google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Ignacio Martín Lerma
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6 de febrero de 2023

Descubren en Cieza una cueva "que abre una nueva puerta a la prehistoria"

Las labores de excavación en la Cueva del Arco han sido dirigidas por Ignacio Martín Lerma, de la Universidad de Murcia y por Didac Román, de la Universitat Jaume I de Castellón, junto a un grupo de espeleólogos del Grupo Geca de Cieza.
El profesor Ignacio Martín Lerma, en la cueva. UNIVERSIDAD DE MURCIA

Los investigadores de la Cueva del Arco de Cieza (Murcia) han descubierto una gran cavidad "que abre una nueva puerta a la prehistoria", según informaron fuentes de la institución docente en un comunicado.

Cuando el profesor de la Universidad de Murcia (UMU) Ignacio Martín Lerma logró introducir la cabeza tras meses de excavación y enfocó con una linterna para comprobar qué había tras aquellas rocas en el interior de la cueva del Arco confirmó sus sospechas y las de su equipo: frente a él se encontraba la esperada cavidad.

Pero lo que creían que tendría una extensión de unos metros multiplicó por centenares aquella cifra. Tantas veces que, a día de hoy, y apenas sin explorar en toda su extensión, se ha convertido ya, sobrepasando los 1.500 metros, en una de las cinco cavidades de mayor longitud de la Región de Murcia. El profesor Martín Lerma ha afirmado durante la presentación del hallazgo que esta cavidad descubierta "abre una nueva puerta a la prehistoria".

Su primera campaña arrancó en 2015, y desde el comienzo ha suscitado un gran interés científico y obtenido un enorme impacto social. De hecho, le valió el calificativo de 'La catedral del paleolítico'.

La cueva del Arco es un conjunto de cavidades concentradas en un gran arco de roca natural en el Cañón de Almadenes, situado en la localidad de Cieza. Desde aquel año 2015 se ha confirmado la existencia de ocupaciones pertenecientes al Neolítico antiguo (7000 años), Solutrense (21.000 años), Gravetiense (30.000) y Musteriense (50.000), constituyendo uno de los escasos yacimientos del Mediterráneo peninsular en los que se puede documentar la transición entre los neandertales y los humanos modernos.

Las labores de excavación han sido dirigidas por Ignacio Martín Lerma, de la Universidad de Murcia y por Didac Román, de la Universitat Jaume I de Castellón, junto a un grupo de espeleólogos del Grupo Geca de Cieza.

Sospechas de una cueva mayor
Fue durante la campaña del año 2018 cuando el grupo comenzó a sospechar que se encontraban ante una cavidad colmatada por unos sedimentos que podían esconder el paso a una cueva de mayores dimensiones.

Diversos hallazgos, que el profesor Martín Lerma describe de modo meticuloso, hacían pensar que así era. Los trabajos eran pesados y lentos, pero todo se trocaba ligero con la esperanza de encontrar algo más importante. Finalmente, la eliminación de unos bloques mostró un claro orificio en el que se podía percibir cierta salida de aire.

Los indicios de que podrían encontrar algo mucho mayor se fueron acrecentando, pero había que realizar todas las obras con cautela. Lo más importante era lograr la seguridad del posible hallazgo. Había, pues, que cerrar todo el perímetro de la cueva del Arco para asegurar las obras, el contenido y el continente de este insólito lugar que aún no se sabía hasta qué punto lo sería y conservar toda la superficie lo más intacta posible.

Una circunstancia inesperada que sorprendió al mundo en aquellos momentos: la pandemia del Covid, algo que retrasaría sobremanera unas actuaciones que estaban a punto de realizarse.

Vista la importancia de todo lo que se estaba conociendo, el equipo decidió contactar con el doctor J. M. Calaforra, de la Universidad de Almería, uno de los mayores expertos internacionales del mundo subterráneo. Se trataba de que se integrara en el proyecto y diera su opinión autorizada. Ésta no se hizo esperar: nos encontrábamos ante un descubrimiento de nivel mundial.

Sus enormes medidas, con ser uno de los aspectos más relevantes no era lo más sorprendente: la enorme altura de sus salas, algunas de hasta 20 metros de altura la sitúan como la cueva con las bóvedas más altas de la región.

Sus salas de estalactitas constituyen algo de difícil parangón en el mundo, con ejemplares que alcanzan los tres metros de longitud y un centímetro de diámetro, que se han originado y crecido en condiciones de una estabilidad que no tiene prácticamente rival, gracias al aislamiento de la cavidad durante muchos milenios.

A todo ello habrá que sumársele lo que pueda ofrecer este espacio a nivel arqueológico, cuyo alcance continúa siendo una incógnita, pero con un enorme potencial, dado que se han documentado marcas de zarpazos de osos de más de tres metros cuya especie se creía que no había descendido de la zona donde se sitúa hoy Madrid.

Preservar el lugar a salvo de visitas
Para el profesor Martín Lerma no hay duda: "Se trata de una cavidad con un gran interés geológico y arqueológico, tanto por las formaciones como por la perfecta conservación de todo lo que contiene, que se ha mantenido gracias al estricto protocolo que hemos seguido en su exploración".

Para ello es preciso impedir las visitas hasta que todos los estudios científicos estén finalizados: "Hay que tener en cuenta que tenemos entre las manos un tesoro natural intacto, y así es como debería seguir estando".
(Fuente: 20 Minutos)


25 de enero de 2023

Hallados fósiles de la Edad de Hielo en una cueva de Santomera (Murcia)

No se han encontrado restos humanos pero sí han aparecido piezas líticas que se usaban para cazar y que podrían indicar que la zona fuera un asentamiento neandertal
Excavación arqueológica en la Cueva de La Capilla (Santomera, Región de Murcia) / Asociación Patrimonio Santomera

Las excavaciones arqueológicas que la Asociación Patrimonio de Santomera está desarrollando en la cueva de La Capilla, situado en el monte de Los Ásperos, han permitido hallar fósiles de grandes mamíferos como el caballo (Equus ferus) o ciervo (Cervus Elaphus) consumidos por humanos hace 20.000 años, en la Edad de Hielo.

En declaraciones a EFE, el arqueólogo y director del proyecto, Miguel Pallarés, ha explicado que todavía no se han encontrado restos humanos pero que sí han aparecido piezas líticas, derivadas del trabajo de la piedra, que se usaban para cazar y que podrían indicar que la zona fuera un asentamiento neandertal.

Así, ha señalado que los trabajos actuales son "muy superficiales" y que espera "poder dar la sorpresa" en futuras campañas, con la aparición de alguna galería "con huesos humanos o pinturas rupestres".

El yacimiento se descubrió en 2018, documentándose entonces varias fases cronológicas en relación a los materiales que aparecieron en superficie, con periodos que alcanzan el Paleolítico Medio (100.000-40.000 años antes del presente) con la presencia de neandertales .
Se trata de una zona orientada al sur que controla visualmente varias vías de comunicación (Rambla Salada, la Cañada Perdida o el corredor por el que pasa la autovía A7) que fueron transitadas desde épocas remotas, tanto por la fauna salvaje como por pastores trashumantes en épocas más recientes.

A estas condiciones se le suma la riqueza biológica del área por su proximidad a la Rambla Salada, fuente de aprovisionamiento de materias primas, como el mineral sílex.

Por el yacimiento han pasado especialistas como el profesor de Prehistoria de la Universidad de Murcia (UMU) Ignacio Martín Lerma, el paeloantropólogo de la Universidad de Barcelona y especialista en Neandertales João Zilhão y el profesor emérito Michael Walker catedrático de Paleoantropología de la UMU.
(Fuente: EFE // M. Sánchez)

19 de mayo de 2017

Afloran nuevas pinturas rupestres en el Cañón de Almadenes (Murcia)

Entre los vestigios del Paleolítico Medio y Superior hay pinturas rupestres y otros materiales, como piezas talladas en sílex del hombre de Neandertal y Cromañón, así como un hogar completo de la fase gravetiense, lo que da constancia de que Almadenes estuvo habitado desde hace más de 30.000 años.
Los nuevos hallazgos se localizan en seis cuevas exploradas hace más de 25 años. FOTO: JAVIER MORCILLO.
Un grupo de arqueólogos y espeleólogos, capitaneados por el director del Servicio de Museos y Patrimonio Arqueológico del Ayuntamiento de Cieza, Joaquín Salmerón Juan, ha descubierto nuevos vestigios rupestres procedentes del Paleolítico medio y superior en el cañón de Almadenes en forma de pinturas rupestres y otros materiales, como piezas talladas en sílex del hombre de Neandertal y Cromañón, así como un hogar completo de la fase gravetiense, lo que da constancia de que Almadenes estuvo habitado desde hace más de 30.000 años.

Los nuevos hallazgos se localizan en seis cuevas que, aunque fueron exploradas hace más de 25 años, por la falta de financiación no se pudo realizar un estudio completo como el que ahora ha emprendido Salmerón junto a los paleontólogos y profesores universitarios Ignacio Martín Lerma y Joaquín Lomba Maurandi, ayudados por el espeleólogo Salvador Inglés y los miembros del grupo GECA de la OJE de Cieza Luis Marín, Pedro Ríos y Javier Morcillo.


Las investigaciones comenzaron tras el incendio que en el verano de 2015 asoló todo el entorno del Cañón de Almadenes. Fue entonces cuando Salmerón solicitó a la Comunidad Autónoma ayudas para poder evaluar los posibles daños que el fuego habría causado en la cueva de la Serreta y otras cavidades próximas. A partir de ese momento se fueron desencadenando los acontecimientos que, sin duda, van a situar a Almadenes en uno de los lugares a nivel mundial con vestigios del paleolítico.

Así lo entiende Salmerón, que explica que, por ahora, las investigaciones se van a centrar en las cuevas 'Arco I' y Arco 2', donde se han localizado piezas de gran valor arqueológico. Hay además otra serie de simas, denominadas 'Las enredaderas', en las que también se han encontrado restos. Sin embargo, considera que proseguir con su estudio depende de la aportación que las administraciones realicen en los próximos meses. En este sentido, confía en que el Ayuntamiento de Cieza contemple una partida en sus próximos presupuestos, aunque entiende que dada la envergadura del proyecto, la Comunidad también debe implicarse.

DESDE 1993
Todo comenzó en 1993 con una investigación realizada por el Grupo de Espeleología de Almadenes bajo la supervisión de Joaquín Salmerón Juan. Pero la investigación ha permanecido dormida hasta ahora. Las excavaciones más importantes se centran ahora en la zona denominada 'Arco', donde se localiza un conjunto con una cueva principal y otra secundaria con datos del Paleolítico superior.