Dos dientes neandertales, un húmero de una mujer, fósiles de osos de las cavernas, bisontes, cabras montesas y el fragmento de la mandíbula inferior de un mono de Gibraltar han sido entre otros los hallazgos encontrados en los últimos años en una de las cuevas más importantes de la villa cerrajera. Se trata de Lezetxiki y desde hace ya 16 años recibe cada verano a estudiantes de historia que trabajan codo con codo en labores de excavación, dirigidas por el profesor de Prehistoria de la Universidad del País Vasco, Alvaro Arrizabalaga. A las nueve de la mañana se ponen en marcha para comenzar una jornada más de trabajos arqueológicos. Los estudiantes pasan horas muestreando, registrando y tamizando el sedimento en los poco más de doce metros cuadrados de yacimiento.
Una veintena de estudiantes trabajan codo con codo en labores de excavación bajo la dirección de Alvaro Arrizabalaga. |
En esta campaña, la cueva arrasatearra acoge desde el pasado 27 de junio a estudiantes procedentes de Salamanca, Madrid, Navarra, Gipuzkoa y Bizkaia. En el grupo también se encuentran cuatro debagoiendarras, Amaia Agirre y Aitor Juaristi de Arrasate, David Cano de Oñati y Martin Arriolabengoa de Aramaio. «La mayoría de ellos está realizando estudios universitarios, doctorados y máster, pero este año tenemos también una estudiante de instituto, Naiara, que se ha interesado y hemos accedido a su petición», afirma Alvaro Arrizabalaga.
Bóveda de la cueva
La campaña se completará el próximo día 13 de julio y a pesar de que en estos últimos días están realizando trabajos de mantenimiento, Arrizabalaga señala que han logrado llegar a sedimentos que datan entre 160.000 y 180.000 años, donde se encuentra parte de la visera de la cueva, que a lo largo de los años se ha ido cayendo en tres fases. «Ahora estamos estudiando como retirar las rocas de la tercera fase de colapso de la bóveda -la primera cronológicamente-, que no será nada fácil», señalaba ayer el profesor de prehistoria. Una vez extraídas las rocas, se espera que los restos que en un futuro se encuentren bajo las mismas estén mejor conservados, ya que no se encuentran al aire libre o bajo el abrigo de la cueva como hasta ahora, sino que serán hallazgos característicos de una cueva.
Los trabajos de excavación de Lezetxiki se han desarrollado en los últimos doce años en dos yacimientos. El primero en la cueva que excavó entre 1956 y 1968 José Miguel Barandiaran junto a Jesús Altuna -trabajos realizados en más de cien metros cuadrados-, y el segundo, Lezetxiki II, una galería de cuatro metros de largo y uno de ancho, a un metro y medio de conexión con la cueva principal. Allí fue donde Barandiaran encontró el famoso húmero en 1963, el resto humano más antiguo del País Vasco. Sin embargo, el trabajo en esta segunda cueva, como indica el profesor de prehistoria de la UPV, está prácticamente acabado.
Con la XVI campaña de Lezetxiki, Alvaro Arrizabalaga se dirigirá a Irikaitz (Zestoa), un yacimiento del Paleolítico situado al aire libre, descubierto a inicios del 96 e investigado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi desde 1998, en el que dirigirá las excavaciones hasta agosto. Tras dos semanas de vacaciones regresará a la aulas y en otoño al yacimiento Jaizkibel en Hondarribia, donde proseguirá su habitual curso de investigación arqueológica.
(Fuente: Diario Vasco)