Puede parecer ciencia ficción pero es real. Cada día hay más yacimientos arqueológicos que son sobrevolados por drones (aviones pilotados remotamente) de navegación automática que se encargan de una perfecta documentación gráfica de los restos del pasado. Hemos tenido el placer de acompañar al equipo de Toposur, topógrafos especializados, para realizar unas pruebas de ortofotografía en el castillo de El Berrueco (Jaén)
Los restos arquitectónicos y los yacimientos ubicados a cielo abierto de gran tamaño no pueden ser fotografiados en todos sus ángulos desde el suelo. Así, el trabajo que antes se realizaba de forma manual, generalmente fotografiando los restos desde una escalera, una grúa o cualquier lugar elevado -cada arqueólogo se las apañaba como podía-, hoy en día se realiza por medio de estos dispositivos que demuestran su gran precisión.
En la actualidad, cualquier resto físico del patrimonio debe ser registrado fotográficamente para su correcta catalogación, análisis y estudio, de manera que las fotogrametrías obtenidas a través de este sistema superan en calidad y detalle las planimetrías realizadas a mano por los arqueólogos, además del enorme ahorro de tiempo y de horas de exposición a la intemperie que ello conlleva.
¿Cómo funcionan?
José María PIñar, de TOPOSUR, coloca la cámara de fotos y los dispositivos de comunicación inalámbrica en el dron. |
La incorporación de estos sensores al octocóptero depende en primera medida de cómo vamos a utilizar el aparato en las fotografías y videos aéreos. La aeronave no tripulada puede ser controlada manualmente por medio de un radio control o puede ser totalmente autónoma.
A diferencia de los otros aparatos no tripulados (dirigibles, helicópteros y cometas), los multicópteros tienen la sensación de flotar más que de volar, esta sensación nos brinda una calidad de imagen muy superior y una estabilidad increíble, la sensación es muy similar a la que nos ofrece un steadicam. Es como tener una cámara por los aires.
A la izquierda ortofotografía de las termas de Cástulo. A la derecha imagen en detalle de la zona señalada. |
Reconstrucciones en 3-D
Los objetivos de los drones arqueológicos son fundamentalmente dos: tomar precisas ortofotos (fotos cenitales) y realizar una aerofotogrametría (tomar fotos georreferenciadas desde todos los ángulos) de un yacimiento o edificio. Esta documentación gráfica no sólo permite enriquecer de forma precisa la planimetría de una excavación sino también realizar impresionantes reconstrucciones en 3D que nos permitan entender mejor cómo era cierto espacio en el pasado e incluso recorrerlo nosotros mismos desde nuestro PC gracias a la aplicación de motores gráficos.
Como vemos, las posibilidades de esta nueva herramienta arqueológica son muchas y muy importantes. Su uso y desarrollo es uno de los nuevos caminos por los que apuesta la Arqueología contemporánea, consciente de la necesaria unión entre ciencia y humanidades.
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