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6 de febrero de 2023

Descubren en Cieza una cueva "que abre una nueva puerta a la prehistoria"

Las labores de excavación en la Cueva del Arco han sido dirigidas por Ignacio Martín Lerma, de la Universidad de Murcia y por Didac Román, de la Universitat Jaume I de Castellón, junto a un grupo de espeleólogos del Grupo Geca de Cieza.
El profesor Ignacio Martín Lerma, en la cueva. UNIVERSIDAD DE MURCIA

Los investigadores de la Cueva del Arco de Cieza (Murcia) han descubierto una gran cavidad "que abre una nueva puerta a la prehistoria", según informaron fuentes de la institución docente en un comunicado.

Cuando el profesor de la Universidad de Murcia (UMU) Ignacio Martín Lerma logró introducir la cabeza tras meses de excavación y enfocó con una linterna para comprobar qué había tras aquellas rocas en el interior de la cueva del Arco confirmó sus sospechas y las de su equipo: frente a él se encontraba la esperada cavidad.

Pero lo que creían que tendría una extensión de unos metros multiplicó por centenares aquella cifra. Tantas veces que, a día de hoy, y apenas sin explorar en toda su extensión, se ha convertido ya, sobrepasando los 1.500 metros, en una de las cinco cavidades de mayor longitud de la Región de Murcia. El profesor Martín Lerma ha afirmado durante la presentación del hallazgo que esta cavidad descubierta "abre una nueva puerta a la prehistoria".

Su primera campaña arrancó en 2015, y desde el comienzo ha suscitado un gran interés científico y obtenido un enorme impacto social. De hecho, le valió el calificativo de 'La catedral del paleolítico'.

La cueva del Arco es un conjunto de cavidades concentradas en un gran arco de roca natural en el Cañón de Almadenes, situado en la localidad de Cieza. Desde aquel año 2015 se ha confirmado la existencia de ocupaciones pertenecientes al Neolítico antiguo (7000 años), Solutrense (21.000 años), Gravetiense (30.000) y Musteriense (50.000), constituyendo uno de los escasos yacimientos del Mediterráneo peninsular en los que se puede documentar la transición entre los neandertales y los humanos modernos.

Las labores de excavación han sido dirigidas por Ignacio Martín Lerma, de la Universidad de Murcia y por Didac Román, de la Universitat Jaume I de Castellón, junto a un grupo de espeleólogos del Grupo Geca de Cieza.

Sospechas de una cueva mayor
Fue durante la campaña del año 2018 cuando el grupo comenzó a sospechar que se encontraban ante una cavidad colmatada por unos sedimentos que podían esconder el paso a una cueva de mayores dimensiones.

Diversos hallazgos, que el profesor Martín Lerma describe de modo meticuloso, hacían pensar que así era. Los trabajos eran pesados y lentos, pero todo se trocaba ligero con la esperanza de encontrar algo más importante. Finalmente, la eliminación de unos bloques mostró un claro orificio en el que se podía percibir cierta salida de aire.

Los indicios de que podrían encontrar algo mucho mayor se fueron acrecentando, pero había que realizar todas las obras con cautela. Lo más importante era lograr la seguridad del posible hallazgo. Había, pues, que cerrar todo el perímetro de la cueva del Arco para asegurar las obras, el contenido y el continente de este insólito lugar que aún no se sabía hasta qué punto lo sería y conservar toda la superficie lo más intacta posible.

Una circunstancia inesperada que sorprendió al mundo en aquellos momentos: la pandemia del Covid, algo que retrasaría sobremanera unas actuaciones que estaban a punto de realizarse.

Vista la importancia de todo lo que se estaba conociendo, el equipo decidió contactar con el doctor J. M. Calaforra, de la Universidad de Almería, uno de los mayores expertos internacionales del mundo subterráneo. Se trataba de que se integrara en el proyecto y diera su opinión autorizada. Ésta no se hizo esperar: nos encontrábamos ante un descubrimiento de nivel mundial.

Sus enormes medidas, con ser uno de los aspectos más relevantes no era lo más sorprendente: la enorme altura de sus salas, algunas de hasta 20 metros de altura la sitúan como la cueva con las bóvedas más altas de la región.

Sus salas de estalactitas constituyen algo de difícil parangón en el mundo, con ejemplares que alcanzan los tres metros de longitud y un centímetro de diámetro, que se han originado y crecido en condiciones de una estabilidad que no tiene prácticamente rival, gracias al aislamiento de la cavidad durante muchos milenios.

A todo ello habrá que sumársele lo que pueda ofrecer este espacio a nivel arqueológico, cuyo alcance continúa siendo una incógnita, pero con un enorme potencial, dado que se han documentado marcas de zarpazos de osos de más de tres metros cuya especie se creía que no había descendido de la zona donde se sitúa hoy Madrid.

Preservar el lugar a salvo de visitas
Para el profesor Martín Lerma no hay duda: "Se trata de una cavidad con un gran interés geológico y arqueológico, tanto por las formaciones como por la perfecta conservación de todo lo que contiene, que se ha mantenido gracias al estricto protocolo que hemos seguido en su exploración".

Para ello es preciso impedir las visitas hasta que todos los estudios científicos estén finalizados: "Hay que tener en cuenta que tenemos entre las manos un tesoro natural intacto, y así es como debería seguir estando".
(Fuente: 20 Minutos)


11 de agosto de 2015

Hallan restos de la dieta neandertal en la Sima de las Palomas, en Torrepacheco (Murcia)

La XXIV campaña de excavaciones arqueológicas oficiales del yacimiento de la Sima de las Palomas del Cabezo Gordo (Torre Pacheco) ha sacado a la luz más herramientas de sílex, así como caparazones de tortugas y huesos de caballos que formaban parte de la dieta de los neandertales que habitaron la Región.
Dos jóvenes investigadoras durante una de las excavaciones realizadas en la Sima de las Palomas de Torrepacheco. FOTO: LA OPINIÓN DE MURCIA
Las excavaciones, coordinadas por la Asociación Murciana para el Estudio de la Paleoantropología y el Cuaternario y que cuentan con el apoyo de Cultura, se centran desde 2011 en la excavación de una capa que permanecía cubierta de un conglomerado de una dureza similar al hormigón. 

En la actualidad se trabaja en una zona en la que el sedimento es más suelto y que contiene restos mejor conservados, entre los que destacan diversos útiles paleolíticos de tipología musteriense de gran belleza. En esta campaña se han hallado numerosos caparazones de tortugas y huesos de equinos que formaban parte de la alimentación de los neandertales que habitaron en la Región, además de más herramientas. 

También los estudios que se realizan de forma paralela con investigadores del todo el mundo muestran distintos vegetales que formaban parte de su alimentación. Asimismo, el objetivo principal para la campaña de 2015 en continuar con la excavación de esta última capa y comprobar hasta que profundidad el sedimento de la Sima de las Palomas continúa siendo fértil. 
Los primeros restos se hallaron casualmente en 1991.
FOTO: UNIVERSIDAD DE MURCIA.

HISTORIA DEL YACIMIENTO
La Sima de las Palomas es el yacimiento del hombre de Neanderthal más importante del arco mediterráneo español. Más de diez años de excavaciones (comenzaron en 1992) han sacado a la luz la presencia de, al menos, diez individuos del hombre de Neanderthal representados por centenares de huesos y dientes. Tres de los esqueletos, pertenecientes a dos adultos y un joven y de una antigüedad de unos 50.000 años, fueron hallados casi completos y en conexión anatómica, un hecho excepcional en el panorama mundial. 

Sobre uno de los adultos, bautizado 'Paloma', se publicó en 2011 un artículo en la prestigiosa revista científica estadounidense 'Proceedings of the Nacional Academy of Sciences', ya que se trata del esqueleto neandertal más completo en todo el litoral mediterráneo europeo y tiene la pelvis femenina neandertal más completa del mundo.

El número total de los huesos fragmentados y dientes neandertales recuperados en las diferentes campañas de excavación corresponde a más de 300 elementos clasificados. Dichos restos incluyen los elementos pertenecientes a los tres esqueletos articulados, además de otros que demuestran la presencia de otros siete individuos, tanto adultos como niños y bebés. 

Los primeros restos de la Sima de las Palomas fueron hallados casualmente en 1991. La investigación científica comenzó un año después, en 1992, bajo la dirección de los profesores doctores Michael Walker, de la Universidad de Murcia, y José Gibert Clols, del Instituto Paleontológico de la Diputación de Barcelona en Sabadell, fallecido en 2007. Actualmente dirigen la investigación el profesor Walker, el arqueólogo Mariano López Martínez y la doctora de la Universidad de Murcia, María Haber Uriarte.
(Fuente: 20 Minutos)

13 de abril de 2023

Fundación Palarq anuncia los candidatos al III Premio Nacional de Arqueología y Paleontología


La tercera edición del Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq contará con 18 proyectos aspirantes en su tercera edición. La entidad analizará ahora las candidaturas recibidas para determinar cuáles serán los 6 finalistas que entrarán en la carrera de esta edición del Premio.

Todos los proyectos aspirantes están liderados por equipos de investigación pertenecientes a instituciones públicas españolas y, en todos los casos, se trata de investigaciones en curso, ya sea en territorio nacional o en el extranjero.

El 15 de junio, un jurado internacional de reconocido prestigio en el ámbito científico y cultural, elegirá el proyecto ganador que se hará público durante la gala de entrega del Premio. La gala se desarrollará en el Museo Arqueológico Nacional (MAN), entorno que tradicionalmente ha albergado el evento.

El certamen, con carácter bienal, es el primer premio de estas características concedido por una fundación privada dedicado a estas disciplinas y está dotado con 80.000 euros.

Proyectos aspirantes

‘Origen y evolución cultural del Homo erectus en África Oriental’. Dirigido por Ignacio de la Torre desde el Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) el proyecto aborda la cuestión de cuándo y cómo el Homo erectus y el Achelense emergieron en la historia de la evolución humana.

‘Proyecto arqueológico subacuático Mar del Ebro. Prospección y documentación arqueológica subacuática de los pecios de la Primera y la Segunda Guerra Mundial en el Mar del Ebro’. Bajo los auspicios de la Asociación Nacional de Arqueología Subacuática (SONARS), con los investigadores Manuel J. Fumás Soldevila, Josep María Castellví y Pere Izquierdo Tugas, es uno de los proyectos de arqueología subacuática más importante de época contemporánea.

‘Excavaciones e investigaciones en el templo del faraón Tutmosis III en Luxor’. Miriam Seco, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, investiga este mítico yacimiento. Este templo, antaño sagrado, de la antigua Tebas es considerado como uno de los grandes monumentos del Egipto faraónico.

‘Hacia el comportamiento humano moderno. Estrategias socioeconómicas y culturales de los últimos neandertales de la Meseta Norte (Cueva Prado de Vargas. Cornejo, Burgos)’. El equipo formado por Marta Navazo Ruiz, de la Universidad de Burgos; Rodrigo Alonso Alcalde, del Museo de la Evolución Humana (MEH) y la Universidad de Burgos; y Alfonso Benito Calvo, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), analiza y estudia la dinámica socioeconómica del yacimiento, con el fin de aportar nuevos datos sobre las causas que motivaron los cambios previos a la desaparición neandertal.

‘Proyecto Almoloya-Bastida: poder, género y parentesco en una civilización olvidada de la Edad del Bronce’. Desde Murcia, el equipo de la Universitat Autònoma de Barcelona formado por  Vicente Llull, Rafael Micó, Critina Rihuete Herrada, Eva Celdrán Beltrán, Camila Oliart Caravatti y Miguel F. G. Valério, avanza en la investigación de la sociedad de El Argar.

‘Explorando la Tecnología de la Madera de los Neandertales del Abric Romaní (Capellades, Barcelona)’. El equipo del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social integrado por +Palmira Saladié, +Josep Vallverdú y María Gema Chacón, trabaja en uno de los yacimientos más importantes del Paleolítico medio. La excepcional conservación de la madera dará nuevas interpretaciones al estudio de los Neandertales.

‘La Draga en el contexto de las primeras comunidades neolíticas peninsulares’. La Universidad Autònoma de Barcelona y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-Institució Milà i Fontanals (IMF) son las instituciones que auspician este proyecto liderado por Antoni Palomo Pérez (UAB), Raquel Piqué Huerta (UAB) y Xavier Terradas Batlle (CSIC-IMF). La Draga es el único yacimiento neolítico lacustre de la Península Ibérica.

‘Evolución de los rituales, creencias y prácticas religioso-funerarias en Oxirrinco. Desde la dinastía XXVI hasta la etapa cristiano-bizantina’. Este proyecto cuenta con un equipo liderado por Ignasi-Xavier Adiego Lajara de la Universitat de Barcelona-Instituto de Próximo Oriente Antiguo (IPOA); Esther Pons Mellado, del Museo Arqueológico Nacional (MAN), y Maite Mascort Roca. Situado a 190 km al sur de El Cairo, Oxirrinco es uno de los cinco yacimientos arqueológicos más grandes del país con una cronología que abarca desde la época Saita (664 a.C.) hasta el periodo Cristiano-Bizantino (siglo VII d.C.), momento en que se produce la invasión musulmana en Egipto, incluyendo por supuesto, la etapa Persa y Ptolemaico-Romana.

‘Arqueología en la ciudad y territorio de Tusculum (Italia). Desde la época arcaica hasta hoy’. El proyecto está dirigido actualmente por el director de la EEHAR-CSIC, Antonio Pizzo. Desde hace casi 30 años, la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (EEHAR-CSIC) dirige un proyecto de investigación arqueológica en la ciudad de Tusculum. Se trata de un proyecto arqueológico institucional y actualmente es el más longevo de una institución extranjera en Italia. El proyecto Tusculum ha permitido mejorar el conocimiento de la evolución de esta ciudad desde su fundación hasta la época medieval.

‘Lago Tagua Tagua: vida y muerte de los cazadores recolectores de la Edad del Hielo en América del Sur’. Los doctores Carlos Torneo (IPHES-CERCA), Rafael Labarca y Erwin González de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dirigen este proyecto que ha permitido obtener documentación inédita de las prácticas funerarias de los primeros grupos de cazadores-recolectores del continente americano.

‘Proyecto Pintia: creación de bases infraestructurales y museográficas para la investigación, conservación y difusión del conocimiento del oppidum vacceo-romano de Pintia.’
El proyecto cuenta con el liderazgo de Carlos Mínguez, profesor titular de la Universidad de Valladolid y director del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg (CEVFW). Pone en relieve el valor de la cultura vaccea, pueblo prerromano asentado en el sector central de la cuenca del Duero, en la península ibérica.

‘Autigasta y Huayacama. Arqueología de los espacios campesinos indígenas y de las estancias coloniales españolas en el Valle de Catamarca, Argentina (Siglos XVI-XVII)’. El Departament de Ciències de l’Antiguitat i l’Edat Mitjana de la Facultat de Filosofía i Lletres de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) desarrolla, bajo el liderazgo del investigador Félix Retamero, la investigación de este yacimiento ubicado en la provincia de Catamarca, en el noroeste de Argentina. El proyecto está centrado actualmente en el asentamiento de una comunidad de esclavos establecida a principios del siglo XVIII.

‘Proyecto Medjehu. Investigando la artesanía de la madera a lo largo del Nilo’. Gersande Eschenbrenner Diemer, del Departamento de Historia y Filosofía de la Universidad de Alcalá de Henares dirige este estudio de los procesos de producción, comercialización e ideologización de la madera durante un largo periodo de tiempo, tomando como foco Egipto.

‘Gigantes de la Prehistoria. Megalitismo y Complejidad Social Temprana en Antequera y Valencina’. El catedrático de Prehistoria del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuán dirige este proyecto centrado en estudiar el tholos de Montelirio y el dolmen de Menga, máximos exponentes del megalitismo en la Península Ibérica y el papel social de estos monumentos a lo largo del tiempo.

‘Proyecto C2 del Royal Cache Wadi: ¿Por qué las enterraron allí?’ El equipo de investigadores de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid formado por José Ramón Pérez-Accino Picatoste, María del Carmen Pérez Die, Francisco Moreno Arrastio y Bill Manley trabaja en el que se considera el mayor yacimiento arqueológico del mundo, la necrópolis de Tebas.

‘Un viaje al pasado: reconstrucción digital y de las condiciones de vida del ganado de la villa romana de Vilauba’. Lídia Colominas Barberà y Pere Castanyer Masoliver, del Institut Català d’Arqueologia Clàssica estudian la evolución de la villa romana de Vilauba y de los efectos de su ocupación desde los siglos II-I a.C. hasta los siglos VII-VIII d.C.

‘Moneda y Metal en la Bética Tardorromana. Estudio científico del Tesoro de Tomares’. Los investigadores de la Universidad de Sevilla Enrique García Vargas y Miguel Ángel Respaldiza Galisteo dirigen este proyecto que constituye un estudio integral (histórico, numismático y metalográfico) del mayor conjunto monetario de Europa.

‘Entre las columnas de Hércules, arqueología subacuática de un espacio privilegiado. La Bahía de Algeciras (HERAKLES)’. La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cádiz desarrolla este proyecto, ubicado geográficamente en el Estrecho de Gibraltar, bajo la dirección de Felipe Cerezo Andreo junto a Alicia Arévalo González. Este proyecto se centra en el patrimonio cultural subacuático de la Bahía de Algeciras.

Certamen único
Convocado por la institución con ese mismo nombre, el galardón nace en 2018 con la finalidad de reconocer la excelencia y originalidad de proyectos arqueológicos y paleontológicos dirigidos por equipos de investigación españoles, desarrollados tanto a nivel nacional como internacional, sin restricciones de culturas o períodos históricos. Los proyectos de investigación sobre paleontología deben estar relacionados con la evolución humana.

La primera edición en 2018 contó con 25 participantes, 6 finalistas, y un jurado que falló a favor del proyecto ‘Construyendo Tartesos’, investigación sobre la cultura tartésica que desarrolla el equipo liderado por Sebastián Celestino Pérez y Esther Rodríguez González del Instituto de Arqueología (CSIC – Junta de Extremadura).

La segunda edición, en 2021, contó con 20 participantes y 6 finalistas. El jurado internacional falló en esta ocasión a favor de ‘La Montaña del tiempo. Exploración de un campamento paleolítico en La Garma’, desarrollado por los doctores Pablo Arias y Roberto Ontañón, del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC). La investigación premiada ha revelado la existencia de un yacimiento único en el mundo que constituye una verdadera cápsula del tiempo, donde este se detuvo hace 16.500 años, gracias a un desprendimiento en la entrada original que transformó la cueva en una burbuja, lo que ha permitido conservar los vestigios de un asentamiento paleolítico.

22 de octubre de 2021

Documentan un santuario íbero en el yacimiento arqueológico de Santomera (Murcia)

La excavación que realiza la Universidad de Murcia extrae los restos de un poblado ibérico que se originó en el siglo V a. C. y que estuvo habitado hasta su declive en la Segunda Guerra Púnica
Equipo de trabajo en la excavación del yacimiento de Balumba, en Santomera.


El yacimiento de Balumba, en Santomera, esconde muchas incógnitas. Si hace unos meses la Universidad de Murcia se hacía eco del descubrimiento de una torre ibérica de grandes dimensiones por parte del grupo de investigación del doctor en Historia José Ángel Ocharán, esta vez los arqueólogos, entre los que participan alumnos de la UMU, han hallado un santuario con varios utensilios reseñables.

Por ejemplo, pequeñas figuras fabricadas en metal que se utilizaban como ofrendas para las divinidades, una de ellas se trata de un sello que tiene grabado el símbolo esvástico o también llamado tetraskel levógiro, que representaba al sol. Este elemento constata que el lugar era un espacio de culto, ya que se asocia a santuarios y necrópolis desde la prehistoria.

Este objeto se encontró dentro de un agujero en el suelo, tapado con una piedra de molino a modo de tapadera, y junto con otros elementos como accesorios personales, monedas y reproducciones de armas en miniatura, además de un cuenco de entre 15 y 20 cm con hasta 10 cm de profundidad, aplastado pero en buen estado de conservación. Todo esto indica que se trata de una 'favissa' o ofrenda oculta que se llevaban a cabo entre los siglos IV y III antes de Cristo.

También se han encontrado vasos cerámicos con forma de cáliz que serían utilizados para realizar libaciones o lo que es lo mismo, derramar un líquido como ofrenda a una deidad. Con ellos también había cerámica de lujo importada desde Ática, en Grecia y un kylix de imitación ibérica, que consiste en una especie de cáliz más aplanado que se usaba también en las ceremonias rituales.

Este yacimiento de la sierra de Santomera también cumple otra de las características necesarias para ser un espacio de culto y es que tiene orientación oeste, en dirección a la puesta de sol y dispone de un nacimiento de agua.

La cueva, que en un primer momento se catalogó como un taller de metalurgia, dio un giro cuando en las siguientes capas comenzaron a aparecer restos del santuario, lo cual plantea a los expertos el reto de aclarar la vinculación entre el taller y los ritos que también se llevaban a cabo en la cueva. Ya existe un precedente en la Región de Murcia, en el Santuario Rupestre Ibérico de La Nariz, en Moratalla, donde se vincularon las labores plúmbeas a espacios sagrados.
(Fuente: Universidad de Murcia)

7 de septiembre de 2020

Las excavaciones regresan a la Isla del Fraile (Murcia)

El proyecto, coordinado por la Universidad de Murcia, el Museo Arqueológico de Águilas y el Consistorio de la ciudad, pretende poner en valor el yacimiento después de la última intervención hace más de setenta años.
Arranca el Proyecto de Investigación y Puesta en Valor de la Isla del Fraile, un plan que nace de la mano del Área de Arqueología de la Universidad de Murcia (UMU), bajo la dirección del profesor, Alejandro Quevedo y del arqueólogo municipal de Águilas, Juan de Dios Hernández. Además, el proyecto cuenta con la participación del Ayuntamiento de Águilas a través de la Concejalía de Cultura y la el Museo Arqueológico Municipal de la ciudad.

Los trabajos comienzan hoy y está previsto que se lleven a cabo en un periodo de dos semanas. Además, en el plan también participan diez estudiantes de diferentes puntos de España y que en estos momentos llevan a cabo sus estudios en distintas materias en universidades de Murcia, Barcelona, Sevilla, Jaén y Granada. Hace ya casi setenta años que no se realizan excavaciones en la Isla del Fraile, por ello, el equipo de arqueólogos se encuentra «muy emocionado» de poder llevar a cabo este trabajo de campo casi siete décadas después. «Por fin vamos a comenzar, este entorno es un paraíso a nivel medioambiental y arqueológico» explica Juan de Dios Hernández, añadiendo que «la Isla del Fraile tiene mucho potencial». El arqueólogo municipal asegura que «toda la isla es un yacimiento en sí, por lo que esta primera intervención nos servirá para conocer a qué nos enfrentamos». Asimismo, el especialista explica que «las estructuras son imponentes, algunas se conservan emergentes, ya que tienen más de un metro y medio de potencia. También encontramos pavimentos y otros materiales a raudales». Además, «queremos acercarnos a esa factoría de salazón para ver qué nos encontramos de cara a las siguientes intervenciones», apunta.

UN BIC BAJO EL AGUA
La Isla del Fraile, la Punta del Cigarro y su entorno subacuático, fueron declarados como Bien de Interés Cultural en el año 2013. Este fue el primer yacimiento de la Región de Murcia que contó con la protección de una localización que se encontrase bajo el agua y que tuvo una declaración por la categoría de 'lugar histórico'. Esto se debió a «los valores arqueológicos, históricos, etnográficos, técnicos, industriales y ambientales de la zona, cuyas características hacen este lugar único», asevera Juan de Dios Hernández. Además, el arqueólogo apunta que «como yacimiento arqueológico tiene unas expectativas tremendas, aún sin excavar». Según revelan diferentes estudios, «la factoría de salazón que se encuentra ubicada en la Isla del Fraile es de las más representativas de la provincia de Tarraconensis», asegura el especialista. En estos antiguos salazones destacaban productos como el Garum, muy conocido en la antigua Cartago Nova -actualmente Cartagena- para la cual los romanos usaban la Caballa Scomber, a la que el valle de Escombreras debe su nombre.

INTERÉS A NIVEL NACIONAL
De este primer trabajo de campo que se llevará a cabo durante las próximas semanas en la zona están «muy atentos» varios investigadores de otras zonas de España, como Cádiz o Sevilla: «El tema de los salazones despierta la atención en otras Universidades» dice el arqueólogo. Además, se espera que el Proyecto de Investigación y Puesta en Valor de la Isla del Fraile sea solo el primer paso, y que pueda dar lugar a otros proyectos nacionales de mayor envergadura e incluso a proyectos que se desarrollen a nivel europeo.

20 de octubre de 2014

Aparece un templo romano en el yacimiento ibérico del Cerro de los Santos (Albacete)

El templo está datado en el S. I a.C. y sólo se conocía de su existencia por unos dibujos de una excavación arqueológica del S. XIX, El hallazgo será de gran utilidad para conocer el proceso de integración de los santuarios ibéricos en el mundo romano y los cambios que se producen en la religión ibérica entre los siglos II y I antes de Cristo.
Una peculiaridad de este santuario es que se encuentra aislado y alejado de un gran poblado, a diferencia de lo que suele ser habitual en el ámbito ibérico. FOTO: UNIVERSIDAD DE MURCIA.
Un equipo dirigido por el profesor Sebastián Ramallo, catedrático de Arqueología de la Universidad de Murcia, ha localizado y determinado la ubicación precisa de un templo de planta itálica, construido a finales del siglo I a.C., en el yacimiento del Cerro de los Santos (en Montealegre del Castillo, Albacete), uno de los más emblemáticos de la cultura ibérica.

Los arqueólogos han concretado las dimensiones del edificio, además de la orientación, características constructivas y estado de conservación de un templo que sólo se conocía por el dibujo de unas excavaciones realizadas en el siglo XIX, y que se suponía que había sido destruido poco después de su exhumación.

Junto a la actuación directa en el propio Cerro, donde también se han realizado catas arqueológicas para analizar las distintas capas de la tierra y el proceso de evolución del yacimiento, se ha llevado a cabo la prospección sistemática de todo el territorio para establecer el grado de relación entre el santuario y los asentamientos ibéricos y romanos con su entorno.

DÉCADAS DE INACTIVIDAD ARQUEOLÓGICA
El equipo de la Universidad de Murcia, del que forman parte, además, el director del Museo Arqueológico de Caravaca, Francisco Brotóns, y la directora del Museo de Albacete, Rubí Sanz, reanudó las investigaciones en este importante enclave a finales del 2013, tras varias décadas de inactividad arqueológica, según han explicado fuentes de la institución docente.

"En esta primera fase, indica el profesor Ramallo, se realizó la prospección sistemática y exhaustiva del yacimiento, referenciando espacialmente todos los hallazgos materiales y trazas de actividad visibles en la superficie del Cerro".

También se llevaron a cabo dos sondeos, en uno de los cuales se identificaron recortes en la roca de base de un edificio de culto de carácter monumental, que ha podido ser delimitado en toda su anchura durante la campaña de septiembre de este año, "verificando la información publicada en el tercer cuarto del siglo XIX", añade el investigador.

INTEGRACIÓN DEL SANTUARIO IBÉRICO EN EL MUNDO ROMANO
El Cerro de los Santos constituye un ejemplo paradigmático para conocer el proceso de integración de los santuarios ibéricos en el Estado romano y los cambios que se producen en la religión ibérica entre los siglos II y I antes de Cristo.

Una peculiaridad de este santuario es que se encuentra aislado y alejado de un gran poblado, a diferencia de lo que suele ser habitual en el ámbito ibérico.


La figura más representativa del Cerro de los Santos es la Dama Oferente, que se encontró en el año 1870 y que, junto a la Dama de Elche, es la otra Gran Dama de la cultura ibérica.

Ambas "apuntalan la originalidad y la personalidad del arte ibérico", señala Ramallo, y se encuentran, como otras figuras del yacimiento, en el Museo Arqueológico Nacional.

Tras el trabajo de campo, el siguiente paso es inventariar, estudiar los materiales y procesar toda la información obtenida durante la excavación de septiembre, añaden las mismas fuentes.

Además, con la financiación de Red Eléctrica de España y la colaboración del Ayuntamiento de Montealegre del Castillo, la Diputación de Albacete y la Junta de Castilla La Mancha, está previsto catalogar todo el material del Cerro de los Santos hallado hasta la fecha y depositarlo en distintas colecciones para ofrecer un ágil instrumento de trabajo a los investigadores sobre la religión en particular y sobre la cultura ibérica en general.

(Fuente: Europa Press)

17 de enero de 2019

Descubren estructuras del siglo XIV en el oratorio de San Esteban (Murcia)

Podría tratarse de una ermita asentada sobre un antiguo lugar de oración. El análisis de los 26 enterramientos hallados desvelará con exactitud qué comían, a qué se dedicaban y de qué morían los habitantes del arrabal andalusí
Trabajos arqueológicos en el yacimiento de San Esteban. FOTO: ALFONSO DURÁN / AGM
El yacimiento arqueológico de San Esteban es una caja de sorpresas. Así lo asegura el arqueólogo y profesor de la Universidad de Murcia Jorge Eiroa, coordinador de los trabajos de campo que se están realizando en los restos del arrabal andalusí de la Arrixaca dentro de la fase cero del proyecto de recuperación, previa a la intervención que permitirá su conservación y musealización definitiva. «Estamos obteniendo resultados más interesantes de los previstos», reconoció Eiroa durante el recorrido que realizó en la mañana de ayer por el antiguo barrio medieval junto al alcalde, José Ballesta, la consejera de Cultura y Turismo, Miriam Guardiola, concejales y los vicerrectores de la UMU Alicia Rubio y Francisco Esquembre.

Uno de los hallazgos que más ha emocionado a los investigadores, admite Jorge Eiroa, se encuentra en el oratorio del arrabal. Los sondeos han permitido confirmar que unos muros que se creían de época islámica corresponden en realidad a un edificio del siglo XIV, cuando la ciudad ya pertenecía plenamente a la Corona de Castilla. Lo que está por determinar es la función que tuvo. Una de las hipótesis que maneja Eiroa es que pudo ser una ermita cristiana, que se podría haber asentado sobre un antiguo lugar de oración, e incluso mezquita pegada al cementerio del yacimiento arqueológico.

DEPÓSITO DE VIDRIO Y CERÁMICA INTACTO
Precisamente la zona de enterramientos es otro de los espacios que más está entusiasmando a los arqueólogos, que hasta el momento han sacado a la luz 26 enterramientos, entre ellos los de nueve niños. «Y los que quedan por aparecer», adelanta María Haber Uriarte, profesora de Prehistoria de la Universidad de Murcia y parte importante en el equipo de Jorge Eiroa. Los análisis de los restos humanos permitirán conocer la causa exacta de la muerte de estas personas, gracias a una experiencia pionera con muestras de parasitología, recogiendo tomas de tierra en la zona del abdomen de los cadáveres. Además, se podrá saber con precisión la dieta alimentaria que mantuvieron en sus últimos veinte años de vida, a través de un estudio con isótopos, e incluso la actividad laboral que realizaban, aplicando las técnicas de la antropología del deporte.

La estructura de este espacio funerario se caracteriza por una superposición de cuerpos, lo que revela que las tumbas se reutilizaban. Hay hasta tres niveles, de los que el tercero todavía no ha sido examinado. Sobre los nueve sujetos infantiles que se han hallado en una misma zona, y coincidentes en el tiempo, las indagaciones de los próximos meses estarán orientadas a saber si están ahí por algún ritual religioso o si se produjo un crisis alimentaria u otro acontecimiento que causara sus prematuros fallecimientos.

SISTEMA DE DESAGÜE
Los trabajos en esta fase cero han permitido analizar el conocido recinto I, confirmándose que fue un 'funduk', es decir, un hospedaje para comerciantes que pasaban por la Murcia medieval. Eiroa informó del hallazgo en una de las estancias de esta fonda de un depósito de materiales de vidrio y cerámica «prácticamente intacto», que se trasladará al Museo Arqueológico. En este edificio hubo letrinas comunes y se conservan los vestigios del sistema de desagüe del siglo XII. «Murcia no tuvo uno igual hasta el siglo XX», precisa el profesor universitario.


EDIFICIO DE 340 METROS CUADRADOS
De cara al futuro, los investigadores tratarán de llegar al fondo de este 'funduk' para conocer su estructura original y pondrán los ojos en una construcción anexa, denominada recinto II, que cuenta con una superficie de 340 metros cuadrados, por lo que supone el segundo conjunto monumental más grande del yacimiento. San Esteban tiene todavía mucho que desvelar.

28 de septiembre de 2020

Documentan un almacén romano en la Isla del Fraile de Águilas (Murcia)

Las primeras excavaciones de los últimos setenta años superan "las expectativas" al encontrar ánforas que demuestran la antigua actividad comercial de la zona
Los resultados de la primera fase de excavaciones en la Isla del Fraile han superado «todas las expectativas», según el arqueólogo municipal de Águilas, Juan de Dios Hernández.

«Se ha documentado un almacén de época tardía formado por ánforas procedentes del Norte de África, algunas de las cuales contenían restos de pescado», adelanta Hernández, quien afirma que «el descubrimiento parece confirmar la hipótesis de que en la isla se produjeron y comercializaron productos derivados de la pesca, siendo un activo punto de intercambio con el resto del Mediterráneo», poniendo de manifiesto la importancia de este yacimiento, único en el Sureste peninsular.

CURSO DE ARQUEOLOGÍA
Durante las dos últimas semanas se han realizado en la Isla del Fraile las primeras excavaciones de los últimos setenta años, dentro del Proyecto de Investigación y Puesta en Valor de la Isla del Fraile, al amparo del Área de Arqueología de la Universidad de Murcia, con la participación de la propia la Universidad de Murcia, el Ayuntamiento de Águilas a través de la concejalía de Cultura y el Museo Arqueológico Municipal de Águilas, bajo la dirección del profesor de la UMU Alejandro Quevedo y de Juan de Dios Hernández. Un proyecto que se ha presentado como un curso de arqueología y en el que han participado diez estudiantes con diferentes grados de las Universidades de Murcia, Barcelona, Sevilla, Jaén y Granada.

El arqueólogo ha destacado que «lo primero que hicimos fue trabajar cerca de la entrada de lo que suponemos que es una fábrica de salazones». Un lugar en el que, asegura, hay mucho trabajo por hacer. «Hay que excavar muchos metros cúbicos de tierra, hemos localizado varias fases de ocupación, que confirma también ocupación de época medieval islámica en la isla, pero fundamentalmente por los restos de la época tardo-romana, donde hemos excavado con estructuras con más de dos metros de altura», explica Juan de Dios Hernández, quien detalla algunos de los hallazgos encontrados: «Un almacén, lo que abre las expectativas de un enclave comercial».

Universidades de Valencia y Cádiz están esperando los resultados de las excavaciones de la Isla del Fraile. «Ya ha entrado en debate científico, en el sureste no hay yacimientos como este», indica el arqueólogo.

11 de julio de 2014

Descubren la almazara romana más grande de la Península en la villa romana de Los Villaricos, en Mula (Murcia)

El edificio principal tiene 39 metros de largo por 17 metros de ancho, y ocupa 663 metros cuadrados. Los restos confirman la gran producción y comercialización de aceite de oliva en esta villa romana durante los siglos III y IV.   
Un momento de la excavación en la villa romana, en la que han participado 25 alumnos universitarios.
Las excavaciones arqueológicas en la villa romana de Los Villaricos, en el término municipal de Mula, han descubierto un gran 'torcularium' (almazara) para producir aceite, que, según el profesor de la Universidad de Murcia Rafael González, es la más grande de la Hispania Romana, provincia del imperio en la Península. El lugar en el que ha aparecido es en la zona sureste donde se encuentran los restos. 

El edificio principal acoge la almazara más grande documentada de la época. Tiene unas dimensiones de 39 metros de largo por 17 metros de ancho, y ocupa 663 metros cuadrados.

TRES GRANDES NAVES DE PRENSADO
Hasta ayer mismo, los arqueólogos han hallado tres grandes naves dedicadas al prensado de la aceituna, con cinco elementos de viga, el área de accionamiento de las prensas, con cinco contrapesos y la zona de decantación del aceite, con seis piletas y tinajas. También se han registrado dos estancias más: la zona de molienda -con dos grandes molas olearias-, así como el 'tabulatum' o zona de recepción de la aceituna.

El hallazgo de esta nueva área productiva pone de manifiesto la gran producción y comercialización de aceite a la que se dedicaban los habitantes de la villa romana durante los siglos III y IV.

El Ayuntamiento de Mula, en colaboración con la Universidad de Murcia y la Fundación Cajamurcia, organizan y subvencionan esta nueva campaña de excavación arqueológica en Los Villaricos.

25 UNIVERSITARIOS
Durante las dos últimas semanas, un total de 25 alumnos de diferentes universidades españolas y extranjeras han sido dirigidos y coordinados en la excavación arqueológica por los profesores Rafael González Fernández y Francisco Fernández Matallana, ambos de la Universidad de Murcia, y por José Antonio Zapata Parra, arqueólogo municipal.

La campaña de este año ha servido también para la formación de alumnos de Arqueología, pues se ha organizado un curso de introducción en colaboración con el Cepoat (Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía).

(Fuente: La Verdad / José Luis Piñero)

9 de julio de 2018

La UMU saca a la luz el Martyrium de La Alberca

Arqueólogos, investigadores del Cepoat y alumnos de la Facultad de Historia de la Universidad de Murcia participan en la limpieza de este monumento tardorromano de la primera mitad del siglo IV
Es uno de los monumentos tardo romanos más importantes de la península.
Durante años fue saqueado en busca de tesoros, pero ahora los investigadores de la Universidad de Murcia (UMU) quieren recuperar y dar a conocer la historia del Martyrium de La Alberca. Muchos de los vecinos de esta pedanía de Murcia no son conscientes del valor que tiene este monumento tardorromano de la primera mitad del siglo IV, muchos otros no saben tan siquiera que existe cuando pasan cerca de la calle La Paz, pero esto precisamente es lo que se quiere cambiar gracias a la iniciativa en la que se ha empezado a trabajar. Para ello ya se han desarrollado dos campos de trabajo que se celebraron el pasado mes de junio y en los que participaron arqueólogos, investigadores del Cepoat (Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía) y alumnos de la Facultad de Historia, quienes han limpiado el terreno para sacar a la luz este tesoro.

Aunque es conocido como Martyrium de La Alberca, es más correcto hablar de mausoleo, ya que en los primeros se rendía culto a un santo y en éste no se han encontrado restos que así lo indiquen. Está considerado uno de los monumentos tardorromanos más relevantes de la Península Ibérica y siempre ha estado relacionado con el cristianismo, aunque existe un malestar generalizado entre los expertos por la escasa atención que se le ha prestado para preservarlo. El edificio tiene una planta rectangular con una cámara subterránea que era utilizada como cripta y en la que se encontraban los sarcófagos, cámara que contaba con unos contrafuertes para levantar la nave y en la que había cinco pilares de refuezo en cada una de las dos paredes exteriores.

MOSAICOS
La entrada está muy destruida y por ahí se baja por unas escaleras hasta la construcción subterránea donde está la cripta con cuatro tumbas y el recinto del ábside, con el que no había comunicación. Esa misma entrada está construida en piedra de sillería y de ella se pasaba a un vestíbulo previo en el que se encontraron restos de mosaico y unas pocas líneas de teselas blancas y negras.

José Antonio Molina, profesor de Historia Antigua de la UMU y miembro del equipo que está liderando el proyecto, explica que este mausoleo formara parte, probablemente, de una villa romana, entornos que se solían amurallar para huir de la represión de los gobernantes de la época y que contaban con sus propias zonas de cultivo. Una teoría que concuerda con la aparición en el mismo espacio de una alberca para almacenar agua, infraestructura hidráulica de grandes dimensiones que era visible a más de un kilómetro de distancia y que quizá fuera el origen del nombre actual de la pedanía.

Bajo el imperio romano (siglos IV y V) se produjo una gran ruralización y los habitantes huían de las ciudades, por ello surgió una época de esplendor de las villas romanas.

Molina, que participa en esta iniciativa junto a Rafael González, José Ángel Castillo y José Javier Martínez, resalta que toda esta zona está protegida, ya que el mausoleo forma parte del catálogo nacional al ser declarado Monumento Histórico Artístico de Interés Nacional en el año 1931, de ahí que no se pueda construir en el entorno y que hace unos años fuera paralizada la obra de un nuevo edificio cuya estructura ha quedado junto al Martyrium de La Alberca.

En la Península Ibérica hay varios mausoleos romanos, aunque uno de los paralelismos más importantes se encuentra en la Cámara Santa de Oviedo o Cripta de Santa Leocadia al tener el mismo planteamiento que el de esta pedanía murciana.

Sin embargo, este martyrium no fue bien excavado porque tras descubrirse, en el siglo XIX, se creó una asociación para su explotación que casi significó la ruina del yacimiento, ya que su labor principal se centró en la depredación y búsqueda de tesoros que se suponían ocultos en el lugar.

Ahora, los investigadores de la UMU han recibido autorización del Ayuntamiento de Murcia y de la Dirección General de Bienes Culturales de la Comunidad Autónoma para llevar a cabo en esta zona obras de limpieza y acondicionamiento. «Gracias a ellas queremos que las estructuras sean más visibles y poder hacer estudios de los materiales y consolidar las estructuras si es necesario», indica el profesor José Antonio Molina, quien no pierde la esperanza de que las Administraciones se impliquen y hagan el lugar visitable con una cartelería adecuada que sitúe al ciudadano ante el gran monumento que es este mausoleo.

20 de marzo de 2011

El Camino a la Vera Cruz por Roncesvalles recorrerá territorios de la mítica orden del Temple

Caminantes, hay caminos… La iniciativa de Caja Mediterráneo para documentar el camino que une Roncesvalles con Caravaca de la Cruz empieza a ser una realidad. Hace unos días se presentaba el informe histórico sobre 'El Camino de la Vera Cruz' y en unos meses se espera que puedan estar señalizados más de 700 kilómetros de este singular recorrido desde los Pirineos hasta las Tierras Altas de la región de Murcia, que ya en la Edad Media utilizaban cientos y miles de peregrinos para postrarse ante la Vera Cruz de Caravaca (Murcia).
La Vera Cruz de Caravaca.
Un camino que nacía en Sant Jean Pied y que pasaba por Puente de la Reina, Tudela, Calatayud, Daroca, Albarrracín, Teruel, Utiel, Casas Ibáñez, Almansa, Yecla, Jumilla, Calasparra y Caravaca; y que, sin duda, utilizaron en varias ocasiones los Templarios para llegar a su bailía en tierras del Noroeste de Murcia. Caja Mediterráneo ha contado y cuenta, para recuperar el trazado de ese camino original de la Vera Cruz, con el respaldo de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, a través de su Consejería de Cultura y Turismo, el Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz y la Cofradía de la Santísima y Vera Cruz.
Lázaro Giménez, de Natursport, es el encargado de la coordinación de todo el proyecto. El informe está avalado, entre otros organismos, por profesores de la Universidad de Murcia, de la UCAM y ha sido tutelado por la Academia Alfonso X a fin de certificar que toda la información recopilada esté perfectamente documentada. Giménez, en declaraciones a este periódico, confirmó que «para determinar las ciudades de paso hemos seguido varios criterios, partiendo de los territorios vinculados y relaciones con la Orden del Temple hemos ido trazando este camino para el que también hemos tenido en cuenta las antiguas calzadas romanas, las cañadas reales y los caminos históricos 'locales' que unían los reinos de Aragón y de Castilla con el de Murcia».
El coordinador del proyecto va a iniciar un recorrido por todos los Ayuntamientos por cuyos municipios pasa el Camino de la Vera Cruz con el objetivo de recabar los apoyos necesarios y los permisos pertinentes para colocar los mojones que determinarán el camino así como la señalización en todos los cruces. En el informe presentado recientemente ya se recogen los diseños de los hitos y señales que se utilizarán para guiar a los peregrinos que decidan recorrer, como los peregrinos de la Edad Media, la península desde el norte hasta el sur para postrarse ante el Lignum Crucis que desde hace ocho siglos se custodia y venera en Caravaca de la Cruz.
Un peregrino consulta uno de los paneles que definen y señalan los caminos
 de la Vera Cruz, a los que se suma el de Roncesvalles.. :: J.F.R.
Las visitas a los ayuntamientos se prolongarán durante las cuatro próximas semanas y Giménez confía en que en el mes de mayo se pueda empezar con la colocación de la señalización que podría estar totalmente dispuesta para el último trimestre del año. Caja Mediterráneo también contempla la publicación de una guía con toda la información de interés y utilidad de este Camino. De forma paralela a este estudio, también se ha encargado el desarrollo de una página web sobre el Camino de la Vera Cruz. El objetivo de esta web es resaltar de manera firme y bien comunicada cuál es la grandeza de Caravaca, haciendo hincapié en lo que de religioso y místico hay en su Historia.
Sentir la Ciudad Santa
Ángel Martínez, presidente territorial de Caja Mediterráneo y verdadero impulsor del proyecto explica que «no queremos hacer otro camino más, sino centrarnos en el hecho de Caravaca como Ciudad Santa de la Cristiandad. Una de las cinco del mundo en las que se puede ganar el jubileo. Parece, a priori, algo evidente y que todo el mundo sabe. Pero una cosa es saberlo y otra sentirlo». Entre otros apartados esta nueva web gira en torno a contenidos como 'El Camino de la Vera Cruz', 'La Ciudad Santa', 'La Sagrada Reliquia', 'Historia y Leyenda', 'La Orden del Temple y la Vera Cruz' y otros apartados con información para los internautas.
De forma provisional, mientras se sigue trabajando para coordinar las distintas administraciones que tendrán que colaborar en el proyecto, se han establecido un total de 29 etapas que atraviesan territorios de cuatro reinos: Navarra, Aragón, Castilla y Murcia. El camino se inicia en Puente la Reina y en su primera etapa llega hasta Artajona, para continuar después hasta Marcilla, Castejón y Tudela, todavía en tierras de la corona Navarra. La quinta etapa llega a Tarazona, en tierras aragonesas, para seguir después hacia Calatayud y Daroca, ambas en la provincia de Zaragoza. En la décima etapa, los peregrinos llegarán a Calamocha, en Teruel, para continuar en la siguiente hasta Alfambra y desde allí hasta la capital de la provincia. Entrarán después en tierras del antiguo reino de Castilla, atravesando ciudades de Cuenca, Valencia y Albacete; se aproximarán a la región de Murcia por Jumilla, para continuar por Calasparra y Moratalla, hasta llegar a la Ciudad de la Cruz.
(Fuente: La Verdad)

22 de septiembre de 2014

Descubren el primer mausoleo cristiano con mesa de ofrendas en Baelo Claudia, en Tarifa (Cádiz)

El espectacular estado de conservación de la necrópolis oriental de esta ciudad hispanorromana, en la que se han exhumado siete nuevos sepulcros, ofrece nuevos e importantes datos sobre el ritual funerario. El mausoleo cristiano alberga una inhumación de un personaje relevante de la comunidad que se puede fechar entre el siglo V y VI d.C.
Excavaciones en la ciudad hispano-romana de Baelo Claudia. FOTOS: Fernando Prados Martínez.
El Área de Arqueología de la Universidad de Alicante, bajo la dirección del profesor Fernando Prados, está desarrollando en estos días la 3ª Fase del Proyecto General de Investigación de la Junta de Andalucía “Muerte y Ritual Funerario en Baelo Claudia (Tarifa, Cádiz)”, con un equipo que engloba a cerca de veinte personas entre investigadores, técnicos y voluntarios. 

Este proyecto, que comenzó en 2012 y se prolongará hasta el año 2017, conlleva diversas actuaciones arqueológicas en la necrópolis oriental de la ciudad hispanorromana de Baelo, una de las mejor conservadas del panorama hispano, enclavada en un atractivo paraje de la costa gaditana que se ubica entre dos parques naturales, el del Estrecho de Gibraltar y el de Los Alcornocales. Este hecho, unido a su ubicación histórica en un área militar, ha permitido un espectacular estado de conservación de los restos, sepultados en gran parte bajo la arena de la playa.

La ciudad y su necrópolis son uno de los mejores laboratorios de estudio de la romanización y de las transferencias culturales entre las poblaciones nativas, norteafricanas y los aportes itálicos a lo largo del siglo I d.C. 


SIETE NUEVOS SEPULCROS
Este verano se está desarrollando una fase de excavación arqueológica en extensión que ha ofrecido nuevos e importantes datos sobre el ritual funerario, habiéndose exhumado hasta el momento siete nuevos sepulcros. 

En paralelo, junto a la detección de la continuación de la calzada que atravesó la necrópolis, construida a mediados del siglo I d.C., en esta campaña se ha localizado un imponente mausoleo cristiano, que alberga una inhumación de un personaje relevante de la comunidad que se puede fechar inicialmente entre el siglo V y VI d.C.

TRADICIÓN BÁSTULO-PÚNICA
Este tipo de mausoleo, con una mesa de ofrendas adjunta, es el primero de esta clase que se conoce en el lugar. Sus paralelos más próximos se encuentran en los conservados en la plaza de la Almoina de Valencia y se vinculan a la sede episcopal.

Otros sepulcros de cremación previos revelan la personalidad de los habitantes de la ciudad, su conservadurismo religioso y la tradición bástulo-púnica visible en los ritos de las fases más antiguas, así como la incorporación de nuevas creencias a partir de la segunda mitad del siglo I d.C. 
"CIUDAD DE LOS MUERTOS"
Junto a las deposiciones funerarias se están excavando diversas áreas de ofrendas, restos de banquetes funerarios ubicados en zonas comunes, diversos ajuares y los trazados de los ejes viarios que conformaron, durante varios siglos, esta ciudad de los muertos.

El proyecto incluye investigación y formación. Así, junto a profesores, estudiantes y licenciados de la Universidad de Alicante, en los trabajos participan alumnos de las Universidades de Cádiz, Sevilla, Autónoma de Madrid, además de técnicos procedentes de la Université de Toulouse, de la Universidad de Murcia y de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

25 de abril de 2016

El yacimiento de Los Torrejones puede esconder una ciudad romana de dos kilómetros cuadrados, en Yecla (Murcia)

La existencia de restos de la estructura de una ciudad revela que el yacimiento no es una pequeña “villa rústica”, que era lo que se pensaba hasta ahora, si no una ciudad de considerable tamaño vinculada a la casa imperial de Adriano.
Voluntarios trabajando en Los Torrejones el pasado verano. (LA VERDAD)
El magnífico busto del emperador romano Adriano y los estudios e investigaciones en torno a esta bella pieza de mármol blanco, procedente de las canteras imperiales italianas de Carrara, abre interesantes expectativas para Los Torrejones, yacimiento en el que se encontraba oculto, hasta que fue hallado en noviembre de 2014. Este enclave, fechado en un tramo cronológico situado entre los siglos I al III de nuestra era, alcanza tal magnitud por sus dimensiones, que hace pensar en la existencia de los restos de una ciudad romana importante.

ALGO INMENSO
José Miguel Noguera, catedrático de arqueología de la Universidad de Murcia afirma que el yacimiento de Los Torrejones tiene una extensión extraordinaria, que oculta la existencia de los restos de una ciudad de importante consideración, por su vinculación con la casa imperial de Adriano. Para Noguera este enclave ” nos ha sobrepasado a todos, porque se está evidenciando como algo inmenso. 


VINCULACIÓN CON ADRIANO
Se trata de un espacio de más de 200 hectáreas, con estructuras que emergen y que están repartidas por todas partes. Esto hace plantearse, añade, la existencia de los restos de una ciudad de cuyo rango jurídico ignoramos todavía, pero que se revela, no como una pequeña “villa rústica”, que era lo que se pensaba hasta ahora, sino como un gran enclave de un gran personaje de la élite, de la nobleza local, de una quizá ignota ciudad del entorno de Yecla que tuvo unos especiales vínculos con la casa imperial en la primera mitad del siglo II después de Cristo y que fue capaz de desplegar aquí, en su residencia, todo un programa arquitectónico, ornamental y decorativo, presidido por la figura de su emperador, que sin duda alguna, lo convertía en uno de los personajes más relevantes de su época en el sureste peninsular “.

NUEVAS EXCAVACIONES
Es tal la magnitud del yacimiento que, para ir recuperando el legado patrimonial que allí se esconde y para ir despejando estas incógnitas, el director del museo arqueológico municipal “Cayetano de Mergelina”, Liborio Ruiz, anuncia la realización de nuevas excavaciones arqueológicas en Los Torrejones, para lo que se ha establecido un convenio con la Universidad de Alicante para acometer las consiguientes prospecciones, unido a un plan de empleo municipal que dará trabajo a parados de la localidad, lo que permitirá una mayor agilización en las excavaciones. 


También se tiene previsto desarrollar este verano un Campo Nacional de Trabajo y la organización de una exposición itinerante para 2017, organizada en colaboración con la Universidad de Murcia y coincidiendo con la celebración del bimilenario del acceso al trono imperial de Roma del emperador Adriano.
(Fuente: El Periódico de Yecla / Carmen Ortín)

13 de junio de 2024

Arqueólogos de la UA obtienen una secuencia ininterrumpida de la ocupación de Ilici

Arqueólogos de la Universidad de Alicante han conseguido documentar la vida del yacimiento desde la Edad Media hasta las raíces del asentamiento ibérico
Equipo Domus 2024.

El proyecto ‘Domus-La Alcudia: vivir en Ilici’ culmina sus objetivos en las nuevas excavaciones y obtiene una secuencia contrastada e ininterrumpida de ocupación en el sector nororiental de la ciudad, uno de los puntos más elevados de la topografía original, donde existían indicios de ocupación entre la prehistoria y la época medieval, según ha informado Sonia Gutiérrez Lloret, catedrática de Arqueología de la Universidad de Alicante y codirectora del proyecto junto a los profesores Julia Sarabia, Victoria Amorós y Jesús Moratalla, todos ellos del área de Arqueología de la UA, especialistas en diversos periodos y problemáticas históricas.

La campaña cuenta, además, con un equipo amplio de especialistas de prehistoria y arqueología de la Universidad de Alicante y otros centros investigación, como el Instituto de Arqueología de Mérida-CSIC (Trinidad Tortosa) o la Universidad de Murcia (Alicia Fernández). En él participan también estudiantes y egresados del Máster en Arqueología Profesional y Gestión Integral del Patrimonio de la UA y un excelente equipo de técnicos y peones especializados, fruto de la colaboración con el Ayuntamiento de Elche.

Gutiérrez Lloret explica que Domus pretendía contrastar el relato idealizado de las ciudades superpuestas con la verdadera historia material de IIlici. “Y para ello, en lugar de focalizar el interés en un periodo o monumento concretos, convertimos la diacronía (el tiempo en un espacio) en nuestro objetivo, rechazando los clichés arbitrarios que tanto han condicionado y siguen condicionando la interpretación de La Alcudia, desde la aparición casual de la Dama de Elche en un contexto desconocido de la ladera oriental de la colina”, señala la arqueóloga, que incide en el hecho de que “todas las ciudades, como espacios construidos, son una sucesión de paisajes urbanos en continua transformación y La Alcudia es un ejemplo impresionante”.

De este modo, Sonia Gutiérrez señala que la excelente conservación de la estratigrafía en este sector ha proporcionado ya interesantes novedades, como el descubrimiento, por vez primera, de una ocupación islámica temprana (siglos VIII y IX) que permite demostrar que la madina Ilš del pacto de Teodomiro del año713 estuvo en La Alcudia, mucho antes de que una nueva ciudad heredase su nombre, dando lugar a Elx en el siglo X. “Hemos constatado la importancia de la Ilici romana a través de una intensa y monumental remodelación urbanística fechada entre los siglos IV y V, con el trazado de calles y edificios que estuvieron en uso, tras diversas remodelaciones, hasta la época visigoda. Se ha documentado también una fase urbana altoimperial del siglo I d. C. correspondiente a la fundación colonial, un importante contexto del siglo III a. C. y niveles que alcanzan el ibérico pleno”.

“Con todo, esta última campaña ha marcado tres hitos fundamentales en el conocimiento de la historia de La Alcudia: la materialización del urbanismo romano tardío, la constatación de la importancia de la ciudad en el convulso siglo III a. C y la documentación de sus raíces ibéricas”, recalca la investigadora.

En las venas de la ciudad romana
Asimismo, la excavación de un cruce de calles romano ha sacado a la luz, bajo su pavimento, las tuberías de plomo por las que circulaba el agua que abastecía casas y termas, junto con la impresionante red de alcantarillado subterráneo que saneaba la ciudad. “Con los nuevos datos obtenidos se demuestra que buena parte de los restos romanos visibles en diversos sectores de la ciudad corresponden en realidad a los siglos IV y V, verdadero periodo de esplendor de la ciudad de Ilici, mientras que la materialidad de la ciudad altoimperial se muestra esquiva”, comenta Gutiérrez.

Entre púnicos y romanos: el convulso siglo III a.C.
Además, la arqueóloga señala que uno de los descubrimientos más llamativos, que ha permitido constatar la complejidad del siglo III a. C., se refleja en una inusitada intensidad constructiva durante su segunda mitad, comparable con la detectada en otros asentamientos próximos de características urbanas como el Tossal de Manises. Se trata del ángulo de una monumental estructura de más de 9 metros de longitud por un metro de anchura, de la que se conserva el zócalo de mampostería con alzado de grandes adobes y refuerzos de vigas verticales pensados para sostener algún adarve voladizo, sobre una cimentación heterogénea de dos metros de anchura, que transformó sustancialmente la trama urbana de carácter doméstico preexistente. La regularidad y características de su diseño, con paralelos en el mundo púnico y helenístico, y su cronología reforzada por el hallazgo de una moneda hispano- cartaginesa (221-218 a. C.), lo sitúan en el contexto de la II Guerra Púnica, es decir, el enfrentamiento entre púnicos y romanos que asoló con gran intensidad el sureste de la Península Ibérica.

Las raíces ibéricas del asentamiento
Por otra parte, la excavación de los niveles más profundos ha demostrado que la zona estuvo densamente habitada entre los siglos III y IV a. C., ya que a más de 4 m. de profundidad respecto al suelo agrícola actual y por debajo de los niveles de la primera mitad del siglo III a. C, se suceden suelos y estructuras que reutilizan piezas de fases anteriores, como un espectacular molino giratorio ibérico, hasta llegar a las habitaciones de adobe y barro amasado, similares a otras documentadas en La Alcudia, que nos sitúan en vísperas de la sociedad que alumbró la Dama. ,

Algunos significativos indicios, como un molino barquiforme o cerámica de la Edad del Bronce, indican que la ocupación pudo ser mucho más antigua, pero no es posible documentarla sin dañar otros valiosos restos que es necesario conservar. Recuerdan los investigadores, que “el objetivo final de un proyecto diacrónico es la puesta en valor de cada fase histórica detectada, explicando no una sino todas las historias escritas en la propia tierra de este sector de La Alcudia”.

Instantáneas de la historia en la tierra
“Aunque la arqueología en general y nuestro proyecto en particular estudian procesos antes que acontecimientos, la investigación a veces depara sorpresas asombrosas que son capaces de congelar el tiempo en un instante”, asegura Sonia Gutiérrez al tiempo que destaca dos de estas “instantáneas”: Por un lado, el descubrimiento, en una humilde habitación de la antigüedad tardía, de una antigua jarrita de producción local, cuidadosamente sellada con arcilla y envuelta en una tela, cuya urdimbre quedó impresa en el barro. “No sabemos por qué ni qué contenía, aunque en épocas romanas más antiguas era de buen augurio realizar ofrendas similares con carácter ritual, mientras que en periodos posteriores de inestabilidad a menudo se utilizaban como escondrijos”, matiza la arqueóloga. Por otro, una pequeña fosa llena a rebosar de cacharros rotos (tapaderas y marmitas, jarras, tinajas y ánforas con restos aún de sus tapones de yeso). “Este humilde basurero, que alguien llenó de trastos viejos, es un ‘tesoro’ que nos ha proporcionado un excelente contexto material de los siglos VII y VIII que permitirá conocer no solo cómo vivían los últimos habitantes de La Alcudia, sino también de dónde venían los productos que almacenaban”, cuenta la investigadora, señalando con humor que “a veces nuestro gozo sí está en un pozo”.

6 de abril de 2020

Arqueología en tiempos de pandemia

La Universidad de Alicante (UA) inició la cuarta campaña de excavación arqueológica con el proyecto Domus-La Alcudia "Vivir en Ilici". Las excavaciones comenzaron el 2 de marzo en el sector 4F del Yacimiento arqueológico de La Alcudia de Elche “con grandes expectativas”, según Sonia Gutiérrez, investigadora principal del proyecto. La intervención, que ha visto detenida su actividad de arqueología de campo estos días por el COVID-19 continúa, sin embargo, como arqueología en casa

La Universidad de Alicante (UA) inicia la cuarta campaña de excavación arqueológica con el proyecto Domus-La Alcudia. Vivir en Ilici, que se lleva a cabo en el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH). Las excavaciones comenzaron 2 de marzo en el sector 4F del Yacimiento arqueológico de La Alcudia de Elche “con grandes expectativas”, según ha manifestado Sonia Gutiérrez, investigadora principal del proyecto. La intervención, que ha visto detenida su actividad de arqueología de campo estos días por el COVID-19 continúa, sin embargo, como arqueología en casa en lo que, tomando prestada la metáfora de Gabriel García Márquez, ha dado en llamar su directora principal “arqueología en tiempos de pandemia”. Domus-La Alcudia. Vivir en Ilici se desarrolla en el marco financiado por el Programa propio de ayudas del vicerrectorado de Investigación y Transferencia de Conocimiento, con el apoyo del Ayuntamiento de Elche, y con la participación de estudiantes del Grado de Historia y del Máster de Arqueología Profesional y Gestión Integral del Patrimonio de la UA.

El objetivo general del proyecto es documentar la historia de la ciudad a través de la secuencia arqueológica completa en un sector nunca excavado, indica el equipo, que cuenta esta vez con cuatro directores de la excavación: a la catedrática de Arqueología Sonia Gutiérrez se suman los investigadores Jesús Moratalla y Julia Sarabia, y el técnico Víctor Cañavate, aunque el equipo de investigación implicado es mucho más amplio e incluye profesores de las áreas de arqueología, prehistoria y construcciones arquitectónicas de la UA, de la Universidad de Murcia, investigadores del INAPH y del CSIC, entre otros.

En las campañas previas encontraron testimonios de ocupación islámica temprana, visigoda y romana bajoimperial, en concreto restos de una calle y algunas viviendas, y “este año aspirábamos a dar un salto más en la secuencia histórica del sitio”, señala Gutiérrez. De hecho, durante la primera semana de trabajo “empezamos a vislumbrar, a una profundidad de dos metros respecto al paisaje actual, la trama urbana correspondiente posiblemente al momento de la fundación de la Colonia Iulia Ilici Augusta”. Los derrumbes de las casas de esta época, construidas con muros de tierra sobre gruesos zócalos de piedra, proporcionan abundantes cerámicas, metales, monedas y todo tipo de objetos domésticos correspondientes al periodo Julio-Claudio (en torno al 20-60 d.n.e.), como detalla la catedrática. La excelente conservación de la estratigrafía en este sector y la proximidad al lugar donde aparecieron algunos de los vasos más emblemáticos de La Alcudia, como el de la famosa ‘Tonta del Bote’, en un potente nivel de incendio, generó “una gran expectativa e ilusión en el equipo, que esperaba poder documentar contextos similares a los hallados por Alejandro Ramos Folqués en la década de los años 40 del siglo XX. Y, por qué no, llegar a los niveles romanos republicanos e ibéricos antes de concluir los trabajos. Sin embargo, no contábamos con el enemigo silencioso y volátil que nos ha golpeado”, confiesa Gutiérrez.

Es por este motivo, en el marco de la alerta por coronavirus COVID-19 y siguiendo las instrucciones del gobierno y las autoridades académicas, la dirección del proyecto Domus-La Alcudia suspendió temporalmente su actividad arqueológica el viernes 13 de marzo, “con apenas dos semanas de trabajo de campo, para garantizar la seguridad de todos los miembros del equipo (estudiantes, investigadores, técnicos y peones), se protegieron in situ los vestigios descubiertos y se notificaron las medidas adoptadas a las autoridades competentes”, declara la investigadora.

ARQUEOLOGÍA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Pero dejar de excavar no significa dejar de investigar. En espera de poder retomar las excavaciones en mejores circunstancias y antes de marcharse a casa, el equipo recogió toda la documentación que genera una excavación en curso, tanto virtual como material, incluidos los materiales pendientes de limpieza y catalogación que se trasladaron con el equipo. Para continuar con el trabajo iniciado, han diseñado una estrategia de investigación compatible con el periodo de confinamiento. Desde entonces Domus “ha abierto las puertas de numerosas casas y ordenadores, los de todo el equipo, para seguir trabajando unidos en lo fundamental”, apunta la investigadora. Así, por ejemplo, Víctor Cañavate gestiona la información estratigráfica y fotogramétrica, realizando fichas, matrices, planos y ortofotos de lo excavado; Raquel Bujalance, con la colaboración de Violeta Martínez y Victoria Amorós, lleva al día el inventario de los materiales y cataloga los nuevos materiales; mientras Carolina Doménech estudia los repertorios numismáticos, ambas tareas cruciales para datar los contextos arqueológicos. Julia Sarabia y Sonia Gutiérrez trabajan en la memoria científica del proyecto, que en breve se ofrecerá en abierto a la comunidad científica en el Repositorio universitario, como en años anteriores (fase II y fase I).

Por su parte, Jesús Moratalla ha lavado, ordenado y estudiado los materiales de la última unidad excavada, crucial para establecer la cronología de los últimos restos arqueológicos hallados en la excavación, al tiempo que ha organizado un proyecto colaborativo a través de WhattsApp – el Programa “Tu cerámica me suena”- para que los estudiantes puedan seguir sus prácticas de forma no presencial, catalogando desde casa las piezas cerámicas que podían ser determinantes para la datación de esos restos. Para ello, cada uno ha recibido la fotografía de una pieza para que descubriera la forma, su origen y su cronología, de acuerdo a la bibliografía recomendada.

Las conclusiones han sido de calado, señala Jesús Moratalla, pues varias piezas corresponden al primer tercio del siglo I d.n.e (sigillatas sudgálicas y cerámicas de paredes finas, especialmente, el vaso decorado con un rostro humano, datable entre los años 25-75 d.n.e), “lo que nos permite situar la importante reforma arquitectónica del sector excavado en el gobierno de la dinastía Julio-Claudia. Como por debajo de estos niveles empezaba a aparecer una nueva fase arquitectónica, podemos suponer que la Colonia Iulia Ilici Augusta y los enigmas que su fundación entraña, están esperando que leamos una nueva página del libro de la tierra donde se compila su historia”, concluye Sonia Gutiérrez, resumiendo el sentir del equipo con esta afirmación: “volveremos nuevamente a La Alcudia, a las aulas y a las calles; pero entre tanto el proyecto Domus-La Alcudia sigue ‘abierto por excavaciones’ desde las ventanas virtuales y físicas de las domus de todos sus colaboradores y colaboradoras”.