Espeleólogos de GesPriego en el entorno donde se ha redescubierto la torre de Acamuña. FOTO: GESPRIEGO |
La localización en superficie de varias trincheras y túneles de la Guerra Civil les llevó a aumentar la carga de trabajo en la zona de Acamuña, de los que GesPriego pretende realizar la topografía, reportaje fotográfico y estudio generalizado. Han sido precisamente las pesquisas llevadas a cabo en esta línea las que llevaron al descubrimiento de los restos de la que podemos identificar como torre de la Acamuña (o Camuña), atalaya medieval de planta circular similar a otras existentes en los municipios jienenses de Alcalá la Real, Castillo de Locubín o Priego de Córdoba.
AUSENCIA DE RESTOS CATALOGADOS
La identificación de los restos, en la ladera SE de la Sierra de la Acamuña, fue realizada el pasado 21 de febrero y, en cumplimiento de lo estipulado en el art. 50.1 de la ley 14/2007 de 26 de noviembre de Patrimonio Histórico de Andalucía, el hallazgo fue puesto en conocimiento del Ayuntamiento de Alcalá la Real, cuyo arqueólogo municipal confirmó la ausencia de los restos de dicha torre en el catálogo de yacimientos arqueológicos del municipio.
Aunque hay testimonios documentales, historiográficos y orales de la existencia de dicha torre, se había dado por desaparecida a consecuencia de su destrucción por los disparos artilleros que sobre las posiciones de la Sierra de la Acamuña realizaban las baterías situadas en la fortaleza de la Mota durante la Guerra Civil. Sin embargo esta ruina de la fortificación no llegó a ser absoluta, quedando actualmente parte de su núcleo interior (migajón) y algún mampuesto de su paramento.
EXPONENTE DEL PAISAJE DE LAS ATALAYAS
Desde finales de la contienda bélica se habían perdido totalmente las referencias de esta torre, que ha vuelto a ser localizada gracias a las actividades del GESPriego con la colaboración de la AECCL. Así pues, a día de hoy podemos ubicar su situación exacta e incorporarla al estudio de un espacio medieval de frontera singular que tiene uno de sus mayores exponentes, precisamente, en las torres atalayas que jalonan su paisaje.