El Monasterio de Suso, Patrimonio de la Humanidad desde 1997, será cerrado a los visitantes en los próximos días para realizar varias restauraciones en su interior, durante unos tres meses, con las que evitar que uno de los monumentos más antiguos y frágiles de España se deteriore.
Monasterio de Suso en La Rioja. |
Este monasterio riojano, situado en una ladera sobre San Millán de la Cogolla, tiene su origen en el siglo VI en las cuevas en las que vivieron San Millán de la Cogolla -el primer patrón de Castilla- y, posteriormente, sus seguidores.
Tras ser destruido por Almazor, en el año 1002, se edificó una basílica mozárabe ampliada después en el estilo románico de la que parte ha llegado hasta nuestros días.
Así, quienes llegan hasta Suso pueden apreciar un verdadero tratado sobre historia antigua de la arquitectura española, al contemplar elementos visigóticos, mozárabes y románicos.
Y además pueden verse las cuevas en las que vivieron los primeros monjes de Suso y el cenotafio de San Millán de la Cogolla, con una gran estatua yacente del santo tallada en alabastro negro del final del siglo XII.
Otra prueba de su importancia histórica para los reinos de Navarra y Castilla son los enterramientos en su entrada de varias reinas de Navarra y de los siete infantes de Lara.
Junto a la importancia artística e histórica, la Unesco valoró para declararlo Patrimonio de la Humanidad, el que se trate del primer lugar en el que hubo vida monástica en España.
Y, sobre todo, el que durante la edad media tuviera uno de los "escriptorium" más importantes de la época, en el que se escribieron las Glosas Emilianenses, las primeras frases en lengua romance que se conservan; allí escribió Gonzalo de Berceo el primer autor en romance de nombre conocido.
Todo este conjunto está marcado por la "fragilidad", ya que siempre ha estado amenazado por la ladera en la que se encuentra y por la que durante mucho tiempo se temió que se precipitase.
Tras ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco permaneció cerrado más de dos años para realizar unas obras en las que fue "cosido" a la montaña.
Capiteles visigóticos en Suso. (Foto: ArteHistoria) |
Ya en 2002, al acabar esas obras, los arquitectos del Ministerio de Cultura afirmaron que Suso necesita atención "constante"; y por eso mismo se restringió el turismo en su interior, al que solo pueden acceder grupos de 25 personas cada media hora para evitar un exceso de peso en el edificio.
En los próximos días -la empresa adjudicataria de los trabajos espera un trámite administrativo para empezar- Suso volverá a cerrarse al público para ejecutar unos trabajos calificados "de emergencia" por el Instituto de Patrimonio Cultural de España, ya que están encaminados a evitar que zonas concretas del monasterio sufran daños día a día.
El acceso a este monasterio se realiza a través de un "manto" medieval de piedras, en el que el paso de personas ha hecho que los "cantos" poco a poco se despeguen y que, incluso, en algunas partes se hayan perdido por completo.
En una de las bóvedas del templo, en su enlucido de yeso, ha surgido una grieta que rompe por completo la estética del monumento; además, se va a mejorar el drenaje del edificio y su impermeabilización en la zona en la que está pegado a la montaña.
Para acometer los trabajos el Ministerio de Cultura va a invertir alrededor de 160.000 euros (136.000 más IVA) y prevé que el monasterio esté cerrado hasta la primavera.
En ese tiempo, además, se van a realizar diferentes mediciones de los "inclinómetros" que fueron instalados en 2002 para medir si el monasterio se "movía" por la pendiente de la montaña.
En cualquier caso, según refleja el arquitecto Manuel Manzano Monis en el informe previo de las obras, las intervenciones en Suso deberán ser siempre "mínimas" para "evitar en lo posible la destrucción de testimonios arqueológicos de interés y la modificación de las condiciones originales" de este edificio.
Unas "condiciones originales" que "no corren peligro" han recalcado a EFE fuentes del Gobierno de La Rioja, aunque "hay que estar pendientes de que no se produzcan daños en esta joya del patrimonio y para eso se van a hacer estos trabajos", han concluido.
San Millán de la Cogolla cuenta con dos monasterios catalogados como Patrimonio de la Humanidad, el de Suso -en latín arriba- y el de Yuso -abajo- y se da la circunstancia de que mientras uno se cierre, el otro vera como a finales de enero se abre de nuevo su iglesia, del siglo XVI, después de una profunda restauración que ha durado tres años y en la que se han invertido 3,7 millones de euros.
(Fuente: EFE)