde han aparecido otros restos de la época como tramos de la calzada y otro asentamiento en Arce. Desde Aranzadi han informado del hallazgo al Departamento de Cultura del Gobierno de Navarra y están colaborando con expertos de otras universidades para crear una red de investigadores. De momento, la ciudad de Iturissa ha aparecido y la mayor parte de ella está bajo tierra a la espera de nuevas excavaciones.

11 de junio de 2020

Condena de cárcel por falsear las inscripciones romanas en euskera de Iruña-Veleia

La condena se ha visto reducida de forma significativa por las "dilaciones indebidas" en el proceso, que ha durado 15 años
El exdirector del área arqueológica, Eliseo Gil (en el centro), junto
a los otro dos acusados, Rubén Cerdán (a la derecha)
y Óscar Escribano (a la izda.), durante su declaración ante el juez. EFE
El 9 de junio de 2006, arqueólogos vascos subvencionados por la empresa pública Euskotren y la Diputación foral de Álava comunicaron un hallazgo excepcional. Las excavaciones realizadas por la empresa Lurmen dirigida por el arqueólogo Eliseo Gil había localizado 36 piezas en el asentamiento romano de Veleia (a 10 kilómetros al sur de Vitoria) con inscripciones en latín, jeroglíficos egipcios y... palabras en euskera. Restos de los siglos III, IV y V que convertían el yacimiento arqueológico alavés en un espacio único porque exigían reconsiderar todo lo que hasta ese momento se sabía sobre el euskera.

Catorce años y un día después, la Justicia ha dictado que Gil manipuló las piezas con inscripciones falsas y que contó con la colaboración de Rubén Cerdán, un supuesto físico nuclear, en su fraude. Los dos han sido hoy condenados a penas de prisión de dos años y medio y un año y tres meses de cárcel, respectivamente, y al pago de 12.500 euros a la Diputación de Álava.

La sentencia contra Gil y Cerdán acredita judicialmente la gran mentira creada por un arqueólogo que ha mantenido su inocencia con el argumento de que nadie puede acreditar quién manipuló los hallazgos.

La sentencia del Juzgado de lo Penal de Vitoria sostiene que fue Gil u "otras personas" porque no ha podido acreditar quién manipulaba con simples punzones las piezas no mostraban ninguna particularidad cuando eran recogidas y, meses más tarde tras ser almacenadas, mostraban las singulares marcas en el posterior proceso de lavado. Oscar Escribano, colaborador de Gil, ya había reconocido que manipuló una pieza con la inscripción 'Veleia' en el inicio de la vista oral y tras llegar a un acuerdo con la fiscalía.

APOYO INSTITUCIONAL
El fraude en el yacimiento arqueológico se produjo a partir del año 2005, pero Gil contaba con un generoso apoyo institucional. En 2002, el arqueólogo logró una subvención de la empresa de transportes del Gobierno vasco Euskotren de 3,7 millones de euros para un periodo de 10 años y la Diputación de Álava aportaba al proyecto de investigación 18.000 euros anuales.

Según la sentencia, restos arqueológicos hallados a partir del verano de 2005 eran almacenados en instalaciones del propio yacimiento y meses después durante su lavado se descubrían las excepcionales inscripciones. Entre las piezas 'retocadas' se encontraban 36 restos de época romana sobre las que se realizaron las grabaciones. Una manipulación que a Gil y Cerdán tan sólo les va a suponer el pago de 72 euros de multa.

Gil recurrió a Cerdán para simular ante la Diputación de Álava a través de tres presuntos análisis de espectroscopia nuclear la autenticidad de las inscripciones en función de la naturaleza de las piezas encontradas. Los dos cómplices del fraude cobraron de la institución alavesa los 12.500 euros que ahora tendrán que abonar. La juez determina en su sentencia que la "dilación" de esta investigación judicial que arrancó en diciembre de 2008 cuando la Diputación de Álava presentó ante la fiscalía su denuncia.

7 de noviembre de 2021

La muerte del ‘Hombre de Loizu’ abre una línea de investigación sobre el uso de arcos hace 11.700 años

Los primeros resultados del estudio, presentados en el Planetario de Pamplona,  indican que el cuerpo fue amortajado con los brazos cruzados sobre el pecho

De izquierda a derecha: Pablo Arias Cabal, catedrático de la Universidad de Cantabria; la consejera Rebeca Esnaola y Jesús García Gazolaz, arqueólogo de la Dirección General de Cultura - Institución Príncipe de Viana, durante la presentación.

La Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana ha presentado los primeros resultados de la investigación de los restos del conocido como “Hombre de Loizu”, cuyo hallazgo en la cueva de Errotalde se hizo público el pasado mes de marzo.

En el acto, que se ha llevado a cabo en el Planetario de Pamplona / Iruña coincidiendo con la Semana de la Ciencia 2021, se ha destacado el “excelente estado” del cuerpo depositado en la caverna hace 11.700 años, algo que permite “una amplia batería de estudios”, algunos ya finalizados y otros todavía en proceso, según han desvelado Pablo Arias Cabal, catedrático de la Universidad de Cantabria e investigador principal del proyecto y Jesús García Gazólaz, arqueólogo de la Dirección General de Cultura - Institución Príncipe de Viana. Los primeros avances de caracterización antropológica permiten definir datos sobre la identidad de los restos óseos, así como de la causa de su muerte.

En primer lugar, se trata de un varón con una edad estimada entre 21 y 23 años, una estatura de entre 1,60 y 1,65 metros, y un peso estimado de 50 a 55 kilos. Además, se ha podido deducir que fue una persona con una intensa actividad física en vida, tal y como denotan algunos marcadores como entesis y osteocondritis disencante en huesos largos y claras facetas de largos periodos de acuclillamiento. También hay altas probabilidades de que fuera diestro.

Por otro lado, la muerte del individuo pudo haber sido violenta, a causa de un traumatismo perimortem producido en hueso fresco en el parietal izquierdo. La hipótesis más razonable es que se deba a una herida penetrante por impacto de un proyectil a alta velocidad, propulsada con un arco con el individuo dando la espalda y que debió haber traspasado el cráneo. “Esta circunstancia abre sugestivos debates para el conocimiento que tenemos en la Prehistoria tanto de hechos violentos como, sobre todo, del uso del arco en fechas tan antiguas”, señalan desde la investigación.

Por lo que se refiere a los comportamientos funerarios, se ha comprobado que la descomposición del cadáver se produjo in situ en un espacio vacío, ya que con toda seguridad el cuerpo iba amortajado. En este sentido el TAC ha permitido descubrir un metatarsiano en la extremidad de uno de los humeros que estaba oculto por la costra calcárea, por lo que posiblemente llevaba los brazos cruzados sobre el pecho.

Destaca también la gran cantidad de colorante de ocre aparecida en la zona de la cabeza, mediante un preparado a base de hematite, arcilla y materia orgánica. “En estos momentos sabemos que esa amalgama se preparó fuera de la cavidad, pero está por determinar si era algo que portaba el cadáver a modo de adorno personal, formó parte del ritual funerario o incluso pudo tener carácter antiséptico”, explican.

Por lo que respecta a su dieta, los análisis de micro desgaste dental, que acaban de comenzar, permiten detectar una dieta rica en carnes y la presencia de indicios relacionados con la higiene dental y el uso de la dentición como “tercera mano”, que es necesario todavía contrastar.

Otros datos

Continúan las exploraciones espeleológicas del sistema kárstico de la cueva, sin nuevas evidencias de presencia humana en el pasado. Los análisis geomorfológicos han permitido comprobar que debió existir otra entrada, hoy bloqueada y diferente de la actual, al interior de la cavidad, por donde probablemente se introdujo el cadáver del Hombre de Loizu. Sería, en todo caso, un depósito en un punto muy profundo y alejado de la boca.

Otros interrogantes relacionados con la investigación tienen que ver con los análisis biomoleculares y de ADN, que sólo acaban de comenzar, por lo que aún no se dispone de resultados. “Estos nos tienen que aportar información detallada sobre la dieta a lo largo de todos sus años de vida, así como la movilidad geográfica que pudo tener y, por supuesto, todo lo relacionado con su filiación genética”, aseguran.

Cuando finalice la investigación, la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana tiene previsto que se pueda disponer de una amplia y detallada publicación científica de los resultados, así como de un documental que nos relate “toda esta apasionante historia que enlaza pasado y presente”.

Son más de veinticinco los y las especialistas implicadas en el proyecto, pertenecientes a diferentes disciplinas y que desarrollan su labor en centros de investigación como el Instituto de Investigaciones Prehistóricas de la Universidad de Cantabria; la Universidad de Burgos; la Universidad del País Vasco; el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana; la Universidad de Valencia; el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla; la Universidad de Uppsala; y la Universidad de Cambridge.

21 de octubre de 2015

Documentan una aldea medieval y un convento del S. XVII en La Puebla de Arganzón (Burgos)

Un poblado medieval y un convento franciscano del S. XVII han quedado al descubierto en el valle del río Zadorra. Esos son los nuevos hallazgos que los arqueólogos de la UPV han localizado en las inmediaciones de La Puebla de Arganzón, en el Condado de Treviño (Burgos). Nuevos resultados arqueológicos que ayudan a entender mejor la historia de este entorno.
Sepulturas antropomorfas halladas en el cementerio medieval de Arganzón. FOTO: UPV
Las excavaciones, llevadas a cabo por el grupo de investigación en Patrimonio y Paisajes Culturales de la UPV, han descubierto la vieja aldea de Arganzón, de fundación medieval, y un importante convento franciscano fundado en 1615 sobre la una iglesia altomedieval. El antiguo poblado ya aparece mencionado en fuentes escritas a partir del año 801, cuando tuvo lugar en este punto un conflicto armado contra los árabes que "buscaban botín en Álava y Castilla", ha confirmado la UPV.

Años más tarde, en el año 871, fuentes escritas mencionan la iglesia de Santa María de Arganzón, por lo que se considera que Arganzón es una de las primeras aldeas conocidas en el valle del Zadorra, gracias a la documentación medieval. Este documento narra cómo el señor Arroncio dona al monasterio de Acosta varios bienes entre los que se incluye la iglesia de Arganzón, bienes que había recibido en herencia de sus abuelos procedentes de León. Por este motivo, se ha considerado que Arganzón sería un buen ejemplo del proceso de repoblación que habría tenido lugar como resultado de la llegada de colonizadores desde el reino astur-leonés.

REPOBLACIÓN
A pesar de la presencia de Arroncio y de sus ascendentes leoneses, el equipo de investigadores estiman que las aldeas y los pueblos medievales ha seguido un proceso diferente en el valle del Zadorra. Arganzón, situado en la periferia de la ciudad romana de Iruña, fue fundado hacia el siglo VI, tal y como han mostrado las excavaciones realizadas en la zona de La Erilla con ocasión de la construcción del actual trazado de la A-1. «Dicho de otra manera, Arganzón no se formó como resultado de la repoblación llevada a cabo por colonizadores procedentes de otros sectores del norte peninsular en el siglo IX, sino que es el resultado de una iniciativa local precedente», explica Juan Antonio Quirós, director del proyecto.

CEMENTERIO CON TUMBAS ANTROPOMORFAS
Las excavaciones realizadas han permitido, además, reconocer la naturaleza y las características de este poblado altomedieval. En él se ha hallado un amplio cementerio formado por tumbas antropomorfas -sepulturas delimitadas por lajas de piedra y enterramientos realizados directamente en la roca-, que datan de antes del año mil. Los estudios antropológicos han permitido determinar que en el cementerio «estaban enterrados tanto niños como adultos, jóvenes y seniles, varones y mujeres, en definitiva, toda la comunidad de Arganzón», ha explicado el investigador de la UPV.

También se han identificado varias viviendas asociadas a este cementerio, que estuvieron «en uso durante la Alta y la Plena Edad Media». Son estructuras «poco consistentes construidas por zócalos de piedra y con alzados en materiales efímeros». Entre los hallazgos más significativos destaca el descubrimiento de varios silos destinados al almacenaje de cereal.


EL CASTILLO Y EL CONVENTO
A la aldea de Arganzón se sumaron en los siglos siguientes varias construcciones de mayor entidad. Próximo al poblado fue fundado, hacia el año mil, el castillo de Arganzón, aún conservado parcialmente en el estrecho paso atravesado por el río Zadorra. La aldea se mantuvo incluso cuando se fundó, a finales del siglo XII, La Puebla de Arganzón. De hecho, no se abandonó hasta que llegó la Baja Edad Media, aunque la iglesia fue restaurada en los siglos siguientes.

Por otra parte, en 1615 fue fundado el convento franciscano de Nuestra Señora de la Concepción sobre la vieja iglesia altomedieval de Santa María, aquella que donó el señor Arroncio en el año 801. Las excavaciones han permitido recuperar de forma parcial la planta de este monasterio, que incluye una iglesia conventual, un amplio claustro, un huerto y otros edificios anexos. En el interior de la iglesia se han hallado numerosos enterramientos, uno de los cuáles tenía un rosario de hueso en el cuello.

El convento, que estuvo en uso hasta 1834, fue reconstruido y reformado en varias ocasiones, tal y como muestran los distintos muros hallados y los numerosos suelos reparados. También se han recuperado numerosos materiales cerámicos y restos de alimentación, que arrojan luz sobre el estilo de vida de esta comunidad conventual. Durante la batalla de Vitoria y las guerras carlistas el convento fue seriamente dañado, lo que provocó que se abandonase.

El proyecto arqueológico ha sido realizado con el apoyo y la financiación de la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, así como con la colaboración del Ayuntamiento de esa localidad treviñesa.