Luis María Gutiérrez atiende una visita de medios de comunicación sobre la planicie del oppidum de Giribaile. |
El director remarcó, por otro lado, que será una campaña austera, ya que disponen de algo menos de 25.000 euros de presupuesto. La reducción de la partida económica permitirá contratar solo a dos operarios durante unos dos meses. Por otra parte, confía que en verano se puedan repetir los campos de voluntarios con vecinos de Vilches, lo que les beneficiaría.
LIMPIEZA
La actividad del proyecto de Giribaile se encuentra, ahora, en unas salas de la Universidad de Jaén, donde un grupo de universitarios se encuentra limpiando los fragmentos de las 36 ánforas que fueron encontradas en 2014. Se trata de un trabajo “laborioso”, en palabras de Soler, ya que algunas de estas vasijas alcanzan una altura de un metro.
Estos objetos fueron recuperados en el almacén que se encontró en el área once hace ahora dos años. “Su futuro puede estar en el Museo íbero de Jaén, una vez que abra sus puertas”, subrayó el máximo responsable de las excavaciones. Luis María Gutiérrez desvela que algunas de las ánforas tienen un dibujo en el cuello, lo que podría indicar que tipo de alimento tuvieron en su interior.
Soler calificó de “excepcional” un hueso trabajado que formó parte de un telar pequeño y que ha sido encontrado junto a las piedras del telar. Actualmente, la osamenta se encuentra en el Museo de la Carolina, donde está siendo sometida a una proceso de escaneo para obtener una imagen en tres dimensiones. Los hallazgos del área once se completan con una serie de clavos que han permitido reconstruir cómo se encontraban fijadas las vigas de madera que formaron el almacén. Por último, cabe destacar que prácticamente ya está concluida la clasificación de los fragmentos de las zonas tres y seis, donde se encontraron principalmente huesos de animales y materiales cerámicos, respectivamente.
Estos objetos fueron recuperados en el almacén que se encontró en el área once hace ahora dos años. “Su futuro puede estar en el Museo íbero de Jaén, una vez que abra sus puertas”, subrayó el máximo responsable de las excavaciones. Luis María Gutiérrez desvela que algunas de las ánforas tienen un dibujo en el cuello, lo que podría indicar que tipo de alimento tuvieron en su interior.
Soler calificó de “excepcional” un hueso trabajado que formó parte de un telar pequeño y que ha sido encontrado junto a las piedras del telar. Actualmente, la osamenta se encuentra en el Museo de la Carolina, donde está siendo sometida a una proceso de escaneo para obtener una imagen en tres dimensiones. Los hallazgos del área once se completan con una serie de clavos que han permitido reconstruir cómo se encontraban fijadas las vigas de madera que formaron el almacén. Por último, cabe destacar que prácticamente ya está concluida la clasificación de los fragmentos de las zonas tres y seis, donde se encontraron principalmente huesos de animales y materiales cerámicos, respectivamente.
(Fuente: Diario Jaén / César García Samaniego)