El desplome obliga al traslado de los elementos que quedaban en la iglesia. Foto: Óscar Cela |
Actuaciones urgentes
Ante el desplome de parte de la cubierta del templo, el lunes por la noche, el delegado de Patrimonio de la Diócesis de Lugo, César Carnero explica que son necesarias actuaciones urgentes, tanto para las pinturas murales como para los tres retablos barrocos, que desmontarán para su conservación en un lugar seguro de la Diócesis. También será necesario reparar la cubierta, un problema que no es nuevo.
La iglesia de Santa María da Pena se quedó sin culto hace unos años. El cementerio se quedó pequeño y los feligreses empezaron a utilizar el de la parroquia vecina y, de ese modo, cambiaron también el lugar de culto. De modo que este templo se quedó primero con una misa al mes, luego con una misa al año y finalmente con ninguna. El deterioro fue ganando terreno y desde la Diócesis pidieron ayuda a Patrimonio, sobre todo, pensando en preservar los retablos.
El problema es que, al tener tantas iglesias y capillas, se priorizan las actuaciones en los centros con culto, así que propusieron una solución provisional: desmontar la pizarra y colocar una cubierta metálica. Desde Patrimonio no autorizaron esta alternativa porque corría el riesgo de convertirse en definitiva. Lo que sí hicieron fue autorizar en junio un proyecto para restaurar la cubierta con técnicas y material tradicionales. Eso incluía la sustitución completa de las tablas y losas de la iglesia para evitar la entrada de agua, además de una limpieza superficial para garantizar una ventilación natural. Las obras no se llevaron a cabo debido a su elevado coste.
Hoy estudiarán los restos
Ayer mismo, los técnicos de la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural se reunieron con miembros de la Diócesis de Lugo para acordar medidas urgentes para proteger la iglesia y los bienes que alberga. Además, técnicos de la Consellería de Cultura se desplazarán hoy a Sarria para comprobar el estado de la iglesia y determinar otras medidas para su conservación. Desde la Xunta explicaron que se está preparando un informe sobre el estado del inmueble, que se presentará en la próxima comisión territorial de Patrimonio Histórico de Lugo.
La Xunta también recordó que los propietarios de bienes históricos, en este caso, la Iglesia, «están obrigados a conservar, coidar e protexer debidamente para asegurar a súa integridade e evitar a súa perda, destrución ou deterioro».
(Fuente: La Voz de Galicia / Laura López)