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11 de noviembre de 2024

Concluye con éxito la extracción del barco fenicio de Mazarrón

Tras dos meses de riguroso trabajo, se extrae la quilla del pecio, última de las 22 porciones en las que se dividió la embarcación para desarrollar los trabajos. Las piezas seguirán ahora un proceso de conservación, restauración y estudio en los laboratorios del Museo Nacional de Arqueología Subacuática en Cartagena.
Los submarinistas extraen la última pieza del pecio para su traslado al Museo de Arqueología Subacuática de Cartagena.

Con la extracción de la quilla han concluido los trabajos de extracción de la embarcación fenicia 'Mazarrón II', sumergida en la playa de la Isla, en Mazarrón. Termina así el riguroso proceso que comenzó el pasado mes de septiembre para sacar a superficie los restos del pecio, datado en la segunda mitad del siglo VII antes de Cristo.

La quilla, eje axial de la embarcación, es la última de las 22 piezas en las que se dividió el barco para su extracción, una tarea que se ha desarrollado de popa a proa, abriendo la caja metálica protectora en la que se ha mantenido para asegurar su conservación bajo el agua.

La consejera de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes, Carmen Conesa, destacó que los trabajos "han seguido un riguroso plan elaborado, consensuado y meditado por un equipo de expertos de alto nivel, dirigidos por el investigador de la Universidad de Valencia Carlos de Juan, que ha contemplado y previsto todos los escenarios posibles como garantía de éxito".

Tras culminar los trabajos de extracción, comienza en el ARQVA, Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, la fase de estudio, restauración y conservación de la madera, con el fin de que pueda permanecer en el medio aéreo, y el proceso de volver a encajar las piezas de la embarcación para una futura exhibición al público. Participarán en esta fase científicos e investigadores, y permitirá conocer mejor los hábitos de vida y costumbres de la época.

Carmen Conesa subrayó que todo el proceso "es el fruto de la colaboración entre administraciones para poner en valor uno de los barcos antiguos más completos hallados en el mundo hasta la fecha, pues se conserva casi entero y es un ejemplo único de la navegación y la arquitectura naval fenicia".

El trabajo desarrollado en el marco del proyecto de extracción se presentará en el Consejo de Patrimonio Histórico que se celebrará en la ciudad de Murcia.

Proyecto de extracción

La UNESCO incluyó en su Registro de Buenas Prácticas del Patrimonio Cultural Subacuático el proyecto de extracción del pecio 'Mazarrón 2', acreditando, por consiguiente, el rigor del trabajo planificado.

Desde el año 2018 se han promovido desde el Gobierno regional, en colaboración con el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, una serie de intervenciones arqueológicas de seguimiento y control sobre el terreno del estado de conservación del pecio. En 2021, con el fin de garantizar su protección, salvaguarda y disfrute para las generaciones futuras, se acordó su extracción y posterior tratamiento de conservación en las dependencias del ARQVA, decisión que fue adoptada a partir del criterio técnico del grupo de trabajo creado años atrás al efecto y constituido por especialistas en la materia y representantes de todas las administraciones.

En estos trabajos han participado especialistas en arqueología subacuática y arquitectura naval antigua, así como profesionales de la restauración de piezas arqueológicas procedentes del mar.

Tras un proceso de debate, se llegó a la conclusión de que la solución más adecuada era extraer la nave fenicia, dada la inestabilidad de su situación en el fondo marino y el riesgo de deterioro o pérdida total que sufría. Esta decisión fue refrendada en la reunión internacional de expertos que se celebró en el ARQVA en mayo de 2021, bajo el auspicio de la UNESCO y con participación de la comunidad científica internacional que trabaja en patrimonio arqueológico subacuático.

El yacimiento
El barco fenicio forma parte de un conjunto de dos barcos hallados en la Playa de la Isla y tanto los pecios como el yacimiento subacuático están considerados Bien de Interés Cultural (BIC), protegiéndose así toda el área. Este yacimiento se caracteriza, hasta el momento, por la presencia de dos barcos datados en el siglo VI a.C. Del primero se conserva un tramo de cuatro metros de la quilla, un tablazón y unas piezas de madera con forma cilíndrica que parecen corresponder a las cuadernas de la nave, y se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA).

El Barco 2, prácticamente completo, se conservaba en el lugar del hallazgo, protegido por un armazón metálico y cubierto por arena con el fin de garantizar su conservación. Tiene una longitud de 8,15 metros y 2,25 metros de manga, fue construido con madera de ciprés, pino carrasco y olivo, y se localizó en 1995 con todo su cargamento, los objetos de la tripulación y el ancla, la más antigua de su tipo.
(Fuente: Gobierno de la Región de Murcia)

19 de julio de 2024

Cultura adquiere nuevo equipamiento técnico para la conservación del pecio fenicio Mazarrón II

  • En concreto, se contratará la fabricación de un equipo de liofilización de gran tamaño que permita tratar la nave tras su extracción, con una inversión de 1,2 millones de euros y que se destinará al laboratorio ARQUAtec, en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA) de Cartagena.
El nuevo equipo permitirá deshidratar la madera de la nave y garantizar su conservación.

El Ministerio de Cultura, a través de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos Culturales, ha puesto en marcha la licitación del suministro de fabricación de un equipo de liofilización destinado a ARQVAtec, el laboratorio de conservación-restauración del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA), museo estatal del Ministerio de Cultura, ubicado en Cartagena (Murcia). La inversión prevista para este equipamiento es de 1,2 millones de euros. Los pliegos de la licitación, que se resolverá en octubre, ya están accesibles en la Plataforma de Contratación

El liofilizador es uno de los equipamientos con los que se está preparando ARQVAtec para recibir al pecio fenicio Mazarrón II tras su extracción. Este equipo permitirá deshidratar la madera de la nave y garantizar su conservación, respetando su integridad.

El gran tamaño de los restos del pecio, que datan del siglo VII a. C., ha hecho necesario contratar la fabricación de este equipamiento con el tamaño necesario para albergarlos y que tenga la capacidad, a la vez, de tratar piezas más pequeñas y delicadas.

El Mazarrón II, descubierto en las costas murcianas en 1994, es uno de los barcos antiguos más completos descubiertos en el mundo hasta la fecha, pues se conserva desde la proa hasta la popa y representa un ejemplo único de navegación y arquitectura naval fenicia.

ARQVAtec, un laboratorio reconocido por la UNESCO
ARQVAtec es uno de los mejores y más avanzados laboratorios de arqueología subacuática de Europa, y el único reconocido en el Registro de Buenas Prácticas de la UNESCO relativas al Patrimonio Cultural Subacuático. Cuenta con infraestructura específica para realizar tratamientos de conservación de grandes lotes de material arqueológico o piezas de grandes dimensiones, algo frecuente en arqueología subacuática. Está dotado con tanques de tratamiento de desalación, impregnación y electrolisis, mesas de lavado, grúas y elementos de manejo de grandes cargas y otros equipamientos específicos, que se distribuyen en los 1.000 metros cuadrados que ocupa el laboratorio.

13 de febrero de 2020

España y México, unidos en arqueología subacuática para encontrar un colosal navío

El Juncal se hundió en 1631 con 300 personas a bordo y un inmenso cargamento de plata, oro y piedras preciosas. Ambos países buscarán también las naves de Hernán Cortés
El colosal navío Nuestra Señora del Juncal naufragó en 1631 dentro de las aguas de la entonces Nueva España con más de 300 personas a bordo y un inmenso tesoro: más de un millón de pesos de plata, oro y piedras preciosas. México y España han anunciado hace unos días que redoblarán esfuerzos en su búsqueda. Esta hazaña, cofinanciada por ambos países, se desarrollará en mayo, durante diez días, y en ella se emplearán las últimas tecnologías en arqueología subacuática.

La localización del Juncal supone una oportunidad para ambos países de conocer por fin “científicamente un galeón de los siglos del imperio, de los virreinatos”, destaca Iván Negueruela, director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqva), ubicado en Cartagena, Murcia.

“Para nosotros es importante darle continuidad a un proyecto que tiene décadas de trabajo, impulsado por la maestra Pilar Luna, para frenar las iniciativas de caza tesoros que intentaron durante años lucrar con este pecio” precisa desde México Roberto Junco, subdirector de Arqueología Subacuática (SAS) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

La búsqueda del navío se realizará en la sonda de Campeche, en el Golfo de México, en un área de unos 70 kilómetros cuadrados, precisa Negueruela. El Juncal zarpó con la Flota de la Nueva España en octubre de 1631 rumbo a la península pero unos días después fue alcanzado por un intenso temporal y se hundió. Solo sobrevivieron 39 personas cuyo testimonio arrojó pistas sobre la ubicación del navío. “Hemos cotejado las investigaciones basadas en las declaraciones de los supervivientes y hemos coincidido en ese cuadrilátero”, subraya Negueruela.

Los restos arqueológicos del Juncal son propiedad de España. “Si bien, de encontrarse el pecio, este sería legalmente de España, en realidad es patrimonio cultural compartido, según quedó establecido en un Memorándum de Entendimiento, firmado por ambos países en 2014”, precisa Junco. “España no va hacer uso de eso” añade por su parte, Negueruela. Ambos países firmaron la convención internacional de la Unesco de 2001 para la protección del patrimonio subacuático.

Los especialistas siguen las pistas halladas en 2012, cuando el INAH zarpó en busca del Juncal a bordo del buque oceanográfico Justo Sierra de la UNAM. En las aguas del Golfo de México se detectaron entonces numerosas anomalías magnéticas que podrían responder a la presencia de cañones u otros elementos metálicos del barco.


TELEARQUEOLOGÍA
Los arquéologos subacuáticos que emprenderán la búsqueda utilizan equipos de geofísica para explorar y ubicar el buque mediante sonar de barrido —un sistema que se utiliza para obtener una imagen de grandes porciones del suelo marino— y magnetonómetros —unos dispositivos que sirven para detectar una señal magnética—.

Además, los especialistas operan desde el interior del barco unos vehículos con brazos que descienden hasta el fondo del mar, a 1.000, 2.000 e incluso 3.000 metros, explica Negueruela, con los que son capaces de recuperar objetos.

Sin la telearqueología, que no ha parado de mejorar desde el 2000, en gran medida por la industria militar, asegura Negueruela, sería imposible bajar a tantos metros de profundidad. “El buceo clásico solo nos permite llegar a barcos que están a unos 30-35 metros de profundidad. Y con los barcos hundidos a 50 metros los buceadores pueden estar muy poco tiempo bajo el agua, unos ocho minutos”, explica.


LAS NAVES DE CORTÉS
Con estas mismas herramientas, aunque con diferente configuración y metodología, ambos países se embarcarán en una segunda misión en julio en Villa Rica, Veracruz (México): en busca de las naves de Hernán Cortés hundidas hace cinco siglos, antes de iniciar la marcha a la capital mexica, Tenochtitlán.

En 1519 Cortés hundió voluntariamente sus naves para cortarle a sus hombres la posibilidad de huir de vuelta a Cuba. “Es muy posible que la tesis de junco se acabe confirmando de que estamos ante las naves de cortés —asegura Negueruela—, lo cual tendría un valor simbólico para la historia universal”.

Cortés había llegado hacía poco a las costas de México, acababa de fundar Villa Rica. Diego Velázquez, gobernador de Cuba, le había enviado con órdenes de limitarse a explorar. Pero él quería más y traicionó a Velázquez.

“Si las naves de Cortés están donde parece no debe de quedar nada de materia orgánica: las maderas, la ropa, los huesos, la comida todo eso habrá desaparecido”, subraya Negueruela, a menos de que haya quedado enterrado inmediatamente bajo la arena, puntualiza. Solo podrán encontrarse el metal, las cerámicas, el hierro y el bronce.

En diciembre fueron halladas dos anclas antiguas en el fondo de la bahía de Villa Rica, del siglo XVI. Un año antes un equipo internacional dirigido por Junco encontró un ancla de hierro forjado muy bien conservada, datada por análisis de la UNAM y de Beta Analytic entre 1450 y 1530, a 300 metros al sur de las otras dos, con un trozo de madera adherido a la caña, el cuerpo principal del ancla. Los investigadores confirmaron que la madera era de un árbol de la cornisa cantábrica de España, que estuvo vivo en la segunda mitad del siglo XV.


LA PRIMERA EXPOSICIÓN DEL JUNCAL
Ambos países se han comprometido también a organizar la primera gran exposición realizada hasta ahora sobre el navío. La primera parada será el Archivo General de Indias, en Sevilla. Está por definirse si, de forma previa a su traslado a México, la instalación llegará también a la Casa de México, ubicada en Madrid.

Hacia finales de año, en octubre o noviembre, planean también llevar a cabo un encuentro internacional de arqueología subacuática enfocado en la ruta comercial del Galeón de Manila o Nao de China. Un foro, cuya sede será Acapulco (México) en el que se reunirán expertos de aquella importante ruta oceánica que unió durante siglos a tres continentes. Por ello, en el encuentro se darán cita académicos de México, España, Filipinas, Japón, Estados Unidos, Perú, Panamá, entre otros.

De acuerdo con Junco, otras iniciativas que fueron planteadas y recibidas favorablemente por las autoridades culturales españolas, se encaminan a la posibilidad de gestionar becas para que estudiantes mexicanos cursen másteres de arqueología subacuática, o que puedan asistir a congresos y actividades académicas en España, una de las cuales sería la 19 Reunión de Ciencia Náutica que organiza la Universidad Pablo de Olavide.

28 de julio de 2010

Extraen en Murcia el mayor cargamento de marfil de un barco fenicio

Un navío del año 620 antes de Cristo que alberga el mayor cargamento de colmillos de elefante hallado de esa época fenicia, está siendo recuperado por investigadores de 11 países de las aguas de la isla Grosa de San Javier (Murcia).
Del pecio, hundido a unos 20 metros de profundidad, se han extraído hasta el momento 20 colmillos completos de elefante norteafricano y más de 25 fragmentados, muchos de ellos con inscripciones fenicias, según ha explicado el arqueólogo Juan Pinedo, codirector del proyecto junto al estadounidense Mark E. Polzer.
"No existe un yacimiento tan antiguo como este con esta cantidad de colmillos de marfil", ha señalado Pinedo, que precisa que el navío tiene una eslora de unos 20 metros, "bastante mayor" que la de los varios pecios hallados en aguas del también murciano Puerto de Mazarrón.

La campaña de restauración, patrocinada por la National Geographic Society y en la que colabora el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, se lleva a cabo en el yacimiento conocido como Bajo de la Campana, donde se encuentran los restos de otros tres navíos, uno de época moderna y dos de la romana.
El proyecto, fruto de un acuerdo de colaboración entre el Ministerio de Cultura y el Instituto Náutico de Arqueología de la Universidad A & M, de Texas (EEEU), comenzó en 2007 con la participación de especialistas de Australia, Turquía, Nueva Zelanda, Reino Unido, Grecia, Suecia, Francia, Holanda, Italia y España.
Junto a los colmillos encontrado en el pecio fenicio, han aparecido también lingotes de estaño y cobre, nódulos de galena argentífera y una muestra completa de cerámica fenicia del siglo VII antes de Cristo.
También se han recuperado algunos elementos suntuarios destinados a comerciar con las élites locales del momento, como un pedestal de piedra decorado, piezas de bronce de una posible cama de marfil, un mango de cuchillo del mismo material, varias piezas de ámbar y numerosos peines de madera.
Más allá del valor material de los elementos recuperados, Pinedo ha destacado que el hallazgo va a ofrecer una idea muy certera del funcionamiento de las relaciones comerciales del pueblo fenicio.
"Vamos a poder descifrar cuestiones que intuíamos por los textos, pero que ahora se van a poder demostrar claramente", ha asegurado.
Respecto a las perspectivas de futuro, los investigadores tienen trabajo por delante, ya que hasta el momento se ha documentado sólo una parte mínima del yacimiento.
El yacimiento fue descubierto en la década de los 50 del pasado siglo por unos buceadores que se dedicaban a extraer del fondo marino la chatarra de los numerosos barcos que naufragaron en esta zona del Mediterráneo.
En los años 70, el Patronato de Arqueología de Cartagena realizó diversas campañas arqueológicas que documentaron la existencia de 13 colmillos de elefante con inscripciones fenicias.
El lugar de los trabajos ha sido visitado hoy por el delegado del Gobierno en la región de Murcia, Rafael González Tovar, y la alcaldesa de San Javier, Josefa García Hernández, quien ha anunciado que en agosto próximo se inaugurará un pequeño centro de interpretación en La Manga de Mar Menor.
Allí se explicarán los hallazgos que se han ido produciendo, con el objetivo de potenciar el conocimiento y la protección de este tipo de yacimientos. (Fuente: EFE)