google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Doña Blanca
Mostrando entradas con la etiqueta Doña Blanca. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Doña Blanca. Mostrar todas las entradas

23 de julio de 2024

La Universidad de Cádiz retoma los trabajos arqueológicos en el yacimiento fenicio del Castillo de Doña Blanca


En esta campaña arqueológica ha destacado el uso de las nuevas tecnologías para “matizar, corregir y plantear” nuevas hipótesis sobre la planificación y construcción del sistema defensivo púnico-helenístico del sitio, en El Puerto de Santa María (Cádiz).
En esta campaña, dirigida por la profesora Ana María Niveau, ha sido fundamental el uso de las nuevas tecnologías para matizar, corregir y plantear nuevas hipótesis sobre la planificación y construcción del sistema defensivo púnico-helenístico del sitio.

Veinte años después de la última intervención realizada en el enclave arqueológico de Doña Blanca, en el término municipal de El Puerto de Santa María, uno de los asentamientos protohistóricos más importantes del Mediterráneo, investigadores de la Universidad de Cádiz (del grupo Phoenix Mediterranea, HUM-509, coordinado por la profesora Ana María Niveau de Villedary y Mariñas), han llevado a cabo una campaña en el yacimiento que, respaldada por el uso de las nuevas tecnologías, ha permitido “matizar, corregir y plantear” nuevas hipótesis sobre la planificación y construcción de su sistema defensivo púnico-helenístico, tanto del trazado como de la propia configuración de las diversas partes que lo conforman.

El yacimiento del Castillo de Doña Blanca (esta llanura formó parte de la Bahía de Cádiz, por lo que el mar llegaba hasta la base del cerro…) fue descubierto en 1979 y excavado hasta 1991 en el marco de un proyecto general de investigación dirigido por Diego Ruiz Mata, catedrático jubilado de la UCA. Después tan solo han tenido lugar en él algunas actuaciones puntuales: en 1995 y 2001 llevadas a cabo por este mismo equipo y en 2005, una última, dirigida en este caso por Luis Cobos para la adecuación del circuito de visitas y como apoyo a su puesta en valor una vez adquirido por la Junta.

Esta nueva actividad arqueológica puntual (aprobada por la Junta de Andalucía) con una duración de cuatro semanas (del 24 de junio al 19 de julio) ha consistido en la realización de una serie de sondeos y limpiezas de paramentos en el frente norte de la muralla del asentamiento, a los pies de la Sierra de San Cristóbal.

Los trabajos acometidos se han concretado en la realización de un análisis poliorcético (hace referencia a la disciplina que se encarga de construir fortalezas, bastiones, baluartes o fortificaciones) de la poterna localizada en una de las torres defensivas, la interpretación del engrosamiento y relleno interior del paramento de muralla en relación con un posible acceso al interior de la ciudad, la relación de este trazado con el situado en la zona contigua y la contextualización histórica de la evolución y amortización de las estructuras defensivas.

Además, el estudio morfológico y funcional de la cerámica hallada se acometerá en los próximos meses con el objetivo de afinar las cronologías de las estructuras y su amortización, y caracterizar la funcionalidad de los espacios situados en el interior del sistema defensivo.

Estas labores han sido posible gracias al respaldo de la delegación territorial de Turismo, Cultura y Deportes de la Junta, y la financiación del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia de la Universidad de Cádiz, a través de las ayudas a los grupos de investigación. Y no ha faltado la foto de los políticos curioseando en el yacimiento: la directora general de Investigación de la UCA, Susana Trasobares, ha acompañado en una visita a la delegada territorial de Cultura, Tania Barcelona, y al alcalde portuense, Germán Beardo.


“EL CASTILLO DE DOÑA BLANCA PUDO CONVERTIRSE EN UNA AUTÉNTICA FORTALEZA MILITAR EN SU ÚLTIMA FASE DE EXISTENCIA”
Con el fin de actualizar el registro de las estructuras constructivas halladas en el sitio, el grupo HUM-509 solicitó permiso para actuar en el yacimiento durante el verano de 2023, iniciándose estos nuevos trabajos en septiembre. Los trabajos de documentación y revisión se han centrado en el último de los sistemas defensivos del asentamiento.

En principio, se ha llevado a cabo una documentación generalizada del asentamiento mediante la aplicación de nuevas tecnologías no invasivas (LiDAR, SIGs, Fotogrametría Digital y Georreferenciación). A estos estudios se ha sumado la catalogación de todos los muros y estructuras exhumados (tarea aún en curso) con el objetivo prioritario de determinar las distintas fases constructivas del yacimiento.

La revisión de las estructuras constructivas excavadas en las diferentes campañas arqueológicas y la aplicación y el uso de las nuevas tecnologías están permitiendo plantear nuevas hipótesis sobre la planificación y construcción del sistema defensivo púnico-helenístico, tanto de su trazado como de la propia configuración de las diversas partes que lo conforman.

La (re)fortificación acometida en el asentamiento durante el siglo III a.C. y la identificación de elementos de defensa activa como poternas, torres de artillería y cuerpos de guardia entre otros, permiten plantear que el Castillo de Doña Blanca se convierte en una auténtica fortaleza militar en su última fase de existencia, lo que ha de ponerse en relación con el progresivo peso de Cartago en el mediodía peninsular.

Los objetivos generales de esta nueva etapa abierta en la investigación y el conocimiento del sitio contemplan tanto la reconstrucción histórica de la secuencia cronoestratigráfica del asentamiento como la documentación y catalogación de las estructuras constructivas, el análisis y la caracterización de las sucesivas fases de la muralla y de las distintas reformas pero también la conservación de las zonas detectadas que se encuentran parcialmente derrumbadas y el desarrollo de una metodología que permita reconstruir a través del análisis del registro la secuencia histórica de las edificaciones que conforman el sistema defensivo de las diferentes épocas.

26 de septiembre de 2017

Aparece el gran puerto fenicio de Doña Blanca (Cádiz)

Los investigadores han llevado a los planos espacios abiertos como plazas, calles longitudinales y transversales, hasta almacenes, espacios productivos o edificios religiosos, distribuidos en una trama urbana de tipo ortogonal, de clara influencia helenística y con similitudes al barrio portuario de Cartago. Se trata de un asentamiento de 250 metros de largo y 125 de ancho, con más de 700 metros de perímetro, donde han localizado unos 1.500 muros.
El asentamiento ocupa una extensión de más de tres hectáreas.
El plano de una gran trama urbana se va configurando a golpe de pixeles en una pantalla de grandes dimensiones. Se trata del dibujo del espacio portuario de más extensión y relevancia de toda la cuenca del Mediterráneo localizado hasta ahora, uno de los mayores hallazgos realizados en el mundo fenicio púnico, el que legaron estos grandes comerciantes nada menos que a los pies del yacimiento portuense de Doña Blanca, en una finca anexa denominada El Manchón.

Al frente del descubrimiento realizado a través de la geofísica se encuentran los profesores de la UCA Lázaro Lagóstena (área de Historia Antigua), José Antonio Ruiz Gil (área de Prehistoria) y los colaboradores y doctorandos de Historia Francisco Javier Catalán y Livia Guillén junto a sus avanzados equipamientos. Manejan para ello un equipo georradar portátil y un stream X multicanal de dos metros de ancho de barrido, con los que también marcan un punto de inflexión en los métodos para la investigación arqueológica: conocer, investigar y recomponer el plano en 3D del yacimiento sin excavar, pues de momento todo permanece bajo tierra, a apenas 50 centímetros de profundidad.

ÚNICO ARTÍCULO SOBRE LA POSIBLE UBICACIÓN DEL PUERTO
Entre todos, aunque cada uno en lo suyo, van trazando el dibujo de este nuevo capítulo que ya adelanta la relevante actividad portuaria que emprendieron los fenicios en esta zona de la Bahía, a juzgar por la dimensión de este asentamiento de 250 metros de largo y 125 de ancho, con un perímetro de más de 700 metros y tres hectáreas de superficie, "en el que hemos identificado ya 400 muros, y donde alcanzaremos alrededor de 1.500, pues sólo hemos dibujado una tercera parte", explica Lázaro Lagóstena mientras muestra algunos de estos planos en la pantalla de gran pulgada con la que trabajan desde el laboratorio de Historia situado en el flamante Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Sociales del Campus de la UCA en Jerez.

Con esta innovadora fórmula "única" en la universidad andaluza que permite convertir en producto arqueológico los barridos realizados sobre el terreno con su equipo impulsado por vehículo a motor, ya han logrado interpretar las funcionalidades de algunas estructuras, a partir del análisis preliminar del amplio trazado urbanístico documentado. Han traducido ya en plano espacios abiertos como plazas, calles longitudinales y transversales, hasta alcanzar las primeras hipótesis de los que podrían ser almacenes, espacios productivos o edificios religiosos, distribuidos en una trama urbana de tipo ortogonal, de clara influencia helenística y con similitudes al barrio portuario de Cartago, pero único en cuanto a dimensiones, "pues no se ha documentado hasta ahora un puerto con cinco calles longitudinales y calles transversales", apunta Lagóstena. De hecho, "una vez que terminemos de dibujar, daremos una propuesta de funcionalidad de los espacios, de los edificios completos, con lo que el campo de investigación que se abre es muy amplio", dice, orgulloso, de este puerto púnico desde el que seguramente "se daría salida a la actividad agrícola de todo el territorio". Añade en este punto que "hemos visto incluso indicios de producción agropecuaria en la zona".

El software de proceso de datos que manejan funciona reflejando los elementos de mayor y menor receptividad que hay bajo tierra y que identifican a través de la paleta de colores que van desplegando en el laboratorio en decenas de imágenes. "Según el color, se interpreta como un muro o una zona de vaciado como una fosa o un silo", explica a modo de ejemplo. Y es que el equipo de investigadores no sólo se enfrenta al mayor hallazgo de la época realizado hasta ahora, sino "al desarrollo de una metodología que no existía, pues estos equipos no estaban en manos de los humanistas, por lo que también hemos dado un salto cualitativo". Porque toda la información que han obtenido es automáticamente georreferenciada con gran precisión, "con un margen de error centimétrico" y combinando esta información con una gran variedad de datos espaciales de todo tipo. Resultados que completan con las imágenes obtenidas gracias a la colaboración de la Unidad de Drones, con el que también han sobrevolado parte del yacimiento de la mano de Luis Barbero, responsable de la unidad.

El conjunto de esta valiosa información, de la que había algún pequeño indicio previo, cayó en manos del equipo de Lagóstena y Ruiz casi por casualidad, "con el fin de probar y realizar el entrenamiento del equipo en una zona de la que sólo se conocía un artículo publicado por Juan José López Amador en una revista arqueológica que hablaba de la aparición de algunas estructuras en el Manchón del Hierro". Cual fue la sorpresa cuando el gran escáner motorizado radiografió la silueta de aquel gran puerto perimetrado.

Para esta actuación han contado con la colaboración de la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, junto a la que seleccionaron en primer lugar el propio yacimiento fenicio del Castillo de Doña Blanca, en el que también se ha explorado la superficie no excavada a lo largo de dos hectáreas de superficie, "donde hemos encontrado otras estructuras que dan continuidad a las existentes", afirman. Seguidamente se eligió este espacio junto al río Guadalete, "donde nunca antes se habían realizado exploraciones arqueológicas", en una zona privada que no estaba catalogada como lugar de interés arqueológico.

"En poco tiempo hemos obtenido unos resultados espectaculares", sentencia Lagóstena, equiparando la gran información "a nivel de trama urbana" conseguida desde julio, frente a la obtenida a lo largo de 20 años de excavaciones en Doña Blanca.

Pero, ¿cómo se pondrá en valor toda esta información?. En este apartado también abogan por una vuelta de tuerca a lo que hasta ahora concebimos como puesta en valor de nuestro patrimonio. "Hace más de 20 años que la Junta de Andalucía cambió de mentalidad y sólo actúa en las intervenciones de urgencias", apostilla José Antonio Ruiz Gil, dado lo complicado de mantener una buena política de excavación, de mantenimiento y de visitas a los yacimientos cuando hay tanta diversidad en el terreno, justifica. "Así que le estamos proporcionando a la administración las herramientas para gestionar la información de una manera más eficaz y moderna el territorio, sin excavar, salvo cuando hay algo que realmente merezca la pena".

Su idea para Doña Blanca es, por tanto, integrar la nueva información al recorrido del yacimiento arqueológico . "No hace falta bajar, pues se trata de un llano distanciado pegado al río, de modo que desde la zona alta se puede montar un audio, hacer una maqueta, mil cosas para ubicar y contar la historia de una forma divulgativa".

Una propuesta que narrarán a las autoridades de la UCA y la Delegación de Cultura, con las que tienen pendiente una visita sobre el terreno que aún no se ha producido. De momento, continúan levantando muro a muro el importante puerto fenicio púnico, que se caracteriza por mostrar una única fase constructiva, y que traducen a través del autocad -que lo hace Francisco Javier-, a partir de la toma exacta de las coordenadas -que hace Livia- o pasando los datos al papel cebolla, al modo tradicional, en manos de José Luis.

Pero no es el único reto, pues la potencialidad de esta unidad de geodetección que atesoran gracias a un proyecto del Ministerio de Infraestructura, les ha llevado a la firma de otras colaboraciones con Medina, donde quieren rastrear varios yacimientos rurales; Chiclana, donde pretenden actuar en la colonia fenicia del cerro del Castillo; Puerto Real, para estudiar el frente marítimo y con Diputación, en el ámbito de la memoria histórica. Las posibilidades que se abren son infinitas. Y el punto de arranque no ha podido ser mejor, el gran puerto de Doña Blanca.