Trabajos de limpieza en la necrópolis de Almenara. Foto: Fran Jiménez./ El Norte de Castilla |
Un niño de entre siete y ocho años
Una tumba infantil, con restos óseos de un niño que podría tener entre siete y ocho años, ha sido el importante hallazgo protagonizado esta semana en las excavaciones, que desde el pasado lunes se llevan a cabo con motivo del X aniversario de este importante centro arqueológico y turístico. Se encontraba a una distancia prudencial de la villa, donde la arqueóloga del museo y codirectora de las excavaciones, Margarita Sánchez Simón, y la catedrática de Arqueología de la Universidad de Valladolid y también coodirectora, Carmen García Merino, sospechaban que se podía encontrar la necrópolis. Acompañadas por alumnos de Historia, los resultados no se hicieron esperar: las catas corrobaron la existencia de la primera tumba, infantil, de inhumación, en la que se encontraba el esqueleto del fallecido. «Esperamos que salgan más, pueden ser cientos porque algunas necrópolis tienen hasta 800 y 900 tumbas, así que esta será la primera de muchas», confirmaba ayer Carmen García Merino.
La pista para dar con este importante hallazgo la encontraron en el año 2010. Con motivo de las catas que se estaban realizando para la instalación de dos pérgolas en el parque infantil tematizado salió a la luz una tumba con los restos de una mujer de unos 30 años que había sido enterrada con ajuar, en concreto con una vasija de barro y un huso de hilar que ponía de manifiesto su vinculación con este tipo de tareas. Desde ese momento surgió la sospecha de que ese podría ser el punto donde se ubicara la necrópolis de esta villa romana, posibilidad que se ha venido a confirmar hace unos días con el importante nuevo hallazgo. «Viene a confirmar la hipótesis muy plausible de que aquí estaba la necrópolis», añade la coordinadora de las excavaciones.
Siglos IV y VLa necrópolis, que según especifica Carmen García Merino podría no ser la única (algunos yacimientos tienen hasta cuatro), estaría fechada entre los siglos IV y V, con una extensión difícil de concretar aun pero que se antoja grande. Se trata de un importante descubrimiento por la cantidad de información que los enterramientos suelen custodiar sobre la época en cuestión. En este caso se espera que además de los trabajadores de la villa se encuentren también en la necrópolis los restos de los propios dueños, lo que aportaría novedosos datos para este museo. «Siempre proporcionan muchísima información, y no solo de los restos humanos, sino también de los ajuares con los que se enterraban».
Como viene siendo habitual en este tipo de trabajos, Carmen García Merino recuerda que se suele llevar a cabo un trabajo interdisciplinar con ayuda en el campo de la medicina para poder encontrar mayor información. Así ocurrió por ejemplo con la tumba del año 2010, en la que profesores de la Factultad de Medicina elaboraron un estudio de la tumba para determinar que se trataba de una mujer de 30 años. «También se estudian los cacharros y los recipientes que se encuentran en los nichos, pues en el caso de la mujer de la anterior tumba se pudo saber que la vasija con la que se enterró había portado harina», matiza la coordinadora de las excavaciones.
Los trabajos de catas y sondeos de este I Campo de Trabajo continuarán hasta el próximo 26 de julio. Después, los hallazgos, como esta tumba infantil, se estudiarán para conocer más datos y resultados. Posteriormente, habría que poner en marcha un proyecto de excavación que sacara a la luz las investigaciones.
Las catas que se llevan a cabo en estas dos semanas se incluyen así en el X aniversario del Museo de las Villas Romanas de Almenara-Puras, ubicado en la carretera de Valladolid-Adanero-Madrid. Para conmemorar este decenio, la Diputación de Valladolid, propietaria del complejo, ha puesto en marcha una serie de actividades que incluirán además entre los meses de octubre, noviembre y diciembre próximos una serie de cinco conferencias divulgativas que abordarán las formas de vida en las villas, el estado de Almera-Puras, el conjunto palacial de la de Noheda, en Cuenca, la rehabilitación y puesta en valor de yacimientos en Castilla y León y el análisis arqueológico de una villa romana. Además, se incorporarán al museo los hallazgos del año 2010 y se instalarán nuevos paneles explicativos en el recorrido del yacimiento arqueológico, que cada año se convierte en punto de encuentro del turismo familiar de distintos puntos del país.
La Calzadilla es el nombre con el que se conoce la primera villa romana descubierta en Valladolid en 1887 a cargo de Venancio Fernández de Castro, que informó del hallazgo de un gran mosaico del bajo imperio. No fue hasta 1969 cuando la Diputación se hizo con los terrenos del yacimiento, realizando después varias campañas de investigación arqueológica y llevando a cabo varios trabajos de restauración de los mosaicos. Ya en 2003 se puso en marcha el Museo de las Villas Romanas de Almenara-Puras.
La pista para dar con este importante hallazgo la encontraron en el año 2010. Con motivo de las catas que se estaban realizando para la instalación de dos pérgolas en el parque infantil tematizado salió a la luz una tumba con los restos de una mujer de unos 30 años que había sido enterrada con ajuar, en concreto con una vasija de barro y un huso de hilar que ponía de manifiesto su vinculación con este tipo de tareas. Desde ese momento surgió la sospecha de que ese podría ser el punto donde se ubicara la necrópolis de esta villa romana, posibilidad que se ha venido a confirmar hace unos días con el importante nuevo hallazgo. «Viene a confirmar la hipótesis muy plausible de que aquí estaba la necrópolis», añade la coordinadora de las excavaciones.
Siglos IV y VLa necrópolis, que según especifica Carmen García Merino podría no ser la única (algunos yacimientos tienen hasta cuatro), estaría fechada entre los siglos IV y V, con una extensión difícil de concretar aun pero que se antoja grande. Se trata de un importante descubrimiento por la cantidad de información que los enterramientos suelen custodiar sobre la época en cuestión. En este caso se espera que además de los trabajadores de la villa se encuentren también en la necrópolis los restos de los propios dueños, lo que aportaría novedosos datos para este museo. «Siempre proporcionan muchísima información, y no solo de los restos humanos, sino también de los ajuares con los que se enterraban».
Como viene siendo habitual en este tipo de trabajos, Carmen García Merino recuerda que se suele llevar a cabo un trabajo interdisciplinar con ayuda en el campo de la medicina para poder encontrar mayor información. Así ocurrió por ejemplo con la tumba del año 2010, en la que profesores de la Factultad de Medicina elaboraron un estudio de la tumba para determinar que se trataba de una mujer de 30 años. «También se estudian los cacharros y los recipientes que se encuentran en los nichos, pues en el caso de la mujer de la anterior tumba se pudo saber que la vasija con la que se enterró había portado harina», matiza la coordinadora de las excavaciones.
Los trabajos de catas y sondeos de este I Campo de Trabajo continuarán hasta el próximo 26 de julio. Después, los hallazgos, como esta tumba infantil, se estudiarán para conocer más datos y resultados. Posteriormente, habría que poner en marcha un proyecto de excavación que sacara a la luz las investigaciones.
Las catas que se llevan a cabo en estas dos semanas se incluyen así en el X aniversario del Museo de las Villas Romanas de Almenara-Puras, ubicado en la carretera de Valladolid-Adanero-Madrid. Para conmemorar este decenio, la Diputación de Valladolid, propietaria del complejo, ha puesto en marcha una serie de actividades que incluirán además entre los meses de octubre, noviembre y diciembre próximos una serie de cinco conferencias divulgativas que abordarán las formas de vida en las villas, el estado de Almera-Puras, el conjunto palacial de la de Noheda, en Cuenca, la rehabilitación y puesta en valor de yacimientos en Castilla y León y el análisis arqueológico de una villa romana. Además, se incorporarán al museo los hallazgos del año 2010 y se instalarán nuevos paneles explicativos en el recorrido del yacimiento arqueológico, que cada año se convierte en punto de encuentro del turismo familiar de distintos puntos del país.
La Calzadilla es el nombre con el que se conoce la primera villa romana descubierta en Valladolid en 1887 a cargo de Venancio Fernández de Castro, que informó del hallazgo de un gran mosaico del bajo imperio. No fue hasta 1969 cuando la Diputación se hizo con los terrenos del yacimiento, realizando después varias campañas de investigación arqueológica y llevando a cabo varios trabajos de restauración de los mosaicos. Ya en 2003 se puso en marcha el Museo de las Villas Romanas de Almenara-Puras.
(Fuente: El Norte de Castilla / Lorena Sancho)