google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Resultados de la búsqueda de Universidad de Murcia
Mostrando las entradas para la consulta Universidad de Murcia ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta Universidad de Murcia ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

26 de enero de 2024

Las excavaciones sacan a la luz la "fossa bestiaria" del anfiteatro de Cartagena


Las excavaciones del Anfiteatro Romano sacan a la luz la fosa donde las fieras y los gladiadores esperaban su turno para saltar a la arena en la antigua Cartago Nova.
La recuperación del Anfiteatro se incluirá en las rutas turísticas por la ciudad a partir del verano.
El anfiteatro romano de Cartagena será visitable en breve.

Las excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo en la ciudad de Cartagena no dejan de sorprender y sacar a la luz importantes hallazgos de la antigua Cartago Nova.

Si el Teatro Romano se ha convertido en un hito monumental, ahora el Anfiteatro Romano lleva camino de alcanzar grandes avances en la recuperación y conocimiento del patrimonio romano de Cartagena.

Los trabajos han permitido descubrir la terrorífica "fossa bestiaria", una estructura situada bajo la arena que, cubierta por tablones de madera, servía para mantener enjauladas a las fieras que debían participar en los espectáculos, y también era el lugar desde donde, los gladiadores saltaban a la arena para hacer una aparición espectacular.

Las actuales excavaciones del anfiteatro, financiadas por el Ayuntamiento de Cartagena, las está llevando a cabo un equipo multidisciplinar dirigido por José Miguel Noguera, catedrático de Arqueología de la Universidad de Murcia, y el arquitecto Andrés Cánovas.

De momento, los trabajos han sacado a la luz un tramo de las escaleras que daba acceso a la "fossa bestiaria" así como parte del emplazamiento donde se colocaban los tablones que cubrían aquel temible lugar.

Además del valor material de los restos, el hallazgo permite conocer el tipo de espectáculo que se realizaba ya en la antigua Cartago Nova hace dos mil años, destaca el director de la excavación, José Miguel Noguera.

Los arqueólogos están trabajando en la reconstrucción de uno de los tramos de las gradas perimetrales del anfiteatro, las cuales estaban protegidas por un muro de entre dos y tres metros de altura y por unas rejas que impedían que las fieras pudieran saltar a las gradas.

La incorporación al espacio de unos sillares permitirá a los futuros visitantes comprender mejor cuáles fueron las dimensiones de esta parte que se ha recuperado del anfiteatro.

Las excavaciones también han sacado a la luz hasta once capas de pintura, lo que demuestra el uso prolongado en el tiempo de este espacio.

ANFITEATRO DE CARTAGENA
Se trata de uno de los anfiteatros romanos más imponentes perteneciente a la antigua Cartago Nova, que fue una de las ciudades más importantes del Imperio. Con capacidad para unas 10.000 personas, las gradas del anfiteatro de Cartago Nova vibraron con aquellos espectáculos.

Con el paso de los siglos sus piedras se emplearon en diversas obras de construcción, como una necrópolis en la Edad Media, o para levantar la plaza de toros de la ciudad en el año 1854 y cuyo anillo exterior aún se conserva.

En cuanto a los trabajos que se están llevando a cabo en el anfiteatro, el arquitecto Andrés Cánovas cree que "no solo es una obra exclusivamente de arqueología, sino que se trata de una tarea eminentemente cultural, porque habla de la diversidad de épocas, de la variedad de estilos arquitectónicos y de la convivencia entre todos ellos a lo largo de la historia".

24 de octubre de 2023

Localizan un nuevo palacio del siglo XIII junto al Castillejo de Monteagudo (Murcia)

Los arqueólogos han averiguado que sobre los niveles de destrucción del palacio del siglo XII de Ibn Mardanis, más conocido como el Rey Lobo, de los que ya se tenía constancia, hay vestigios de un palacio que levantó un rey posterior, Ibn Hud, en ese mismo lugar.


Los arqueólogos continúan desentrañando los entresijos de la historia que yace bajo las huertas de Murcia. Recientemente, el grupo de expertos que trabaja en las excavaciones de la ladera occidental del Castillejo de Monteagudo han hecho un hallazgo que amplía, más si cabe, el rico patrimonio que poblaba la zona.

Ha sido durante la etapa de estudio que comenzó este verano cuando los arqueólogos han averiguado que sobre los niveles de destrucción del palacio del siglo XII de Ibn Mardanis, más conocido como el Rey Lobo, de los que ya se tenía constancia, hay vestigios de un palacio que levantó un rey posterior, Ibn Hud, en ese mismo lugar.

Así lo constata el investigador científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director de las excavaciones, Julio Navarro Palazón, quien explica que de momento se ha desenterrado e identificado la puerta de acceso al palacio, así como algunos muros del área que lo rodeaba.

Las excavaciones de este yacimiento se van a llevar a cabo en dos fincas privadas situadas junto a los restos que se sacaron a la luz en 2018 y 2019. Los trabajos comenzarán en 2024, «previsiblemente en épocas en las que el calor no sea tan sofocante, como Semana Santa o finales de septiembre», explica Navarro. El proyecto, para el que ya se ha conseguido financiación y que estará liderado nuevamente por la Escuela de Estudios Árabes del CSIC, todavía debe elaborarse y recibir la autorización de la Comunidad Autónoma y del Ayuntamiento. También hay excavaciones planeadas y financiadas para 2025 y 2026.

En los trabajos participarán, como hasta ahora, la Universidad de Murcia (UMU), la UCAM, instituciones extranjeras, como el Instituto Arqueológico Alemán y otras universidades españolas e italianas. En todo caso, estas excavaciones no serán suficientes para desenterrar la extensa área palatina que se encuentra junto al Castillejo. «De momento se ha excavado tan solo un 20% del terreno. Es por ello que, en un futuro, seguiremos solicitando ayudas económicas para poder continuar», subraya el investigador. «Esta es una labor que durará varias generaciones», apunta al respecto.

Una gran finca de recreo
Las excavaciones en la falda occidental del Castillejo comenzaron en los años 2018 y 2019, pero no fue hasta finales de julio cuando pudieron retomar las labores, gracias a la subvención de 121.000 euros obtenida a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología dentro del Plan Nacional 2022 para un proyecto liderado por el CSIC bajo el título ‘Arquitecturas de prestigio en las almunias medievales: transmisión de modelos desde la antigüedad al renacimiento (Arqmunia)’. Una decena de arqueólogos, arquitectos y otros profesionales llevan estudiando y preservando la zona desde entonces, unos trabajos que están a punto de concluir.

La almunia del Castillejo de Monteagudo que se está desenterrando fue una gran finca de recreo propiedad del estado musulmán, con algo más de 1.000 tahúllas (111 hectáreas) excluyendo las tierras yermas. En su interior hubo huertas y áreas de secano junto a zonas de bosque y almarjal e incluso viñas, según informa la documentación del siglo XIII. Contaba con un palacio fortificado situado en un altozano, a cuyos pies se encuentra una gran alberca (161 x 136 m), que debió de ser utilizada para el riego y para actividades lúdicas, rodeada de acequias (que a día de hoy se encuentra a plena vista), acueductos, torres, edificios residenciales y pabellones. Como era habitual, esta almunia tuvo una triple función: económica, como explotación agropecuaria; residencial, por ser palacio de recreo en determinadas épocas o días del año y, finalmente, protocolaria, como lugar donde se celebraban audiencias y encuentros con embajadores y dignatarios.

La finca fue devastada dos veces por los almohades, según relata la crónica de lbn Sabib al-Sala. La arqueología ha demostrado que sobre los niveles de destrucción de los edificios del siglo XII se alzaron otros de nueva planta que se pueden fechar a finales de ese mismo siglo o principios del XIII.

Las labores de preservación, esenciales para que los hallazgos no se degraden
Junto al estudio de los restos arqueológicos hallados en la falda occidental del Castillejo de Monteagudo, pertenecientes a dos palacios, uno levantado en el siglo XII y otro en el siglo XIII, se han llevado a cabo importantes labores de preservación para evitar su degradación.

El encargado de supervisar al equipo encargado de estas labores es el profesor de Arquitectura en la UCAM Francisco Javier López Martínez, quien imparte asignaturas centradas en los materiales y su restauración y que también participa como investigador.

Para proteger los restos, explica López, se hace uso del geotextil para cubrirlos, se echa tierra sobre algunos elementos y se colocan estructuras similares a las que había antaño (algunas de tierra estabilizada), que los investigadores pueden pisar mientras trabajan sobre la zona, de modo que no dañen los hallazgos, y que en un futuro «se podrán retirar sin problema alguno», asegura.

«Cuando hay, por ejemplo, estructuras de ladrillo que están un poco descolgadas y medio deshechas, a veces la solución que adoptamos, señalando siempre el elemento añadido, es la colocación de nuevos ladrillos que sujeten los otros, de manera que no haya ningún engaño de interpretación, pero que haya una verdadera sujeción», explica el profesor de la UCAM.

Además, el equipo trata de mantener a raya la vegetación, ya que esta «puede causar graves destrozos», argumenta, pues «pueden levantar y quebrar las estructuras con sus raíces».
(Fuente: News Europa)

18 de abril de 2023

Los arqueólogos retoman el trabajo en el yacimiento de San Esteban (Murcia)

Además del trabajo de investigación y excavación, se realizarán simultáneamente labores de consolidación de los restos y restauración de daños.
Vista de los restos arqueológicos tras las acciones de conservación en 2010.

La Universidad de Murcia y el Ayuntamiento han suscrito un nuevo convenio para reanudar la actividad en el yacimiento, aunque en el laboratorio nunca se ha interrumpido, tal como confirmaba su director, Jorge Eiroa.

Las actuaciones en el yacimiento arqueológico de San Esteban, en Murcia, se reiniciarán la semana próxima para continuar el trabajo de campo de investigación y excavación y, por otra parte, renovar los geotextiles que cubren los restos e intervenir en aquellos que puedan estar dañados por los elementos.

El director del yacimiento, el arqueólogo y profesor de la UMU, Jorge Eiroa, dice que, tras el paréntesis impuesto por la pandemia, se vuelve al trabajo de campo, aunque la de laboratorio nunca se ha interrumpido, tras haber firmado la Universidad y el Ayuntamiento un nuevo convenio y haber licitado el gobierno municipal la concesión de los trabajos auxiliares y simultáneos de renovación de geotextiles, retirada de tierras, etc. Eiroa dice que estas actuaciones son diferentes de las anteriores.

Además del trabajo de investigación y excavación, se realizarán simultáneamente labores de consolidación de los restos y restauración de daños.

Como novedad especialmente interesante está la posibilidad de confirmar con la excavación la existencia en el yacimiento de tres tiendas al por menor, un hallazgo muy poco frecuente en Al-Andalus.

14 de abril de 2023

Recuperan 3.500 piezas de una gran pintura mural del teatro Romano de Cartagena

Los conjuntos pictóricos hallados en el Teatro Romano de Cartagena son en la actualidad uno de los más importantes de todo el Imperio romano en cuanto a decoración pictórica conservada se refiere


El equipo de arqueólogos y restauradores que trabaja en la recuperación del pórtico del Teatro Romano ha recuperado durante las excavaciones muchas más piezas de pintura de la que esperaban y ya han reunido otros 1.500 fragmentos de una de las grandes pinturas murales que decoraba una de las paredes del edificio. Sumados a los localizados en las excavaciones de 2006, son al menos 3.500 las piezas de la pintura recuperadas, que permitirán una recuperación mayor y más precisa de la decoración original.

El proyecto actual, financiado con fondos Next Generation, se ha desarrollado ya en un 39% a cinco meses de su plazo de ejecución y se centra en la zona occidental de la doble estructura porticada que rodeaba un jardín central y se situaba en la parte posterior del edificio escénico. Las labores se han diseñado para completar la extracción de las pinturas murales que quedaron protegidas, ampliar la excavación hacia la zona central del posible jardín, que no ha podido ser investigada hasta ahora, así como consolidar los restos hallados de la galería exterior, que conserva el alzado del pódium con sillares de arenisca y basas de columnas en su emplazamiento original.

El proyecto contempla ampliar la intervención hacia la zona central del jardín, donde se está previsto realizar análisis palinológicos y antracológicos para investigar las especies vegetales que pudieron existir en el espacio ajardinado de época romana. Además de documentar posibles estructuras propias del jardín como parterres, canalizaciones y fuentes, y así como el aprovechamiento del agua para el mantenimiento del espacio ajardinado.

La intervención además de recuperar una parte del pórtico es también un impulso a la generación de empleo por el importante número de oficios que interviene en un proyecto patrimonial de esta índole; arqueólogos, restauradores, canteros, aparejadores, arquitectos, peones, albañiles, fotógrafos, topógrafos etc., casi el 75% del gasto es en personal.

Desde enero se está trabajado en la excavación, documentación y extracción de pinturas murales de los tres conjuntos pictóricos, comenzando con el conjunto objeto de restauración situado al norte de la cella 2, que fue finalizado en a finales de febrero, y continuando con la extracción de la pintura mural de la cella 2 y la cella 1, donde se ha localizado una mayor concentración de derrumbes de pintura mural de lo esperado.


Programación cultural
En cuanto a la actividad formativa y difusión científica, se ha programado en colaboración con el área de Arqueología de la Universidad de Murcia, y en concreto con la profesora Alicia Fernández, un seminario de formación sobre pintura mural romana romana aprovechando que en estos momentos se está realizando la extracción y restauración de un panel procedente del pórtico occidental.

El Workshop Internacional Pictores et officinae: documentación, estudio y valorización de la pintura mural romana de la Porticus del teatro romano de Cartagena, se celebrará del 19 al 24 de junio.

Los conjuntos pictóricos hallados en el Teatro Romano de Cartagena son en la actualidad uno de los más importantes de todo el Imperio romano en cuanto a decoración pictórica conservada se refiere, y constituyen también un excelente recurso para la formación especializada de restauradores y arqueólogos en todas las actividades propias de su correcto proceso de documentación, consolidación, extracción, limpieza, estudio/análisis, restauración y puesta en valor.

El seminario especializado se plantea con unas sesiones de mañana de campo y laboratorio, y sesiones de tarde con conferencias impartidas por investigadores y especialistas en la materia, de ámbito tanto nacional como internacional.

En este sentido, también debemos reseñar el nuevo Curso de Verano 2023 en colaboración con la UPCT sobre La Vía Augusta como eje vertebrador de la Hispania romana. La revalorización de un itinerario cultural, que se celebrará del 17 al19 de julio. El curso abordará la importancia de este legado clásico y como ha incidido en la conservación y valorización de su Patrimonio Arqueológico, realizando un recorrido por distintos escenarios y enclaves de la Hispania Romana.

En las sesiones del curso también se tratará propuestas novedosas como el proyecto de 'Cicloturismo por la Vía Augusta', que se va a desarrollar con fondos Next Generation, y la Ruta por la Bética Romana que abarca territorios por los que pasaba la calzada e incorpora lugares y espacios de gran interés paisajístico cultural y natural. La experiencia está basada en la revalorización sostenible del itinerario cultural de la vía Augusta.

13 de abril de 2023

Fundación Palarq anuncia los candidatos al III Premio Nacional de Arqueología y Paleontología


La tercera edición del Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq contará con 18 proyectos aspirantes en su tercera edición. La entidad analizará ahora las candidaturas recibidas para determinar cuáles serán los 6 finalistas que entrarán en la carrera de esta edición del Premio.

Todos los proyectos aspirantes están liderados por equipos de investigación pertenecientes a instituciones públicas españolas y, en todos los casos, se trata de investigaciones en curso, ya sea en territorio nacional o en el extranjero.

El 15 de junio, un jurado internacional de reconocido prestigio en el ámbito científico y cultural, elegirá el proyecto ganador que se hará público durante la gala de entrega del Premio. La gala se desarrollará en el Museo Arqueológico Nacional (MAN), entorno que tradicionalmente ha albergado el evento.

El certamen, con carácter bienal, es el primer premio de estas características concedido por una fundación privada dedicado a estas disciplinas y está dotado con 80.000 euros.

Proyectos aspirantes

‘Origen y evolución cultural del Homo erectus en África Oriental’. Dirigido por Ignacio de la Torre desde el Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) el proyecto aborda la cuestión de cuándo y cómo el Homo erectus y el Achelense emergieron en la historia de la evolución humana.

‘Proyecto arqueológico subacuático Mar del Ebro. Prospección y documentación arqueológica subacuática de los pecios de la Primera y la Segunda Guerra Mundial en el Mar del Ebro’. Bajo los auspicios de la Asociación Nacional de Arqueología Subacuática (SONARS), con los investigadores Manuel J. Fumás Soldevila, Josep María Castellví y Pere Izquierdo Tugas, es uno de los proyectos de arqueología subacuática más importante de época contemporánea.

‘Excavaciones e investigaciones en el templo del faraón Tutmosis III en Luxor’. Miriam Seco, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, investiga este mítico yacimiento. Este templo, antaño sagrado, de la antigua Tebas es considerado como uno de los grandes monumentos del Egipto faraónico.

‘Hacia el comportamiento humano moderno. Estrategias socioeconómicas y culturales de los últimos neandertales de la Meseta Norte (Cueva Prado de Vargas. Cornejo, Burgos)’. El equipo formado por Marta Navazo Ruiz, de la Universidad de Burgos; Rodrigo Alonso Alcalde, del Museo de la Evolución Humana (MEH) y la Universidad de Burgos; y Alfonso Benito Calvo, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), analiza y estudia la dinámica socioeconómica del yacimiento, con el fin de aportar nuevos datos sobre las causas que motivaron los cambios previos a la desaparición neandertal.

‘Proyecto Almoloya-Bastida: poder, género y parentesco en una civilización olvidada de la Edad del Bronce’. Desde Murcia, el equipo de la Universitat Autònoma de Barcelona formado por  Vicente Llull, Rafael Micó, Critina Rihuete Herrada, Eva Celdrán Beltrán, Camila Oliart Caravatti y Miguel F. G. Valério, avanza en la investigación de la sociedad de El Argar.

‘Explorando la Tecnología de la Madera de los Neandertales del Abric Romaní (Capellades, Barcelona)’. El equipo del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social integrado por +Palmira Saladié, +Josep Vallverdú y María Gema Chacón, trabaja en uno de los yacimientos más importantes del Paleolítico medio. La excepcional conservación de la madera dará nuevas interpretaciones al estudio de los Neandertales.

‘La Draga en el contexto de las primeras comunidades neolíticas peninsulares’. La Universidad Autònoma de Barcelona y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-Institució Milà i Fontanals (IMF) son las instituciones que auspician este proyecto liderado por Antoni Palomo Pérez (UAB), Raquel Piqué Huerta (UAB) y Xavier Terradas Batlle (CSIC-IMF). La Draga es el único yacimiento neolítico lacustre de la Península Ibérica.

‘Evolución de los rituales, creencias y prácticas religioso-funerarias en Oxirrinco. Desde la dinastía XXVI hasta la etapa cristiano-bizantina’. Este proyecto cuenta con un equipo liderado por Ignasi-Xavier Adiego Lajara de la Universitat de Barcelona-Instituto de Próximo Oriente Antiguo (IPOA); Esther Pons Mellado, del Museo Arqueológico Nacional (MAN), y Maite Mascort Roca. Situado a 190 km al sur de El Cairo, Oxirrinco es uno de los cinco yacimientos arqueológicos más grandes del país con una cronología que abarca desde la época Saita (664 a.C.) hasta el periodo Cristiano-Bizantino (siglo VII d.C.), momento en que se produce la invasión musulmana en Egipto, incluyendo por supuesto, la etapa Persa y Ptolemaico-Romana.

‘Arqueología en la ciudad y territorio de Tusculum (Italia). Desde la época arcaica hasta hoy’. El proyecto está dirigido actualmente por el director de la EEHAR-CSIC, Antonio Pizzo. Desde hace casi 30 años, la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (EEHAR-CSIC) dirige un proyecto de investigación arqueológica en la ciudad de Tusculum. Se trata de un proyecto arqueológico institucional y actualmente es el más longevo de una institución extranjera en Italia. El proyecto Tusculum ha permitido mejorar el conocimiento de la evolución de esta ciudad desde su fundación hasta la época medieval.

‘Lago Tagua Tagua: vida y muerte de los cazadores recolectores de la Edad del Hielo en América del Sur’. Los doctores Carlos Torneo (IPHES-CERCA), Rafael Labarca y Erwin González de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dirigen este proyecto que ha permitido obtener documentación inédita de las prácticas funerarias de los primeros grupos de cazadores-recolectores del continente americano.

‘Proyecto Pintia: creación de bases infraestructurales y museográficas para la investigación, conservación y difusión del conocimiento del oppidum vacceo-romano de Pintia.’
El proyecto cuenta con el liderazgo de Carlos Mínguez, profesor titular de la Universidad de Valladolid y director del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg (CEVFW). Pone en relieve el valor de la cultura vaccea, pueblo prerromano asentado en el sector central de la cuenca del Duero, en la península ibérica.

‘Autigasta y Huayacama. Arqueología de los espacios campesinos indígenas y de las estancias coloniales españolas en el Valle de Catamarca, Argentina (Siglos XVI-XVII)’. El Departament de Ciències de l’Antiguitat i l’Edat Mitjana de la Facultat de Filosofía i Lletres de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) desarrolla, bajo el liderazgo del investigador Félix Retamero, la investigación de este yacimiento ubicado en la provincia de Catamarca, en el noroeste de Argentina. El proyecto está centrado actualmente en el asentamiento de una comunidad de esclavos establecida a principios del siglo XVIII.

‘Proyecto Medjehu. Investigando la artesanía de la madera a lo largo del Nilo’. Gersande Eschenbrenner Diemer, del Departamento de Historia y Filosofía de la Universidad de Alcalá de Henares dirige este estudio de los procesos de producción, comercialización e ideologización de la madera durante un largo periodo de tiempo, tomando como foco Egipto.

‘Gigantes de la Prehistoria. Megalitismo y Complejidad Social Temprana en Antequera y Valencina’. El catedrático de Prehistoria del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuán dirige este proyecto centrado en estudiar el tholos de Montelirio y el dolmen de Menga, máximos exponentes del megalitismo en la Península Ibérica y el papel social de estos monumentos a lo largo del tiempo.

‘Proyecto C2 del Royal Cache Wadi: ¿Por qué las enterraron allí?’ El equipo de investigadores de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid formado por José Ramón Pérez-Accino Picatoste, María del Carmen Pérez Die, Francisco Moreno Arrastio y Bill Manley trabaja en el que se considera el mayor yacimiento arqueológico del mundo, la necrópolis de Tebas.

‘Un viaje al pasado: reconstrucción digital y de las condiciones de vida del ganado de la villa romana de Vilauba’. Lídia Colominas Barberà y Pere Castanyer Masoliver, del Institut Català d’Arqueologia Clàssica estudian la evolución de la villa romana de Vilauba y de los efectos de su ocupación desde los siglos II-I a.C. hasta los siglos VII-VIII d.C.

‘Moneda y Metal en la Bética Tardorromana. Estudio científico del Tesoro de Tomares’. Los investigadores de la Universidad de Sevilla Enrique García Vargas y Miguel Ángel Respaldiza Galisteo dirigen este proyecto que constituye un estudio integral (histórico, numismático y metalográfico) del mayor conjunto monetario de Europa.

‘Entre las columnas de Hércules, arqueología subacuática de un espacio privilegiado. La Bahía de Algeciras (HERAKLES)’. La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cádiz desarrolla este proyecto, ubicado geográficamente en el Estrecho de Gibraltar, bajo la dirección de Felipe Cerezo Andreo junto a Alicia Arévalo González. Este proyecto se centra en el patrimonio cultural subacuático de la Bahía de Algeciras.

Certamen único
Convocado por la institución con ese mismo nombre, el galardón nace en 2018 con la finalidad de reconocer la excelencia y originalidad de proyectos arqueológicos y paleontológicos dirigidos por equipos de investigación españoles, desarrollados tanto a nivel nacional como internacional, sin restricciones de culturas o períodos históricos. Los proyectos de investigación sobre paleontología deben estar relacionados con la evolución humana.

La primera edición en 2018 contó con 25 participantes, 6 finalistas, y un jurado que falló a favor del proyecto ‘Construyendo Tartesos’, investigación sobre la cultura tartésica que desarrolla el equipo liderado por Sebastián Celestino Pérez y Esther Rodríguez González del Instituto de Arqueología (CSIC – Junta de Extremadura).

La segunda edición, en 2021, contó con 20 participantes y 6 finalistas. El jurado internacional falló en esta ocasión a favor de ‘La Montaña del tiempo. Exploración de un campamento paleolítico en La Garma’, desarrollado por los doctores Pablo Arias y Roberto Ontañón, del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC). La investigación premiada ha revelado la existencia de un yacimiento único en el mundo que constituye una verdadera cápsula del tiempo, donde este se detuvo hace 16.500 años, gracias a un desprendimiento en la entrada original que transformó la cueva en una burbuja, lo que ha permitido conservar los vestigios de un asentamiento paleolítico.

6 de febrero de 2023

Descubren en Cieza una cueva "que abre una nueva puerta a la prehistoria"

Las labores de excavación en la Cueva del Arco han sido dirigidas por Ignacio Martín Lerma, de la Universidad de Murcia y por Didac Román, de la Universitat Jaume I de Castellón, junto a un grupo de espeleólogos del Grupo Geca de Cieza.
El profesor Ignacio Martín Lerma, en la cueva. UNIVERSIDAD DE MURCIA

Los investigadores de la Cueva del Arco de Cieza (Murcia) han descubierto una gran cavidad "que abre una nueva puerta a la prehistoria", según informaron fuentes de la institución docente en un comunicado.

Cuando el profesor de la Universidad de Murcia (UMU) Ignacio Martín Lerma logró introducir la cabeza tras meses de excavación y enfocó con una linterna para comprobar qué había tras aquellas rocas en el interior de la cueva del Arco confirmó sus sospechas y las de su equipo: frente a él se encontraba la esperada cavidad.

Pero lo que creían que tendría una extensión de unos metros multiplicó por centenares aquella cifra. Tantas veces que, a día de hoy, y apenas sin explorar en toda su extensión, se ha convertido ya, sobrepasando los 1.500 metros, en una de las cinco cavidades de mayor longitud de la Región de Murcia. El profesor Martín Lerma ha afirmado durante la presentación del hallazgo que esta cavidad descubierta "abre una nueva puerta a la prehistoria".

Su primera campaña arrancó en 2015, y desde el comienzo ha suscitado un gran interés científico y obtenido un enorme impacto social. De hecho, le valió el calificativo de 'La catedral del paleolítico'.

La cueva del Arco es un conjunto de cavidades concentradas en un gran arco de roca natural en el Cañón de Almadenes, situado en la localidad de Cieza. Desde aquel año 2015 se ha confirmado la existencia de ocupaciones pertenecientes al Neolítico antiguo (7000 años), Solutrense (21.000 años), Gravetiense (30.000) y Musteriense (50.000), constituyendo uno de los escasos yacimientos del Mediterráneo peninsular en los que se puede documentar la transición entre los neandertales y los humanos modernos.

Las labores de excavación han sido dirigidas por Ignacio Martín Lerma, de la Universidad de Murcia y por Didac Román, de la Universitat Jaume I de Castellón, junto a un grupo de espeleólogos del Grupo Geca de Cieza.

Sospechas de una cueva mayor
Fue durante la campaña del año 2018 cuando el grupo comenzó a sospechar que se encontraban ante una cavidad colmatada por unos sedimentos que podían esconder el paso a una cueva de mayores dimensiones.

Diversos hallazgos, que el profesor Martín Lerma describe de modo meticuloso, hacían pensar que así era. Los trabajos eran pesados y lentos, pero todo se trocaba ligero con la esperanza de encontrar algo más importante. Finalmente, la eliminación de unos bloques mostró un claro orificio en el que se podía percibir cierta salida de aire.

Los indicios de que podrían encontrar algo mucho mayor se fueron acrecentando, pero había que realizar todas las obras con cautela. Lo más importante era lograr la seguridad del posible hallazgo. Había, pues, que cerrar todo el perímetro de la cueva del Arco para asegurar las obras, el contenido y el continente de este insólito lugar que aún no se sabía hasta qué punto lo sería y conservar toda la superficie lo más intacta posible.

Una circunstancia inesperada que sorprendió al mundo en aquellos momentos: la pandemia del Covid, algo que retrasaría sobremanera unas actuaciones que estaban a punto de realizarse.

Vista la importancia de todo lo que se estaba conociendo, el equipo decidió contactar con el doctor J. M. Calaforra, de la Universidad de Almería, uno de los mayores expertos internacionales del mundo subterráneo. Se trataba de que se integrara en el proyecto y diera su opinión autorizada. Ésta no se hizo esperar: nos encontrábamos ante un descubrimiento de nivel mundial.

Sus enormes medidas, con ser uno de los aspectos más relevantes no era lo más sorprendente: la enorme altura de sus salas, algunas de hasta 20 metros de altura la sitúan como la cueva con las bóvedas más altas de la región.

Sus salas de estalactitas constituyen algo de difícil parangón en el mundo, con ejemplares que alcanzan los tres metros de longitud y un centímetro de diámetro, que se han originado y crecido en condiciones de una estabilidad que no tiene prácticamente rival, gracias al aislamiento de la cavidad durante muchos milenios.

A todo ello habrá que sumársele lo que pueda ofrecer este espacio a nivel arqueológico, cuyo alcance continúa siendo una incógnita, pero con un enorme potencial, dado que se han documentado marcas de zarpazos de osos de más de tres metros cuya especie se creía que no había descendido de la zona donde se sitúa hoy Madrid.

Preservar el lugar a salvo de visitas
Para el profesor Martín Lerma no hay duda: "Se trata de una cavidad con un gran interés geológico y arqueológico, tanto por las formaciones como por la perfecta conservación de todo lo que contiene, que se ha mantenido gracias al estricto protocolo que hemos seguido en su exploración".

Para ello es preciso impedir las visitas hasta que todos los estudios científicos estén finalizados: "Hay que tener en cuenta que tenemos entre las manos un tesoro natural intacto, y así es como debería seguir estando".
(Fuente: 20 Minutos)


25 de enero de 2023

Hallados fósiles de la Edad de Hielo en una cueva de Santomera (Murcia)

No se han encontrado restos humanos pero sí han aparecido piezas líticas que se usaban para cazar y que podrían indicar que la zona fuera un asentamiento neandertal
Excavación arqueológica en la Cueva de La Capilla (Santomera, Región de Murcia) / Asociación Patrimonio Santomera

Las excavaciones arqueológicas que la Asociación Patrimonio de Santomera está desarrollando en la cueva de La Capilla, situado en el monte de Los Ásperos, han permitido hallar fósiles de grandes mamíferos como el caballo (Equus ferus) o ciervo (Cervus Elaphus) consumidos por humanos hace 20.000 años, en la Edad de Hielo.

En declaraciones a EFE, el arqueólogo y director del proyecto, Miguel Pallarés, ha explicado que todavía no se han encontrado restos humanos pero que sí han aparecido piezas líticas, derivadas del trabajo de la piedra, que se usaban para cazar y que podrían indicar que la zona fuera un asentamiento neandertal.

Así, ha señalado que los trabajos actuales son "muy superficiales" y que espera "poder dar la sorpresa" en futuras campañas, con la aparición de alguna galería "con huesos humanos o pinturas rupestres".

El yacimiento se descubrió en 2018, documentándose entonces varias fases cronológicas en relación a los materiales que aparecieron en superficie, con periodos que alcanzan el Paleolítico Medio (100.000-40.000 años antes del presente) con la presencia de neandertales .
Se trata de una zona orientada al sur que controla visualmente varias vías de comunicación (Rambla Salada, la Cañada Perdida o el corredor por el que pasa la autovía A7) que fueron transitadas desde épocas remotas, tanto por la fauna salvaje como por pastores trashumantes en épocas más recientes.

A estas condiciones se le suma la riqueza biológica del área por su proximidad a la Rambla Salada, fuente de aprovisionamiento de materias primas, como el mineral sílex.

Por el yacimiento han pasado especialistas como el profesor de Prehistoria de la Universidad de Murcia (UMU) Ignacio Martín Lerma, el paeloantropólogo de la Universidad de Barcelona y especialista en Neandertales João Zilhão y el profesor emérito Michael Walker catedrático de Paleoantropología de la UMU.
(Fuente: EFE // M. Sánchez)

10 de noviembre de 2022

El yacimiento de Las Paleras recreará una casa del siglo VIII

El yacimiento arqueológico del cerro de Las Paleras, en el cerro del castillo de Alhama de Murcia, será objeto de una inversión que suma 180.000 euros y que incluye la construcción de un escenario de 200 metros cuadrados, con una superficie de unos 500 metros en el terreno que se eleva hasta la alcazaba de la fortaleza y la recreación de una vivienda como las que se encontraban en este poblado, del siglo VIII
Equipo de excavación que participó en la campaña del pasado verano.

El yacimiento arqueológico del cerro de Las Paleras, en el cerro del castillo de Alhama de Murcia, tras la inversión realizada con fondos del Plan de Sostenibilidad de la Mancomunidad Turística de Sierra Espuña, ha experimentado una serie de mejoras en los accesos e infraestructuras para su destino final, el del uso turístico y cultural. 

La inversión, que suma 180.000 euros, implica la construcción de un escenario de 200 metros cuadrados, con una superficie de unos 500 metros en el terreno que se eleva hasta la alcazaba de la fortaleza, donde se ubicará a los futuros espectadores. Desde allí, estos podrán disfrutar de vistas panorámicas de la sierra, La Muela, el Valle del Guadalentín y Carrascoy. En ese lugar, desde Cultura habilitarán asientos realizados con esparto, «como serían las sillas de aquel tiempo», apuntaba el arqueólogo José Baños. 

Otro de los elementos destacables es la recreación de una vivienda como las que se encontraban en este poblado, del siglo VIII. 

En lo que se refiere a los trabajos arqueológicos e históricos, Baños destacó que las secuencias documentadas han llevado a la recreación de una casa de época emiral, con su techumbre de madera de pino, el taray y brezo, pedrizas para evitar la humedad, poyos de piedra, patios y habitaciones.

Este año, además de hallar piezas semi-completas de candiles y molinos, las actuaciones son de ámbito urbanístico en Las Paleras, donde se están limpiando las calles para hacerlas más transitables y visitables, y poder comunicar los barrios existentes a través de las vías originales que había en ese período. 

El Murtal
En el yacimiento de El Murtal, que se encuentra ubicado en la rambla de Algeciras, se ha han continuado las tareas tanto en el sector de la fortificación como en el noreste, donde se está trabajado en ambos lados y vienen a cerrar la línea de investigación que se inició en 2018. Como novedad, este año el equipo de voluntarios han empezado las excavaciones en otro yacimiento arqueológico, el Cabecico Redondo de La Muela, donde se han hallado nueve pesas de telar "que se relaciona con la existencia de una comunidad de la zona escarpada y que nos anima a continuar trabajando en este sector", ha explicado Benjamín Cutillas, investigador de la Universidad de Murcia.

22 de septiembre de 2022

Hallan en la Isla del Fraile una de las mayores piletas romanas documentadas en España

La bañera para salazones, de 14.000 libros de capacidad, es el descubrimiento más destacado de la tercera campaña de excavaciones en la costa murciana de Águilas.
El equipo de excavación trabaja en el yacimiento arqueológico. FOTO: AYUNTAMIENTO DE ÁGUILAS

La tercera campaña de excavaciones en la Isla del Fraile (del 4 al 18 de septiembre) promovida por la concejalía de Patrimonio Cultural y Cultura del Ayuntamiento de Águilas y la Universidad Complutense de Madrid continúa revelando los secretos de la emblemática isla de la costa aguileña. En la intervención de este año se han descubierto nuevos sectores con potentes estructuras fechadas en el siglo V d.C., según explicaron los directores del proyecto, Alejandro Quevedo (UCM) y Juan de Dios Hernández García (Museo Arqueológico de Águilas).

El hallazgo más destacado es una pileta romana para la fabricación de salazones de 4 metros de longitud por 2,25 de ancho y más de un metro de profundidad, una de las más grandes documentadas en el litoral de la península ibérica. Los investigadores calculan que su capacidad superaba los 14.000 litros. Al mismo tiempo se documentaron nuevas ánforas de producción local, probablemente para la comercialización del garum y otros productos procedentes de la pesca. Estos envases de cerámica llevarán el nombre de Fraile como referencia al yacimiento. Su estudio e identificación futura en otros enclaves permitirá comprender mejor las relaciones comerciales que se establecieron entre Águilas y el resto del Mediterráneo en la Antigüedad.

Junto a la dirección del proyecto participan Ricardo Muñoz Yeseros, auxiliar de Arqueología, así como diversos investigadores internacionales como el japonés Tomoo Mukai, experto en cerámica romana del Centre Camille Jullian (Universidad de Aix-Marsella). Debido al interés que suscita el proyecto de la Isla del Fraile, el equipo continúa aumentando y en esta campaña se han incorporado los especialistas en técnicas de teledetección de la Universidad Politécnica de Cartagena. También se realizará un estudio mediante georradar y un levantamiento topográfico 3D a cargo de la Universidad Complutense de Madrid.

En la campaña de 2022 han participado 16 estudiantes, seleccionados tras un exhaustivo proceso de evaluación, procedentes de diversas universidades españolas entre las que se encuentran la universidad de Barcelona, Granada, Sevilla, Córdoba, Navarra, Murcia y la propia Complutense de Madrid.

Mecenazgo de entidades privadas
La investigación arqueológica de la Isla del Fraile es fruto de una estrecha colaboración entre la Universidad Complutense de Madrid y el Ayuntamiento de Águilas, financiada íntegramente por este último. Sin embargo, las necesidades derivadas del propio proyecto, con un notable incremento de especialistas y medios, han llevado a la dirección a abrir la financiación a empresas y fundaciones.

En la campaña de 2022 vuelven a repetir empresas que ya apoyaron la iniciativa en años anteriores como Culmárex, Muebles Montalbán y la Fundación Cajamurcia. También el Hostel Isla del Fraile (Taburete Group), que aloja al equipo en sus instalaciones, donde se ha creado un laboratorio de materiales arqueológicos.

Este año se han sumado el patrocinio de Viñas Familia Gil, que mantiene un fuerte vínculo emocional con Águilas, Salazones Garre, empresa interesada en la recreación del garum y panaderías Clendy, que cubre los almuerzos del equipo. A este conglomerado se añade la ayuda desinteresada de Protección Civil Águilas, que facilita el traslado diario de los miembros del equipo a la excavación. El compromiso de las empresas con el patrimonio arqueológico y el impacto de los resultados de la anterior campaña, que fueron recogidos por National Geographic, hacen que el proyecto continúe creciendo y consolidándose año tras año.

8 de septiembre de 2022

Los arqueólogos se sumergen en el pasado de la isla del Fraile de Águilas (Murcia)

Entre las novedades de la campaña destaca la excavación de una gran pileta de salazones para conocer más sobre los productos que se elaboraban
A la campaña acudirán jóvenes estudiantes de Arqueología de toda España.

La isla del Fraile de Águilas se prepara para su tercera campaña de excavaciones arqueológicas. Del próximo 4 al 18 de septiembre, por tercer año consecutivo, se desarrollará esta campaña que promueven la Concejalía de Patrimonio Cultural y Cultura del Ayuntamiento de Águilas y la Universidad Complutense de Madrid.

La iniciativa volverá a contar con estudiantes procedentes de distintos puntos de la península, en concreto, de las universidades de Sevilla, Barcelona, Murcia, Granada, Córdoba, Navarra y la Complutense de Madrid. "Es una satisfacción ver el interés que despierta el proyecto entre los más jóvenes y que quienes aspiran a ser arqueólogos y arqueólogas el día de mañana se formen aquí, en la isla del Fraile. Al cierre de la campaña se convierten en los mejores embajadores de la Arqueología de Águilas", explican los directores del proyecto, Alejandro Quevedo (UCM) y Juan de Dios Hernández García (Museo Arqueológico de Águilas).

Por su parte, la edil de Cultura destacaba que "iniciamos una nueva campaña de excavación en la que hay puesta una gran ilusión y de la que esperamos unos resultados muy interesantes. Se trata de seguir trabajando en esta dirección: profesionalidad, formación a los estudiantes, investigación y difusión y puesta en valor de nuestro patrimonio cultural".

La campaña de 2022 se centrará en ampliar algunos de los sectores sobre los que se intervino en años anteriores, en particular dos habitaciones que funcionaron como almacén de ánforas en el siglo V d.C. También se prevé completar la excavación de la necrópolis islámica de los s. XII-XIII de la que ya han sido exhumados 8 individuos. Entre las novedades destaca la excavación de una gran pileta de salazones con la que los arqueólogos esperan arrojar luz sobre los productos que se elaboraban en la isla.

"El pasado de Águilas siempre ha girado en torno a la pesca y la explotación de los recursos del mar y el Fraile demuestra una vez más la importancia de estas actividades en nuestra Historia", aclara Juan de Dios Hernández. El equipo científico aumenta también en 2022, al que se incorpora la Universidad Politécnica de Cartagena y el Centro de Atención a la Investigación de la UCM que llevarán a cabo una prospección geofísica para determinar el grado de urbanización de la isla.

5 de noviembre de 2021

Revisan los contextos rituales de los santuarios íberos de Collado de los Jardines y la Cueva de la Lobera (Jaén)

Los trabajos se enmarcan en un proyecto financiado por el Instituto de Estudios Giennenses de la Diputación de Jaén, que ha permitido realizar el inventario, catálogo y estudio integral de todos los materiales de ambos espacios

Investigadoras del Instituto de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, junto con investigadoras de la Universidad Autónoma de Madrid y del Instituto de Historia del CSIC, han realizado el inventariado, catalogación y estudio integral de todos los materiales arqueológicos pertenecientes a los yacimientos de Collado de los Jardines (Santa Elena) y la Cueva de la Lobera (Castellar), en la provincia de Jaén, lo que ha permitido revisar los contextos rituales de ambos santuarios.

Estos trabajos se enmarcan en un proyecto financiado por el Instituto de Estudios Giennenses de la Diputación de Jaén, y se han centrado en tres de las principales colecciones públicas nacionales que poseen objetos procedentes de las intervenciones de principios del siglo XX desarrolladas en estos espacios de culto. Una de ellas es la del Museo Arqueológico Nacional, sin duda la colección más importante a nivel nacional, que atesora el amplísimo y heterogéneo conjunto de materiales procedentes de las excavaciones de principio de siglo XX en Collado de los Jardines (Santa Elena). También la colección del Museo Arqueológico de Cataluña, Sede Barcelona, la más destacada del santuario de Castellar, conforma por el antiguo fondo Juan Cabré, que cuenta con piezas emblemáticas procedentes de este espacio de culto. Y por último, la colección del Museo Arqueológico de Murcia, con el fondo Martínez Jara (Murcia), procedente de la antigua colección Jiménez de Cisneros, conformada por materiales del santuario de Castellar.

“Se trata de un estudio novedoso que se inicia con este proyecto y que tiene una potencialidad evidente en la medida que supone la recuperación de un material inédito para su integración en las investigaciones y dinámicas de conocimiento sobre el patrimonio de nuestra provincia, al mismo tiempo que contribuye a superar la visión fragmentaria y sesgada de estos santuarios, poniendo el acento en la lectura desde el contexto integral, no desde el tipo de material que lo compone”, indica Carmen Rueda, investigadora del Instituto de Arqueología Ibérica de la UJA.

Hasta el momento se ha trabajado en el inventariado y catalogación de en torno a 1.000 objetos, no solo exvotos, sino materiales diversos como fíbulas, vasos votivos, anillos, armas…, todos ellos elementos con un significado ritual y simbólico que va a permitir a las investigadoras profundizar en el estudio de las prácticas religiosas, a través de la reconstrucción de las biografías asociadas a estos santuarios y de las relaciones que se establecen con/y a través de su cultura material.

El Instituto de Estudios Gienneses de la Diputación de Jaén, en el marco de la convocatoria de proyectos de investigación del Organismo Autónomo Local "Instituto de Estudios Giennenses", área de conocimiento de Ciencias Humanas y Expresión Artística, ha financiado este proyecto encaminado a la reconstrucción y estudio de los depósitos votivos de estos santuarios, que se componen por miles de materiales con significado ritual, que en la actualidad se encuentran diseminados por diferentes instituciones públicas y privadas.

22 de octubre de 2021

Documentan un santuario íbero en el yacimiento arqueológico de Santomera (Murcia)

La excavación que realiza la Universidad de Murcia extrae los restos de un poblado ibérico que se originó en el siglo V a. C. y que estuvo habitado hasta su declive en la Segunda Guerra Púnica
Equipo de trabajo en la excavación del yacimiento de Balumba, en Santomera.


El yacimiento de Balumba, en Santomera, esconde muchas incógnitas. Si hace unos meses la Universidad de Murcia se hacía eco del descubrimiento de una torre ibérica de grandes dimensiones por parte del grupo de investigación del doctor en Historia José Ángel Ocharán, esta vez los arqueólogos, entre los que participan alumnos de la UMU, han hallado un santuario con varios utensilios reseñables.

Por ejemplo, pequeñas figuras fabricadas en metal que se utilizaban como ofrendas para las divinidades, una de ellas se trata de un sello que tiene grabado el símbolo esvástico o también llamado tetraskel levógiro, que representaba al sol. Este elemento constata que el lugar era un espacio de culto, ya que se asocia a santuarios y necrópolis desde la prehistoria.

Este objeto se encontró dentro de un agujero en el suelo, tapado con una piedra de molino a modo de tapadera, y junto con otros elementos como accesorios personales, monedas y reproducciones de armas en miniatura, además de un cuenco de entre 15 y 20 cm con hasta 10 cm de profundidad, aplastado pero en buen estado de conservación. Todo esto indica que se trata de una 'favissa' o ofrenda oculta que se llevaban a cabo entre los siglos IV y III antes de Cristo.

También se han encontrado vasos cerámicos con forma de cáliz que serían utilizados para realizar libaciones o lo que es lo mismo, derramar un líquido como ofrenda a una deidad. Con ellos también había cerámica de lujo importada desde Ática, en Grecia y un kylix de imitación ibérica, que consiste en una especie de cáliz más aplanado que se usaba también en las ceremonias rituales.

Este yacimiento de la sierra de Santomera también cumple otra de las características necesarias para ser un espacio de culto y es que tiene orientación oeste, en dirección a la puesta de sol y dispone de un nacimiento de agua.

La cueva, que en un primer momento se catalogó como un taller de metalurgia, dio un giro cuando en las siguientes capas comenzaron a aparecer restos del santuario, lo cual plantea a los expertos el reto de aclarar la vinculación entre el taller y los ritos que también se llevaban a cabo en la cueva. Ya existe un precedente en la Región de Murcia, en el Santuario Rupestre Ibérico de La Nariz, en Moratalla, donde se vincularon las labores plúmbeas a espacios sagrados.
(Fuente: Universidad de Murcia)

21 de octubre de 2021

Más de un centenar de expertos en arqueología subacuática de España e Iberoamérica se dan cita en Cádiz

El programa del congreso abarca trece sesiones temáticas, una mesa redonda, más de 100 comunicaciones y una exposición de una veintena de pósteres.


Más de un centenar de investigadores en el patrimonio subacuático de más de 14 países participan en el I Congreso Iberoamericano de Arqueología Náutica y Subacuática (CIANYS 2021), que se ha inaugurado este miércoles en la Universidad de Cádiz, referencia en este ámbito al impartir el primer máster oficial en Arqueología Náutica y Subacuática en España.

«Es la primera vez que se celebra un encuentro de comunicación en arqueología subacuática en castellano de un gran espacio de conocimiento como es el iberoamericano, con más de 450 millones de hispanohablantes y con problemáticas comunes e historias compartidas, que naturalmente también tienen que ser contadas a través de la arqueología subacuática», subraya Felipe Cerezo, coordinador científico del encuentro.

Con el aula rebosante del Edificio Constitución 1812, antiguo cuartel de La Bomba, Cerezo se felicitaba del éxito de público y de participación que ha suscitado la iniciativa. «Estamos muy satisfechos por la asistencia de investigadores de todo el territorio nacional de diferentes disciplinas y todos ellos muy activos y muy implicados en el conocimiento del patrimonio arqueológico sumergido», señaló.

El programa del congreso, en cuyo comité de honor figuran Xavier Nieto, Manuel Martín-Bueno y Pilar Luna Echegarría, abarca trece sesiones temáticas, una mesa redonda, más de 100 comunicaciones y una exposición de una veintena de pósteres, que tratarán temáticas diversas desde la Prehistoria hasta la actualidad, ahondando tanto en los aspectos más técnicos como en las problemáticas más actuales y en los avances que se están produciendo en la arqueología náutica y subacuática.

El encuentro, que se extenderá hasta el 23 de octubre y cuya coordinación técnica recae en Carlota Pérez Reverte, abarca asimismo, el patrimonio tanto de espacios marítimos como fluviales o portuarios así como en aguas continentales y abordará las tendencias más recientes en el uso de nuevas tecnologías, el estudio del paisaje cultural marítimo y los países sumergidos, así como las estrategias de gestión y difusión de las investigaciones.

En el congreso colaboran un buen número de instituciones nacionales e internacionales dedicadas a la investigación y gestión del patrimonio cultural subacuático como el INAPL-Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (Argentina), INAH-Instituto Nacional de Antropología e Historia (México), CIPAC-Centro de Investigaciones del Patrimonio Costero, CURE-Centro Universitario Regional del Este, Universidad de la República (Uruguay), CHAM-Centro de humanidades, Universidade Nova de Lisboa (Portugal); Instituto de Arqueología, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires (Argentina); CONICET – Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina; Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, Gobierno de España; CSIC- Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España); Museu d'Arqueologia de Catalunya (España); ARQMAR – Centro de Investigación en Arqueología Marítima del Pacífico Sur Oriental (Chile); Cátedra de Historia y Patrimonio Naval, Armada Española – Universidad de Murcia (España); Museo Nacional de Arqueología Náutica y Subacuática, ARQUA (España); Instituto Hidrográfico de la Marina, Armada (España).
(Fuente: ABC / Mónica Arrizabalaga. Foto: Diario Bahía de Cádiz)

28 de septiembre de 2020

Documentan un almacén romano en la Isla del Fraile de Águilas (Murcia)

Las primeras excavaciones de los últimos setenta años superan "las expectativas" al encontrar ánforas que demuestran la antigua actividad comercial de la zona
Los resultados de la primera fase de excavaciones en la Isla del Fraile han superado «todas las expectativas», según el arqueólogo municipal de Águilas, Juan de Dios Hernández.

«Se ha documentado un almacén de época tardía formado por ánforas procedentes del Norte de África, algunas de las cuales contenían restos de pescado», adelanta Hernández, quien afirma que «el descubrimiento parece confirmar la hipótesis de que en la isla se produjeron y comercializaron productos derivados de la pesca, siendo un activo punto de intercambio con el resto del Mediterráneo», poniendo de manifiesto la importancia de este yacimiento, único en el Sureste peninsular.

CURSO DE ARQUEOLOGÍA
Durante las dos últimas semanas se han realizado en la Isla del Fraile las primeras excavaciones de los últimos setenta años, dentro del Proyecto de Investigación y Puesta en Valor de la Isla del Fraile, al amparo del Área de Arqueología de la Universidad de Murcia, con la participación de la propia la Universidad de Murcia, el Ayuntamiento de Águilas a través de la concejalía de Cultura y el Museo Arqueológico Municipal de Águilas, bajo la dirección del profesor de la UMU Alejandro Quevedo y de Juan de Dios Hernández. Un proyecto que se ha presentado como un curso de arqueología y en el que han participado diez estudiantes con diferentes grados de las Universidades de Murcia, Barcelona, Sevilla, Jaén y Granada.

El arqueólogo ha destacado que «lo primero que hicimos fue trabajar cerca de la entrada de lo que suponemos que es una fábrica de salazones». Un lugar en el que, asegura, hay mucho trabajo por hacer. «Hay que excavar muchos metros cúbicos de tierra, hemos localizado varias fases de ocupación, que confirma también ocupación de época medieval islámica en la isla, pero fundamentalmente por los restos de la época tardo-romana, donde hemos excavado con estructuras con más de dos metros de altura», explica Juan de Dios Hernández, quien detalla algunos de los hallazgos encontrados: «Un almacén, lo que abre las expectativas de un enclave comercial».

Universidades de Valencia y Cádiz están esperando los resultados de las excavaciones de la Isla del Fraile. «Ya ha entrado en debate científico, en el sureste no hay yacimientos como este», indica el arqueólogo.

9 de septiembre de 2020

Los arqueólogos investigan bajo los cimientos de la Casa del Mitreo de Mérida

El Consorcio de la Ciudad Monumental, Histórico-Artística y Arqueológica de Mérida ha iniciado esta semana en colaboración con la Universidad de Granada una excavación arqueológica en la casa romana del Mitreo de la capital extremeña, que tiene como objetivo comprobar la existencia de construcciones anteriores a la propia casa romana.
Excavación en la Casa del Mitreo de Mérida.

Ocho alumnos del Máster y Grado de Arqueología de la Universidad de Granada, dirigidos por la profesora Macarena Bustamante Álvarez realizan trabajos consistentes en concluir la excavación de las dos tabernas situadas junto a la entrada de la casa y hacer pequeños sondeos en el atrio y en el pasillo del viridarium. La excavación se prolongará hasta el próximo 14 de agosto, informa la Junta de Extremadura en una nota de prensa.

Estas actuaciones arqueológicas se enmarcan dentro de los convenios de colaboración del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida con diferentes centros de investigación, en este caso con la Universidad de Granada y la Universidad de Murcia, que también participa en la elaboración y publicación de un estudio monográfico que se derivará de esta excavación en la casa romana del Mitreo, uno de los recintos monumentales más visitados del Conjunto Arqueológico emeritense.
(Fuente: 20 Minutos)

7 de septiembre de 2020

Las excavaciones regresan a la Isla del Fraile (Murcia)

El proyecto, coordinado por la Universidad de Murcia, el Museo Arqueológico de Águilas y el Consistorio de la ciudad, pretende poner en valor el yacimiento después de la última intervención hace más de setenta años.
Arranca el Proyecto de Investigación y Puesta en Valor de la Isla del Fraile, un plan que nace de la mano del Área de Arqueología de la Universidad de Murcia (UMU), bajo la dirección del profesor, Alejandro Quevedo y del arqueólogo municipal de Águilas, Juan de Dios Hernández. Además, el proyecto cuenta con la participación del Ayuntamiento de Águilas a través de la Concejalía de Cultura y la el Museo Arqueológico Municipal de la ciudad.

Los trabajos comienzan hoy y está previsto que se lleven a cabo en un periodo de dos semanas. Además, en el plan también participan diez estudiantes de diferentes puntos de España y que en estos momentos llevan a cabo sus estudios en distintas materias en universidades de Murcia, Barcelona, Sevilla, Jaén y Granada. Hace ya casi setenta años que no se realizan excavaciones en la Isla del Fraile, por ello, el equipo de arqueólogos se encuentra «muy emocionado» de poder llevar a cabo este trabajo de campo casi siete décadas después. «Por fin vamos a comenzar, este entorno es un paraíso a nivel medioambiental y arqueológico» explica Juan de Dios Hernández, añadiendo que «la Isla del Fraile tiene mucho potencial». El arqueólogo municipal asegura que «toda la isla es un yacimiento en sí, por lo que esta primera intervención nos servirá para conocer a qué nos enfrentamos». Asimismo, el especialista explica que «las estructuras son imponentes, algunas se conservan emergentes, ya que tienen más de un metro y medio de potencia. También encontramos pavimentos y otros materiales a raudales». Además, «queremos acercarnos a esa factoría de salazón para ver qué nos encontramos de cara a las siguientes intervenciones», apunta.

UN BIC BAJO EL AGUA
La Isla del Fraile, la Punta del Cigarro y su entorno subacuático, fueron declarados como Bien de Interés Cultural en el año 2013. Este fue el primer yacimiento de la Región de Murcia que contó con la protección de una localización que se encontrase bajo el agua y que tuvo una declaración por la categoría de 'lugar histórico'. Esto se debió a «los valores arqueológicos, históricos, etnográficos, técnicos, industriales y ambientales de la zona, cuyas características hacen este lugar único», asevera Juan de Dios Hernández. Además, el arqueólogo apunta que «como yacimiento arqueológico tiene unas expectativas tremendas, aún sin excavar». Según revelan diferentes estudios, «la factoría de salazón que se encuentra ubicada en la Isla del Fraile es de las más representativas de la provincia de Tarraconensis», asegura el especialista. En estos antiguos salazones destacaban productos como el Garum, muy conocido en la antigua Cartago Nova -actualmente Cartagena- para la cual los romanos usaban la Caballa Scomber, a la que el valle de Escombreras debe su nombre.

INTERÉS A NIVEL NACIONAL
De este primer trabajo de campo que se llevará a cabo durante las próximas semanas en la zona están «muy atentos» varios investigadores de otras zonas de España, como Cádiz o Sevilla: «El tema de los salazones despierta la atención en otras Universidades» dice el arqueólogo. Además, se espera que el Proyecto de Investigación y Puesta en Valor de la Isla del Fraile sea solo el primer paso, y que pueda dar lugar a otros proyectos nacionales de mayor envergadura e incluso a proyectos que se desarrollen a nivel europeo.

6 de abril de 2020

Arqueología en tiempos de pandemia

La Universidad de Alicante (UA) inició la cuarta campaña de excavación arqueológica con el proyecto Domus-La Alcudia "Vivir en Ilici". Las excavaciones comenzaron el 2 de marzo en el sector 4F del Yacimiento arqueológico de La Alcudia de Elche “con grandes expectativas”, según Sonia Gutiérrez, investigadora principal del proyecto. La intervención, que ha visto detenida su actividad de arqueología de campo estos días por el COVID-19 continúa, sin embargo, como arqueología en casa

La Universidad de Alicante (UA) inicia la cuarta campaña de excavación arqueológica con el proyecto Domus-La Alcudia. Vivir en Ilici, que se lleva a cabo en el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH). Las excavaciones comenzaron 2 de marzo en el sector 4F del Yacimiento arqueológico de La Alcudia de Elche “con grandes expectativas”, según ha manifestado Sonia Gutiérrez, investigadora principal del proyecto. La intervención, que ha visto detenida su actividad de arqueología de campo estos días por el COVID-19 continúa, sin embargo, como arqueología en casa en lo que, tomando prestada la metáfora de Gabriel García Márquez, ha dado en llamar su directora principal “arqueología en tiempos de pandemia”. Domus-La Alcudia. Vivir en Ilici se desarrolla en el marco financiado por el Programa propio de ayudas del vicerrectorado de Investigación y Transferencia de Conocimiento, con el apoyo del Ayuntamiento de Elche, y con la participación de estudiantes del Grado de Historia y del Máster de Arqueología Profesional y Gestión Integral del Patrimonio de la UA.

El objetivo general del proyecto es documentar la historia de la ciudad a través de la secuencia arqueológica completa en un sector nunca excavado, indica el equipo, que cuenta esta vez con cuatro directores de la excavación: a la catedrática de Arqueología Sonia Gutiérrez se suman los investigadores Jesús Moratalla y Julia Sarabia, y el técnico Víctor Cañavate, aunque el equipo de investigación implicado es mucho más amplio e incluye profesores de las áreas de arqueología, prehistoria y construcciones arquitectónicas de la UA, de la Universidad de Murcia, investigadores del INAPH y del CSIC, entre otros.

En las campañas previas encontraron testimonios de ocupación islámica temprana, visigoda y romana bajoimperial, en concreto restos de una calle y algunas viviendas, y “este año aspirábamos a dar un salto más en la secuencia histórica del sitio”, señala Gutiérrez. De hecho, durante la primera semana de trabajo “empezamos a vislumbrar, a una profundidad de dos metros respecto al paisaje actual, la trama urbana correspondiente posiblemente al momento de la fundación de la Colonia Iulia Ilici Augusta”. Los derrumbes de las casas de esta época, construidas con muros de tierra sobre gruesos zócalos de piedra, proporcionan abundantes cerámicas, metales, monedas y todo tipo de objetos domésticos correspondientes al periodo Julio-Claudio (en torno al 20-60 d.n.e.), como detalla la catedrática. La excelente conservación de la estratigrafía en este sector y la proximidad al lugar donde aparecieron algunos de los vasos más emblemáticos de La Alcudia, como el de la famosa ‘Tonta del Bote’, en un potente nivel de incendio, generó “una gran expectativa e ilusión en el equipo, que esperaba poder documentar contextos similares a los hallados por Alejandro Ramos Folqués en la década de los años 40 del siglo XX. Y, por qué no, llegar a los niveles romanos republicanos e ibéricos antes de concluir los trabajos. Sin embargo, no contábamos con el enemigo silencioso y volátil que nos ha golpeado”, confiesa Gutiérrez.

Es por este motivo, en el marco de la alerta por coronavirus COVID-19 y siguiendo las instrucciones del gobierno y las autoridades académicas, la dirección del proyecto Domus-La Alcudia suspendió temporalmente su actividad arqueológica el viernes 13 de marzo, “con apenas dos semanas de trabajo de campo, para garantizar la seguridad de todos los miembros del equipo (estudiantes, investigadores, técnicos y peones), se protegieron in situ los vestigios descubiertos y se notificaron las medidas adoptadas a las autoridades competentes”, declara la investigadora.

ARQUEOLOGÍA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Pero dejar de excavar no significa dejar de investigar. En espera de poder retomar las excavaciones en mejores circunstancias y antes de marcharse a casa, el equipo recogió toda la documentación que genera una excavación en curso, tanto virtual como material, incluidos los materiales pendientes de limpieza y catalogación que se trasladaron con el equipo. Para continuar con el trabajo iniciado, han diseñado una estrategia de investigación compatible con el periodo de confinamiento. Desde entonces Domus “ha abierto las puertas de numerosas casas y ordenadores, los de todo el equipo, para seguir trabajando unidos en lo fundamental”, apunta la investigadora. Así, por ejemplo, Víctor Cañavate gestiona la información estratigráfica y fotogramétrica, realizando fichas, matrices, planos y ortofotos de lo excavado; Raquel Bujalance, con la colaboración de Violeta Martínez y Victoria Amorós, lleva al día el inventario de los materiales y cataloga los nuevos materiales; mientras Carolina Doménech estudia los repertorios numismáticos, ambas tareas cruciales para datar los contextos arqueológicos. Julia Sarabia y Sonia Gutiérrez trabajan en la memoria científica del proyecto, que en breve se ofrecerá en abierto a la comunidad científica en el Repositorio universitario, como en años anteriores (fase II y fase I).

Por su parte, Jesús Moratalla ha lavado, ordenado y estudiado los materiales de la última unidad excavada, crucial para establecer la cronología de los últimos restos arqueológicos hallados en la excavación, al tiempo que ha organizado un proyecto colaborativo a través de WhattsApp – el Programa “Tu cerámica me suena”- para que los estudiantes puedan seguir sus prácticas de forma no presencial, catalogando desde casa las piezas cerámicas que podían ser determinantes para la datación de esos restos. Para ello, cada uno ha recibido la fotografía de una pieza para que descubriera la forma, su origen y su cronología, de acuerdo a la bibliografía recomendada.

Las conclusiones han sido de calado, señala Jesús Moratalla, pues varias piezas corresponden al primer tercio del siglo I d.n.e (sigillatas sudgálicas y cerámicas de paredes finas, especialmente, el vaso decorado con un rostro humano, datable entre los años 25-75 d.n.e), “lo que nos permite situar la importante reforma arquitectónica del sector excavado en el gobierno de la dinastía Julio-Claudia. Como por debajo de estos niveles empezaba a aparecer una nueva fase arquitectónica, podemos suponer que la Colonia Iulia Ilici Augusta y los enigmas que su fundación entraña, están esperando que leamos una nueva página del libro de la tierra donde se compila su historia”, concluye Sonia Gutiérrez, resumiendo el sentir del equipo con esta afirmación: “volveremos nuevamente a La Alcudia, a las aulas y a las calles; pero entre tanto el proyecto Domus-La Alcudia sigue ‘abierto por excavaciones’ desde las ventanas virtuales y físicas de las domus de todos sus colaboradores y colaboradoras”.

13 de febrero de 2020

España y México, unidos en arqueología subacuática para encontrar un colosal navío

El Juncal se hundió en 1631 con 300 personas a bordo y un inmenso cargamento de plata, oro y piedras preciosas. Ambos países buscarán también las naves de Hernán Cortés
El colosal navío Nuestra Señora del Juncal naufragó en 1631 dentro de las aguas de la entonces Nueva España con más de 300 personas a bordo y un inmenso tesoro: más de un millón de pesos de plata, oro y piedras preciosas. México y España han anunciado hace unos días que redoblarán esfuerzos en su búsqueda. Esta hazaña, cofinanciada por ambos países, se desarrollará en mayo, durante diez días, y en ella se emplearán las últimas tecnologías en arqueología subacuática.

La localización del Juncal supone una oportunidad para ambos países de conocer por fin “científicamente un galeón de los siglos del imperio, de los virreinatos”, destaca Iván Negueruela, director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqva), ubicado en Cartagena, Murcia.

“Para nosotros es importante darle continuidad a un proyecto que tiene décadas de trabajo, impulsado por la maestra Pilar Luna, para frenar las iniciativas de caza tesoros que intentaron durante años lucrar con este pecio” precisa desde México Roberto Junco, subdirector de Arqueología Subacuática (SAS) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

La búsqueda del navío se realizará en la sonda de Campeche, en el Golfo de México, en un área de unos 70 kilómetros cuadrados, precisa Negueruela. El Juncal zarpó con la Flota de la Nueva España en octubre de 1631 rumbo a la península pero unos días después fue alcanzado por un intenso temporal y se hundió. Solo sobrevivieron 39 personas cuyo testimonio arrojó pistas sobre la ubicación del navío. “Hemos cotejado las investigaciones basadas en las declaraciones de los supervivientes y hemos coincidido en ese cuadrilátero”, subraya Negueruela.

Los restos arqueológicos del Juncal son propiedad de España. “Si bien, de encontrarse el pecio, este sería legalmente de España, en realidad es patrimonio cultural compartido, según quedó establecido en un Memorándum de Entendimiento, firmado por ambos países en 2014”, precisa Junco. “España no va hacer uso de eso” añade por su parte, Negueruela. Ambos países firmaron la convención internacional de la Unesco de 2001 para la protección del patrimonio subacuático.

Los especialistas siguen las pistas halladas en 2012, cuando el INAH zarpó en busca del Juncal a bordo del buque oceanográfico Justo Sierra de la UNAM. En las aguas del Golfo de México se detectaron entonces numerosas anomalías magnéticas que podrían responder a la presencia de cañones u otros elementos metálicos del barco.


TELEARQUEOLOGÍA
Los arquéologos subacuáticos que emprenderán la búsqueda utilizan equipos de geofísica para explorar y ubicar el buque mediante sonar de barrido —un sistema que se utiliza para obtener una imagen de grandes porciones del suelo marino— y magnetonómetros —unos dispositivos que sirven para detectar una señal magnética—.

Además, los especialistas operan desde el interior del barco unos vehículos con brazos que descienden hasta el fondo del mar, a 1.000, 2.000 e incluso 3.000 metros, explica Negueruela, con los que son capaces de recuperar objetos.

Sin la telearqueología, que no ha parado de mejorar desde el 2000, en gran medida por la industria militar, asegura Negueruela, sería imposible bajar a tantos metros de profundidad. “El buceo clásico solo nos permite llegar a barcos que están a unos 30-35 metros de profundidad. Y con los barcos hundidos a 50 metros los buceadores pueden estar muy poco tiempo bajo el agua, unos ocho minutos”, explica.


LAS NAVES DE CORTÉS
Con estas mismas herramientas, aunque con diferente configuración y metodología, ambos países se embarcarán en una segunda misión en julio en Villa Rica, Veracruz (México): en busca de las naves de Hernán Cortés hundidas hace cinco siglos, antes de iniciar la marcha a la capital mexica, Tenochtitlán.

En 1519 Cortés hundió voluntariamente sus naves para cortarle a sus hombres la posibilidad de huir de vuelta a Cuba. “Es muy posible que la tesis de junco se acabe confirmando de que estamos ante las naves de cortés —asegura Negueruela—, lo cual tendría un valor simbólico para la historia universal”.

Cortés había llegado hacía poco a las costas de México, acababa de fundar Villa Rica. Diego Velázquez, gobernador de Cuba, le había enviado con órdenes de limitarse a explorar. Pero él quería más y traicionó a Velázquez.

“Si las naves de Cortés están donde parece no debe de quedar nada de materia orgánica: las maderas, la ropa, los huesos, la comida todo eso habrá desaparecido”, subraya Negueruela, a menos de que haya quedado enterrado inmediatamente bajo la arena, puntualiza. Solo podrán encontrarse el metal, las cerámicas, el hierro y el bronce.

En diciembre fueron halladas dos anclas antiguas en el fondo de la bahía de Villa Rica, del siglo XVI. Un año antes un equipo internacional dirigido por Junco encontró un ancla de hierro forjado muy bien conservada, datada por análisis de la UNAM y de Beta Analytic entre 1450 y 1530, a 300 metros al sur de las otras dos, con un trozo de madera adherido a la caña, el cuerpo principal del ancla. Los investigadores confirmaron que la madera era de un árbol de la cornisa cantábrica de España, que estuvo vivo en la segunda mitad del siglo XV.


LA PRIMERA EXPOSICIÓN DEL JUNCAL
Ambos países se han comprometido también a organizar la primera gran exposición realizada hasta ahora sobre el navío. La primera parada será el Archivo General de Indias, en Sevilla. Está por definirse si, de forma previa a su traslado a México, la instalación llegará también a la Casa de México, ubicada en Madrid.

Hacia finales de año, en octubre o noviembre, planean también llevar a cabo un encuentro internacional de arqueología subacuática enfocado en la ruta comercial del Galeón de Manila o Nao de China. Un foro, cuya sede será Acapulco (México) en el que se reunirán expertos de aquella importante ruta oceánica que unió durante siglos a tres continentes. Por ello, en el encuentro se darán cita académicos de México, España, Filipinas, Japón, Estados Unidos, Perú, Panamá, entre otros.

De acuerdo con Junco, otras iniciativas que fueron planteadas y recibidas favorablemente por las autoridades culturales españolas, se encaminan a la posibilidad de gestionar becas para que estudiantes mexicanos cursen másteres de arqueología subacuática, o que puedan asistir a congresos y actividades académicas en España, una de las cuales sería la 19 Reunión de Ciencia Náutica que organiza la Universidad Pablo de Olavide.