El historiador y arqueólogo Martín Almagro Gorbea (Barcelona, 1946) tomó posesión ayer como académico de honor de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes (RAEx), cargo para el que fue elegido por la junta académica el pasado 5 de junio de 2021, junto a la galerista Helga de Alvear.
Foto de familia del nuevo académico honorífico con la junta académica.
En su discurso de ingreso, titulado “Lusitania y Extremadura. Los orígenes de Lusitania”, el profesor Almagro Gorbea manifestó que “no debemos identificar la Provincia Lusitania con el territorio habitado por los lusitanos desde el III milenio a. C.”, aunque las tierras extremeñas formaban parte de ella. Para el nuevo académico de honor, los lusitanos, famosos en la antigüedad por su duro enfrentamiento con Roma, son una de las etnias más interesantes de Europa, ya que conservaban su arcaica cultura en el finis terrae del mundo en la antigüedad, donde los cambios llegaban más tarde y atenuados. Su estudio permite conocer su cultura y su lengua, y su historia refleja la personalidad de una arcaica sociedad que llamó la atención de Posidonios y Estrabón, con una religión más primitiva que la celta o la greco-romana.
Según Martín Almagro, Polibio cita por primera vez Lusitania hacia el 210 a. C. y Estrabón resalta que “al norte del Tajo, Lusitania es el más grande de los pueblos de Iberia y el que durante más tiempo ha sufrido la guerra de los romanos·”.
En las Guerras Lusitanas, los lusitanos se hicieron famosos y su héroe Viriato protagonizó durante diez años una dura lucha que llegó a mitificarse, pues pasó de pastor a latro, de latro a dux y de dux a rex, según Floro, lo que documenta la evolución socio-política de la sociedad lusitana y de su sistema de jefatura, hasta ser capaz de dirigir grandes contingentes, procesos que Roma abortó por el peligro que para ella suponía. Viriato es la figura más interesante de la Hispania indígena y su fama ha suscitado polémicas sobre su cuna (Viseu en Portugal y Zamora en España), aunque otros la sitúan en la Beturia Céltica o en la Lusitania meridional, sin excluir las sierras de Montánchez y de Santa Cruz, patria de los lanceros lusitanos, por lo que Viriato bien pudo ser originario de estas tierras.
Más adelante, el académico de honor de la RAEx, se refirió al territorio de los lusitanos, tema discutido desde la antigüedad, pues muchos autores confunden la Lusitania con la Provincia Lusitania, creada por Augusto en el 16 a. C., “para dividir y controlar a los belicosos lusitanos, por lo que no se debe confundir con la verdadera `Lusitania´, habitada por estos desde la Edad del Bronce. Asimismo, aludió al origen de los lusitanos, cuya delimitación del territorio permite reconstruir su etnogénesis gracias a restos arqueológicos, fuentes históricas, datos lingüísticos y religiosos y tradiciones populares. También se refirió a la trashumancia, costumbre de origen prehistórico, documentada desde la Península Ibérica a Anatolia, para aprovechar los pastos estivales de las montañas y evitar los áridos veranos de los llanos.
Por último, hizo mención de la religión de los lusitanos, conocida por la epigrafía y por las fuentes antiguas, hallazgos arqueológicos y creencias y ritos populares de origen prerromano, así como a su personalidad cultural reflejada en su lengua, una de las más interesantes de la Hispania prerromana. Igualmente significó la importancia histórica de la herencia lusitana en las tradiciones populares extremeñas y en los ritos y tradiciones sociales de raigambre prerromana.
El profesor Martín Almagro concluyó diciendo que los lusitanos son un campo de estudio de gran interés para comprender el origen de las gentes de Extremadura, pues constituyen uno de sus elementos conformantes, junto a la Romanización, el Cristianismo y la Reconquista. Al comienzo de su intervención, el académico de honor de Extremadura recordó su primer viaje a Mérida con su padre, que le comentó que “Extremadura es la tierra más bucólica de Europa”, al ver los campos llenos de flores y de vida.
Contestación
El nuevo académico fue contestado por el académico de número y censor de la institución, José María Álvarez Martínez, quien se refirió a su nacimiento en Barcelona, donde residía su familia por la actividad profesional de su padre (catedrático de Prehistoria y Arqueología de aquella universidad y director del Museo Arqueológico), que después pasaría a residir en Madrid, donde continuó los estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Central, que culminó con el doctorado en 1973. Fue director por oposición del Museo de Ibiza, de donde pasó a ocupar la de conservador del Museo Arqueológico Nacional durante seis años, puesto que abandonó en 1976 al lograr la plaza de catedrático-director del Departamento de Arqueología de la Universidad de Valencia. En 1981 obtuvo la plaza de catedrático de Prehistoria de la Universidad Complutense hasta 2016, en que alcanzó la jubilación., cometidos que alternó con la dirección de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma en 1988 y 1999. En 1996 fue elegido académico numerario de la Historia, con el cargo de Anticuario y director del Gabinete de Antigüedades.
Se refirió después a su actividad docente e investigadora, a sus proyectos de investigación en España y otros países; las excavaciones en yacimientos nacionales y extranjeros; su labor en materia de Museología y exposiciones, entre otras “Hispania, el legado de Roma”, con más de 250.000 visitantes en las sedes de Zaragoza y Mérida; “Tesoros de la Real Academia de la Historia” o “Corona y arqueología en el Siglo de las Luces”, así como los congresos internacionales en los que ha participado, su actividad editorial científica, los más de un millar de libros y artículos y, en lo referente a Extremadura, “El Bronce final y el Periodo Orientalizante en Extremadura”, “Castros y oppida de Extremadura” (con Ana María Martín Bravo) y “La necrópolis de Medellín (excavaciones y hallazgos, estudios analíticos e interpretación)” y “Berrocales sagrados de Extremadura. Orígenes de la religión popular de la Hispania Céltica” (con Esteban Ortega, Ramos Rubio y San Macario Sánchez).
Entre sus distinciones se encuentra la Medalla de la Asociación de Alcaldes del V Centenario (Extremadura) y la de hijo adoptivo de la villa de Medellín. “El profesor Almagro Gorbea ha realizado una extraordinaria labor a la hora de analizar los períodos prehistóricos y, sobre todo, protohistóricos de Extremadura”, concluyó el Dr. Álvarez Martínez.
Martín Almagro recibió por parte de la directora, María del Mar Lozano Bartolozzi, el diploma acreditativo de académico de honor de la RAEx.
Se refirió después a su actividad docente e investigadora, a sus proyectos de investigación en España y otros países; las excavaciones en yacimientos nacionales y extranjeros; su labor en materia de Museología y exposiciones, entre otras “Hispania, el legado de Roma”, con más de 250.000 visitantes en las sedes de Zaragoza y Mérida; “Tesoros de la Real Academia de la Historia” o “Corona y arqueología en el Siglo de las Luces”, así como los congresos internacionales en los que ha participado, su actividad editorial científica, los más de un millar de libros y artículos y, en lo referente a Extremadura, “El Bronce final y el Periodo Orientalizante en Extremadura”, “Castros y oppida de Extremadura” (con Ana María Martín Bravo) y “La necrópolis de Medellín (excavaciones y hallazgos, estudios analíticos e interpretación)” y “Berrocales sagrados de Extremadura. Orígenes de la religión popular de la Hispania Céltica” (con Esteban Ortega, Ramos Rubio y San Macario Sánchez).
Entre sus distinciones se encuentra la Medalla de la Asociación de Alcaldes del V Centenario (Extremadura) y la de hijo adoptivo de la villa de Medellín. “El profesor Almagro Gorbea ha realizado una extraordinaria labor a la hora de analizar los períodos prehistóricos y, sobre todo, protohistóricos de Extremadura”, concluyó el Dr. Álvarez Martínez.
Martín Almagro recibió por parte de la directora, María del Mar Lozano Bartolozzi, el diploma acreditativo de académico de honor de la RAEx.