Aguamanil valenciano del periodo califal (hacia 950 d.C.) FOTO: ISABEL MARTÍNEZ LÁZARO |
Un equipo de investigadores españoles y portugueses, aglutinados en el Microcluster Grupo de análisis científico de bienes culturales y patrimoniales y estudios de ciencia de la conservación, de las universidades de Valencia y Politécnica de Valencia, ha publicado en la revista Angewandte Chemie un nuevo método para la datación de objetos arqueológicos de cobre y bronce. Con este método se encara un problema significativo en el ámbito arqueológico, puesto que la datación por radiocarbono no puede aplicarse directamente a objetos metálicos.
VOLTAMPEROMETRÍA DE MICROPARTÍCULAS
El método propuesto se basa en el registro de la respuesta electroquímica de dos productos de corrosión de cobre característicos, cuprita y tenorita, utilizando la técnica de la voltamperometría de micropartículas, y requiriendo la utilización de únicamente unos pocos nanogramos de muestra.
La idea básica es que, a lo largo de periodos de tiempos dilatados y bajo condiciones de corrosión en un entorno atmosférico, tiene lugar un aumento progresivo de la relación tenorita/cuprita con el tiempo. La cuprita (Cu2O) forma habitualmente la capa de corrosión primaria de cobre y bronce y se oxida lentamente formando tenorita (CuO) en un proceso favorecido por la presencia de CO2 y materiales calcáreos.
El equipo liderado por Antonio Doménech Carbó ( Dep. Química Analítica. Universitat de València) obtiene las señales características de ambos óxidos mediante la transferencia por abrasión de una mínima cantidad de muestra sobre un electrodo de grafito, registrando a continuación su respuesta en contacto con electrólitos acuosos y empleando equipamiento electroquímico convencional.
PRUEBAS REALIZADAS
Los resultados obtenidos para una serie de monedas procedentes de diferentes colecciones, con participación del Museo de Prehistoria de Valencia y el Museo Arqueológico de Xàtiva, han permitido construir una curva de calibración a partir de la cual es posible determinar la edad de objetos arqueológicos de cobre y bronce, con una incertidumbre de la orden de +/- 150 años para muestras con edades de la orden de 1000 años o más, habiéndose aplicado satisfactoriamente al estudio de un aguamanil de época califal y un casco montefortino del periodo romano.
Se trata de una interesante contribución al mundo arqueológico por el hecho de que aporta más datos sobre objetos que antes no admitían una datación directa.
(Fuente: Universidad de Valencia)