google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: castellum romano
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1 de agosto de 2014

Nuevos hallazgos fechan en el siglo IV d.C. el castellum romano de Can Blai (Formentera)

El hallazgo de un muro que compartimenta una parte del yacimiento y la presencia de un resto de cerámica procedente del norte de África permiten determinar que esta construcción no data del siglo III sino del siglo IV después de Cristo.
Los trabajos de la Universidad de Niza se desarrollan  en Can Blai desde el día 2 de julio. Foto: DIARIO DE IBIZA.
La campaña de excavación arqueológica que está desarrollando estos días la Universidad de Niza-Sophia Antipolis, junto con el Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera en el castellum romano de Can Blai, cerca de es Caló, con la colaboración del Consell de Formentera, está siendo determinante para avanzar en el conocimiento y fijar la fecha exacta de la construcción de esta fortificación del bajo imperio romano.

El director del proyecto y catedrático de Historia Antigua y Arqueología de la mencionada universidad francesa, Ricardo González, avanzó ayer que el hallazgo de un muro que compartimenta una parte del yacimiento y la presencia de un resto de cerámica procedente del norte de África permiten determinar que esta construcción no data del siglo III sino del siglo IV después de Cristo.

Desde el pasado 2 de julio, el equipo de especialistas, en el que participan estudiantes de Historia de la Universidad de Niza y de otras universidades españolas, está trabajando en una de las mitades del yacimiento. El director de la excavación explica que el pasado año pudieron «tomar el pulso» a la estructura del castellum pero afirma que «esta campaña está siendo muy importante». Esta relevancia se basa en el mencionado hallazgo, que se produjo cuando comenzaron a levantar sucesivas capas de tierra hasta llegar al sustrato pedregoso: «Hemos descubierto el negativo de un muro que divide el yacimiento y que estaba sujeto con argamasa, esto significa que la superficie debería estar compartimentada en distintas estancias, en barracones probablemente».

Esa labor les ha permitido llegar hasta el suelo original y justamente en ese nivel han encontrado «un resto de cerámica que corresponde a un periodo posterior y que sitúa el yacimiento a finales del siglo III o principios del IV después de Cristo, por lo que podemos afirmar que este asentamiento es del siglo IV», subraya González.

UN AÑO MÁS DE TRABAJO
Ese trozo de cerámica, que puede parecer, en principio, de poca importancia, resulta clave para los investigadores ya que significa que tendrán «trabajo para un año más como mínimo». El motivo es que si han encontrado ese testimonio que ha dejado la historia puede haber más: «Por muy tenues que puedan parecer en principio esos restos son reales y resultan muy importantes para poder llegar a entender mucho mejor el yacimiento», subrayó González.

Este especialista concluye que la fortificación romana «estuvo ocupada y fue arrasada por la erosión pero también por la recuperación de piedras y losas durante la época islámica». González afirma que todos los indicios apuntan a que la puerta debía ser de doble arco construido «con piedras de cierta entidad», y que por ello no aparecen los cimientos de piedra de este único acceso cuya existencia fue demostrada durante la campaña que el mismo equipo detectó el pasado año tras hallar una tachuela metálica que formaba parte de la puerta.

EL EQUIPO 
La primeras excavaciones que se realizaron del ´castellum´ romano de Can Blai son de los años ochenta, cuando no se contaba con los mismos métodos de investigación ni las mismas perspectivas que ahora. Por eso Ricardo González señala que los nuevos métodos de investigación les han permitido la identificación de los suelos encontrados o la demostración de su posterior destrucción, que les permite afirmar que la fortificación fue ocupada. Pero además les abre la puerta a seguir excavando en las zonas que no se han tocado con la esperanza de encontrar vestigios que arrojen luz sobre la historia de este yacimiento. Ricardo González señala que el equipo de investigación ha seguido trabajando en el estudio arquitectónico con la recogida de restos de mortero para su posterior análisis en laboratorio. Durante todo el mes, el trabajo de campo se ha complementado con conferencias de especialistas que han permitido a los estudiantes profundizar en sus conocimientos.

(Fuente: Diario de Ibiza / Carmelo Convalia)

9 de julio de 2013

Confirman que el yacimiento de Tossal de la Cala fue un "castellum" romano y no ciudad íbera

La muralla, el urbanismo y los indicios materiales de la presencia de soldados romanos confirman que el Tossal de La Cala fue un fortín o 'castellum' mandado construir por el general Sertorio dentro de un plan de fortificación de la costa norte alicantina, probablemente en torno al año 77 antes de Cristo. Con esto se da un giro en la interpretación del yacimiento que hasta hace poco se daba por íbero.
Vista de la muralla romana del Tossal de la Cala con Benidorm al fondo.
Un equipo formado por miembros del departamento de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Benidorm y de la Universidad de Alicante (UA) ha descubierto una muralla romana en el Tossal de La Cala de más de 2.000 años de antigüedad, la cual actuaba de protección de la zona, según ha informado en un comunicado el Ayuntamiento de la localidad.

El hallazgo, que será presentado hoy martes, se enmarca en la I Campaña de Excavaciones en la que trabajan el consistorio y la UA desde el pasado lunes, y hasta el próximo 12 de julio, con el objetivo de documentar las nuevas interpretaciones que han significado un giro en la concepción e interpretación del yacimiento arqueológico, en base a estudios realizados por el área de Arqueología de la institución académica.

Así, tras analizar la documentación de las excavaciones elaboradas por el padre Belda en 1943, Tarradell en 1956 y Francisco García Hernández en 1984, la citada campaña ha tenido como finalidad aclarar, por un lado, el urbanismo del asentamiento del Tossal y, por otro, identificar sus límites con la localización de la muralla.

De este modo, el Ayuntamiento ha resaltado que el descubrimiento"confirma lo dicho en su día por el padre Belda", y ha apuntado que con un metro de grosor, cerraba "muy eficazmente" el recinto. Se trata de un enclave de media hectárea en la cima del Tossal, fortificado y con un número indeterminado de estancias dotadas de escaleras para comunicar las partes más bajas con las superiores.

La muralla, el urbanismo y los indicios materiales de la presencia de soldados romanos confirman que el Tossal de La Cala fue un fortín o 'castellum' mandado construir por el general Sertorio dentro de un plan de fortificación de la costa norte alicantina, probablemente en torno al año 77 antes de Cristo, si bien no se descarta que los íberos de la comarca vivieran en el enclave integrados en el ejército romano como tropas auxiliares.

Este plan de fortificación de la costa del general Sertorio intentaba controlar la navegación de las naves del Senado Romano que rebasaban el cabo de la Nao y tenían como destino el puerto de Cartagena, ha expuesto el consistorio.

11 de junio de 2013

Luz sobre el pasado romano de Formentera

Un grupo de investigadores del MAEF y de la Universidad de Niza intentará arrojar luz sobre uno de los yacimientos de Formentera más desconocidos. Se trata del ´castellum´ romano de Can Blai, también conocido como de Can Pins.
Estado actual del "castellum" romano de Can Blai o Can Pins. Foto: Carmelo Convalia
El Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera (MAEF), junto con la Fundación de la Universidad de Niza Sophia Antipolis, llevarán a cabo entre el 8 y el 27 de julio la tercera excavación arqueológica del castellum romano de Can Blai (las dos primeras se realizaron por el MAEF en 1979 y 1980) con el objetivo de profundizar en su historia y en lo que significó durante la época del Bajo Imperio romano, entre los siglos II y IV después de Cristo.

Los responsables de la excavación son el director del MAEF, Jordi Fernández, y el profesor de Arqueología de la Universidad de Niza, Ricardo González Villaescusa, que cuenta con un prestigioso equipo de investigadores expertos en la época romana que intentarán responder a las preguntas que todavía sobrevuelan este vestigio de la historia de Formentera, del que se tiene muy poca información.

Esta fortificación, de tipo quadriburgium, era frecuente en ese periodo en el Mediterráneo. Se trata, en este caso, de un recinto cuadrangular, de pequeñas dimensiones, dotado de torres de ángulo que se levanta a escasa distancia del camí vell de la Mola y al que se accede a la altura del kilómetro 10 de la carretera principal de la isla. Precisamente al otro lado del camí vell se conservan los restos de una antigua cisterna romana, cuya función, con toda probabilidad, era proporcionar agua a los posibles ocupantes del castellum.

Fernández explica que cuando hace 30 años se realizaron las dos primeras campañas, quedaron pendientes determinados trabajos «por razones económicas», ya que el objetivo era ampliar el área de excavación exterior, así como la totalidad del interior de la estructura, por lo que se dejó abierta la investigación.

Añade el director del MAEF que Ricardo González Villaescusa, que ya excavó en Can Blai en 1980, le propuso la iniciativa al haber logrado la financiación mediante la fundación de dicha universidad y de un mecenazgo privado: ´Can Blai. Un fortín bajo imperial de vigilancia costera en el Mediterráneo Occidental´, que cuenta con el apoyo del área de Patrimonio del Consell de Formentera. Fernández resume la excavación como un trabajo para «sacarle todo el jugo al yacimiento de Can Blai».

Las incógnitas
González Villaescusa señaló por su parte que «se sabe muy poco» sobre esta fortificación y que se mantienen «dos grandes incógnitas» en torno a este yacimiento. «Una de ellas –detalló este experto– es la cronología, para ver si es algo de finales del siglo III, principios del IV, o de la época bizantina». El objetivo, agregó, es «definir claramente la fecha ya que la interpretación no es sería la misma».


El segundo interrogante científico que plantea el proyecto está relacionado con «saber si el yacimiento fue terminado o no y si entró en uso». Estas dudas se basan en referencias bibliográficas de dos autores que sustentan la teoría de que la estructura está incompleta «al faltar nueve metros de muro en uno de sus lados», precisó.

El catedrático reconoce que la excavación se realiza gracias a su vinculación profesional con la citada universidad francesa y a que siempre se ha sentido muy cercano a las excavaciones realizadas en las Pitiüses, en las que participó, hace años, dirigiendo varias de ellas. Admite que en Francia resulta más fácil conseguir financiación para este tipo de proyectos que en España, a pesar de que la situación económica también afecta a la investigación de las universidades galas.

El proyecto de Can Blai tendrá además una importante parte divulgativa con varias publicaciones y artículos en revistas especializadas. De hecho, está previsto que el MAEF edite una monografía junto al Consell de Formentera en castellano. La propia Universidad de Niza lo hará en francés, y también en una revista en inglés. Además, se editará un video de carácter divulgativo sobre el trabajo realizado. Durante el periodo en el que dure la excavación se organizarán alrededor de una docena de conferencias públicas a cargo de los expertos del equipo y de otras universidades que se celebrarán en la sala de actos del área de Cultura del Consell. Se contempla además abrir una página web sobre los detalles de la excavación y sus resultados.

(Fuente: Diario de Ibiza / Carmelo Convalia)

19 de abril de 2013

Excavaciones para acreditar el origen romano del yacimiento de Tossal de la Cala (Benidorm)

Con estas excavaciones se pretende ahora descubrir los restos de la muralla que cerraría el recinto durante su cara norte y que terminarían de constatar que se trató de un "castellum romano" y no de un asentamiento íbero como se pensaba hasta ahora.
Encontrar los restos de la muralla que constaten que lo que hoy es el yacimiento arqueológico del Tossal de La Cala fue en su día una fortificación militar romana. Éste es el objetivo de la campaña de excavaciones que llevarán a cabo entre el 1 y el 12 julio el Ayuntamiento de Benidorm y la Universidad de Alicante en el monte Tossal por un equipo de diez voluntarios. 
Aunque desde los años 40 se han hecho diversas intervenciones
en el yacimiento, estas serán las primeras excavaciones.
Foto: David Revenga.

"Vamos a constatar con el descubrimiento de la muralla lo que ya sabemos por los datos que hemos venido recogiendo", aseguró ayer la arqueóloga de la Universidad que dirigirá el equipo técnico Feliciana Sala. La concejal de Patrimonio, Eva Mayor, aseguró ayer que ésta serán las primeras excavaciones que se realicen en la zona gestionadas por el Ayuntamiento, aunque desde los años 40 se han hecho distintas actuaciones en la zona a la búsqueda de restos arqueológicos.

Fortificación romana

Los últimos estudios realizados por la Universidad de Alicante apuntan a que el yacimiento data del siglo I antes de Cristo, 300 años más tarde de lo que se pensaba y no fue un poblado íbero, sino que se trató de una fortificación militar romana. Para llegar a estas conclusiones, los arqueólogos han tenido que ir uniendo todas las informaciones dispersas que había sobre los hallazgos arqueológicos realizados en la zona o en otros yacimientos similares y ponerlos en común, como uniendo las piezas de un rompecabezas.

 Sala explicó que el yacimiento se encuentra desde la cota 85 hasta la cima del monte, lo que contribuye a la conclusión del origen militar de la fortaleza durante las llamadas guerras sertorianas romanas. En esta línea, se han encontrado otras construcciones similares en Altea, Calp, Teulada y Dénia. 

Las estancias visibles se corresponderían a viviendas de los soldados
romanos. Foto: David Revenga. 
En el Tossal se han desenterrado restos de armamentos y utensilios de la vida cotidiana, como instrumental médico y quirúrgico, que apuntan a que sus habitantes fueron romanos. 

Las hipótesis de los investigadores no descartan la presencia de íberos en el Tossal y se inclinan a pensar que los que se estaban allí fueron integrados como tropas auxiliares. Las estancias visibles que hay en los restos arqueológicos corresponderían a viviendas de los soldados romanos.

En los años 40 el yacimiento fue excavado por el Padre Belda; Miquel Tarradell y Alejandro Ramos en los 50; y en 1984, Francisco García Hernández. El equipo de la Universidad de Alicante ya lleva tres años investigando tanto éste como otros yacimientos próximos y recientemente ha renovado la subvención que recibían del Gobierno central para proseguir su tarea de descifrar la historia.

Con estas excavaciones se pretende ahora descubrir los restos de la muralla que cerraría el recinto durante su cara norte y que terminarían de constatar que se trató de un "castellum romano".

La experta de la Universidad de Alicante descartó que la edificación que se levantó en la zona durante los años 80 hayan destrozado el yacimiento aunque señaló que sí podrían haber sido afectados por las obras de la carretera.


La concejal de Patrimonio señaló que el siguiente paso una vez que se localicen los restos de la muralla será tratar de consolidar este yacimiento, para lo que habría que buscar fórmulas de financiación. "Somos una de las concejalías con un presupuesto más limitado, por lo que habrá que ver qué medios se buscan para garantizar la conservación", dijo.

Patrocinadores privados para lograr financiación

La edil de Patrimonio, Eva Mayor, repitió en hasta dos ocasiones en la rueda de prensa que su concejalía es una de las más pobres del Ayuntamiento. Por este motivo, se ha tenido que acudir a la busca de patrocinadores privados que puedan aportar su granito de arena para estos trabajos. El hotel Poseidón de Benidorm colaborará en la iniciativa encargándose de dar de comer al equipo de diez voluntarios que trabajará en la zona. Asimismo, la concejal no descartó que en un futuro, una vez que hayan salido a la luz los restos de la muralla, se pueda recurrir a empresas o a otros medios para obtener fondos para garantizar la conservación de los restos. Recientemente, el Ayuntamiento ya acometió una campaña de limpieza en el yacimiento en la que se extrajeron más de 700 kilos de escombros que permitieron descubrir zonas donde trabajar.