google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Huerta Varona
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2 de octubre de 2024

Una piscina con 2.000 años de antigüedad en el yacimiento de Huerta Varona (Palencia)

La base, «extraordinariamente bien conservada», se construyó en hormigón impermeable. Tenía en su perímetro una zona de paseo con corrientes de agua que evocaban sonidos de la naturaleza.
Se trata de una estructura de los inicios del Alto Imperio.

Aguilar de Campoo se erige como una pequeña Pompeya en la Montaña Palentina, gracias a los restos arqueológicos que verano tras verano afloran en el yacimiento romano de Huerta Varona de la mano del equipo del Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico (Imbeac) que lidera el doctor Francisco Torres.

Dicho equipo centró este año gran parte de sus esfuerzos en la zona de la piscina, que deparó varias «sorpresas» al grupo de investigadores. Se trata de una estructura de los inicios del Alto Imperio (en torno al siglo I después de Cristo), es decir, 300 años más antigua que la Villa Romana La Olmeda de Pedrosa de la Vega (siglo IV).

Así, gracias a sus investigaciones sobre el terreno, pudieron esclarecer una serie de incógnitas relacionadas con esta infraestructura como, por ejemplo, sus destinatarios. Estos serían, a tenor de los estudios, romanos pertenecientes a la élite -«cargos importantes con un elevado nivel de vida», señala el doctor- que emplearían la instalación con fines lúdicos y sociales que van más allá de la propia cultura del baño y de las termas.

Esta teoría viene demostrada por la aparición de un completo sistema de paseos de canto apisonado en el entorno del vaso, que los usuarios destinarían a departir, llegar a acuerdos comerciales o sellar alianzas. Estos estaban provistos de un sistema de canalización gracias a los cuales se emulaban sonidos de la naturaleza en un concepto romántico de esta zona de ocio.

Estanques de este tipo, con una disposición central en un espacio arquitectónico en el que se combinan con canales, se denominan viridaria. «Estos no son otra cosa mas que jardines ornamentales para el disfrute de los sentidos en los que se recrea de forma arquitectónica un espacio con lagunas y arroyos», explica Torres, quien pone como cita otros ejemplos en España en Mérida, Tarragona y Zaragoza.

En paralelo, la piscina mantiene toda su estructura constructiva, con una cimentación de hormigón hidrófugo (impermeable), al igual que las paredes de la terma y el sistema de calefacción. En otras partes de la construcción se emplea hormigón común. «El hormigón hidrófugo era un material costoso y era elaborado y aplicado por especialistas, por lo que no estaba al alcance de cualquiera», destaca Torres. Dada su excepcionalidad, en la presente campaña arqueológica se realizó «una cuidadosa excavación que permitió recuperar casi intacta toda la mayor parte de la cimentación», sostiene.

Paralelamente, se recuperó un complejo sistema de evacuación de aguas residuales aún en uso. Se confirma así que Huerta Varona es un núcleo que tuvo una «gran importancia» y que gozó de una «planificación urbanística y arquitectónica muy importantes y con una gran inversión de medios».

El técnico arqueólogo al cargo de la excavación de este sector fue el doctor Javier Atienza, quien elaboró una reconstrucción de la instalación. Gracias a la misma se pude observar cómo estaba recubierta de mosaicos de llamativos colores y muy probablemente con motivos marinos y acuáticos.

Campaña arqueológica
Ocho personas integraron el equipo de este año, entre los que se encontraba una voluntaria de Estados Unidos y una becaria española. Un grupo reducido que se encargó de la microexcavación gracias a la cual se limpió toda la tierra que cubría la piscina. Esta, además, estaría cubierta y asociada al complejo de las termas.

«Más que avanzar rápido, este año lo hicimos con extremo cuidado para consolidar los restos y dejarlos listos para su posterior visita», señala Torres, quien insiste en la necesidad de conservar los restos para prevenirlos de las lluvias. «Estamos muy ilusionados con los descubrimientos. Queda claro que Huerta Varona es un referente en la arqueología del Imperio Romano en el norte de España. Era mucho más que una terma de pueblo, había voluntad de que la gente disfrutara en las mejores condiciones de vida posibles», remata el director de las excavaciones.

28 de septiembre de 2022

Recuperan el hypocaustum de las termas romanas de Huerta Varona (Palencia)

Los arqueólogos han recuperado gran parte del hypocaustum y del horno que se encuentran «mucho mejor conservados de lo que se esperaba». También se ha recuperado el fondo de una de las piscinas, probablemente la de agua templada, situada junto a la sauna, y los baños en la piscina de agua caliente, que estarían directamente encima del hipocausto.
Las termas romanas más antiguas del norte, en Huerta Varona

El yacimiento arqueológico de Huerta Varona no deja de deparar sorpresas al equipo de investigadores vinculados al Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico (Imbeac) que trabaja en Aguilar de Campoo sobre el terreno en los últimos veranos.

Los trabajos se han centrado en el Área 1, en las inmediaciones del mosaico que afloró en 2018. Allí han dado con las termas «más antiguas y mejor conservadas» del norte de España de las que se tiene noticia, con unos 2.000 años de antigüedad, pues los estudios a los que se ha sometido lo fechan a mediados del siglo I, al igual que el mosaico, que aún conserva sus colores. Dado su estado de conservación se trata de un yacimiento «excepcional» en el que es posible comprender cómo estaban construidas las termas rurales en la época del Alto Imperio.

Del mismo modo, su sistema de suministro de agua y de evacuación de aguas residuales (ingeniería hidráulica) se conserva «excepcionalmente bien». «Es un volumen de información enorme y con una calidad que hasta ahora no existía. Se trata de un avance realmente espectacular en el conocimiento de este tipo de arquitectura y de este momento temprano del Imperio Romano en su vertiente menos conocida: en una población rural», explica el director de la intervención, el doctor Jesús F. Torres.

En paralelo, se ha conseguido recuperar una gran parte del hypocaustum (el sistema de distribución de calor de la zona de sauna y la piscina de agua caliente) y del horno donde se generaba el calor que servía para calefactar los baños, que se encuentran «mucho mejor conservados de lo que se esperaba».

También se ha podido recuperar el fondo de una de las piscinas, probablemente la de agua templada, situada junto a la sauna, y los baños en la piscina de agua caliente, que estarían directamente encima del hipocausto. Esta conserva su forma original, con el suelo completo y el desagüe perfectamente conservado.

Asimismo, se han recuperado varios tramos del sistema de evacuación de aguas con las canalizaciones de hormigón hidrófugo (opus signinum) muy bien conservados. Tal es así que, «podrían seguir evacuando agua sin problema», señala Torres.

Por otro lado, los investigadores del Imbeac han podido encontrar materiales como los later columnaris y latericios (ladrillos de distintos formatos y formas), que son característicos de las termas y que formaban parte de la construcción original. También se han identificado algunas de las reparaciones efectuadas en los tres siglos que las termas debieron estar en funcionamiento.

El desgaste producido por la constante circulación del calor y la elevada humedad deterioraban los materiales constructivos del hipocausto rápidamente y era necesario realizar reparaciones de forma frecuente. Finalmente los baños fueron amortizados (desmontados y tapados completamente) y reconvertidos en un espacio para un uso completamente distinto probablemente en el siglo IV dC.

Todo esto demuestra la gran importancia que tuvo el asentamiento romano de Aguilar. Tras la toma del castro de Monte Bernorio, ubicado en Pomar de Valdivia, por las tropas del emperador Augusto durante las Guerras Cántabras, Huerta Varona supuso la continuación del poblamiento en esta comarca, una vez destruido el oppidum. Se convirtió en el centro de un área rural con sus servicios públicos, como estos baños con termas ahora recuperados.

EQUIPO
El Imbeac ha contado con investigadores y colaboradores de varias universidades nacionales y europeas, una becaria y un grupo de diez voluntarios. Además cuenta con la participación de la arqueóloga italiana Greta Bruno, especialista en arquitectura romana y mosaicos.

El Ayuntamiento de Aguilar, de la mano del Imbeac, ha realizado ya ocho campañas arqueológicas -los dos primeros años sondeos-. Los objetivos son documentar su estructura y trama urbana y poder comprender la historia de su ocupación y de sus habitantes, algo completamente desconocido hasta ahora.

10 de noviembre de 2014

Los arqueólogos documentan un importante yacimiento romano en Aguilar de Campoo (Palencia)

Se trata de un poblamiento romano de grandes dimensiones, aparecido en el paraje aguilarense de Huerta Varona -que aunque conocido no estaba documentado hasta el momento-. Según los arqueólogos habría estado ocupado desde el Alto Imperio hasta la Alta Edad Media, entre los siglos I al VI d.C. Por el momento se han encontrado las estructuras de varios edificios y talleres paralelos a la calzada romana junto a elementos de gran calidad como fichas de vidrio para juegos, restos de empedrados, téseras rústicas, cantos rodados y cerámicas.
Las excavaciones en el yacimiento de la ‘Huerta Varona’ de Aguilar de Campoo han sido realizadas por diez técnicos del ‘Imbeac’ durante los meses de septiembre y octubre. FOTO: VÍCTOR GUERRA.
Una gran expectación causan algunas excavaciones que se realizan en nuestro entorno. Muchos esperan que aparezca ese gran hallazgo que convierta a su localidad en un foco más atractivo desde el punto de vista turístico. Sin embargo, desenterrar el pasado no es tan fácil como parece y para saber más sobre el legado que nuestros antepasados nos han dejado, hay que investigar durante mucho tiempo para arrojar la suficiente luz y ver lo que hay realmente escondido.

Eso es precisamente lo que ha pasado con las excavaciones que se han realizado durante los meses de septiembre y octubre en la Huerta Varona de Aguilar de Campoo. Un yacimiento que ha creado grandes expectativas entre los vecinos de la villa, y que gracias a un equipo de diez técnicos y arqueólogos del Imbeac (Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico), puede dar mucha información sobre el pasado romano de la localidad, un aspecto no muy conocido de la historia de la villa galletera, más famosa por su legado Románico y Medieval.

POBLAMIENTO DE GRANDES DIMENSIONES
«La excavación ha sido todo un éxito, hemos realizado varios sondeos para delimitar la magnitud del yacimiento, que ya podemos decir que es de grandes dimensiones», concreta el director del proyecto, Jesús Francisco Torres Martínez. De igual modo, afirma que «es evidente que es un yacimiento romano. En cinco de los seis sondeos hemos encontrado estructuras, por lo que podemos decir que se trata de un conjunto de construcciones».
Sobre su datación y los hallazgos encontrados indica que «se trata de un núcleo que estuvo ocupado desde el Alto Imperio, pasando por el Bajo Imperio e incluso la Alta Edad Media, hablamos de los siglos I hasta VI d.C.».

COMPLEJOS DE VARIOS EDIFICIOS
Se han encontrado muros y suelos acondicionados, además de restos de empedrados, téseras rústicas, cantos rodados y cerámicas, sigillatas de varias épocas y de gran calidad.
«Vemos estructuras típicas romanas e incluso podemos hablar de un complejo de varios edificios, al lado de la calzada romana que discurre paralela a la carretera de Burgos», asegura.

También quiere dejar claro que no se puede hablar de una villa romana tipo La Olmeda, pues el yacimiento aguilarense es un poblamiento romano.

OTROS DESCUBRIMIENTOS
«De momento, lo que hemos visto puede ser una granja bien situada, pues los elementos encontrados son de gran calidad, con muchos edificios y talleres. Hemos descubierto cosas muy curiosas como fichas de vidrio para juegos, además de monedas que no podemos aún datar», desvela.

Una primera toma de contacto con el yacimiento de Huerta Varona, ya que el Imbeac presentará en breve al Ayuntamiento de Aguilar de Campoo las conclusiones de este primer estudio. Una campaña que se espera que tenga continuidad el próximo ejercicio para poder delimitar el recinto.

UN YACIMIENTO NO REGISTRADO
No se trata del primer estudio que se realiza de Huerta Varona, precisamente en el equipo que ha investigado el yacimiento está como codirector Antxoka Martínez, que junto al desaparecido Miguel Ángel García Guinea, realizó los primeros sondeos en el yacimiento hace doce años.

Fue entonces cuando se notificó de forma oficial su existencia a los responsables de Patrimonio, ya que aunque los aguilarenses lo conocían e incluso algunos vecinos han encontrado diversos vestigios, no estaba registrado de forma oficial.

(Fuente: Diario Palentino / Marta Redondo Moreno)