Imagen del Pozo de San Vicente de las ruinas arqueológicas de las minas de Linares en Jaén. FOTO: LINARES TURISMO |
Yolanda Jiménez es la directora de la excavación arqueológica que desde noviembre se está realizando en la llamada “Minas de los Lores”, donde el Ayuntamiento de Linares, en colaboración con la Junta de Andalucía y el ‘Colectivo Proyecto Arrayanes’, trabajan desde hace años para potenciar su aprovechamiento turístico.
Ése es el sitio elegido para la creación de un Centro de Interpretación, una parcela donde se conservan restos de edificaciones que son ejemplos de la arquitectura minera de tipología cornish -caracterizada por el uso del vapor en las labores de extracción y el desagüe de galerías- con la variación, única en Linares, de que los tejados en vez de ir a dos aguas eran abovedados por capricho del dueño, copiado de un viaje a Suiza.
Con estos trabajos, que pretenden finalizar en abril antes de la llegada de la especie protegida de cernícalo primilla que anida en el lugar, se conseguirá definir los edificios desde los cimientos hasta su techumbre y poner en valor de la forma más fiel posible el lugar respetando todo lo existente.
En la parcela donde se trabaja, con presupuesto con cargo al 1,5 % cultural, se encuentran los denominados Pozos de San Federico y de Santa Annie, pertenecientes a la Concesión Minera “Lord Deby”, de los que se conservan la casa de máquina de bombeo cornish, la casa para las calderas y chimeneas y la casa de máquina de extracción.
UN POCO DE HISTORIA
La tradición minera de la comarca Linares-La Carolina se remonta a la prehistoria, con grandes hitos a los largo de los siglos por obtener sus recursos como ser escenario de las guerras púnicas, sin embargo, es en el siglo XIX cuando Linares alcanza los años de mayor apogeo.
En unas décadas se multiplica la población por seis, obtiene el título de ciudad, otorgado en 1875 por Alfonso XII, y países como Francia, Alemania, Gran Bretaña y Bélgica abren delegaciones diplomáticas, se crean casinos, cines, el Hospital de los Marqueses, el Monte de Piedad, un nuevo mercado y las clases altas construyen edificios modernistas.
Además con la creciente presencia de población inglesa se abre el cementerio inglés de Linares, el primer camposanto protestante de Andalucía, donde reposan personalidades de la historia industrial de la ciudad.
Las minas de La Tortilla, catalogadas como patrimonio histórico andaluz, fueron uno de los máximos exponentes de los mayores avances en tecnología minera de la época del vapor y sus edificaciones, que llegaron a albergar un viceconsulado inglés, esperan, ahora ruinosas, un histórico rescate que parece más cercano.
(Fuente: La Vanguardia / EFE)