El "hombre golondrina" en la cueva de Los Escolares de Santa Elena, antes y después del atentado vandálico sufrido a principios de esta primavera. Foto: TELECINCO. |
ACTOS VANDÁLICOS
Las inclemencias meteorológicas no son la única causa del deterioro que sufren las pinturas rupestres, en cuevas y abrigos rocosos repartidos por toda la provincia. Los abrigos y cavidades de Otíñar por ejemplo, en el mismo término municipal de la capital gienense, aparecen con pintadas de graffity, desconchones en la piedra e incluso disparos de escopeta.
Destrucción de las pinturas rupestres en Otiñar (Jaén). Foto: JUAN FRANCISCO GARCÍA |
Cuando en 1998 la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad las pinturas rupestres del Arco Mediterráneo incluyó 25 enclaves de esta parte de Sierra Morena, por 42 en toda la provincia de Jaén (el resto están una en Pontones, ocho en Quesada, dos en Santiago de la Espada, dos en Segura de la Sierra y cuatro en Santisteban del Puerto).
Sin embargo, investigaciones posteriores han hecho que se incluyan en la lista otros siete conjuntos de Sierra Morena y 16 de Quesada y Segura. Todas ellas además tienen la consideración y la protección -sobre el papel- de Bien de Interés Cultural. En este grupo también habría que incluir las más recientes descubiertas en el término de La Carolina, una treintena de figuras y trazos de color rojo que han permanecido ocultos por una densa vegetación en un crestón situado en la ladera occidental del Cerro de la Artesilla.
Distribución del "Arte Rupestre del Arco Mediterráneo" Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1998. |
El denominado Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica abarca enclaves de las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia. Alberga muestras fundamentales de la expresión artística del Paleolítico Superior a lo largo de más de 727 localizaciones.
Se trata de un conjunto de yacimientos de arte rupestre en la mitad oriental de España, que destaca por el elevado número de lugares que presentan la mayor concentración de Europa de este tipo de arte.
Son distintos tipos de grafismos e imágenes que se descubren en cuevas que sirvieron de refugio a los pobladores de esa época. Los estudios actuales permiten una clasificación de todas estas pinturas que van desde dibujos muy simples de trazos geométricos hasta la representación de figuras humanas y animales e, incluso, escenas completas de caza.
SIERRA MORENA Y SIERRA DE CAZORLA, SEGURA Y LAS VILLAS
Además de las de Santa Elena y La Carolina, sobresalen las manifestaciones pictóricas de Aldeaquemada que cuenta con 18 yacimientos, lo que la convierte en el principal núcleo de arte rupestre de Sierra Morena oriental. En este municipio existen grupos de pinturas rupestres, de estilo esquemático y levantino, repartidos por farallones y abrigos rocosos. Los más representativos son: Tabla de Pochico, Poyos de la Cimbarra, Cimbarrillo del Prado de Reches, Cueva de la Mina, Garganta de la Hoz, Prado del Azogue y Cueva de los Arcos, entre otros. el de la Tabla de Pochico ha obtenido además el distintivo de Itinerario Cultural del Consejo de Europa.
Brochazos de pintura sobre el arte rupestre en el abrigo de los Herreros, en Otíñar (Jaén). Foto: JUAN FRANCISCO GARCÍA. |
Otras zonas de la provincia que albergan una gran concentración de pinturas rupestres son las estribaciones de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, concretamente el municipio de Quesada. En esta zona destacan la Cueva del Reloj, la Cueva del Encajero o el Abrigo del Cerro Vítar. En Sierra Mágina Pinturas rupestres del Abrigo de Peña Grajera (Mancha Real) y La Graja (Jimena),
También en el entorno de la capital gienense y en la Sierra Sur de la provincia encontramos zonas como El Canjorro, el valle del Quiebrajano, cerros de La Mella y Fuente de la Peña, además de los abrigos y cuevas de Otíñar, que también conforman otra área de gran riqueza rupestre.
Todos estos enclaves rupestres en la provincia de Jaén se encuentran en municipios serranos con altos índices de desempleo, muy necesitados de inversión y de recibir por parte de las administraciones un espaldarazo a su enorme potencial turístico. ¿Dónde están los centros de interpretación, los paneles, las rutas y las visitas guiadas? No hay nada salvo la mejor disposición de algunos alcaldes para enseñar esta riqueza, con la ayuda de algunos técnicos muy sensibilizados y unos pocos guías que muestran las cuevas, abrigos y farallones. Salvo honrosas excepciones (como por ejemplo Las Tablas del Pochico en Aldeaquemada y El Engarbo en Santiago de a Espada que guardan su entrada con rejas) la mayor parte de ellos están desprotegidos. |