Vista aérea del castro de San Cibrao de Las, que se convertirá en referente en la cultura castreña. FOTO: FOAGA |
Cinco técnicos y otros tantos operarios están recomponiendo las tres primeras casas, cada una de ellas con espacios diferenciados para el almacenamiento de productos agroalimentarios, localizadas en esta campaña que acaba de empezar, además de siete molinos.
COMPLETAR EL ITINERARIO VISITABLE
Dirigidos por la arqueóloga Yolanda Álvarez, intervendrán en una superficie de aproximadamente 1.000 metros cuadrados, eligiendo esta zona con la clara finalidad de "descubrir un barrio entero y completar el itinerario de los visitantes en la parte excavada", apuntaba la directora.
Tendrán que pasar unos pocos días para alcanzar entre un metro o metro y medio de profundidad para que empiecen a emerger los primeros utensilios de trabajo, "sobre todo material constructivo de piedra", puntualizaba el director de restauración, Miguel Ángel López, además de otros elementos en bronce, hierro y cerámica.
SIN RESTOS HUMANOS
Lo que resulta curioso es que en ninguna parte del yacimiento, ni ahora ni tampoco en las anteriores campañas desarrolladas por la misma empresa Terra Arqueos, de Ourense, se hallaron restos humanos. Por eso, ambos expertos corroboraban que no se sabe lo que hacían con los difuntos. Miguel Ángel López explicaba que "la acidez de este terreno deshace el hueso y por eso no hay restos".
Los únicos restos relacionados, a los que se refería Yolanda Álvarez, tienen que ver con el culto y están situados en la parte más alta de la ciudad.
Así, continúa la minuciosa labor de desenterrar el pasado de esta ciudad, que llegó a contar con 3.000 habitantes. "Cuando aparece algo, hacemos un poco de fiesta", manifestaba la arqueóloga.
TRABAJO DE RESTAURACIÓN
A finales de noviembre se darán por concluidas las excavaciones, continuando los trabajos durante otros tres meses para restaurar las piezas encontradas, sobre todo de bronce y hierro, que son las más deterioradas. "El material lo entregamos al Museo Arqueolóxico de Ourense totalmente estabilizado, quitando cloruros y elementos corrosivos", puntualizaba Miguel Ángel López. Con esta campaña, con la que se reanudaron las intervenciones paralizadas en el 2010, se completarán en torno a 15.000 metros cuadrados de superficie excavada, lo que supone un 14% de la totalidad del yacimiento, del que todavía queda una gran parte por descubrir, sobre todo en la zona de Punxín.