Uno de los cañones de la "Juliana" en una foto cedida por el Ministerio de Cultura de la República de Irlanda. |
Al parecer, el descubrimiento ha sido posible gracias a que las fuertes tormentas que azotaron la costa oeste de Irlanda durante el pasado invierno levantaron los arenales que han mantenido oculto al barco durante más de cuatro siglos. Las olas y las mareas se encargaron después de llevar el pasado abril hasta la playa de Streedagh, en Sligo, los restos del esqueleto de «La Juliana».
UNO DELOS CAÑONES LLEVA GRABADA A "LA SANTA MATRONA"
Siguiendo estas pistas, un equipo arqueológico ha desenterrado frente a esa playa tres cañones fabricados entre 1588 y 1570, el año de la construcción de «La Juliana», y que se encuentran en excelentes condiciones de conservación, según fuentes del Ministerio irlandés de Arte, Patrimonio y Cultura Gaélica. Uno de esos cañones lleva grabada la imagen de Santa Matrona y una dedicatoria a esta religiosa, especialmente venerada en Cataluña y, en particular, en Barcelona, donde reposan sus restos.
La ministra irlandesa de Arte, Heather Humphreys, ha visitado el lugar del hundimiento de «La Juliana» para «conocer de primera mano» el trabajo de los arqueólogos. «Hemos descubierto una gran cantidad de material fascinante y significativo que tiene una antigüedad de más de 425 años. Obviamente, este material tiene gran importancia histórica y arqueológica», destacó Humphreys.
PROTEGER EL LUGAR DEL HUNDIMIENTO
La ministra explicó que su ministerio trabaja con las autoridades del Museo Nacional de Irlanda para «diseñar una estrategia que salvaguarde» el lugar del hundimiento y, «en particular, los restos de 'La Juliana'». Los expertos creen que cerca del navío se encuentran también los restos «La Lavia» y «La Santa María», otros dos navíos pertenecientes a laArmada Invencible que se hundieron frente a las costas de Sligo, pero que podrían permanecen aún ocultos bajo la arena.
«La Juliana» se dedicó al comercio entre España e Italia hasta que Felipe II lo integró, junto a otros 130 navíos, en la flota de la Armada Invencible organizada por el monarca para invadir Inglaterra y destronar a la reina Isabel I. Según los registros históricos, era un buque de grandes dimensiones, con un peso de una 860 toneladas y capacidad para transportar 32 cañones, 325 soldados y una tripulación de 70 marinos.
Fuentes oficiales han señalado que los trabajos arqueológicos continuarán durante varias semanas e informaron de que se ha organizado un dispositivo de seguridad para proteger al navío de los buscadores de tesoros.