El profesor Songel con los resultados del trabajo de investigación. FOTO: LAS PROVINCIAS. |
El patrón «coincide con las marcas de los canteros» de los siglos XII y XIII, es decir, los símbolos grabados en piedra por estos profesionales. «Los análisis compositivos realizados partiendo de los patrones utilizados en la Edad Media para esas marcas demuestran que el orfebre que realizó el soporte para la reliquia conocía esos cánones de diseño y los empleó para su creación, explicó.
En concreto, tomando como referencia la investigación realizada en el siglo XIX por Franz Rziha sobre las marcas de las catedrales centroeuropeas y el dibujo original de la estructura de la reliquia realizado por Antonio Beltrán en 1960, Songel revela que, de los cuatro tipos, las llamadas 'cuadrilobular' y 'ad triangulum' se emplearon para diseñar la estructura de orfebrería que sustenta el Santo Grial, lo que contribuyó a revalorizar «la autenticidad de la copa y a darle mayor perfección».
«También se emplearon para la inscripción de la base de la reliquia de no más de dos centímetros, que probablemente fue realizada por la misma persona», comentó Songel. No es el único hallazgo que ha puesto en valor este catedrático de la UPV, pues también ha concluido que los caracteres de esa inscripción podrían ser hebreos y no árabes «como hasta ahora se creía».
Así, se puede entreleer 'WH', dos letras en hebreo arcaico que aparecen en una de las formas con las que se escribe la palabra Dios. Esta particularidad del hebreo de no incluir vocales, y de escribir de derecha a izquierda -compartida con el árabe-, añadida a la prohibición de mencionar el nombre de Dios en hebreo, «nos remite a los 72 nombres que el Antiguo Testamento utiliza para designarlo, entre ellos el de 'Yoshua Yahweh', que es el que tiene una arquitectura compositiva más parecida a la inscripción», detalló.
UN ORFEBRE JUDÍO
«No se puede afirmar categóricamente pero sí que tenemos esa constatación», comentó. Y se aventura a señalar que el juego idiomático podría deberse a que el autor fuera un orfebre judío «que prefirió ocultar su firma como si fuera árabe debido a las persecuciones de esa época».
Ahora, una vez finalizada esta investigación, que coincide con la celebración del Año Jubilar del Santo Cáliz y que ha contado con el apoyo del Cabildo Catedralicio, Gabriel Songel quiere iniciar un segundo estudio relacionado con las decoraciones de la reliquia y las escuelas a las que podrían pertenecer, para el que busca financiación.
Para llevar a cabo su estudio, el profesor de la UPV, que es experto en la gestión del diseño de marcas, ha recopilado información del Archivo de la Catedral de Valencia, así como del departamento de inscripciones del Museo de Israel en Jerusalén. Además, ha contado con el asesoramiento de especialistas como Carmen Barceló, Daniel Benito Goerlich y José Hinojosa.
El canónigo conservador de la Seo, Jaime Sancho, destacó que «se trata de un trabajo que aporta mucho al conocimiento del Santo Cáliz». A su juicio, «del estudio se desprende que el diseño de toda la reliquia no es caprichoso, sino que la obra en sí misma y el montaje de las asas y soporte que se realizó en la Edad Media se hizo con un rigor enorme conforme a los cánones de la época.
(Fuente: Las Provincias / I. Domingo)