google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: horno de fundición
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2 de noviembre de 2022

Reconstruyen un horno de hierro de la época romana en el Pirineo catalán

De este periodo se han documentado una veintena de hornos de reducción del mineral de hierro fechados entre el siglo III y medios del siglo VI. Si bien este yacimiento había sido documentado por un equipo de investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) entre los años 2003 y 2004, hasta este verano no se había hecho ninguna excavación. El arqueólogo Òscar Augé ha excavado un horno de reducción y lo ha reproducido a escala 1:1 en el bosque de Virós (Lérida).
Los restos de la estructura del horno de reducción de hierro ya excavado, y un posible segundo horno en segundo término, en el municipio de Alins. FOTO: CEDIDA

La Vall Ferrera (Lérida), como su nombre indica, está íntimamente relacionada con la explotación y la producción de hierro. La actividad siderúrgica en el valle se remonta a los últimos siglos del Imperio romano. De este periodo se han documentado una veintena de hornos de reducción del mineral de hierro fechados entre el siglo III y medios del siglo VI. Ahora, el arqueólogo Òscar Augé, por encargo del Parque Natural del Alt Pirineu, ha excavado un horno de reducción y lo ha reproducido a escala 1:1 en el bosque de Virós. El buen estado de conservación, las grandes dimensiones y la posibilidad de más hornos cercanos ha sorprendido Augé y hacen de este yacimiento un caso único en el país dado que no hay referentes similares tan grandes en una zona de producción de hierro no asociada a un poblado.

Si bien este yacimiento había sido documentado por un equipo de investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) entre los años 2003 y 2004, hasta este verano no se había hecho ninguna excavación.

Han sido los arqueólogos Òscar Augé y Jose Miguel Gallego los encargados de la intervención arqueológica y documentar los restos de uno de estos hornos. Se trata de la cubeta, donde se depositaba el hierro al final del proceso, y que estaba excavada directamente en el terreno natural, y un pequeño muro de piedra que la rodeaba, encima del cual se levantaría la chimenea del horno y que era por donde se cargaba el mineral y el carbón vegetal, y permitía alcanzar la temperatura adecuada por el proceso de reducción, que oscilaba entre 900 y 1300 °C.

Augè ha explicado que aunque habrá que corroborarlo en próximas campañas, intuyen dos hornos más a pocos metros del área excavada este verano. A pocos metros de la zona donde se ha excavado el horno de reducción también se intuyen cabañas. Se podría tratar de lugares donde vivía la gente que trabajaba el hierro. De confirmarlo se trataría de un yacimiento de «cierta entidad» dado que contaría con la zona de trabajo y la zona de vivienda en medio de la montaña (unos 1.700 metros). Los arqueólogos creen que debió ser una actividad estacional, que sólo se podría hacer, seguramente, durante los meses de primavera y verano.

Los restos de estos antiguos talleres de reducción tienen una especial relevancia desde un punto de vista arqueológico ya que en la época antigua en el nordeste peninsular, hay un vacío de conocimiento sobre esta actividad fuera de contextos de hábitat. El arqueólogo Augè ha explicado que «no hay referentes similares» en Catalunya con una concentración tan grande de zonas de producción no asociados a una población. No obstante, ha asegurado que hay «gran similitud» con otros yacimientos análogos, localizados en este caso en territorios próximos del Pirineo francés, como lo que durante la década de los años 1990 se excavó en Lercoul, a la vecina valle francesa de Vic de Sòs, en el Arieja, con cronologías también del siglo III d.C.

En el momento del descubrimiento, hace unos veinte años, de estos enclaves arqueológicos, definidos por pequeños montículos dentro del bosque, de formas y dimensiones variables entre los 100-300 m², cubiertos de vegetación arbustiva, y formados por escorias de hierro, gran cantidad de carbones y fragmentos de arcilla cocida de la pared de los hornos, se practicaron pequeños sondeos en algunos de ellos para obtener muestras para fechar mediante la técnica del Carbono 14, hecho que permitió situarles entre los siglos III/IV y VI/VII d.C. No obstante, en estos vertederos hasta ahora no se había realizado nunca ninguna excavación que permitiera localizar los hornos que los generaron, saber cómo eran, y cuántos podía haber en cada uno de ellos.

Ahora, a falta de los resultados de las analíticas que tienen que confirmar las dataciones concretas del horno, se espera confirmar en próximas campañas arqueológicas la presencia de más hornos de reducción en la zona y la zona de viviendas. El propósito final, una vez finalizadas las diferentes intervenciones arqueológicas, es poder consolidar los vestigios con el fin de hacerlos visitables, y que a la gente que pasee por el sendero señalizado de la Costa de las Minas puedan verles.

La Vall Ferrera tiene un gran patrimonio siderúrgico, concentrado muy especialmente en el bosque de Virós, que abarca unas 2.000 hectáreas de alto valor paisajístico y natural. Ahora toda la zona se podría definir también como un enorme yacimiento arqueológico con restos de varias épocas relacionadas con la explotación y aprovechamiento del hierro.

6 de abril de 2017

Hallado un taller artesano en la ciudad ibérica del Cerro de las Cabezas (Valdepeñas)

El taller, dedicado a la metalurgia, se ha datado en la segunda mitad del Siglo III a.C.en una manzana de edificios que también albergan un horno de fundición. 
Vista aérea del entramado urbano de la ciudad íbera del Cerro de las Cabezas. FOTO: LANZA
El XIV Curso de Arqueología de Campo organizado por la Asociación Orisos en colaboración con la UNED y el Ayuntamiento de Valdepeñas, que se llevó a cabo en agosto del año pasado, halló en el yacimiento íbero Cerro de las Cabezas una vivienda y un taller artesano dedicado al metal de la segunda mitad del s. III a.C., según muestran las pruebas del carbono 14, tal y como se desprende de los resultados del curso que se dieron a conocer este martes.

El teniente de alcalde de Cultura, Turismo, Comercio y Educación, Manuel López, declaró que el hallazgo “es importante no sólo a nivel material, por el número de vasijas y de elementos metálicos localizados, sino también por la relevancia a nivel cultural ya que supone un gran avance en la comprensión de la organización espacial y social del yacimiento”.

MANZANA URBANA
El hallazgo se produjo en el área denominada F2, en la que se está trabajando desde el año 2013. Tanto la vivienda como el taller artesano del metal “se integran en una manzana urbana que tiene forma triangular con diferentes calles y los elementos que se han encontrado son de hierro y bronce, que actualmente están en fase de estudio”. También se ha encontrado un horno de función.

El co-director del curso, Tomás Torres, explicó que en este curso de arqueología de campo se han utilizado técnicas de documentación planimétrica y topográfica así como nuevos métodos, como la fotografía aérea con dron, que permiten documentar en 3D las estructuras del yacimiento.


ESTRATOS DE LA EDAD DEL BRONCE
Indicó que en el área urbana norte se trabajó en la casa del metalúrgico, “que supone un avance en la compresión de los espacios urbanos y también se ha realizado un sondeo que ha permitido documentar la secuencia estratigráfica de la zona norte y conocer más sobre las extensiones más antiguas del yacimiento, desde las que van de la transición del final del Bronce a la primera Edad del Hierro”.

Por otro lado, señaló que los trabajos realizados en la muralla sur se centraron en finalizar la excavación de la zona de vivienda y en el bastión sureste se documentó toda la secuencia constructiva de la puerta sur.

Apuntó que la XV edición del Curso de Arqueología ya está en marcha y que habrá novedades, como que se celebrará en la segunda quincena de julio en lugar de en agosto.

PARQUE ARQUEOLÓGICO
Por su parte, el director de la UNED de Valdepeñas, Salvador Galán, deseó que los trabajos que se vienen realizando así como sus resultados puedan servir para que el Consistorio logre obtener la calificación de Parque Arqueológico del yacimiento, en la que está trabajando. Además puso en valor el esfuerzo de Orisos y del Consistorio apostando por la formación universitaria y por dar a conocer el yacimiento Cerro de las Cabezas, por el que han pasado a través de estos cursos más de 400 alumnos.
Apuntó que en el ciclo de conferencias “Los jueves con historia” organizado por Orisos y la UNED se hablará del Cerro de las Cabezas y comentó que por las jornadas de puertas abiertas del yacimiento han pasado más de 1.000 personas.

(Fuente: Lanza)